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| El menor sonrio ante las palabra de Leon dejando que este le acariciara mientras el albino se ocupaba de abrir los botones de su camisa dejando al descubierto su pecho. Lugar donde el menor puso sus manos cuando sus labios fueron atrapados por los de su pareja.
-- Dígame majestad ¿Cual es el menú de esta noche? -- dijo una vez el mayor dejo de juguetear con su lengua. Su respiracion estaba un poco agitada, sus mejillas rojas resaltaban en su pálida piel, sus labios estaban rojos y húmedos por el reciente besuqueo. Su miembro ya presionaba un poco en el vientre de Leon por la creciente excitación que tenia el menor.
Sus manos acariciaban suavemente el torneado pecho del mayor, pese a que los años habian pasado, a los ojos de Habib seguía siendo tan guapo como cuando le habia conocido, pese a que en ese momento no queria saber nada de el.
Movio su cabeza para besar las mejillas y el cuello del mayor, sintiendo la naciente barba picar en sus labios ya le hacia falta rasurarse. Habib tenia la ventaja de que jamás le habia crecido barba o bigote y su cuerpo carecía de vello corporal, aunque de eso no podia culpar a su padre, el hombre habia sido alguien muy velludo, tal vez eso lo habia sacado de su madre. Incluso Basim ya empezaba a tener bigote, pero como al adolescente no le gustaba lo rasuraba cada que salia. |
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| El menor pareció pensarlo un poco al escuchar las palabras de Leon, no, no queria dejarlo solo entre todas esas personas, en su mayoria fastidiosas. Tal vez este año encontraría a alguien que no les mostrara solo sonrisas falsas, despues de todo en todos esos años no habia terminado de conocer a todos los nobles del reino, casi siempre eran las mismas personas las que acaparaban la atención de ellos.
-- Si, no puedo dejarte solo, no tendras con quien divertirte -- dijo acomodandose entre sus brazos.
-- Oye, soy un adulto, no se supone que me vea adorable -- fingió quejarse mientras sonreía, a pesar de tener ahora 24, casi 25 años, su apariencia no distaba demasiado de cuando habia conocido a Leon. Las personas solían decir que era un traga-años ya que a lo mucho se veía de 18 o 19, suponía que debía de agradecérselo a los genes de su padre. La gente de su pueblo no envejecia con tanta rapidez.
-- Pero bueno, deberiamos dormir ya, la fiesta es mañana en la tarde pero mientras mas descansados estemos mejor -- dijo resignado a que tendría que asistir, sus trajes ya los esperaban en el closet sin ninguna arruga como lo hacían tambien en los cuartos de sus hijos. Jugando empujo a Leon en la cama para que se acostara subiendose sobre su estomago, tal vez si tenian tiempo para algunas cosas mas -- Aunque si tienes una mejor idea soy todo oídos -- murmuró jugando con uno de los botones de la camisa del mayor. |
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| Habib asintió, no menos preocupado, pero esperando que el descanso fuera todo lo que su hija necesitara. Al menos habia pasado todo el dia sin ningun incidente y habia disfrutado de su cumpleaños.
Pasaron un poco mas de tiempo en el jardin hasta que poco a poco las personas se fueron retirando. Dejo que Leon acompañara a sus hijos mientras el platicaba otro poco con su tío, aunque no duro mucho y en poco tiempo ya estaba en camino a su habitacion junto a su hijo mayor.
Al entrar en la habitacion bostezo cansado antes de sentarse en la orilla de la cama.
-- ¿No puedo decir mañana que estoy enfermo o algo asi? -- murmuró acostandose, odiaba las fiestas con los nobles, se sentia fuera de lugar entre tantas sonrisas falsas y murmullos a sus espaldas, despues de todo algunos nobles eran demasiado religiosos y veían su relacion con Leon como algo pagano y repugnante, lo habia escuchado una vez de una pareja que hablaba de ellos pensando que nadie los escuchaba. -- O podemos cancelarlo y salir todos a algun lado -- murmuró mirando a Leon, sabia que no era posible pero era inevitable intentarlo cada que una celebración como aquella se presentaba. No entendía como sus hijos y Leon podian pararse ahí y fingir que no notaban que esas personas les hablaban solo por conveniencia.
Habib se levanto dispuesto a buscar una pijama, aunque al final termino robandole una de sus camisas de pijama a Leon, como le quedaban grandes resultaba mucho mas cómodo dormir con ellas.
-- Creo que cuando el bebe crezca me robare mas seguido tu ropa -- dijo metiéndose en la cama, solo con esa camisa y su ropa interior. Para Hana era fácil vestirse ya que los vestidos eran algo cómodo de llevar con su estomago de ya 7 meses, pero Habib no tenia idea de que se pondría cuando su ropa ya no le entrara ¿Tendría que llevar vestidos como Hana? -- ¿Tendremos que mandar a hacerme ropa para cuando el bebe crezca? En la isla era mas fácil vestirme. |
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| Sonrió al sentir la caricia en su cabello, cerrando los ojos y llevando su mano a su vientre con una sonrisa, el próximo año ya tendrían otro pequeño príncipe o princesa en el castillo. Se moría de ganas por conocerle. -- Tienes razón - murmuró eliminando de su mente los celos que sentia por la chica.
La mañana se fue rapidamente y pronto llego la tarde, Violette y Dante estaban encantados con los regalos que recibían, nunca olvidando dar las gracias con unas adorables sonrisas en sus caras con facciones casi idénticas, Habib estaba orgulloso de que sus tres hijos estuvieran tan bien educados, habia visto a los hijos de otros nobles y en su mayoria eran niños mimados que solo eran amables con las personas que les convenía y a los demás los pasaban de largo.
El banquete paso, tan delicioso como el desayuno, y llego la hora que los menores esperaban, comer el pastel y abrir los regalos que sus padres y familiares les habían llevado. Despues de eso la fiesta en el jardin terminaría para que todos se cambiaran para la cena, dejando asi a los niños disfrutar de sus regalos y descansar de todo lo que habían hecho ese dia.
Entre libros, juguetes, ropa y otras cosas, Habib no tenia idea de donde meterían sus hijos tantas cosas. Aunque desde un par de años atrás, despues de una visita al pueblo por parte de la familia, los mellizos se tomaban la tarea de que, despues de su cumpleaños sacaban todos los juguetes con los que ya no jugarían y mandaban a los guardias a regalarlos al pueblo.
Los niños corrían y jugaban con sus nuevos juguetes, pero la diversión paro cuando Violette comenzó a toser insistentemente provocando que todos la miraran preocupados y que Saira se levantara para checarla.
-- Sera mejor que te sientes a descansar señorita -- le dijo Saira a la menor que hizo una mueca idéntica a la que hacia Habib cuando era regañado.
-- No te preocupes Vi, yo me quedo contigo, podemos jugar muchas cosas en la mesa como... ¿ajedrez? -- dijo rapidamente Dante presintiendo el berrinche o las lagrimas que se avecinaban por parte de su hermana. Odiaba verla llorar, aunque todos los hombres de la familia seguramente lo hacían tambien. La niña asintió odiando no poder jugar como los demás niños, pero contenta de tener a su hermano para acompañarle. Rapidamente uno de los sirvientes salio del lugar para buscar un tablero.
-- ¿Crees que este bien? -- pregunto Habib a Leon, no se habia levantado de la mesa al no querer que su hija se sintiera peor por tanta preocupación, despues de todo si hubiera sido serio Saira habría sido la primera en informarle. |
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| Habib soltó un suspiro al escuchar las palabras que compartieron León y su hermana, al menos pareció tomarlo bien, o lo mejor que pudo considerando la extraña que debía de resultar la situación para alguien que no hubiera vivido con ellos mientras esperaba a los mellizos. Suponía que cuando su bebe creciera y fuera más notorio las personas comenzarían a creerlo, aunque aún no sabía cómo le harían con la servidumbre y las personas en el reino.
Basim solo sonrió al escuchar las palabras de sus padres, después de todo ya sabia y aun podía recordar el anterior embarazo de Habib y el posterior nacimiento de los gemelos. Mellizos estaban distraídos de la conversación de los mayores muy entretenidos discutiendo sobre un libro que habían leído y entreteniendo a su pequeño primo.
La comida continúo con tranquilidad entre las risas de los niños y los adultos comiendo su desayuno y hablando de cualquier otro tema que no fuera el embarazo de Habib. El albino mayor ni se acercó a los dulces comiendo el desayuno más nutritivo de su vida, o al menos así lo sentía mientras veía a sus hijos comer panqueques y pastelillos a sabiendas de que su padre no los dejaría hacerlo a ese nivel de nuevo, aunque se aseguraron de dejar espacio para los ocasionales dulces que comerían a lo largo del día.
Al terminar de comer pasaron un rato solo conversando esperando a que la comida se pasara para que los niños pudieran pasar a los juegos. Usualmente eran Hana y Habib los que organizaban y llevaban a cabo pero debido a la condición de ambos Saira se los había prohibido, pasando a ser tarea de una de las chicas más jóvenes de la servidumbre, no debía de tener más de 16 años.
- Yo quería jugar con ellos – se quejó con León recargando su cabeza en el brazo del mayor mientras veía a sus hijos jugar y corretear junto a la chica, después de todo el había creado los juegos y sabía que no le quedaba mucho tiempo para que estos siguieran siendo niños y quisieran pasar tiempo con ellos.
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| - “Uy… perdón, digo” perdón – dijo el menor apenado al notar las miradas curiosas de los integrantes de los mesa, al parecer les había llamado la atención verlos a él y a Saira hablando en un idioma extraño.
Miro apenado a los invitados en la mesa ante las palabras de León, para Usher y Lydia no debía de quedar duda de lo que pasaba, Saira, Hana y su tío ya estaban enterados y aunque este último aun no lo creía del todo les daba el beneficio de la duda, pero su cuñada y su esposo no tenían idea de lo que estaba pasando, esperaba que no se tomaran a mal lo que iban a decirles o que pensaran que estaban jugando con ellos.
- Eh… No, estoy bien solo… este… “Creo que al bebe no le gustan los dulces” – dijo esto último en su idioma natal sin animarse a darles la noticia a la hermana de León y su esposo de esa manera. – Y creo que tenemos algo que contarles – dijo mirando a los integrantes de la mesa para después mirar a León esperando que él lo hiciera, después de todo tal vez si lo escuchaba de la boca de su hermano su cuñada le creería, o al menos eso esperaba, de los demás no tenía duda de que creerían sus palabras, aunque seguramente ya se lo imaginaban con las palabras de León. |
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| Habib era una persona de paladar dulce, lo admitía, cuando veía los pasteles y aperitivos no podía evitar que se le hiciera agua la boca, pero en ese momento, al ver tantas cosas dulces no pudo evitar sentir como su estómago se revolvía al punto de tener ganas de vomitar, sabía que los ascos eran comunes en el embarazo pero la vez anterior casi no los había sentido, o al menos no con ese tipo de alimentos, había sentido más desprecio hacia todo lo que tuviera papas específicamente.
- ¿Por qué me haces esto? – murmuro bajito acariciando su vientre discretamente esperando que eso fuera solo algo pasajero ¿Cómo podría pasar otros ocho meses sin comer dulces?
Soltando un suspiro, solo tomo algunas frutas y evito todo lo que pudo los panqueques para la extrañada mirada de Saira que estaba sentada a su lado.
- “¿Mami tiene asco?” – se burló bajito de Habib en su idioma natal para que solo él y si acaso León le entendieran.
- “Déjame, solo quiero comer saludable” – se excusó el menor apenado metiendo un poco de carne en su boca.
- Sí, claro, como tú digas – se burló la mayor antes de volver su atención a la comida.
Ahora que lo pensaba jamás se había dedicado a enseñar a sus hijos menores su idioma natal, con todas sus clases diarias no había ni siquiera pensado en ello. Solo Basim lo sabía, aunque no tenía idea de que tanto recordaba de él, aunque algunas veces lo había escuchado hablándolo con sus amigos.
- “Oye, ¿Crees que debería de enseñarles?” – le pregunto ahora a León, sus hijos ya dominaban a la perfección el francés y recientemente habían empezado a aprender inglés, además de su natal español, aunque no tenía idea de que tanto podía servirles conocer ese idioma, fuera de poder hablar entre ellos sin que nadie más pudiera entenderles, como solían hacer León y Habib en algunas ocasiones. Era divertido tener un idioma secreto para cuando tuviera que decir algo de lo que no podían enterarse otras personas. |
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| Al ver a su pequeño primo acercarse los niños de ya 9 años lo abrazaron felices de verle, en especial Violette que siempre parecía encantada con los niños mas pequeños que ella. Era como una pequeña mama, los cuidaba, les enseñaba e incluso les regañaba, si le preguntaban a Habib seguro responderia que eso lo habia sacado de Leon.
-- Bienvenidos - saludo el albino mayor al ver llegar a Usher y a su mejor amiga. Al hombre ya se le notaban mas las marcas de la edad, aunque aun era grande e imponente, aun conservaba su puesto de caballero y jefe de la guardia real. Lydia por su lado se habia convertido en una hermosa mujer, ya no era aquella adolescente que les habia ayudado en aquella isla. - Me alegra que esten aqui. - Los mas pequeños tambien recibieron a sus invitados con alegría.
Pocos minutos despues Saira y Hana llegaron, la mayor llevaba un regalo que, conociendola, seguramente eran libros de alguna ciencia o de nuevos descubrimientos. La menor caminaba a su lado con una mano en su abultado vientre que se notaba a pesar de su vestido. Habib empezaba a preguntarse que es lo que iba a vestir cuando llegara a esa etapa, seguramente sus camisas se verian extrañas con su estomago de ese tamaño.
Los niños parecían encantados saludando a los adultos y comiendo algunos bocadillos, no parecía afectarles que no hubiera mas niños que ellos tres, sin contar a Basim quien ya era un adolescente. Sus hijos eran muy educados con los hijos de otros nobles, sabían las reglas de etiqueta mejor que Habib y algunas veces mejor que Leon, pero jamás habían logrado entablar una amistad con alguien de cuna noble. |
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| Habib se sentó al lado de León observando entretenido como sus hijos correteaban por el lugar observando todas las decoraciones y detalles que los empleados del castillo habían preparado especialmente para ellos. Le alegraba que al menos en esa fiesta pudieran comportarse como niños ya que el día siguiente tendrían que ser abrumadoramente formales. Aunque toda su familia ya estaba acostumbrada a esos roces sociales, a Habib, a pesar de los años, le seguían pareciendo incomodos. Por ello prefería pasarla con León dejando que el hablara mientras él decía lo mínimo posible, más cuando eran personas que claramente querían obtener algún beneficio de ellos o no les querían y solo les hablaban bien por su posición.
La llegada de su tía provoco más alegría en los menores, si es que eso era posible.
- Bienvenidos, me alegra que hayan podido llegar - dijo Habib saludando al esposo de su cuñada para después pasar su vista a su sobrino y agacharse para estar a su altura. En esa fiesta Habib mandaba lejos las reglas de etiqueta. - Hola pequeño ¿cómo estás? - le saludo cariñosamente extendiendo su mano hacia él, el niño era adorable y había crecido mucho en los meses que tenía sin verlo.
- No creo que esa sea una postura digna de una reina - dijo su tío al llegar al kiosko junto a los demás, gracias a su sonrisa Habib se dio cuenta de que no era una reprimenda así que no se movió.
- Es una fiesta familiar ¿Qué más da? - respondió el riendo un poco mientras acariciaba el cabello de su sobrino antes de levantarse.
Aun esperaba la llegada de Lydia, Usher, Sara y Hana, aunque imaginaba que estas últimas tardarían un poco debido al avanzado embarazo de la última, ya en un par de meses nacería un niño o niña que como Habib, sería un mestizo. Al parecer el castillo de nuevo tendría un par de bebes ese año. |
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| - Es que tardan mucho en despertarse - dijo Dante mirando de reojo a Habib quien terminaba de acomodar su cabello.
- Por eso decidimos apresurarlos un poco - completo la niña con una encantadora sonrisa cuando su madre se acerco para felicitar a sus hijos.
- Su padre tiene razón, ya no crezcan mas - comento Habib sonriendo, ambos niños estaban creciendo demasiado rápido, parecía que hubiera sido ayer cuando nacieron, cuando dieron sus primeros pasos o cuando aprendieron a leer y escribir y podian pasar horas leyendoles cuentos infantiles para demostrarlo. Soltó un pequeño suspiro con nostalgia. - Pero bueno, supongo que ya todo debe de estar listo ¿Salimos? -
Los niños asintieron y tomaron las manos de sus padres para caminar a el jardin, como era una celebración pequeña no necesitaban el enorme salón, solían hacer esas fiestas en el gran kiosko en medio del jardin.
El lugar era preparado desde muy temprano, aunque no todos llegaban temprano, pero como buenos anfitriones a los dos menores les encantaba recibir a toda su familia. Cuando llegaron al lugar Basim ya se encontraba ahi, sentado en una de las sillas. Zeus, su tigre, no estaba con el, habia mandado a construir un cercado en una parte del jardin para cuando no podia ocuparse de el, aunque usualmente se les podia ver juntos. El tigre, ya un poco mas grande que como habia llegado, le seguía a todos lados sin necesidad de una correa. Hasta el momento no habia lastimado a nadie.
El adolescente se levanto y felicito a sus hermanitos. Habib miro alrededor, el lugar estaba decorado hermosamente, listo para recibir a la variada familia.
Edited by ~Luce~ - 3/10/2019, 13:21 |
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| - Supongo que puede llegar mas al rato -- dijo el menor encogiendose de hombros mientras se acurrucaba en los brazos de Leon. Una de las cosas que odiaba del embarazo eran esas horribles nauseas matutinas, aunque ahora con su desayuno siempre venia la medicina que Saira hacia para calmarlas, sin esa cosa milagrosa sabia que no podría tomar el desayuno.
Ese desayuno la comida llego mas temprano, a lo que no le falto un pequeño gruñido de Habib, queria seguir durmiendo claramente, pero era cumpleaños de sus hijos asi que por ellos se sentó en la cama, tomando su medicina y su desayuno sin ni siquiera hablar.
-- Violette ayer se demoró una hora en elegir mi atuendo de hoy, parecía que estaba tomando la decisión mas importante de su vida-- murmuró sacandolo del armario - dijo que debia de ponerme mi ropa bonita antes de que no entrara en ella o algo asi. No se si sentirme ofendido -- dijo riendo un poco, siendo sincero la idea de engordar por culpa de un bebe nunca lo habia acomplejado, o al menos no recordaba que lo hiciera en su primer embarazo y, con dos bebes, su barriga si que habia crecido.
- Y este es para ti - le dejo en la cama la ropa que la niña habia dejado para su padre.
Despues de vestirse los mas pequeños no tardaron en aparecer en su puerta, ansiosos por empezar su cumpleaños numero nueve. Violette vestía un hermoso vestido azul oscuro con flores de colores bordadas, zapatos negros y su cabello blanco trenzado con decoraciones florales en el. Dante llevaba una camisa azul oscura, pantalón negro y botas del mismo color, Habib estaba seguro de que Violette tambien habia elegido su ropa. La niña podia ser demasiado controladora en ocaciones. |
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| - Salgamos a dar un paseo, hay que aprovechar antes de que no pueda ni ponerme los zapatos solo - dijo el menor llevando su mano a su vientre donde su bebe crecía. Debía de admitir que estaba emocionado por el nuevo miembro de la familia, todas las noches antes de dormir se encontraba a si mismo acariciando su vientre y preguntándose que seria ¿Niño o niña? ¿Seria albino como el o tendría cabello negro como Leon? No le importaba lo que fuera, pero era divertido pensar en las posibilidades.
- Estoy seguro de que si le preguntas te enseñara varias cosas, hay cosas muy interesantes en las que ella esta trabajando, incluso escuche que un par de jóvenes de la servidumbre se interesaron en aprender medicina despues de que ella les explicara algunas cosas. - a Habib le alegraba saber que ahora Saira tenia a personas a las cuales enseñarles, despues de todo ella y el medico algunas veces no podian con todo el trabajo, especialmente los dias de entrenamiento intenso de los soldados, esos hombres aun no habían aprendido que retar a la gente del pueblo de Habib a una pelea no les traeria nada bueno, aunque admiraba su perseverancia.
La platica trivial hizo a Habib relajarse poco a poco, el tema de Dante convirtiéndose en rey aun rondaba por su cabeza, pero era mejor distraerse un poco para que su mente lo procesará. Aun tenian algunos dias para tomar la desicion aunque eso no lo hacia mas sencillo.
Los dias pasaron, mas rapidamente de lo que a Habib le hubiera gustado, y asi, el cumpleaños de los mellizos llego, o al menos el dia de su pequeña fiesta privada. Esa mañana Habib se encontraba en, al parecer, su lugar favorito de todas las mañanas, el baño.
- ¿Por que debo de pasar por esto? A la próxima lo tendrás tu - dijo el menor saliendo por fin del baño, despues de haber limpiado su boca, y caminando en direccion a la cama donde se acurruco en los brazos de Leon. - ¿Vendra tu hermana a la fiesta? ¿Le diremos lo del bebe? - pregunto el menor curioso. |
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| Correspondió el abrazo de su esposo rodeando la cintura del mayor con sus brazos y así poder escuchar el sonido de su corazón, ese sonido que tanto lo tranquilizaba.
- Supongo que tienes razón, pero no puedo evitar preocuparme de que algo les pase y no estar ahí para protegerlos. - suponía que era el miedo de cualquier padre. - Era mas facil cuando eran bebes y podia tenerlos cerca de mi todo el tiempo. - Aunque Basim no habia estado con ellos desde que era un bebe - Aun así creo que debemos de pensarlo más tiempo, después de todo es algo que cambiara la vida de todos, no solo la de Dante - después de eso permaneció callado por cerca de un minuto solo dejando que la presencia de León lo tranquilizara.
-- ¿Ya no trabajaras el resto de la tarde? ¿Podemos pasar la tarde juntos? - pregunto, estar solo el resto de la tarde con la mente tan llena de preguntas no le haria ningun bien. Y menos comenzar a estresarse, Saira le habia dicho que era malo para el bebe.
Antes Habib tenia actividades vespertinas, cabalgaba y le habían empezado a enseñar defensa personal, pero las habia suspendido debido al embarazo. A Habib no le molestaba, despues de todo queria cuidar que su futuro hijo naciera bien y sin complicaciones para ninguno de los dos. -- No quiero que Saira me vuelva a enseñar una de sus tecnicas para coser las heridas de los soldados o como prepara sus extraños brebajes. |
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| El saber que Dante no se iría inmediatamente hizo que Habib soltara un suspiro de alivio, ni siquiera se había dado cuenta de que estaba sosteniendo el aliento hasta ese momento.
El menor escucho las palabras de su esposo atentamente asintiendo con la cabeza para que supiera que le estaba prestando atención.
Cuando León termino de hablar Habib llevo su mano a su cabeza tratando de quitar el pequeño dolor de cabeza que empezaba a darle. Aceptar o rechazar la propuesta de su tío tenía muchos pros y contras. De aceptar, la vida de Dante, e incluso la de toda la familia, podía verse en riesgo y de rechazarlo también lo haría, ya que dudaba que su primo, una vez con la corona, ignorara su existencia.
- Ahora creo que tengo demasiado en que pensar - murmuro mirando a León - ¿No podemos regresar a la isla y fingir que nadie más existe? - dijo tratando de bromear, pero sonó mas como un anhelo. Con la reciente noticia de su segundo embarazo había pensado mucho en el primero y eso lo había hecho recordar la isla. El tiempo que pasaron ahí, pese a que no habían tenido grandes lujos, ni sirvientes, había sido muy feliz y tranquilo, al menos excluyendo el final.
- No creo que una semana sea el tiempo suficiente para tomar una decisión, incluso dudo tener una respuesta en un año - soltó un suspiro, cualquier elección era peligrosa, era como arrojar una moneda al aire. |
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| De todas las cosas que habían pasado por su cabeza la ultima hora, esa ni siquiera se le había ocurrido. No tenía idea de cómo sentirse ante eso. Una parte de él estaba contenta de que el reino de su tío pasara a manos de una persona que no declararía la guerra con el reino donde vivían. La otra parte de inmediato se preocupó por la seguridad de su hijo ¿Tendría que irse a vivir con su tío? ¿Ya no volvería a verlo? ante la sola idea Habib tuvo que sentarse.
- ¿Dante tendría que irse? - fue la primera pregunta que salió de su boca, no le gustaba que sus hijos se alejaran de él, menos siendo aún unos niños. Incluso le estaba costando trabajo ser consciente de que Basim ya estaba creciendo y de que, tal vez, pronto empezaría a viajar por sí mismo. No quería que su hijo de apenas 8 años se fuera lejos de donde podía mirarlo.
- Sinceramente... no sé qué pensar León - paso su mano por su rostro un poco frustrado - ¿Tu qué piensas de eso? - León la mayoría de las veces tenía una noción más amplia de las cosas, el podía ver cosas que a Habib ni siquiera se le pasaban por la cabeza, pero lo atribuía a que el había vivido toda su vida en ese ambiente y había sido educado para sobrevivir en él. |
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5793 replies since 26/12/2011
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