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Lo vio reírse, confundido por no saber a qué se debía, hasta que lo dijo en voz alta. Torció su sonrisa y, aunque continuó bombeando el miembro con una mano, la otra se dirigió directa a su trasero, a la separación entre sus nalgas para frotar con sus dedos ahí, subiendo y bajando y apretando por encima del pantalón su otro agujero.
— Ya, pero hay más lugares por dónde puedo follarte — dijo contra sus labios. — Voy a asegurarme de probar todos y cada uno de ellos... — mordió su labio antes de volver a besarlo con ansiedad.
Sintió sus manos trabajar también en su miembro, ayudándolo a empalmarse de nuevo. Era cierto que no podía controlar sus suspiros de placer, su glande aún estaba sensible y, aunque realmente le apetecía, su cuerpo parecía estar pidiéndole un poco de calma antes de ponerse a tono.
Cuando se separaron en busca del tan necesitado aire, escuchó a Dick volver a hablar y lo miró, entre sorprendido porque fuera capaz de preguntarle aquello como un desafió, y satisfecho porque tuviera, aún después de lo que le había hecho, los huevos necesarios como para plantarle cara de nuevo.
— Hablas mucho... — sujetó su cabeza por su barbilla con la mano que antes estaba en su trasero. — ¿Debería volver a llenarte la boca para que te quedes más tranquilito? — quiso saber, sintiendo un pálpito en su miembro porque la sola idea le atrajo sobremanera. — ¿Así que crees que esto ha sido por tu increíble talento? — se echó a reír.
Al principio fue una carcajada seca, pero conforme más pensó en esa idea más se reía y se dio cuenta, de que hacía mucho tiempo que no reía así, natural. No era forzada, no era para agradar... La valentía de ese chico, o estupidez, le sorprendía y agradaba a partes iguales.
Estaba loco, era un suicida, sí... Casi como él...
— Ay Dick... — suspiró, cuando la risa se le pasó, — te queda tanto por aprender... — sonrió con sorna, sabía cuánto le joderían esas palabras, porque implicaba volver al círculo que él mismo comenzó al decirle que no sabía nada.
Pero, ¿cómo podría decirle que, el que se hubiera corrido tan rápido, se debía a su falta de actividad sexual en el último mes? ¿Cómo iba a reconocerle que había tenido que priorizar la supervivencia de sí mismo y de las que compartían piso con él, por encima de sus necesidades más primarias? Decirle aquello implicaría mostrarse vulnerable frente a alguien que, a sus ojos, seguía siendo un desconocido. Así que le dejaría pensar lo que quisiera, no le corregiría.
— Reconozco que tus habilidades me han... sorprendido — aceptó. — No porque seas muy bueno, más bien porque no esperaba que tuvieras tanta experiencia en esto... — fue entonces cuando una idea pasó por su cabeza y se decidió a llevarla a cabo. — Aunque bueno, tanta palabrería no va a hacer que se me ponga dura de nuevo, así deberías empezar a trabajar a fondo, si quieres que le diga a Lillya que te de una generosa propina — y, tras decir aquello, se echó hacia atrás, tumbándose en la cama y con las manos bajo su cabeza, esperando que empezara él también a hacer algo.
Era cierto que el que más esfuerzo había hecho por no ahogarse o vomitar mientras él se satisfacía a sí mismo era Dick, pero él había decidido tentar a la suerte y provocarle... Así que le haría trabajar un poco más y demostrarle esas... "habilidades tan magníficas" de las que se sentía tan orgulloso.SPOILER (click to view)A ver, iba a quedar muy mal parado, pero he intentado suavizarlo haciendo que Kiel le haya gustado su carácter xD Aún así, creo que no ha salido tan bien como debería y al final Dick va a pasarlas canutas una vez más.
De verdad no quiero que se enfade... Kiel lo está pasando bien, puedes hacer incluso que Dick lo note más relajado... Eso es buena señal, sobre todo lo de la risa, aunque para Dick no signifique nada xD
Jajajajja pobrecito, me he imaginado el empalamiento justo cuando lo has dicho y me ha dado mucha pena.
Que sepas que, en el anterior mensaje, Kiel estaba dispuesto a trabajar su entrada con su lengua, peeeero Dick ha tenido que provocarlo... Veremos si con el siguiente mensaje Kiel decide estar más cooperativo o no xDDD
PD: Me alegra que te distraiga, yo me lo paso muy bien leyéndote y escribiéndote la verdad xDDD Así que gracias a ti
Ay la leche jajajaj tiaaaaaa Bueno, por lo menos comiste algo a las 17:30, menos mal... A mí me está pudiendo últimamente la pereza, no sé qué me pasa, pero yo también soy de esas de llegar, responder y luego hago todo lo demás jajaja -
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Le alegró saber que al menos ellos habían pasado una noche agradable y, tras sentarse a la mesa y darle un trago al café, le escuchó decir a Liam que aún no le había echado el azúcar. La mueca de disgusto en su rostro denotaba que ya se había percatado de eso, pero tampoco era como si no pudiera soportar el café un poco más fuerte de lo habitual, no era ningún remilgado.
— Está bien así — se encogió de hombros y le dio otro trago. — No te preocupes.
Todas sus mañanas eran amargas, y sus días enteros, por saborear algo un poco amargo no se moriría. Además, tampoco era como si pudieran presumir que les sobraban ingredientes, así quedaba igual, que lo disfrutase él en su honor y ya.
— ¿Supongo? Pero lo malo de no recordarlas es que, a pesar de que no sabes qué has soñado, sigues teniendo la misma sensación de intranquilidad en el cuerpo. Una mierda — se quejó y le dio otro trago más al café. — Je, ¿qué dices Jitters? A lo mejor hasta tienes suerte y te pego otra pesadilla — se burló antes de reír un poco, moviendo el poco café que quedaba en la taza sujetándolo con la punta de sus dedos por la parte de arriba de ésta antes de darle el último trago. — Es verdad, tiene usted razón, doctor de familia — sonrió, siguiéndole el chiste. — Es broma, es broma... — intentó que no se enfadase de buena mañana.
Bostezó al escucharle decir que tenían su primera cita a las ocho y cuarto.
— Bueno, hoy sólo tenemos cinco pacientes, aunque seguro que se apunta alguno más a última hora... — comentó, recordando mentalmente los apellidos de todos ellos junto a sus caras, para luego pensar en que su primera paciente era una mujer mayor que se cayó y tuvo que operarla de la cadera, ingeniándoselas para poder hacer que volviera a ser funcional. Era una revisión rutinaria.
Tres de sus pacientes venían por un resfriado común que parecía que estaba empezando a circular y contagiarse por la ciudad y el último había sido una reserva de última hora de ayer, al parecer llevaba varios días que le dolía la cabeza y no sabía por qué podía ser...
— Bueno, voy a ir preparándome — avisó, dejando que el otro terminase de desayunar mientras él volvía a su habitación y se puso su ropa de color verde, la que acostumbraba a llevar en el quirófano, y por encima su bata de médico.
Esa ropa ya estaba algo raída por los bordes y eso no daba muy buena imagen para un cirujano de su calibre, pero... tampoco es que pudiera adquirir una nueva, no podía malgastar dinero en eso, ni remendarla, no se le daba bien coser, nunca lo intento y no iba a empezar ahora.
Tras vestirse, salió hasta el baño para lavarse la cara un poco, enjuagarse los dientes y peinarse un poco para no tener esos pelos tan revueltos.
Al terminar, acudió hasta el comedor y buscó a Jitters para entretenerse acariciándolo hasta que volviese de cambiarse Liam.
— Bueno, ¿nos vamos? — le preguntó al verlo ya listo.
Se levantó y echó a andar hacia la puerta, no sin antes mirar al gato y pensar en si iría hoy con ellos o no. Había veces que le gustaba estar por la clínica enredando, y aunque no era muy higiénico, algunos pacientes lo agradecían mientras ellos hacían las pruebas necesarias y esperaban a los resultados.
En cuanto tuvo la confirmación de Liam, abrió la puerta para salir y dejó que él la cerrase mientras ponía rumbo a la discoteca que era el edificio de al lado y que tenía una puerta lateral por la que acceder al sótano que ahora era su clínica. Sacó las llaves cuando salieron de casa y abrió la puerta de la clínica, cambiando el cartelito de "Cerrado" a "Abierto", aunque cualquiera podría localizarlos en su piso de quererlo, tampoco es como si los ciudadanos no supieran dónde vivían unos de los pocos médicos de la ciudad.
Encendió las luces de todo el lugar y guardó las llaves en la pequeña oficina que había. -
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Menos mal que Liam accedió a apuntarle su número. Le extendió su teléfono y sonrió al tenerlo de vuelta y ver cómo se había guardado en su listado, y más después de recibir aquél fugaz beso.
— A sus órdenes capitán — sonrió travieso antes de verlo marchar. — Adiós Liam — se despidió también.
Tan pronto como vio que la puerta se cerró tras ellos, exhaló algo molesto. Rascó su cabeza no creyéndose cómo le habían interrumpido la diversión de esa noche y se limitó a maldecir internamente al amigo de Liam, ese tal Zach.
De verdad que, de haberlo sabido, él mismo se habría puesto a buscar alguien que fuera una pareja para el otro chico y que así los dejasen en paz por esa noche. Pero no... Con razón habían criticado al italiano, ahora pensaba que se lo merecía.
Bueno, pues ya está, tampoco era que pudiera hacer mucho más en ese bar. Le habría gustado probar un poco más de la vida nocturna en Nueva Zelanda, pero no era como si alguien más fuera a prestarle atención, no con sus pintas, y mucho menos después de haberle visto morrearse con el otro tío. Meh... se iría al hotel.
Además, conforme caminaba, se le estaba ocurriendo una travesura que quería poner en práctica...
Estuvo a punto de pedir un taxi, porque le habría gustado llegar cuanto antes al hotel para realizar esa travesura, pero... ¿y luego qué? ¿Se iría a dormir sin más? Algo le decía que esa noche le iba a costar conciliar el sueño si no se... aliviaba un poco antes.
Caminó sintiendo el aire fresco chocar contra su rostro y, para cuando llegó al hotel, subió directamente a su habitación. Una parte de él le dijo que podría tomar un trago más en el bar del mismo, pero no quería despertar al día siguiente con una especie de resaca ligera. Aún tenía muchas cosas que solucionar allí, como por ejemplo, buscar un alquiler decente.
Cerró la puerta de entrada a su habitación detrás de él y entró primero al baño. Encendió las luces y se miró en el espejo, pensando si finalmente llevaría a cabo ese juego o no. Era actor, podría buscarlo y encontrarlo casi como dios lo trajo al mundo, de hecho recordaba una escena en la que tuvo que quedarse así en la serie medieval que de hecho Liam parecía haber visto.
Bueno, no estaría mal darle un recordatorio.
Desabrochó su pantalón y los bajó un poco, queriendo que se pudiera ver hasta casi el comienzo de su entrepierna, y se subió la sudadera junto a la camiseta de tirantes que llevaba debajo. Se apuntó con la cámara al espejo y ocultó con su móvil y la capucha de su sudadera su rostro. Se fijó que en la foto se viera bien todos los músculos de su pecho expuesto, incluidos sus pezones, hasta el comienzo de su entrepierna, tapada por sus bóxer de color negro y que no se veían del todo porque no se había quitado el pantalón.
Hizo la foto y la revisó antes de mandarla.
Buscó su teléfono, «Poli privado⭐» y lo abrió en la aplicación de mensajería instantánea.
Es una pena que no te hayas perdido esto... envió bajo la imagen y escribió otro mensaje. En fin, supongo que otro día tendrás que llevarme esposado para asegurarte de que no nos separen y podamos pasarlo bien... junto a este mensaje, adjuntó un emoji que guiñaba el ojo y sacaba su lengua.
Ojalá lo hiciera reaccionar o, tal vez, responder... Si le respondía con una foto íntima suya no dudaría en usarla esa noche. Aunque quién sabe, quizás podrían caldear el ambiente de nuevo a través de mensajes... ¿Hasta dónde se atrevería el policía?SPOILER (click to view)Bueno, Wyatt no ha podido quedarse quietecito, es un rebelde sin causa, así que ha tenido que hacer algo... Imagino que algo no muy bueno para Liam, pero ya que le han jodido sin un buen polvo pues... jajajaja -
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No podía creerlo, ¿de verdad era él? Sus ojos no le estaban jugando una mala pasada ¿verdad? El chico al que una vez consideró su mejor amigo, el mismo del que pensó que se había enamorado, estaba ahí, tan tranquilo, como si nada y encima casi parecia que quería estrecharle la mano como si no lo conociera de nada.
¿Se estaba volviendo loco?
No, sin duda reconocería esos ojos esmeralda en cualquier parte. Oh... y también los rápidos e intensos latidos le hacían darse cuenta de que era real.
Suspiró, ¿había dicho su nombre? ¿Lo recordaba? ¿De verdad que sí? ¿No era una mala jugada de su cabeza? ¿Estaba soñando? Esto tenía que tratarse de un sueño que estaba teniendo en el avión, aún no había llegado a la isla, tenía que ser eso.
Casi por acto reflejo asintió cuando el otro preguntó si eran vecinos. Se veía incapaz de articular palabra y casi hasta le costaba escuchar al otro por los fuertes latidos en su oído.
Lo quería, lo había echado tantísimo de menos. ¿Dónde había estado? ¿Por qué se había ido? Finalmente sabría si fue por algo que él hizo. ¿Le hizo algo? ¿Le enfadó por ser un fracaso?
El fuerte ruido de la puerta de detrás de Sungmin lo asustó, haciendo que se encogiera de hombros levemente antes de que apareciese un chico, mucho más joven, desde el mismo departamento que de dónde había salido Sungmin.
Ahora sí que no entendía nada. ¿Quién era ese chico? ¿Por qué parecía compartir piso con Sungmin? ¿Acaso eran... amigos? ¿Lo había reemplazado por otro mejor? Ese chico, ¿significaría algo más para él?
Le dolía, ahora le estaba doliendo el pecho y su respiración se volvió algo pesada por sus propios y dolorosos pensamientos.
Jaemin, lo llamó así, parecía que se conocían desde hacía tiempo. Así que sí, lo cambió por otro. Sus hombros cayeron hacia el suelo con ánimo decaído. Bajó la vista al suelo, ya no quería estar más ahí. Quería vender el piso y marcharse a otro lado. Si solo eso le quitase ese dolor del pecho lo haría encantado. Le dolía como si le hubiesen clavado algo y no entendía el por qué.
Ignoró las preguntas del tal Jaemin, ahora mismo el suelo era suficiente para martirizarse en sus propios pensamientos.
Hasta que algo se colocó delante de él, haciéndole un poco de sombra, que alzó su rostro para mirar confundido al otro "vecino".
La agresividad con la que preguntó, le asustó y trató de encogerse entre sus hombros, haciéndose aún más pequeño. Sólo quería meterse en la casa y cerrar la puerta, pero no podía porque seguían metiéndose su cosas.
Terminó por asentir, muy nervioso y teniendo que el otro fuera a ponerse aún más agresivo con él, cuando realmente no había hecho nada. ¿Qué estaba pasando? ¿Por qué le ocurría eso a él? Sólo quería un lugar tranquilo donde poder grabar y que nadie lo reconociese. ¿Tan malo era eso?
Vio que Sungmin pareció actuar en su defensa, o más bien intentó llevarse de allí al otro, pero no le dijo nada más salvo esas cortas disculpas antes de marcharse.
Cuando se marcharon, entro a la que era su nueva casa y en la que ya no quería estar, mucho menos si iba a ver a diario a Sungmin con ese otro... agresivo llamado Jaemin.
Pasó una hora o así, cuando los trabajadores le avisaron de que ya no quedaban más cajas en el camión. Bajó hasta el camión para revisar que así fuera y pagó con tarjeta sus servicios antes de despedirse y darle las gracias al jefe.
Después, subió paso a paso las escaleras de su edificio, con calma, con pesadez, hasta llegar a su piso, a su puerta, a su casa... Cerró la puerta tras de sí y paseó por esta ahora llena de cajas hasta llegar a una de las razones que lo motivo a quedarse con esta.
Rozó con sus dedos el piano antes de sentarse en el taburete y levantar la tapa. Probó a tocar unas pocas notas y efectivamente, funcionaba de forma correcta y él... Él ya sólo podía pensar en una canción.
— It's been a long way... — tocó a un ritmo lento antes de hacer una pausa para coger el aire que terminaría suspirando. — Without you my friend... — otro suspiro pesado. — But I'll tell you all about it when... when I see you again — su voz se ahogó en las lágrimas que querían salir y su frente se apoyó sobre varias teclas que resonaron fuertemente y a la vez. — Sungmin... ¿por qué te marchaste? ¿Y por qué ahora actúas como si nada? — se mordió el labio con inseguridad.
Realmente, ¿había sido buena idea comprar esa casa?
Maldita sea... seguía tan guapo como lo recordaba...SPOILER (click to view)Okay... Kyon va a pasarlo muy mal con Jaemin xD Esperemos que se de cuenta pronto de que Kyon es un buen chico y sólo busca hacer su vida como el resto :/
Intuyo lo que ha podido pasar con los padres de Jaemin, pero no voy a indagar más, esperaré que enterarme con Kyon xD
De todas maneras que Jaemin no se enfade, que siempre puede venderle la casa Kyon y mudarse con Sungmin
Pensé que si lo escuchaba tocar le traería buenos recuerdos, tal vez de con la canción que a alguno de sus padres les gustaba tocar o con alguna que le guste al propio Jaemin y le ablande el kokoro xD
Por cierto, con esto entiendo que la casa está amueblada ¿no? Era algo que iba a poner en la ficha, pero como no estaba segura si sería así, pues no lo puse, pero sería un extra para que Kyon se hubiese decantado por esa casa también...
Okay, ya puedes traer una buena y gran ofrenda de paz, porque Kyon está hecho un flan.
Pd: por si no sabes qué canción toca es "When I see you again" y es precisamente la primera canción que va a grabar en esa casa xD -
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Los golpes en su puerta le hicieron abrir los ojos de golpe, incorporándose casi como un resorte cuando escuchó una voz hablarle.
— ¿Ah? Ah... s-sí ¡sí! — al principio le salió un gallo, pero después aclaró su garganta y salió su voz ronca. Frotó sus ojos con la mano, intentando volver a la realidad que lo rodeaba. — ¡Sí! ¡Café! — fue lo único capaz de articular antes de desplomarse de nuevo contra la cama, dándose la vuelta y ocultando su rostro en la almohada como si con eso fuera a ser capaz de volverse a dormir.
Liam siempre era como un maldito reloj, en cambio él... Era incapaz de despertarse con el mismo ánimo que el otro. Nunca fue una persona madrugadora, ni nocturna, ni nada... Desde que la ansiedad lo atacó, dando paso poco a poco a la depresión, dormir era su única liberación. Y eso lo pensaba cuando acababa de despertarse de una pesadilla. No recuerda bien qué estaba soñando, pero sabe que era un mal sueño, porque estaba sudando y no hacía tanto calor, o al menos eso creía.
Resopló contra la almohada antes de incorporarse de nuevo sabiendo que no podría volverse a dormir y se sentó durante un par de minutos sobre la cama. Odiaba ese sitio, odiaba su vida y se odiaba a sí mismo, pleno. Había hecho el perfecto combo, por el que cualquiera querría dejar de existir.
Ahh... estaba cansado y el único consuelo que le quedaba era su amigo Liam y esa malditamente adorable bola de pelo...
— En fin... otro día más, supongo — otro día más, no le quedaba otro remedio.
Se levantó de la cama, poniéndose las zapatillas de casa y caminó en pijama de tirantes y pantalón corto por el pasillo, dando un sonoro bostezo antes de llegar al comedor y sentarse esperando ese dichoso café que intentaría despertarlo, aunque ya no hiciera el mismo efecto que cuando lo tomaba de joven.
— Buenos días Liam — volvió a bostezar. — Hola Jitters — apoyó su mano sobre la cabeza del animal para darle un poco de mimos mañaneros. — ¿Habéis dormido bien? — preguntó por cortesía.
Miró a su alrededor y torció sus labios. Aún no se acostumbraba a ese lugar. Seguía sintiendo que ese no era su hogar. Echaba tantísimo de menos su antigua residencia en Aurum que... Después de tantos años y seguía sin sentirse parte de él. En el fondo de su ser repudiaba en lo que se había convertido para acabar en ese lugar, pero al mismo tiempo sentía una especie de consuelo por saber que seguía aportando su pequeño granito de arena por... mejorar, por... salvar la vida de otros. Su padre ya no lo reconoce como hijo suyo, pero ¿y su madre? ¿Lo rechazaría también o se sentiría orgullosa porque siguiese intentándolo con todo el sufrimiento que cargaba a sus espaldas? A Elizabeth en cambio no quería ni recordarla, y eso que todavía había sido incapaz de quitarse el anillo de matrimonio por lo momentos que venían a su memoria cada vez que lo miraba. Había sido feliz, muy feliz a su lado, pero para ella... bueno, parece que para ella no significó tanto.
— Muchas gracias — le dijo a Liam cuando le dejó el café enfrente.
Cogió la taza y la sopló un poco antes de darle el primer sorbito. Ahhh el amargo café del sabor a primera hora de la mañana, siempre era tan asqueroso como placentero.
— ¿Sabes? He tenido una pesadilla y ni siquiera me acuerdo de qué era — se echó a reír. — Cualquier cosa podría significar eso aquí ¿eh? — y es que bastaba con salir a la calle para saber que ese lugar era como una pesadilla, o maldito infierno, pero ahora era su vida.SPOILER (click to view)Sipi, primero cafelito que mi niño tiene mu mal despertar xD -
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— Sí, ese es el plan... — sonrió satisfecho cuando le dijo que lo volvería loco, jugando a rozar su nariz con la contraria antes de volver a ser besado con esa intensidad.
Un grito detrás de él lo asustó e hizo que se separase al mismo tiempo que el nombrado. Apoyó el lateral de su puño contra sus labios, como si de repente sintiese vergüenza de lo que acababa de hacer y haber sido pillado. Luego recordó que se trataba de su amigo, al que vigilaba antes y se tranquilizó, un poco.
Le jodía que le hubiesen cortado el rollo a mitad, pero se quitó de encima esa sensación cuando notó la mano de Liam en su capucha, alzando la mirada rápidamente y advirtiéndole con ésta que no se atreviese, no sintiéndose del todo tranquilo aunque el otro le guiñase el ojo.
Wyatt se quedó quieto mientras Liam preguntaba a su amigo y se enteró de todo el cotilleo. Una sonrisa traviesa se dibujó en sus labios, no porque no le supuiese mal por su amigo, si no porque trataba de aguantar la risa que le provocaba el cómo lo estaba contando y cómo algunos estaban tan desesperados para darles celos a sus exs...
Miró a Liam y negó levemente, queriendo hacerle saber que no se reía de su amigo, ni de su situación.
Sin embargo, su boca se entreabrió cuando el tal "Zach" le dijo que se llevaba a su amigo. Le entraron ganas de girarse y preguntarle si es que no se imaginaba lo que estaba pasando como para, no sólo interrumpirles, si no cortarles de cuajo toda diversión.
— Espera, ¿vas a hacerle caso? — se rascó la cabeza. — Entiendo que es tu amigo, pero... — cerró la boca cuando Liam le dijo que esperaba que disfrutase de la ciudad y que le pediría un autógrafó cuando hiciera una nueva serie o peli. — Al menos dame tu teléfono — pidió y se quedó ahí esperando.
No sabiendo si el otro le había oído o no y, en caso de que sí, si se daría la vuelta para dárselo o simplemente lo ignoraría y se le jodería el plan por completo...SPOILER (click to view)Jajaja Polvo arruinado xDD Sé que no he avanzado nada, pero como no sé cómo reaccionará Liam a la petición del teléfono o no, pues... He preferido dejarlo ahí.
Me ha matado el motivo que le has dado a Zach, que el otro estaba poniendo celoso a su ex, me parto jajajajja Buenísimo, me he reído mucho xDD -
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Ahh... sí, esa mirada... Joder... Su miembro volvió a palpitar por la excitación acumulada que aún no liberaría. Sonrió y exhaló sólo por el placer que esa visión le estaba dando. Entrecerró los ojos y aceleró un poco la cadencia de sus embestidas.
La respiración de Dick chocaba contra su miembro cada vez que lo sacaba de la calidez de su boca y, a pesar de que sus jadeos y el placer que sentía no le permitieran centrarse en mucho más, le pareció oír algún que otro jadeo ahogado por su parte.
Ah... Mierda... Le habría gustado tanto aguantar un poco más. Follar bien esa boquita hasta el fondo de su garganta una y otra vez hasta que el otro pareciera perder toda clase de cordura, pero el llevar algunas semanas sin ninguna actividad parecida y el estres acumulado le hicieron saber que no podría contenerse mucho más.
Aceleró su el ritmo de sus caderas, retirándose cada vez menos y empujando cada vez con más brusquedad, tanto que, para las últimas estocadas, alcanzó varias veces el límite de su garganta hasta sentir cómo sus piernas, trasero, vientre y resto del cuerpo, temblaba por el orgasmo que lo recorrió enteramente mientras se vaciaba en él.
— Ahhh... Joder Dick... — echó su cabeza hacia atrás, con los ojos cerrados, y acarició la mejilla y barbilla del otro. — Que bien... trágala toda ¿eh? — le pidió, bajando de nuevo la mirada hacia él.
Exhaló otra bocanada de aire y salió poco a poco de su interior.
Pronto sintió el frío en su miembro, pero le dio igual, aún seguía acalorado por la actividad reciente, y no pensaba parar ahora.
— Que buen chico, Dick — murmuró, agachándose para quedar a su altura, contra sus labios antes de besarlos con ansias.
Poco le importó el sabor de su excitación en la boca ajena, le devoró con hambre, buscó su lengua con avaricia y trató de bailar con ésta mientras sus manos se movían por la espalda de Dick, pasando al frente cuando llegaron al límite de su pantalón y lo desabrocharon para liberar y tocar, tanto su miembro ya erecto y ligeramente mojado, como sus testículos, que masajeó con cuidado.
— No puedo esperar para follarte... — su voz, grave de excitación, susurró contra sus labios aquello mientras su mano rodeaba el carnoso miembro de Dick, comenzando un lento vaivén con ella y haciendo que su miembro poco a poco se incitase también, deseando las mismas atenciones.
Pensó en que no sería mal momento para ponerse ya los preservativos, pero quería disfrutar un poco más, que se excitase un poco más. Para su mala suerte, o buena de Dick, no tenía lubricante a mano, y se negaba a pedírselo a Lillya. Suponía que no le quedaría más remedio que abrirlo a la antigua usanza...SPOILER (click to view)Jajajaja Creo que esto va a acabar muy mal... Haz que Dick se imponga, porque si no creo que seguirá cabreado haga lo que haga Kiel. Cuando vayan a empezar, haz que Dick lo pare y le diga que antes lo han hecho a su manera, ahora le toca a él... A Kiel le sorprenderá pero le gustará que trate de llevar las riendas y así Dick se quedará algo más tranquilo de que ha podido hacer las cosas a su manera ¿supongo?
Evidentemente, no vamos a hacer que se monte ya... me da pena el pobre xD No primero hay que darle un poco de lubricante natural...
PD: Ay... espero que hayas podido descansar un poco mejor estos días :/ Si necesitas descanso avísame y yo dejo de responderte para que no sientas tentación xD
Tía jajajaja te puedes creer que cuando trabajaba en un super ¿hacía lo mismo? Comía, me vestía y me iba, y el rato que estaba aparcada de más, me dedicaba a escribir la respuesta, al menos algo para luego salir, volver, cenar y echarme a escribir. No me dormía sin responder jajajaj Esto del rol es una droja xD y soy adicta, lo siento xDD -
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𝐅𝐢𝐜𝐡𝐚 𝐝𝐞 𝐊 𝐲 𝐮 𝐛 𝐮 𝐧𝓢𝓾𝓷𝓰𝓶𝓲𝓷 𝓗𝓪𝓷
Sungmin Han | Veintiséis años | Nacionalidad surcoreana | Bisexual - Versátil | 1,86m | 72 kg
Es dueño de la floristería Green Gardenia, situada en el centro del pueblo | En ella trabajan únicamente él y Jaemin, un joven al que ha acogido recientemente en su casa
Sungmin no siempre tuvo esa determinación tan fija de convertirse en modelo, sino que fue algo que llegó a él por pura casualidad.
Todo comenzó cuando su madre lo apuntó a unas audiciones infantiles de modelaje para promocionar ropa de verano para niños. Nadie le preguntó a Sungmin si quería hacerlo, o si se sentía dispuesto para algo así.
Él solo sabía que por aquel entonces tenía siete años y no tenía ni idea de por qué había tanta gente vistiéndolo de maneras tan distintas y tomándole decenas de fotografías.
Al principio no lo entendió, pero todo pareció cobrar sentido de manera gradual en las siguientes semanas, cuando hubo pasado la primera ronda de audiciones y su madre lo preparó a conciencia para la segunda.
Él se lo tomó como un juego al principio, lo único que tenía que hacer era sonreír y posar como se le decía. Incluso llegó a disfrutarlo un poco.
Lo que le abrió los ojos fue el resultado final de las audiciones: pudo ver una de las mejores fotografías que le tomaron, y que de hecho sirvió para darle finalmente el trabajo de modelo infantil para aquella sesión fotográfica de la marca de ropa que había organizado las audiciones.
Aunque la fotografía en cuestión no sirvió para otra cosa que garantizarle el paso al trabajo de verdad, él se sintió extasiado al contemplarla.
No solo porque fuera él, sino porque, por primera vez, pudo ver lo mucho que brillaba su mirada cuando se enfocaba en el objetivo de una cámara. Eso lo dejó totalmente cautivado. Sintió que el modelaje era su pasión.
Desde ese mismo momento, tomó la iniciativa y buscó por su cuenta cursos de modelaje, audiciones a las que se pudiera presentar, y le mostró a sus padres que eso era lo que él realmente quería hacer.
Conforme pasaron los años, sus habilidades de modelaje se fueron refinando cada vez más, y Sungmin aprovechaba cada oportunidad que el destino le ponía por delante para exprimirla al máximo posible.
Pronto aprendió que, pese a no tener un talento natural como muchos otros competidores que iría conociendo a lo largo de los años, al menos sí que tenía el físico que le permitiría destacar en la industria si tenía la suficiente suerte.
La genética estaba de su parte, pero eso no era todo para lanzarlo al estrellato: el querer cumplir sus sueños y acercarse a la fama que había comenzado a ansiar, conllevaba hacer ciertos sacrificios como dejar los estudios en un segundo plano para enfocarse en modelar.
Y eso hizo. La última vez que pisó una escuela fue en su ceremonia de graduación del instituto. Luego de aquello, formalizó el contrato que tenía pendiente de firmar con una empresa de la industria del entretenimiento que ya llevaba varios años establecida y bien asentada en el campo del modelaje.
Gracias a aquello, se mudó de su Incheon natal a Seúl, que era donde su empresa se situaba y, por tanto, donde encontraban la mayoría de trabajos para él.
Para ello, tuvo que encontrar un apartamento compartido en el que vivir, y que se costeaba a duras penas con lo que ganaba haciendo sus primeros trabajillos como modelo. En ese tiempo, conoció a su compañero de piso, un músico en ciernes que había sido contratado por otra de tantas empresas de entretenimiento de la capital.
Ambos comenzaron a hablar y descubrieron que tenían muchas cosas en común, como que los dos eran principiantes, y que luchaban por hacerse un nombre dentro de la industria del entretenimiento.
Sungmin encontró en él un apoyo incondicional con el que era más compatible de lo que jamás se hubiera podido imaginar. No mentiría si dijera que los primeros años que vivió en Seúl fueron los más felices de su vida, y eso en parte se debía a la gran amistad que floreció entre él y su compañero de piso.
En poco tiempo se volvieron inseparables: el otro chico acudía a sus sesiones de modelaje para animarle, y Sungmin no se perdía ni una de sus actuaciones improvisadas que hacía en medio de la calle. Ambos regresaban casi todos los días juntos a casa, y por la noche, se quedaban hasta las tantas hablando del futuro y los sueños que todavía les quedaban por cumplir.
Así fue pasando un año, dos, tres, cuatro… Y Sungmin comenzó a sentir que el tiempo se le acababa. Tras mucho intentarlo, jamás logró hacerse un modelo de renombre, ni siquiera demasiado conocido. Los trabajos para él comenzaron a escasear, y cada vez ganaba menos.
Intentó, por todos los medios que le fue posible, renovarse, mejorar, hacer más conexiones dentro del mundillo… pero nada de eso sirvió para que la industria del modelaje se fuera olvidando poco a poco de él.
En los peores momentos, incluso fue despedido de la agencia que lo tenía contratado, diciéndole que ya no era posible que continuara siendo su modelo.
Eso hizo que se replanteara las cosas y, en un arranque de desesperación, terminó por hacer las maletas y desaparecer de la noche a la mañana.
El agobio y la ansiedad acumulada a lo largo de los años de fracasos eran tan grandes, que simplemente decidió irse en silencio. Sin avisar a nadie, sin dejar ni una señal de a dónde se iría, desapareció.
Tras mucho vagar por las diferentes ciudades de Corea del Sur, terminó dando a parar a la Isla Jeju, donde finalmente se estableció para empezar a construir una nueva vida, enterrando sus sueños e ilusiones que había mantenido vivos durante todos aquellos años.
Sentía que así, por fin, podría volver a respirar tranquilo por primera vez en mucho tiempo. Pero al final, nunca pudo olvidarse de todo lo que dejó atrás.
A la hora de describir el carácter de Sungmin, hay una palabra que lo resume todo con bastante facilidad: optimismo. Pese a lo mal que le pueda ir un día, Sungmin rara vez se desanima y siempre tiende a pensar en las cosas positivas más que en las negativas.
Se podría decir que tiende a ver el vaso medio lleno, en vez de medio vacío.
Eso no quiere decir que de vez en cuando tenga sus pequeños momentos de bajón, y que poco a poco vaya acumulando estrés, pero hace falta que las cosas se pongan muy mal para que alguien pueda ver que se queja.
Él es trabajador por naturaleza, y muy soñador, así que tiende a hacer lo posible por conseguir todo aquello que se propone. Mientras sea algo que se pueda lograr con esfuerzo y perseverancia, él lo conseguirá.
Siempre tiene sonrisas para regalar a todas las personas con las que se encuentra y, de hecho, ya es bastante conocido en el pueblo por lo risueño que es… además de por lo mal que se le da la jardinería, pese a regentar una floristería. Cierto es que no tiene mucha idea de elaborar ramos o hacer arreglos florales, pero a base de ver infinidad de tutoriales por internet, ha terminado por pulir bastante sus habilidades. Aunque… todavía le queda mucho por delante. Por suerte, el negocio no le va mal del todo.
De vez en cuando sí que es posible encontrarlo un poco más triste o refunfuñón, porque como cualquiera, también tiene días malos. Pero eso no quita que con una noche de descanso de por medio o una buena comida, comience a ver las cosas de manera más positiva de nuevo.
No es ni muy silencioso, ni muy charlatán. Sungmin siempre tiene temas de conversación, pero eso no quiere decir que vaya a compartirlos con alguien más a las mínimas de cambio. A veces simplemente prefiere centrarse en sus cosas y apartarse un poco de todo lo que le rodea para poder fantasear y recordar tiempos mejores a gusto.
𝐅𝐢𝐜𝐡𝐚 𝐝𝐞 𝐋𝐢𝐠𝐡𝐭&𝐊𝐚𝐳𝐞𝓚𝔂𝓸𝓷 𝓢𝓸𝓷𝓰𝓱𝔂𝓸𝓷
Kyon nació en una familia de clase media. Ya desde bebé, sus padres intuyeron que le gustaba mucho la música. No solía ser un bebé llorón, más bien todo lo contrario, generalmente era muy tranquilo y solía distraerse con mil cosas al mismo tiempo, pero cada vez que su madre encendía la radio, Kyon se sentaba en el suelo a escuchar la música con la boca abierta.
Kyon Songhyon | Veintisiete años | Nacionalidad surcoreana | Homosexual en el closet | 1,83m | 74 kg
Músico y compositor | Dueño de un canal llamado "K-On's Corner" | Domina la guitarra clásica, eléctrica y el piano
Sus padres le compraron un piano de juguete y, aunque al principio únicamente se dedicaba a aporrear las teclas y reír por los sonidos que hacían, poco a poco las notas comenzaban a intentar formar una melodía. Creyendo que sería bueno para su futuro, en el colegio lo apuntaron a clases de música. Creían que le daría la disciplina necesaria para tener un futuro prometedor en una carrera exitosa. Aún con los pocos ingresos de sus padres, decidieron apretarse el cinturón y comprarle su primer piano para que pudiese practicar en casa siempre que no descuidase sus notas.
Parecía tener un talento innato para ésta, pero su profesor pronto notó que parecía "hundirse" cuando la gente lo miraba y escuchaba con atención. Al principio, llegó a pensar que el chico no tenía lo que hacía falta para dedicarse a la música, apenas acertaba a responder las notas correctas ni a repetir las melodías que tenía escritas en el pentagrama. Meditando, estuvo a punto de hablar con sus padres para pedirles que su hijo lo dejase, pero, uno de esos días en los que sus padres tardaron más de la cuenta en llegar a buscarlo por sus respectivos trabajos, Kyon se quedó solo ensayando. El profesor pensó que algo más de práctica no le iría mal, pero se sorprendió gratamente cuando escuchó su voz y el sentimiento con el que tocaba las teclas. No al ritmo correcto, no al que marcaba la partitura, estaba haciendo su propia versión de la canción sin darse siquiera cuenta, sólo dejándose llevar por la melodía que sus manos tocaba.
El profesor entró en la sala, sin hacer ruido y lo encontró con los ojos cerrados, concentrado en su canción, hasta que notó algo raro, los abrió y se giró. El piano hizo un estruendo y se calló de inmediato cuando se dio cuenta de que su maestro había estado escuchando. Se levantó y le pidió disculpas rápidamente, entendía que había modificado la melodía original y era incorrecto, y... Le pidió que no dijera nada más.
Para cuando sus padres llegaron, Kyon se temió lo peor, pero resultó que su maestro halagó sus habilidades y le pidió a sus padres cambiar su horario. En lugar de estar con el resto de chicos, le daría clases particulares, pero... eso suponía un incremento en el coste. Su maestro insistió en que merecería la pena, pues parecía tener un futuro prometedor en la música, un talento innato que había que saber aprovechar. Tras mucho tiempo pensándolo y valorando cómo podrían hacerlo con sus sueldos, hicieron el esfuerzo únicamente por cómo parecía entusiasmarle la idea a Kyon.
Al parecer, no era un negado para la música, sólo era tímido.
Las clases de piano se volvieron más intensas que las anteriores, su maestro era cada vez más estricto y a Kyon seguía costándole tocar delante de él. Ya casi no tenía público, pero era incapaz de superar ese miedo a hacerlo mal, a decepcionar a otros sólo porque la melodía no llegase hasta ellos. Para él la música era todo en su vida, sólo ella conseguía animarte en un día triste, y al revés, entristecerte cuando más necesitas llorar y liberarte de tus cargas.
Poco a poco, su maestro reestructuró las clases para evitar que fueran tan explicativas y más prácticas. Cuánto más tocaba, antes cerraba los ojos y se olvidaba de que alguien estaba escuchando. Eso le ayudaba a ver sus avances y a continuar con lecciones más avanzadas. De hecho, incluso le ofreció tocar otro instrumento. No le costó mucho elegir la guitarra y, gracias a su práctica previa con el piano, no le costó coger la coordinación entre dedos que la guitarra requería.
Llegado el instituto y, a pesar de que Kyon apenas tenía amigos, sus padres le pidieron que empezara a pensar en su futuro. Tenía que empezar a dejar la música a un lado y elegir qué materias le gustaban más para ver hacia dónde podía orientar su carrera profesional. Por supuesto, necesitaría una beca para pagar la universidad, por lo que tendría que sacar muy buenas notas. Sin embargo, para Kyon no existía otra materia que le gustase más que no fuese la música así que responderles le resultó imposible.
¿Qué iba a decirles? ¿Que quería ser músico profesional? Le negarían rotundamente esa posibilidad, le dirían que no podría vivir de eso y que tendría que buscar algo más, pero es que para él no había nada más. Se pasaba las horas aislado en la música que le gustaba o incluso en algunas melodías en las que ya estaba empezando a trabajar.
Lo habló con su maestro, le contó que él quería continuar, pero sus padres iban a hacer que fuera por otro camino y no sabía que hacer. Wu Chong-Hun, dándose cuenta de que su mejor alumno no tenía salida, trató de mover contactos que tenía, le ofrecería a Kyon la oportunidad de audicionar para algunas compañías de música y probar suerte. Tal vez, si conseguía un contrato beneficioso, podría convencer a sus padres de que lo dejaran continuar.
Un par de compañías accedieron a hacerle la prueba y ver cómo se desenvolvía.
Allí, encerrado en una cabina, vio a su maestro desearle suerte con sus puños, segundos antes de que empezara a sonar la música de fondo y tuviera que empezar a tocar con la guitarra. Al principio desafinó, no estaba tocando adecuadamente y lo notó, era un manojo de nervios, la oportunidad estaba a su alcance y estaba estropeándolo. Cerró los ojos y trató de concentrarse, pero no se quitó la incomodidad de encima y, finalmente, fue rechazado.
En su segunda audición, cerró los ojos desde el momento en el que entró a la cabina y se colocó delante del micrófono. No quería ver nada, ni a nadie, mantuvo sus pulsaciones lo más constantes que pudo, sin que se disparasen, y empezó con la música. Ésta fue un rotundo éxito, a lo que Wu Chong-Hun lo abrazó entusiasmado y él sólo se dejó. Como recomendación le pidieron que, al tocar, abriese los ojos. Tenía unos ojos azules demasiado bonitos como para que los ocultase en medio de la canción, con ellos transmitiría mucho más. Ni su maestro ni él quisieron explicar el motivo, dándose cuenta de que tendrían que trabajar en eso un poco más.
Terminado el instituto, su tío, le dejó en alquiler su segundo piso en Seúl, más cerca de la discográfica que contactaría con él en los próximos días. Para practicar su timidez y poder pagar éste alquiler, se buscó un trabajo de cajero, a tiempo completo de momento.
Todo parecía ir bien, incluso consiguió un compañero de piso con el que compartir el alquiler. Sí, era cierto que en la entrevista se limitó a observarlo y preguntar cuatro cosas obligatorias. Su tío ya lo había conocido y se lo presentó como candidato y... aunque no le daba mala sensación, algo en él lo ponía nervioso. Era demasiado guapo, nunca había visto unos ojos color esmeralda como esos y... se sintió incómodo y molesto. A él sólo le interesaba la música, ¿desde cuando le interesaban los demás?
En cualquier caso, poco a poco empezó a llevarse bien con él y, trató de verlo como a Wu Chong-Hun, un maestro, pues le pidió que le ayudase a resolver sus problemas de timidez. Le explicó lo que pasaba y que pronto lo llamarían de la discográfica, por lo que necesitaba consejos para no sentirse tan nervioso delante del público y él quería ser un modelo, por lo que tendría trucos ¿no?
Fue él quién le dio algunos consejos como que si la timidez le suponía un problema, debía hacerle frente. Una idea que le dio fue actuar en el metro y, aunque la primera vez se limitó a ver a las personas. Las siguientes, en las que supo que él estaba cerca, pero escondido para que no lo viese, se atrevió a empezar a tocar, sólo tocar... Semanas después conseguiría cantar algo con sentido.
Su relación fue mejorando con el tiempo y, meses después, lo llamaron de la compañía de música. Cuando llegó al lugar, se quedó petrificado. Al parecer estaban montando un grupo y habían elegido a varios chicos que creían que combinaban entre sí con sus estilos, él era uno de ellos.
Él era solista por algo, era incapaz de tocar con más gente a su alrededor. Entendía que más instrumentos daban lugar a melodías más pegadizas, enrevesadas y contagiosas, pero... no pudo. Fracasó y lo echaron de la compañía.
Tuvo que volver a empezar de cero mientras intentaba quitarse el miedo con sus actuaciones en el metro o en las calles de Seúl. Le ofrecieron algunos trabajos, tocando en algunos bares algunas horas, pero nunca terminaba por conseguirlo, el público real no era lo suyo.
Se apoyó en su compañero de piso, del cuál empezó a darse cuenta de que se había enamorado. ¿Cómo no hacerlo? Siempre estaba ahí para apoyarlo a él y a su maldita y estúpida timidez. Ni siquiera sabía de dónde la había sacado, pero se empeñaba en arruinarle la vida una y otra vez.
Además, él tampoco parecía pasarlo bien, se apoyaban el uno en el otro y para él eso era suficiente. Saber que tenía a alguien a su lado que tenía esperanzas en lo que podría conseguir, del mismo modo que él sabía cuánto valía su, ahora, mejor amigo, era más que suficiente.
Sin embargo, el shock le llegó de un día para otro. Su compañero de piso no regresaba y por más que le mandaba mensajes preocupado, no respondía.
No entendió que había pasado, pero al parecer sí se puso en contacto con su tío, diciéndole que se iba a mudar y nada más. Kyon pensó que había sido culpa suya, que estar al lado de un fracasado como él le había impedido triunfar en su pasión: el modelaje.
Se culpó y se preguntó por qué durante muchísimo tiempo. Soñó y lloró muchas veces con su recuerdo, y nunca pudo olvidarlo.
Pensó que ya no había nada más que pudiera intentar. Se acostumbró a ser cajero en la misma tienda que comenzó a trabajar, dejó de actuar en las calles y se encerró en casa y en su música. Miles de canciones nuevas surgieron, pero ninguna de ellas lo invitaba a animarse y recobrar fuerzas. Todas hablaban sobre la misera, la decepción, el fracaso y el abandono.
No fue hasta que, un día, harto de su música llena de melancolía y tristeza, se dedicó a buscar música por internet, a recordar las buenas canciones alegres de otra época y se topó con algo que lo llamó la atención. Vio mucho vídeos de otros compositores, músicos que versionaban canciones y que, aunque algunos mostraban su rostro, otros no.
Se pasó horas investigando, descubriendo lo qué tenía qué hacer, pues veía una oportunidad en ello. No habría timidez mientras no se mostrase, podía guardar su anonimato y dedicarse a su música, siempre y cuándo ésta gustase claro, pero por fin podría atreverse a tocar puesto que... no era en directo. Se grabaría y subiría el vídeo.
Con los ahorros que tenía y que nunca gastaba en nada, salvo en sus instrumentos, se compró el equipo necesario y pensó, tanto en su nombre de usuario, como en la primera canción que tocaría. Por el nombre, como estaba acostumbrado a estar aislado, pensó en los rincones en los que solía sentarse y evadirse de todo con su guitarra, así que tenía que ser su rincón particular. El rincón de Kyon, pero no quería poner su nombre, así que hizo un juego de palabras K para identificar que era coreano, On porque estaba "encendido" o "activo" y quedó como: K-On's Corner.
Su primera cover fue de la canción Running Up That Hill una canción que acababa de ponerse de moda por una serie actual y que representaba muy bien cómo se sentía conforme a sus sentimientos para con su antiguo compañero de piso.
Al principio su canal no llamaba mucho la atención, pero continuó grabando su guitarra, sus manos y su voz, aprendiendo de otros usuarios a dar efectos a sus vídeos para hacerlos más entretenidos o incluso a añadir las letras al ritmo para que otros pudieran aprender la canción.
Un par de años después, llegó al millón de suscriptores y a partir de ahí todo se disparó. A la gente no sólo le encantaba lo que hacía y cómo cantaba, sino que empezaban a pedirle consejos y abrió una carpeta de vídeos en las que fue explicando paso a paso cómo tocar la guitarra y otro para tocar el piano. Dejó su trabajo de cajero para dedicarse única y exclusivamente a su canal y, pronto, el miedo lo invadió de nuevo.
Su canal tenía cada vez más seguidores y empezó a sentir el pánico porque alguien pudiera reconocerlo, así que pensó en mudarse a algún lugar apartado de la civilización más joven que más conectada estaba a la tecnología. Para su sorpresa, encontró un departamento en venta, en un pueblo en la Isla Jeju, era algo caro, pero con lo que estaba ganando actualmente podía permitirse financiarlo. Habló con su tío para indicarle que dejaba el piso y que podría alquilarlo de nuevo a quién quisiera y, dispuso a preparar todo para la mudanza, avisando también de un pequeño periodo de pausa en el canal por circunstancias personales.
* Que sea tímido no significa que no le guste sonreír. De hecho, cada vez que encuentra una buena melodía, una letra que lo acompañe o una nueva canción que le guste, se pasa horas sonriendo. Es muy risueño.
* Puede que él no encuentre ninguna explicación para su exagerada timidez, que consigue romper a veces, pero casi todos los genios cuentan con alguna excentricidad y ésta es la suya, aunque él no se lo considere.
* Siempre que puede pica algo entre horas. Casi siempre lo encontrarás con algo entre sus dientes y podrás compararlo con un conejo. Consume tanta energía en su música y la pasión que le dedica a diario que es inevitable que necesite comer algo de más.
* No sabe qué va a encontrar en su nuevo y primer piso, pero espera que sea el comienzo de su éxito. Quiere que esto signifique algo bueno y que le haga olvidar sus fracasos pasados.
Llegar a la isla Jeju fue fácil, aunque no lo creyó al comienzo, ya estaba allí y ahora le quedaba lo más difícil. Si bien llegar hasta el avión había sido una odisea por la cantidad de personas desconocidas con las que tuvo que hablar antes de poder embarcar, una vez sentado en su asiento, con sus cascos a un volumen más alto de lo aconsejable y sus ojos cerrados, pudo evadirse de todo y disfrutar del viaje.
Pero ahora, mientras llegaba hasta la que sería su nueva casa en taxi, se preguntaba cómo iba a hacer para hablar con todos los de la mudanza que ya estaban allí, descargando sus cajas para poder subirlas a su piso, aunque hasta que él no llegase no podrían entrar y dejarlas dentro.
Miraba por la ventanilla, intentando que el taxista no pensara en hablar con él y se preguntaba cómo lo haría. Sólo quería que ese mal rato se pasase cuanto antes. Quería estar ya en su piso, sin nadie más, y ponerse a ordenar sus cosas lo antes posible para grabar un vídeo de vuelta al canal. Estaba viendo que algunos de sus seguidores habían dejado de serlo por el periodo de inactividad que comentó en su último vídeo. Como no especificó por cuanto tiempo sería, imaginó que muchos pensaban que sería indefinidamente, pero nada de eso. Él tenía mucho ánimo de seguir con su canal, le gustaba mucho el apoyo que recibía y responder a ciertos comentarios le ayudaba a salir de su zona de confort y a relacionarse con otras personas que no conocía y que parecía que se estaban volviendo parte de su vida. Lo agradecía mucho y se juraba a sí mismo que, cuando tuviese todo más o menos organizado, haría un vídeo, aunque le temblase la voz o las manos, agradeciéndoles a todos por seguir ahí y ser tan pacientes con él, pero lo haría de verdad.
El taxi se detuvo y Kyon bajó rápidamente, tras pagar al conductor, para acercarse a los hombres del camión. Los saludó inclinándose y les pidió que tratasen sus cosas con cuidado, ya que había instrumentos musicales y otros aparatos que le ayudaban a hacer música y eran parte de su trabajo. Menos mal que sólo tuvo que hablar con el jefe de todos, que se encargó de pegarles un grito a los demás para que dejasen las cosas con cuidado, ya que no podrían saber en qué cajas estaban sus cosas delicadas.
Fue el mismo con quién habló, el que le dijo que algunos de los suyos ya tenían alguna cosas en el piso, así que Kyon se echó a correr hacia el edificio para subir también y abrir la puerta. No quería hacerlos esperar y que por eso se enfadasen con él. Como había comprado el piso a través de una agencia, le habían hecho llegar las llaves y por eso ya las tenía consigo.
Estaba temblando, pero aún así dejó que los trabajadores metieran todo poco a poco y él bajó de nuevo para hablar una vez más con el jefe, esperando por si necesitaban algo de él y asegurándose de que todo estuviese bien.
Mientras veía cómo iban cargando todo poco a poco, miró a su alrededor, esperando no llamar demasiado la atención, agarrándose su puño derecho con la mano izquierda para intentar tranquilizarse. Y, aunque había gente que sí lo estaba mirando, dejaron de importarle cuando le pareció reconocer a alguien. Se quedó mirándole fijamente, frunciendo el ceño con confusión e inclinando su cabeza hacia un lado.
¿Ese... ese no era su antiguo compañero de piso? Sungmin... ¿qué hacía aquí?SPOILER (click to view)Una pregunta, ¿es posible que éste piso tuviera un piano que hayan dejado los antiguos propietarios como decoración porque no eran capaces de llevárselo a dónde iban? Porque si fuera así, habría sido un aliciente para Kyon para comprarlo ^^ -
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Dejó de besar su cuello para mirarlo cuando le dijo que era un guarro. Como respuesta le mordió la mejilla, cerca del hueso del pómulo.
— Cállate, no he tenido tiempo — claro que se había duchado esa misma mañana, pero desde entonces había ido de un lado para otro sin parar, tanto fuera como por su casa, por lo que no había tenido tiempo de asearse y quitarse el sudor.
Volvió a centrarse en los besos en su cuello y en el sobeteo del miembro de Dick, hasta que él le empujó e intercambió posiciones. Lo miró sorprendido y sonrió cuando sintió la mano contraria también dedicándole atención a su entrepierna. Acomodó mejor sus caderas en la cama y se dejó hacer por la otra mano, cerrando los ojos y suspirando. Quería desconectar de sus responsabilidades y rendirse al placer que lo electrificaba e iba subiendo y calentando desde su glande al resto del cuerpo.
Su mano aún estaba atrapada bajo la ropa interior de Dick, pero decidió sacarla para soltar también el botón del pantalón contrario antes introducir ambas manos por debajo ambas telas y apretando con sus manos los glúteos contrarios. Masajeó, sobó y apretó sus nalgas antes de sacarlas un poco, lo suficiente para que su pulgar saliese por encima de las telas y así poder retirarlas al ir arrastrándolas hacia abajo.
— Podemos ser muchas cosas, pero no solemos ser mentirosos — suspiró, notando su miembro cada vez más duro y erecto con las atenciones que le estaba prestando.
Su vientre se tensó, un impulso por la sorpresa de notar los labios ajenos en esa zona y abrió los ojos para mirarlo. Como bajó por su cuerpo, sus manos dejaron de tener a su alcance el trasero de Dick, por lo que sólo pudo agarrarse a su cabeza y arrastró su pulgar por sus labios esperando que pronto les diera un buen uso.
— Veamos qué eres capaz de hacer en este campo de batalla — susurró con la voz algo más grave y con una sonrisa en su rostro.
Se agarró a su cabello con ambas manos cuando notó que poco a poco iba entrando en la humedad de su boca. Se sintió tentado de dar una embestida e introducirse a sí mismo completamente de un sólo movimiento. Ahora sólo necesitaba librarse del estrés, los preliminares o juegos podrían hacerlos después. Porque sí, una sola vez no sería suficiente.
Gruñó de placer al sentir la lengua rozando su glande, pero iba muy despacio, demasiado.
Empujó su cabeza hacia atrás para salir de su interior y se arrodilló sobre la cama, aún con la cabeza de Dick sujeta. A esa altura, obligó a Dick a bajar su cabeza y movió sus caderas de lado a lado, haciendo que su miembro chocase con sus dos mejillas. Su mano izquierda, sujetaba su cabeza por la parte de atrás, mientras que el pulgar derecho se apoyó en su barbilla para hacer que abriese su boca.
— Si quieres jugar lo haremos después, — avisó, separando su mano derecha para llevar hacia atrás su cabello y relamerse al pensar en cómo iba a follarse esa boca. — Lo siento, pero esto va a ser un poco difícil para ti — advirtió, habiéndose inclinado para casi susurrarle en el oído, antes de incorporarse e introducir su glande de nuevo en la boca de Dick.
Primero entró suavemente, tenía que acostumbrarse al espacio que tenía y no entró del todo. Sus manos se movieron para sujetar cada lado de la cabeza de Dick y así sentir cómo su miembro chocaba con las paredes internas de sus mejillas. Salió despacio, pero sin llegar a sacar la punta y volvió a introducirse un poco más rápido. Poco a poco, el ritmo de entrada y salida fue más fluido, y empezó a mover también sus caderas un poco hacia un lado y otro, torciendo su sonrisa al sentirse rozar contra sus dientes.
— ¿Preparado? — le preguntó, viéndolo en esa posición que tanto control le daba a él y tan poco a Dick, acariciando con su pulgar cerca de su ojo imaginando cómo de lloroso terminaría tras esa felación.
Le estaba excitando verlo así, quería verlo rendido al placer que sólo él le daría, quería que después de esto, él mismo le pidiera que le destrozase por detrás. Su espalda y torso expuestos y casi podía ver la raja de su trasero asomar por debajo de su pantalón, el mismo que había soltado para intentar quitárselo. ¿Cuánto tardaría en mojarse por el frente?
Una primera embestida, no tan rápida cómo podría haber sido, pero sí profunda, tanto que golpeó con su glande en la pared de su garganta. Esperó unos segundos asegurándose de que lo resistiría y sacó despacio su miembro para volver a introducirlo de igual manera.
— Ah... que bien Dick... — gruñó excitado.
Aumentó un poco la cadencia de sus embestidas, evitando llegar hasta el fondo para no ahogarlo, pero cada vez entraba y salía con más rapidez. Se chocó otra vez con el fin de su boca, haciéndole saber que no sabría bien cuándo entraría hasta el fondo y cuándo no.
— Respira... — le pidió, ayudándole a inclinar su cabeza un poco hacia arriba para que toda su extensión entrase con más facilidad. — Que buen chico, Dick... — lamió sus labios, antes de volver a respirar pesadamente por la excitación. — Aguanta un poco más... — le pidió, entrando y saliendo con algo más de agresividad.SPOILER (click to view)Okay! Lo mismo te digo, si lo controlas y hace algo que creo que no haría te avisaría
Es normal que Dick esté enfadado, e imagino que ahora mismo lo estará más. Esto difiere mucho del sexo pasional que podría haberse imaginado con Kiel, pero paciencia. Ahora mismo está que quiere soltar, quiere soltarse... Después, en su siguiente sesión será diferente...
Como después de esto, querrá cambiar de posición para entrar por detrás xD Si quieres, para que Dick se quede satisfecho, podría terminar montándose él mismo y así podría ver a Kiel perder ese "control". O podríamos hacer que, en lugar de espaldas, estuvieran cara a cara y pudiera verle sudando y mirándole intensamente jajaja Como prefieras
PD: Ufff que horror, es que si te pones a leer y te enganchas te desvelas XD Yo por eso me pongo un vídeo y cierro los ojos. Presto atención a lo que dicen y conforme pasa el rato ya no escucho y es la señal para apagar todo y dormir jajaja Pero cada una tiene su estrategia xD -
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Agh... Lillya, porqué se empeñaba en ser el centro de sus dolores de cabeza. Tendría que ser parte de la solución no del problema.
Un suspiro resignado y se apoyó de espaldas al armario que iba desde el ventanal que conectaba con el del salón, hasta la puerta de entrada.
Parpadeó lentamente y cogió aire antes de soltarlo en otro largo suspiro.
— ¿Por qué cada vez que decís que ha sido casualidad suena justamente todo lo contrario? — quiso saber.
Podría ser como decían, un encuentro fortuito, pero que ambos dieran excusas sin haberlas pedido le daba mala sensación. Lillya parecía oler los problemas o buscarlos por sí misma, quién sabía, pero empezaba a cansarse.
— Cree que haciendo esto me ayuda, pero se olvida de todo lo que tengo por hacer — sonrió sarcástico.
Volvió a frotarse el entrecejo con sus dedos. "Tenso y estresado", sí se preguntaba por qué estaría así cuando tenía que solucionar toda la burocracia de su padre y cuidarse las espaldas de seis asesinos profesionales.
Alzó una ceja cuando se enteró que Lillya le pregunto si tenía interés en ser esa persona, pero Dick no le respondió directamente, en su lugar le repitió cómo quedó la cosa la última vez que se vieron.
— Reitero lo que dije, no sabes nada y por eso no sabes lo que estás haciendo — otro suspiro, éste de redición antes de llevar su cabello hacia atrás con su mano.
Se cruzó de brazos cuando le dijo que probablemente no tenía interés en acostarse con él porque no "había movido ficha abiertamente". Le entraron ganas de reír, pensando en la razón que tenía Lillya cada vez que lo llamaba "bebé".
— ¿Tantas ganas tienes de que te folle? — él había dicho libremente lo que había querido, ahora era su turno de tocarle un poco las narices.
Inclinó su rostro hacia un lado, aún con los brazos cruzados, cuya camiseta de tirantes negra dejaba ver a la perfección los músculos de sus brazos.
Ignoró la sugerencia de Lillya sobre ocupar su lugar, sabía que ella diría algo así perfectamente, más después de lo encantada que quedó la última vez.
— No sabes a lo que estás jugando... — negó con la cabeza y pasó por su lado para abrir el cajón de la mesita de noche y lanzarle un condón, antes de sacar otro para él. — Hoy no me he duchado, si tienes quejas te aguantas — le advirtió, sujetando el plástico del preservativo con sus dientes mientras se quitaba la camiseta de tirantes, su pantalón ancho tipo militar iría después. — Venga, ¿a qué estás esperando? — intentó que reaccionase para que se desnudase también, después de tirar la camiseta a un lado y de dejar el preservativo sobre la mesita, preparado para cuando fuera a ponérselo.
Sin esperar a que se quitase el pantalón también, se arrodilló en la cama, y lo tumbó debajo de él, empezando a repartir besos por el cuello ajeno, tratando de ponerse a tono al notar el calor corporal del otro y llevando directamente su mano hasta el miembro de Dick, el cual apretó por encima del pantalón.
Frotó de arriba a abajo aun por encima de la tela, antes de introducir la mano directamente en el interior de su ropa interior.
"Nada mal..." pensó al notar el tamaño del otro, masajeando el miembro e intentando masturbarlo de arriba a abajo con su mano dentro del escaso hueco que permitía el pantalón abrochado.SPOILER (click to view)Ale pues, empezamos a jugar xDDD
Al principio iba a manejar un pelín a Dick, haciendo que se levantase, se marchase para buscar a Lillya y Kiel le cortase el paso, pero se me ha ocurrido esto y así no lo manejo y llegamos al mismo punto xD
Jajajaja Lillya eres mala!! (Te queremos) Jajajaja
PD: sí te entiendo, cuando yo trabajaba de cajera y me tocaba por las tardes volvía a casa a las 11 de la noche y hasta la 1 o así no conseguía dormirme, pero bueno... Yo lo que hacía era acostarme poniéndome algún vídeo o directo y me iba entrando el sueño -
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La chica frunció sus labios cuando él le dijo que no apostaría esa cantidad de dinero, también porque no lo tenía, y lo había imaginado, pero sonrió cuando vio que había mordido el anzuelo.
— Mmmm, ¿has venido andando? Yo vine en moto — cambió su mirada por una más seductora. — ¿Quieres que te lleve, guapo? — se echó a reír por su broma y negó con la cabeza. — ¿Tanto has bebido? ¿Quieres que te tire agua fresca encima y así te espabilo? — y de paso tentaba a Kiel para que lo viera bien mojadito cuando llegasen a casa...
Asintió cuando le dijo que no iba a proponerse como una prostituta barata. De eso ya se encargaría ella...
— Vale, pues tenemos un trato — le ofreció su mano para que la estrechase. — Ummm bueno, — se levantó tras él al escuchar su pregunta. — Yo le he dicho que estaba muy tenso y que necesitaba follar, así que técnicamente... No se lo he dicho, pero ¿puede estar imaginándolo al no verme por casa? Más o menos — se encogió de hombros. — Oye, que si Kiel no quiere nada, siempre puedes escabullirte a mi habitación y... darme a mí el servicio — deslizó su dedo índice por el labio inferior de Dick para luego llevárselo a los suyos como si acabara de darle un beso indirecto. — Me quedé con ganas de probar cierta... piruleta — le guiñó un ojo.
Caminó hasta la salida del reservado y se giró a mirarlo.
— Bueno, ¿vamos? — le preguntó y esperó a que la siguiese.
Le indicó por dónde estaba su moto aparcada para que se subiera también y, muy a su pesar, condujo respetando todas las normas viales. Dick le había pedido despejarse, así que no podía correr... Mierda, le encantaba la velocidad. Después de una media hora de trayecto, llegaron hasta el garaje privado de los hermanos y subieron en el ascensor.
— ¡Ay! Estoy tan feliz de que hayas accedido — celebró de manera infantil.
Abrió la puerta y caminó dentro, esperando que Dick cerrase la puerta detrás de él.
— ¡Kiel! ¡Ya he vuelto! ¡Y he cazado! — gritó y acudió hasta el salón viendo a Arallesk, atenta a la visita que ya conocía de antes.
Arallesk señaló con la cabeza el lugar dónde estaba Kiel y le avisó mentalmente de que tenían visita. Segundos después, se oyó una puerta abrirse y unos pasos malhumorados acercarse.
— Lillya, te juro que... — habló cabreado, pero no pudo terminar la frase cuando vio quién era la visita que habían recibido.
— ¡Kiel! Te he traído un compañero de acción para esta noche. Ya sabes para un buen folleteo. Ha sido un encuentro totalmente fortuito y casual — habló, con la mano apoyada en el pecho de Dick. — ¿Estás contento?
— NO — gruñó.
— Oh, venga, no seas así... Disfruta por una noche — se acercó a su hermano tratando de apelar a su buen corazoncito de hermano mayor.
— Tú — señaló a Dick y luego a la habitación a la que quería que acudiese.
— Disfrútalo — celebró Lillya al saber que ese era su dormitorio. — Estoy segura de que te va a encantar — volvió a celebrar dando saltitos hasta tirarse encima de Arallesk, abrazándola para consolar su noche en solitario.
Kiel cerró la puerta de su dormitorio detrás de él, después de que Dick hubiese pasado.
— ¿Se puede saber qué te ha dicho? — frotó su ceño y frente, intentando que le dejase de doler la cabeza por el estrés.SPOILER (click to view)Bueno, pues a ver qué sale de esto jajajaj
Como ya has anticipado xD Lillya, en un acto desvergonzado, ha hablado por él jajaja
Ya está, no te des más mal, a ver qué pasa entre nuestros nenes y ya ves que si Kiel hubiese dicho que no, Lillya se habría aprovechado y lo habría secuestrado de nuevo xDD
PD: Ay, pues mucho ánimo y prontito a la cama a descansar ^^ -
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Lillya afiló su mirada cuando lo vio toser tras su propuesta. Le chocó un poco la reacción, pensó que le gustaría acceder. Aunque por lo menos le dijo que también lo pasó bien con ella y que no le importaría repetir y sonrió, apuntándoselo mentalmente para contactar con ese chico más adelante.
— ¡Perfecto! — celebró cuando dijo que le vendría bien el dinero. — Pues entonces, podríamos... — se calló al ver que Dick volvía a hablar y parecía bastante serio.
Juntó las puntas de sus dedos encantada por escuchar aquello, así que ni siquiera tendría que pagar por ello, pero bueno, lo haría por las molestias y porque Dick parecía corto de dinero. Pero su sonrisa se borró en cuanto le dijo que debería buscar a otro.
— Bueno, pero no le des tanta importancia a eso, porque... — Lillya quería explicarle que Kiel solía ser más frío a la hora de demostrar atracción, en cambio ella no quería perder el tiempo y prefería ser directa. Era como si Kiel fuera más... selectivo.
Sin embargo, volvió a callarse y le dejó continuar. Entrecerró sus ojos cuando le dijo que iba a repetirle las palabras exactas que Kiel le dijo y, en cuanto las supo, se echó a reír escandalosamente, tanto, que se tumbó hacia un lado, sobre el sofá y golpeó varias veces con el puño sobre éste.
— Ay, Dick... — se quitó una lagrimita que caía por su ojo de la risa. — Que bobo eres — volvió a reírse un poquito antes de levantarse y sentarse a su lado. — Ay, bebé... — suspiró a su lado, retirándole parte del flequillo y colocando algunos mechones de su cabello tras su oreja. — Kiel se las da siempre de que es el más inteligente y maduro del grupo — habló con tono burlesco y movió sus manos en burla como si no fuera para tanto. — Escúchame bien Dick — le dio un par de palmaditas en la rodilla. — Si Kiel no hubiese visto nada en ti, cuando te acorralamos en el callejón, junto al otro imbécil, se habría encargado de ti, y del otro — apoyó su índice y pulgar en cada mejilla de Dick y movió su cara para que negase. — Pero no lo hizo... Y si te hubiese dejado con vida habría pasado por completo de ti, como si no existieras... — dejó sus mejillas y le dio un toquecito en la nariz con su dedo. — No sólo eso, si no que luego te llamó, te reveló nuestra identidad secreta, sin ninguna seguridad de que pudieras ir esparciéndolo por ahí, y te pidió que te hicieras pasar por él, dándote enteramente la recompensa — su dedo fue de su nariz a su pecho, a dónde se suponía que estaría su corazón. — ¿Tú crees que un asesino como somos nosotros, le iba a importar una mierda lo que pasara contigo? — chasqueó su lengua repetidamente y negó con ella y con su dedo. — Si algo me molesta de Kiel es que... no ha conseguido deshacerse de ese... "corazoncito" suyo, y diciéndote esas borderías y tú creyéndotelas, está consiguiendo lo que quiere. Te aleja para protegerte porque ahora mismo la situación es una mierda — le explicó y es echó hacia atrás en el sofá, cruzando sus piernas. — A veces le da esa vena de salvador tan molesta... — negó con la cabeza. — Y, la última prueba que tengo es que, cuando le pregunté por su trabajito contigo, le pregunté si eras mono, o... follable — negó con la cabeza sin importarle mucho las palabras que usase o no, antes de sonreír — y no me respondió — se encogió de hombros juguetonamente. — Cuando a Kiel le interesa alguien... es incapaz de negármelo. Le conozco bien, no lo admitirá en voz alta, pero no podrá negármelo, intentará desviar la conversación y fue justo lo que hizo — se incorporó y se apoyó sobre sus hombros con sus manos para acercar sus rostros. — Entonces, ¿es un sí? — quiso saber, preguntando inocentemente. — No puedes decirle que no, y ya te dije que estabas CASI tan bien dotado como él... — trató de convencerlo, masajeando sus hombros con sus manos. — Por que te gusta que te den por detrás ¿no? — se asomó para mirarle a la cara y asegurarse de que así fuera. — Es más, podríamos hacerlo incluso más interesante — sonrió. — Ahora mismo Kiel está tan estresado que podría follar con cualquier estúpido que le llevase. Sería fácil, le rompería el culo y a la mañana siguiente tendría que pedirle un taxi, primero porque no querría tenerlo más en casa y segundo porque el otro no se podría mover. Pero.... si te llevo a ti... te apuesto cien millones a que será diferente — evidentemente, Lillya no quería jugarse dinero con él, menos aún sabiendo que le faltaba el trabajo, pero quería que viera lo segura que estaba de sí misma al conocer tan bien a su hermano. — Venga Dick... — insistió. — Estoy segura de que lo pasarás muy bien... — ronroneó, paseando su dedo en círculos sobre su pecho.SPOILER (click to view)Bueno, a ver si las palabras de Lillya han conseguido convencerle xDD Que no haya obtenido nada a cambio, no significa que no le haya gustado saberlo, pero la situación para Kiel no era la adecuada, tenía que priorizar otras cosas...
Al principio Lillya le entrenará, luego se inventará cualquier cosa para tomar el sol como dices jajajaja
Genial pues nos quedamos con la idea del franco, con el cuál, también lo entrenarán... Sí, la verdad es que escuchar lo que le dijo Kiel no es agradable para nadie, buscar alguna clase de conexión con otros, para que luego te digan que no eres suficiente es... Son palabras que duelen mucho... Lillya ha tratado de "consolarlo", a su manera... xD Pero bueno, creo que si Dick repasa mentalmente tal vez pueda llegar a comprender que algo sí le importa (?) Aunque le ha faltado contarle que lo llevó hasta el coche con cuidado y eso, pero Lillya no tiene por qué saberlo
PD: Mucho ánimo, estos diitas si quieres no hagas mucho, que imagino que volverás agotada del trabajo, pero poquito a poco vale? ^^ -
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Como su hermano estaba con un humor de perros, decidió tomar cartas en el asunto y se vistió, tan seductora como solía hacer siempre que salía, para buscar a alguna presa. Necesitaría encontrar un buen juguete que estuviera dispuesto a soportar una larga e intensa noche. Afinaría sus sentidos.
Para cuando llegó al Midnight, lo primero que hizo fue pedir algo que beber. Había mucha gente esa noche y tenía que ponerse a tono para mimetizarse en condiciones con el panorama. Notó que captó muchas miradas, pero no eran las que le interesaban, hoy estaba allí por su hermano, no por ella.
Reconoció a algunos candidatos potenciales, chicos que no ocultaban su sexualidad, permitiéndose mirar al sexo que más los atraía. Parecían ser bastante resistentes, por los músculos trabajados que tenían, pero muchos ya se habían decidido por quién atacar y, los pocos que quedaban, Lillya aún los estaba evaluando para estar segura.
Unos minutos más tarde, le pareció reconocer una cabellera negra. El corte de pelo, la manera en que se movía. Activó su visión y lo identificó inmediatamente. Sin pensárselo, corrió hacia él gritando su nombre y se tiró encima.
— Dick, cuánto me alegro de verte — se abrazó a su cuello con más fuerza y echó su peso sobre él para alcanzarle más cerca y frotar su mejilla contra la de él. — A mí también — asintió, aún emocionada por encontrar al otro joven.
Sin embargo, notó que Dick parecía cambiar de humor rápidamente y cuando le dijo aquello de que se marchaba ya, Lillya frunció el ceño, soltándole del cuello pero agarrándole de la mano para impedir que avanzase hacia la salida.
— ¿Qué? No — se quejó. — Venga Dick, quédate conmigo, por favor — suplicó con voz melosa e infantil. — Para alguien interesante que encuentro y ya te quieres ir... — puso su mejor cara de cordero degollado y esperó que le convenciera. — Venga, sólo un ratito. Bebe conmigo una copa, hablemos un momento y te podrás marchar — entrelazó sus dedos con los de Dick, mientras con su otra mano le sujetaba de la muñeca para que ambos volvieran a ir a la barra.
Le preguntó qué quería tomar y le pidió dos copas al barman. Cuando las tuvieron servidas y pagadas, invitó ella, tiró de él, aún con sus dedos entrelazados para pedir un reservado para ambos. Aún quedaban algunos libres, por lo que los dejaron pasar y Lillya se sentó enfrente de Dick, mirándole con una gran sonrisa.
— No te despediste de mí — su sonrisa se entristeció. — Kiel me contó lo que pasó y... bueno, lo comprendí, pero... Creí que querías que te entrenara, pensé que te gustaría divertirte alguna noche más conmigo... Yo me lo pasé muy bien — le contó, mirando hacia su vaso de cristal, antes de alzar su rostro y volver a sonreírle. — Oye, ¿necesitas dinero? ¿Puedo ofrecerte un trabajo? — alzó su dedo, indicándole que sí, sería sólo uno y esperó su respuesta. — Dime, ¿te interesaría pasar una noche con mi hermano? Ya sabes... una muy íntima — se mordió el labio expectante, ojalá dijese que sí.SPOILER (click to view)Bueno, poco a poco... xD
Ya, ahora tienen tiempo para hablar Lillya y él así que a ver cómo reacciona Dick a la propuesta y cuando le cuente lo mal que se portó Kiel con él se echará a reír jajaja
Sí, me parece bien. Lo que Lillya intentará será trabajar sus reflejos. De esa manera, al menos, podrá defenderse de los ataques ajenos y, conforme se vaya adaptando a la nueva velocidad, podrá aprender a atacar... Pero eso llevará tiempo, ¿te parece bien?
Claro, pensé que sería buena idea que un franco les cubriese las espaldas, así los otros tuviesen que buscar refugio si quieren disparar a los hermanos ^^ En caso de ser cuerpo a cuerpo, Dick tendría que dejárselo a mis chicos por riesgo a que una bala los alcance.
Estoy meditando cómo hacer a Kiel esa noche. Kiel está muy frustrado, pero puede que cuando vea a Dick su "guardia" baje y se sienta un poco culpable porque sabe lo que le dijo y aún así él chico ha vuelto, incitado por Lillya sí, pero ha vuelto. Es una manera de hacerle entender a Kiel que Dick quiere estar ahí a pesar del riesgo y, para tenerlo preparado, tendrá que contarle la realidad de las circunstancias y la historia de ambos.
Por eso no sé, si hacer que esa noche no sea nada suave con Dick, lo cuál sólo empeorará su relación (creo), o sea más suave al pensar que es una de esas personas que quiere quedarse a su lado, como Lillya y Arallesk, así que es algo que atesorar (a su manera) xD Voy a darle una vuelta, pero seguramente será lo me salga escribir en el momento xD
Pobre Dick, me da pena con lo intensita que es Lillya xD
PD: Grazie! Mucho ánimo y venga dale un poquito más al TFM que es una mierda, pero tu puedes. Como me dices: objetivos pequeños y plausibles. Puedes de sobra y lo sabes, que no te gane la procrastinación
Con Alpha no he hablado mucho, pero tengo el rol de Avatar que te dije, a ver si podemos continuarlo prontito ^^ -
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— Me gusta ir directo al grano y ser popular tiene sus ventajas... — respondió, de manera sugerente, cuando le dijo que ya había pasado a segunda base sin invitarle a una cerveza ni nada. — Aunque lo de la cerveza tiene fácil arreglo — pensó en las que habían dejado sobre la barra y se dijo a sí mismo que ya no bebería de esa, por si acaso.
Le sorprendió la rapidez con la que se abalanzó sobre sus labios, parecía que hasta ese momento había estado dudando y ahora había decidido ir con todo, pues él tampoco se contendría. Buscó con hambre la lengua contraria y jadeó de placer con ese intenso y húmedo baile tan íntimo.
Joder, era atractivo, tenía cuerpazo y encima besaba bien. Como se propusiera ser actor tendría aún más difíciles las cosas.
Él también se agarró a Liam, aunque en lugar de su cuerpo a su cabeza, para que ni se le ocurriese separarse por un instante. Aunque notar que le ayudaba a apretar todavía más su glúteo le hizo sonreír y mordió los labios contrarios como respuesta, imaginándose que en su lugar estaba mordiendo esa nalga bien trabajada.
Suspiró y abrió los ojos cuando Liam se separó y correspondió su sonrisa con otra, antes de dejarse besar de nuevo. En eso no le importaba dejar el control a su pareja, le resultaba hasta excitante aprender cómo los demás besaban, nuevos trucos que añadir a su arsenal.
Pero la unión de sus lenguas no fue suficiente, y buscó pegar sus cuerpos aún más. La mano de su trasero subió para recorrer una a una las costillas de su dorsal, como si con esa acción pudiera quitarle la camiseta ahí mismo, y chocó sin complejos su entrepierna con la contraria. Aprovechando el movimiento del baile sólo para que sus miembros se frotasen entre sí.
Se separó de sus labios y agarró sus cabellos para que se quedase quieto, empezando así a recorrer su marcada mandíbula y su cuello con besos y mordiscos, hasta llegar a la nuez de adán, que atrapó entre sus dientes. Si sólo pudiese continuar más abajo...
Joder... Realmente necesitaba una noche así. Tenía bastante aguante, pero hasta él admitiría en voz baja que llevaba demasiado tiempo sin un buen polvo que le ayudase a olvidar sus problemas.SPOILER (click to view)Jajajaja me siento tan identificada jajajaj Joer, nos dijeron casi lo mismo, vaya tela xDD
Sip, coincido, la escena está bien ardiente, pero cuando te he leído esta mañana me he quedado con la duda y ahora que puedo responderte y que he visto que el rol va por aquí, me he decidido.
Al principio pensé, deja que se diviertan, ambos llevan mucho conteniéndose... Pero es que me parece tan gracioso que Zachary se meta y los interrumpa en plan "si yo no follo, aquí no folla nadie" jajajajaja Me mataría jajaja
Así que, por mí haz que el encantador Zachary los interrumpa e intente darles pena porque se ha quedado sin cita jajajajaj -
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La repentina voz de Dick le sorprendió mientras conducía. Pensó que aún estaba descansando y no quiso darle más importancia, pero las palabras que le dijo fueron un fuerte ataque. Él no había dicho eso, no así, pero estaba bien si lo interpretaba así.
Estaba bien así...
Guardó silencio y continuó conduciendo. De haber respondido, sabe que habría empeorado las cosas y prefirió que fuera él mismo quién se montase la película que quisiera. Aunque se ganase su odio, Kiel sentía que... en cierto modo, estaba haciendo algo bueno otra vez. Proteger a Lillya había sido lo único bueno que había hecho en su vida, acoger a Arallesk le siguió, formar esa... especie de familia en al que sabía que podía confiar con los ojos cerrados. Y ahora, aunque Dick no quisiera verlo, Kiel estaba haciendo lo mismo. Que fuera fuerte no significaba que fuera inmortal y hasta él, que pensaba que ya no tenía ningún motivo para temer a la muerte, empezaba a hacerlo. No temía al hecho de morir, temía lo que dejaba atrás, y al hecho de perder aquello que había conseguido que le importase. Como cuando perdió lo único que le quedaba en la vida, su madre, y se quedó solo, completamente, y sin posibilidades de sobrevivir.
Dick podía no verlo, podría odiarlo, pero eso era lo que lo protegería.
— Sí, íbamos de camino — respondió con la misma calma de siempre, como si no le hubiera importado lo dolido o no que pudiera sentirse el otro. — Aún necesitas descansar — le explicó.
No hubo nada más que decir en todo el trayecto y, para cuando llegaron y el vehículo se detuvo, se giró a mirarlo.
— Gracias Dick — le dijo a modo de despedida.
No sólo le agradecía por haberle ayudado con Arallesk ahora, si no también por ayudar a Lillya a desahogarse y quitarse los pesares de encima una noche, y por haberle entregado los brazaletes sin mucha más resistencia. Todo había salido bien porque él decidió colaborar, pero eso era todo.
Pensó en decirle que esperaba que todo le fuese bien, pero creería que eso sólo molestaría más al otro porque creería que mentía. Lo vio bajarse del vehículo y llegar hasta el portal, para desaparecer detrás de la puerta de entrada.
Tras esto, Kiel condujo a casa. Aquella noche, o más bien lo que quedaba de ella, no durmió. Se presentó al día siguiente a primera hora en el hospital para hablar con Augun, quién le dijo que no era nadie para controlar a sus hijos, que ellos ya eran mayorcitos para saber cómo debían comportarse, en palabras sencillas, no iba a mover un dedo ni por él, ni mucho menos por Lillya. Dejaría que la caza continuase, mientras él tenía que resolver tratos y conocer a los proveedores de su padre, es decir, cero tiempo para prepararse para su posible asesinato.
Lillya se despertó muy despejada aquella mañana, sorprendida de que Dick no estuviera allí, pero sus parejas solían huir de ella cuando se daban cuenta de todo lo que les demandaba por una noche de pasión. Arallesk tampoco estaba, ni Kiel y eso la confundió tanto que le mandó un mensaje.
Saliendo del hospital, Kiel le contó lo que había pasado anoche, desde el ataque improvisado, que no funcionó, para meterles algo de miedo, al envenenamiento de Arallesk por parte de Caden, como la ayuda de Dick a cargar a Arallesk para más tarde dejarlo en casa, a salvo de sus problemas. Le contó también las palabras de Augun y cómo estaban solos y le dijo que, en caso de ponerse las cosas feas, igual debería huir con Arallesk. Al menos quería que ambas se salvasen.
Fueron días intensos para Kiel, entre llamadas, papeleo, reuniones... Lillya veía cómo su hermano iba perdiendo poco a poco la calma que tanto lo caracterizaba, al menos Arallesk ya estaba de vuelta con ellos, aunque lamiéndose a veces la herida de bala. Estaba muy resentida y lo primero que le dijo a ambos fue que ella se encargaría de desgarrar el cuello de ese maldito.
Casi dos semanas después y Kiel destrozó la mesita del salón de una patada. Estaba harto de tener que quedar bien con tanta basura, mientras resolvía sus asuntos, sin poder priorizar los propios primero. Lillya le recomendó un polvo rápido, para desestresarse, pero sólo obtuvo un bufido. Incluso le ofreció ir de caza por él y traérselo a casa, la respuesta que obtuvo fue el fuerte ruido del golpazo que le dio a la puerta de la sala de ordenadores.
Arallesk coincidió con ella, lamiéndose la pata tranquilamente y provocando la escandalosa risa de la muchacha.SPOILER (click to view)Me parece bien que se haya despertado antes, para que luego diga que Kiel no lo cuida... Bueno...QUOTESe sentía protegido y objetivo de la preocupación del otro (esto era más una ilusión de su mente que una posibilidad real)
Quiero incidir sobre todo en esta frase, y es que cuando hable con Lillya, Dick entenderá que todos estos gestos que parecen tan simples, no lo son xD
Ya.. entiendo a Dick, la soledad es muy mala... Pero Kiel está intentando hacer lo correcto, aunque no lo vea así. Dick piensa que si es entrenado por ellos conseguirá hacer algo. A Lillya le da igual, y Kiel sabe que, por mucho que entrene, no va a tener tiempo suficiente para alcanzarlos en nivel. Por eso se me ha ocurrido que, un día que esté entrenando con Lillya (al lado de la piscina (?)) los vea Kiel y les pregunte qué ocurre. Al entenderlo, les dirá que es una pérdida de tiempo y he pensado que le preguntará a Dick que qué tal es su puntería. De esa manera se mantiene a salvo y les protege los traseros y, en caso de que alguno se escape para buscar a Dick estarán tres para perseguir al que se escape y la batalla se moverá por lo que no podrán alcanzarle. ¿Qué te parece?
Me ha gustado mucho que ambas hayamos puesto los lados vulnerables de nuestros nenes de verdad ^^ ¿Evolución de personaje incoming? Y eso que llevamos poquito ^^
PD: He adelantado 2 semanas el rol, para hacer que esa misma noche Lillya se encuentre con Dick ¿te parece? ¿O había algo más que quisieras meter? Si es así, avísame y edito
PDD: He leído tu MP, en cuanto pueda te respondo la biblia jajajaja
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