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Desheredar, usualmente todos se preocuparían por eso, pero para alguien que su destino estaba sellado, la idea sonaba como algo descabellada ¿Un padre podía hacerle eso a un hijo? Dios, el narrador era mucho más demente de lo que esperaba ¿Debería de usar el lavado mental? Estaba seguro que sería lo más efectivo para evitar dicha tragedia.
-Hecho-
Una simple frase fue lo necesario para convencer al príncipe, si esto seguí siendo así de sencillo probablemente se terminaría metiendo en muchísimos más problemas de lo que creería, debería de tener más auto control… Pero la idea de tener más fotos juntos como la pareja que eran era maravillosa, se podría sentir como un chico normal, en lo que cabía.
El príncipe sonrió burlón.
-Bueno cariño, entonces espero que disfrutes dormir en el suelo por que no hay más camas aquí…- nuevamente dio dos palmadas en la espalda del hijo del narrador para reír un tanto divertido -En todo caso, siempre puedo usar ropa más ligera, pero claro, ya que, prefieres dormir en el piso a eso, sufre-
Estaba seguro que podría comprar un futon o un colchón inflable para estas situaciones, en donde Ink diría que no dormiría con él y el príncipe fingiera molestarse y mandarlo a dormir en el piso, pero por supuesto en algún segundo, probablemente a los minutos, se recostaría a su lado nuevamente.
-Claro, por que estoy seguro que la visita de un “villano” y “el hijo del narrador” será algo bastante amistoso para las personas que no tienen ni idea de por que los van a visitar… ¿Quieres que lleve cinta adhesiva y cuerdas en caso de que intenten escapar?-
Claro que era una broma, pero no podía descartar la idea de que se asusten y peguen un grito al cielo, así que de por si la cinta adhesiva no sonaba tan descabellada, aunque la cuerda quizás si estaba de sobra.
-Nos vemos. Ten linda noche-
Suspiro, las despedidas nunca habían sido de su agrado, pero si pudiera mantener a Ink un poco más a su lado, no dudaría, pero seguía con un castigo sobre sus hombros y lo peor sería faltar a este, no quería que lo fueran a desheredar, eso también sería una pequeña traba en su plan.
Bueno, ya había vuelto a quedar solo y en silencio, además estaba recién duchado y con olor a limpio ¿Acaso no era el mejor momento para estudiar? Un chasquido aquí, un pequeño truco por acá y los libros ya se encontraban nuevamente a su alrededor abiertos y su celular en mano tomando fotos página por página, ya pronto tendría bastante tiempo para transcribir y memorizar lo escrito en sus libros, pero mientras, leería el libro que su novio le había recomendado, pronto le daría el mejor regalo de todo el mundo.QUOTETranqui, yo me encargo de eso, nada que una disculpa y chocolates no puedan solucionar. -
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Usualmente los viajes al centro comercial eran bastante cortos cuando iba con audífonos, pero con su novio eran bastante… Largos, no solo por que le gustaba hablar bastante, sobre su día, sobre lo que le gustaba a su madre, incluso sobre lo que tenía planeado comprar a su madre, lo cual en parte lo había agotado mentalmente, era alguien usualmente que viajaba en silencio, buenos , como era de esperarse, solo hablaba con su hermano en el auto y ahora… Ugh, este sería un día largo.
Las compras tardaron bastante, no solo por que su novio le había hecho pasear por toda y cada una de las tiendas que veía algo “lindo”, regalos para su madre, sus hermanos, su padre, incluso uno que otro para él, pero no era algo que importara mucho sabiendo que su relación era algo superficial, al menos para sí mismo, el contrario ni siquiera se dio cuenta cuando se habían separado por que ya era hora de ir por algo de comer con su hermano.
-Buenas tardes Oliver, buenas tardes hermano mayor-
¿Que hacía el otro ahí? ¡¿No se suponía que iban a comer solo ellos dos?! ¡¡Ahh!! ¡No es justo! ¡Se supone que era su tarde! ¡Tarde de hermanos!
Con una pequeña sonrisa el de cabellos oscuros se acercó hasta su hermano y agarrar su brazo.
-Vengan, vamos a comer, muero de hambre y Elias debe de seguir viendo el regalo de su madre por las tiendas ¿Que quieren comer? La ultima vez que vine aquí con mi hermano fuimos a la tienda de hamburguesas, así que si quieren algo nuevo no tengo problemas- -
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-Tranquilo, estoy seguro que un hechizo para levantar a los muertos y estarás de pies en menos de lo que canta una princesa-
Claro que su extraño humor no era para todos, sobre todo si su actual novio le mencionaba como posiblemente podría haber muerto mientras dormí, recordatorio personal, buscar un buen libro sobre conflictos internos emocionales. Aunque por otro lado ¿Habían personajes que habían muerto en el sueño?
El contacto físico entre Ink y Claw era bastante recurrente en estos últimos tiempos, pero aún no podía evitar sentirse avergonzado, sentir como su novio estaba oliendo su piel desnuda hacía que su piel se pusiera como una gallina ¡¿Por que no podía tener un poco más de filtro?!
-¿Eh?… ¿Mmm?… Ohh, si, gracias…-
De manera poco discreta decidió oler su propio cuerpo, quizás debería de empezar a usar aromas similares si con eso recibía nuevos cumplidos de su parte.
-¡Oh rayos si!-
Exclamó emocionado ante la propuesta que Ink le había hecho, realmente la simple idea de que tuviera su ropa en su nuevo hogar significaba que tenían una relación seria y formal según las revistas que estaba leyendo, pronto le diría que si podía pasar la noche en su hogar y luego… Y luego… ¿Que pasaba luego? Creo que no había ningún artículo que le explicara lo que sucediera después de eso,, quizás debería de investigar un poco más allá de eso.
Cerró sus ojos con un poco de fuerza cuando sintió el suave golpe de Ink, supongo que aquel regaño era algo bastante inevitable.
-Si descanse…- intentó explicar -Pero en el momento que me abrazabas con tanta fuerza sentí calor y no quería que me llegases a oler con ese sutil aroma a sudor…- Levantó su mano para revolver los cabellos del peli rojo -No digas eso, realmente te veías tan lindo dormido, vi una faceta tuya que creo no haber visto nunca… Además, aproveche de tomar una foto- confeso con una risa traviesa.
-Oh vaya, y yo que quería aprovechar tu pequeño momento de inocencia para decir que te quedes a dormir esta noche, pero tú buena memoria me ha jugado en contra-
Imitando al contrario, arregló su bata y se levantó de la cama con cuidado, aún debí de cambiar sus ropas.
-Uno de mis planes es quedarme estudiando un poco esta noche, quizás leyendo pueda asimilar algunos personajes que nos sean de ayuda para nuestros planes-
Dando suaves palmadas en la espalda del más alto índico que quizás ya deberían colocar un “fin” a su noche de reunión.
-Espero nos podamos encontrar pronto para poder mostrarte mis avances en lo que me pediste y mi investigación, aunque creo que si nos queda algo de tiempo, podríamos comer y ver algo-SPOILER (click to view)Bueno, para ser cinco ya son varios, además, las influencias de cada uno puede ir creciendo atrayendo a más gente -
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Una sonrisa traviesa apareció en el rostro del peli morado, al final era el contrario quien había caído ante los brazos de los sueños, lo cual era poco concurrente, desde que habían estado juntos ¿Cuantas veces habían dormido juntos? Y por dormir se refería a dormir, no hacer alguna otra “actividad” Aprovechando la corta distancia que había entre ambos, no pudo evitar observar detenidamente algunas de las facciones de su novio; aquellos ojos afilados que por algún extraño motivo le gustaban que solo le vieran a el, aquellas facciones que se veían bastante bien cuando estaban relajadas, aquellos labios tan finos que soltaban bastante comentarios singulares que lo hacían reír… Realmente era demasiado afortunado de tener a ese chico a su lado… Pero por más enamorado que estuviera, debí aprovechar un poco de su tiempo para leer.
Un hechizo básico que le había enseñado su madre era la la kinesis, mayormente para atraer objetos grandes y pequeños, en parte por que ayudaba bastante cuando no querías hacer algunas tareas, como levantarte por el control remoto y así. Pero había utilizado este pequeño truco para atraer su teléfono celular y activar el temporizador y la cámara frontal, aprovecharía el momento para tomar una rápida fotografía de ellos dos.
Una vez hecho esto, dejo su celular de lado para atraer uno de los cuantos libros de Ink ¿Por cuál de todos podría empezar? Habían tantas opciones, quizás debería empezar con algo sencillo e intentar con la mecánica para poder preparar los objetos que Ink le había pedido, aunque era un poco difícil poder leer bien cuando tú novio, ay que lindo sonaba eso, te abrazaba mientras dormía, pero tampoco podía despertarlo, miren su carita ¿Quien sería tan cruel como para hacerlo? Ya averiguaría cómo leer sin la necesidad de despertar a su novio.🌺~🌺~🌺
Los primeros diez minutos habían sido bastante tiernos, pero mientras más tiempo pasaba, no solo sentía más calor, si no que también se sentía como el contrario lo apresaba entre sus brazos lo cual lo hacía sentir como cuando peleaba contra las enredaderas encantadas de su madre, de manera cuidadosa tuvo que ir moviéndose entre aquella peligrosa trampa humana sin necesidad de despertar al contrario, a diferencia de las plantas de su madre, no podía cortar las manos del contrario. Podía sentir el sudor recorrer su cuerpo ¿Acaso ya estaba segregando un mal olor? Dios, debería de tomar un baño urgentemente ¡¿Que pasaría si Ink despierta y lo huele!? Eso sería mucho peor que la vez que por accidente casi quemo la biblioteca en su castillo. Dejando el libro sobre el escritorio se saco ropa interior de su mueble y se dirigió al baño.
Aparte del sonido del agua cayendo no lograba oír nada más aparte, vaya, quien diría que Ink tenía un sueño bastante pesado, además de dormir un montón, quizás tenía sueño acumulado ¿Tan mal dormía? Quizás debería de hacer una mezcla de hierbas para su té, una que lo ayude con el sueño y a relajarse sin recurrir a otros fármacos.
Su cuerpo se sentía muchísimo más relajado, oliendo bien y aparte, sintiéndose a una temperatura adecuada. Cerró la llave de la ducha abrió su cortina y se colocó su bata de baño y dio su primer paso fuera de la ducha, desde que entró, hasta que salió no había logrado oír nada, quien lo diría, o Ink se encontraba muerto en su habitación o de lo contrario seguía durmiendo como un oso ¿Debería de despertarlo? Si seguía así terminaría arruinando su horario de sueño… Y aparte tendría que ser el quien lo cargue hasta su habitación y eso sería un problema, no solo por que no tenía fuerzas en sus brazos, si no por que no quería que los vieran juntos.
Salió de su baño en silencio esperando a que su novio siguiera dormido, pero al encontrarse con la sorpresa de que se encontraba despierto y en silencio. Quien lo diría, Ink podía ser tan silencioso como un gato cuando quería.
-Hola Ink ¿Como dormiste? Caíste como un oso, hasta por un segundo creía que estabas muerto -
Dando pasos pequeños se acercó al peli rojo para besar su frente, se sentó sobre la cama con una sonrisa, era bueno haberse dado ese baño, su humor había cambiado bastante.
-¿Dormiste bien? ¿Quieres usar la ducha? El agua está a una temperatura perfecta ¿O será que quieres comer algo? Sabes, estuve leyendo el libro que me recomendaste y realmente es bastante interesante, hace que las ideas fluyan en mi cabeza como agua en el río-SPOILER (click to view)Jajaja no, no, no tiene película para ella sola, pero si tiene una parte de Cenicienta 2 creo.
Hasta el momento me parece bien, pero no puedo recordar bien que otro personaje podría ayudar. -
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-¿¡De verdad puedo?!-
Exclamó algo emocionado el chico de cabellos negros, la verdad la mayoría de los privilegios se los daban a Alfas debido a su posición y estatus social, además, si algún día buscaban dejar la guerra, tendrían concubinos para poder tener su propia familia, por eso consideraba que era un tanto extraño que le den ese privilegio a un Omega, pero claramente no iba a desaprovechar una oportunidad única como esta.
-Quizás ellos tengan estatus, pero yo… Tengo poder-
Como buen general, no podía estar lejos de su espada, desenvainada su espada, alzó esta en el aire.
-Quisiera ver como esos imbeciles nacidos en cuna de oro me intentan quitar lo que me gane por derecho y esfuerzo-
Sabiendo lo peligroso que era retar a alguien de su clase, guardo su espada, podría tomarse como una declaración de guerra, pero estaba seguro que ningún hombre desperdiciaría su dinero buscando su cabeza, por que de ser así, no tendría de otra más que dejar un camino carmesí hasta llegar donde el.
El omega a pesar de ser alguien bastante listo, no podo evitar tener momentos infantiles, como justo ese momento en donde nobles buscaban arrebatarle su nuevo jueguete, siendo el omega quien contestaba con un simple “no” cada vez que hablaban sobre el ex príncipe ¡Lo quería! ¡Lo quería! ¡Lo quería! Aunque la cena lo había convencido de guardar silencio y aceptar la propuesta. Con cuidado terminó acercándose al Alfa.
-Espero que te prepares, por que realmente estaba ansiando un nuevo juguete, por favor, no te rompas tan pronto-
Claro que sus palabras estaban vacías, realmente nunca había tenido un juguete en su vida y mucho menos lo había roto a propósito, pero para el prisionero todo podía ser real, quería plantar el miedo en su corazón, no había nada que hiciera sentir más dichoso al Omega que un Alfa aterrado. -
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-Si el rey quiere un cadaver, podemos darle un cadaver-
Comente jugando con el mango de mi espada, estaba completamente seguro que si su majestad veía un cadaver decapitado de algún hombre lo podría tomar como el del príncipe enemigo, pero probablemente no sería una buena idea de intentar engañarlo, eso me haría perder mi posición y por todo lo que he estado trabajando en este tiempo, de seguro habría otra solución.
-Entonces ya que no puedo tener al chico ¿Y si lo hacemos un esclavo? De por si su valor humano caería hasta lo más bajo, ahora no tendría más opciones que vivir como todos lo hicimos alguna vez, no más cuna de oro, no más una vida sencilla, no más beneficios-
¿Por que estaba haciendo eso? Muchos creerían que era para torturar al otro chico, por el placer de ver a sus enemigos siendo torturados y humillados bajo sus pies, pero no, no podían estar más equivocados, lo hacía por un simple motivo… Era divertido ¿Que debería de hacer después de la guerra? La mayoría regresaban al reino a descansar y entrenar para el futuro, otros regresaban con sus familia, pero él vivía solo, no había mucho que hacer ¿Por que no tener llevarse un recuerdo a su hogar? Un recuerdo que le pudiera divertir y servir.
-Vamos muchachos ¿Que opinan? Será bastante divertido ¿Cuantas oportunidades tienen de entretenerse con un príncipe?… Ex-príncipe-
No podía dejar de sonreír, de tan solo imaginar que podría utilizar su cuerpo para sacar sus deseos, humillar al contrario, hacerlo sentir miserable y como su vida no valía nada (suspiró) no podía evitar sentirse emocionado, sería una gran recompensa para sí mismo, pero necesitaba la aprobación de su majestad para proseguir. -
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Con una sonrisa y con las piernas cruzadas una sobre la otra, no podía evitar sentir una enorme dicha en su interior, había tomado su tiempo, pero al fin habían derrocado al rey del reino vecino ¿No era adorable? Un estúpido jovencito jugando en el trono de papi a tener el control, pero ahora que todo había sido destruido no le quedaba nada, dignidad, familia, amigos, todo había caído y reducido a cenizas.
Aquellos “crímenes” que estaban siendo nombrados uno por uno frente a todo el campamento lo hacían sentir relajado, con una sonrisa en su rostro no podía evitar reír con suavidad, era como poesía siendo recitada, una que podría ser titulada “El no despertar del reino” quería más, mucho más.
-¡Yo me opongo a esa sentencia!-
Exclamó con una sonrisa en el rostro el de cabellos negros, se puso de pie para caminar lentamente hasta donde se encontraba aquel grupo.
-¿Muerte? ¿Es un chiste? ¡Es algo totalmente aburrido!-
Silencio, la mayoría sabia en ese lugar que la “sanidad mental” de el general no era del todo buena, esa misma escena era un gran ejemplo.
-La muerte solo será una bendición para el, para cualquiera de los suyos ¿Dejarlo morir y descansar? ¡Claro que no! Yo opino…-
Poco a poco se fue paseando alrededor del aquel deplorable sujeto siendo seguido en silencio por las miradas de los otros.
-… Que hay que dejar que viva-
“¿Que? ¿Como? ¿Por que? ¿Está loco?-
Varios comentarios se hicieron oír, la verdad es que quizás si, estaba siendo algo loco respecto a su idea ¿Quien dejaría con vida a un príncipe enemigo? Solo un demente y un idiota.
-Morir sería darle lo que desea, pero si sigue con vida, no le quedaría de otra más que vivir día a día con ese dolor, aquellos recuerdos en donde la sangre y el fuego se propagaban mientras el tiempo avanzaba-
Volvió a reír, de una forma más burlona.
-Los recuerdos de cómo su reino no pudo ser salvado por su propio principito… -
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-Al menos eres agradecido con quien te ayudó, ese es un gran avance…-
Murmuro el de cabellos negros desviando su mirada, claramente lo había dicho bajo y viendo hacia otro lado para que el chico pensara que no había leído su mente, aunque esto claramente sería una mentira, además, no es como si tuviera otra opción, eran solo ellos dos en esa habitación.
“La verdad, no es que te veas así, así es como se ven los pensamientos cuando vienen por montón”
Estaba seguro que aquella respuesta sería un alivio para el contrario, pero ellos dos no eran amigos y tampoco es como si quisiera darse el tiempo o la amabilidad de explicarle algo siendo que este lo había tratado como basura aún cuando no le había hecho nada de manera directa, aunque por otro lado, tampoco era un santo, seguía escuchando sus pensamientos sin decirle nada a su compañero.
Chasqueando su lengua, se levantó de la silla de la enfermera para dirigirse a las ventanas y cerrar sus cortinas, la diferencia no era mucha, pero claramente estaba menos luz que antes, quizás podría no agradarle el otro chico, pero su abuela había sido clara “Si vez que alguien necesita ayuda, dale una mano, no importa si es bueno o malo, todos necesitamos ayuda alguna vez” y no iba a ser el quien la decepcionara.
-Al menos en algo estamos de acuerdo-
Se mantuvo de pie junto a las ventanas unos segundos observando las cortinas cerradas, aún no conocía al chico del todo, pero quizás tenía cierta relación con los vampiros y por ese motivo siempre andaba con esas gafas de sol, por que odiaba la luz directa ¡Eso era! De seguro con todos esos años de vida tenía varios recuerdos vergonzosos ¡Por eso no quería que viera en su mente!
Suspiró.
-La verdad no, soy como un radar, todo lo que esté a cierta distancia de mi puedo oírlo. Aunque aún no puedo controlar controlar el volumen, ni a quien puedo oír y a quien no, así que para ello uso mis audífonos, escuchar música es un gran silenciador, todo lo demás se escucha más bajo -
Esa era una pregunta bastante interesante, abrió su boca y luego la cerró ¿Como podría explicar algo que no entendía? En su hogar no pasaban este tipo de cosas… Espera… ¡En casa! Con cuidado tomo la silla de la enfermera y la movió cerca de donde se encontraba el otro chico.
-En casa, nunca pude escuchar los pensamientos de nadie, quizás sea una teoría tonta, pero quizás sea por que mi abuela y mi tía siempre han sido honestas conmigo, quizás si tú lo eres…-
Soltó una risa burlona, un tanto vacía. ¿Acaso se estaba escuchando? ¡Era una tontería! Habían muchos factores e incluso sus inseguridades eran algunas de ellas “¿Y si lo que escuchó es algo que no quiero?” Por supuesto que si el mismo temía se limitaría de algún modo, tenía miedo… Si, quizás el miedo también podría ser una opción, pero prefería guardarse su suposición.
-La verdad… Lo único bueno de todo esto es cuando hago exámenes, al menos las respuestas llegan solas a mi cabeza sin la necesidad de estudiar-
Rió de manera suave intentando bromear, al no tener amigos sus habilidades sociales eran casi un asco.SPOILER (click to view)Lamento la tardanza, ha sido una semana caótica y eso que aún me queda mucho más jajaja. -
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Si lo pensabas bien, quizás la enfermería era un buen trabajo para el, no solo por que ya tenía algo de conocimiento básico en lo que era salud, si no también por que podría ver que sucedió en los recuerdos de las personas cuando llegaran y no pudieran hablar, aunque probablemente sería un gran problema si es que no aprendía a controlarse, después de todo, en un hospital hay enorme cantidad de personas que vienen y van cada segundo. Su segundo plan era convertirse en un detector de mentiras humano.
Ver a su extraño acosador era un tanto singular, era como ver a un animal desesperado por comer, pero en este caso, un animal desesperado por calmar su dolor, un espectáculo tan fascinante como aterrador, pero eso no quitaba que siguiera siendo un imbecil con su tratar ajeno, enserio, que me pasa ¿Lo habían criado los lobos o que?
-¿Acaso tu puedes? Por que me gustaría verlo, señor prepotente-
Lanzó un comentario ante la molesta actitud del contrario, aunque del mismo modo, también le hubiera gustado aprender a cómo “apagarse” de manera voluntaria, eso sería de gran ayuda en su día a día, sobre todo en clases y en ese momento, que ahora escuchaba las frases del contrario con mayor claridad.
-Primero que todo, agradecería si dejarás de llamarme bicho raro, idiota o similar, tengo un nombre… Y lo dicho aplica también a lo que piensas-
¿Por que todos los adolescentes eran igual de idiotas? Sin duda sus padres deberían de criarlos mejor, ellos no podían decir lo mismo de él… Por que padres no tenia.
-¿La verdad? Es como si una hoja de un libro fuera destrozada en pequeñas partes y lanzadas al aire, solo podía leer ciertas cosas y cuando se trataba de recuerdos, estos eran momentos breves que pasaban muy rápido, así que si te preocupa que haya visto algo extraño, no, no lo hice.-
Tomo asiento en la silla de la enfermera.
-Tienes tanta curiosidad que en vez de hablar y preguntar las cosas como corresponden, eliges intimidar e insultar, gran elección genio. Por cierto, no soy problemático, la gente solo se hace ideas que no son ciertas como eso del control mental, yo solo leo mentes, no las controlo-
Se cruzó de brazos mientras lentamente se recostaba en el respaldo de la silla.
-Adelante, pregunta… O piensa, si es que eso hace menos tu dolor, responderé lo que pueda, al menos lo que yo tenga en conocimiento- -
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En su aburrimiento, la enfermería de había convertido en su nuevo sitio de exploración, había revisado cada cajón, cada mueble e incluso aprovechado de ordenar algunos insumos que se encontraban ya pasado de su fecha de vencimiento ¿Por que? Por que la estúpida enfermera no había regresado y estaba aburrido ¡Su maldito celular estaba sin batería! Además, tampoco es como si tuviera a un amigo que lo estuviera esperando o alguien con quien hablar. Era extraño, por mas que no tuviera amigos, tampoco es como que sintiera solo, era mas incómodo tener gente a su alrededor.
El destino era un pequeño pillo, se notaba por que le gustaba meterse con el chico de cabellos negros por que nuevamente se encontraba junto a su extraño bully a solas ¿No era demasiada coincidencia?
-Silencio, no tienes derecho a llamarme raro cuando tú te haz aparecido dos veces cuando estamos a solas, acosador-
Por primera vez la voz del contrario se había concentrado algo, en el dolor y debido a eso, fugaces pensamientos vinieron a su mente ¿Un medicamento? Si, si, estaba seguro que había leído ese nombre en algún lado del estante de la enfermería. Abrió sus ojos también sorprendido, por primera vez su habilidad no se había extendido a divagar más allá de lo que debía, esta vez solo se había concentrado en una cosa ¡¿No era eso emocionante?!
-Un poco tarde, tu apariencia esta igual que tus pensamientos, hechos mierda-
Dicho esto el chico abrió el estante buscando entre los medicamento el nombre que había escuchado, paracetamol, ibuprofeno ¿Clonazepam? Okay, quizás esto serviría para otra ocasión, sacó una de las tabletas de su empaque y se acercó a un lado de la cama de su “Bully/acosador” y sacó dos pastillas.
-No quise hacer esto a propósito, pero vi algo en tu cabeza, no se cuanto es el medicamento que tomas normalmente, pero realmente te vez del culo-
Dejo las pastillas sueltas y la tableta a un lado de su cama para retroceder rápidamente, su voz interior se hacía mucho más clara cuando estaban cerca y era un poco escalofriante oír tanto dolor.
-Toma las pastillas, escuchar como tu voz se queja tanto es un dolor de cabeza y un tanto escalofriante ¿Haz oído los lamentos de las películas de terror? Bueno, esto es peor, sobre todo por que no tengo un botón para bajar el volumen como en la televisión-
Odiaba su voz, era bastante deprimente, era como intentar escuchar el espíritu de la llorona, lamentos, llanto, frases al azar, que no comprendía del todo si es que no tenia un contexto más profundo, quizás debería utilizar audífonos otra vez e intentar ignorar al chico hasta que regrese a la enfermera y tolerar su regaño por haberse metido en su trabajo.
-… ¿Como te sientes?… ¿Mejor?…-
No quería hablar con él, pero sus opciones eran bastante limitadas, sin contar que si el otro no se calmaba, sus pensamientos tampoco. -
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Se había quedado dormido. De no ser por que tenía una alarma para ir a almorzar, probablemente seguiría dormido, bueno, ya había perdido una de sus clases, no podría perder otra. No había descansado tan bien desde hace un largo tiempo, incluso en su habitación era un dolor de cabeza dormir, los dormitorios no estaban muy bien distribuidos y con los pensamientos hormonales de tantos adolescentes a su alrededor debía de usar audífonos al dormir.
Tuvo que salir corriendo de la azotea en dirección de la cafetería para alcanzar a comer algo rápido, de lo contrario tendría que aguantar otro dos periodos sin comer algo y no tenía las energías o paciencia como hacer algo como eso. Ahora que recordaba ¿Que le habrá pasado al otro chico? El que lo había llamado bicho raro ¿Al menos se habrá sentido insultado? Con esa apariencia no era muy amenazante y sus palabras tampoco habían sido tan “letales” como para causar algo de dolor en otros, bueno, eso ya no importaba, después de todo se había librado de una.
Por algún motivo ahora de encontraba en la enfermería descansando sobre una de las camillas, había olvidado completamente por que había puesto una alarma para el almuerzo ¡Era para no oír! Todos siempre se agrupaban a la misma hora formando grupos enormes y filas también para buscar sus cosas, tantos pensamientos a la vez que provocaban fuertes mareos y una terrible jaqueca. Agradecía que hubiera un maestro cerca para socorrer su pequeño desmayo, por que estaba muy seguro que ningún alumno se iba a arriesgar a tocarlo sin saber cómo funcionaban sus poderes.
Todo eran tan silencioso… No solo por que la enfermería estaba un tanto apartada, si no por que también no había nadie en esa sala, pocos alumnos eran tan tontos como para enfermarse y la enfermera se había ido por pastillas, quizás podría hacer algo mientras esperaba ahí. Miro a su alrededor curioso, muchas camillas separadas por una fina tela blanca, un olor extraño a medicamento, un escritorio en donde estaba la enfermera… ¡Esto era tan aburrido! ¡¿Acaso nadie se hería en esta academia?! ¡Y lo peor! Es que debía de quedarse ahí hasta que la enfermera le diera su autorización para irse. -
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Gracias a la distancia entre ambos los pensamientos habían sido cortados, nuevamente están en silencio, pero eran ahora sus pensamientos los que se encontraban dando vueltas por su cabeza ¡¿Por que había llamado su atención nuevamente?! ¡Lo debía haber dejado así! ¡Ya se estaba regresando a su habitación! ¡¿Acaso no era un idiota como lo había nombrado el contrario?!
La mirada del contrario sobre el lo hacía sentir incómodo, quizás lo hacía por que creía que así iba a leer su mente como el mismo había supuesto, pero la verdad es que lo único que iba a lograr así era hacerlo sentir un poco intimidados, lo cual era bastante efectivo.
¡¡NOO!! ¡Maldita sea! El idiota había pasado nuevamente el rango de su habilidad ¡¿Por que mierda debió de abrir su estúpida boca?!
-¡S-si me vas a llamar así, entonces yo te diré corte raro!-
Respondió un tanto incómodo ante la revelación que había oído de los pensamientos del contrario o al menos lo que se lograba oír a esa distancia ¡¿Era un bully?! Eso explicaba su mal carácter, pero tampoco se iba a dejar, si el le iba a llamar por ese feo apodo, entonces el también lo haría:
“Corte extraño = Un corte de cabello feo”
Desde la ignorancia había tomado el atrevimiento de darle un apodo igual de ofensivo, según el, a su actual matón.
-¡Cierra la boca, corte extraño! ¡Apuesto que tu corte es igual de feo que tus palabras! ¡Por eso no tienes amigos! ¡Y gustoso no me acercaría a un idiota como tú!-
Claro que la ignorancia era más grande, nunca se le había pasado por la mente chico, ni siquiera lo conocía, pero su molestia era más grande que su propio uso de razón en ese momento, solo quería estar a solas y en silencio, pero la presencia del contrario le causaba varios conflictos internos. Tomo nuevamente sus audífonos para colocarse estos sobre los oídos, no quería oír nada más respecto a la situación, ni su voz, ni sus pensamientos, ni siquiera a las malditas aves ¡Quería estar solo! Con cuidado se recostó en el suelo para subir al maximo el volumen, esta vez solo sería el y sus pensamientos.
-Estúpido chico ¿Quien se cree? Ni siquiera puedo colocar una queja formal por que ni conozco su puto nombre ¡Ah! ¡Como me hace enojar!-
Murmuraba para sí mismo mientras giraba en el suelo, lo peor es que de algún modo ya se había acostumbrado a ser insultado por otros compañeros de clases por su habilidad, pero por primera vez había tomado el coraje como para defenderse. -
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¡No, no, no! ¡Ya basta! ¡Compórtate Tomas Moon! ¡Deja de pensar en ese chico y su extraño atractivo físico! ¡Eso no está bien! ¡Te podrías enfermar de homosexualidad! Pero… Se veía tan cool con ese cabello de dos colores, realmente lo hacían resaltar bastante, además de que su altura también era llamativa y… ¡Bas-ya! ¡Concéntrate en tu misión! ¡La misión de tu familia!
Su cuerpo se movía de forma automática evadiendo a la gente, pero en su mente seguía perdido divagando respecto a la situación anterior, tan así que ni siquiera había notado que aquel singular chico le había hablado, al menos hasta que se posicionó frente a él nuevamente, tuvo que retroceder un paso rápidamente para evitar chocar contra este, miro hacia atrás y luego hacia adelante asegurándose de no haber caminado en círculos todo ese tiempo.
-No necesito su ayuda. -
Respondió con un tono suave pero no por ello menos grosero, lo último que necesitaba es que alguien como el estuviera rondando a su alrededor, si era así la gente no se iba a acercar y pensarían que es un tipo de broma o estafa, ya que, bueno… El chico tampoco lucía como alguien decente.
-Si, exactamente.-
El mismo chico de cabello teñido se había dado su propia respuesta y claro que sus pensamientos y estigmas estaban por encima de sus pensamientos nuevos.
-Pero en nuestro campamento podemos asegurar que tendrás el perdón del señor, te gruiremos e iluminaremos con su gracia divina- Ante la emoción de su discurso, el de cabellos negros sujeto las manos del contrario entre las suyas -No solo tenemos actividades grupales, también contamos con retiros espirituales y encuentros personalizados para guiar a cada nuevo miembro en su inicio y…- La emoción que iba sintiendo iba creciendo con cada segundo que hablaba, pero se había dado cuenta de algo, un pequeño detalle.
“Tiene unas manos bastante suaves…”
¿Manos suaves? ¡Oh mierda! Con una suave ros fingida, soltó lentamente las manos del chico, sus mejillas se iluminaron de un suave tono carmesí ante la vergüenza y el descaro con el que habría tocado otro chico.
-E-estoy seguro que podría ser de tu agrado nuestras actividades, en este nuevo ingreso, me toca hacerme responsable del grupo-
Desde hace años era su padre y madre quienes se encargaban de los chicos y chicas respectivamente, pero como futuro líder, era su deber empezar a trabajar más en su iglesia y estaba seguro que no había mejor paso para ello que atraer gente y educarla, aunque quizás mencionar lo de que era quien guiara las actividades esa vez no era necesario, no era como si quisiera convencer al otro chico que fuera solo para encontrarse nuevamente, claro que no, eso sería totalmente extraño.
Nuevamente con una ligera tos habló en un tono suave, con una pequeña sonrisa.
-Te estaré esperando en nuestro encuentro, joven Julius Irizar, cocinero oficial.-
Aunque no se había dado cuenta, su voz había sido suave y dulce, casi tímido, pero lo extraño no era eso, si no el tono con el que lo había dicho, un tono que te invitaba a avanzar, un tono permisivo ¿Acaso Tomas Moon estaba coqueteando sin saberlo?
-Cuando vayas, pregunta por el joven hermano Moon, te estaré esperando-
¡Oh demonios! ¡Si lo estaba haciendo! -
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En el pequeño transcurso que tuvo desde el puesto de los dibujos hasta el puesto de dulces había sido bastante entretenido, no solo por que había aprovechado el tiempo para jugar con los otros niños que se le cruzaban en el camino, no podía estar más que encantado con aquel evento, los más pequeños estaban felices y eso le gustaba, hasta casi daban ganas de trabajar en aquel lugar, pero sus futuros planes no podían verse interrumpidos solo por sus intereses personales.
-¡Dulces! ¡Dulces!-
Exclamó el joven niño mientras jalaba mi camisa, señalando a la distancia una mesa con diversos tipos de postres, no podía negar que incluso él se veía tentado en comprar más que uno solo. Tomando la mano del joven se acercaron rápidamente a la mesa pidiendo dos magdalenas, uno para cada uno, si no se quedaría antojado, pero su pequeño deleite se había visto interrumpido por un extraño joven que se había acercado, giro su cabeza para ver al contrario, pero al oír como era el joven quien respondía, sabía que no era algo en lo cual debía de meterse.
-¿Mmm…?-
Tenia su mano extendida, suponía que estaba esperando algo de su parte, pero no podía negar que se encontraba un poco nervioso, la apariencia del chico era… Algo a lo que no estaba acostumbrado, cabello teñido, no se sorprendería si el tuviera un arete o un piecing en… Algún lado de su cuerpo, los colores subieron a su rostro de solo pensar en donde más podría tener un piecing que no fuera el rostro.
-Moon. Espero poder contar con su presencia en nuestras reuniones, estoy seguro que podremos salvar su alma. Y nos vendría bien algún cocinero para nuestros eventos de beneficencia.-
Extendí el panfleto dejando este sobre su mano extendida, la información sobre cómo nuestros horarios, lugares de reunión y misión, también la visión de nuestra iglesia, así que no era necesario extender la charla más allá de lo necesario, tampoco tenia el interés como para seguir en ese lugar, aún tenía cosas más importantes que hacer.
-Disculpa tesoro, tengo que seguir repartiendo los panfletos de mi iglesia, así que debo dejarte por ahora, aunque si me quieres acompañar a repartir, no me quejo-
Se dirigió al menor con un tono suave, pero su respuesta fue negativa al ver a otro grupo de chicos al cual se unió rápidamente. Se despidió con un ligero movimiento de mano y dio la espalda al extraño joven para avanzar entre la multitud, una parte de él había avanzado entre la gente solo para escapar del chico y otra, solo para escapar de aquel cosquilleo que había sentido en su interior al verlo por primera vez ¿Era normal admirar la belleza de otro chico, cierto?SPOILER (click to view)Jajaj el tuyo no se queda atrás. -
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El joven de cabellos negros no podía evitar mover sus labios soltando suaves insultos dirigidos al Alfa, no quería demostrar cuanta vergüenza sentía en ese mismo momento con las palabras del contrario, era bastante difícil oír esos halagos dirigidos a su persona. Sobre todo con la facilidad con la cual su amor sin sentir ni pena, ni vergüenza.
-Bueno, por que su orgullo es tan delicado como el cristal, después de todo ¿A que Alfa le gustaría un Omega que no sea “pequeño” y “delicado”? Los estereotipos están bastante marcados cuando se trata de sociedad-
Lo odiaba, odiaba muchísimo que todos buscaran a alguien pequeño y delicado, alguien ideal, perfecto para formar una familia y la crianza de sus descendientes, sabía que por su complexión no sería nada fácil encontrar a alguien para poder formar su propia familia.
-Se que no lo harías, mi tío te colgaría de cabeza y te torturaria antes de que puedas entregar la información a alguien más-
Conocía a su familia, pero quizás había exagerado un pelo al decir que mataría a uno de sus subordinados, no estaba consciente de eso o si su amor era tan grande como para hacerlo, debido a la seriedad del tema prefería evitar preguntar algo como eso a la ligera.
-Vaya, así que estás muy emocionado por recuperarte…- Una pequeña sonrisa apareció en los labios del de cabellos oscuros -Y yo que planeaba cuidar tan bien de ti mientras estuvieras en recuperación, supongo que tendré que olvidarme de limpiar tus heridas, poder quedarme a tus lados durante las noches o darte de comer…- Con un falso suspiro de decepción volvió a sonreír, sin duda molestar a ese chico era más divertido de lo que creía.
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