Posts written by Rohayhu

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    Alguien alguna vez le comentó que una persona podía mentir en tu cara, pero que sus ojos revelaban la verdad y en la mirada de Caw no lograba encontrar algún signo de maldad, solo reflejaban una enorme tristeza y soledad que lograba formarle un nudo en la garganta y unas profundas ganas de llorar. Los ojos nunca mentían, o al menos así decían… y estaba seguro que nadie podía fingir tal clase de remordimiento.

    ¿Por qué las cosas tenían que ser tan difíciles? ¿No se supone que los príncipes siempre lograban obtener su final feliz?

    Avery no estaba seguro de obtenerlo.

    —¿Por qué tengo que ser yo? Dices—Su voz salió en un susurro y se sintió pequeñito, como si de repente se hubiera encogido al tamaño de una hormiga, tan débil, tan frágil que cualquiera podría pisarlo y simplemente dejarlo ahí, sin más importancia—¿Por qué tenías que ser tú? Me pregunto yo…simplemente mi vida ha estado atado a esta maldición que no me ha traído nada más que dolor y no solo físico, si no también emocional, pero hay algo, no sé qué es que me obliga a volver, es como si me tirara a ti de un modo inevitable.

    Desde el momento uno que Avery sintió que debía alejarse de ese villano tan atemorizante, todas sus luces rojas se encendieron y los carteles de advertencia aparecieron por todos lados, pero él simplemente se hizo el ciego y continuó, continuó hasta que se topó con la realidad de la situación, que era más dura de lo que jamás pensó que sería.

    Y pensar que las lenguas ignorantes comentaban que él era una bendición, que su vida estaba iluminada. Si hubiese sido así, no se habría enamorado de la peor opción.

    ¿Era un verdadero sentimiento de amor o solo era otro truco de Maléfica para verle miserable? No sabe qué pensar.

    Miró sin palabras a la criatura que cambiaba constantemente de forma. Se ve que dolía y quería apaciguar sus penas, pero el miedo de acercarse y salir lastimado era tal, que simplemente lo observó. Sus ojos se llenaron de pesadas lágrimas doradas que no tardaron en correr por su rostro. Las pequeñas lágrimas se disolvían al tocar su ropa y cuerpo como si fuesen pequeñas estrellas y al caer provocaban un ligero sonido similar a una campanilla. Se asustó, pero no pudo detenerlas.

    Esa era la mayor demostración de que efectivamente, su corazón se rompía.

    Tomó la daga que le fue entregada en silencio, sin interrumpir las palabras de su enemigo. Sabía que pese a todo, jamás podría utilizar ese cuchillo para provocarle algún daño. Si lo hacía, seguramente moriría él también detrás. Había algo, algo que le impedía lastimarlo. Ni siquiera con una palabra, porque a pesar de que quería decirle mil cosas hirientes en ese momento, nada salía de sus labios, simplemente oía y lloraba.

    El corazón de Avery se rompe en mil pedazos cuando ve a Caw desaparecer entre las sombras. El dolor es como un puñal clavado en su pecho, haciéndole sentir un vacío abrumador. El mundo a su alrededor se vuelve borroso mientras la habitación queda por completo a oscuras, excepto por las estrellas brillantes que empiezan a brotar de sus ojos, incapaz de contener la tristeza que lo embarga. La sensación de pérdida lo consume por completo, dejándolo sin aliento y con un nudo en la garganta. Avery se queda paralizado, observando impotente.

    Avery siente un dolor punzante en el pecho al soltar la daga que Caw le había dado, sintiendo que también se está separando de una parte de sí mismo. Se deja caer al suelo, haciéndose un ovillo mientras su cuerpo tiembla violentamente. Las estrellas brotan de sus ojos sin control, mojando su rostro con una mezcla de tristeza y desesperación ya logrando un pequeño charco a su alrededor. El dolor en su pecho es tan intenso que apenas puede respirar, sintiendo como si un agujero se hubiera abierto en su interior. La sensación de pérdida lo consume por completo, dejándolo sin fuerzas y con el corazón destrozado. Avery solloza en voz alta, dejando que su dolor se exprese a través de sus lágrimas y sus gemidos.

    Se siente completamente desamparado y vulnerable, sin saber cómo continuar sin la presencia reconfortante de Caw a su lado. El mundo a su alrededor se desdibuja mientras él se sumerge en un mar de dolor y tristeza, deseando con todas sus fuerzas que el vacío en su pecho se llene de nuevo con la luz y el calor de la persona perdida.

    La puerta de su habitación se abrió y unos pasos apresurados se escucharon. Era Winter que escuchó la conversación desde fuera de la habitación y, sabiendo que era el momento perfecto para actuar, entró corriendo con una expresión de preocupación en su rostro. Se acercó rápidamente a Avery, que yacía en el suelo abrumado por la tristeza, y lo abrazó con fuerza, tratando de consolarlo con palabras suaves y reconfortantes.

    —Avy, cariño, estoy aquí para ti. Sé que esto es difícil, pero juntos podemos superarlo. Confía en mí, todo estará bien —murmuró Winter, acariciando la espalda de Avery con ternura. Avery levantó la vista y Winter soltó un jadeo cuando divisó las lágrimas de estrella en el rostro del príncipe.

    Avery se aferró al abrazo de Winter, sintiendo un poco de alivio en medio de su dolor. En ese momento no podía sospechar las verdaderas intenciones de Winter, solo quería desesperadamente consuelo y compañía.

    Winter continuó consolando a Avery, prometiéndole entre susurros apoyo incondicional. Aunque en su interior planeaba cómo aprovechar la situación para su propio beneficio, en ese instante se mostraba como un ser leal y comprensivo, dispuesto a estar al lado de Avery en su momento de vulnerabilidad.

    Con astucia, Winter aprovecharía el momento de vulnerabilidad de Avery para acercarse más a él, ganando su confianza y atención. Sabía que podía manipular la situación a su favor, jugando con las emociones del príncipe para obtener lo que quería. El rubio era bastante fácil de manipular por sus sentimientos puros e inocencia, con ello, podría hacer a la insoportable mocosa a un lado y así poder obtener el tan deseado puesto de Rey de las fábulas.

    SPOILER (click to view)
    CHACHAN aparezco.

    Ahora sí, es el momento de Winter de actuar muajaja

    (Pobre Avery ya basta)
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    Estaba seguro que si Kiran lo estuviese viendo en ese momento ella no dudaría en burlarse de él, seguramente lo trataría de exagerado, y sí, quizás tenía mucha razón, porque llorar por una persona que conoció hace tan poco tiempo, no tendría que afectarle tanto, es más, directamente no tendría que afectarle, pero no podía evitarlo. Sentía que su alma había descendido a las entrañas del infierno y era arrastrada por el fuego. Su cuerpo le dolía con ganas desde que se enteró sin querer de la desdichada noticia de que aquel que consideraba su amigo, en realidad es un aliado de la enemiga mortal de su madre.

    ¿Qué culpa tenía él? Absolutamente ninguna, no fue culpa de que su abuelo hizo con ella, no fue culpa siquiera de su madre, pero bueno, al menos ella fue un poco más testigo de los trágicos acontecimientos, pero él no. Por culpa de terceros, terminó siendo odiado y maldecido por alguien a quien ni conocía. Que hermosa su vida, tan llena de privilegios por ser príncipe, pero sin poder gozar de muchos de ellos por temor de su familia a que algo le sucediera. Con todo su pesar admitía que terminaron teniendo razón; por querer experimentar cosas nuevas, terminó lastimado.

    Tenía el corazón roto en miles de pedacitos, pero a pesar de todo, verdaderamente quería escuchar una explicación de parte del joven cuervo. Solo una pequeña excusa y él lo perdonaría, tomaría su mano y le pediría que se quedara a su lado. Nunca nadie caló tan profundo en su persona, jamás sintió esa conexión con otro ser humano o criatura de su mundo, fue simplemente como si las leyendas que le contaba su mamá sobre que antes los humanos eran uno solo, y que cuando fueron separados, debían pasar la vida buscándose mutuamente. Eran cursilerias y cuentos bonitos, pero ahora dudaba un poco sobre qué tan ficticios eran.

    Con el corazón latiendo a mil en su pecho, continuó repitiendo el nombre hasta que su voz se escuchó, haciendo obvio que se encontraba en la habitación. Un escalofrío le recorrió y abrió los ojos. No se veía muy claro, ya que todo estaba bastante oscuro, pero de igual forma lo reconoció, aunque un poco diferente. Soltó el cuervo de peluche y lo dejó a su lado en la cama. Miró por unos segundos en un silencio aterrador, sintiéndose sudar frío.

    Se levantó de la cama y caminó hasta la figura terrorífica que se presentó en su cuarto. Parecía hasta un poco más alto, o al menos esa impresión le dio en un principio. Clavó sus ojos verdosos en la sonrisa negra y afilada que fue lo primero que atrajo su atención, luego fueron las manos, llenas de escamas negras que le recordaban a la forma de dragón de alguien de la que tanto había oído hablar. Por último y lo que lo sobresaltó más fueron los cuernos, asomándose por encima de su cabeza de manera imponente. No había dudas de que por lo menos algún parentesco con esa malvada persona, tenía, pero su mente tonta aún esperaba escuchar que era una mentira.

    Con ojos llenos de lágrimas, miró directamente a los contrarios. Suspiró triste y levantó sus manos para tocarle el rostro como si lo inspeccionara, las yemas de sus dedos recorrieron desde sus mejillas, yendo cada vez más arriba hasta llegar a su cabello. Sus dedos tocaron uno de los cuernos y abrió aún más sus ojos.

    —Ya no tengo dudas de que son reales...—Susurró sus pensamientos muy bajito.—Te he llamado porque necesito que por lo menos antes de que elimines, me expliques por qué quieres matarme.
  3. .
    Su cabeza negativa lo autosometió en una situación abrumadora y completamente desconcertante. Siente que su mente está siendo invadida por voces que afirman ser las de los Dioses. La voz en su mente se escuchó muy femenina y más pronunciada que un pensamiento propio o intrusivo. Comienza a temer que está perdiendo la cordura. Riven rezó e imploró que los Dioses se comunicaran a través de sus pensamientos, pero si en verdad sucedió, ahora se siente perturbado y asustado. Esta pequeña interacción entre su mente y el aparente ser divino (quien dijo ser la madre de Balu) generan en él una sensación de extrañeza y confusión que es difícil de explicar. Riven comprende que no puede compartir esta experiencia con su prometido, ya que teme las posibles repercusiones, como el que lo tome por un loco, o peor aún: tener que expresarle la verdad de su unión y revelar así su mentira.

    A pesar de su temor interno, Riven lucha por mantener la apariencia de alguien que está en control. No quiere dar señales de miedo o inestabilidad emocional en su exterior, por lo que se guarda para sí mismo.

    Suspiró e intentó una última vez.

    "Diosa Omikami, si fuiste tú quien se comunicó conmigo, te imploro que contestes."

    Nada, no hubo respuesta de nadie.

    Por un momento en verdad creyó que ya estaba mejorando un poco su mediocridad. Las cosas desde la llegada de Balu le salían mejor (un poco) pero no había caso con sus poderes comunicativo. Seguía siendo un fracaso en toda la extensión de la palabra.

    Su labio inferior casi forma un puchero ya por simple costumbre, porque el señorito hubiese hecho un berrinche, de no ser porque debía mostrarse como un verdadero príncipe delante de Balu. Si él no estuviera justo a su lado, seguramente lloraría, gritería y haría una pataleta hasta que un sirviente llegara a consolarlo. Nunca debía ser ignorada una pataleta del príncipe. Las consecuencias serían terribles.

    Riven se apoya en su dragón, mientras Balu que está a su lado comienza a contarle una hermosa historia sobre Krishna y Radha, la pareja divina de la religión.

    Con cada palabra que Balu pronuncia, Riven cierra los ojos y se sumerge en la historia. Su respiración se vuelve lenta y profunda, permitiendo que su mente se relaje y se abra a la narrativa. Su cuerpo se relaja y se acomoda encontrando una postura cómoda que le permite disfrutar plenamente del cuento. La voz cálida y melódica de Balu se convierte en la música que acompaña el relato. Riven se sumerge en un estado de plena atención, sintiendo cada emoción y detalle que el narrados transmite con su voz. El mundo exterior se desvanece mientras se sumerge en el mundo mágico de la historia de Krishna y Radha.

    A medida que la historia avanza, Riven siente cómo su corazón se llena de alegría, amor y sabiduría por las nuevas cosas aprendidas. No se logra identificar con los desafíos y triunfos de los dioses, pero sí conecta profundamente con sus experiencias y enseñanzas. Se deja llevar por la belleza de la historia y la conexión entre Krishna y Radha, esperando en algún momento de su vida, llegar a amar con tal intensidad a alguien. La historia penetra en lo más profundo de su ser, nutriendo su espíritu y brindándole un momento de paz y claridad. Su mente se despeja de preocupaciones y tensiones, mientras su corazón se abre a la belleza y el poder del amor.

    Al llegar al final de la historia, abre suavemente los ojos, con una sonrisa serena en su rostro. Agradece a Balu por compartir esa experiencia, sintiéndose agradecido por el regalo de adquirir nuevo conocimiento sobre una cultura tan rica, hermosa y distinta a la que se tiene en su mundo. Siente, de algún modo una nueva conexión con Balabhadra.

    Se siente renovado y fortalecido por la historia, listo para enfrentar cualquier desafío que el destino les depare. Sabe que, con la sabiduría como guía, su relación con Balu puede superar cualquier obstáculo. Con una sensación de paz y confianza, toma la mano ofrecida, lista para continuar su camino.

    —Aclarar que nunca me engañarás, está de más. Habría que ser muy loco para engañar al príncipe, y no solo hablo por mi excepcional físico y personalidad, si no por el bien de tu integridad. Si eso llegara a pasar, serías comida para mi Sulli, o colgaría por todas partes del reino carteles con tu rostro, dando la orden de que si te ven, están autorizados a apedrearte.—Exclamó con una sonrisa un poco escalofriante que en seguida cambió por una verdadera.—Pero muchas gracias por el respeto y consideración que me tienes. Quédate tranquilo, que de mi parte es igual.

    Se sentía listo para enfrentar a sus padres. No es que no tuviese miedo, estaba que se hacía pis encima por el temor que conlleva, pero la confianza que depositaba Balu en él, de alguna manera le renovaba la energía.

    Sabía de antemano que sus padres, sobretodo su progenitor se opondrá rotundamente a su compromiso con un ser de otro mundo, pero debían intentarlo. Si bien su padre venía siendo cruel con él últimamente, tenía a favor la verdad dicha por el oráculo: "si no estaba con la persona destinada a él, cosas terribles sucederían." Su progenitor jamás dejaría que algo tan malo le suceda.

    ¡Y aún no amenazó con quitarse la vida si lo casaban con el viejo oloroso!

    Tal vez debió usar sus métodos de manipulación un poco mejor...¡Pero ya estuvo! No se podía regresar el tiempo.

    —¡Balu! Antes de presentarte a mis padres, deja que mis criaturas de compañía te arreglen un poco.—Exclamó un poco incómodo. No cambiaría absolutamente nada del aspecto, pero sabía que si lo presentaba así, los reyes no lo aprobarían bajo ningún término —Vamos a mi alcoba, podrás acicalarte y descansar, y de paso te enseñaré el castillo.¡Necesitamos buscarte una habitación! No dormirás conmigo, ya que eso haría que mi madre ponga el grito en los cielos.

    Ya lo pondría, pero él no necesitaba saberlo.


    SPOILER (click to view)
    ¡Holis! Esta vez es mi turno de disculparme por la ausencia. Ya tengo todo bien, por lo que no me ausentaré tanto tiempo.

    Espero que mi respuesta no te parezca una depresión xd, si es así, porfis dimelo.

    Te dejo una introducción de la madre de Rivs. (por fa no juzgues los edit pedorros)

    Su papá aún no lo tengo terminado xd

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    Esplendora Lumine Sepertania.
    129 años (siempre dice que tiene cien)
    Anibruja.


    Tiene forma humana, exceptuando su piel escamosa porque una parte suya está emparentada a las serpientes. Posee una lengua bífida y venenosa (literalmente) y puede transformarse en una serpiente gigante.
    Ella es toda coqueta, se preocupa mucho por su aspecto y puede ser algo superficial, eso conlleva a veces a mal uso del dinero del reino, ya que lo malgasta en vestidos o joyas, pero en serio no es mala. Puede ser muy dulce y agradable si se le da una buena primera impresión.
    Se preocupa muchísimo por Riven y está en desacuerdo con el trato al que se lo quiere someter, pero como es reina, mucho no puede hacer. Ama a Riven más que a nada, pero el mandato de su rey está por encima de todo.
    Es una bruja muy poderosa (más que el rey, pero eso él no debe saberlo)

    En fin, corazón, espero te agrade. Nos leemos ♡
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    Félix era conocido en su vecindario por su amabilidad y respeto hacia los demás. Siempre se esforzaba por ser atento y acogedor, especialmente cuando había un nuevo vecino que se mudaba al vecindario. Además eso le permitía estudiar más de cerca la actitud y husmear un poco en la vida de las personas y saber si eran buenas o malas.

    Cuando Félix notó que un nuevo vecino se estaba mudando a la casa de al lado, decidió ofrecer su ayuda con total sinceridad, pero el hombre rechazó su ayuda, lo que fue algo extraño, porque al inicio parecía perdido y ahora sabía todo a la perfección. No le dio demasiada importancia de todas formas porque el chico era amable.
    Sin embargo, parecía un poco distante y reservado. Agradeció, pero declinó su invitación. Él no se sintió ofendido, ya que entendía que cada persona tiene su propia forma de adaptarse a un nuevo entorno.

    En lugar de insistir, Félix respetó la decisión del vecino y se despidió amablemente. Sin embargo, antes de regresar a su hogar, decidió dar una vuelta de manzana a sus perros para que pudieran estirar las patas. Sabía que sus mascotas disfrutarían de un poco de ejercicio y aprovecharía para saludar a otros vecinos que pudieran estar paseando también a sus pequeños peluditos

    Mientras paseaba a sus perros, Félix no podía evitar pensar que el nuevo vecino era algo extraño, pero no podía sacarle la ficha para saber qué era con exactitud. Estaba acostumbrado a sus vecinos de siempre, que eran gente tranquila y todos se conocían; los nuevos rostros eran difíciles de ver. No pensó más en ello y se centró en disfrutar del agradable paseo y de la compañía de sus perro y gato.

    Con el tiempo esperaba tener la oportunidad de conocerse en momentos casuales, como al cruzarse en el jardín o al recoger el correo. A medida que avanzaría el tiempo, poco a poco. Era imposible llevarse mal con él, porque siempre era muy servicial.

    Félix se esforzaba por ser amable y respetuoso con los habitantes de la manzana y más aun con los continuos a su casa.

    Apuró el paso para volver. Debía revisar su celular que quedó en la casa en caso de que el deber llamara
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    Lisandro se mueve entre las mesas de comida en el comedor, buscando los ingredientes perfectos para su sándwich. Sus ojos recorren la mesa llena de opciones: rodajas de jamón fresco, rebanadas de queso suave, hojas de lechuga crujiente y varias variedades de pan recién horneado.

    Con una mirada deliberada, selecciona cuidadosamente una rodajas de queso cremoso y un par de lonchas de jamón natural. Luego, toma unas cuantas hojas de lechuga verde y coloca todo sobre una rebanada de pan integral. Lo acompaña con una banana y un café americano. Anhelaba comer algo más, pero debido al reposo que tuvo que hacer por su lesión, ganó un poco de peso y debía seguir la dieta que le pasó el nutricionista a raja tabla. Lloriqueó un poco cuando observó los postres y harinas, pero resistió.

    Justo cuando Lisandro se dispone a llevar su sándwich a la mesa que compartía con Joaquín y Fernando, sus ojos divisan a Oliver a unos metros, encarando para su mesa. Con una sonrisa en el rostro, Lisandro se acerca a Oliver y le saluda nuevamente. Estaba sorprendido de que hubiese venido.

    —¡Oliver, pero cuánto tiempo sin verte!
    —exclama Lisandro entre risas y le da un golpecito en el hombro. Los recuerdos de aventuras pasadas y risas compartidas inundan sus pensamientos. Ignorando brevemente su sándwich, Lisandro se ríe y capta la atención de sus compañeros. Ambos estaban en una conversación animada sobre qué país era mejor en fútbol. Arrastra a Oliver a la mesa, casi obligándolo a ir y se sienta a su lado. Charla con Fer y Joaquín y bromean un poco entre ellos, uniendo a su capitán a la charla. Extrañamente ninguno de los dos idiotas soltó alguna broma sobre caras de culo, o ser un estirado. Fernando tampoco le habló a Lis en portugués, por lo que la charla fue en español y muy amena, sin silencios incómodos de por medio o miradas divertidas. Después de un rato, Lisandro se da cuenta de que su sándwich se ha enfriado un poco. Volviendo su atención a su comida, coge la otra rebanada de pan y la coloca con cuidado encima del queso y el jamón. Luego, con su cuchillo, corta el sándwich en la mitad y toma un bocado. Estaba tan rico que le daban ganas de llorar
    El crujido del pan y la combinación de los sabores del jamón, el queso y la lechuga llenan su boca mientras para de hablar para comer a gusto. El sándwich es simplemente delicioso, lo suficientemente satisfactorio como para mantenerlo energizado en medio de su conversación animada.

    Con cada mordisco, Lisandro no solo disfruta de los ingredientes cuidadosamente elegidos para su sándwich, sino también de la compañía de sus compañeros.

    Lis está a punto de terminar su sándwich cuando un jadeo llama su atención. Estaba disfrutando de una merecida charla y el delicioso almuerzo cuando, de repente, un grupo de fanáticos entusiastas lo reconocen y se acercan emocionados.
    Los fans parecen emocionados de ver al nuevo y popular jugador del Libercity en persona y rápidamente interrumpen su conversación, pidiéndoles fotos y autógrafos. Los demás también son reconocidos y comienza a armarse el revuelo. Lisandro aunque no esperaba ser reconocido de manera tan inmediata, se toma el tiempo para complacer a sus seguidores.

    Amablemente, accede a las solicitudes de los fans de posar para fotos y firman autógrafos en servilletas, papel y cualquier cosa que puedan encontrar. A pesar de que está hambriento y no han tenido la oportunidad de relajarse adecuadamente después de su agotador viaje, no deja que eso afecte su actitud positiva hacia sus seguidores.

    Los chicos se toman el tiempo para hablar con algunos de sus admiradores y responder preguntas sobre su carrera profesional y experiencias en el fútbol. Mientras tanto, los demás comensales en el restaurante se dan cuenta de que estas figuras populares del deporte están en su presencia y algunos de ellos también se acercan para unirse a la emoción. De repente una enorme cantidad de gente se ha formado alrededor de la mesa y lo pone un poco incómodo, pero pone su mejor sonrisa. A pesar de que la atención inesperada puede resultar abrumadora, el conocido delantero continúan mostrando cortesía y aprecio, incluso si significa que su próxima comida tarde un poco más. Sabe que estos fanáticos son una parte fundamental de su éxito en el fútbol y se sienten agradecidos por su apoyo constante.

    —Podemos tomarnos una foto todos juntos, por favor.—Exclama una joven entre todo el ruido.—Luego tómame una con Lisandro y nuestro capitán, por favor.


    SPOILER (click to view)
    Siento la tardanza y lo corto de la respuesta. Últimamente me cuesta mucho sentarme a escribir, y nada de lo que hago me gusta xd

    Sería divertido creo que esa interacción con la fan y ellos dos. Aunque Lis muy a pasos de tortuga va tomando un poco más de confianza con Oli.
  6. .
    Se encontraba tirado en la espaciosa cama de su habitación, rodeado de silencio y penumbra, solo siendo interrumpido por el sonido de sus sollozos y el de la lluvia golpeando contra la ventana eran el único eco que llenaba sus pensamientos. Una sensación inquietante se apoderaba de su ser, llenándolo de tristeza y dudas abrumadoras.

    Aparentemente la persona por la que sus sentimientos cambiaeron, lo estaba usando. Durante ese corto tiempo, Avery había dedicado su energía y amistad a Caw, confiando en él incondicionalmente y creyendo inocentemente que no era como los demás villanos. Pero ahora, todo eso se había derrumbado en un instante. Las dudas torturaban la mente de Avery, haciéndole cuestionar cada interacción y cada recuerdo compartido con Caw. ¿Había sido solo un peón en el juego de su amigo? ¿Había llevado una máscara de falsedad todo ese tiempo? La amarga realidad se aferraba a su corazón, desgarrándolo en pedazos. Chilló aún más fuerte y agradeció que Winter no estuviera ahí para escucharlo. Sus ojos ardían de tanto llorar y sentía la piel tirante y la cara hinchada pero no le importaba; su corazón fue partido por la mitad.

    La tristeza se mantenía constante en su rostro, reflejándose en sus ojos y en la forma en que sus hombros temblaban. Cada vez que visualizaba la imagen de Caw, su amargura se intensificaba. No podía entender cómo alguien a quien consideraba tan cercano y querido podía herirlo de manera tan profunda. Era su culpa por creer que todas las personas eran buenas.
    Avery se sentía perdido y vulnerable. Cuestionaba su propio juicio, preguntándose si debió haber visto las señales de manipulación y egoísmo antes. La angustia marcaba su expresión mientras intentaba comprender cómo alguien que apreciaba y en quien confiaba plenamente pudo utilizarlo en beneficio propio y planeaba venderlo a la peor enemiga de su madre, una bruja que lo maldecía desde su primer segundo de vida.

    Todos los pensamientos se amontonaban en su cabeza, llevándolo por un camino de introspección y autoevaluación. Intentaba encontrar respuestas, pero solo encontraba más preguntas. Se sentía atrapado en un remolino de emociones y pensamientos negativos que lo consumían cada minuto un poco más.

    Avery deseaba poder volver atrás en el tiempo, antes de descubrir la verdadera naturaleza de Caw. Anhelaba que su amistad fuera genuina y desinteresada. Pero ahora, sus sueños de una amistad eterna se desvanecían en la oscuridad de la traición. Seguía atormentado por la tristeza y las dudas, lentamente comenzaba a encontrar una fuerza interior. A pesar del daño recibido, sabía que merecía amistades sinceras y auténticas. Se juró a sí mismo que sería más cauteloso en el futuro y que no permitiría que nadie más lo usara.

    Avery aprendería de esta experiencia y, aunque el camino hacia la curación sería largo y doloroso, sabía que eventualmente encontraría la fuerza para seguir adelante y construir relaciones honestas. Mientras tanto, lucharía contra la tristeza y las dudas, manteniendo la esperanza.

    Le costaba muchísimo creer lo que Kyran le enseñó...El chico no parecía tener malas intenciones en lo absoluto, o era demasiado bueno fingiendo. ¿Acaso alguien podría ser tan cínico y mentir de esa manera? Si era así, debían darle un premio por excelencia; Avery se tragó su papel de inocente por completo.

    Avery, a pesar de las dudas que lo atormentaban acerca de su amigo, decidió enfrentar la situación y resolver las incertidumbres que consumían su mente. Sintiendo una mezcla de ansiedad y determinación, Avery se levantó de la cama y fue hacia la cajonera, donde escondía el cuervo que Caw le obsequió. Cerró primero las cortinas de su habitación para quedar a oscuras. Se sentó en la cama, apretando el muñeco y murmurando el nombre de Caw, citándolo a su habitación para tener una conversación sincera y directa. Si el chico en serio quería matarlo, se estaba arriesgando mucho, pero en verdad que debía tener una explicación lo que vio. La otra opción es que sería entregado al mal y aparecería al otro día en la portada del diario escolar.

    "El cuerpo del estúpido príncipe Avery William Enid fue encontrado sin cabeza en su habitación."

    A medida que los segundos pasaban, los pensamientos se agolpaban en la cabeza de Avery. ¿Estaría Caw dispuesto a hablar con sinceridad? ¿Cómo reaccionaría su amigo ante las preguntas difíciles que se avecinaban? A pesar de estos temores, Avery sabía que era necesario afrontar la situación y encontrar respuestas.

    Esperaba que todo fuera una mentira. No quería decepcionarse.
  7. .
    Primavera estaba muy feliz de que su adorado y pequeño ahijado estuviera prestando tanta atención a su lección de magia. Últimamente lo vio algo distraído, como si tuviese la mente alejada de todos sus deberes y obligaciones y eso le preocupaba. Sabía que Avery venía con mucho peso sobre sus hombros; la reina Aurora, Flora y Fauna a veces eran algo duras con él y lo cargaban demasiado, no le dejaban ser un jovencito risueño y que viviera libre. Él no era alguien normal, desde luego que no. Ninguno de los chicos y chicas que asistían a la escuela eran personas comunes, todos y cada uno tenía su parte importante y especial, sin importar el lado que eligieron o les tocó tomar, pero el caso de Avy, era peor ya que asumiría el mando de todo, al igual que Winter.

    Por suerte preocupaciones cesaron y Avy volvió a la normalidad, y diría que estaba incluso un poco más feliz. Cantaba todo el tiempo, sus ojos eran brillantes y ya no se quejaba (tanto) de sus tareas. La sonrisa en su rostro y aura tranquila siempre eran habituales en él, pero ahora se veía diferente. Le recordaba a Aurora cuando se enamoró de Felipe...

    ¡Eso! Por las flores, ¿Acaso Avery gustaba de alguien? De su mejor amiga, Kyran, no lo creía posible. Hablaron múltiples veces del tema y todo el tiempo contestaba que era una amiga, casi como su hermana, y Primavera podía asegurar que la chica se sentía igual por él. Su compromiso fue un arreglo para el beneficio de ambos, porque Avery en realidad iba a ser obligado a unirse con el hijo de Blancanieves, y eso fue pactado desde antes de su nacimiento. Avy, como siempre logró ingeniárselas para salirse con la suya, convenciendo a sus padres con ojos de perrito mojado. ¿Quizás podría ser Winter por quien su sobrino estaba así? No lo veía posible en lo absoluto. Escuchaba rumores de los estudiantes del hecho de que White pidió el cambio de habitación para estar cerca de Avery, se decía incluso que estuvo muy desilusionado cuando supo que su unión con el rubio fue cancelada. ¿Avery finalmente correspondería sus sentimientos? Siendo que lo detestaba, la respuesta era un no.

    ¿Quién sería esa persona por la que suspiraba?

    No sabía con exactitud. Debería avisar a sus hermanas sobre el cambio de actitud en el joven principe, pero ella dejaría que la situación fluya. No intervendrá porque primero, Primavera quería que Avy fuera feliz.

    Tomó un sorbo de su té de hierbas y sonrió al niño sentado delante suyo. Él la miró e igual le devolvió la sonrisa con un sonrojo en sus mejillas, como si hubiese sido pillado pensando en algo cursi. En verdad lo encontraba adorable.

    —¡Primavera! Necesito que me ayudes con algo.—El sonrojo en el rostro de su sobrino se expandió hasta las orejas y bajó la mirada con vergüenza.—Ne-necesito que me ayudes a hacer un regalo, por favor.—Pidió en voz baja al final de la oración.

    Primavera sonrió grande. Ahí estaba la reacción que esperaba.

    —Obvio que te ayudaré, pero jovencito debes contarme algunas cosas.—Ella voló hacia él y tomó asiento a su lado.—Pongámonos al día ahora que Flora y Fauna y no están molestando.

    Avery se rió y comenzó a explicar la situación, saltando algunos detalles.


    ☆-----------☆-----------☆



    <i>Los cuerpos de agua mágicos de Kyran, cruzan todo el camino que separa ambas escuelas y parecen adquirir una perspicacia especial para espiar al sospechoso. De forma misteriosa, las aguas cristalinas se convierten en espejos líquidos que capturan y reflejan cada palabra y gesto que hace el villano.

    En la fuente que se encuentra cerca de donde aparentemente Caw habla con una mujer, la corriente parecen ralentizarse y desplegarse en un escenario líquido, formando imágenes nítidas y detalladas. Los espíritus que controla Kyran se posan en el agua como espías secretos que flotan en la superficie del agua, revelando los tratos oscuros que Caw y Maléfica están urdiendo. Los silenciosos espías observan estos espectáculos en su espejo líquido mientras transmiten las revelaciones a Kyran que espera en su habitación.

    El corazón de la joven chica se rompe y acelera. Kyran se encuentra sumida en una profunda tristeza. Su amistad con Avery era algo invaluable para ella pero ahora se veía obligada a contarle sobre la traición de Caw. Era un peso muy duro de llevar...Pero el villano pensaba venderlo a esa horrorosa bruja.

    Kyran siempre había sido una chica leal y honest, y eso era lo que hacía que le costara tanto tener que enfrentarse a una situación tan difícil. Caw, quien parecía en verdad tener buenos intenciones hacia Avery, lo había traicionado descaradamente.

    El peso de la traición parecía aplastar a Kyran. Sabía que confrontar a Avery no sería fácil. Tenía miedo de decepcionar a su amigo, de perder su confianza y de que su relación nunca volviera a ser la misma. Pero también sabía que no podía esconder la verdad.

    Corriendo fue a buscarlo desesperada. Sabía que Avery estaba en sus clases. Fue a la cabaña y entró. Allí lo vio con Primavera, haciendo una especie de pulseras con magia.
    —¡Kyran! Que bueno verte. Entra—La sonrisa de su amigo le rompió aún más el corazón.
    —¿Podemos ir a hablar afuera? Quiero contarte algo.

    Avery la miró extrañado, pero hizo cargo a su petición, y salió atrás de ella. Después de una breve explicación, Kyran finalmente encontró el valor para hablar. Con voz temblorosa, le contó a Avery lo que había sucedido. Le explicó cómo Caw había violado su confianza y cómo había puesto en peligro su amistad.

    El rostro de Avery cambió gradualmente de sorpresa a decepción y rabia. Sus ojos se llenaron de tristeza mientras escuchaba cada palabra. Kyran sintió que su corazón se rompía aún más, al ver el dolor que había causado a su amigo.

    Kyran se disculpó repetidamente, pero sabía que las palabras no podían deshacer lo ocurrido.
    —Lo siento mucho, Avy.

    Avery, emocionalmente afectado, se tomó un tiempo para procesar la noticia. En ese momento, Kyran sintió como si estuviera en la cuerda floja. Independientemente de las consecuencias, Kyran sabía que había hecho lo correcto al contarle a Avery la verdad.

    —Eso no puede ser cierto. Perdón, Kyran, pero no te creo. Yo confío en él.

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    Ahora viene lo chido.

    Avery está haciéndole a Caw el regalo que le mencionó, que le recuerde a él xd

    Pobre hijo.
  8. .
    Los jóvenes cazadores veían con suma atención a los salvajes que enfrentaba su líder y mayor de todos ellos. El riesgo al que se exponía Kyeri era enorme y aunque lo más seguro sería que ninguno de esos alfas y betas le dispararía, no podían tomar riesgos innecesarios. En la copa del árbol se formaba un intenso silencio con las armas listas para atacar en cualquier instante, pero lo cierto era que muchos de los omegas no querían hacerle daño al grupo de exploradores. Eran muy niños, todos de entre quince y dieciocho y no experimentaron el ataque que sufrió su pueblo por parte de ese género tan odiado por los mayores. Muchos sentían un miedo tan grande que calaba los huesos, pero una parte quería bajar, charlar y observar a los invasores. Les parecía divertido las miradas sorprendidas que le daban a su líder; era como si frente a ellos se presentara un hada de los bosques. No les daba la sensación de que quisieran hacer daño alguno, pero para su mala suerte Kyeriran era un Omega de carácter fuerte, guerrero y no toleraba estupideces.


    Abajo, el Omega castaño se puso a la defensiva cuando uno de esos, un tipo rubio se movió de donde estaba, con intenciones de acercarse a él. Eso no ayudó a que se relaje, por el contrario, hasta su Omega interno se posicionó alerta. Los movimientos bruscos no le gustaban. Escuchó al alfa alto que se acercó a él y reconoció la voz que le pidió bajar. Parecía el más normal de todos ellos y estaba dispuesto a hablarle sin armas o palabras sexosas de por medio. Al menos estaba feliz porque ninguno le pidió ningún favor asqueroso y eso sumaba un punto.

    No percibía ninguna segunda intención del hombre, pero daba una confianza envidiable. No sabía si era fingida o cierta, pero en serio que le provocaba un poco de respeto. Estar en una situación de vulnerabilidad en donde todo era desconocido, no era fácil. Él estaba igual, y podía asegurar que su miedo se sentía en su aroma. Cuando vio los ojos oscuros del hombre que no debía ser mucho mayor que él, de inmediato notó que no era un tipo con el que podías lidiar fácilmente, pero eso no hizo que Kyeri retrocediera.

    —No sé qué te hace pensar que te llevaré a la Ciudadela.—Gruñó sus últimas palabras y quiso intimidarlo con sus ojos blancos.—Ustedes no volverán. No dejaré que se acerquen a nosotros luego de todo el daño que hizo tu puta especie.

    Ignoró la manera en que su Omega punzaba dentro. Desde que llegó el grupo, se encontraba inquieto, algo hacía que jalara en sus entrañas, como si tuviese un remolino en el estómago que le provocaba ganas de vomitar. Era horroroso. Cuando volviera la Ciudadela, preguntaría a Jinla uno de los médicos, qué era lo que podía tener.

    Un ruido fuerte, similar a un rugido brotó de Kyeriran en dirección al hombre que se negó a dejar sus armas. Miró al evidente estúpido fijamente con ojos de muerte durante unos segundos, y fueron suficientes para que muy despacio y lentamente, colocara su arma en el suelo.

    —Por esos mismos motivos, son por los cuales no puedo llevarte con nosotros. Si lo hacen, serán esposados y dejarán todo aquí. Si veo una actitud así de este imbécil nuevamente, voy a cercenar su pene y haré que se lo coma. Lo mismo aplica para todos aquí.

    Desde lo alto del árbol, Haruha, el segundo Omega mayor de tan solo dieciocho años, observaba que la situación empeoraba poco a poco para el grupo de salvajes. La paciencia de Kyeri acabaría en cualquier momento y ordenaría matar a todos allí. Estaban en una clara desventaja ahora porque se encontraban desarmados, al menos sus pistolas que fueron dejadas en el suelo. Saltó y se movió hasta otro árbol, para confundir y no revelar su ubicación. Bajó para hacer aliento a su compañero, y evitar la muerte de algunos Alfas estúpidos. Se fue acercando sigilosamente, casi sin ser notado hasta que apareció por detrás de las personas.

    —Su nombre es Kyeriran, yo soy Haruha, y lo que dice es cierto. Si vienen con nosotros a la ciudad, deberán dejar que los esposemos de manos y pies, y serán encerrados hasta que nuestro líder y el consejo decidan qué hacer con su situación.—Explicó con su voz suave y ojos amables. Su aroma a fresas y cítricos también fue dulce, demostrando que no iba con intenciones de herir a nadie.

    SPOILER (click to view)
    Siento si la respuesta me quedó un poco corta, pero no me daba más la cabeza.

    Juro que imaginé a Timothy mirando con fijo, como sorprendido a niveles exagerados, y me reí mucho. También me hizo gracia la fuerza que Kyeri tuvo que hacer para no meterle a Jay una flecha a la cabeza jdjdjd en serio es un tipo irritante.

    Te presento a Haruha Astsumiwa. Tiene 18 años, y es segundo cazador. Huele a fresas y naranja
    úsalo como más te guste.
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    Edited by Zouayni - 17/9/2023, 08:00
  9. .
    Observó al nombre fijamente durante unos segundos largos, pero no lo suficiente como para intimidarlo o que fuera algo incómodo. Aunque no creía que pudiera perturbarlo, no estaba en su trabajo, ni llevaba su traje de héroe, y los pocos que conocían a Félix fuera de su vida laboral, decían que tenía una cara muy amigable, con la sonrisa siempre tirando de sus labios y sus pequeños y adorables colmillos mostrándose. Su mirada era amable y lo único "intimidante" que podría llegar a tener era la cicatriz que cruzaba por su cara. Por un tiempo fue su mayor complejo, pero ahora ya convivía a la perfección con ella. No le gustaba del todo, ¿pero qué podía hacer? Un villano se la hizo en una batalla.

    —¿Qué tal? Soy Félix, y la casa que está buscando es esa de allá. Por lo que sé, es la única que se renta por aquí.— Señaló la casa que era vecina a la suya. Lo único que las separaba era la cerca blanca y el jardín.

    Se asustó un poco cuando el hombre quiso acariciar a su perro y el animal le ladró. Los pelos de Mao, su gato, también se crisparon por la presencia del sujeto. Cosa rara, pero lo ignoró. A veces los animalitos eran extraños.

    Miró la casa y luego al vecino. Sonrió y le señaló su hogar. A veces el estúpido era confianzudo por demás.

    —Conozco al dueño, si quiere puede pasar a mi casa y llamarlo de ahí. Espere allí si quiere también.—Ofreció amable al desconocido.

    Para ser un héroe que vivía en primera mano lo horrible que podía ser la gente, debería ser más desconfiado, pero no, allí estaba, invitando al sujeto a su intimidad, cuando podría ser tranquilamente un loco que intentaría matarlo.
  10. .
    El Omega suspiró profundo y pensó las opciones que tenía ahora que los invasores llegaron.
    Se encontraba escondido arriba de un árbol y estaba solo, momentáneamente al menos. No tenía miedo, aunque el sudor y un calor se le subió cuando se asomó para observar que eran un grupo bastante grande de personas. Él no podría con todos ellos sin ayuda. Necesita estrategias para evitar ser descubierto por los Alfas.

    Los Alfas tienen un sentido del olfato muy agudo. Para disimular su olor y confundirlos, podría frotar hojas o ramas que tengan distintos olores en su cuerpo. Esto podría dificultar que le sigan el rastro si escapaba.

    Pero sería bastante inútil si lo oían.

    Además, si escapaba y dejaba rastros evidentes de su presencia en el árbol o en el camino, el resto de sus compañeros de caza podrían correr un peligro enorme al ir de a dos personas. Y si los Alfas seguían el aroma, llegarían al pueblo, lo que sería aún peor.

    Esperaría a que alguno de sus chicos estuviera cerca. El tiempo de caza terminaba pronto, y el punto de reunión no era muy lejos, por lo que inevitablemente pasarían por abajo de su escondite. Al verlos, haría la señal para advertir algún peligro; imitaría el sonido de un ave.

    Ahora le quedaba esperar.

    Dejó de apuntar, y se colgó el arco y las flechas a la espalda. Sigiloso se movió entre las ramas, buscando subir un poco para cubrirse entre las hojas y ramas similares a las del árbol. Se colocó estratégicamente alrededor para mezclarse con el entorno. De esta forma, sería más difícil identificarle a simple vista desde abajo. Mantuvo los ojos y oídos abiertos: Vigiló y escuchó atentamente la pelea de esos. Eran unos asquerosos salvajes que vivían para combatir y destruir todo lo que se encontraban y rodeaba. Su género era el peor de todos, y no deseaba nada más que su extinción. La pelea casi a puños que se desataba unos metros abajo confirmaba sus pensamientos, y el de toda la especie Omega.

    Los odiaba. Y con ese odio, su aroma se agriaba cada vez más.

    Mantuvo sus sentidos alerta apenas sintió el mortal silencio. La pelea cesó de golpe al igual que el insoportable griterío. Su corazón latió rápido en su pecho por la adrenalina y se preparó para poder reaccionar rápidamente en caso de peligro.

    Planificó en unos pocos segundos una ruta de escape: Tenía estudiada el área circundante y sabía a la perfección posibles rutas de escape en caso de emergencia. Esto le permitía actuar de manera más eficiente y evitar confrontaciones innecesarias. Ir a la playa podría ser una buena idea...

    Uno de los alfas habló y algo dentro de su estómago se revolvió de manera desconocida. No supo identificar qué. Su lado Omega se asustó.

    "No le harían daño" sí, como si eso pudiera ser cierto. Ya experimentó lo que significaba esa frase, y terminó con una niña. Estos eran muchos, y quién sabe lo que podrían hacerle si perdían el sentido. Así como los omegas estaban desacostumbrados a la presencia Alfa, a ellos les sucedía lo mismo. Los únicos que quedaron en el mundo fueron los Beta, y su género no tenía un aroma tan perceptible.

    Unos sonidos de aves conocidos lo hicieron mirar a todo su alrededor y buscar el lugar de dónde provenían. Unos árboles a una corta distancia suya se movieron como si el viento los sacudiera. Una mano le hizo señas de que su equipo de caza lo cubriría.

    Uno tenía que ir sí o sí. No había opciones, al estar todos podrían cazarlos sin mayores por menores. Si atacaban, los matarían antes de que esas estúpidas armas pudieran siquiera apuntarles. Contaban con ventaja en el terreno; trepaban, cazaban, vivían en esta densa selva y la conocían de memoria. Sus ropas ligeras ayudaban a que fueran ágiles, porque los Omega no eran muy grandes y musculosos, pero sí ágiles y rápidos.

    Kyeri se paró en el borde de la gruesa rama del árbol, mirando hacia abajo al lugar donde se encontraban los alfa. Sentía un nudo en el estómago y su corazón latía desbocado. El miedo la recorría de pies a cabeza, pero no podía permitirse rendirse. Sabía que tenía que sacrificarse por el bien de sus compañeros Omega. Era su deber como principal guerrero.

    Respiró hondo y recordó por qué haría semejange acto. Los alfa habían maltratado y acosado a su género y pueblo en tiempos pasados. Él sufrió eso en carne propia, y no dejaría que pasada otra vez. Kyeri se obligó a recordar la fortaleza y la valentía que tenía en su interior. Comenzó a descender por el árbol. Cada centímetro que bajaba lo acercaba más al peligro, pero Kyeri se repetía a sí mismo que no debía ceder al miedo. Había visto a sus compañeros Omega sufrir demasiado, y estaba decidido a hacer todo lo posible para protegerlos.

    A medida que se acercaba al suelo, pudo ver a los múltiples alfas armados en ronda, cubriendo un pequeño grupo desarmado con alfas y unos pocos betas. Adelante de los que suponía eran militares, había dos solos. Su presencia intimidante y sus miradas de entre desconcierto, deseo e incredulidad solo aumentaban el miedo de Kyeriran. Sin embargo, recordó las historias de resistencia y valentía que había escuchado sobre los Omega en el pasado. Esa valentía ancestral corrió por sus venas y lo llenó de determinación. Con el coraje en su interior, Kyeri se acercó con pasos suaves, pero recto. Todos bajaron las armas hacia él, sorprendidos de ver a un Omega. Sabía que no le dispararían, menos al ver que iba solo y con las armas enganchadas a su espalda.

    Los murmullos, los jadeos de sorpresa y aromas fuertes y dominantes llenaron el aire, pero Kyeri no permitió que eso lo afectara. No caería jamás de rodillas ante ellos.

    Se paró a un metro de los dos alfas que estaban separados del grupo y miró al de cabello azabache directamente a los ojos. Los propios se tornaron de color blanco, advirtiéndole que no se dejaría pisotear. Sabía que estaba tomando un gran riesgo al enfrentarse a él, pero también sabía que era necesario. Parecía su líder, y con él hablaría.

    Sus oídos oyeron el ruido de pájaro, que significaba que a su señal estaban listos para atacar desde la altura.


    SPOILER (click to view)
    Espero que te encuentres mucho mejor ahora. A veces se pone algo difícil escribir algo cuando se está mal :c

    Tú tranqui que yo espero.

    Quiero aclarar que el lado omega de Kyeri no sintió miedo por escuchar la voz de Hone. No sabe qué es, pero te aseguro que miedo no. El en cambio sí xd

    Nos leemos c:
  11. .
    Dejé de lado los libros y las hojas antiguas que podría leer durante horas. En serio me veía tentando, muy tentado a tomarlas prestadas, pero debía tener un poco de ética. Además que sería muy sospechoso. Se supone que un joven fino no era ladrón.

    Miré a Maximus y sonreí por sus palabras. Quería recuperar el colgante, y sabía que lo haría. Aunque no tenía apuro alguno en hacerlo.

    —Ese collar me lo regaló una persona muy importante para mí. Dice mi madre que perteneció a un pirata, y por eso es tan especial.—Expliqué, cruzando mis piernas. —Además tiene el detalle de que la piedra preciosa que sostiene el dragón es tornasol. Si la pones a la luz solar, se torna de un color morado de muy bonito.

    Y por mi apodo es que me lo regalaron, pero él no tenía por qué saberlo.

    Si teníamos un tiempo mal, ¿qué podríamos hacer? Lo pensé un poco. Quería ver el barco un poco mejor.

    —Sería genial que pudieras enseñarme mejor el barco. Nunca estuve en uno.

    Me sentía increíblemente intrigado y maravillado por el imponente y hermoso barco. Desde el momento en que lo vi, mi curiosidad se despertó al instante. Su tamaño majestuoso y su elegante diseño capturan mi atención de una manera irresistible. Necesitaba conocer todos los detalles sobre este impresionante barco. ¿Cuántos metros de eslora tiene? ¿Cuántas cubiertas? ¿Cuántos camarotes alberga en su interior? Me muero por explorar cada rincón de esta maravilla náutica y descubrir sus lujosos espacios.

    Me pregunto cómo serán sus interiores, qué mármoles y maderas nobles embellecen sus salones y camarotes. Estoy ansioso por descubrir los secretos que guarda este hermoso barco. Siempre era necesario el conocimiento de cómo funcionaba todo. Nunca me gustaría estar frente a los caños del Kraken.

    Me intriga saber cómo es la vida a bordo de Maximus y cómo se satisfacen todos los caprichos y necesidades de la reconocida tripulación

    Pero mi curiosidad no se queda solo en lo visible. También me gustaría conocer un poco más del pasado de su capitán y su historia.

    —Cuéntame también un poco mas sobre ti. ¿Cómo acabaste aquí?
  12. .
    Avery estaba extremadamente molesto e incómodo por la cita forzada con Winter White. Desde el momento en que Fauna le dijo que Winter quería salir con él, Avery sintió una sensación de intranquilidad que no podía ignorar. No creía que quisiera salir con él tampoco, pero era una manera de suavizar que sus madres lo estaban obligando a eso.

    En primer lugar, Avery no tenía ningún interés en Winter. No había nada en él que le llamara la atención o le atrajera de ninguna manera. Sabía que era importante ser honesto consigo mismo y no forzar sentimientos que simplemente no estaban presentes. El chico no le terminaba de agradar, por mucho que Winter intentara ser su amigo.
    Además, Avery se sentía atrapado en esta situación incómoda. No le gustaba la idea de tener que pasar tiempo con alguien que no le interesaba, especialmente cuando había sido empujado a ello por su intensa madre. Sentía que su libre albedrío había sido retirado y su capacidad de hacer elecciones personales había sido anulada.

    La falta de autonomía también se sumaba a la molestia del rubio. No poder decidir con quién quería pasar su tiempo libre y tener que soportar un encuentro obligatorio le hacía sentir como si estuviera fuera de control de su propia vida. Era frustrante y sentía que se le faltaba al respeto y se menospreciaba su capacidad para tomar decisiones informadas sobre sus cosas privadas. Él tenía más que claro que nunca podría ser libre al 100 de sus obligaciones, pero las situaciones como esta, simplemente lo irritaban.

    Y allí estaba, tomando su tercera taza de té de manzanilla, mientras su cabeza se desconectaba de la charla y sentía atento la maravillosa mezcla de colores y aromas en el jardín. Tiene flores exuberantes y plantas exóticas que crean un ambiente encantador. Está rodeado de elaboradas estructuras de enredaderas que forman un techo verde, proporcionando sombra y privacidad. Las enredaderas están adornadas con pequeñas luces brillantes que se encienden al anochecer, creando un ambiente mágico.

    A lo largo de los caminos empedrados, hay bancos de madera tallada con cojines mullidos donde los visitantes pueden sentarse y disfrutar del paisaje. Alrededor de los bancos, hay maceteros coloridos con diversas hierbas y plantas aromáticas que impregnan el aire con sus fragancias.

    Sin dudas le parecía un espacio precioso para venir y compartirlo con otra persona.

    Pensó en lo divertido que sería pasear por ese lugar con la otra persona y disfrutar la vista de todos esos colores y hermosas plantas. Degustarían diferentes pasteles y se reirían un poco. Bueno, él reiría, y su amigo mostraría un lindo intento de sonrisa sin mostrar sus dientes. Se le formaban unos hoyuelos muy pequeños cuando lo hacía y era algo que encontraba adorable.

    Una punzada lo distrajo de sus ensoñaciones cursis, justo detrás de su oreja. Dios, esa maldita marca pinchaba por momentos luego de estar cerca de Caw. No sabía si era algo normal, pero le causaba cierto ardor.

    —¿Te encuentras bien, Avy?—Preguntó Winter mientras se inclinaba más cerca de él.

    El rubio se cubrió el lugar, desesperado por esconderla. Nadie podía verla, absolutamente nadie. Mucho menos Winter. Él seguro le diría a todo el mundo sobre ello, y levantaría sospechas en su mundo. Sería extraño.

    —Sí, Winnie, estoy bien, solo me duele mucho la cabeza. Debo haber comido demasiado.—Se excusó con el otro príncipe, alejándolo educadamente.

    Y con eso, Winter pareció calmarse y aunque le dio una mirada algo rara, como si sospechara, lo ignoró y volvió a su charla.


    .




    En una noche oscura y lluviosa, Kyran se encontraba junto al lago en el antiguo bosque encantado de la escuels. Con su conocimiento en magia de agua, empezó a recitar conjuros antiguos mientras derramaba unas gotas de agua. El agua comenzó a vibrar y a tomar una forma etérea, dando vida a los pequeños espíritus acuáticos.

    Los espíritus seres translúcidos y brillantes, emergieron del río y se agruparon junto a Kyran. Conscientes de su misión, siguieron las órdenes de la chica para infiltrarse en el reino de los malvados y espiar al misterioso villano que se había ganado la amistad —y sospechaba que algo más— de su mejor amigo.

    Silenciosamente, los espíritus se desplazaron por el oscuro bosque hasta alcanzar las murallas que separaban los territorios. Como seres etéreos, lograron atravesar las estructuras sólidas sin ser detectados. Se deslizaron por las tuberías y se filtraron en las habitaciones del castillo.

    Una vez dentro, los espíritus de agua observaron de cerca las interacciones entre el villano Caw y el resto de sus compañeros. Escucharon sus conversaciones, vieron cómo planeaban sus siguientes movimientos y observaron las acciones del villano cuando creía estar a solas.

    Los espíritus de agua regresaron a Kyran con la información recopilada. Revelaron que no tenía planes malévolos y al parecer no se estaba aprovechando de la confianza del príncipe para obtener beneficios propios.

    No notó nada muy extraño. Solo el hecho de cómo era cuando se enfadaba o le amenazaban. Kyran cuando lo vio hablar con Avery fue todo educado y sonriente. En cambio a ese otro chico, Jamil, lo amenazó sin inmutarse.

    Pero no se confiaba. El chico algo ocultaba, y eso podía olerlo. Lo sentía en sus huesos. Necesitaba saber si lo que guardaba era algo malo o perjudicial para Avery; ella buscaba nada más que el bienestar de su mejor amigo.

    Averiguaría más al respecto antes de sacar conclusiones precipitadas. Además, algo sí era muy sospechoso, y es que tanto Avery como Caw parecían llevar marcas similares. Y daba la casualidad que a ambos les dolía y molestaba por momentos.

    ¿Llevarían la misma maldición acaso?

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    Siento si Avery se ve muy cursi con esos pensamientos de adolescente enamorado de su primer crush, pero eso es lo que es al fin y al cabo (?) Me da mucha ternura escribir sus sentimientos.

    Y eso de Kyran yendo a espiar a Caw me pareció una buena idea (?) Ya que ella sospecha, pero no puede llegar a ninguna conclusion, si lo ve con Maléfica se desatará todo.

    Aunque no sé si querrá decirle eso a mi chico, porque seguramente le romperá el corazón.

    No me gusta verlos sufrir, pero la idea de que sean un Romeo y Julieta en plan si yo muero mueres conmigo, me agrada xd
  13. .
    Riven miraba el jardín muy sonriente mientras pasaba la mano por la piel escamosa de su adorado y hermoso Sulli. Su cuerpo se deja llevar por el relajante momento, con Balu sentado a su lado, y charlando sin incomodidades entre ellos, ya no sentía emanar de Balabhadra feas energías. Quizás momentáneamente se le podía cruzar una angustia que se reflejaba en su muy bonito rostro, pero luego de eso, nada más.

    Sulli se contagió de ellos, y se recostó en el pasto. Riven frenó sus caricias, y se apoyó contra el costado del enorme dragón, quedando semirecostado, con su espalda apoyada y piernas estiradas.

    Riven se sonrojó hasta la punta de sus orejas por las agradables palabras de su pareja, y le devolvió el gesto, sonriendo igual de deslumbrante y alegre que él. Apretó sus manos, y se sintió muy bien.

    —En este mundo la mayoría de los poderosos busca el beneficio de las personas nobles, olvidándose de que existen muchísimas más criaturas. Mis padres no son malos reyes, pero últimamente han perdido el rumbo. Mi padre ya no oye a los Dioses, y eso está muy mal, porque son la razón por la que nosotros existimos, y no oir sus opiniones es una falta de respeto.

    Riven le tenía un profundo amor y respeto a su padre, pese a sus acciones equivocadas, y el hecho de que insistió en casarlo con un amigo suyo, muchos años más grande que él, y un tirano. Vamos, su padre también tenía alrededor de unos doscientos cuarenta años, pero lucía muy bien, tanto como una criatura con orejas de gato y cola de demonae podía llegar a ser bella, pero el sujeto con el que planeaba unirlo era un barrigón con severos problemas de higiene y dientes y uñas amarillentas por fumar hongos. Ni hablar de las piernas de cabra. El Emperador Hari Marueniny Jaz Ika Lumine, estaba completamente loco al pensar que su único y adorado bebé se casaría con semejante cosa. Su madre se rió un poco cuando mencionó la idea.

    Riven es un ser precioso y él mismo cree que merece el mundo, ni hablar de caer tan bajo.

    ¡Y vaya que los Dioses acertaron con Balabhadra! El tipo era un muñeco. Lo miró fijamente, y tuvo que fingir que le picaba la barbilla, para girar la cabeza y rascarse con su hombro derecho, de esa forma, su sonrojo pasaría desapercibido. Y no iba a soltar sus manos ni de chiste; el hombre inició un contacto con él, y no se soltaría jamás. Que vengan a cortarle el brazo a la altura del codo.

    Estaba feliz, hasta que las palabras de su compañero le trajeron de un golpe a la realidad.
    ¿Cómo le explicaba que el matrimonio no sería fingido? Si sus Dioses lo llevaron a él, entonces la predicción del Horáculo era cierta, y no había nadie más para Rivs, así como no había nadie más para Balabhadra. Los Dioses los quisieron juntos, aunque eran de realidades y mundos totalmente opuestos. No podía existir otro verdadero amor, por más que lo quisiera. En su mundo, si dos almas eran escogidas por el horáculo y los Dioses, significaba que su unión ya fue pactada incluso desde antes de sus nacimientos, y todo era destinado. Se oía muy cursi, pero era la realidad.

    ¿Debía decirle? Sinceramente sí, pero su egoísmo le ganó, y optó por ocultar la verdad. Esperaba que la suerte lo ayudara, y quizás Balu no quisiera irse cuando toda la travesía acabara. Ya sea porque se enamoraba de él, o porque se enamoraba de Ciudad Eterna. Sea cual sea el motivo, no le importaba demasiado.

    Si él se iba ahora que lo encontró, seguramente enfermería, pero, de nuevo, no le diría.

    Fingió una sonrisa y asintió repetidas veces.

    —Me alegra mucho que pienses en ayudarme. Te agradezco con el corazón, Balabhadra Sharma.

    Al menos sonaba sincero.

    Ellos debían hablar de presentarle a sus padres, para darles su bendición y decirles que encontró a su pareja destinada practicando magia de invocación. Algo que tenía prohibido hacer. Además, esperaba no enfadar y decepcionar a sus padres por hacer todo a escondidas. Pero no tuvo opción.

    Ya empieza a sentir un profundo miedo al tener que mentirle a Balu y también al enfrentarse a sus progenitores. La mentira la ha odiado desde niño, y tener que hacerlo se le presenta como una pesadilla constante en su mente, generando una intensa ansiedad en su interior.

    El miedo de Riven se alimenta de la posibilidad de decepcionar a Balu, sabiendo que el chico comenzaba a confiar en él. Teme que su mentira pueda dañar esa confianza y poner en peligro la relación de amistad que han empezado a forjar. La idea de enfrentar la decepción y el enojo le produce una sensación de angustia y desasosiego.

    Además, experimenta miedo ante la idea de enfrentarse a sus progenitores. Imagina el momento en que tendría que revelarles la verdad y enfrentar las consecuencias de sus acciones. Siente temor por la posibilidad de sufrir su desaprobación, el regaño o incluso el castigo que podrían imponerle. La idea de defraudar a sus padres y enfrentar las consecuencias se vuelve una fuente de preocupación que sabe, pronto se comerá su mente. Se encuentra atrapado en un conflicto interno entre el miedo a la reacción de Balu, la posibilidad de destruir su amistad y el temor a afrontar la decepción y el castigo de sus progenitores. La probabilidad de que Balabhadra quiera dejar Ciudad Eterna y volver a su mundo, al enterarse, era casi segura. Sin él en medio, Riven quedaría sin nada. Terminaría casado con alguien odioso, decepcionando a sus padres de por vida, y castigado.

    Inhaló profundo y contó hasta veinte. Se apoyó aún más en Sulli, y apretó las manos suaves y tibias que lo sostenían. Eso al menos le daba un poco de consuelo.

    Sonrió a Balu, tratando de vaciar sus pensamientos negativos y se concentró sólo en él.

    Me sorprenden estas acciones del señorito. Nunca te vi hacer algo así, y sabes que está muy mal engañar a mi hijo.

    ¿QUÉ CARAJO?

    Se removió asustado, e hizo silencio.

    Nada. Por un segundo pensó que Omikami se comunicó con él. No, nada más eran sus pensamientos intrusivos.

    De hecho sí existe, la más poderosa es de Illya y Mare, pero te contaré más adelante de ellas. Háblame de Rhada, ¿quieres?

    Antes mencionó que esa Diosa era quién los bendijo. Necesitaba saber más de ella.


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    ESTOY ENAMORADA DE CADA UNO DE LOS DIOSES QUE PONES.

    Aunque si Balu se atreve a engañar a Riven, él sería capaz de poner su nombre en cada parte del castillo. O carteles similares a este.

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    En fin, estaba pensando, no sé qué piensas, de presentar a Balu a los padres de Riven pronto. Quizás puede Rivs enseñarle un poco más el castillo, como su alcoba, la biblioteca, o la sala de arte que mencionó antes.
  14. .
    Félix luego de ducharse, se realizó la rutina de skincare, haciendo los cinco pasos a la perfección, siguiéndolos religiosamente, eso hacía que su piel fuese tersa y muy muy bonita y suave. Le gustaba realizar ciertas rutinas en sus días libres, porque pocas veces los podía disfrutar. Luego cepilló su cabello ondulado y largo que caía por su espalda. Lo dividía en partes, y con crema de peinar lo cepillaba, comenzando por su parte de abajo, que era la colorida, e imitaba los colores que la cueva de sus ilusiones tenía. El cabello era hereditario, pero nunca se quejó ni cuestionó por qué era así, ya que lo encontraba muy lindo.

    Hoy su día se basaría en no hacer absolutamente nada. Quería comer algo rico, ver películas recostado en su sillón, y más en la tarde, sacaría a pasear a su gato y perro.

    El día estaba soleado, pero Félix decide dedicarse completamente a su ocio y disfrutar de un merecido descanso. Después de meses de ardua trabajo, finalmente ha logrado atrapar al temido villano que había aterrorizado a la ciudad durante mucho tiempo. Sabía que era algo momentáneo, y seguro él escaparía como siempre, pero de momento quería gozar el triunfo.

    Félix: 1
    Jester Shadow: 0

    Se levanta lentamente del sofá y se estira con una sonrisa de satisfacción. La tranquilidad y la calma invaden su hogar.

    Después de una deliciosa comida, Félix decide pasar la tarde en su jardín. Con una taza de café en la mano, se sienta en una cómoda silla al aire libre y simplemente disfruta del sonido de los pájaros cantando y el aroma de las flores que florecen en su jardín. Sin preocupaciones ni pensamientos sobre su trabajo, Félix se permite relajar su mente y sentirse en total armonía con la naturaleza.


    Cuando la brisa fresca lo golpea, entra en la casa. Félix se acomoda en su sofá favorito y elige ver una película de acción. Sin embargo, en lugar de analizar cada detalle y buscar posibles pistas, se entrega completamente a la trama y se permite disfrutar simplemente de la película como un espectador.

    La noche cae lentamente y Félix se sirve una copa de vino tinto mientras se sienta en su balcón, admirando el cielo estrellado. La sensación de calma y alivio que lo embarga es indescriptible.

    Antes de que el cielo se oscurezca por completo, le pone las correas a sus mascotas, toma la basura y sale a pasear por el vecindario. Está algo fresco, pero con una sudadera se puede estar sin morir de frío.

    Sacando la basura se cruza un vecino. Él por ser cordial lo saluda, pero el tipo era algo extraño, siempre callado, con la cabeza gacha y una mirada perturbada.
  15. .
    Empezaba a creer que el que Jester buscara su atención era algo en serio, y no sólo una broma de mal gusto de parte del villano para molestarlo. Quedó algo desconcertado cuando de repente, las sombras que controlaba, soltaron a las personas que tenía de rehenes, y los dejó sanitos, sin un rasguño.

    Uy quieto. Félix no entendía nada.

    Todo lo que tenía que hacer para que el villano Jester dolor de cabeza Shadow no lastimara a nadie era ¿besarlo? No lo podía creer, en serio era el colmo de los colmos.

    Tendría que comenzar a besar enemigos más seguido, si eso daba buenos resultados. Lo implementaría la próxima vez.

    Se tapó el rostro para esconder la risa que le salió por el pensamiento, y para sumar, la escena delante de sus ojos de Jester insultando al oficial de policía, y luego verlo subirse encima de la patrulla, mientras saludaba y lanzaba besos como si estuviera en el carro de un desfile, no ayudaba para nada. Pero no estaba para nada bien que un héroe se riera de esa situación.

    Durante años, había dedicado su vida a proteger a los inocentes y combatir la oscuridad que amenazaba la ciudad, pero vaya que nunca presenció semejante villano peculiar

    Un día, apareció el renombrado villano Jester Shadow que era conocido por su capacidad de manipulación y engaño, y había estado sembrando caos por todo el lugar. Sus malvados planes y su insaciable sed de poder habían causado estragos inimaginables.

    Eyeleth no tardó en enterarse de las fechorías de Jester Shadow y se dispuso a atraparlo. Nunca pudo hacerlo, puesto que siempre escapaba. Finalmente, tras una ardua lucha, y mucha paciencia. Eyeleth logró que le colocaran a Jester Shadow las esposas

    Cuando el oficial aseguró las esposas del villano, una sensación de alivio lo invadió. Sabía que, al capturarlo, habían salvado a muchas vidas inocentes y restaurado el equilibrio. Sin embargo, Eyeleth también era consciente de que su trabajo no había terminado. Siempre estaba la posibilidad de que escapara. Y se lo veía venir.

    Con su cometido cumplido, Félix regresaría a su hogar para descansar y reponer fuerzas. Sabía que el mundo siempre estaría lleno de adversidades, pero también confiaba en su capacidad para enfrentarlas y defender la justicia sin él.

    Al menos, eso quería hacerse creer. Necesitaba esa sensación de paz mental por un rato, sin ese villano que era para caso de psiquiátrico. Por un tiempo sería libre de dormir un poco más, de hacer sus patrullas en paz, enfrentado nuevos sujetos, sin esa sensación de que en cualquier segundo aparecería el susodicho y le gritara todo tipo de groserías no aptas para oídos sensibles.

    Quería hacer valer ese tiempo, antes de estrenarse.
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