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Los actores eran interesantes, realizaban un gran trabajo para modificar su personalidad acorde al papel que les asignaban, pero cuando volvían a ser ellos mismos, te encontrabas a alguien tímido, quizá extraño o muy vulnerable. Elliot siempre parecía serio y dedicado, pero era un alma sensible que hacía de todo para no romperse en el proceso.
Se alegraba de haber sido un gran pilar para reforzarlo.
Asintió cuando le dio las gracias. Creía que sus palabras le habían llegado y esperaba que esa aura de decepción se esfumara pronto. Él tenía mucho talento, pero entendía que estar bajo la sombra de una familia que siempre estuvo bajo la mira de reflectores, era algo pesado. Elliot era una súper estrella y había leído artículos donde los comparaban.
Era un asco, seguramente eso aumentó la rivalidad entre estos hermanos. Elliot le contó que no siempre fue así, se llevaron bien de jóvenes, pero ahora era como enfrentar a dos enormes osos que mendigaban el último trozo de carne.
Quiso bromear sobre ser el listillo de clase, pero solo se río y asintió. Sinceramente, varias veces su mejor amigo quiso darle con el libreto en la cabeza cuando recordaba que revisaran la tarea. Menos mal que nadie se metía con él porque sabían que practicaba boxeo.
—Oh, tú eres el payaso de la clase que nos hacía reír a todos. —bromeó. —Ciertamente, desde allí tenías un público a tus pies, Wyatt.
Un subidón de confianza con un comentario inocente, no estaba de más. Notó que Wyatt logró capear la indirecta, pero tenía que controlarse. Si fuera otro rubio más en la barra que no tenía conexión con Elliot, posiblemente ya le hubiera colado la mano en el trasero, pero este era su hermanito menor.
Joder, ¿por qué alguien tan jodidamente atractivo?
Elliot te odio a ti y tu familia con genes perfectos.
Sacudió esos pensamientos cachondos de su mente mientras guiaba a Wyatt a aquel rincón oscuro del bar. Le encantaba bailar todo tipo de música, vamos, hasta estaba de ridículo oyendo K-pop como si fuera adolescente, pero sus canciones favoritas eran las de ritmo latino, quizá porque esas eran las que ponía su mamá para trapear. Sonrió al ver la incomodidad de Wyatt, ¿sería un tronco para bailar? Al parecer esto era de familia. Solo debía dejar que su cuerpo fluyera con la música.
Le daba gracia como intentaba sacarle la vuelta a bailar, agregando lo del estereotipo de los londinenses. Se giró y lo encaró mientras lo jalaba de la mano para que se acercara más a él.
—Mi madre es mexicana, así que no escaparás de mí, lindo* —mencionó lo último en un español muy seductor. Su voz se agravaba más cuando hablaba ese idioma. Notaba su incomodidad y de verdad le pareció algo lindo.
No quería que sufriera.
—No te sientas incómodo, mira a tu alrededor. —le indicó con la mirada para que viera a las demás parejas. Todos estaban concentrados en sus citas o se movían al ritmo de la música sin importarles otras personas. —La única persona que te verá soy yo, ¿qué tiene de malo?
Acortó la distancia mientras acercaba una de sus manos al hombro de Wyatt y con la otra tomaba ligeramente su cintura.
—¿Puedo? —bueno, ¡vaya huevos! Le pedía permiso después de tocar. Todo un caballero Liam O’Brien. Tu madre te daría una tunda en la cabeza con esos modales. Comenzó a moverse junto a Wyatt quien estaba todo tieso.
Le parecía divertido, pero quería darle confianza.
—Relájate, de verdad solo te estoy viendo yo y estoy cegado por lo guapo que eres, no me importa si no bailas bien.
¡¿QUÉ DIJISTE IDIOTA?! Oh mierda, le estaba coqueteando al hermano menor de Elliot, ¡eran las cervezas! Sí, estaba estúpido por las cervezas. Bajó la mano del hombro de Wyatt hasta su mano y entrelazó sus dedos con los suyos para guiarlo mejor mientras se tambaleaban con el ritmo de la canción.
Liam le sonreía de vez en cuando para demostrarle que lo estaba haciendo bien.
La canción pasó y luego pusieron una lenta, ¿qué jugarreta del destino era esta? Todas sus alarmas se estaban encendiendo. Le gustaban sus ojos, verdaderamente era de un azul penetrante. Se pegaron más con ese baile y Liam no dejó de verle a la cara a pesar de que la iluminación fuera precaria.
Si se inclinaba solo un poco.
Solo un poco… podría besarlo.
No, ¡era el hermano de Elliot!
¡No pienses con tu pene, Liam O’Brien!
—C-Creo que está canción no es tan movida, la bailas bien. —sí, titubeó. Se estaba delatando un poco. Apretó ligeramente la cintura de Wyatt y sintió la garganta seca. Estaba jodido.SPOILER (click to view)Le agradecemos a Wyatt por ser un tronco, así tenemos una excusa para manosearlo con consentimiento (?
Me da risa que como mexicana tenemos el estereotipo de saber bailar... NO ES CIERTO. Solo Liam, acá una como el Wyatt siendo un puto poste. -
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Escuchó que esta vez Eirwen pudo solicitar quedarse en los dormitorios, ¿en la otra línea temporal que lo había detenido? Minoru no quiso darle tantas vueltas, después de todo, no tendría una respuesta clara de este Matsunaga.
Esperaba que este nuevo cambio para ellos fuese para mejor. El sentimiento de fastidio cerca de Eirwen había cambiado, así que ya no se sentía incómodo a su alrededor. Ojalá así hubiese sido al principio. Las cosas no hubieran dado el giro que dieron.
Quizá, hubiese tenido un amigo y no un enemigo.
Bueno, en esta línea temporal aceptaría las cosas como vinieran. Al mostrarle la comida pudo notar que Eirwen parecía interesado. Ignoró su reacción ante aquel halago que le dio inofensivamente. Minoru era así, soltaba cosas mal interpretables a veces, pero eran sus sinceros pensamientos, sin ninguna connotación o burla extraña.
Cuando le dijo que no había comido, pensó que era un milagro que guardara esto de ayer. Era una pena que todo fuera con duraznos, ojalá no lo fuese a abrumar. Eirwen comenzó a balbucear y eso le hizo alzar una ceja.
¿Por qué no le daba una respuesta clara? ¿Qué era lo que se lo impedía? Cuando finalmente habló, alzó ambas cejas con sorpresa, ¿por qué? ¿Por qué le avergonzaba comer enfrente de él? Miró con interés la mascarilla que portaba.
Se supone que estaba enfermo, ¿quizá solo era considerado para no enfermarle? Vaya, ¡qué preocupón! Pero estaba bien, se notaba que tenía hambre y no deseaba que sufriera. Era su primer día como compañeros, le daría algo de espacio.
—Claro. —dijo sin más mientras se levantaba de la cama e iba a su guardarropa para buscar su pijama. Se metería a duchar y le daría unos minutos a Matsunaga para que comiera libremente. —Disfruta de la comida, me dices qué te parece, aunque tiene un día en el refrigerador. Ojalá sepa deliciosa, iré a ducharme.
Tomó una toalla y luego se fue directamente a duchar dándole un poco de espacio. En el interior del baño comenzó a desnudarse y se metió bajo el agua tibia. Tendrían que comprar más productos para el baño y acordar horarios para tirar a basura, limpiar… y miles de cosas más, pero ya hablarían de ello. Le alegraba de una forma tener un compañero, así tendría más ánimos de cocinar.
«Cocinar para alguien es un sentimiento cálido»
Recordó a su abuela y sonrió feliz. Salió de la ducha y comenzó a secarse con la toalla para vestirse. Menos mal había llevado su celular consigo. Se metió al juego Wanderer’s Duel y buscó el chat de Momo-chan. Al fin se había desocupado para hablar con él.QUOTEBlackDino28
Buenas noches, aquí reportándome con mi novio♥ no creas que te abandoné, cariño. Hoy fue un día agotador, ¿cómo estuvo tu día Momo-chan? ¿Mucho mejor?
¿Estaba siendo coqueto? Sí, pero la mala costumbre de hablarse así con ese zorrito por más de ocho años, no se le quitaría de la noche a la mañana. -
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Sonrió al ver que Wyatt al principio se tomó como broma lo de su oficio, pero con la placa policial alejó cualquier duda. No sabía si ahora se sentía seguro a su lado o alterado, pero era inevitable, no quería mentir. No le gustaba, pero ni de loco revelaría que conocía a Elliot.
Allí tendría que usar toda su energía para no echarse de cabeza. Agradeció que Wyatt también fuese discreto y no dijera su secreto. Notó que Wyatt volvía a ver la mesa de Zachary y le agradecía que a parecer fuera menos obvio que él. Confiaría en que le dijera si algo raro estaba sucediendo.
Cuando vio su expresión torcida al hablar de ese papel, sintió un nudo en el estómago. Al inicio, cuando él y Elliot comenzaron su amistad en secundaria, vio las veces que su mejor amigo se inmiscuyó en los libretos para que las cosas le salieran bien, lo mucho que practicó para las audiciones; las personas atribuían todo a que tenía un «don» y posiblemente así era, pero también fue dedicado y sufrió en el proceso.
Pudo sentir un poco de dolor y frustración en sus palabras, ¿quería consolarlo? Sinceramente sí, pero no quería que Wyatt se lo tomara como lástima o condescendencia.
—Creo que estás haciendo un buen trabajo, si me dejas opinar. —agregó pidiendo una tercera cerveza. —Las personas que no estamos involucradas en el mundo del espectáculo a menudo no pensamos en lo complicado que lo tienen los actores. Es difícil memorizar un libreto, desgastante cambiar tu cuerpo o personalidad para concordar con un papel, verdaderamente es admirable cómo llevan eso sin romperse en pedazos y luego traen a la pantalla personajes inolvidables.
Era sincero, desde que Elliot era su amigo, valoraba más a las actrices y actores.
—Confía en tu habilidad, tienes una chispa que ya lograron ver, pronto harás grandes cosas en Nueva Zelanda. —declaró con positividad dándole otro trago a su cerveza.
Solo deseaba que supiera que todo su esfuerzo estaba dando frutos, tal vez no de la forma en la que anhelaba, pero vaya, ya no estaba en el mismo punto.
Asintió cuando le dijo que un cambio de aires es lo que lo llevó a esta Tierra exótica, sí, a él también lo había acogido esta ciudad para huir de un pasado horroroso. Se rió al escuchar que seguramente las pruebas de policía en Londres fueron muy difíciles.
—Lamento no darte la razón, pero busqué un traslado por mi cuenta. Me gradué como el mejor de mi grupo, siempre he sido el cerebrito y ahora también soy el músculos. —tonteó mostrando como hacía fuerza con su brazo. —Solo quería alejarme un poco de Londres y probar que tenía suerte en otro lado, la ciudad me ha gustado, trasmite una especie de paz que me relaja.
Al menos, podía alejar los pensamientos sobre Harvey.
Cuando volvió a llamarle para que se vieran a la cara, sintió que la sangre se le iba a la entrepierna, ¡oh mierda! ¿Eso era un coqueteo? Claramente le había visto la boca, ¿era del tipo de Wyatt Rees? Bueno, él era su tipo, era rubio, MUY GUAPO, con buen cuerpo y divertido.
Pero no, esto estaba mal.
Ya de por sí, Elliot lo mataría por acercarse a Wyatt, ¿y si se enteraba que se metió con él?
Le rebanaba la cabeza y la exponía como un trofeo en la sala de su lujosa casa.
No sabía cómo contestar, ¿y si solo eran alucinaciones suyas? La luz era inestable, sí, era una locura que Wyatt Rees le coqueteara. Dio un trago a su cerveza y sonrió ligeramente.
—Ese era el plan, no venía con otras intenciones… por el momento. —¿por qué agregó eso último? ¡Era un idiota que pensaba con la polla! Se distrajo al escuchar que cambiaban la música y sonrió al escuchar el tono latino que tenía esa canción.
Se levantó de la barra y miró a Wyatt con diversión.
—¿Quieres bailar? Ya empezaron a poner las canciones buenas. —tonteó mirando como en una esquina oscura podían hacerlo sin que les prestaran mucha atención. Vamos, no quería liarse con el hermanito de su mejor amigo, pero no era ciego, este hombre era guapísimo y si podía colar una que otra mano usando el baile como excusa, ¿por qué no?SPOILER (click to view)Perfecto, así también pongo a que Liam reciba las mismas llamadas para apoyar en el guión y al futuro actor que escojan para el papel, este arroz ya se coció lol. -
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Yo lo miraba...
y puedo jurar que no me quedaban ganas de mirar a nadie más.
En ese preciso momento, comprendí que los ojos; siempre,
siempre le pertenecen a la persona que los hace brillar.
Yoshio OkumaSPOILER (click to view)Datos Generales
Nombre: Yoshio Okuma
Edad: 17 años
Cumpleaños: 02 de enero / Capricornio
Orientación sexual: Homosexual / Versátil
Nacionalidad: Japonesa con ascendencia china.
Ocupación: Estudiante
Lugar de residencia actual: Tokio, Japón. Apenas se acaba de mudar de Osaka.
Historia
Nació como el hijo único de Hazuki Okuma y Sakura Luo (Yinghua, su nombre chino). Sus padres se casaron jóvenes, en un romance juvenil que se pensó que duraría a pesar de las adversidades. La familia de Sakura no quería que se fuera de China con aquel extranjero que no les daba buena espina, pero ella, como la enamoradiza que siempre fue, creyó que su amor duraría toda la vida.
Hazuki al inicio fue un amor, pero cuando económicamente las cosas comenzaron a ir mal, su entrenamiento militar fue usado para violentar a su esposa. Las cosas mejoraron cuando quedó embarazada, creyendo que un hijo ayudaría a calmar a su esposo, puesto que estaba feliz al enterarse de que tendrían un varón.
Sakura recibió ayuda de sus hermanos y puso una florería ya que su afición eran las plantas. Hazuki no hizo gran escandalo porque tenían un buen ingreso con el trabajo de su mujer. Al nacer Yoshio, las cosas fueron bien por un tiempo, pero cuando Hazuki comenzó a ver conductas extrañas en el pequeño osito de cuatro años, conductas que catalogaba como afeminadas.
El maltrato volvió.
Hazuki se volvió un alcohólico para lidiar con los trabajos de mierda que conseguía y perdía por su malhumor, ¿por qué Sakura continuó allí? Ingenuamente pensó que lograría que ese hombre cambiara, pero estaba equivocada. Hazuki era una planta que no importaba cuanto regaran, estaba marchita. Ella intentó proteger a su hijo de los abusos del padre, pero a veces terminaban los dos algo golpeados. Disfrutaban cuando Hazuki se marchaba a buscar trabajos fuera de Osaka y así Yoshio ayudaba a su madre con la florería.
El pequeño Yoshio aprendió a reprimir sus emociones ya que su padre se enojaba si lloraba, si sonreía mucho, si actuaba lindo, si mostraba interés por cosas que hacían las mujeres, así que intentó ocultar sus pasatiempos.
A los 10 años, su madre cayó enferma y le detectaron un problema en los riñones. Desgraciadamente su condición empeoró y terminó falleciendo. Allí su tortura comenzó. Hazuki lo usaba como saco de boxeo casi todos los días. Se ocupó de las tareas domésticas, volviéndose muy bueno para cocinar los platillos que le enseño su madre y los que le exigía su padre, aprendió a remendar ropa porque su padre no le compraba ropa nueva o arreglaba su uniforme, se volvió prácticamente un sirviente que se preocupaba por un hombre borracho que lo golpeaba casi todos los días.
Incluso para ganarse dinero extra a veces aceptaba trabajos como ayudante en una constructora o en un restaurante de ramen, aunque la paga fuera mínima. Al regresar a casa, ocultaba parte del dinero en sus zapatillas para que su padre no se lo arrebatara todo.
Reprobó un año en la preparatoria Abeno porque los chicos comenzaron a buscarle pelea ya que las féminas se sentían atraídas por él y aprendió a pelear. Ya estaba harto, tenía que soportar a un alcohólico en su casa, tenía que trabajar como un maldito burro y ahora la escuela era un infierno también. Los directivos decidieron que era un chico problemático y se deshicieron de él ya que sus calificaciones no eran las mejores.
La paliza de ese día, lo dejó tirado en cama por dos días. Su padre casi le rompe el brazo.
A los meses le llegó una oferta de trabajo a Hazuki, pero sería en Tokio. Las cosas iban a cambiar para mejor, eso pensó inocentemente Yoshio. Su padre lo inscribió en Kudan, después de todo, una basura como su hijo, solo podía rodearse de más basuras.
«Esta escuela tiene más chicos, maricón de mierda. Si tienes pensamientos graciosos, te mataré.»
Sí, esas fueron sus palabras días antes de entrar a su nuevo colegio. Si actuaba rudo y serio, alejaría a los chicos y no podrían ver a través de él. Nadie debía descubrir su maldito secreto.
Nadie.
Extras
🐻Sangre O+
🐻Horóscopo chino: Cabra/Cabra de metal.
🐻Su color favorito es el verde.
🐻Sus flores favoritas son las camelias rojas o las flores rojas en general.
🐻Sabe coser y tejer.
🐻Ama cocinar, pero los postres se le dan fatal. No todos saben culero, pero en presentación es un desastre.
🐻Aprendió algunas técnicas de pelea gracias al entrenamiento militar de su padre, pero principalmente fue para defenderse de las palizas que le metía.
🐻Su deporte favorito ahora mismo es el béisbol. Le relaja lanzar la pelota. En la primera y segunda línea, debido a su fracaso amoroso, lo odió y por eso escogió natación. Es un gran atleta.
🐻 Es muy malo memorizando teoría. Se le dan las cosas prácticas, pero no se le graban las fórmulas o teoría.
🐻Le encantan los postres o dulces de miel.
🐻Sabe hablar chino mandarín y cantones fluidamente.
🐻 Atrae mucho a los animales, sobre todo a las aves. Cuando está tranquilo, es normal que los pájaros descansen encima de su cabeza.
🐻Le tiene miedo a las inyecciones o vacunas.
🐻Odia las cosas amargas, es el primero en detestar la medicina china tradicional.
🐻Es MUY sensible de las orejas, es la razón de que nunca se las perforara.
🐻Mantiene contacto con Miko, quien fue su novia falsa en Abeno, pero en esta línea no hicieron esto y quedaron como buenos amigos.
🐻Es sensible también en la parte baja de su espalda, por encima del trasero.
🐻Tiene hoyuelos de Venus.
🐻Le gustan las películas de Disney.
🐻A veces se queda a dormir en cybercafes cuando sabe que su padre está muy ebrio.
🐻Cree mucho en el destino. Es de los que adora ver la compatibilidad en signos, cree en las almas gemelas y es un cursi de primera.
🐻Debería usar lentes, pero no le gusta. Por eso en el futuro no alcanza a ver de lejos, pero ha evitado que descubran su secreto.
🐻Le gustan los chicos fuertes.
🐻Una vez descargó grindr en su celular, pero le asustó perder su virginidad con un desconocido. Yoshio, a pesar de estar traumado con el amor y terminar como su madre, quiere creer que si existe.
🐻Le gusta la carpintería. Muchos muebles de su casa fueron hechos por él.
🐻Es muy bueno bailando, pero le da pena en esta línea.
🐻Mide 1.78 c.m.
Apariencia
I
II
III
IV (su corte en la secu)
No sabía qué es lo que esperaba de parte de su padre, Hazuki, pero ciertamente Kudan era una nueva forma de castigarlo por ser una deshonra como hijo. Abeno era una escuela que tenía mejor prestigio que Kudan, pero su padre fue muy sincero.
«Eres un estudiante basura, así que mereces una escuela de esta categoría. Recuerda Yoshio, si me entero que estás teniendo pensamientos torcidos, voy a enderezarte a punta de golpes.»
No había dulzura en su voz, ni siquiera una palmada en su hombro dándole algo de apoyo. Apenas se estaba curando de la golpiza de hace unos días, su cuerpo estaba adolorido, pero la medicina natural que aprendió a hacer, funcionaba todo el tiempo.
Mañana comenzaría una nueva etapa y esperaba que le fuera mejor en este bachillerato. Había reprobado un año, así que tendría más edad que sus compañeros. Ya suficiente tenía con que su padre lo tachara de fracasado, no deseaba que los demás hicieran lo mismo. El trabajo que le ofrecieron a su padre como guardia de seguridad en un centro comercial, lo mantenía ocupado. Esperaba que no lo corrieran tan pronto.
Comenzó a recoger las botellas de cerveza y vino del suelo. Su padre estaba desmayado sobre el sofá mientras roncaba fuertemente. Kuma se acercó sigilosamente y con miedo, lo abrazó torpemente. Era la única forma de tener algo de cariño de parte de ese hombre duro.
—Ojalá me quisieras, papá.
No podía llorar.
No tenía permitido llorar.
Lo soltó antes de que se despertara y le diera otra paliza peor. Barrió el departamento y lo trapeó, hizo la colada y luego se fue a preparar la comida para que su padre comiera algo de sopa y no le diera resaca cuando se fuera a trabajar a la mañana siguiente. Tapó aquel plato con plástico y se fue a su habitación a planchar su uniforme para mañana.
Era la primera vez que usaría un gakuran. En su anterior escuela el uniforme era muy distinto. Sonrió al verlo, tenía un broche de toro dorado en el cuello. Después de todo, Kudan era un youkai japonés que tenía rasgos de vaca o toro.
Era una pena que no pudiera adornar su habitación como lo deseaba, si su padre veía una planta o flor la haría pedazos y le lanzaría la maceta en la cabeza. Las detestaba. Le recordaban a Sakura. Se recostó en su cama, evitando agravar su dolor, acomodándose para que los moretones no dolieran en su cuerpo.
Mañana sería mejor.
Sí, mañana sería mejor.
Despertó cuando escuchó algo rompiéndose. Se alarmó y fue corriendo a la sala donde estaba quejándose de la resaca. Había lanzado una botella que se hizo añicos en la pared.
—¡Tráeme la puta comida de una vez! —se apresuró a obedecer y calentó la sopa en el microondas mientras se la llevaba a su padre. Estaba muy irritado. Okuma permanecía en silencio hasta que su padre terminaba de comer.
Si no se movía, no existiría.
—¿Qué esperas, pequeña mierda? Ya alístate para largarte a la puñetera escuela. —se quejó mientras obedecía y se largaba a vestir su uniforme. Tomó su mochila con los libros y algunas carpetas y se fue corriendo a la escuela.
Siempre fue su escape, aunque no fuera un excelente alumno.
Kudan no quedaba lejos de su dormitorio. En el camino podía sentir la mirada de los transeúntes. Tenía una buena altura para alguien de su edad, pero su familia china y su padre eran altos. Lo tenía en los genes. Cuando comenzó a llegar a la escuela, la cual lucía algo deteriorada. Notó que tenía mucha vegetación. Había un bosque cerca de ella y al recargarse sobre las rejas de alambre que rodeaban el campus, notó que había una especie de jardín con muchas flores. Resaltaban los girasoles, tan amarillos y grandes. Sonrió ligeramente.
Al menos aquí podría cuidar de sus amigas las plantas sin que su padre lo golpeara. Entró a la escuela y sintió miradas encima, pero las ignoró. Debía ir a la sala de profesores para que la tutora le indicara su aula. Se dirigió hasta allá y un profesor de alrededor de 40 años lo miró de arriba abajo.
—Eres muy alto, ¿práctica algún deporte? —pregunto curioso.
—Béisbol. —dijo con simpleza.
—Mmm, podrías intentarlo. El equipo es un asco, pero tal vez ayudes a que mejoren. —no sonaba entusiasmado. Sacó una carpeta con papeles de su escritorio desordenado y la hojeó un poco hasta dar con el informe de Yoshio.
Suspiró pesadamente.
—Yoshio Okuma, ¿reprobaste un año? Vaya, qué lastre. —frunció el ceño al oír cómo ese adulto lo menospreciaba. Tenía que calmarse, no podía arrastrar más problemas o su padre lo apalearía. El profesor parecía fastidiado.
¿Serían todos así?
—Tu aula es la 2-A, no ocasiones problemas grandulón. —advirtió mientras le señalaba la puerta para que se marchara. Ni siquiera le indicó dónde estaba, lo dejó por su cuenta. Se retiró antes de tirarle los dientes a ese hombre y caminó en búsqueda de su aula.
No podía dejar de lado la sensación de ser acosado por las miradas, ¡era una pena que estaba en una escuela llena de su tipo ideal! Joder, adoraba a los yankees, eran tan atractivos.
«Controla tu homosexualidad, Yoshio» pensó apretando los ojos, pero fue una mala señal porque chocó con un tipo con el cabello teñido de rojo y un enorme pendiente en la oreja. Era más chaparro que él, quizá de 1.70.
—Fíjate por donde vas, mierda. —se quejó, pero al ver a Okuma se quedó petrificado, ¿de dónde salió ese oso gigante?
—Tú fíjate, chocaste conmigo. —se quejó de mala gana.
—¡Respeta, pedazo de basura!
El pelirrojo intentó darle un puñetazo, pero Okuma lo esquivó con facilidad. Había aprendido más defensa que ataque en las clases de supervivencia con su padre. El tipo intentó acertarle un golpe, pero no pudo. Finalmente, Okuma se hartó y le hizo una rápida llave que lo derribó en el suelo mientras se sentaba en su espalda y este se removía debajo.
—¡Bájate animal!
—¿No tenías ganas de golpearme? No me provoques, estúpido. —dijo con voz grave que paralizó a ese delincuente. Sonaba amenazante. —Te dejaré libre, pero no me busques pelea, ¿comprendes?
Se levantó y el chico se sacudió el polvo de su uniforme. Okuma lo miró con fastidio.
—Bien, oye… ¿eres nuevo?
—Sí, me llamo Yoshio Okuma.
—¿Okuma? Te queda bien tu apellido, eres como un jodido oso, Kuma-san.
Quien diría que en esta línea su apodo predilecto se lo dirían el primer tipo que le buscó pelea.
—¿Y tú?
—Hinata Yamamoto. —mencionó con simpleza metiendo las manos en sus bolsillos.
—Hinata, ¿dónde está el 2-C? —preguntó dejando de lado los honoríficos y llamándolo por su nombre, una mala costumbre que siempre conservó, pero parecía no importarle a ese chico.
—Esa es mi aula, te llevo. —comentó con simpleza mientras los dos caminaban tranquilamente. Su día no iba tan mal.SPOILER (click to view)Te dejó personaje secundario. Quizá sea relevante como amigo del Kuma.QUOTEHinata Yamamoto | 16 años | 2-C | Soltero | Aries
Japonés. Es hijo de madre soltera, nunca conoció a su padre y tiene su apellido materno. Desde pequeño buscó problemas para llamar la atención ya que recibía bullying por no tener papá. Le gusta teñirse de pelirrojo y vestirse con prendas llamativas. Está en el club de basquetbol, pero se salta las prácticas. No tiene grandes aspiraciones, solo quiere su certificado de bachillerato para ponerse a trabajar y ganar dinero para que su mamá no se parta el lomo.
Edited by Misery. - 28/4/2024, 20:02 -
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Su mente era un embrollo que ni siquiera reparó en Eirwen subiéndose el cubrebocas para tapar los moretones de su rostro. Estaba en estado de shock al verlo allí mismo, en su dormitorio y ahora que unía los puntos, ¿era su nuevo compañero?
Espera, ¿tenía compañero? Parpadeó incrédulo varias veces, ¿qué demonios? En la primera línea temporal nunca obtuvo un roomate, ¿siempre fue Eirwen el destinado a compartir habitación con él? Seguramente el Minoru de ese entonces hubiera hecho un escandalo tamaño Dios al saber que compartía cuarto con una persona que no soportaba.
Pero esta vez, había calidez.
—¿Q-Qué haces acá? —preguntó tontamente lo obvio mientras miraba nuevamente las cajas del lado de su cama y sonreí ligeramente notando como Salem parecía realmente cómodo con Eirwen, ¿eso pasaría diez años en el futuro?
Le daba curiosidad siendo honestos.
—¿Eres mi compañero de habitación? Wow, eso si me sorprende, creí que estaría solo… —se detuvo antes de decir «nuevamente» y se calmó yéndose a su cama a sentarse y quitarse la mochila. Observó la vestimenta de Eirwen y sonrió.
No le quedaba mal el blanco, pero estaba bien no siempre usar ese color.
—Esto es muy sorprendente, pero me alegra que seas tú. Eres el único que sabe de Salem. —sonrió con alivio mientras escuchaba la pregunta y torcía ligeramente la boca. Movió el cuello con fastidio y se recostó sobre la cama mirando el techo blanco.
Ya no se sentía tan abrumador como en el pasado.
—Fue un día agotador. Creo que me irá bien en los ensayos y terminé los problemas de cálculo recibiendo un halago del profesor. —dijo divertido. —Lo horrible fue ir con Momo-san y estar como tres horas en la misma pose, me duele el culo y el cuello.
Sí, se estaba quejando. Se giró para mirar a Salem en el regazo de Eirwen y se rió ligeramente al escuchar el comentario.
—Es un gato traidor, se supone que odiaba a los extraños y míralo, se dejó engatusar por ti. Vaya, tu guapura afecta hasta a los felinos, eh.
Sí, era un comentario burlón sin intenciones de ofender, Mino era muy directo con lo que decía, al menos ya con 28 años de edad, en la anterior línea, se guardaba todos sus comentarios, a menos que Eirwen lo hiciera irritar. Recordó algo y se levantó de la cama para caminar directamente a la nevera.
Aún estaba la comida de ayer.
—¿Ya comiste algo? —preguntó. —Yo cené con Momo-san, pero traje esto ayer. Es una rebanada de pay frío de duraznos, lomo de cerdo con salsa de durazno y una ensalada de duraznos. Momo-san es tan raro, hay días en que me pide cosas extrañas, todo debía tener durazno.
Vio la bebida de café en una esquina y sonrió tomándola junto con los pokys que guardó el día que faltó Eirwen. Se acercó nuevamente a la cama y se los entregó.
—Toma, son para ti. —le sonrió.
No sabía lo de la herida en su boca, así que esperó que se bajara el cubrebocas para beber o comer algo, pero no lo hizo.
—¿O no tienes hambre? —preguntó nuevamente.SPOILER (click to view)La comida.
Postre
Lomo de cerdo
Ensalada
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Kuma no era consciente de que había hallado otra arma contra Kazuma, ser suplicante con él y dar actuar complaciente o lindo, lograba que cediera ante cualquier cosa. En un futuro podría ser una herramienta que lograra que consiguiera más cosas de ese demonio.
Le gustaba lo mucho que Kazuma aceptaba que adoraba su toque. Le pedía que lo acariciara más y más y no lo rechazaba para nada. Sonrió entre la estimulación en el pecho de Shibata.
—Me alegra que te guste…—jadeó. Dejando que el aliento caliente rebotara en su piel. Estaba sintiendo un infierno en su piel. Cuando se frotaban sus virilidades, era inevitable que demostrara lo mucho que le gustaba. Hace un instante estaba avergonzado por los ruidos que hacía, pero ahora ya no podía evitarlo, y no quería hacerlo.
Le encantaba que Kazuma admitiera todo lo que le gustaba. Así era más fácil complacerlo también. Aumentó el ritmo de su mano mientras se masturbaban juntos y siguió mordisqueando su pezón izquierdo mientras con su mano libre jugueteaba con el derecho. Ya no podía más, gemía como loco mientras sus orejas eran tocadas.
Retiró su boca del pecho de Kazuma y observó su rostro llenó de deseo. Se veía tan hermoso de esa forma, cuando escuchó su nombre, ese fue el último detonante de su excitación. Quería que lo dijera siempre, que lo repitiera no solo borracho, sino también sobrio. Maldita sea, no te calles.
Lo beso con pasión mientras aumentaba el ritmo de los vaivenes entre sus dos penes. Estuvieron gimiendo entre besos cuando finalmente llegaron a la cumbre del orgasmo, manchando sus vientres en el proceso. Kuma sentía todo el rostro rojo y se alegraba que Kazuma estuviera igual. Su presidente se terminó aferrando a su cuerpo mientras procesaba el alivio que sentía tras venirse. Este enorme oso lo abrazó con fuerza, queriendo que se fundieran como uno solo.
Realmente quería mucho a Kazuma, era una pena que no se diera cuenta que ese cariño iba más allá de amistad, era verdadero amor.
Regularon sus respiraciones mientras comenzaba a sentirse un poco mareado y somnoliento. Separó a Kazuma de él y cuando vio su rostro no pudo evitarlo y comenzó a besarlo con más suavidad. No hacía esto con nadie más, solo con él. Como si quisiera expresarle todo lo que no podía con palabras. Acariciaba nuevamente su cabello mientras lo besaba lenta y dulcemente. Mientras lo besaba se movió para cargar ligeramente a Kazuma y volverlo a acomodar en la cama debajo suyo. No tenía muchas ganas de moverse más porque ya estaban cerrándosele los ojos, pero con su poca fuerza, tomó unas toallas húmedas que tenía en su mesita de noche y comenzó a limpiarle el vientre y el suyo también.
Kuma era muy cuidadoso con Kazuma, no importaba el estado en el que estuviera.
Al finalizar, volvió a estar encima de Kazuma y comenzó a besarlo nuevamente de forma linda. Quería seguir besándolo hasta caer dormido. Se despegó y le besó las mejillas, luego la nariz, después sus ojos y finalmente su frente.
Su madre siempre le dijo que hacer aquello significaba que te importa mucho la otra persona. Cubrió a Kazuma con la manta de antes y le sonrió mientras se quedaban mirándose uno al otro. Estiró su mano y comenzó a acariciar su cabello para que su demonio cayera profundamente dormido.
—Kazuma… —murmuró mientras se cerraban sus ojos lentamente. Acortó la distancia para que prácticamente sintieran el aliento del otro en la cara.
Le gustaba compartir calor con él.
—Kazuma… —repitió nuevamente comenzando a sentir su cuerpo pesado. —Quédate siempre conmigo.
Esta era su petición más silenciosa. Cualquiera podría abandonarlo, pero quería tener a Shibata siempre con él, porque lo amaba, porque confiaba en él y porque solamente a su lado… podía ser él mismo.
Minoru había tenido un viernes algo agitado. Despertó y se alistó para las clases no sin antes rellenar el plato de Salem. Comió un sándwich que preparó con rapidez y tomó su mochila. Las clases fueron pesadas, pero entregó los dos ensayos y resolvió con facilidad los problemas en la clase de cálculo diferencial.
Almorzó nuevamente con Kikyo y Nozomi y charlaron de las clases mientras se quejaban de ellas. Honestamente, le relajaba estar con las dos chicas. La siguiente semana comenzarían con el taller de cocina, así que lo que tenía que hacer después de clases era ir con Momotaru Aikawa a cocinarle y quedarse como unas tres horas en una posición incómoda mientras seguía boceteándolo.
Sinceramente lo detestaba, pero un trato era un trato.
Le preparó pescado, sopa miso y ensalada. Compartieron la mesa mientras ambos charlaban plácidamente sobre las clases. Al menos ahora no sentía esa aura rara de Momo, así que le agradaba compartir esos momentos. Se quedó sentado en la silla que le indicó Momo y estuvo quieto hasta sentir tieso el cuello.
—Nos vemos mañana. —le dijo después de terminar por ese día.
—Los fines de semana se me van a complicar, Momo-san. Voy a buscar un trabajo que solo me pague por los fines de semana, así que prácticamente llegue hasta la noche y muertisimo.
—Bien, entonces comprendo. —dijo tranquilamente. —Después de todo, no faltan mucho para terminar.
Minoru asintió y luego se marchó a su habitación. Estaba agotado, mañana tendría que ir a la cafetería donde sufrió mucho en la otra línea temporal, pero esta vez no dejaría que sucediera nuevamente. Al llegar a su dormitorio, alzó una ceja al intentar abrir la puerta y darse cuenta que no tenía seguro.
¿Había olvidado cerrar?
Entró a la habitación y notó que su gato maullaba animado, ¿a quién lo hacía? Sujetó fuertemente su bolso, si había entrado un puto ladrón le iba a golpear tan duro que lo descontaría.
—¡¿Quién anda allí?! —gritó con fuerza y confrontó al supuesto ratero, pero se sorprendió al ver que se trataba de Eirwen, ¿Eirwen? ¿Qué demonios hacía allí? ¿Cómo entró? Miró las cajas que estaban alrededor, eso no era suyo.
¿Qué demonios pasaba?
Su cara era un poema, realmente estaba confundido. -
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Escuchó la broma sobre el racismo de los italianos y sonrió de lado. Este chico era gracioso y ocurrente. Se llevarían bien.
—Debes admitir que, así como son conquistadores innatos también pueden ser mafiosos. —¿una broma prejuiciosa? Quizás, pero hey, esperaba que se lo tomara como lo que era, un comentario tonto. Se rió por lo dicho y le dio otro sorbo a su cerveza, indicándole al mesero que le trajera otra botella.
Al menos podía relajarse un poco, ahora que sabía que su amigo estaba fuera de peligro, al menos por el momento.
Cuando le abrieron la nueva botella y escuchó el comentario de que hacían buena pareja, desvió la mirada y vio ligeramente el perfil de esta persona, pudo notar unos mechones rubios, vaya, al menos era su tipo. No contestó nada, pero le sonrió de lado como una especie de confirmación silenciosa.
Honestamente, no fue a ese bar con la intención de ligar, pero le agradaba este chico, tenía una especie de humor igual al suyo. No estaba nada mal conocer a nuevas personas.
Cuando el rubio se presentó y se giró para que le viera mucho mejor. Tuvo que controlarse para que su sorpresa no fuera DEMASIADA. Wyatt Rees… ¡EL HERMANO MENOR DE ELLIOT! Mierda, ¿qué hacía ese chico en ese lugar? Espera, era clara la respuesta, ¿también era bisexual o era homosexual? Parpadeó con asombro y le dio un trago a su cerveza.
Solamente podía pensar en todo lo malo de esta situación. Los hermanos Rees tenían una relación del carajo, cuántas veces escuchó a Elliot quejarse de Wyatt mientras se emborrachaban juntos en casa, sentía que ya lo conocía más allá de su serie televisiva y sus fotos de modelaje.
Si Elliot se enteraba de esto, tendría frunciéndole el ceño por volverse cercano a su hermanito; sin embargo, a pesar de que la relación de los hermanos Rees era del asco, ahora se sentía comprometido a echarle un ojo a esta persona. Sí, era muy preocupón para su propio bien.
—Secreto guardado, Wyatt. —sonrió de lado, teniendo nervios de acero para no ser atrapado. No sabía como reaccionaría este actor si supiera que era el puto mejor amigo de Elliot, es decir, sabía como reaccionaría su hermano mayor y no era buena señal.
Miró la ambientación del local y asintió. Era cierto, era más oscura de lo normal, pero podía ver el brillo hipnótico de esos ojos azules de Wyatt, casi parecían ahogarte si los mirabas insistentemente. Recordaba que, al ver su serie, muchos halagaban su apariencia, pero sobre todo su mirada seductora.
Concordaba.
Al preguntarle sobre su oficio sonrió divertido mientras le daba otro sorbo a la cerveza. Dejó la botella sobre la barra y se acercó un poco acortando la distancia. Si, quería ser juguetón, pero también no deseaba que los demás clientes se alertaran al tener a un policía allí.
No estaba de servicio, pero hey, si veía conductas peligrosas, les cortaría su rollo a los chicos.
—Ni te imaginas, Wyatt… por el poder que me concede el estado. —sí, era un idiota hablando tan seriamente cuando al final iba a coronar con una broma. —Estás oficialmente arrestado.
Y tras haber dicho esas palabras, mostró su placa policial para que la viera solamente él. Luego la volvió a guardar y se echó a reír dulcemente, volviendo a beber de la cerveza.
—Guárdame el secreto también, ¿sí? Creo que, si descubren de mi oficio, todos aquí se volverán locos y le arruinaré la cita a mi amigo. —comentó con un guiño de ojo. Repasó las palabras de Wyatt y pensó cómo seguir la conversación.
En realidad, no conocía de nada a este Rees, pero sentía curiosidad por él.
—¿Por qué escogiste Nueva Zelanda como tu nuevo destino? ¿Tienes mejores planes en este lugar? ¿Qué es lo que más te ha llamado la atención de la ciudad? Por cierto, me gustó tu papel en la serie medieval, eres un gran actor, espero ver nuevos proyectos tuyos. Sé que eres de Londres, así que compartimos tres cosas en común: el gusto por la misma cerveza, nuestra apariencia sospechosa y que somos ingleses. Nunca tuve tantas cosas en común con otra persona en tan pocos minutos.
Se rió suavemente y se acabó su segunda cerveza. Zachary había dejado de ser su objetivo esta noche.SPOILER (click to view)Gracias por dejarme la apariencia para imaginarmelo mejor♥
Y no te apures ya cuando vayan agregando mas personajes secundarios, estaré entusiasmada de verlos/leerlos.
Gracias por usar el separador y dejar el personaje secundario, además de enseñarme el truquito de las fichas♥ -
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Todos dicen que el amor duele, pero es mentira.
La soledad duele. El rechazo duele. Perder a alguien duele. La envidia duele.
Y todos confunden estas cosas con el amor, pero la realidad es que el amor es la única cosa en este mundo que puede aliviar todo el dolor y hacer sentir bien de nuevo a una persona.
El amor es la única cosa en este mundo que no duele ni lastima.
—Liam Neeson
Habían pasado muchos cambios en su vida en las últimas semanas. Primero sus padres le habían llamado para contarle que debido a una tormenta que hubo en Londres, su casa había recibido daños. Sabía que sus padres solo le contaban aquello para desahogarse, pero Liam, con lo preocupón que era, estaba buscando una forma de conseguir dinero extra para ayudarlos a minimizar la fuerte suma que saldría arreglar todos los destrozos.
Lo siguiente fue la repentina petición de uno de sus amigos de Nueva Zelanda. Elliot era su mejor amigo, el hermano que nunca tuvo, pero Liam no era un asocial ni nada por el estilo, al contrario, a la gente le agradaba su compañía.
—¿Es prudente ir a una cita a ciegas? Sé que Nueva Zelanda no es como Estados Unidos o Londres, pero los locos están en todas partes, Zachary. —mencionó angustiado mientras el pelirrojo negaba con la cabeza.
—Por eso es bueno tener de amigo a un oficial de policía, ¿cierto? —sonrió con descaro, provocando que Liam suspirara. Si sus compañeros en la comisaría supieran que usaba sus conocimientos y habilidades para proteger a su amigo homosexual en una cita, claramente se echarían a reír.
Torció la boca. No quería ir a un bar a fingir que tomaba unas cuantas cervezas mientras vigilaba al impulsivo de su amigo, pero no podía negarse, si no lo acompañaba, ¿qué tal si le pasaba una desgracia? Jamás se lo perdonaría…
¡Puto Zachary! ¡Sabía bien como conseguir lo que quería!
—Bien, te acompaño, pero me debes un favor. —sonrió divertido mientras su amigo se alegraba y corría a abrazarlo con entusiasmo.
—¡Eres el mejor! Deberías aprovechar, si mi cita va bien, no estaría mal que también consiguieras a un chico ardiente para superar al bastardo de… —Liam alzó una mano y lo hizo detenerse. No quería hablar de su ex novio infiel.
Sí, han pasado años, pero todavía le duele.
—Solo vayamos a tu jodida cita, ¿quieres? Alístate antes de que me arrepienta. —se quejó y Zachary no lo pensó dos veces y se marchó a cambiarse de ropa. Menos mal que se lo dijo en su día libre y no cuando andaba con el uniforme, seguramente los gays huirían de él como si tuviera el sarampión o incluso el bar le negaría la entrada.
Cruzó los dedos para que su amigo consiguiera un buen ligue, Zachary era el peor escogiendo hombres, y miren que no era quién para juzgarlo.
Liam fue el primero en entrar al bar y rápidamente sintió las miradas encima suyo. No estaba usando nada vistoso, pero la ropa siempre marcaba su cuerpo bien trabajado gracias a un entrenamiento riguroso y su gusto por el box. Usaba una camisa cómoda de mangas largas color gris, unos pantalones de tela caqui y botines negros. Nada fuera de lo normal. Se sentó frente a la barra y el fue recibido con una sonrisa por parte del barista. Liam correspondió la cordialidad y pidió una cerveza sencilla.
Observó que el barman la abriera frente a sus ojos y se la entregara. Sí, gajes del oficio, no quería ser drogado allí mismo, sería tan estúpido para un policía con años de experiencia. Tragó ligeramente de ella, no planeaba emborracharse como un adolescente idiota. En ese momento estaba de «servicio» obligadamente gracias a su amigo.
A los minutos llegó Zachary y se sentó en una mesa con un chico más joven que él, pero de apariencia varonil. Tenía facciones italianas, ¿lo sería? Bueno, era claramente el tipo de su amigo. Sonrió al beber la cerveza, al parecer parecían encantados el uno con el otro.
Al menos uno de los dos tendría acción esa noche.
No se daba cuenta que realmente parecía un jodido acosador, volteando a cada rato para ver cómo iban las cosas con Zachary. Tal vez eso fue lo que ahuyentó a todos los chicos que estaban interesados en él, pues pensaron que era un maldito ex celoso o un puto loco que perseguía a alguno de esos dos.
Vaya reputación que se hizo en pocos minutos.
Estaba concentrado en Zachary que cuando le hablaron, reaccionó sorprendido. Se giró y notó que ese chico parecía jodidamente sospechoso con su capucha puesta encima, ¿era un maldito asesino serial o un rarito?
Frunció ligeramente el ceño, no podía verle bien por la baja iluminación, pero cuando comprendió que le preguntaba sobre si Zachary o el italiano eran su ex, dejó su mala expresión y esta cambió a incredulidad y luego se echó a reír.
¡Wow, qué situación tan mas subnormal!
—D-Disculpa…—intentó recuperar el aire mientras se sostenía el estómago. —No me había dado cuenta que actuaba sospechosamente, debí parecer un acosador, ¿cierto? La respuesta es ninguno. —le aclaró. No quería que pensaran que era sospechoso y llamaran a la policía, si sus amigos lo atrapaban, sería una anécdota vergonzosa.
No, por favor, en su día libre no.
—Mi amigo es el pelirrojo. —se giró sobre la barra para darle la espalda a aquella mesa. Las cosas marchaban bien, estaba fuera de peligro. —Está en una cita a ciegas con el tipo italiano, pero me pidió que le cubriera la espalda, pero creo que no lo necesita, ¿qué opinas?
Sonrió de lado mientras tomaba su cerveza y le daba un largo trago, ¿debería marcharse y dejar de parecer un jodido delincuente?
Miró de lado al nuevo y mostró una sonrisita burlona.
—¿Te quedaste en la vieja moda de la comunidad emo? ¿Por qué el atuendo tan sospechoso? —comentó divertido mientras le daba otro trago a su cerveza. —Si yo luzco como un ex resentido, tú pareces un acechador. —se rió.
Ah, vaya, qué día.
—Mi nombre es Liam, ¿cuál es el tuyo? —preguntó amablemente.
Si tan solo supiera que estaba hablando con el hermano menor de Elliot, se le hubiera borrado hasta la sonrisa.SPOILER (click to view)¡Muchas gracias por abrirlo, te quedó perfecto!
Bueno te dejo el atuendo de Liam. Es algo sencillo.
Me gusta dejar una mini ficha de mis personajes secundarios por si luego gustas usarlos también♥QUOTEZachary Doyle | 29 años | Diseñador de interiores | Homosexual | Sagitario | Soltero, pero en busca del amor.
Irlandés. Es un gran amigo de Liam, se conocieron cuando lo rescató de una riña con un cliente y desde allí se volvieron cercanos. Es extrovertido y muy extravagante, le gusta llamar la atención a donde sea que va. Le gustan los chicos varoniles, pero tiene un terrible don, siempre escoge a patanes. Liam ha arrestado a varios exes cuando intentan violentarlo, por eso se preocupa demasiado por las decisiones de Zachary. Es una persona directa que dice lo que piensa, sin tacto, pero tiene un gran corazón con sus seres queridos. Detallista y algo perfeccionista, eso le ha ayudado con su trabajo.
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Estaba sintiendo una especie de placer inimaginable cuando descubrió uno de los puntos más sensibles de Kazuma. No sabía si ya era así de sensible o gracias a todas las noches de borrachera donde jugueteaba con él, este se había adaptado a ser estimulado. Lo importante es que le gustaba escuchar a Kazuma en su modo descarado, ¿quién diría que cuando fuera consciente de cómo se hablaban en la intimidad, se pondría muy apenado?
Era bueno que el alcohol nublara su mente y no lo dejara pensar, solo le guiase en esta enredadera de sentimientos y pasiones.
Sin embargo, cuando fue el momento de que Kazuma descubriera su secreto, se alarmó. Carajo, nadie había logrado encontrar su punto sensible, ¿esto era un castigo por lo que le hizo a Minoru Yamazaki en el cuello?
Tragó saliva, sintiéndose un poco mareado mientras intentaba cubrir sus orejas. Si distraía a Kazuma con más besos o estimulación, pensó tontamente que lo dejaría en paz, pero estaba tan jodidamente equivocado. Se sentía abochornado, gemir era tan poco masculino y evitaba hacerlo de todas las formas posibles. En el sexo siempre ahogaba esos sonidos en besos o mordiendo a su amante, pero la sensibilidad de esa parte suya aumentado por su propia excitación en ese momento… lo volvían vulnerable.
Cuando escuchó la voz coqueta de Kazuma, sintió el peligro, era su instinto gritándole que había caído en los aposentos del Diablo. Todas las alarmas se elevaron en su cuerpo, huir era su única escapatoria, pero pobre Okuma, claramente ya lo tenían agarrado del culo.
No escaparía de allí.
Fue atraído a la trampa cuando Kazuma intentó besarlo, pero solo le hizo una maniobra para someterlo debajo suyo. Claramente Shibata era más pequeño que ese enorme oso, pero era jodidamente MÁS fuerte.
Su corazón se aceleró al saber que es lo que venía después de ordenarle a Kazuma. Podía sentir perfectamente su trasero frotándose sobre su erección, por lo que se mordió los labios para no soltar ningún sonido placentero. Aquel gemido le había avergonzado de verdad.
Al escuchar el tonito con el que Kazuma preguntaba ¿qué no debía hacer? Se mordió más fuerte el labio inferior y fue cuando sintió sus dedos delineando su oreja derecha. Maldita sea, era como si fuera electrificado. Arqueó nuevamente la espalda, haciendo que Kazuma se moviera encima de él y estimulara su pene con su culo también.
Mierda, no podía manejar todo.
—B-Basta… —jadeó mientras sus ojos se humedecían y su cara se ponía roja por el calor proveniente del placer y la vergüenza. Podía escuchar ese tono en la voz de su demonio favorito, le estaba excitando este jugueteo y mientras más era terco en no dejarlo oír, más lo provocaría. Sentía que explotaría en sus pantalones si seguía conteniéndose.
No quería gemir, pero se terminaría lastimando la boca si continuaba mordiéndose con tanta fuerza. Así que cuando Kazuma se inclinó y lamió su oído para después morderle. Fue su fin. Se estremeció intentando liberarse del agarre, pero fue imposible. Gimió fuertemente mientras sus orejas se ponían calientes y se removía frotándose más contra Kazuma.
Estaba perdido.
Sus ojos se nublaban por las lágrimas que se acumulaban en sus ojos. Joder, nunca había sido estimulado de esa forma antes. Quizá por eso últimamente ya no iba al bar (aparte de Aoi), porque cada vez que se dejaba ahogar por el licor, recibía la estimulación que necesitaba por parte de ese demonio sin que se percatara.
Ya no aguantaba, necesitaba que sentir su piel nuevamente.
—Déjame tocarte como antes, así seremos los dos los que disfruten… —jadeó, casi suplicante, así evitaría estremecerse como un virginal, pero también podría tocar nuevamente a su amado demonio. Sintió que el agarre de Kazuma se aflojó y fue directamente a mover sus manos al pantalón del contrario. Los dos ya estaban muy excitados y torpes. Seguramente después de liberarse una vez terminarían cayendo dormidos.
Quería que estuvieran cara a cara cuando se vinieran al mismo tiempo. Si Kazuma iba a molestarlo con sus orejas, también lo torturaría con lo que acaba de descubrir. Tomó la cintura de su presidente e irguió su cuerpo hasta quedar sentado en la cama mientras el trasero de Kazuma pasaba a estar sobre su regazo, ya había desabrochado su pantalón torpemente y Kazuma lo había estado intentando.
—Es mejor esta posición. —jadeó. Sus manos recorrieron la espalda de Kazuma y cuando bajaron se colaron adentro de ella, subiéndola hasta dejar expuesto nuevamente su pecho. Comenzó a chupar sus pezones y mordisquearlos ligeramente. En su cabeza aún tenía esa regla de no dejar marcas tan notorias. Mierda, era tan placentero sentir que el cuerpo contrario se estremecía encima suyo.
Ya habían liberados sus penes de la ropa así que al menos no se sentían tan apretados entre la ropa interior y los pantalones. Okuma aprovechó la oportunidad para tomarlos juntos y comenzar a frotarlos lentamente. Cuando sus glandes se rozaban, eso se sentía tan bien que soltaba gemidos en medio de la tortura que estaba dándole a Kazuma.
Pudo sentir que sus manos tocaban nuevamente sus orejas y comenzó a soltar esos sonidos que volvían loco a Kazuma. Estaban al borde. El licor no los dejaría que eso durara mucho. Era lo malo de estar borrachos, su estamina se reducía a la mitad.
La piel de Kazuma se ponía roja donde fuese que la tocara. No podía marcarlo, pero desearía recordar aquello, donde sea que pusiera las manos era como si dejara un camino enrojecido diciendo que le pertenecía.
No se parecía nada a los tipos con los que se llegó a acostar. Esta piel pálida que se coloreaba con su toque… era la mejor.SPOILER (click to view)Más o menos están así.
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Me parece perfecto 👌 entonces que se quede Querencia y si, tu cambia el formato d ela ficha a tu criterio, que emoción, espero que te guste rolear conmigo uvu -
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Okiii dejame entonces contestar lo que quedó pendiente:
Pues concuerdo en que quizá posiblemente medio lo intentaron ya sea de pubertos o algo, pero se dieron cuenta que nomas no porque de verdad para como es de intenso Liam, creo que por ambas partes fue un NO, además de que ya pobre Wyatt creo que suficiente será con saber que Liam esta pegado como chicle de Elliot, no quiero dar más inseguridades de "en un punto te gustó mi hermano" al menos Liam podrá defenderse de "NEVER" y mira que me gusta el drama, pero ya suficiente tengo cuando el Wyatt descubra su mentira JAJAJAJA
Que no se apure Wyatt, yo como Liam somos perros insistentes y si ya qquiere a Wyatt y claramente se preocupa por él, no permitira que se aleje así que insistira en que hablen por más que lo rechace.
Me gusta la idea, claramente "resolviste" JAJAJAJA me parece perfecto que como el perro protector que es Liam, acompañe a su amigo al bar gay para protegerlo si le toca un loco y cuando vea que su cita es Wyatt estara de entre "te miro porque eres Wyatt Rees el hermano de Elliot" y entre "no mames eres joto (?" JAJJAAJAJAJAJAJAJAAJAJ
Soy mala con los títulos ese es mi talón de Aquiles pero te propondé cosas.
♥Catarsis (porque quizá cuando se conozcan, claramente para Wyatt espero que mi Liam sea una especie de liberación que le de alivio, libertad y lo transformé)
♥Memento mori, memento viviré (un día morirás, recuerda vivir; se me hace cuático que por el medio donde está, de alguna manera Wyatt no disfrute tanto de la vida)
♥Anam Cara (prácticamente alma gemela, la persona con la que podemos ser nosotros mismos)
♥Querencia (es una palabra en español que significa querer bonito. Tendencia que se tiene para volver al lugar que sentimos como nuestro hogar)
Sí, ¿cursi? claramente JAJAJA espero mejores opciones por ti.
Sobre abrirlo ;; ¿sería mucho pedirte si lo hicieras cuando tuvieras tiempo? Mi trabajo está demandante y siempre se me complica iniciar, me harías un enorme favor. -
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Ay, de verdad tenía miedo que me mandaras alv porque como me doy cuenta si fue de abusar con el uso de Elliot pero bueno, gracias por aceptar, deja te pongo las aclaraciones en mi cabeza, ayer solo la deje y ya no puse más que pedo.
Lo de los sentimientos que tiene Elliot por Liam los dejé al aire porque no quería manipular al hermano más, así que eso lo dejo a tu decisión si verdaderamente se enamoró de Liam o también lo ve como un hermano porque Liam es bisexual, pero nunca ha sentido ninguna especie de atracción por Elliot, cosa que obvio con Wyatt en un punto pasara, (algo en lo que ganara Wyatt ehhh jajaja)
Si en tu siguiente punto no te apures, sé que cuando Wyatt se entere que Elliot y Liam son mejores amigos, nos va a cargar la verga, pero confío en el poder del guion (? a nuestro favor, habrá drama, pero quiza se descubra en un momento donde para Wyatt igual tanto como le odia por mentiroso, le quiera porque es una medicina en su vida, quizá sea como que: "Elliot esta vez no permitire que te quedes con lo que quiero" no se, ya veremos sino le toca a Liam recuperar a Wyatt que igual, ya leyeron, mi bato enculado es DON ENCULADO.
Y sobre tu idea me parece bien, te aclaro, la pulsera sería algo que pueden conseguir en una tienda cualquiera porque la tienen desde preparatoria, pero sería algo sutil que podría pasar por cualquier cosa, hasta que claramente se les ve juntas y dices, "vaya las compraron en el mismo lugar".SPOILER (click to view)
Sobre ideas de cómo se conocían, estas son las que pensé:
♥Wyatt consigue nuevo trabajo en la serie policiaca donde apoyará mi policia y como consigue el papel de policia tienen que convivir para que lo guie en cómo actua alguien en ese puesto y así.
♥En una noche de paseo sin querer intentan asaltarlo o algo y Liam lo defiende fuera de servicio y se hacen cercanos porque es polícia que patrulla a los alrededores del set donde grabe una nueva serie o película.
♥Liam al fin acepta trabajo de modelaje después de mil insistencias porque su familia necesita comprar una nueva wea y el pago es bueno por el trabajo y allí se conocen.
Sino me parece bien lo de las citas, pero Liam iría como para hacerle el favor a un amigo o algo porque después de su decepción amorosa, no quiere saber nada del amor, pero no deja abajo a sus amigos. -
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Hola Light&Kaze lamentó la demora pero al fin pude hacerla, espero no sea un desastre. Ficha.
SPOILER (click to view)Datos Generales
Nombre: Liam O’Brien
Edad: 31 años
Nacionalidad: Inglés con ascendencia mexicana.
Ocupación: Policía
Cumpleaños: 19 de marzo / Piscis
Orientación sexual: Bisexual / Versátil
Lugar de residencia actual: Nueva Zelanda
Historia
Liam nació como el primogénito de Thomas O’Brien un hombre trabajador que trabajaba en una fábrica de automóviles y de María Sánchez, una mujer inmigrante mexicana que fue a Londres por una mejor vida, volviéndose ayudante de cocina en un restaurante prestigioso. Eran una familia de bajos recursos viviendo en uno de los barrios peligrosos de Londres: Harlesden.
Pero, a pesar de la forma de vida que tuvo gran parte de su vida, fue un niño que mostraba felicidad, astucia e inteligencia. Desde pequeño entrenó box para defenderse de los delincuentes en su barrio y observó cómo funcionaba el tráfico de armas, drogas y el robo, evitando que afectaran a su familia. Obtuvo becas para estudiar en buenas escuelas y lograr un mejor futuro para sus padres que se partían la espalda para darle lo mejor dentro de sus posibilidades.
Entró a una escuela de gente adinerada con una beca del 100% y allí fue donde conoció a su mejor amigo: Elliot Rees. Al inicio, no quiso acercarse porque lo reconocía como el niño actor de una de las películas favoritas de su mamá, pero cuando se dio la oportunidad de trabajar en equipo, convivió de poco a poco con él.
Liam era diferente a todas las personas que se acercaban para aprovecharse de su fama, simplemente le gustaba estar con una persona tan seria como Elliot ya que sus personalidades chocaban. Él era más extrovertido, animado, bromista, una persona que sería descrita como un sol. Se dio cuenta que incluso en la vida de los ricos, había mucha tristeza rodeándolos, así que decidió que protegería a su mejor amigo.
Se volvieron cercanos, pero Liam prefería no visitar la casa de Elliot para que sus padres no renegaran que tuviera un amigo de bajo estatus social, algunas veces lo invitó a su casa a que conociera a sus padres y conociera un poco de normalidad, pero claro, todo a escondidas.
La secundaria y la preparatoria la cursaron juntos, siendo el apoyo mutuo del otro. Liam fue una de las razones que Elliot comenzó a tener demasiada confianza en su actuación y no se ponía ansioso en las audiciones; quizá con la tonta promesa de hacerle su helado o postre favorito si las pasaba, puesto que desde pequeño se le daba bien la cocina, sobre todo a repostería.
«Si quieres hacer feliz a alguien, hazle su comida favorita»
Aquellas palabras se grabaron en su memoria cuando su madre se las dijo con una gran sonrisa. Cuando salieron del bachillerato, los viajes de Elliot se hicieron más presentes, pero Liam fue paciente, sabía que su amigo era un gran actor y que los problemas en su casa le causaban estrés, estaba al tanto de su relación con su hermano menor, al cual solo conocía por la televisión o cine. Liam se dedicó a pensar qué deseaba ser en un futuro, puesto que sus padres no querían que trabajara mientras estudiaba, pero ahora siendo mayor de edad, era tiempo de ver por su futuro, así que decidió meterse a la Academia de Policías.
No tuvo dificultad al hacer los exámenes que validaban su inteligencia y su condición física además de su excelente salud. Nunca reveló que era mejor amigo de Elliot Rees y lo mantuvo en secreto para que la prensa no lo acosara ni buscara chantajearlo por información sobre su mejor amigo. Se veían poco, pero se mantenían comunicados a través de mensajes o videollamadas. Terminó a los 22 años como oficial de policía y al principio le encargaron tareas sencillas como hacer rondines por si había robos o problemas entre ciudadanos. Después de un año, logró sacar a sus padres de aquel barrio peligroso y los puso en un mejor lugar con un buen departamento mientras él se largaba a vivir solo.
Elliot lo visitaba de vez en cuando, pero siempre evitaban ser capturados para que no se expandieran los rumores, después de todo, Liam nunca negó que le atraían tanto chicas como chicos, pero jamás vio a su mejor amigo de otra forma, era como un hermano; sin embargo, la prensa podría destruir la carrera de Elliot en segundos si descubrían su secreto.
«Vámonos a Nueva York juntos.»
Fueron las repentinas palabras de Elliot cuando tenían 24 años, pero con una sonrisa Liam se negó. Había empezado una relación que llevaba tres meses con un chico llamado Harvey, así que no deseaba dejarlo, puesto que, ante todo, Liam era un maldito enamoradizo que cuando terminaba enculado, se entregaba por completo. Elliot, posiblemente porque nunca vio a su amigo tan enamorado antes, no se lo tomó a bien.
Pasaron tres años y fue cuando Harvey le dio el tiro de gracia al hallarlo engañándolo en su propio departamento. Planeaban casarse ese verano, incluso Elliot había aceptado ser el padrino a regañadientes si era una ceremonia privada, pero aquel idiota de Harvey fue tan descarado para hacerle esa traición de la peor forma posible. Le dejó el departamento y se marchó a casa de sus padres con el corazón roto.
Una persona muy sensible como él, no superaría aquello. Intentó superar su corazón saliendo con chicas o chicos, pero no funcionó y entonces pidió un traslado a donde fuera, pero lo más alejado de Londres, allí fue como terminó en Nueva Zelanda a los 28 años.
Siguió la carrera de su mejor amigo, disfrutando de ir al cine a ver sus películas y sintió una especie de curiosidad por Wyatt su hermano menor, clavándose con la serie medieval que este hizo. Realmente era bueno, al menos para sus expectativas. Intentó salir con más personas, pero decidió no involucrar su corazón si no estaba seguro de que la otra persona fuera igual de entregada que él.
Hace poco, le sorprendió que una productora se acercara a su trabajo y le pidieran ayuda como asesor en una nueva serie policiaca donde necesitan pegarse más a lo verídico, usando su experiencia en el campo como parte de una guía a los actores y guionista de la serie. Debido a que la paga es alta, ha aceptado, así podrá ayudar mejor a sus padres. Tiene esperanza de que Elliot lo visite en Nueva Zelanda ya que han sido pocas las veces que se ven desde que se mudó.
Gustos
🦮Cocinar, es su pasatiempo favorito. Adora cocinarle a sus personas amadas, Elliot siempre disfrutaba de verlo a escondidas porque le hacía sus platillos favoritos.
🦮Boxear
🦮Correr por las mañanas, le gusta ejercitarse de todas las formas posibles.
🦮Ver películas, halló el gusto al saber que su mejor amigo era actor, pero le fascinan en donde participé él.
🦮Los perros, le ponen muy feliz.
🦮Los y las rubias. Son su tipo ideal.
🦮Los videojuegos retro, es un alma vieja, le encantan los juegos de arcade.
🦮Paintball.
🦮Convivir con Elliot y sus padres. Siente que su mejor amigo puede relajarse cuando está con él.
🦮Los musicales, lo admite, es su gusto culposo.
🦮Bailar, tiene sangre latina, ¿cómo demonios no le va a gustar?
🦮Vino tinto.
Disgustos
💀Los drogadictos. Fue doloroso para él arrestar a personas que conocía desde pequeño y que incursionaban en este tipo de adicción.
💀La infidelidad, quedó traumado con lo de Harvey.
💀Los reptiles, gran parte de ellos le causan repelús.
💀Tener que disparar, prefiere no dañar a nadie, incluso si son malos.
💀La gente prepotente, racista, clasista y las injusticias.
💀Corrupción.
💀Los fantasmas, puede verlos en el cine, pero le dan mucho miedo por las leyendas que su madre le contaba de pequeño.
💀Que olviden fechas importantes, una vez le dejó de hablar a Elliot por no recordar San Valentín y festejar juntos el día de la amistad, desde allí, aquel actor aprendió a poner alarmas para cosas importantes.
💀Que sean descuidados consigo mismos. Es demasiado protector y cuidador y le fastidia que alguien se dejé hundir.
Extras
✨Salió en el mes de marzo en un calendario de los policías más guapos que hicieron de broma en la comisaría, pero milagrosamente, se vendió muy bien.
✨Lleva una pulsera de amistad desde bachillerato que comparte con Elliot, nunca se la quita.
✨Tiene un perro Golden Retriever que se llama Clifford.
✨Es muy hogareño.
✨Sabe hablar inglés y español fluidamente.
✨Una vez le ofrecieron ser modelo cuando lo vieron en la calle, pero se negó rotundamente, detesta el mundo del espectáculo gracias a que vio a Elliot sufrir para llegar hasta donde está.
✨Tiene excelente puntería, pero nunca le ha disparado a nadie.
✨Tiene como fetiche el amarrar a sus amantes. No lo revela de inmediato, pero le excita.
✨Es sensible de los pezones (¿?)
✨Harvey intentó localizarlo muchas veces para pedirle perdón, pero lo bloqueó de todos lados. Su ex era un modelo que conoció gracias a Elliot. Solo él sabe que son amigos cercanos.
✨Es muy malo cantando, pero lo hace con sentimiento (¿?)
✨Compra la mercancía que puede de Elliot, para apoyarlo, pero cualquiera pensaría que es MUY fanático.
Apariencia
Antes de que me la aceptes o me la mandes alv (? quería aclarar que ideas tenía en la cabeza. Sé que en mi ficha abuse mucho de que él y Elliot fuesen amigos, pero pensé que sería una forma de conocer a Wyatt al menos a traves de los ojos de Elliot. Pensé en que sería de ayuda que fuera alguien que convivió con una persona del espectaculo sabiendo lo mucho que hace daño el miedo y por ende sepa manejar las crisis o pensamientos de personas en ese medio.
Mi personaje es cuidador, protector y preocupón por naturaleza y al saber que Elliot y Wyatt tienen una mala relación, al inicio quiera llevarse bien con él para echarle la mano a su mejor amigo y esto conlleve a mucho drama más adelante cuando Wyatt sepa qué pedo porque en mi mente nadie de su familia supo que era mejor amigo de alguien como Liam.
Espero que te guste la idea y sino, pues yo entiendo si se rechaza uvu♥ -
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Su mente daba vueltas siempre que hacía este tipo de cosas con Kazuma, quizá por eso últimamente no le importaba no ir al bar a tener sus acostones, además de que Aoi era un verdadero problema, había escapado de que ese loco supiera dónde estudiaba, la edad que tenía y dónde vivía. Aoi verdaderamente poseía una tuerca suelta.
No sabía cuándo empezaron a besarse cada vez que se empedaban, pero no se detenían cuando sus cuerpos estaban adormecidos y los dos se sentían tan calientes por el licor, la verdad es que siempre que despertaba, sin importar la resaca en algunas ocasiones, se sentía mejor.
Si supiera que era porque hacía este tipo de cosas con Kazuma. Y vaya, qué cosas.
Solo con él era siempre dulce no importaba lo cachondo que estuviera. Le gustaba besar la boca de Kazuma, quizá se sentía tan diferente de sus encuentros pasionales con los demás porque aquí había sentimientos involucrados de los que no se daba cuenta.
Sentimientos que, gracias a Dios, no serían ocultados en esta línea temporal.
Kazuma correspondió su beso casi a los segundos de frotar sus labios. Tal vez, eso fue lo que provocó que cada vez que estuviera borrachos sus cuerpos quisieran la cercanía. No había ningún tipo de rechazo. El Kuma ebrio no temía a que Kazuma lo mandara a volar y le odiase.
Se separaron mientras Okuma veía con ojos llenos de deseo a Kazuma. Era una pena que cuando tenía ese tipo de pensamientos, evitara ver a Kazuma a los ojos o sino se delataría. Cuando Kazuma atrapó su rostro entre sus manos, le gustó el contacto, dejando que lo acariciara con más gusto, siempre era dócil con ese demonio poniéndole las manos encima. Entonces lo atrajo hasta él y lo besó más profundo.
Le gustaba que él lo mordiera.
Kuma era de las personas que le dejaba claro a sus amantes que no lo marcaran y él haría lo mismo, al menos en lugares donde no se viera. Aoi era el único bastardo que no cumplía con su palabra, pero de allí en más, los demás obedecían. Con Kazuma inconscientemente deseaba marcas por todos lados.
Así quizá sabría qué hicieron a pesar del alcohol.
Entrelazó su lengua con la de Shibata, en una pelea por tener el control donde siempre terminaba cediendo ante él. No importaba si toda su vida había sido activo, siempre sucumbía ante esta persona. En todos los aspectos posibles.
Cuando Kazuma cambiaba su voz a una más coqueta, lo estremecía. Le preguntó qué haría con el tema de que era su tipo, ¿qué haría? Si supiera lo que no le haría. Kuma inconscientemente siempre buscaba a chicos que tenían características similares a Kazuma, pero no lo relacionaba, Aoi le había llamado la atención por aquel cabello tan esponjoso y rizado como el Kazuma y su piel pálida.
Mierda, si tan siquiera se diera cuenta.
Cuando Kazuma respondió, simplemente se dejó arrastrar por la sensación de que se besaran nuevamente con esa mezcla de lujuria y cariño. Como si fueran dos amantes. Con ese mismo amor. Cuando las manos de Shibata bajaron por su pecho, sus labios temblaron en medio de aquella unión, era muy sensible cuando ese demonio paseaba sus malditos dedos por el cuerpo.
Cuando frotaron su entrepierna ahogó un gemido en la boca de Kazuma y se despegó ligeramente de él mientras entrecerraba los ojos al disfrutar de la sensación, siempre sabía cómo provocarlo. Comenzó a encenderse y bajó las manos de su cabello para meter una debajo de la camisa de Kazuma y otra hasta su culo.
Quería delinear cada parte de su cuerpo con sus manos. Quizá su mente lo olvidaría, pero la sensación quedaría en su piel.
—Kazuma siempre me provoca… —sí, su aliento se sentía más caliente, así que cuando atrapó nuevamente su boca fue un poco más desesperado mostrando su necesidad de estar juntos. Se sentía algo adormilado y no le quedaba mucha energía después del día de mierda emocional que tuvo, pero manosearía un largo rato a ese demonio.
Nada lo detendría.
Apretó una de las nalgas de Kazuma, tal como lo había hecho cuando lo cargó mientras chupaba sus labios ya que le gustaba la sensación de su suavidad entre sus labios. Con su otra mano comenzó a frotar su pezón izquierdo, viendo si era sensible en esa parte. Le gustaba juguetear con esa parte de su cuerpo porque si pellizcaba, chupaba o mordía lo suficiente, se volvían MUY sensibles.
—Kazuma… —jadeó cuando se separó y un hilo de saliva unía aún sus bocas, demostrando lo intenso que se besaban. Levantó completamente la camisa de su presidente e hizo que la mordiera para que no se abajara. Quería tener acceso a su pecho sin interrupciones. Se sacó su amada sudadera y la puso con cuidado a un lado, estaba sintiéndose acalorado.
Era una pena que no lo besaría, pero quería sentir otra cosa en su boca.
Dejó un camino de saliva desde el abdomen de aquel voleibolista hasta el inicio de sus pectorales, logrando que el cuerpo de Kazuma lo sintiera, después de todo hacía frío y su saliva se sentía húmeda. Comenzó a chupar con insistencia el pezón izquierdo ya que lo había estimulado antes.
—Me gusta… como se siente en mi boca… —murmuró jugueteando un poco más. Podía sentir que el cuerpo de Kazuma estaba reaccionando, y entonces pasó algo que en la primera línea había tardado mucho tiempo en suceder, quizá de las últimas veces que hicieron esto de emborracharse… Kazuma movió sus manos por la sensación tan mareadora y tocó las orejas de Kuma.
Ese era su punto sensible. MUY sensible.
Dejó de torturar a Kazuma y se levantó ligeramente mientras su rostro se ponía algo rojo y soltaba un buen gemido sonoro. Se cubrió la oreja con urgencia mientras lo miraba con algo de reproche y pena. Estaba borracho, pero no le gustaba oírse gemir.
“No era nada varonil” según su homofobia interna.
—N-No hagas eso… —jadeó intentando recuperarse de lo que sintió.
Oh Kuma, si supiera que cuando Kazuma lo descubrió, fue lo que más hizo.
Kuma estaba más rojo de lo normal y eso había prendido una especie de fetiche en aquel demonio cachondo bajo los efectos del licor. Quizá era porque a pesar de tantas noches juntos, no lo había visto en ese estado vulnerable, siempre lo aprisionaba contra el colchón y tomaba las riendas cuando le daba permiso, pero ahora con un simple roce, se cubría las orejas con nerviosismo.
—¿Eres sensible allí? —sus ojos mostraron un brillo acuoso que denotaba que su cuerpo no mentía. Nadie lo había tocado con insistencia en esa parte para darse cuenta que se ponía vulnerable. Negó con la cabeza, pero la mentira era tan jodidamente obvia.
—No toques.
Le pidió con un mohín, pero aquello tuvo el efecto contrario. Kazuma había dejado atrás al perro rabioso de Kudan, pero en esta situación, no iba a permitir que ese gran oso le ordenara algo que le picaba en su curiosidad.
—Quita la mano. —le ordenó con voz dominante estremeciendo a Yoshio, pero este negó con la cabeza.
—No.
Ya había firmado su sentencia de muerte. Estaban muy borrachos para coordinar de forma correcta, pero Kazuma le ganaba claramente en fuerza a ese oso estúpido. Había permitido que lo aprisionara siempre debajo de su cuerpo, pero ahora mismo lo iba a poner en su lugar. Irguió su cuerpo y rápidamente cambió los papeles.
Ahora era Okuma es el que estaba debajo suyo. Se intentó cubrir la oreja, no por nada ni siquiera se las llegó a perforar, eran demasiado sensibles.
—K-Kazuma… no… —imploró, pero sus manos fueron retiradas con fuerza mientras fácilmente le sujetaba las muñecas por encima de su cabeza para inmovilizarlo. Intentó removerse, pero cuando miró a Kazuma tan determinado se estremeció.
No le iba a ganar.
Con la mano libre de ese demonio comenzó a acariciar el contorno de la oreja de Kuma y notó que este se estremecía con tan poco y gemía fuerte. Reaccionó y se mordió el labio inferior. No podía ahogar sus gritos porque Kazuma sostenía sus manos.
—Si sigues con la idea de no dejarme oír, no te lo voy a permitir.
Mierda, hablaba en serio. Sintió que sus ojos se aguaban por el placer y la vergüenza y entonces Kazuma se inclinó para lamer y mordisquearlo. La reacción fue instantánea, Kuma estaba jadeando y gimiendo como loco mientras arqueaba su espalda. Intentaba liberarse para empujar a Kazuma, pero era inútil.
—K-K-Kazuma, basta… —lloriqueaba. El demonio dejó de torturarlo mientras usaba su boca para besarlo, pero nuevamente con su mano libre ahora tocaba su otra oreja logrando que gimiera entre besos. Había descubierto un gran tesoro.
Era como haber hallado un botón que buscó por mucho tiempo.
Estuvo torturándolo de esa forma un buen rato hasta que Okuma eyaculó. Era bueno que estuviera medio desnudo en ese momento o sino mancharía toda su ropa. Tenía toda la boca hinchada mientras goteaba saliva de sus labios y algunas lagrimas de sus ojos por la intensidad del asunto.
Mierda. Kazuma sentía que iba a explotar. Su miembro estaba durísimo en sus pantalones. Kuma abrió los ojos al ver cómo liberaba su extensión y se veía más grande de lo normal, ¿tanto le gustaba oírlo? Apretó los labios y luego se miraron fijamente con libido.
—Si Kazuma quiere puede usar mis muslos para masturbarse.
Aquello posiblemente fundió algunos cables en el cerebro de ese demonio, pero no lo pensó dos veces. Aquella noche las caderas de Kuma tenían marcas de rasguño que dejaron unas marcas muy rojizas, pero pensó que estuvieron haciendo retos estúpidos y terminó con esos arañazos.
Si supiera que Kazuma le utilizó para desahogarse por horas mientras lo hacía venirse una y otra vez hasta caer desmayado al tocar sus jodidas orejas. -
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Holi, me llamo la atención tu actor 🤗 quería ver si me la apartabas entre hoy y mañana te dejo ficha, tengo unas cuantas ideas, pero quería ver si tenías algo en mente q7e llamara más tu atención
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