Posts written by Chibi Boo.

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    "I don't think I'm meant to be with you
    I don't wanna make you sad
    All the time just feeling bad
    Boy, don't make me fall in love with you
    I don't think I'm right for you
    I'm just disappointing you.

    Lonely nights like these you just stumble in my head
    And I’m wondering what you’re doing
    And why maybe I'm not dead
    The thought of you still kills me
    I know I’m a stupid guy"


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    SPOILER (click to view)
    Nombre: Ryan Mars.
    Edad: 20 años.
    Ocupación: Estudiante de Derecho.
    Universidad: Universidad de Chicago.
    Lugar de nacimiento: Chicago.
    Lugar de residencia: Chicago.
    Rol: Versátil.
    Orientación sexual: Homosexual.


    Los primeros brazos que acunaron a Ryan pertenecían a una mujer que no seguía un tierno instinto maternal, sino su adoración por la más que generosa cantidad de dinero recibida mensualmente como sueldo a cambio de su trabajo como niñera. Nunca conoció la suavidad de los labios de su madre besando su mejilla, ni tampoco la calidez del regazo de su padre. Tenía al alcance todos los juguetes que cualquier niño podría desear, pero él siempre deseó que sus padres dejaran de consentirlo y le regalasen un poco de su tiempo, al menos el suficiente para algún día poder llamarlos “papá” y “mamá” sin tener la sensación de estar fingiendo.

    Pronto todo empezó a aburrirlo y perdió el interés en aquello que debería resultar divertido para un niño. Las cosas no mejoraron demasiado en su adolescencia, no intentó seguir los pasos de sus compañeros ni tampoco pretendió integrarse. Aún así, sin darse cuenta, todo cambió en la universidad, donde terminó rodeado de personas que querían entablar amistad con él. Lo más lógico era pensar que el motivo de ello era el dinero, pero aquella universidad era tan prestigiosa y cara que jamás podría ser pisada por el hijo de un simple obrero.

    Solo había una explicación; realmente querían ser sus amigos.

    Aprovechando que después de tantos años recibía la atención de alguien, decidió intentar socializar por primera vez en mucho tiempo. No se convirtió en el alma de la fiesta de inmediato, pero pronto se acostumbró a la sensación de estar rodeado por otras personas. Nunca se había considerado un chico influenciable, pero quizá no fue puesto a prueba hasta aquel momento.

    Debido a las ausencias prolongadas de sus padres, quienes pasaban largas semanas de viaje por negocios (o al menos eso le decían), su mansión pronto se convirtió en el lugar predilecto de reunión para su grupo de amigos. No importaba qué quisieran hacer, siempre iban ahí e incluso empezaron a tomarse la libertad de ir sin siquiera pedirle permiso.

    “Somos amigos, tu casa es nuestra casa”. Eso le decían siempre, y Ryan solo podía pensar que era lógico y por ende, que era cierto.

    No todo lo que parece ideal en un principio termina siéndolo, sus amigos pronto demostraron ser lobos con piel de oveja. Todo inició con una fiesta para celebrar el nuevo curso universitario, un evento inocente al que solo acudirían algunos de sus compañeros de clase. Pero a veces, cuando sobra el dinero, los límites que no deberían sobrepasarse parecen volverse más difusos. A la fiesta terminaron acudiendo cientos de personas, prácticamente nadie se conocía entre sí.

    Ryan no recuerda mucho de aquella noche. Un amigo lo invitó a tomar un trago, cuando el vaso ya estaba vacío le dijo que en realidad se había tomado droga mezclada con la bebida. Él no pudo enfadarse, mucho menos cuando el contrario le dijo que tan solo era una broma y que era lo normal, Ryan iba demasiado colocado para pensar con claridad. De hecho, no tenía por qué suceder nada, solo sería una vez… o eso pensó.

    Se despertó a la mañana siguiente con un chico a su lado, su ropa interior estaba perdida en algún rincón de la habitación y el desorden presente en su cabello le dio alguna pista de lo que había sucedido; aunque la desnudez de ambos terminó por corroborar que su virginidad ya formaba parte del pasado y que al parecer sentía atracción por los hombres.

    “Solo es un día” terminó convirtiéndose en “solo una vez más”, y en muy poco tiempo se encontró a sí mismo celebrando fiestas con sustancias ilegales casi todos los fines de semana. No importaba cómo quedase su hogar después, con solo un chasquido de dedos vendrían las personas que fueran necesarias y lo dejarían todo limpio e impecable de nuevo. ¿Y las drogas? Bueno, nunca ha llegado a ser dependiente, pero sí le gusta contar con ellas siempre que está de celebración o tiene un mal día.

    Desde que sus amigos lo iniciaron en esta nueva vida se siente más libre, quizá importante y necesario por primera vez, aunque no sé percata de que tan solo es una ilusión momentánea. Siente que lo ayudan a evadirse de su existencia vacía, y está seguro de que les debe gratitud eterna.

    Dotado de facciones juveniles parece embellecer con el paso de los años, solo su mente aparenta percibir el continuo desgaste del tiempo. Su aspecto lo asemeja a cualquier joven de buena familia, vestido con prendas que muy pocos podrían si quiera alcanzar a rozar con la yema de sus dedos, y siempre dispuesto a gastarse demasiado dinero en cualquier trivialidad que se le ocurra.

    Aunque de pequeño era muy callado y tranquilo, y así fue durante muchos años, ahora se esfuerza por mostrarse extrovertido y nervioso. Intenta mantener sus días ocupados, eso lo ayuda a no pensar más de la cuenta. De hecho, hace mucho tiempo que no se detiene a reflexionar sobre su vida. No recuerda la última vez que vio a sus padres, y desde luego no leyó la carta que le enviaron por su cumpleaños; le bastó echarle un vistazo para distinguir que ni siquiera la habían escrito ellos.

    No siente remordimiento alguno para derrochar el dinero de su familia, lo usa a su antojo y sabe que nadie le reprochará nada. Siempre ha pensado que al menos sus padres le deben eso.

    Actualmente está estudiando Derecho en la universidad, su abuelo ya lo estudió en su época, y su padre siguió el mismo camino. Nadie tuvo que preguntarle qué quería hacer, ya lo habían decidido sin escuchar primero su opinión. ¿Y cuál es su opinión? Bien, Ryan pasó su infancia sin la compañía de otros niños con los que jugar, y eso provocó que invirtiese gran parte de su tiempo dibujando. Pronto se convirtió en su pasión secreta, y aunque él nunca ha confiado en sus habilidades, la verdad es que posee bastante talento.

    No se lo ha confesado a nadie, ni tampoco pretende hacerlo nunca. Ahora ni siquiera consigue atender con regularidad a sus clases, falta a menudo y sus notas pronto se verán afectadas, al menos si no puede intervenir alguna de sus influencias a cambio de una generosa cantidad de dinero.

    El dulce niño que anhelaba el amor de sus padres todavía vive en su interior, pero está escondido debajo de la falsa apariencia que él mismo creó para dejar de sentirse solo. Al final parece que ha terminado creyéndose su propia actuación, y ya no sabe distinguir su yo verdadero.

    Apariencia:
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    Datos extra:

    — Nunca se ha sentido atraído por ninguna chica, ha dado por sentado que es homosexual. Nunca se lo ha contado abiertamente a nadie, pero todo el mundo lo ha visto besándose con otros chicos en fiestas.

    — Su mejor amigo se llama Albert, prácticamente ya está viviendo en su casa porque es donde pasa la mayor parte del día.

    — Mantiene la discreción sobre sus acciones gracias a sobornos que reparte mensualmente entre todos los sirvientes.

    — A pesar de ser bastante influenciable por sus amigos, que no son conocidos precisamente por su buen temperamento, en realidad se considera incapaz de hacer algo que pudiera dañar a otra persona.

    — Tenía un perro al que quería mucho, pero un día desapareció y nunca lo ha vuelto a ver, tampoco quiso tener otra mascota porque sentía que nadie podría ocupar su lugar.

    — Tiene una marca de nacimiento con forma de “V” en su hombro izquierdo.

    — Sin ir muy a menudo al gimnasio ha conseguido mantenerse bastante en forma, es consciente de que muchos de sus compañeros lo consideran atractivo, pero nunca lo ha visto como un mérito. Aún así no desaprovecha la ocasión de utilizar sus encantos para llevarse a quien le gusta a la cama o conseguir otros objetivos.


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    Extra links:
    Brandon ; Valerie ; Derek




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    Ryan sabía que estaba soñando. Se encontraba irremediablemente atrapado en la misma horrible pesadilla que tenía desde hacía meses; aquella en la que huía por los oscuros y desiertos callejones de Chicago en un desesperado intento de correr más que la muerte. Por mucho que se esforzara en tratar de controlar el sueño, nunca conseguía ponerse a salvo. Una oscura figura lo acorralaba siempre detrás de un viejo almacén abandonado y él era incapaz de moverse, su cuerpo perdía toda la fuerza y se convertía en una indefensa marioneta a merced de su enemigo. Este no tenía unos rasgos bien definidos, no pronunciaba palabra alguna y poseía una agilidad sobrehumana. Con su mera presencia conseguía evocar una sensación de verdadero terror.

    Despertó pálido y tembloroso, con el rostro puntuado por pequeñas gotas de sudor. Y allí estaba Albert; sentado a los pies de su cama, lo observaba en silencio. Ryan lo miró con los ojos muy abiertos, en su confusión de recién despertado el rostro de su amigo, oscuro por la nula iluminación de la estancia, parecía contener vestigios de la diabólica presencia que lo acechaba en su sueño. No obstante, enseguida pudo calmar sus nervios al darse cuenta de que había regresado a la seguridad de su verdadero hogar.

    — Has gritado — le informó Albert en esa voz suya tan dulce como la miel.

    Ryan se enderezó sintiendo como los latidos de su corazón empezaban a recobrar su habitual compás. No sabía qué hora era, ¿quizá mediodía? Ni siquiera tenía hambre. Tampoco recordaba nada de la noche anterior, pero los continuos pinchazos en su cabeza le indicaban que la fiesta debía haber seguido el ritmo frenético de siempre, siendo un completo éxito.

    Desvió su mirada hacia el otro lado de la cama, comprobando que nadie yacía a su lado. No se había acostado con ningún invitado. Sabía que Albert no había dormido a su lado porque siempre terminaba demasiado borracho para subir las escaleras, y en caso de que lograse tal hazaña, se perdía en la inmensidad de esa mansión que todavía no tenía del todo familiarizada.

    — ¿Te he despertado? Lo siento mucho. — El moreno esbozó una leve sonrisa, viéndose incapaz de levantarse.

    El contrario también sonrió.

    — Solo he venido a cerciorarme de que no eras víctima de ningún intento de asesinato. — Bromeó echándose a reír, una reacción muy típica en él.

    — Vaya, eres todo un caballero andante. Aún no conocía esa faceta tuya. — Ryan respondió contagiándose de la risa contraria. — Pero ya puedes irte, tranquilo. Voy a dormir un rato más, tengo la sensación de que mi cabeza va a estallar en cualquier momento.

    Albert se mantuvo inmóvil, al parecer atrapado en una poderosa contienda interna. Sabía que su amigo quería descansar, aún así dejarlo solo parecía una mala idea, sobretodo después de lo acontecido. No ignoraba la existencia de las pesadillas de Ryan, hacía varias semanas que lo escuchaba retorcerse en sus sueños y aunque en un principio no quiso darle importancia, ahora empezaban a ser un problema. ¿Sería un efecto secundario del éxtasis?

    Los restos de la pesadilla que acababa de tener el moreno se agitaron inquietos en su mente mientras una suave brisa entraba por la ventana abierta y le besaba la piel. Hasta ese momento no se percató de su propia desnudez, pero ni siquiera intentó subir la sábana de seda para cubrirse. Ambos jóvenes se profesaban una gran confianza mutua, o al menos Ryan empezó a considerar al contrario como un hermano desde que su amistad se volvió tan cercana. También apreciaba a sus otros amigos, pero con Albert sentía una complicidad especial; quizá porque fue el primero en acercarse a él cuando tendía a alejarse de los demás.

    Sin darse cuenta sus pensamientos empezaron a difuminarse, sus párpados se hicieron pesados y sintió una irremediable necesidad de cerrar los ojos.

    Cuando los volvió a abrir se percató enseguida de la ausencia de su amigo. Se preguntó si se habría reunido con los demás, y si todos aún seguirían en su casa o habrían regresado a sus respectivos hogares.

    Desde su cama contempló cómo la noche se filtraba a través de las puertas abiertas del ala oeste, Albert se habría olvidado de cerrarlas. Extrañaba hacerse un ovillo bajo los dorados rayos solares como un gato somnoliento y feliz, últimamente tenía la sensación de que solo estaba despierto durante la noche. Siempre había preferido la fría belleza de la Luna por encima de la abrasadora presencia del Sol, pero eso no significaba que su cuerpo no agradeciera nutrirse de aquella agradable calidez.

    Cuando consiguió desprenderse de las confortables sábanas de seda que lo envolvían, dedicó los siguientes treinta minutos a un baño de espesas nubes de vapor, con mucha espuma de jabón, champús y aceites para el cuerpo y una esponjosa toalla blanca con la que secarse. No omitió ningún detalle que pudiera embellecer ese instante de fantasía porque eso lo ayudaba a mantener alejado el recuerdo de su recurrente pesadilla. Al elegir su atuendo no fue tan meticuloso, cualquier prenda de su armario tenía una apariencia más que decente. Solía vestir siempre de negro, era un color que resaltaba su tez pálida. Aunque esa tonalidad de piel podría darle una apariencia más bien enfermiza, en realidad le otorgaba un atractivo delicado y fino; como si se tratase de una valiosa pieza de porcelana que pudiera fragmentarse en cualquier momento.

    Se vistió con una camiseta negra de manga corta y unos vaqueros; ambas prendas ajustadas a su cuerpo. En sus pequeñas escapadas a la ciudad intentaba vestir lo más discreto posible, en las calles de Chicago acechaban demasiados peligros que lo verían como una jugosa presa si iba haciendo alarde de su favorable situación económica.

    Tras comprobar que sus amigos no estaban en casa, decidió llamar a un taxi para que lo llevase directamente a la zona queer de Chicago. Conoció su existencia gracias a uno de sus amantes esporádicos, y desde aquel momento la ha estado frecuentando. Aunque no pretendía ocultarlo, nunca se lo había comentado a nadie. Era un lugar especial para él, un pequeño rincón en el mundo donde podía ser él mismo sin que nadie lo juzgara, sin ninguna mirada llena de desaprobación por su condición sexual.

    Durante el trayecto se dedicó a observar como numerosos edificios aparecían en su campo visual y desaparecían escasos segundos después. Todos los vehículos circulaban a velocidades vertiginosas, y las personas que caminaban por las calles mostraban una expresión sombría.

    Second Story Bar era un establecimiento frecuentado siempre por hombres homosexuales. Era inclusivo con todas las personas, pero aún así había quienes se sentían incómodos en ese ambiente y por ello la mayoría de los clientes eran del sexo masculino. Ryan había visto hombres de todas las edades sentados en la larga barra del local; algunos debían tener apenas veinte años y otros ya habían cruzado la linea de los cincuenta. Era un lugar agradable y discreto, la única iluminación que tenía provenía de unas pequeñas lámparas situadas de forma estratégica por todo el bar.

    Nada más cruzar la puerta, un par de miradas se posaron en su figura. Él caminó con seguridad hacia la barra, con el tiempo había aprendido cuál era el mejor método para moverse por aquel ambiente. Pidió un whisky de canela mientras echaba un vistazo discreto a su alrededor.

    ¿Habría alguien capaz de captar su atención y por ende merecedor de su interés?


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    En el próximo post adjuntaré la apariencia de Albert. :'3
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    › petrov.
    Siento la demora, la inspiración no me acompañó demasiado durante estos últimos días. Muchas gracias por las canciones, pude escucharlas todas e incluso me ayudaron con mi respuesta. uwu

    No me alargo más, espero que te guste el inicio y que nos divirtamos roleando. Cualquier cosita no dudes en decírmela. c:
    This art, art of war.

    Herzfeld
    Bonita, siento mucho no traerte el rol todavía. :c
    Pensé que hoy me daría tiempo de abrir el tema pero al final no fue así. Mañana lo podré terminar sin falta.

    Cuídate mucho. <33
  3. .

    CemOL9Z

    "In the battlefield men grapple each other and die;
    The horses of the vanquished utter lamentable cries to heaven,
    While ravens and kites peck at human entrails,
    Carry them up in their flight, and hang them on the branches of dead trees.
    So, men are scattered and smeared over the desert grass,
    And the generals have accomplished nothing."


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    Nombre: Gareth Pendragon.
    Edad: 24 años.
    Estandarte: León.
    Afiliación: Orden de los Jazba.
    Altura: 1’84.
    Lugar de nacimiento: Castillo Pendragón.
    Ocupación: Soldado.
    Orientación sexual: Heterosexual. eso cree él
    Rol: Versátil.

    Sobre él:
    Desde antes del alumbramiento de su madre ya parecía predestinado a nacer con el fragor de la batalla en su sangre. Su padre era uno de los más prestigiosos generales del ejército, jamás había perdido ninguna batalla. Cuentan las leyendas que sus enemigos ni siquiera tenían tiempo de planear una retirada, siempre eran masacrados al instante. Que fuera un excelente militar, no obstante, no lo convertía en un buen padre.

    Gareth recibió su nombre por el significado antiguo que tenía; “lanza fuerte”. Su progenitor quería continuar su legado legendario a través de su pequeño hijo. Por fortuna nunca tuvieron una mala relación ya que el niño creció escuchando las grandes hazañas de su padre y solo soñaba en seguir sus pasos para conseguir la gloria de la que creía merecedora a su familia.

    Todos los niños de su edad contemplaban sus pasos con admiración, muchos de ellos deseando estar en sus zapatos. Cuando le dices a un niño que nació siendo especial y mejor al resto de personas, al final se lo termina creyendo. Así pues, el pequeño Gareth olvidó el significado de “humildad” y pronto aspiró a engrandecer su virtuosa reputación con gestas reales; batallas que hubiera librado él y no su padre.

    Entrenando día y noche quiso sobrepasar sus propios límites, tanto físicos como psicológicos, y no tuvo que esperar mucho tiempo para empezar a percibir el fruto de su trabajo. Guerreros veteranos, hombres cuyos nombres habían sido grabados en los libros recopilatorios de grandes gestas, perecieron ante su dominio de la espada e ingenio. No importaba cual fuera su tamaño o reputación, Gareth conseguía salir victorioso de todos sus enfrentamientos y pronto creyó que era invencible.

    Ansiaba la llegada de la guerra más que otra cosa en el mundo, las demostraciones de su fuerza contra rivales que realmente no podían ser considerados enemigos ya no lo satisfacían, quería blandir la espada y ensuciarla con la sangre de aquellos que le ayudarían a conseguir la verdadera gloria y la inmortalidad en las leyendas.

    Podría ser acusado de egocéntrico, pues cree firmemente que el único hombre capaz de derrotarlo es su propio padre. ¿Los demás? Débiles sin siquiera una oportunidad de rozarle un solo cabello. Aunque cada vez que se declara vencedor se toma su tiempo para regocijarse, en el fondo siempre ha creído que su superioridad en combate es gracias a la sangre que corre por sus venas; no cree que sea por el esfuerzo sobrehumano que realiza en cada uno de sus entrenamientos.

    No tiene amigos, al menos ninguno que esté dispuesto a dar la vida por él en combate. Tiene compañeros con quienes salir y divertirse, sobretodo si el dinero de su familia paga el alcohol y las mujeres. Pero más allá de estos momentos, siempre ha estado solo.

    Es tan obstinado que en más de una ocasión ha hecho peligrar su propia vida solo por no dar su brazo a torcer. Cuando no tenía más de diez años, pero tampoco menos de ocho, fue de cacería con su padre aprovechando que la nieve ya se empezaba a derretir y los primeros animales daban muestras de haber despertado tras una larga inervación. Persiguiendo un oso pardo, tuvieron que detener el paso debido a que empezaba a anochecer y esas tierras salvajes garantizaban una muerte segura sin la protección del Sol.

    Aunque todo el mundo decidió irse, el pequeño Gareth quiso seguir persiguiendo a su presa para impresionar a su padre, seguro de que podría cazarlo sin siquiera esforzarse. En este punto de la historia cualquiera pensaría que su padre, teniendo la responsabilidad de velar por su seguridad, jamás permitió que un niño tan pequeño cometiera tal estupidez. Pero como se mencionó anteriormente, ser un gran guerrero no te convierte en un buen padre.
    Con el permiso de su progenitor, Gareth permaneció toda la noche vagando por el bosque. Asustado, con frío y sin ningún lugar donde poder refugiarse de todas las miradas que lo acechaban desde la oscuridad.

    Lo encontraron a la mañana siguiente, lleno de moretones y en un estado deplorable. Aquel día nadie le reprochó que no hubiese conseguido cumplir su objetivo; el simple hecho de haber sobrevivido ya fue considerado un milagro que muchos interpretaron como un designio de Dios, quien debía velar por aquel muchacho.

    No obstante, a pesar de ser demasiado obstinado, es un soldado, y como todo buen soldado siempre está dispuesto a acatar cualquier orden de sus superiores en combate. Ansía el día en que sea él quien las dé.

    Tan solo es responsable cuando se trata de su propio entrenamiento, para todo lo demás es mejor no contar con él. Si en medio de una batalla debe usarte como escudo para sobrevivir, lo hará sin pensarlo dos veces, en la celebración ya beberá un trago en tu nombre agradeciendo tu sacrificio. No es que no tenga sentimientos, de hecho los tiene como cualquier ser humano, pero le han enseñado que solo el más fuerte debe sobrevivir, y si le preguntas te dirá que ese es él. Es egoísta pues nunca ha conocido el significado de compartir, le han dado prácticamente todo lo que ha deseado, y debido a las grandes expectativas que han depositado en él, vive con el temor de defraudar a alguien.

    A simple vista bien podría parecer ser una persona simple, sin mucho que ofrecer. La verdad es que es una persona muy compleja, de hecho la mayoría del tiempo ni siquiera es capaz de entenderse a sí mismo.

    Apariencia:

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    Datos extra:
    — Su padre es general, comanda el ejército de la Orden de los Jazba. Si Gareth consigue grandes méritos en la guerra que se avecina, podrá ascender y dejar de ser un mero soldado.

    — Jamás ha actuado seguido por grandes ideales, más bien lucha por alimentar todavía más su propio ego.

    — Las mujeres hacen cola para estar con él, todas caen rendidas a sus encantos (sobretodo ante sus más que trabajados pectorales).

    — Su madre sea, probablemente, la única persona que se preocupe por él y lo ame más allá de sus méritos como guerrero.

    — Su familia es noble, el castillo donde viven ha ido pasando de generación en generación. Fue una recompensa por el servicio que siempre han dado a la Orden.

    — Es un gran amante del alcohol, una celebración no puede ser llamada como tal sin un buen baso de vino o sidra. Mientras no tenga ninguna ocupación siempre preferirá gozar de una buena compañía en su alcoba.

    — Suele pecar de ingenuo.


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    El día había amanecido fresco y despejado, con un frío vivificante que señalaba el final del verano. Se pusieron en marcha con la aurora para avanzar bajo la confortable seguridad proporcionada por la luz solar. Eran veinte en total, y Gareth cabalgaba entre ellos, nervioso y emocionado. Era la primera vez que simples rumores prometían convertirse en una realidad que nadie podría ignorar. Si las habladurías estaban en lo cierto, pronto estarían en guerra. La paz que había perdurado durante tanto tiempo amenazaba con romperse en pedazos, convirtiéndose en un mero espejismo que sería anhelado con nostalgia cuando las consecuencias de la guerra empezaran a hacer mella en todas las almas inocentes que se verían involucradas.

    El aliento de los hombres y los caballos se entremezclaba en nubes de vapor en la fría mañana mientras el grupo avanzaba a un ritmo presto, ningún corazón era ajeno a la inquietud que los atormentaba; pronto serían informados.

    La relación entre las Órdenes nunca había carecido de conflictos, entre ellas se atisbaba un frágil equilibrio que parecía poder fragmentarse en cualquier momento. No obstante, los sobornos y los parlamentos siempre fueron suficiente incentivo para aplacar las ansias bélicas, al menos hasta que las nuevas generaciones llegaron al poder. El antiguo líder de la Orden de los Jazba era un hombre fornido, Gareth lo recordaba a lomos de su caballo, con el largo pelo castaño agitado por el viento. Llevaba la barba muy larga, salpicada de canas que le hacían aparentar más años de los que tenía. Además, solía mostrar una expresión adusta y distante.

    Sintió gran admiración por él en su niñez, a menudo soñaba con que lucharía su primera batalla siguiendo su grito de guerra, la voz grave de aquel hombre aún hacía eco en su memoria. Ahora tal esperanza carecía de sentido, pues hacía varias estaciones que un terrible mal le arrebató el don de la vida. Quien tomó el relevo fue su hijo, un muchacho que debía ser tan solo unos años mayor que Gareth. Nunca llegó a coincidir con él, pero si estaba dispuesto a llevarlos a la guerra, entonces su espada lo serviría con gusto.

    Al oeste del camino podían verse numerosos riscos, desiertos y escarpados, con altas torres de vigilancia en las cimas. Hacia el este, el terreno descendía hasta convertirse en una llanura irregular que se extendía más allá de su vista. Pasaron por varios puentes de madera que salvaban el trayecto de aguas alborotadas, y pequeñas granjas que se extendían en torno a modestas fortalezas. A medida que avanzaban, el camino iba siendo más concurrido. Por la noche solían acomodarse en las rudimentarias posadas que lo bordeaban.

    A tres días de marcha del Castillo Pendragon empezaron a observar un cambio en el paisaje. El camino discurría hacia el norte a través de un bello bosque, una densa extensión de robles, y siempre estaba flanqueado al oeste por las montañas.

    Una noche no les sonrió la fortuna para encontrar un cálido sitio donde dormir y relajarse. No tuvieron más opción que recurrir a sus propios medios. Gareth nunca ayudaba a la hora de montar ni de levantar un campamento; demasiado engreído, demasiado importante, siempre dejando el trabajo sucio para los demás. Ninguno de aquellos hombres de bajo estatus podía darle órdenes, lo único que podían hacer era aceptar que en ese tipo de ocasiones solo podrían contar con la ayuda de los diecinueve restantes. Así que mientras todos erigían refugios rudimentarios, trataban de encender una hoguera y alimentaban a sus monturas, Gareth cogió sus calientes pieles y se alejó caminando por aquel extraño lugar.

    Tras explorar durante varios minutos encontró un sitio cómodo lejos del ruido del campamento, junto a un arroyo sereno, tan transparente y frío como el mismo hielo. Se sentó al pie de un roble torcido, se envolvió en las pieles con la espada apoyada contra el tronco y empezó a imaginar cómo sería el reencuentro con su padre; la noticia que traería consigo. ¿Sería lo que él tanto ansiaba?

    Sus pensamientos pronto fueron interrumpidos por un sonido brusco y unas voces desconocidas, mucho más suaves que las de sus acompañantes. No pudo identificar su origen hasta que se dio la vuelta.

    Tras él, en un claro desde el que se divisaba el río, vio a un niño y a una niña que jugaban a los caballeros. Fijándose con atención consiguió distinguir que usaban mangos de escoba como si fuesen espadas, y los dos corrían como animales por la hierba lanzándose vigorosas estocadas. El chico no era muy alto, pero sí más fuerte que su adversaria, y era quien dominaba. La niña era muy delgada y tenía la ropa embarrada. Esquivaba torpemente y era incapaz de devolver los golpes contrarios. Empezó a gritar furiosa cuando su amigo le asestó un firme golpe en los dedos.

    Gareth no pudo evitar echarse a reír tras presenciar dicha escena. El niño miró a su alrededor inmediatamente, sobresaltado, y dejó caer su palo en la hierba. La niña hizo lo mismo mientras se lamía los nudillos para calmar el dolor. Cuando lo descubrieron ambos echaron a correr perdiéndose en la espesura verde. El joven no se ofendió ante su reacción, al contrario, se sintió alabado al comprobar que despertaba ese tipo de temor en los demás. Siempre supo que su presencia no podía pasar desapercibida pues su fuerza podía apreciarse por cada poro de su piel, pero aún así comprobarlo de primera mano resultaba demasiado satisfactorio. Un buen caballero debía lucir imponente.

    Aunque quiso evitar en la medida de lo posible a todos los viejos carcamales que viajaban con él, tuvo que enfrentarlos a la hora de la cena. Las tiendas ya estaban alzadas contra los robustos árboles, habían atendido a los caballos, y también encendieron el fuego. Uno de los hombres se había sentado en un tronco cortado para despellejar un conejo. El olor delicioso del guiso inundó las fosas nasales de Gareth, quien con gran rapidez se desplazó hasta donde otro soldado, quizá el más anciano, removía el caldero. Este le tendió un cucharón sin mediar palabra alguna, el joven lo probó y se lo devolvió.

    — Espero que luches mejor de lo que cocinas. — dijo.

    El viejo gruñó, se encogió de hombros y volvió a su tediosa labor. El conejo aportó sustancia al guiso, y aquella noche lo comieron junto a las llamas. Gareth siempre había disfrutado de la compañía ajena. No obstante, aquel día solo tenía al lado a mayores que no solo menospreciaban su persona, sino que también supondrían un estorbo si surgía cualquier imprevisto. En círculo alrededor del fuego, todo era silencio. Cuando los jóvenes hacían expediciones todo eran risas y canciones desentonadas mientras la hoguera se iba consumiendo, pero en ese ambiente todos los rostros mostraban una expresión distante y cansada.

    El silencio no fue perturbado hasta que el más veterano decidió tomar la palabra para decir lo que muchos otros no se atrevían a mencionar.

    — Si tanto deseas la llegada de la guerra, entonces debes ser un necio de verdad. — Habló con dureza, ni siquiera mirando a quien estaba reprendiendo. Aún así era sencillo adivinar a quien iban dirigidas sus palabras.

    La opinión del muchacho no pasaba desapercibida para ninguno de los presentes, ni tampoco lo hizo la sonrisa llena de emoción que mantuvo durante todo el viaje.

    — ¿Necio? No seas ridículo, viejo. — Gareth escupió el último adjetivo con un ligero tono de resentimiento tras escuchar las palabras del contrario. — Vosotros la teméis porque sois débiles y sabéis que en el campo de batalla os aguarda una muerte segura. ¿O acaso me equivoco?

    Había tenido ocasión de enfrentarse a aquellos hombres durante sus arduos entrenamientos, y nunca fue derrotado por ninguno de ellos, ni siquiera siendo un adolescente. Eran soldados ineptos sin ningún valor real, cuando llegase el momento de la verdad serían meros peones que usaría para asegurar su propia supervivencia; ese era el único destino que les prometía su futuro.

    Tras sus palabras reinó nuevamente el silencio, y Gareth se dio por vencedor de aquel breve intercambio de palabras.

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    Una semana tras su partida, por fin llegaron a su destino. La ciudad desprendía un halo mucho más sofisticado que los pequeños pueblos a los que Gareth estaba acostumbrado. La ciudad, bien protegida de cualquier posible ataque, se erguía imponente ante aquellos hombres. Todos, a excepción de Gareth, se sintieron diminutos al lado de tanta grandeza. No por nada la ciudad de Myne era considerada el corazón de los Jazba, ahí nacía toda actividad comercial y concentraba el mayor porcentaje de población.

    No eran los únicos caballeros que acudieron a la ciudad, iban seguidos por varios grupos y seguramente no habrían sido los primeros en llegar. La presencia de tantos soldados, así como el ajetreo que podía respirarse en todas las calles, era la prueba viviente de que estaba a punto de acontecer un importante suceso.

    Como era costumbre en aquellas ocasiones, pronto recibirían noticias de sus superiores. Saldrían al patio de la ciudadela y lo anunciarían enfrente de todos los presentes. Gareth anhelaba ser el primero en saberlo, pero su padre no se tomaría la molestia de concederle ese capricho. Debería esperar como todos los demás, y solo Dios sabía lo impaciente que podía llegar a ser.


    SPOILER (click to view)
    Espero que te gustase el inicio. c'':
    Poniéndote un poco en contexto, representa que las figuras más influyentes de la Orden de los Jazba se han reunido para decidir qué hacer con la declaración de guerra. Tras tomar su decisión reúnen a las tropas para hacer el comunicado (he iniciado la respuesta en este punto, cuando Gareth se moviliza hacia la ciudad). Darán constancia de su alianza y expondrán sus argumentos.

    Quise ambientarlo en invierno porque durante esta estación no sería muy prudente entablar batalla, aprovecharán para entrenar como mencionamos en mi tema. En mi próxima respuesta mi chico se reencontrará con su padre y también será recibido en la corte, entonces ya dejaré caer más información sobre costumbres y otras cositas que puedan ser de interés para situarnos mejor. uwu Por el momento quise describir un poco el territorio Jazba, constituido principalmente por montañas, y también aproveché para hacer un leve matiz entre la visión de mi personaje y la de hombres que han vivido más.~
  4. .
    Gracias a ti por presentarme un muchacho tan hermoso como Evan. Sin duda tengo el presentimiento de que ambas vamos a disfrutar mucho desarrollando esta historia, después de todo tiene demasiado drama que ofrecernos.

    ¡Yay! Muchas gracias por proponer tantos títulos, a mí apenas se me habría ocurrido uno porque soy un completo desastre con este tema. c': Honestamente me gustaron todos, en un principio no sabía cuál escoger. Ha sido una decisión difícil, pero tras pensarlo bastante, los que más me convencen para nuestro lindo rol son:

    Roll me up and smoke me, love.
    I can't be your midnight love.

    Si no te importa dejaré la decisión final en tus manos. uwu

    En cuanto a las ideas para el inicio del rol, me parece perfecta tu propuesta final. Que ambos se conozcan en el bar pero no sea hasta después de la fiesta cuando lleguen a presentarse formalmente. Sobretodo me ha llamado la atención la idea de que Ryan atrape a tu chico con las manos en la masa mientras esté intentando robarle, tal escena será de lo más interesante ya que a mi niño poco le importará el hecho, pero aún así le hará pagar de alguna forma.~

    También quería mencionarte que me encantaría echar un vistazo a esa lista de canciones que te ayudaron a inspirarte, sin duda las escucharía. <33

    No sé si deseas hablar sobre algún otro aspecto antes de empezar (¿)
    En cuanto a quién abre el rol, si quieres puedo hacerlo yo, o si prefieres hacerlo tú tampoco tengo ningún inconveniente. Estaré conforme con cualquier opción que prefieras.

    ¡Hasta pronto! ;uu;
  5. .
    ¡Hola bonita!


    -todas mis emociones internas reaccionando cuando estaba leyendo tu fichita-



    Ya me ganaste por completo con tu gif de Boo cuz es demasiado adorable, pero al leer tu muchacho sentí un flechazo instantáneo. No te preocupes por haberte demorado más de lo mencionado, ya te dije que te tomases todo el tiempo necesario, y vaya, la espera valió demasiado la pena. ;uuu; Estéticamente tu ficha ya es una preciosidad, pero en cuanto a contenido no se queda atrás. ¡Evan es perfecto❤︎! Amé cada parte de él, tanto su historia como su descripción psicológica me parecieron un gran acierto. Siendo sincera, con las breves pinceladas que me has dado sobre su personalidad es más que suficiente, leyendo todo su pasado y los obstáculos que ha afrontado hasta el presente puedes hacerte una idea de quién es, y será un placer ir descubriendo poco a poco todo lo que aún esconde. -wink- Como ya debes suponer, está aceptadísimo. :'3

    También debo mencionar que su apariencia fue un crush instantáneo para mí, nadie podrá culpar a Ryan cuando pierda la cabeza por tremendo chico. uwu

    No quisiera alargarme más, he adorado a tu muchacho y siento que solo podría extenderme eternamente mencionando las mil cosas que me han encantado. Yo ya veo venir que el drama vendrá doblado por todas partes. Ay, de verdad que me emociona mucho iniciar este rol contigo.

    Ahora, he pensado en varias ideas para el inicio:

    ✿ 1. En tu ficha mencionaste que Evan suele frecuentar bares en la zona queer de Chicago. Dado que suele buscar amantes adinerados con el objetivo de obtener algún beneficio de ellos, no sería nada extraño que le eche el ojo a mi muchacho, y viceversa, pues Ryan sin duda se fijará en su evidente atractivo. Al verse ambos sentirán cierta atracción física que terminaría provocando un acercamiento, y a partir de ahí ya se irían dando las cosas.

    ✿ 2. Evan puede ir a una de las fiestas de Ryan. Al ser frecuentadas por tantos jóvenes es imposible que todos los asistentes sean adinerados, no debería ser difícil para tu chico conseguir infiltrarse. Podrían terminar la noche acostándose, y no sería hasta después que Ryan se presente como el dueño de la mansión.

    Incluso podríamos unir ambas ideas, que se conozcan en el bar pero no lleguen a presentarse por completo, manteniéndose como desconocidos hasta que vuelven a coincidir en la fiesta de Ryan.

    ¿Qué te parece? Son solo sugerencias por mi parte, si no te convencen o tenías otra idea en mente no dudes en decírmelo. c:
    Por ahora esto es todo, cuídate mucho.

    Abracitos. <33
  6. .
    ¡Buenas!

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    Tanta perfección debería ser ilegal, sí lo digo.



    Leí tu ficha con relativa rapidez, pero quise tomarme mi tiempo para responder y así ordenar mis ideas porque tu muchacho me dejó sin palabras. Creo que no será nada inesperado si digo que Melchior está totalmente aceptado. Honestamente no era lo que tenía en mente desde un principio, y por este mismo detalle me ha enamorado por completo, me has sorprendido gratamente. En especial me ha gustado mucho que en varios aspectos sea el claro contraste de Gareth, sobretodo en lo referente a su elocuencia y buenas habilidades sociales. En más de una ocasión hará rabiar a mi muchacho cuando lo deje sin una respuesta a la altura, pues posee mucho ingenio cuando se trata de usar su fuerza y habilidades, pero me temo que en cuanto a batallas verbales se refiere, no está tan bien entrenado. Y, como bien mencionaste en tu post, es inevitable que sus dos visiones tan distintas de ver la guerra y la vida en general provoquen tensiones entre ellos. Ya veo venir que de aquí saldrán situaciones de lo más interesantes. uwu

    También he de decir que amo la estética de tu ficha, como yo soy tan torpe con estas cosas me parece una completa obra de arte. Amé su historia y tu forma de contarla, y sobretodo adoré el personaje en sí. De verdad que podría estar horas alabando a Melchior hasta que te cansases de mí y aún no habría terminado. c':

    De todas formas no quisiera alargarme más de la cuenta, así que por ahora retendré mi emoción.
    ¿Tienes alguna idea para iniciar el rol? Por mi parte había pensado que bien podríamos iniciar de dos formas:

    Partir desde que se ha establecido la alianza, cuando deban trasladarse hasta el campamento donde se prepararán, etc. Podrían coincidir por primera vez en un entrenamiento rutinario, o en otra situación casual. Gareth ya irá predispuesto a destacar como siempre y a no encontrar rival para él, y ahí estará tu muchacho para darle en toda la cara(¿) Aunque el mío no se dará por vencido fácilmente, después de todo es un gran cabezota.

    También podría darse la situación de que se vean por primera vez en una taberna, en un pueblo que esté cerca del campamento militar y sea frecuentado habitualmente por los soldados, mientras sigan los preparativos para la guerra tendrán ciertos momentos para poder "descansar" y distraerse. Gareth puede ver a Melchior a lo lejos, rodeado de gente, y cuando pregunte de quién se trata, alguno de sus compañeros le contará un poco acerca de él y le molestará que lo definan como un posible rival.

    Sino incluso podríamos situarnos más al inicio de la trama, cuando se declara oficialmente la guerra y así ver mejor el contraste entre la visión de ambos sobre este suceso. Dado que las guerras medievales se resumen en asedios y enfrentamientos de "desgaste", por así decirlo, mientras no avancen las cosas tendrán cierta libertad. Si ninguna idea te convence no pasa nada, estaré encantada de escuchar tus sugerencias.

    Aprovechando este post, quería preguntarte si para ti sería un inconveniente que cambiase la apariencia de mi chico a la siguiente: 1. 2. Siento que me convence más, pero no lo haré si no estás de acuerdo.

    Me disculpo de antemano si me he olvidado de comentar algún aspecto, hace siglos que no planeo un rol a través de las inscripciones.
    Nos vamos leyendo. <33

    pd; amé los escenarios que comentaste por encima, sobretodo el del baile. ;uu; Si algún día van a cazar estoy segura de que Gareth también lo terminará convirtiendo en una competición. xDD
    Also, sí me terminaste convenciendo y quisiera escuchar el resto del vibe.~
  7. .
    ¡Hola!

    ¿También te gustan este tipo de personajes y tramas?
    rjDXZdh



    No pude evitar sonreír al leer tus palabras, me alegra demasiado que mi niño te gustase y que también te hubiese convencido mi forma de escribirlo. Por supuesto estaré más que encantada de leer cualquier personaje que decidas traerme, me hizo muy feliz saber tu entusiasmo por este rol. No obstante, debo mencionar que otro usuario también me mostró su interés por Ryan, ambos tenéis el mismo derecho a traerme un muchacho para él y en dado caso escogería el que más me convenza. Tampoco te preocupes por los poquitos mensajes, cotilleé tu temita y vaya; enamorada me tienes ya. ;uu;

    Espero leerte prontito 👀, pero como digo siempre, tómate el tiempo necesario para crear tu ficha. c:
    Dicho todo esto, nos vamos leyendo. Cuídate mucho. <33
  8. .
    ¡Qué alegría me da verte por mi temita! No estaba muy segura de si este tipo de trama podría interesar a alguien, así que me hace muy feliz que mi chico lograse llamar tu atención, síp.

    Afortunadamente estoy bien, en mi país ya no estamos en cuarentena absoluta pero aún tendrá que pasar mucho tiempo hasta que podamos recuperar la normalidad (como en todo el mundo, vaya). Muchas gracias por preguntar, espero que tú también puedas decir lo mismo con lo referente a salud, cuídate mucho. ;;

    Tómate el tiempo que necesites para traerme a tu muchacho, sé que la espera valdrá la pena. (´ ∀ ` *)

    Nos vamos leyendo pues. <33
  9. .
    QUOTE (Unbeard. @ 11/8/2019, 19:36) 
    SPOILER (click to view)

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    ¡Buenas!
    Aquí te traigo el rol. Afortunadamente no me demoré tanto en abrirlo. (• ֊ •) Hacía mucho tiempo que no abría ningún rol, la verdad es que hacer este inicio fue de lo más divertido y entretenido. :'3

    Un placer iniciar esto contigo.
    ¡Nos vamos leyendo! <33



    ✿✿ DOS MUCHACHOS NUEVOS ✿✿

  10. .
    Ahora mismo estoy muriendo internamente, pero al final no me pude resistir más y aquí estoy.


    Nunca me he atrevido a participar en este temita por pura vergüenza, me daba miedo(¿), sobretodo después de ver lo bonitas y bonitos que sois todos/as. Siempre he amado el foro porque en él abundan las personas con corazones hermosos, pero en esta sección se demuestra que cargáis belleza por todos lados. ;uu;

    Cabe destacar que hace un par de días me corté el cabello y ya no lo llevo tan largo. me dio pereza hacerme más fotos Al menos espero que nadie se saque los ojos(¿) xdd

    SPOILER (click to view)
    iEHMrVu
    Cdc3ujU
    Suelen decirme que parezco menor de edad, idk why. Pero nope, ya tengo mis añitos. .__.


    -huye-
    Os mando muchos abrazos. <33
  11. .
    Me alegra mucho que al final decidieras postear este test, hacerlo fue de lo más entretenido. Sinceramente me sorprendió bastante el resultado porque con este tipo de cosas suelo ser un poquito desastre por no decir mucho, pero veo que al final tantos años dedicados al mundillo han terminado dando sus frutos(¿) Me siento orgullosa, lol.

    Mi resultado:
    SPOILER (click to view)
    Coincido con la personita de arriba, yo tampoco he visto nunca un combate de la UFC así que... ( ͡° ͜ʖ ͡°) okno. En realidad lo atribuyo a que soy muy observadora, síp. ;uu;

    Wq33KTg

    6bDEjCT

  12. .
    ¡Buenas! <33
    Me gustaría que borren este rol, por favor.

    Gracias de antemano, les deseo un bonito inicio de semana.
    ¡Cuídense mucho!
  13. .
    ¡Bienvenida de nuevo Ran!
    Siempre es bonito ver antiguos usuarios regresando al foro, aunque nunca llegamos a conocernos espero que tengas una agradable estancia y que aquí puedas seguir disfrutando haciendo las cositas que te gustan. Si decides echar un vistazo por la sección "Juegos del foro" seguro coincidiremos por ahí en algún momento, o quizá simplemente prefieras dedicarte a escribir fanfics y a rolear. Hay muchas opciones para entretenerte como ya bien sabrás. ;uu;

    Sea lo que sea, diviértete mucho.
    Cuídate. <33
  14. .
    Yuu despertó al día siguiente con los tenues rayos de Sol acariciando su rostro, estos se filtraban a través de la ventana, logrando traspasar las finas cortinas. Negándose a abrir los ojos, los mantuvo cerrados mientras se cubría con las sábanas para así conseguir escapar de aquella luz traviesa que lo estaba desvelando. El menor no toleraba las mañanas, y sin duda consideraba que el momento de levantarse de la cama era el peor entre todos los del día. Si muchas noches no las pasara junto a su hermano, probablemente llegaría siempre tarde a clase, porque siempre volvía a cerrar los ojos tras levantarse, quedándose dormido de nuevo sin remedio alguno. Tiempo atrás su madre intentó mejorar aquella recurrente y mala costumbre de su hijo, pero terminó desistiendo poco después dándolo por imposible.

    — Uhm... — Alguien llamó a su puerta justo cuando su cuerpo estaba aceptando nuevamente el abrazo del sueño. — Diablos... — ¿Su gemelo dejaría de preocuparse tanto algún día? Sin duda tenía la costumbre de pretender mejorar sus hábitos, sobretodo en lo referente a sus estudios, pero Yuu nunca había querido que lo hiciera.

    Todavía transcurrieron unos minutos más hasta que se sintió capaz de abandonar su cama. La observó tras levantarse, sintiendo que ya empezaba a echarla de menos. — «Pronto nos volveremos a ver.» — Aquel pensamiento perduró en su mente escasos instantes, pero lo suficiente para que recordara a quien vería más pronto que a su querido lecho. — Diablos... — Repitió en voz baja. Si existía algo parecido al "día del juicio final", estaba seguro de que estaba a punto de experimentarlo en sus propias carnes.

    No podía negar que se sentía nervioso, de hecho su corazón latía como caballo desbocado y temía no poder controlarlo. Nunca se habría imaginado que un alfa sería capaz de causar tales estragos en un omega, sobretodo cuando ni siquiera habían mantenido ningún tipo de contacto cercano. Pero su cuerpo no podía evitar estremecerse levemente cuando recordaba la intensa mirada de Tetsuya, la forma en que sus sugerentes orbes recorrieron toda su figura sin ningún tipo de pudor.

    Tras ponerse el uniforme estuvo observándose en el espejo, sin ser consciente de ello, preguntándose si lucía bien. Tomó todas las cosas necesarias para ir a clase, recordando entonces que no había hecho los deberes. — «Si tan solo este fuera mi único problema...»

    El único incentivo que lo animaba a moverse aquella mañana era pensar en el desayuno. Por culpa de los nervios que lo iban devorando poco a poco, apenas podía disimular los rugidos provenientes de su estómago. Tenía tanta hambre que podría comerse a sí mismo. — ¡Buenos días! — Una pequeña sonrisa cubrió sus labios cuando, tras llegar a la cocina, advirtió que su madre le había cocinado una tortilla, ¡y él amaba las tortillas! — ¿Te he dicho nunca lo mucho que te quiero? — Besó con suavidad la mejilla de la mujer, observando al mismo tiempo que su gemelo prácticamente ya había terminado de comer. — No podía levantarme, lo siento. — Ignoró el pequeño sermón de su madre y empezó a devorar la tortilla como si fuera el último alimento que consumiría en mucho tiempo.

    Su padre ya se habría ido a trabajar, de hecho nunca alcanzaba a verlo por la mañana. A diferencia de él, era muy trabajador y siempre se esforzaba incluso más de la cuenta para que nunca les faltase de nada. Yuu terminó su desayuno en un tiempo récord, se despidió con rapidez de su madre y tras comprobar que después de todo no iban tan mal de tiempo, emprendió el camino hacia la escuela junto a Rui. Durante el trayecto quiso sacarle algún tema de conversación, pero estaba tan nervioso que temía ser traicionado por una voz temblorosa. Su gemelo lo conocía demasiado bien, y no quería que se percatara de nada.

    ✿✿✿✿✿✿



    Todo el mundo de Yuu pareció venirse abajo cuando su hermano y él llegaron a su destino y vieron que Testuya estaba justo delante de la puerta principal. El menor sintió como pronto su respiración escaseaba, incluso podía sentir un sudor frío recorriendo su cuerpo. Intentando no exteriorizar que el simple hecho de ver a aquel alfa de forma tan inesperada lo había alterado de aquella manera, provocando tal reacción, se obligó a sí mismo a calmarse pensando que ese chico ni siquiera lo saludaría. Después de todo estaban rodeados por otros estudiantes, y siendo el alfa el mayor centro de interés entre aquellas cuatro paredes, llamaría demasiado la atención.

    El menor observó a su acompañante de reojo, preguntándose si habría deducido alguna cosa. No osó hablarle directamente, sabía que el contrario prefería mantener las distancias delante de los demás.

    — ¡Buenos días Yuu! — La voz de Testuya atravesó la multitud de estudiantes, provocando que todos se giraran de inmediato para posar sus miradas repletas de curiosidad encima del omega. Yuu sintió como un rojo intenso cubría sus mejillas al instante, por un momento tuvo la sensación de que su corazón había dejado de latir. — «¿Pero qué hace? ¡Quiere matarme!» — Su rostro empezó a arder escuchando como el público que lo rodeaba empezaba a murmurar. No recordaba haberse sentido nunca tan incómodo y avergonzado.

    — ¿Este es el omega que le gusta a Tetsuya? ¡Es muy lindo! — Varios murmullos podían escucharse entre la multitud, pero el cerebro del menor era incapaz de procesarlo. Interiormente rezó para que Rui lo sacase de ahí, él sabía cuanto detestaba ser el centro de atención. Pero no podía depender siempre de él, ¿verdad? — B... buenos días. — ¡Lo había dicho! De alguna forma consiguió dotar su voz de la fuerza suficiente para devolver el saludo e intentar aparentar normalidad, al menos toda la normalidad que podría fingir en aquel momento.

    No tenía por qué significar nada que ese chico lo hubiera saludado, ¡ambos iban a la misma escuela!

    Escasos segundos después reprendió su paso e intentó dejar a todos esos fisgones atrás, nunca quiso destacar y eso no iba a cambiar ahora. Sin darse cuenta también había arrastrado a su hermano consigo, sacándolo de aquel tumulto. Era lo mínimo que pudo hacer después de haberle hecho presenciar aquella escena, Rui tampoco disfrutaba siendo observado de más por desconocidos, y aunque no pudo verlo claramente, el menor estaba seguro de que también debieron examinarlo a él.

    — Siento haberte agarrado delante de tantas personas. — ¿Le habría molestado que los demás los vieran juntos? — Nos vemos después, ¿vale? ¡Ten un buen día! — Le dedicó un gesto de despedida con la mano y se dispuso a ir a su clase, pero enseguida recordó que no había hecho los deberes y que el maestro tenía pensado invertir toda la hora corrigiéndolos. No tendría ningún sentido asistir, tan solo conseguiría ser regañado.

    Optando por otra idea, finalmente decidió subir a la azotea de la escuela. Era un lugar tranquilo, y aunque ahora le traía recuerdos del día anterior, sabía que no subiría ningún maestro y podría estar tranquilo.

    Pero su corazón seguía latiendo con rapidez.
  15. .
    Arthur no tenía intención alguna de confiar su verdadera identidad al contrario, al menos no todavía. El secreto del éxito era guardarse siempre un as bajo la manga, y él no mostraría todas sus cartas tan fácilmente a un desconocido. Cuando el menor aprendiera su nombre real, entonces sabría todo el poder que sostenía en la palma de su mano y también todo lo que podía lograr con tan solo chasquear los dedos. ¡No sería para nada divertido!

    Su habilidosa labia no se demoró en hacer acto de aparición .

    — Puedes llamarme Artie. — Recordaba un tiempo lejano, quizá más bien un espejismo de su infancia, en el que una de sus sirvientas solía llamarlo así. Si se concentraba, todavía podía recordar el dulce aroma de su perfume femenino, invadiendo su habitación mientras le servía más galletas de las debidas a escondidas de sus padres. No sabía qué habría sido de ella, pero sin duda era el único rostro gentil, sin tener en cuenta a su amigo, que sus ojos infantiles pudieron llegar a observar. Aquella chica siempre lograba suavizar, aunque fuera un poco, los rostros arrogantes de sus progenitores, que lucían diariamente como eternas máscaras.

    Ahora todos esos recuerdos eran cenizas, y gracias a la muerte de sus padres consiguió alcanzar su posición actual. Quizá, después de todo, sí tenía algo que agradecerles. — No confundas la riqueza con corrupción, en esta vida no todo es blanco o negro.«A excepción de mí, por supuesto, pronto comprenderás el infierno en el que te has metido» esbozó una sonrisa que podría competir con los mismísimos ángeles, si Dios lo estaba observando probablemente se sentiría ofendido.

    La velada, si es que tan singular escena podía llamarse así, transcurrió con aparente normalidad, de vez en cuando sus miradas se encontraban, el mayor intensificaba la suya pretendiendo no darse cuenta de ello. Tras considerar que ambos ya habían bebido suficiente, y un poco harto echando de menos la emoción característica de sus noches clandestinas, pronto optó por pasar a la acción.

    Apenas unos minutos atrás había vaciado el baso que sostenía entre sus manos, y lo aprovechó para realizar su siguiente movimiento con destreza.

    Deslizó su cuerpo hacia Mickey, sin llegar a moverse realmente, tan solo curvó un poco su espalda manteniendo una expresión de depredador; no quedaba atisbo alguno del ángel que minutos atrás fingía ser. No le preocupaba la reacción contraria; estaban en su mundo y jugarían con sus reglas aunque el chico no quisiera. Tras su acercamiento esta vez permitió a sus labios conocer a los del menor, sin restricción alguna. No los devoró como un felino hambriento, dentro de lo posible mantuvo un contacto gentil saboreando todo lo posible su primer beso con su pequeña presa.

    — Supuse que aquí encontraría algo todavía más dulce que el licor de frambuesa, y no me equivocaba. — Tras separarse levemente, relamió sus labios en un gesto casi imperceptible.

    — «¿Qué harás ahora? Mi pequeño ratón.»
96 replies since 21/11/2015
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