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| —esta semillita es fuerte. Si Killian estuviera vivo podría pedirle que leasu alma... Nuestra bebé debe tener un nombre que quede en la memoria de cualquiera que la conozca, después de todo ella es un milagro.
Se quitó la flor de su oreja
Tomó a la bebé en brazos y la cargó con mucho cuidado.
—Mientras estuviste lejos estuve leyendo bastante sobre los driades y, al parecer, no es algo nuevo esto de que un driade tenga un bebé. Al igual que las plantas, los driades pueden adaptarse para tener descendencia, claro que las locas y viejas driades no sabían de esto ya que deben cumplirse algunos requisitos... Quizás podamos hacerle un hermanito a esta bebé preciosa solo que ahora estaremos preparados para eso...
Los sirvientes comenzaron a llegar con la merienda, al igual que zumos de fruta fresca y bebidas de la temporada, también delicias exóticas que Fausto había pedido de último minuto.
—Pedi que trajeran todo esto porque están hechas con frutas y plantas que podrían ayudar con tu recuperación... Por lo menos una recuperación física.— Le sonrió dulcemente. |
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| Había hecho que el jardín siempre pareciera encantado, las mariposas eran atraídas gracias a las plantas que Fausto modificó, también había un montón de flores pero siempre evitando las rosas que a Daren no le gustaban. De los árboles colgaban campanillas, atrapa soles, algunas botellas con luces mágicas para la noche.
—He pensado en que nuestra plantita tenga un jardín y también una casita de muñeca para cuando desee jugar... —Miró a la bebé sonriendo.— Por cierto, deberíamos pensar en un nombre? La tradición de los driades es nombrarlos cuabdo su árbol ya esté grande pero esta bebé es diferente... Tiene tus ojos.
Por alguna razón, Fausto parecía un poco tímido mientras miraba a la bebé como si aún no pudiera creer que existiera.
—Me gustaría tener más bebés contigo... |
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| Sonrió. Fausto aún no superaba lo mucho que adoraba a Ethan dando órdenes sobre todo en su propios reino en dónde nadie podría llevarle la contraria sin recibir un castigo. Muchas veces consideró que su esposo pudiera volverse un dictador y aprovecharse del poder que ahora tenía pero.. aunque fuese el peor regente de la historia, Fausto lo seguiría apoyando y blanquearia cualquier acto que pusiera en tela de juicio las decisiones de Ethan.
El Consejo había tratado de romper el lazo de ambos más de una vez, temían que un humano pudiese echar a perder todo lo creado hasta el momento, temían a los pecados humanos y su avaricia pero Fausto se había aferrado una y otra vez a su historia. El Consejo amaba las historias y tener una historia como la de Fausto y Ethan era divertido por lo que consintieron todo.
Fausto sintió un escalofrío al pensar en lo que sucedería si el Consejo supiera el poder que realmente tenía ese matrimonio y, más aún, al pensar en qué harían si descubrieran lo que su pequeña bebé significaba.
Sus pensamientos se disiparon al escuchar que un siriviente les avisaba que el jardín ya estaba listo y la niñera estaba preparada para el cuidado de la bebé si es que era requerida en algún momento.
—Noah debe estar ya en el jardín esperando tomar el té con nosotros. —Volvió a sonreír concentrándose solo en la visión que su esposo y su hija le daban. |
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| Noah se acercó con cautela, casi como si le temiera. Fausto solo miraba sonriendo porque sabía que ese niño de seguro estaría facinado con la belleza de Ethan.
—Me gustaría jugar con ella, su Majestad. —El niño miró a Fausto casi pidiéndole permiso.
—Ethan también es tu tío, tratalo como me tratas a mí. —Fausto lo miraba sonriendo.
—no puedo tratar a Su Majestad como te trato a tí, tío, a él lo respeto, a ti no.
—Niño tonto... —Fausto se levantó con fingido enfado y el niño salió de la habitación corriendo, solo deteniéndose a hacerle una reverencia a Ethan y burlándose de su tío.— Maldito niño... Mañana lo llevaré con el Sin Cara, a ver si con eso me respeta. |
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| —Podriamos tomar el té en el jardín.
Fausto sonrió mientras volvía su mirada al tedioso trabajo que tanto odiaba. Siempre había odiado hacer tareas o cualquier cosa que tuviera que ver con él sentado frente al escritorio.
Escuchó que llamaban a la puerta, sorprendiendose al ver al pequeño Noah entrando algo tímido.
—Tio, puedo ver a tu bebé? Es que ya no vas a pedirme ayuda —Dijo algo triste.
—Lo siento, Noah, he estado muy ocupado. Luego iremos al jardín¿Te unes? —El niño asintió muy contento— Noah, mañana te llevaré a patrullar.
—Siii! —exclamó sonriendo, luego se dió cuenta que estaba el esposo de su tío por lo que le hizo una pequeña reverencia nervioso por no haberlo visto— Disculpe, su Majestad, no me dí cuenta que usted estaba aquí. |
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| Se rió. Amaba avergonzar a su esposo de esa forma. Desde el primer día en que lo vió avergonzado por algo sexual lo había encontrado lindo y era increíble lo enamorado que se sentía cada vez que podía.
La bebé ya se había dormido y Fausto parecía algo adormilado aún sosteniendo la mamadera que la bebé aún succionaba casi por inercia. La habitación estaba demasiado tranquila y Fausto demasiado relajado.
Le quitó la mamadera a la bebé, bostezando perezosamente
—Ya sabía que me ibas a castigar por la broma. —Sin pensarlo mucho lo besó con suavidad.— Deberías comer algo y pediré que te hagan una infusión para tu cuerpo.
Sin querer se llevó la mano hacia su cabello, recordando tarde que ya lo tenía corto.
Al abrir la puerta pidió comida, bebestible e infusiones hechas con plantitas de su nuca, luego se sentó frente al escritorio y comenzó a trabajar. |
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| —Podrias hablar con mi mamá, tiene mucha experiencia. —Se rió.
Tomó a la bebé para recostarse con ella en la cama, acunandola con mucho cuidado como si fuera a romperse.
—Cuando nació Arty, lloraba todo el tiempo y gritaba por todo pero esta bebé es muy tranquila, a veces me hace pensar que no es de mi familia. De seguro tú eras así de tranquilo cuando eras un bebé.
Alcanzó una de las mamaderas con una de sus ramas y la bebé sonrió muy bonita cuando tuvo al fin un poco de leche.
—Si no fuera por la bebé, te lanzaría a la cama, me gusta molestarte cuando estás trabajando. Podría meterme bajo el escritorio si quieres. —Sonrió pero siguió dándole de comer a la bebé. |
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| —No me gusta tu asistente, tendré que hablar cob él. —Dijo mirando hacia la puerta que ya había sido cerrada tras el asistente.— Quirro asistentes competentes pero no que se enamoren de ti.
Fausto hizo un puchero pero luego miró a la bebé y miró a Ethan.
—La bebé tiene algunos de tus lunares y sus ojos cada vez son menos rojos... —Trató de explicarse, tenía miedo que Ethan se marchara de nuevo solo por no encontrar algún parecido.— Este bebé es tuyo también... Ella es nuestra...
Se aclaró la garganta nervioso.
—Normalmente no crecen mucho pero... No es una driade pura así que... Oh! Tiene una flor! —Exclamó mirando una pequeña flor entre la pelusa de pelo que la bebé tenía y ella comenzó a reir al sentir los besos de Ethan.— entiendes que ahora seremos dos driades que te amaremos? |
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| Sonrió muy contento, iban a tener al fin un día de papás junto a la bebé que ya tenía sus ojos abiertos y miraba a todos moviendo los labios como si tratara de decir algo.
Fausto pudo haberse enternecido ante la belleza de su bebé pero el ayudante de Ethab había encendido los celos tontos así que antes de que este se fuera beso a su esposo muy contento.
—Nuestra hija es tan linda como tú. —Le beso la frente sin ninguna vergüenza. |
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| Fausto estaba tan cómodo escuchando a Ethan cantar mientras su bebé se quedava dormida también.
Al ver a Sun a la Dama de cría de la bebé Fausto les hizo callar para qye entrarab en silencio.
No quería trabajar, prefería estar en pijama junto a su esposo que trabajando.
—Sun, dabos el día libre.
—Podria entenderlo de parte de su Majestad Ethan pero usted? Usted tiene mucho trabajo
—Ub dia... Para que estemos con la bebé, mira que es linda mi bebé y la bebé necesita a sus papás.
Sub miró a Ethab buscando apoyo miebtras Fausto hacía lo mismo pero con cara de cachorro. |
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| Fausto se levantó temprano porque la bebé ya estaba pidiendo su cambio de pañal. Lloraba como si no hubiera dormido ni comido en días.
—Eres una niña que sabe obtener lo que quiere. —Le decía medio dormido nientras la cambiaba.— Aunque admito que tienes unos muy sanos pulmones, de seguro despertaste a Sun también.
Ya cambiada la bebé, se la llevó aún medio dormido al cuarto de Ethan y se acurrucó ahí.
—La bebé quiere seguir durmiendo y quería a su otro papá. —Dijo mientras se acomodaba con la niña.— La princesita pobe la misma cara de enfado que tú. —Se rió abtes de bostezar |
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| —Si estaba enojado, quizás sigo enojado pero mi preocupación por ti es mayor. —Le beso también la frente— No lo quería cortar pero la bebé me lo jalaba siempre.— hizo un gesto que normalmente hacía con el pelo largo. Se sintió tonto.
Cuando Ethan se durmió, se levantó y fue hasta el cuarto en donde estaba la bebé, sabía que ahora estaba muy protegida, estaba con alguien que la cuidaba de verdad, algunos familiares de Ethan y también estaba su zorro muy alerta apesar de que estaba durmiendo.
—Dormirá aquí, su Majestad? —Preguntó la elfa que ahora se hacía cargo de la bebé.
Fausto miró a la Elfa que ahora cuidaba de la bebé, el Brotecito, en sus brazos dormía suavemente. Su mirada se dirigió a ambas cunas que estaban en el cuarto, una bonita y de madera driade, la otra era de transporte. Fausto había elegido a aquella elfa que había tenido un bebé hacía poco para que se hiciera cargo del cuidados de su hija, lo había hecho por dos razones: por una parte ella podría darle los cuidados que solo una madre podría darle y por otra para tener un cebo por si otra vez trataban de hacerle daño a la bebé.
Se sentía mal por esa decisión pero su hija era más importante que cualquier otro bebé.
—Si, Ethan está dormido y la bebé necesita de uno de sus papás.
Ella se rió entregándole la niña con suavidad, hizo luego una reverencia y salió junto a la cuna de transporte en el que llevaba a su propio bebé.
No había noche en que no durmiera con su bebé y no dejaría de hacerlo. |
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| Iba a decir algo, iba a contarle todo pero su mirada se fue hacia aquel cuerpo adolorido y prefirió quedarse callado aún no era momento.
—Creo que es mejor dejar este tema para cuando te sientas mejor. Toma... —Le entregó una de sus hirvas mágicas de su nuca —Te hará dormir sin sueño y también te ayudará con tu recuperación.
Dejó de pensar como Rey y como esposo y simplemente se acomodó junto a Ethan como cuando eran pequeños.
—No me haz dicho que me veo guapo. Debes darme un beso. —Lo miró con su mejor cara de cachorro. |
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| Suspiró, sintiendo a Ethan.
—Puedo arreglarlo. Si me permites puedo solucionarlo, tengo al Consejo de mi parte y tengo muchas ganas de hacerles hacer algo desagradable.
Por primera vez se preguntó si debería decirle a Ethan sobre lo que era realmente Ethan. ¿Él sabía que en algún momento fue Nïel el hijo de Lilith? Debería decirle que ya estaban fuera de la rueda del karma? Debería darle toda la información que ahora tenía en su cabeza? |
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| —Por qué los dioses te castigaron de esa forma? —Preguntó mirándolo.— A qué te refieres con eso de ser "campeón"?
Fausto mantuvo lo que más pudo su expresión tranquila aunque por dentro se estaba deshaciendo de preguntas y soluciones.
No podían alejar a su esposo,no de nuevo y con todo lo que tenía harían que lo que sea que estuviera ocurriendole a Ethan, lo solucionaría para que no se lo llevaran. Quería envejecer con él, quería llegar a cerrar sus ojos pensando en todo lo que vivió junto a su esposo, sin él la vida realmente no tenía sentido.
La voz quecasi nunca hablaba solo se rió, fue una risa dolorosa y triste.
—Yo lo arreglaré cualquier cosa que ocurra yo lo arreglaré. |
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