Posts written by takano_love~

  1. .
    Perdón por la tardanza. Las clases me consumen.
    Si no estoy mal, este es el ultimo capitulo, así que espero que lo disfruten, créanme que le puse mucho empeño para que este final fuera bueno, ya que casi siempre, a la hora determinar una historia, la dejo mal.
    Sin mas distraer, aqui les va :3



    YUKIHI 7 (final)


    Llegué a la universidad en la tarde. Llevaba ropa de Yukina, al quedarme un poco grande me sentía cómodo, pero el dolor seguía a pesar de las pastillas que había tomado. Por primera vez en mucho tiempo no quería trabajar. Solo quería descansar.

    Como siempre, Miyagi se encargó de molestar y hacer comentarios sobre mi apariencia: Las ojeras bajo mis ojos eran visibles y la incomodidad la moverme también.
    Al llegar la hora de mi clase no pude quedarme parado, así que tomé asiento y los hice repasar para sus exámenes, ya que estaban cerca. Y al tocar el timbre de salida Takahashi-kun se me acercó
    - Kamijou-sensei...
    - ¿Qué necesitas? Llegarás tarde a tu siguiente clase. -dije sin dejar de escribir el reporte que hacía en ese momento.
    - ¿Se siente bien?
    - Creo haberte dicho que no me preguntaras nada al respecto. -dije mientras me quitaba los lentes y le miraba.
    - No hablo por Usagi-san, hablo por mi.. Usted nunca se queda sentado, mucho menos nos pone a repasar de esa manera, incluso nos dejó ir a tiempo.
    - Estoy bien, sólo estoy un poco enfermo.
    - ¿Quiere que llame a Usagi-san?
    - No, sólo llamaré a Yu... -no continué al darme cuenta de lo que acababa de hacer.- Vete a tu clase.
    - ¿Regresaron? ¿Arreglaron las cosas? ¡Tiene el anillo puesto de nuevo! -dijo señalando mi mano.
    - Que te vayas a tu otra clase ya. -le dije con una expresión de enojo, así que solo se fue.

    Llamé a Yukina pero no contestó, así que solo me rendí a irme a mi apartamento para tomar más ropa y un baño.

    Estaba almorzando junto a Nowaki en la cafetería enfrente de Marimo, y a pesar del apacible silencio mi mente estaba hecha un lío: estaba ansioso, asustado pero feliz. Y los tres sentimientos eran por lo mismo: ya quería decirle a Nowaki la verdad, pero su reacción no era algo que pudiera predecir.
    - Te ves feliz. -dijo Nowaki rompiendo el silencio.
    - Lo estoy. -no dijo nada por unos segundos, parecía analizar mi reacción y palabras, luego sonrió al entender.
    - Creo que tienes un problema de dependencia hacia él. -bromeó.
    - No me sorprendería -reí un poco- Nos encontramos de nuevo el sábado. Había empezado a olvidar detalles de él, de su forma de ser, pero todo volvió a mí al verlo de nuevo.
    - Es muy tarde para decirlo, Kou, pero...
    - No... -le interrumpí- no digas nada. Nowaki, te quiero, eres cómo mi hermano, pero el sacrificar a Hiro-san por ti es algo que no me puedo permitir. Elegir entre ustedes dos es algo imposible, porque ambos son parte de mí.
    - Lo sé, y sé que no tomé las cosas como debía en el pasado. Lo siento, Kou, creo que fui un pésimo amigo, no supe cómo manejar la situación.
    - Yo también lo siento... no tuve que haber ocultado nuestra relación. Ser sincero contigo era todo lo que requería.
    -Creo que ambos cometimos errores, -sonreímos- estoy feliz por tí, y lo digo de todo corazón. El que Hiro-san te escogiera fue lo correcto.

    Regresamos a Marimo y sólo quería terminar mi turno: llegar a casa y abrazarlo era todo lo que deseaba. Realmente me sentía feliz.

    Llegué a la casa de Yukina y saqué los ingredientes que había comprado para hacer la cena. Me puse un delantal que Yukina guardaba en la cocina y preparé la comida, así todo estaría listo para su llegada.

    Cuando entró por la puerta fui a la sala a recibirlo. Apoyé mi hombro en la pared mientras le miraba quitarse la chaqueta y dejaba una bolsa en la mesa de centro. Al verme sonrió y dejó las llaves junto a la bolsa que recién acababa de dejar, en la cual ya sabía lo que había.
    - Bienvenido -dije sin dejar de verle, su expresión se volvió de alivio.
    - Ya estoy en casa. -caminó a mi y me abrazó, luego besó mi cabeza y suspiró- ¿Puedes usar ese delantal hasta que lleguemos a la habitación? -sonreí un poco
    - Tienes problemas. -le vi y me besó.- La cena está lista, ¿quieres comer ya? -sólo asintió.
    Lo llevé a comer al comedor. Parecía un poco sorprendido ante lo que había preparado y la verdad eso me hacía feliz, me pidió sentarme en sus piernas y al principio me negué, pero luego, obviamente, accedí. Tomé mi plato y lo puse junto a el de él. Me rodeó con sus brazos por debajo del delantal y colocó su barbilla en mi hombro, acariciaba mi costado con su pulgar haciéndome sentir tranquilo. Cuando terminamos la cena comimos pastel, que claramente estaba en la bolsa que traía consigo antes y era el regalo de una fan. Pensarán que eso me conflictua, pero a decir verdad me gustaba, claro, siempre le decia que dejara en claro que él estaba en una relación, pero ambos podíamos disfrutar de todos esos regalos.

    Lavamos los platos y me preparé para realizar exámenes. Cómo había dicho anteriormente los exámenes de medio semestre estaban cerca y tenía que alistarme ya para no atrasarme. Yukina se sentó al otro lado de la sala pintando. Era raro verlo pintar, casi nunca miraba el proceso, así que cuando lo hacía cerca de mi me gustaba demasiado.
    Era tranquilo... casi pacífico y reconfortante. Fue a la cocina un momento y al regresar dejó una taza de café frente a mi sobre la mesa de centro, se sentó en el brazo del sillón a mi lado. Dejé de escribir y le vi. Se miraba feliz así que dejé la laptop en la mesa y me tomó de la mano mientras me quitaba los lentes dejándolos sobre la mesa.
    - Le conté todo a Nowaki... no es que necesite su aprobación ni nada por el estilo, pero no quería arruinar las cosas, no de nuevo.
    - Lo sé, está bien. Sé que es importante para ti, así que también lo es para mi. -besé su mejilla, luego me abrazó por un largo tiempo.
    - Te amo. -dijo al alejarse mientras sonreía.
    - Yo también. -le besé- Y gracias por el café.
    - No hay de qué. -movió mi cabello- ¿podemos ir a la cama ya? recuerda que prometiste usar el delantal y ya te lo quitaste.
    - No prometí nada, y aún no puedo ir a la cama. Tengo que terminar esto para no correr la otra semana.
    - No lo harás. -tomó mi rostro y me besó con sensualidad- será rápido -susurró.
    - Sabes que no. -se sonrojó un poco al igual que yo- Dame media hora, terminaré esta parte e iré contigo. -parecía que sus ojos se iluminaron y solo asintió sonriendo, luego se fue al cuarto.

    Seguí con mi trabajo hasta terminé lo que había prometido. Me estiré y vi la hora: me había tardado un poco más de lo esperado.
    Dejé todo en su lugar y fui al cuarto. Yukina estaba dormido abrazando una almohada, sonreí y me cambié para dormir también. Le quité la almohada con cuidado y me coloqué yo en ese espacio entre sus brazos dándole la espalda. Se movió un poco y me abrazó.
    - ¿Estás listo para la mejor noche de tu vida? -besó mi cabeza.
    - Vuelve a dormir. No es como si me gustara hacerlo con alguien inconsciente. -rió un poco, volteé a verle- Descansa, tenemos toda la vida para hacerlo. -asintió y besé su barbilla, cerró los ojos de nuevo.
    Casi nunca tenía la oportunidad de verlo dormir y a decir verdad era algo que me gustaba hacer a veces.

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    Ya había pasado un mes desde que Hiro-san y yo habíamos regresado y decidimos tener una cita. Él había estado ocupado con los exámenes en la universidad, pero por fin había terminado.
    Salí del trabajo y pasé por él a la universidad. No lo había visto en la mañana porque no había dormido en mi casa (cada vez que es época de exámenes no nos miramos mucho para evitar distracciones), así que estaba muy emocionada por verlo. Le abracé y sentí ternura al verlo tan abrigado. A pesar de ser primavera las noches eran bastante frías. Fuimos a comer a un restaurante que había oído de un cliente del Host Club, estaba un poco lejos de casa, pero valió la pena. Cuando Hiro-san se quito la chaqueta pude notar su camisa: era mi camisa. Había estado buscándola desde hace unas semanas. Le quedaba grande, así que podía ver su clavícula. "Mierda...", susurré de repente, quería morderlo.
    La cena estuvo deliciosa, y prometimos regresar para nuestra próxima cita.

    Caminamos un poco hasta llegar al cine, ya que nunca habíamos ido juntos a ver una película y ese era un buen momento para hacerlo. Escogimos una película de miedo, ya que no había otra que sonara interesante. Compramos poporopos y gaseosas, luego entramos a la sala, estaba vacío, así que tomamos la libertad de sentamos hasta atrás y me dejó rodearlo con mi brazo.
    La película empezó y estaba un poco aburrido así que le comencé a preguntar más sobre su día.
    - Takahashi-kun quiere que salgas con él. -le vi sorprendido.
    - ¿Por qué? -tomé un poco de gaseosa.
    - Esta trabajando en la editorial que esta a cargo de los libros de Akihiko, en la sección de manga. Quiere consejos.
    - No hay problema. Dale mi tarjeta para que hablemos. -asintió y se separó del asiento. Se quitó la chaqueta y mis ojos fueron directo a su cuello.
    - Dame una cuando salgamos de aquí. -regresó al asiento y puso su cabeza en mi hombro. No dije nada por unos minutos.
    - Estuve buscando esa camisa por semanas. -se inclinó para tomar poporopos.
    - Lo siento. La dejaste en mi casa y con el clima de hoy me pareció una buena opción para usar. -asentí.
    Lo próximo que supe era que ya estaba tocando su cuello, lo había hecho sin pensar. Hiro-san se sonrojó un poco y me volteó a ver.
    - No... -me sorprendí ante su voz, ya sonaba como si se fuera a derretir.

    Se sentó en mis piernas viendo a la pantalla mientras besaba y mordía su cuello. Tomé su barbilla con mi mano y la levante para alcanzar mejor. Sujetó mi camisa con fuerza mientras deslizaba mi mano por debajo de su camisa y tomaba uno de sus pezones.
    - Yuki... aquí no. -mordí el lóbulo de su oreja y soltó un ligero grito.
    - No hagas ruido o nos descubrirán... No puedo resistir más...

    Solté su barbilla y bajé mi mano por su camisa hasta tomar el otro pezón. Sentía como su piel se erizaba y sus caderas se movían de una manera muy provocadora. Tenía este deseo de marcarlo, hacerlo llorar, pero en esos momentos no podía satisfacer todo eso. Sabía que Hiro-san no había hecho las cosas con intensión, pero el haberse puesto mi camisa había sido muy descuidado. Me detuve un momento y le pedí que se sentara. Me acuclillé enfrente de él y me metí debajo de su camisa, tomé uno de sus pezones con mi boca y el otro lo acaricié con mis dedos. Sabía que cubría su boca, lo que evitaba a sus gemidos salir, sólo sonaban ahogados, luchando por salir con toda su fuerza.
    - Yuki... más... más fuerte... -me detuve un momento y tomé su cintura, jugué más fuerte con sus pezones. Quería entrar en él y hacerlo gritar, arruinarlo por completo y ver su rostro mientras lo hacía. Paré de nuevo y salí de su camisa.
    - Vamos a un lugar más cómodo.
    - Mi casa esta cerca. -asentí y salimos del cine.

    Tomó mi mano haciéndome casi correr sin decir nada. Al llegar abrió con rapidez y me jaló del brazo para meterme. Me pegó a la puerta para cerrarla y tomó mi rostro para besarme. Sus dedos paseaban entre mi cabello, y yo sujetaba su cintura acercándolo por completo a mi cuerpo.
    Cambié nuestras posiciones y lo pegué contra la pared y gimió un poco al topar con ella. Dejó de besarme y sólo me vio, tomé sus piernas levantandolo. Acarició mis mejillas mientras me miraba con atención, luego rodeó mi cuello con sus brazos volviéndome a besar. Sujetó con fuerza mi chaqueta. Lo llevé al cuarto y lo acosté con cuidado sobre la cama. Me quité la chaqueta y luego la suya. No le quité la camisa sólo la levante y fui directo a sus pezones de nuevo, los mordí y pellizque como quise, y Hiro-san solo dejaba salir esos gemidos que tanto quería escuchar, pero sólo estaba empezando.
    Yukina no dejaba mis pezones y se sentía demasiado bien. Nunca había sido tan persistente en eso, pero era algo que realmente me gustaba. Me mordía haciéndome gemir y ya sentía que iba a explotar. Fue bajando sus besos y mordidas por mi abdomen hasta llegar a mi cadera. Tomó mis piernas y las levantó un poco, acercó su rostro a mi bóxer y me besaba por sobre él con gentileza. Me sonrojé más y negué con la cabeza.

    - N-no... Yukina, no lo hagas. -a pesar de que me miraba fijamente al rostro, decidió ignorarme- por favor, solo... -sacó mi frente y se lo metió a la boca haciéndome sobresaltar. Tomé la sábana entre mis manos.
    Yukina tentaba mi entrada. Metió sus dedos haciéndome venir al instante. Arqueé la espalda y gemí algo ronco. Me sacó de su boca y solo sonrió mientras se limpiaba los labios.
    Se acercó a mi rostro y cerré los ojos esperando un beso. Gentilmente besó mi mejilla, así que abrí los ojos y le vi.
    - Sé que no te gusta el sabor así que... -tomé su rostro y le besé.
    - Eso... eso no me importa ahora. -lo volví a jalar y nos besamos con pasión.
    Quería que me destrozara, pero decírselo era muy peligroso. Se sentó en medio de mis piernas y siguió embistiéndome con sus dedos y no podía parar de gemir. Habían pasado casi dos semanas desde la última vez que lo hicimos y para ser honesto esperaba sus caricias esta noche. Tenía tres dedos en mi interior pero no era suficiente, realmente quería todo de sí dentro de mi.
    - Estás goteando mucho por aquí. -dijo con esa sonrisita en su cara. Cubrí mi rostro con mis brazos- Siento que quiero tragarlo todo... -me sorprendí destapando mi rostro mientras tomaba mi cintura levantando mis muslos.
    - ¡No!... ¡Yukina, no tienes que...! -introdujo su lengua en mi haciéndome arquear la espalda de nuevo.
    Me lamía con persistencia, era algo que nunca había hecho antes. Tomé las sabanas con fuerza entre mis manos.
    - Yuki.... no... ya no más... no es suficiente... te quiero ahora... -dejó mi entrada y me vio mientras lamía sus labios.
    - Voltéate. -le di la espalda escondiendo mis brazos debajo de mi cuerpo, tomé la sábana con fuerza otra vez mientras escondía mi rostro en la almohada.
    Lo sentí intentando entrar haciéndome mover un poco. Mientras iba entrando más senti su cuerpo acecandose al mío, hasta que sentí todo su peso sobre mí y todo él dentro mío. Me abrazó haciéndome sentir protegido. Besó mi cuello haciendo que le viera, volteé y me besó con gentileza.


    Escondió su rostro en la almohada otra vez haciéndome soltar una risa de ternura. Me acerqué a su oído. "Comenzaré a moverme...", asintió y comencé, no quería empezar con brusquedad. Quería hacerlo lento al principio para no lastimarlo, realmente me estaba conteniendo y la lentitud con la que me movía me estaba matando. Sacó su rostro de la almohada y rotó su cuello para verme de reojo. Parecía casi desesperado, con el ceño fruncido pero los ojos pidiéndome rapidez. Me alejé de su espalda y tomé su cintura con algo de fuerza, no había entrado por completo, así que lo hice y gimió algo ronco. Comencé a moverme con rapidez y fuerza, sentía como su interior me succionaba, como pidiéndome no salir. Tomé su trasero y lo extendí para ver mejor. No le había dicho a Hiro-san, pero ver como su entrada me succionaba era algo que realmente disfrutaba.
    - Yuki.... -extendió su mano intentando frenarme- demasiado... profundo...
    Me encogí un poco y tomé su brazo haciendo que se hincara. Lo sujeté por el abdomen con una mano y bajé hasta su frente masajeándolo. Tomó mi cabello mientras se movía.
    - Pensé... Pensé que habías dicho que ya era muy profundo... -dije soltando una pequeña risita ante el nerviosismo que me causaba tenerlo en esa posición.
    - Nunca... ahhh... dije que me molestara... ahh... -jalé su cabello para besarlo. Mordí su lengua, a lo que brincó ligeramente, respondió mordiendo mi labio inferior. Me alejé de él saliendo. Me senté en la cama y jalé su cintura con la intención de hacerlo sentarse sobre mí, pero tomó mi frente y lo introdujo por sí mismo. Gimió ronco otra vez, colocó sus manos sobre la cama y comenzó a moverse.
    - Mierda... -dije sin pensarlo. Me quería venir, la vista era impresionante. Hiro-san gemía con fuerza,y a pesar que realmente estaba disfrutando todo quería entrar más profundo. Tomé su cintura en frío y lo bajé lo más que pude. Arqueó los dedos de sus pies y su espalda.- Hiro-san... quiero llenarte... quiero llenarte por completo...
    No dijo nada por unos instantes.
    - Entonces... lléname... -me sorprendí un poco, pero no iba a perder la oportunidad. Comencé a embestirlo otra vez tocando ese punto de él que más me gustaba, tan profundo y apretado, sacando gemidos de él mas agudos y fuertes. Me vine en su interior y supe que él también. Reduje la velocidad y salí de él. Extendí su trasero de nuevo observando como todo salía de él. Sonreí.
    - ¿Te sientes bien? -asintió y se acostó.

    Tomó papel y se limpió. No me dejó tocarlo pues sabía que intentaría hacer más. Me metí a la ducha y me encontró allí. Le extendí la mano para que la tomara y entrara conmigo y así lo hizo. Le pegué a la pared y le besé mientras bajaba mis manos a su trasero y él tomaba mi cabello con cariño.

    - No creas que con lo que esperado eso sería suficiente. -dijo mientras lamía mis labios.
    - Creo que estaría decepcionado si así fuera.
    Le cargué de nuevo y volvimos a empezar.

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    Era mayo de nuevo, cumplía 30 años y eso era un dolor de cabeza.
    Fui a Marimo con Akihiko a comprar un regalo para Takahashi. No sabía que comprar y eso hacía que me sintiera desesperado. Al entrar a la librería Nowaki lo atendió, se quedaron platicando preguntándose que podría comprar. Tuve un ligero dejavú y me separé de ellos yendo a la sección de manga, sabía que al escoger eso siempre era para ganar.

    Vi a un montón de chicas amontonadas en un círculo. Me acerqué y había alguien demasiado bien parecido presentando un manga. Sonreí un poco al verlo y regresé a los estantes de shounen buscando algún tomo para comprar.

    - Buenas tardes. -volteé a ver y vi a un chico de cabello castaño y ojos ambar que ya me tenían cautivado. Tenía piercings en las orejas y sonreía muy calidamente- Soy Yukina Kou, ¿busca un título en especial?
    - Vine a buscar un manga... pero en realidad vine a buscarte a ti. -dije sonrojado. Sonrió de nuevo, parecía que estaba un poco sonrojado también.
    - Me alegra saber que ya no tienes que seguir buscando. -tomó mi mano y la besó.
    - No, ya no más.

    Me llamo Kamijou Hiroki, tengo 30 años y soy profesor de literatura en la universidad. Vivo en Tokio con Yukina Kou y es estudiante de arte, pero en realidad ya es un artista aun que no lo quiera admitir. Es la persona que amo y la única que quiero ver todos los días por el resto de mi vida.


    FIN XD

    Bueno, son pésima para los finales, pero en realidad le puse empeño. Perdón por la tardanza pero espero les haya gustado uwu.
    Espero leerlos pronto, y gracias por todo.
  2. .
    Buenaaaaaas, solo les vengo a recordar todo eso de los colores juju.
    Yop

    Yukina
    Hiroki

    Y sin mas interrupciones, empecemos con este capítulo.


    YUKIHI 6

    Recuerdo el primer día que lo vi: Estaba presentando un manga shoujo que acababa de salir. Había tenido la oportunidad de conocer al editor, y hasta me había regalado una copia firmada por la mangaka antes de que estuviera a la venta al público, así que estaba muy entusiasmado por la presentación y me entusiasmé más al ver la gran asistencia ese día. Cuando estaba a punto de terminar vi a alguien atrás de todas las asistentes mirándome, luego se volteó con rapidez y parecía buscar algo. No sabía porqué, pero tenía que verlo de cerca y escuchar su voz.
    Terminé la presentación y me escapé de las chicas que habían llegado. Lo busque unos momentos hasta que lo encontré.
    - Buenas tardes, -volteó a verme y sentí mis ojos brillar- ¿busca algún título en específico?
    - Amm, sí, buenas tardes. Busco algo nuevo de...-parecía esforzarse para recordar el nombre- ¿Ijuuin... Kyo?
    - Claro, justo hoy salió un manga creado por él. Por aquí por favor. -el shounen no era mi área de trabajo, pero si sabía donde estaba ese manga, por fortuna. Al llegar tomé el tomo, ya que estaba en un estante alto- Aquí tiene. -dije dándole el tomo.
    - Gracias.
    - Fue un placer -dije sonriendo, (realmente era un placer el poder atenderle), se sonrojó ante eso y sentí un palpitar en mi corazón, joder, era realmente tierno.

    Hizo una reverencia haciéndome sonreír un poco y se fue con rapidez. ¿Le había hecho sentir nervioso?, tenía que descubrirlo, así que también me fui corriendo, pero a las cajas para ver que fila le tocaba, y reemplacé a la persona que estaba ahí. A pesar de ponerse nervioso con facilidad parecía ser realmente serio: no me había sonreído ni una vez, pero quería verlo sonreír... quería...

    Desde que lo vi supe que quería descubrir todo sobre él. Nowaki tampoco había podido descubrir nada, y al saber que él había capturado su atención también tenía que reprimir esos sentimientos. No quería ser su rival, así que comencé a intentar olvidarlo, y el tiempo se fue casi volando con esa idea en mi mente.
    - Kou, -me llamó Nowaki- el viernes pasado vino el amigo de Usami-san luego de que te fuiste.
    - ¿Enserio?, ¿y lo atendiste? -me quité la camisa para ponerme el uniforme.
    - Sí, y preguntó por ti. -mi corazón dio un pequeño salto haciéndome detener, luego seguí cambiándome para disimular.
    - ¿Y qué necesitaba de mi?
    - No dijo.
    - Bueno, tal vez solo quería agradecerme por el manga.
    - ¿Tú fuiste quien lo atendió ese día? -asentí y cerré mi locker- Pero tenías presentación shoujo, ¿no?
    - Así es, pero al terminar él necesitaba ayuda, parecía buscar algo y solo lo ayudé.
    - Ya veo...
    No quería hablar más de él, no debía pensar en él... pero me había llegado a buscar... maldita sea, sentía algo de oportunidad.

    Lo días pasaron y aunque Nowaki sabía su nombre no me lo quiso decir, creo que sospechaba que también gustaba de él. También en esos días había pasado algo más: Usami-san pasaba mucho a comprar libros y casi siempre iba solo, menos una vez, que iba acompañado por alguien que se miraba incluso mas joven que yo, de cabello café oscuro. Esa tarde fui al Host Club y fue esa noche que volví a verlo y supe su nombre; nos besamos y todo parecía irreal. Al escucharlo decir mi nombre... me hizo sentir algo extraño: quería escucharlo decir mi nombre con esa voz para siempre. También pude ver su sonrisa al fin y me hizo sentir feliz, aunque también un poco de envidia. Usami-san me había confiado algo muy importante, pero a pesar de eso, no cuidaría a Hiro-san por Usami-san, lo cuidaría y querría por mí, por él.

    De nuevo los días pasaron y era viernes otra vez. Faltaba media hora para irme y fui a dejar unas cajas a la bodega. Al regresar al frente de la tienda Nowaki estaba con una bolsa intentando ver el interior.
    - ¿Qué es eso, regalo de una admiradora? -le bromeé limpiando mis manos.
    - En realidad es para ti. -le vi.
    - Quédatelo, sabes que no me gusta reci...
    - Es del amigo de Usami-san. -me sorprendí y tomé la bolsa. La abrí y era mi chaqueta, se la devolví a Nowaki y corrí hacia la salida. Lo busqué con la mirada y vi a Hiro-san parado en la esquina. Corrí hacia él y grité su nombre, al voltearme a ver con ese sonrojo en sus mejillas y al oírlo disculparse y agradecerme lo supe... supe que enserio me había enamorado y que no podía dejarlo ir otra vez, se volteó para irse, pero tomé su mano para que me viera. Besé su mejilla y lo invité a una cita. Me sentía un poco avergonzado: no quería ser rechazado ahí, quería la oportunidad de salir en una cita de verdad, quería saber lo que sentía por mí. Regresé a Marimo y tomé de nuevo la bolsa con mi chaqueta. Fui a los lockers y la saqué, Hiro-san la había lavado, la acerqué a mi rostro y la olí un poco, olía a él. Sólo pude sonreír.
    Quería más que su olor, más de él, quería crear un nosotros y eso me sorprendía. Nunca me había enamorado tan rápido e inconscientemente de alguien.


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    Ya era el día después de nuestra reconciliación.

    Me desperté y Hiro-san seguía durmiendo. Al verlo así no puedo quedarme quieto, así que toqué su mejilla con delicadeza y recordé las veces que lo había visto dormir y despertar: Muchas veces despertaba de mal humor y casi siempre me gritaba, luego llegaba a disculparse y muy pocas veces se despertaba como borracho, de muy buen humor y me abrazaba y me daba suaves besos, y sin importar como despertaba me gustaba verlo. Con esas actitudes era imposible no amarlo.

    Se despertó y me vio con sus bellos ojos, bostezó un poco y sonrió ligeramente al igual que yo. Preparamos el desayuno y nos sentamos a comer mientras hablábamos de lo que hicimos en el tiempo que no estuvimos juntos. Luego preparé la tina y nos metimos. Se sentó sobre mí viéndome mientras mojaba mi cabello y lo peinaba para atrás. Se miraba muy feliz detrás de esa seria expresión que siempre tenía. Sujeté su cintura y lo acerqué más a mi. Tomó mi rostro y me besó, bajé mis manos a su trasero y lo sujeté con un poco de fuerza, sentí como comenzaba a excitarse, también en como empezó a frotar su trasero contra mí, así que dejó de besarme y me vio sonrojado. "Ni se te ocurra... -dijo mientras deslizaba su mano por mi abdomen-intentar ser amable conmigo hoy". Y lo decía muy enserio. Quería que hiciera de mi un desastre total, llenarme tanto de él que me fuera imposible alejarme otra vez. Y al decirle lo anterior su expresión cambió, y sabía lo que significaba, sentí mi piel erizarse aún más cuando sujetó mi cintura y me levantó un poco. Buscó mi entrada y metió un dedo con lentitud, a lo que me aferré a él, sin esperar mucho metió el otro, con su otra mano frotaba mi frente, aguantar los gemidos era difícil, pero lo que estaba haciendo no era suficiente aún. Tomé su frente, que también estaba duro, y levanté mi trasero a lo que se sorprendió y sacó sus dedos de mí, los reemplacé con lo que en realidad quería en ese momento. Separó mi trasero con sus manos haciendo que fuera un poco más fácil entrar.
    Sus ojos no se apartaban de mi. Ya no me miraba sorprendido, ahora estaba serio otra vez. Tomó mi cintura y entró más profundo, gemí con fuerza y me vine de inmediato, me sacudí ante la sensación, era como si fuera la primera vez. Cubrí mi rostro por la vergüenza, pero eso no lo detuvo. Me sujetaba con más fuerza, embistiéndome con brusquedad, pero con cierta gentileza, bien escondida, pero era algo que también podía sentir; aunque la verdad era que nunca había actuado así, y enserio me estaba volviendo loco, no podía contener más mi voz, pero no quería gritar. Me aferré a su cuello y espalda. Su rostro quedó a la altura de mi pecho, sentí como tomó uno de mis pezones con su boca y me mordía y lamía elevando por completo la experiencia. Mordí mis labios con fuerza, enserio estaba siendo muy difícil el contener mi voz y mi cuerpo: quería venirme de nuevo.
    Sentí sus uñas en mi espalda y podía escuchar sus gritos ahogados en mi oído. Abracé su cintura con un brazo y con el otro acaricié la parte trasera de su cuello, pero sin dejar de embestirle con fuerza, realmente había extrañado estar dentro de él. Cuando sintió mi mano en su cuello habló dejando salir esos gemidos que tanto ansiaba escuchar: "estoy bien... ahh... solo... aghh... solo... creo que moriré de placer..." Me sorprendí ante su sinceridad y mi mente se volvió blanca por un segundo, esto era malo, definitivamente no podría detenerme. Tomé sus hombros para bajarle y entrar más profundo. Arqueó la espalda dejando salir gemidos que se asemejaban a pequeños gritos y se alejó de mi cuello, tomó mi rostro y juntó su frente con la mía. Dejaba salir sus gemidos y le besé. Demonios, era una linda sensación el tenerlo así de nuevo. "Te amo...", dijo entre gemidos al dejar de besarnos. Me vio directo a los ojos, parecía que enserio se derretiría pero luego continuó: "... así que... lléname...". No pude aguantarlo más y me vine dentro de él. Volvió a venirse al instante y me abrazó aferrándose a mí de nuevo.
    - Mierda, Yukina... -dijo con dificultad sin dejar de aferrarse a mí. Movió su cintura de adelante hacia atrás con suavidad.
    - ¿Cómo se siente? -pregunté besando su cuello.
    - Mi estómago... se... se siente caliente... -alejó su rostro de nuevo y me vio- Más... Yukina, hazlo más...
    - Mierda...

    Sujeté sus piernas y me levanté, lo saqué de la tina y lo llevé a mi cama saliendo de él. Gimió un poco. Separé sus piernas y entré en él de nuevo con lentitud. Sujetó las sábanas mientras mordía sus labios.
    - Hiro-san, yo no me contendré, así que tú tampoco te contengas. -asintió.
    - Pero sólo... no inicies tan rápido, no creo poder seguir cuerdo si sigues así. -sonreí.
    - Pierde la conciencia, vuélvete loco, porque tendrás que aguantarlo. -me acerqué y le besé. Entrelacé mis dedos con los suyos y comencé a moverme con fuerza y rapidez.
    - ¡Yukina!... Aaahh... -sonreí de nuevo.
    - Gime cuantas veces quieras, tan fuerte como desees, no me importará si se escucha por todo el edificio, siempre y cuando sea mi nombre. -se sorprendió demasiado ante mis palabras y se sonrojó aún más.

    Ya era de noche y Yukina aún me embestía como si fuera la primera ronda, había perdido la cuenta ya de cuantas veces lo habíamos hecho, pero parar era lo que menos se cruzaba por mi mente. Sujetaba mi cintura y yo solo le abrazaba mientras lo sentía dentro de mí tocando sin cesar ese punto exacto de placer, escuchaba el sonido que el contacto provocaba, y aunque me daba vergüenza, me provocaba cierta satisfacción. Mordió mi cuello con fuerza y soltaba una que otra sucia palabra a mi oído para luego lamerme y besarme. Dejé mi espalda caer en la cama, él se apoyó en la misma y siguió embistiendome. "Hiro-san... ya no... puedo aguantarme más...", y yo tampoco podía, así que solo asentí y se acercó para besarme con suavidad, volví a abrazar su cuello y asentí. Gemí su nombre al sentir como me llenaba de nuevo llevándome otra vez al orgasmo total: solté unas cuantas lágrimas, arqueé la espalda y levanté un poco mis caderas encogiendo los dedos de los pies. Él no dijo nada, sólo soltó una risita casi de satisfacción, estaba muy cansado como para entenderlo o siquiera en pensar en el porqué de su risa. Besó mi cuello y lo sentí sonreír, se alejó de mi y vio mi abdomen, a lo que yo también vi y estaba limpio, en teoría. Sólo el vi sorprendido y muy avergonzado, era la primera vez que tenía un orgasmo seco, cubrí mi rostro con mis brazos y sujetó mi cintura saliendo de mí. Le vi un poco enojado y volvió a sonreír para luego besar mi cabeza y acostarse a la par mía, pero al poner su espalda sobre la cama se encogió un poco, a lo que se sentó e intentó tocar donde le dolía pero no alcanzaba. Me hinqué y le pedí que se volteara, al ver su espalda vi mis aruñasos, unos sangraban un poco. Solo me avergoncé un poco.

    - Lo siento -dije tocando suavemente las heridas.
    - No te disculpes, ya sanarán. -se volteó y me sonrió- Yo lamento lastimarte también.
    - Estoy bien, mañana daré clases hasta la tarde, así que no hay de que preocuparse. -colocó sus manos en mi cintura con suavidad pero me dolió, ahí noté los moretones y mordidas. sólo me sonrojé, jamás me había marcado tanto y al ver su rostro se miraba un poco arrepentido.
    - No estás bien, lo siento, Hiro-san, prometo ya no lastimarte así. -sonreí un poco y le abracé.
    - No me importa ser lastimado por ti de esta manera. No lo lamentes, sólo nos descontrolamos mucho, -reí un poco- puedo soportar esto.
    Me alejé y le sonreí.
    - Te amo -me dijo mientras acariciaba mi cabeza- vamos a tomar una ducha, sin intenciones ocultas ni nada por el estilo.
    - Esta bien.

    Fue a probar el agua y nos duchamos con tranquilidad, luego preparamos la cena y comimos.
    Esa noche nos dormimos con rapidez, pero no quería que mañana llegara, quería estar metido en la cama con él, sintiendo su calor y amor por mucho más tiempo.


    Me levanté temprano al día siguiente y Hiro-san seguía más que dormido. Quería quedarme con él, pero tenía que ir a trabajar, así que me bañé y luego preparé el desayuno para los dos. Cuando regresé por él al cuarto ya estaba despierto, leía una agenda, parecía revisar su horario y al verme se quitó los lentes, dejó lo que leía en la cama y salió de la cama.
    - Buenos días Hiro-san.
    - Buenos días, Yukina. -dijo mientras recogía una camisa mía que había dejado en el suelo y se la ponía. Luego se acercó a mí y me besó.
    - Como me gustaría repetir lo de ayer justo ahora. -dije mientras rodeaba su cintura con mis brazos y le daba suaves besos, a lo que sólo se sonrojó- Pero solo tengo tiempo para que desayunemos juntos.
    - Vamos a desayunar entonces. -fuimos al comedor y nos sentamos a comer. Estuvimos en silencio unos instantes.- Yukina, ¿recuerdas que cuando vine por primera vez mencionaste que querías deshacerte de tus pinturas?
    -Sí, es verdad, Este domingo iba a hacerlo, supongo que será la otra semana.
    - No lo hagas. -dijo viéndome serio.
    - ¿Puedo saber por qué?
    - Quiero conservarlas. Vendemelas a mí, pero no las tires.
    - ¿Seguro?, tengo tiempo, podría pintar algo sólo para ti. Esas no tienen el nivel que tengo ahora, son de mis primeros trabajos.
    - Por eso las quiero, -dijo apenado- siento... que transmiten algo más, como si pudieran contar como es tu alma.
    - ... -no dije nada por unos instantes. Mis maestros dijeron que debía enfocarme en la técnica, ya que decían que eran basura, luego al mejorar en técnica dejaron de transmitir algo, hasta que conocí a Hiro-san.- Creo que me tengo que ir, se hará tarde.
    Recogí los platos y fui a lavarlos. Al regresar a la sala él solo me miraba. Fui a él y tomó mi mano, vio que llevaba el anillo y lo besó haciéndome sonrojar.

    - Te amo. Nos vemos en la noche. -dijo sonrojado. Me acerqué y tomé su rostro para besarle.
    - Yo también te amo. Ten un buen día en el trabajo.
    - Tú también. -le solté y salí del apartamento.

    Al llegar a la calle sentí demasiado alivio, tanto que me sentí conmovido. Después de mucho tiempo podía regresar a mi hogar, estaba convencido de que Hiro-san era mi hogar. Estaba decidido a hacer las cosas como eran esta vez, empezando por contarle a Nowaki todo, sin omitir nada.

    GRACIAS GRACIAS GRACIAS. Gracias por la paciencia. POR FIN capitulo nuevo. Espero poder actualizar la otra semana el próximo capítulo. Por favooooor cuéntenme que les pareció, realmente me esforcé en que estuviera bien redactado y se pudiera transmitir algo de mi emocion XD
  3. .
    Entre hoy y mañana actualizo, perdonen, ha sido un mes ocupado juju. Pero gracias a quienes leen 💙
  4. .
    YUKIHI 5

    Ya había pasado un mes desde que Hiro-san me había dejado, bueno, desde que le había dejado ir. Nowaki y yo eramos amigo de nuevo todo lo sentía mal, yo estaba mal.

    - Buenos días, Kou. -dijo Nowaki al entrar a Marimo.
    Yo ordenaba mangas en los estantes.
    - Buenos días.
    - ¿Cómo estás?
    - ... -seguí con lo mio- pues respiro y sigo vivo, -le sonreí- así que supongo que bien. -deje la caja vacía en el piso y le vi.

    A pesar de que todo andaba bien con Nowaki no podía sentirme completamente feliz.
    Creo que lo peor de todo era el como había terminado. Debí ser sincero con Hiro-san y decirle todo lo que sentía, lo que me pasaba. Él nunca me dio ninguna razón para no confiar en él y no tuve que haberle ocultado todo eso. Tal vez, sin darme cuenta, nuestra relación se había convertido en una bomba de tiempo, y él simplemente necesitaba una ultima razón para no seguir conmigo. ¿Acaso lo estaba sofocando?

    Era verdad que en la vida, mientras vivía con mis padres, todo había sido perfecto: Era bueno en lo que me propusiera, comenzaba a interesarme en el arte y no era mediocre en eso tampoco. Y al mudarme a Tokio todo se complicaba poco a poco, resultaba que de hecho, era un mediocre en arte, que al principio de mi vida en este lugar, era lo que más me importaba. Tenía trabajo y podía darme el lujo de ahorrar, pero no tenía todo en la vida. En estos momentos me sentía igual que en esa época: A pesar de haber mejorado en los estudios, tener trabajos en los que me trataban y pagaban bien, contar con mi mejor amigo... no tenía a la persona que mas amaba en la vida. Sabía muy bien que no se podía tener todo en la vida, pero prefería ser pobre y mediocre que estar sin Hiro-san un día más.
    Creo que eso de 'mediocre' se comenzaba a hacerse realidad, ya no quería estar cerca de las clientas. No quería seguir sonriéndoles cuando en realidad quería estar tirado en mi cama sin hacer nada más que dormir y llorar.

    :o ö o:

    Estaba en el Host Club, y de nuevo me tocaba cubrir a los clientes masculinos, pero la única cita que había sería hasta la última hora de mi turno, así que podía descansar en la sala de empleados.

    Mia-san llego a sentarse al sillón donde yo estaba descansando mientras leía un libro. Tocó mi pierna haciendo que le viera, me veía sonriendo, a lo que correspondí falsamente.
    - Yuki-chan... hemos trabajado juntos por mucho tiempo, casi tres años. Y nunca te había visto así. -desvié el rostro cambiando mi sonrisa a una de tristeza- Por favor, cuéntame todo, tú no eres así.
    - Lamento si mi condición actual ha impedido mi correcto desempeño en el mes pasado, prometo mejorar... -me interrumpió tomando mi rostro, a lo que me sorprendí.
    - No estoy aquí ahora para criticar tu desempeño, lo estas haciendo de maravilla como siempre. Me preocupas tú como persona, y como amiga quiero saberlo todo. -vi en su mirada un poco de tristeza... y algo más que no pude explicar, pero me sentía aliviado. Sólo asentí con ganas de llorar.

    Le conté todo: sobre como nos conocimos, cuando comencé a notar mis sentimientos y como le confesé lo que sentía, el como nos hicimos novios y lo que había pasado con Nowaki, también en lo mal que me sentí al engañarlo y en lo destrozado que me sentía desde que Hiro-san decidió dejarme.
    No dijo nada mientras le contaba todo lo que había pasado, parecía que solo intentaba captar la mayor cantidad de información.

    - No sabía que te gustan los chicos, Yuki-chan. -dijo unos momentos después de terminar de contarle.
    - Sólo lo había intentado una vez en secundaria y no me había gustado. pero esa es la cosa: con Hiro-san todo es diferente, realmente estoy enamorado, cómo jamás lo estuve ni pensé estarlo.
    - Creo que jamás escuché algo como esto. Nunca pensé que tú fueras de las personas que se hieren por otro.
    - Tal vez en el pasado no me hubiera importado. ¿Pero por qué ahora sí?, en mi corazón puedo sentir que él me ama, pero ¿por qué se alejó?
    - Preguntar 'por qué' no es la forma correcta de cuestionar, Yuki-chan. Creo que la respuesta vendrá cuando hagas la pregunta correcta: 'para qué'.
    - ¿Cómo sé que la respuesta que encuentre será la correcta?
    - No lo sabes, es solo cuestión de fe. -tocó mi hombro con dulzura mientras me daba un beso en la cabeza.
    Esa pregunta me parecía incluso mas complicada de responder.

    Llegó el último turno donde me tocó atender la cita con la que ya estaba comprometido.

    Estaba en la sala de maestros leyendo un libro para variar. Miyagi estaba a la par mía calificando unos trabajos.

    - No te estás quejando. -dijo rompiendo el silencio.
    - No hay nada de que quejarse. Mis alumnos están comportándose de una manera excepcional. -respondí sin prestarle mucha atención.
    - Ambos sabemos que tienes de qué quejarte. -me vio fijamente esperando mi reacción, pero definitivamente no le daría el gusto.
    - Tú eres el que tiene de que quejarse, ya sabes, por tu hijo, digo, tu novio.
    - Qué gracioso. -me vio enojado.

    Tocaron la puerta y Miyagi fue a atender.

    - Kamijou, es para ti.
    - ¿Quién es?
    - Takahashi Misaki. -me sorprendí un poco y dejé el libro en la mesa quitándome los lentes.
    - Ya voy. -me puse de pie y fui a la puerta.

    Jalé a Takahashi-kun del brazo y lo llevé al patio. Sólo me vio mientras jugaba con la correa de su bolsón.
    - Ya es muy tarde como para que estés acá, ¿qué quieres?
    - Yo... estoy preocupado por usted, Usagi-san también lo está.
    - ¿Sobre qué?
    - Kamijou-sensei, es obvio que sobre lo que pasó entre usted y... -parecía no tener el valor para decir su nombre.
    - No tienen de qué preocuparse, yo estoy muy bien.
    - Usted nos ha enseñado que enfatizar el estado de uno mismo es signo de que es mentira.
    - Si estuviera mal ustedes no servirían de nada. Realmente dudo que puedan ayudarme con esto.
    - P-pero...
    - ¿Realmente crees que el idiota de Akihiko está preocupado?, no lo está. Es más, esta enojado conmigo nada mas y no me da ninguna explicación sobre eso.
    - ¡¿Cómo es que no pueda ver el por qué?! El problema es que usted no puede ver lo mucho que le importa a los demás, ¡en especial a Usagi-san! Siga pensando que no le interesa, pero el hecho que me haya escogido a mi y no....
    - ¿Qué dijiste? -me vio un poco sorprendido dándose cuenta de lo que estaba diciendo.- No me vuelvas a buscar, Takahashi, no te atrevas. -me di la vuelta y empecé a caminar. Estaba demasiado enojado.
    - ¡No quise decir eso!, ¡lo siento!
    - ¡Ya cállate! Ve con Akihiko, ha de estar preocupado por ti.

    Regresé a la sala de maestros y tomé mis cosas para irme.
    - ¿Qué quería? -preguntó Miyagi.
    - Nada importante.
    Salí de la sala y luego de la universidad casi corriendo para tomar el último tren a mi apartamento.

    Extrañamente no lloré. Sentía enojo por lo que Takahashi-kun intentó decir, pero no tristeza, ¿significaba que había superado a Akihiko?
    En cambio: el pensar en el rostro de Yukina... esa última expresión que me permití ver de él me hacía querer llorar. Nunca quise lastimarlo y en cuestión de minutos hice desaparecer esa sonrisa de la que ya estaba perdidamente enamorado. Yo realmente me había convertido en un monstruo, ya no podía culparlos por llamarme así.

    Al llegar a mi apartamento realmente me sentía cansado. Me fui directo a mi cama y al hundirme en ella pude ver un gorro blanco que reconocí al instante: lo tomé en mis manos, lo acerqué a mi rostro y olfateé un poco su aroma... el aroma de Yukina del que tanto me había acostumbrado. Mierda... realmente lo extrañaba, pero no sabía si me aceptaría de nuevo luego de todo el daño que le había causado.


    Estaba en mi apartamento haciendo un proyecto de la universidad, pero no podía concentrarme, ya que había pasado algo en el Host Club unos días atrás que me tenía pensando como loco.

    FLASHBACK XD

    - ¿Usami-san? -pregunté al ver al hombre sentado frente a mí.
    - Buenas noches, Kou, ¿cómo estás?
    - Bien... en lo que cabe, gracias por preguntar. -sacó su cajetilla de cigarros y sacó uno, le di fuego para encenderlo.
    - Sé bien que Hiroki fue quien decidió esto, pero creo que debería ir a buscarlo.
    - No. -me vio algo sorprendido.
    - ¿Te rendiste?
    - No... aún no, pero realmente creo que pasará cuando tenga que pasar. -mentí- El presionarlo no servirá de nada.
    - ¿Y si él quiere que vayas por él? -me sorprendí un poco y le vi.
    - Usami-san, ni usted cree eso. Él no está esperando por mi.
    - Yo sé que él está esperando por ti, no lo dice, sabes como es él, pero quiere que vayas. Sé que el no es nada parecido a una princesa en apuros, pero quiere que lo rescaten. Yukina, no dejes que la oportunidad pase. -apagó su cigarro y puso dinero en la mesa- Espero verte pronto.

    Salio sin decir más.

    FIN FLASHBACK

    Se suponía que Usami-san sabía muy bien de lo que hablaba, pero, ¿Hiro-san esperando por mi?, eso era algo que no me permitía creer. Aunque la verdad había imaginado nuestro encuentro y no terminaba bien. Tal vez estaba dejando que mis emociones me invadieran demasiado, y eso me abrumaba, el no haber sido capaz de tenerlo junto a mi... que mi amor no fuera suficiente. Tenía ese miedo constante: que ya hubiera encontrado a alguien que le hiciera sentir más de lo que yo pude.

    Febrero había llegado junto con el final del invierno... el clima era más frío que en los meses pasados, y la nieve no dejaba de caer. Los meteorólogos decían que la tormenta se debía a que llegaba el final de la temporada, y que luego de esto la primavera vendría con rapidez.
    Al pasar la tormenta poco a poco la nieve fue cesando, dando paso a la oportunidad de poder salir con tranquilidad en la noche.

    Eran las 8:30pm del sábado y había salido a caminar bajo la tenue nieve que aún caía. Hacía mucho tiempo que no veía la nieve de esa manera tan agradable. Sin darme cuenta había llegado a un parque, que a pesar de las nevadas anteriores, reconocía muy bien; me senté en una banca al centro de este. Estaba rodeado por cerezos cubiertos por la escarcha, la nieve blanca cayendo, el cielo escuro iluminado solamente por el reflejo de la media luna... al levantar el rostro para admirar todo ese esplendor solté un leve sollozo y sentí como mis lagrimas caían por mis mejillas para secarse en mi bufanda. Ya hacían 7 meses desde la última vez que nos habíamos visto y una de las cosas que mas me dolían era que... comenzaba a olvidar su rostro... aunque lo intentara, simplemente habían cosas de él que ya no podía recordar. Yo me había causado todo este dolor y era totalmente mi responsabilidad. Le había dado todas las razones para ya no buscarme: El decirle que no lo amaba había sido el mayor motivo para alejarlo. Aún así dolía y era demasiado contradictorio y estúpido, ¿no? Me sentía realmente ridículo.


    Salí del Host Club a las 9:00pm. Ya que no tenía quien esperase por mí en casa había optado por tomar turnos extra los días en lo que normalmente no trabajaba.
    Me coloqué mis audífonos mientras caminaba por un parque al cual tengo que atravesar para llegar a casa.
    Todo parecía increíblemente melancólico a pesar de tanta belleza; ya hacían días desde que pensar en él dolía mas, tal vez era porque ya se cumplía un año desde que todo inició y siete meses desde que todo terminó. Era el peor momento de cuestionarme todo, pero era algo que no podía evitar: ¿por qué no fui tras él?, ¿por qué no luché más?, ¿por qué pareciera que me rendí con él? Era cierto que el mundo no había parado de girar, que el aire seguía pasando y que yo seguía respirando, pero enserio todo lo odiaba sin él.

    Llegué al centro del parque donde habían unas bancas y me senté sin darle mucha importancia a la persona sentada ahí.

    *Tal vez no se de cuenta* pensé al sentir que alguien se sentaba a la par mía. Parecía traer audífonos así que no tomé mucha importancia. Limpié mis lágrimas con el dorso de mi mano.
    - La nieve se ve hermosa hoy, ¿no cree? -habló la persona junto a mi, a la cual me negaba a ver para que no notara que había llorado.
    - Sí, hoy realmente se ve hermosa.
    - Aunque... creo que me encuentro melancólico en este ambiente... encuentro la melancolía en la nieve en sí: la forma en la que individualmente cae cada copo para encontrarse el uno al otro en la superficie, o como el aire se los lleva a un lugar en el que no pensaron caer, separándoles de lo que conocían y amaban... es... realmente triste.
    - Esa... es una manera triste de ver algo tan hermoso... -volví a limpiar mis lagrimas con el dorso.
    - ¿Lloraba por alguien importante? -asentí- ¿era especial?
    - Sí...
    - ¿Y lo sigue siendo?
    - Sí... aún mas de lo lo era antes.
    - ¿Por qué llora entonces?
    - Porque lo dejé ir para que fuera feliz con alguien que lo mereciera más que yo... alguien que lo conociera más... que fuera más indispensable que yo... alguien... alguien que pudiera recordar cada uno de los detalles de su rostro y el bello tono de su voz sin importar cuanto tiempo pasara.
    El silencio dominó unos momentos.

    Se puso de pie haciéndome soltar una bocanada de aire que no sabía que guardaba. Caminó unos pasos y se acuclilló enfrente mía. Me hizo ver su rostro tomando mi barbilla haciendo que cada vello de mi ser se erizara y mi corazón latiera hasta casi detener.

    - Entonces míreme... míreme el tiempo que sea necesario para impregnar su memoria con mis detalles. Acérquese a mí para escuchar con atención mi voz para que no pueda ser capaz de olvidarme. Nadie, Hiro-san, nadie es mejor para mí, nadie me merece más, no amo ni amaré a nadie más que a usted, nadie es más indispensable, para mí no hay más que Hiro-san.


    Sus ojos se llenaron de lagrimas de nuevo y se tiró sobre mí casi haciéndome perder el equilibro, me abrazó con fuerza mientras escuchaba su llanto en mi cuello y mientras yo le abrazaba sin querer soltarlo nunca.
    - Lo siento... lo siento... lo siento... -repetía susurrando, eso solo hacía que le abrazara con más fuerza- Lamento haberte dejado, lamento haberte mentido y lastimado, lamento todo lo que hice... lo siento, realmente lo siento...
    - No diga más Hiro-san. Yo también lo siento. No tuve que dejarlo ir, tuve que haber luchado más por usted y aprisionarlo si era necesario. Sé que suena exagerado y podría asustarlo con esto, pero ahora sé que haría lo necesario para que no se aparte de mi lado de nuevo, porque realmente lo amo... lo amo.
    - Yo también te amo, Yukina, enserio te amo y no tuve el coraje para quedarme contigo y apoyarte, enserio lo siento. -mi corazón latía con fuerza y rezaba para que no se diera cuenta. Me había quedado sin palabras, solo quería besarlo, enserio quería.

    Tomé su rostro tratando de que me soltara un poco, pero no lo hacía. "Mírame", dije casi susurrando a su oído, a lo que negó con la cabeza.
    - Estoy avergonzado... -dijo en voz baja.
    - Yo también lo estoy, pero por favor, mírame.
    - Es la primera vez que no me tratas de 'usted' -dijo suavizando su agarre de mí.
    - Creo que ya somos iguales, llorando el uno por el otro y amándonos... creo que es más que suficiente, ¿no lo crees?
    No dijo nada mientras soltaba mi cuello y me miraba. Nos pusimos de pie, pero desvió su mirada de mí.
    Me acerqué y rocé mi nariz por su mejilla haciendo que viera de nuevo. Cerré lo ojos porque enserio me gustaba sentirlo cerca mía.
    - Tenía miedo de que me hubieras dejado por alguien que te diera todo lo que yo no te pude dar... -dije fingiendo una sonrisa. Sentí sus labios sobre los míos y sus manos entre mi cabello. Abrí los ojos cuando se alejó.
    - Nadie me ha dado ni me dará ni si quiera la mitad de lo que tú me has dado. Odio decir que no puedo reemplazarte, porque enserio eres irreemplazable para mí.

    Sonreí y tomé su mejilla. Me acerqué de nuevo y le besé con suavidad, luego le volví a abrazar. " Es momento de regresar a casa", le dije en un susurro. Él sólo asintió acariciando mi cabello.

    Fuimos a mi apartamento, luego directo a mi cama simplemente a acostarnos. Esa noche no dijimos nada, solo nos abrazamos hasta dormir. Eso... eso era todo lo que necesitaba para poder dormir en paz por primera vez en mucho tiempo. Por fin tenía a mi Hiro-san entre mis brazos, que era lo que había anhelado durante los siete meses pasados.




    Gracias por la cadena de oración, parece haber funcionado
  5. .
    Jajajaja, esta bien uwu
    Gracias por comentar. Uwu me agrada que te este gustando. Ya voy a actualizar. Juju 💙
  6. .
    YUKIHI 4

    Ya había pasado un mes desde que Yukina no actuaba como antes. No había salido con Nowaki y regresaba al apartamento temprano. Cuando estábamos juntos seguía comportándose como siempre, pero aún así sabía que algo estaba mal.

    - Yukina, bienvenido. -le dije quitándome los lentes cuando entró al apartamento y se sentó junto a mí. Me dio un beso- ¿Cómo te fue?
    - Bien, cansado... hoy tuvimos lanzamiento de un manga muy esperado -me sonrió- ¿y a usted?, ¿no se aburrió estando sólo?
    - No realmente. Fui a hacer unas compras.
    - Lo siento, -tomó mi mano y besó mi anillo- la otra semana me dan vacaciones en Marimo y podremos pasar todo el día juntos -sonrió de nuevo.
    - Sí... no hay prisa, tenemos todo el mes. -sonreímos y me volvió a besar. Tomé su rostro mientras él tomaba mi cintura
    - No quiero que desperdiciemos el tiempo... -dijo mientras bajaba sus manos mostrando sus muy claras intenciones.


    :o ö o:

    Yukina tenía mis manos sujetas con cinta por encima de mi cabeza, comenzaba a pensar que era algún tipo de fantasía sexual suya, ya que no dejaba de embestirme con fuerza, y parecía que no quería terminar. No me disgustaba estar en esa posición, pero me molestaba no poder abrazarlo, aunque no me quejaba, se sentía realmente bien. Se acercó a mi oído soltando esos gemidos que recorrían mi cuerpo haciendo que me quisiera venir, pero si no lo abrazaba no podría hacerlo. "Yuki... na... abrazo... ¡aah!", me vio un poco sorprendido, tomó mi cintura abrazandome un poco, me besó abriendose paso por mis labios mordiéndome un poco, definitivamente este es un maldito fetiche.
    - Hiro-san... me... me vengo... -dijo poniendo su frente contra la mía.
    - Deja... déjame tocarte... por favor.... -dije sintiéndome más avergonzado que nunca, pero no lo hizo, sólo me embestía con más fuerza.
    Sin pensarlo comencé a soltar lágrimas. No porque me estuviera doliendo, se sentía realmente bien, pero enserio quería sentir a Yukina en mis brazos. Cerré los ojos esperando a que me llenara, pero sentí cómo de un tirón quitó la ataduras de mis manos y me levantaba para que me sentara sobre él. Abrazó mi espalda sin dejar de embestirme, estando en esa posición lo sentía demasiado dentro de mí. Por fin pude abrazarlo y gemir más ante esa sensación. Aaaahhh... creo que moriré si sigue así, mordió mi cuello con fuerza haciéndome arquear la espalda un poco ante el dolor y placer. Me vine de inmediato ante la sensación y me aferré con fuerza a su espalda, luego me levantó haciendo que le soltara un poco y salió de mi viniendose en mi espalda hasta mi cabello. Rápidamente se tiró de espaldas en la cama, yo sólo le vi un poco enojado.
    Cubrió sus ojos con su brazo y sentí su respiración agitada. Me quité de él y me acosté a la par. Me abrazó con rapidez y movió mi cabello, luego me besó.
    - Lamento... haber manchado su cabello, no fue mi... inten... -no terminó la oración y le vi un poco preocupado, pero sólo se había quedado dormido.
    Acaricié su mejilla y besé la misma. Me solté de su abrazo y salí de la cama. Fui por toallas de papel y agua y le limpié, luego le cubrí con la sábana y me fui a bañar.

    Desde la semana pasada yo estaba de vacaciones, tenía demasiadas semanas acumuladas, así que decidí tomar unas cuantas para estar con Yukina, ya que se suponía que él estaría de vacaciones en Marimo también, pero aún no lo dejaban ir porque el reemplazo que tenían para él había cancelado a último momento. El único disponible estaría libre para dentro de una semana más, así que teníamos que aceptar eso.

    Además..., estaba la pelea con Nowaki. Yukina pensaba que yo no estaba enterado de eso, o que lo había olvidado ya, pero no soy estúpido, y la verdad la culpa me carcomía. No es como si me creyera la gran cosa, pero sí sabía que Nowaki gustaba de mi. También sabía que por eso Yukina estaba muy triste; trataba de ocultarmelo, sonreía y hacía bromas como siempre, pero no se sentía bien.

    Me desperté al otro día y Yukina y no estaba, sólo dejó una nota diciendo que llegaría tarde, pero que traería algo para los dos.

    Comenzaba a preguntarme si el no decirle "te amo" le hacía arrepentirse de su decisión. No sabía si él estaba consciente de eso, pero me había elegido a mi sobre Nowaki. Escogió a su novio antes que a su mejor amigo, ¿me tenía que sentir alagado?, sólo sentía mucha presión.

    Salí del apartamento de Yukina y fui al mio. Tomé unos libros que tenía que leer y un poco más de ropa. Luego fui a una cafetería a tomar algo.
    - Buenas tardes, soy Kusama Nowaki y seré su mesero el día de hoy. -me sorprendí y levanté la mirada para verle. Al darse cuenta que era yo se sonrojó un poco.
    - Hola Nowaki.
    - Hi-Hiro-san, ¿qué hace aquí? -preguntó muy feliz.
    - Vengo a comer algo, jeje...
    - S-si, claro, ¿qué escogerá para comer? -pedí un café y un pastel de chocolate.

    Al traérmelo se sentó enfrente mía, sólo le vi y él nada mas sonreía sin quitarme la vista de encima.

    - ¿No vas a trabajar?
    - Pedí mi hora de almuerzo.
    - Está bien... ¿y no vas a comer?
    - No, -sonrió- hace mucho no miraba Hiro-san.
    - Sí, ha sido mucho tiempo. -revolví el café u me llevé la taza a los labios.
    - ¿Cómo está Yukina? -me sorprendí pero no quise demostrarlo.
    - No está bien, -se sorprendió también y sonrió con tristeza- últimamente ha estado un poco distraído y aunque no lo quiere decir sé que algo le pasa -probé el café.
    - ¿Enserio? -se puso un poco más serio.
    - Sabes porqué. -le dije, pero al parecer lo tomó como una pregunta, porque solo negó con la cabeza- Bueno, me voy.
    - Pero no ha tocado su pastel. -saqué el dinero y se lo di.
    - Déjalo así. Nos vemos luego. -salí de la cafetería y me dirigí a Marimo.

    No quería entrar, solo quería ver si Yukina estaba cerca y vaya que sí lo estaba. ponía mangas en los estantes, pero no sonreía a menos que alguien le saludara, luego regresaba a esa triste expresión. Ahora definiticamente me sentía culpable: Nowaki y Yukina sufrían, así que debía decidir.

    Llegué al apartamento de Yukina y me senté en el sillón mientras leía uno de los libros que había llevado y así me quedé hasta que Yukina llegó.

    - Bienvenido. -dije sin quitar la vista del libro. Se acercó y tomó mis lentes haciendo que levantara el rostro viéndole. Me besó con suavidad y sonrió.
    - Estoy en casa. -dejó mis lentes y la bolsa que llevaba sobre la mesa y entró al cuarto para cambiarse. Al regresar se sentó junto a mí- ¿Cómo está?
    - Bien, muy bien, ¿y tú?
    - Bien. -sonrió y tomó mi mano- Traje algo para comer, ¿lo comemos ahora?
    - Sí. -sonreí también.
    Comimos algo de pastel y luego nos fuimos a la cama, (sí, así sin mas), solo me besó y luego me abrazó por largo tiempo.

    - Yukina... ¿eres feliz? -me vio.
    - Hiro-san, soy mas feliz con usted que con cualquier otra persona.
    - Pero cuando no estamos juntos....
    - S-sí... ¿por qué la pregunta?, ¿acaso ya no es feliz?
    - Lo soy Yukina, cuando no estoy contigo y cuando lo estoy. -se sorprendió un poco- En cambio tú... con Nowaki eras feliz siempre.
    - ¿Qué quieres decir? -nos sentamos uno frente al otro
    - Me amas Yukina, me elegiste por sobre tu mejor amigo, pero eres miserable conmigo, no con él.
    - ¿Quiere alejarse de mí? -se pusó de pie con una expresión triste dominando su rostro.
    - Sí...
    Caminó un poco dándome la espalda sin decir nada por unos momentos, luego volteó a verme.
    - ¿Me amas? -preguntó de golpe.
    - ¿Por qué preguntas?
    - Hicimos una promesa. -se acuclilló enfrente mía.

    "No te dejaré ir mientras nos amemos", eso había dicho Yukina y claro que yo lo amaba también, pero eso no importaba ahora. Él era un desastre sin él, estando conmigo.

    - No Yukina... que sea feliz no significa que te ame.
    - Le prometí no dejarlo ir. -tomó mi rostro con ambas manos, enserio no quería irme, pero era una decisión que ya estaba tomada.
    - Lo siento yukina, creo que ya no necesito que cumplas esa promesa. Ya... ya no tengo porque atarte a mí... perder tu tiempo con...
    - ¡No pierdo mi tiempo! -gritó un poco mientras se ponía de pie. Volteó a verme.- Amarlo... amarlo a usted no ha sido ni nunca será una perdida de tiempo.
    - ¡Lo es si no eres correspondido! Yukina, ya no hay nada que hacer. -me puse de pie también, pero se volteó y me acorraló contra la pared.
    - Mireme a los ojos -volteé el rostro- ¡Que me mires! -dijo gritando, pero aún se podía escuchar la tristeza en su voz- diga que no me ama mirándome a los ojos.
    - Yukina...
    Quería llorar, tenía que llorar, pero no podía hacerlo frente a él. Le vi a los ojos y lo dije... Yukina no dijo nada y sólo se movió un paso atrás. Tomé la bolsa que había traído, en la que anteriormente había metido todo lo que tenía en su apartamento, y me fui sin voltear a verle. Al cerrar la puerta y bajar las gradas comencé a llorar, quería regresar corriendo y decirle que todo era mentira, que enserio lo amaba demasiado, pero no podía hacerlo.

    Me fui casi corriendo a mi apartamento y llamé a Akihiko para que viniera a ayudarme... ¿consolarme?, ya ni sabía lo que esperaba.

    Me sentía patético... Yo era realmente patético.

    - ¿Qué pasó? -preguntó al entrar y sentarse frente a mí.
    - Terminé con él. -se sorprendió un poco.
    - Pensé que había sido Yukina.
    - No. Fue mi culpa.
    - ¿No te gusta?, ¿acaso no lo quieres?
    - Esa es la cosa... creo que lo amo.
    - ¿Eres estúpido? -preguntó casi riendo- ¿Estás huyendo de lo que sientes?
    - N..no. Esa no es la situación. Se peleó con Nowaki por mi culpa y ambos se convirtieron en personas miserables por eso. Pero ahora que no estoy en sus vidas podrán seguir siendo amigos. -no dijo nada por unos instantes.
    - Cometiste un gran error Hiroki. ¿No pensaste como se sentiría el sin ti?
    - Nowaki llegó antes que yo a su vida, él es mas necesario.
    - Yukina te eligió a ti hiroki. ¿No pensaste en el "por qué"? -se puso de pie y se dirigió a la puerta.
    - ¿Qué? ¿Te vas?
    - Tú vales mucho Hiroki, ¿cuándo verás eso? -se fue del apartamento.

    Me tiré a la cama y vi mi mano: no me había percatado que aún tenía el anillo puesto.
    Realmente era un idiota, pero ya no podía dar marcha atrás.


    Cadena de oración para que Hiroki recapacite.
  7. .
    YUKIHI 3

    Fueron pasando los meses y Hiro-san y yo teníamos una relación, oficialmente eramos novios. Pero aún no le había contado a Nowaki nada de eso. Sabía que él seguía sintiendo algo por Hiro-san, no sabía como reaccionaría al decírselo y a decir verdad sentía un poco de culpa al ocultárselo y también que estaba cometiendo un gran error al no hablar. Créanme... todo se iría al carajo muy pronto y por una sola llamada:
    - ¡Kou! -dijo Usami-san al contestar.
    - ¿Qué pasa, Usami-san? -pregunté preocupado.
    - Es Hiroki, está en el hospital.
    - ¡¿Qué?!
    - Tú solo ven, estamos en el central.
    - Gracias. -colgué y me puse de pie. Deje dinero debajo de mi trago.

    Estaba en un bar con Nowaki, él acababa de ir al baño, así que caminé a ese lugar, pero él ya estaba saliendo.
    - Nowaki, lo siento, me tengo que ir. Te miro mañana en el trabajo.
    - Te miras muy mal, ¿qué pasó?
    - N-nada, no te puedo decir por ahora, deje el dinero en la mesa, enserio tengo que irme... lo siento.

    Me di la vuelta y me fui corriendo al hospital, estaba bastante cerca así que llegue con rapidez. Al llegar vi a Usami-san con una lata de café en la mano mientras caminaba a las sillas de la sala de espera, Misaki-kun estaba sentado ahí.
    - Kou. -me dijo al ver que me acercaba a ellos.
    - ¿Cómo está?
    Vi que de una sala salió Hiro-san acompañado de un doctor. Corrí a él.
    - ¡Hiro-san! -volteó a verme y caminé a él para abrazarlo.
    - Duele idiota, suéltame. -le solté y tomé su rostro con suavidad.
    - Lo siento, ¿qué pasó?, ¿está bien?
    - Está bien, -dijo el doctor- solo hay que mantenerlo despierto un par de horas, para estar seguros de que todo está bien. Y cuando lleguen a casa tiene que poner algo frío en el golpe unos minutos.
    - Me encargaré de eso. Gracias. -le respondí sonriendo, nos inclinamos y se fue. Volteé de nuevo a Hiro-san- ¿Qué pasó?, Sólo dígame el nombre del hombre que lo golpeó y yo me encargo de que no vuelva a pasar.
    -... -me vio un poco sorprendido- N...no, no fue nadie, fue un accidente que tuve estoy bien. Cálmate.
    - Hiro-san, no me vuelva a asustar así. -le abracé suavemente y besé su cabeza.
    - No... suéltame, nos están viendo.
    - Que miren todo lo que quieran. -le vi y sonreí. Desvió su rostro sonrojándose ligeramente.
    - ¿Kou? -volteé a ver quien era y me sorprendí demasiado.
    - Nowaki... ¿qué haces aquí? -le pregunté soltando a Hiro-san.
    - Me preocupé al verte tan alterado, así que te seguí. ¿Por qué estás aquí y qué haces con Hiro-san? -preguntó caminando a mi y viéndome con una expresión enojada.
    - Creo que no es momento ni lugar para discutir esto. -dijo Usami-san poniendo su mano en le hombro de Nowaki, a lo que le volteó a ver un poco consternado.
    - Lamento la interrupción, -dijo volteando de nuevo a mí- no molestaré mas hoy. -se dio la vuelta y se fue.
    - *Soy un idiota* -suspiré y volteé a ver Hiro-san, quien me miraba confundido con esos grandes ojos café.

    Solo le pude sonreír.

    Yukina y Akihiko se fueron a hablar con el doctor mientras Takahashi-kun y yo nos quedamos en la sala, hablamos un poco hasta que los dos llegaron, luego ellos se fueron a su apartamento y nosotros al de Yukina.
    - ¿Y qué pasó? -preguntó mientras iba al refrigerador y me traía una soda- Es para el golpe.
    - Gracias. -la tomé y me la puse en la frente- Sólo me caí.
    - ¿Se cayó?, casi se da una contusión -se acercó y sujetó la lata por mi- Enserio me asusté mucho.
    - No miento, solo... no te rías. -me sonrojé. y-yo...
    - No, está bien. Confío en usted. -me besó suavemente, luego quitó la lata de mi frente y besó mi golpe, me encogí un poco, todavía dolía ligeramente- Eso dejará marca -rió tiernamente, a lo que sonreí. Luego recordé la escena al llegar Nowaki al hospital. Tomé su barbilla haciendo que me viera, se sonrojó un poco.
    - ¿Nowaki no sabía nada?
    - No. -tomó mi mano, que sujetaba su barbilla y se puso un poco triste, luego me sonrió un poco.
    - ¿No le contaste sobre nosotros porque le gusto?
    - Sí, enserio le gusta, Hiro-san y yo... -volvió a esa triste expresión- no quería entrar en una pelea, quería decírselo más adelante, cuando se calmara un poco, pero ahora que lo sabe... -sonrió de nuevo- no hay de que preocuparse, lo importante ahora es que usted está bien.
    - Odio que me cambies el tema. -le quité mi lata de las manos y la abrí dándole un sorbo- Ya que no quieres hablar de eso, tomaré una ducha y me iré a dormir.

    Se acercó a mi y me besó, me exalté un poco, luego le dio un trago a su gaseosa.

    - Lo amo, Hiro-san, -dijo con la lata en la orilla de sus labios y sonriendo. Tomó mi mano mientras dejaba la lata en la mesita- no puedo permitir que se duerma.
    Se puso de pie, tomó mi rostro y me besó. Volvió a tomar mi mano y me llevó a su cama. Sabía lo que haría y a decir verdad también quería hacerlo.

    Me senté en la orilla de la cama y él se arrodilló en la cama, se sacó la camisa y luego la mía, me besó apasionadamente. Tomó mis manos entrelazando mis dedos con los suyos mientras me acostaba en la cama.
    - Yukina... ¿ahora?... -pregunté mientras ladeaba la cabeza para que siguiera besando mi cuello.
    - A menos que no quieras. -dijo alejándose de mí. Sujeté su cintura con mis piernas.
    - No quise decir eso -dije apenado. Solo sonrió.

    :O Ö O: omaiga

    Yukina me embestía, sujeté la almohada y la puse debajo de mi rostro. Tomaba mi trasero con fuerza mientras besaba mi espalda. Me era muy difícil contener los gemidos que todo esto me causaba. Levanté más el trasero, quería que entrara más profundo, sentía que se estaba conteniendo y sabía porqué, pero en ese momento no me interesaba su amabilidad.
    Tomó mis piernas de nuevo y me volteó para verle, pero yo no soltaba la almohada. Solo me sonreía con dificultad.
    - Si te sigues moviendo por ti mismo, no me voy a poder contener -dijo acercándose a mí.
    - ... -quité la almohada de mi boca- ¿Quién te pidió contenerte?
    Sentí que se hizo mas grande haciéndome arquear la espalda. Tomó mi cintura y me atrajo con fuerza hacia él haciéndome soltar la almohada y gemir con fuerza, pasó su mano a mi espalda y me levantó para sentarme sobre sus piernas. *Está muy profundo, -pensé- mi cabeza da vueltas*, me embestía con fuerza mientras besaba mi cuello y abrazaba mi espalda, yo también abrazaba su espalda mientras gemía en su oído. "Hiro-san... Hiro-san...", me alejó y entrelazó sus dedos con los míos, "Lo amo mucho...", me sonrojé más y le besé, abrazó mi cintura mientras me seguía embistiendo. Levanté el rostro viendo el techo mientras mordía mi cuello. *Mierda... esto no es bueno*, pensé mientras sentía que iba a venirme. "Yukina... yo...", me vine en medio de los dos y cayó sobre mi pecho. Yukina sujetó mi espalda y me colocó de nuevo en la cama, me abrazó con fuerza y yo me sujete a su espalda. "Hiro-san... ya no puedo...", me soltó para salir de mí, pero me aferré más a su espalda, por lo que se vino dentro de mí. Gemí con fuerza en su oído, él solo besó mi oído. Nunca antes se había venido adentro de mí, y se sentía muy bien tenerlo en mi interior. Se sentó y sujetó mi cintura para salir, pero tomé sus manos y comencé a moverme. Se sorprendió. "Yuki... no... no hemos terminado...", le dije mientras pasaba mi mano por mi abdomen, a lo que se sonrojó y me abrazó.

    :O Ö O: omaiga again

    Dejé caer mi cabeza en la cama, Yukina sujetaba mis brazos mientras salía de mí. Sabía bien que yo era el que le había pedido seguir más, pero nunca lo habíamos hecho tanto como hoy. Me sentía hecho un desastre y demasiado cansado como para seguir otra vez.
    Cuando salió de mi se recostó un poco sobre mi espalda mientras acariciaba mi trasero con suavidad.

    - Lo hizo muy bien, Hiro-san. Ya se puede dormir. -se alejó de mí y se acostó a la par mía.
    Volteé a verlo y solo lo quería matar, pero al sonreírme de esa manera solo pude acercarme y besarle. Le di la espalda y dejé que me abrazara. Tomó mi mano derecha y ahí los noté, me sorprendí y me senté sin dejar de verlo. Solo me sonreía como aguantando una risa, pero no en tuno burlesco, mas en una manera apenada y tierna.
    - ¿Cuándo?, ¿cuándo pusiste el anillo en mi dedo?, ¿por qué? -me sentía muy conmovido, y sabía que estaba muy sonrojado.
    - Se lo puse en la primera ronda, cuando sujeté sus manos. Se lo iba a dar luego de hacerlo, pero al ver su rostro, parecía que se iba a derretir y aproveché el momento para ponérselo.
    - ¿Y por qué? -se sentó también y me abrazó por atrás, puso su barbilla en mi hombro y habló.
    - Porque es una promesa, Hiro-san. Estos meses a su lado me han dado a entender que no quiero estar sin usted, -me sonrojé mas- con esto le prometo que no lo dejaré ir. No es como si necesite algo físico que me ate a usted. Sólo quería algo que se lo mostrara al mundo. -me soltó con un brazo y tomó mi mano.
    - Necesito que me prometas otra cosa... -me vio- estás prometiendo no dejarme ir, pero tampoco te vayas a apartar de mi. Por ningún motivo, -me sentí con muchas ganas de llorar- sin importar lo que pase. Te lo ruego... -dije ya comenzando a llorar, a lo que me abrazó.
    - No tiene que hacerme prometerlo, por que lo haría incluso si no me lo pidiera. Lo amo, Hiro-san, y aunque no le prometa amor eterno, prometo amarlo hasta que mi corazón lo permita.

    Confiaba en él, confiaba en sus palabras desde hace meses y esperaba seguir confiando siempre en él.

    Al otro día estaba de camino a Marimo. Estaba usando el anillo en un collar bajo mi camisa y me sentía muy feliz, como nunca antes, aunque tal vez un poco cansado, aunque siempre tuve muy buena estamina, Hiro-san sacaba todo de mí. No podía dejar de pensar en todo lo que él había hecho el día anterior. Aaaahhhh... enserio me volvía loco.
    - ¡Buenos días! -dije al entrar a Marimo. Vi a Nowaki y caminé a él para saludarlo- Hola Nowa....
    No terminé la oración, pues recibí un puñetazo en la boca. Me tapé con la mano y di un paso atrás, le vi de nuevo y me miraba con enojo, hasta con furia diría yo.
    - ¡¿Por qué no me dijiste que salías con Hiro-san?! -me preguntó casi gritando.
    - No tenía porqué. -mentí.
    - ¡Tenías qué!, tú bien sabes que estoy enamorado de él.
    - ¡Y yo también lo estoy! Traté de olvidarlo, enserio traté, pero no podía, no salía de mi mente y sin darme cuenta ya me había enamorado de él.
    - Pero es... -me volvió a ver furioso y me pegó otro puñetazo.
    Le vi enojado y le jalé de la camisa sacándolo del edificio. Le di un puñetazo y cayó al suelo.
    -No me obligues a seguir.
    Justo así nos habíamos conocido. Nos estábamos agarrando a golpes, luego nos reímos y nos volvimos amigos. Sabía que esta vez no sería tan fácil. Se puso de pie y escupió algo de sangre.

    Me pegó contra la pared y me dio un puñetazo en el rostro, y el otro en el estómago; tosí y me encogí levemente. Le pateé en el estómago también y lo tiré al piso. Le di tres puñetazos en el rostro y luego golpeé el asfalto poniendo mi frente sobre la suya. Nos miramos a los ojos unos segundos, separé mi rostro del suyo y le vi con tristeza.

    -No quiero... -apoyé mis manos a los costados de Nowaki sobre el suelo. Me vio sorprendido- No quiero pelear más contigo. Tú... eres mi mejor amigo, mi hermano y no quiero que todo se vaya a la mierda, ni siquiera por Hiro-san.
    - ¿Por qué no me dijiste nada? Me escuchaste hablar de él, de lo mucho que me gustaba cuando venia a la tienda. -me senté en sus piernas y le ayudé a sentarse también.
    - No quería pelear, pero ocultártelo solo lo empeoró. -me di cuenta que muchas personas nos miraban, en especial chicas.
    - ¿Hace cuánto salen?
    - De salir... cinco meses, de novios... -se sorprendió- cuatro meses, tres semanas y cuatro días exactos.
    - ¿Qué? -me levanté un poco tambaleante y le vi.
    - Diría que lo lamento, si me arrepintiera de ser su novio, pero siento que no sea así. -me di la vuelta sin importarme mucho el trabajo. Llegué a la esquina.
    - ¡Kou! -volteé a ver y Nowaki corría a mi, luego se detuvo- Yo... -bajó el rostro para luego levantarla y caminar a mi.

    Nos miramos un momento y me pegó otro puñetazo y caí. Se hincó sobre mi, pero le pegué de nuevo y cayó también. No sabía porqué seguíamos peleando, pero yo... ya no quería parar. Me coloqué sobre él y estaba a punto de pegarle de nuevo cuando escuché una voz llamando mi nombre. Levanté la vista y se me crispó la piel.

    - ¡¿Qué estás haciendo?! -me gritó Hiro-san. Me puse de pie, vio a Nowaki, que aún seguía en el suelo, quien se puso de pie, limpió la sangre de sus labios con el dorso de su mano y luego hizo una reverencia.
    - Buenos días Hiro-san.
    - ¿Qué estás haciendo?, ¿acaso son idiotas? Los pueden arrestar por alterar el orden público -al escuchar esto, todos los que nos miraban se dispersaron. Hiro-san me volvió a ver y se exaltó un poco. Se acercó a mi y pasó su mano por mis labios; debo de admitir que me sonrojé- Idiota... estás sangrando, -sacó su pañuelo y lo colocó en mi herida- ten mas cuidado contigo.
    - Estoy bien, no se preocupe. -tomé su mano y la besé. Se sonrojó un poco.- ¿Qué hace aquí? ¿Viene a ver a su novio al trabajo? -bromeé sonriendo.
    - No... yo.. bueno, vine a comprar unos libros, ¿por qué no estás trabajando?
    - Por nada, entre, lo espero aquí. Cambiaré de turno hoy, así que pasaré a dejarlo a la universidad. -no dijo nada y moví su cabello, se sonrojó un poco y entró a Marimo.
    Nowaki me vio serio, borré mi sonrisa y le vi de la misma manera que él, tratando de ocultar mi tristeza.
    - Tú... ¿eres feliz con él?
    - Sí... y mucho.
    - ¿Qué tanto?
    - Tanto que si él ya no estuviera a mi lado no sabría como seguir... respirando. -le vi fijamente, parecía muy sorprendido. Luego sonrió un poco.
    - No tengo que ni preguntar si él lo es, porque acabo de verlo. Entonces no diré nada mas. Pero eso no significa que esté 100% de acuerdo con esto. Amo a Hiro-san y tarde o temprano se dará cuenta que está con el chico equivocado, que no eres el príncipe que todo mundo cree. -bajé la mirada.
    - No quiero que pienses así. Sabes que no lo hice para lastimarte.
    - Pero lo hiciste Kou... así que no... yo.. yo ya no puedo ser tu amigo. Por más que te quiera ya... no puedo hacerlo -caminé a él.
    - Nowaki... ¿qué estás diciendo? Eres mi hermano.
    - Ya no, Kou. -vi el brillo en sus ojos, era un brillo de tristeza, ¿acaso quería llorar? porque yo definitivamente sí quería. Extendió su mano para que la tomara, pero solo di un paso atrás.
    - ¡No estoy de acuerdo! -dije gritando y casi llorando, tomé su rostro acercándome a él- No te quiero perder...
    - Eso... -apartó mis manos- eso lo hubieras pensado antes, Kou...

    Él solo se dio al vuelta y se fue corriendo, grité su nombre pero no volteó. Al ver su espalda alejándose iba a empezar a llorar, pero escuché la campana de Marimo. Era Hiro-san saliendo y cuando me vio solo se quedó parado, luego movió su cabeza como queriendo borrar un pensamiento y metió lo que había comprado en el bolso que llevaba. Caminó a mi y besó mi mejilla sonrojándose.

    - No llores, te miras demasiado tierno. -dijo sin verme y comenzando a caminar.
    Sonreí y fui atrás de él. Llegamos a la universidad e iba a regresar a Marimo cuando tomó mi mano. Me sorprendí, porque nunca me deja mostrarle afecto cuando estamos en su trabajo.
    - Vamos al salón de maestros. No puedo dejar que te vayas en esas condiciones. -le vi sintiendo ganas de llorar y sólo asentí. Nunca había perdido la compostura de esa manera delante de él y me sentía muy avergonzado.

    Entramos al salón de maestros y no había nadie, parecía ser muy temprano aún. Me sentó en frente escritorio, cosa que nunca había hecho antes; si había ido a ese lugar, pero solo me quedaba afuera del salón esperando a que terminara así que el estar sentado ahí me hacía feliz. Se paró entre mis piernas quedando cara a cara. Sacó agua oxigenada, algodón y banditas. Comenzó a curarme y no podía dejar de verle, pero él parecía muy concentrado en curar mis heridas. *Definitivamente... -pensé mientras le daba un beso en la barbilla, sólo se sonrojó sin dejar de curarme- no cambiaría a Hiro-san por nada. Lo amo y no lo dejaré ir jamás.* Vi su mano derecha y tenia el anillo puesto, ahora yo me había sonrojado. Tomé su cintura acercándolo un poco más.

    - Hiro-san... Hiro-san... -le llamé para que me viera y lo hizo- Lo amo, lo amo mucho. -se sonrojó y quitó su vista de mi.
    - C-callate. No dejas concentrarme. -besó mi frente fugazmente y siguió curándome.

    Al verlo así, supe que más sonrojadito no podía estar.

    Hasta aquí el capitulo de hoy.
    Hay cosas que quiero "aclarar" en la parte donde el doc sin nombre habla con Yukina y le dice que hiroki no puede dormir es algo que se que no es 100% real, que puede variar, idk :v pero le entra a la situación XD

    Creo.

    Bai xd


    Edited by takano_love~ - 26/2/2019, 18:07
  8. .
    YUKIHI 2

    Toda la semana de exámenes pasó y de nuevo no había tenido tiempo de nada, pero siempre llevaba la chaqueta de Yukina conmigo por si tenía algún momento libre para llevársela, pero realmente me había sido imposible dársela.

    Ya era viernes de nuevo y pasé enfrente de Marimo. Vi la hora y eran las 4:00pm, Yukina todavía estaría ahí definitivamente. Me sonrojé y dudé un poco en entrar, un impulso me hizo empujar la puerta y entrar. Solo vi a Nowaki, él me vio también y caminó a mi.
    - Hiro-san, es un placer verlo de nuevo.
    - Igualmente, Nowaki. ¿Esta Yukina? -me vio un poco sorprendido.
    - Está en la parte de atrás, pero yo puedo ayudarle, si no le molesta.
    - Sí, dale esto por favor -le di la bolsa con la chaqueta, me volteé y salí de la tienda.
    Paré de caminar en la esquina, ¿cómo pude haber creído que iba a tener tiempo para verme?, estaba trabajando y yo comenzaba a ser una molestia, era la segunda vez que iba y preguntaba sólo por él.

    - ¡Hiro-san! -escuché que me llamaban y volteé.
    - Yukina... -corrió hacia mi y sentí mi corazón brincar como loco- Yo...
    - Lo siento, no debí venir acá, sé que soy una molestia, pero solo quería darte tu chaqueta y también agradecerte por lo del otro día... así que gracias. -me di la vuelta y empecé a caminar.

    Sentí que tomó mi mano y volteé a verle, pero no sonreía, sólo me miraba fijo a los ojos y con una expresión seria. Se acercó a mi haciendo que mi corazón latiera con más fuerza. Sentí sus labios en mi mejilla muy suavemente, luego me vio.
    - Mañana a las 8:00pm estaré esperando por usted, justo acá. Si no viene entenderé y no insistiré, pero por favor -se inclinó aferrándose mas a mi mano- si usted desea, ¡acépteme!
    Me sonrojé demasiado y al levantar su rostro él también lo estaba un poco. Acababa de invitarme a una cita con una voz tan decidida, pero guardaba esa clase de expresión realmente tierna.
    - Y-yo...
    - No me responda ahora, si me acepta nos veremos mañana aquí, y si no, lo entenderé... -asentí, me soltó y se volteó para entrar a Marimo de nuevo.
    También me volteé y comencé a caminar a mi casa. Hacía demasiado tiempo que no tenía una cita, que no me invitaban a una, aunque no sabía si iría, pero ya había aceptado sus besos y tal vez comenzaba a ser obvio que me gustaba un poco... Rayos, me sentía inquieto.

    El día siguiente llegó y ya no tenía que trabajar, pues lo exámenes habían terminado. Pasé todo el día pensando en si debía ir, pero me ocupé en otras cosas y el tiempo pasó con rapidez. Ya eran las 7:30pm y no sabía lo que iba a hacer aún. Ir o no con Yukina podría cambiar muchas cosas, y lo sabía muy bien.


    De pronto se volvieron las 8:05pm y ya estaba comenzando a convencerme que Hiro-san no vendría. Escuché un carro estacionar con brusquedad detrás mía y me sorprendí al darme cuenta que era el carro de Usami-san. Bajó Hiro-san y me sorprendí aún mas.
    - Por un momento pensé que no vendría. -dije sonriendo- Estoy muy feliz.
    Se sonrojó y volteó al auto haciéndome pensar que se iría.
    - Yo te llamo, gracias Akihiko -dijo a Usami-san. Cerró la puerta y el auto avanzó.
    Hiro-san solo me vio como preguntando: "¿Y ahora qué?"
    - Vamos a comer.
    - Está bien.

    Me acerqué a él y rodeé sus hombros con mi brazo mientras comenzábamos a caminar, lo sentí tenso al principio, pero mientras pasaba el tiempo se iba relajando.
    Fuimos a comer a una cafetería sin hablar mucho. Sólo podía verlo comer y hacerle una que otra pregunta ocasional. Todavía no me creía que enserio estaba enfrente mía... en una cita... conmigo. No sé si él estaba consciente de eso, pero me estaba dando esperanzas, demasiadas esperanzas.

    - ¿Usami-san lo recogerá? -pregunté ya que habíamos salido de la cafetería.
    - Ah sí, eso creo.
    - ¿Puede decirle que pase por usted a mi apartamento? -me vio un poco sorprendido- No me gustaría que esperara en la calle a esta hora, viviendo yo tan cerca de aquí.
    - Creo... que tienes algo de razón. Así que esta bien, gracias.

    Mientras tanto Usagi-san estaba con Misaki en su pent-house, jojojo, que pillos.
    - ¿Irás por Kamijou-sensei cuando te llame?
    - No llamará. -Misaki lo vio sorprendido- La noche solo es para nosotros.
    - Pero él dijo que te iba a llamar
    - Cállate -le besó.

    Fin xdxd

    Debía admitir que me estaba sintiendo un tanto nervioso, iríamos a su casa, ¿y si todo olía a él?, Me preguntaba como sería su ambiente.

    -Llegamos, -dijo sacándome de mis pensamientos- no es mucho, pero puede sentirse como en casa.
    Entramos y todo se miraba muy ordenado, más que el mio, habían unos cuantos lienzos contra la pared, y sus herramientas de pintura estaban bien acomodadas.
    - Generalmente nunca traigo pinturas a casa, pero esas no cabían en el salón -dijo con una sonrisa mientras se quitaba su chaqueta, se acercó a mi por detrás y lo sentí demasiado cerca- ¿me permite su chaqueta, Hiro-san?
    -... -asentí sonrojado y me la quite poniéndola en sus manos.
    - Siéntese por favor, prepararé café, ¿quiere un poco?
    - Así esta bien, gracias. -fue a la cocina un momento. Me senté en el sofá y pasé mi mano suavemente por el cojín sintiéndome un poco nervioso. Todo estaba demasiado lleno de él.
    - Le preparé una taza por si quiere mas tarde. -puso la taza en la mesa y se sentó junto a mi, dio un sorbo a su café y luego me vio haciendo que yo le viera también. Sonrió- Lamento si esta noche no ha sido como lo esperaba.
    - N-no digas eso, todo ha sido muy agradable.
    - Prometo que en el futuro será mejor. -comenzó a acercarse a mi de a poco haciéndome sonrojar, mi corazón se detendría en algún momento si seguía acercándose, y lo sabía. Me puse de pie con rapidez.
    - ¿Me prestas tu baño? -pregunté nervioso.
    - Sí, lo llevo -me guió al baño y abrió la puerta por mi, entré y comencé a cerrar la puerta, pero no quitaba sus ojos de mi.
    - Gracias - asintió levemente y sonrió con esa maldita sonrisa que comenzaba a adorar. Cerré de una manera un poco brusca y rápidamente apoyé mi espalda contra ella.
    Cubrí mi boca respirando con profundidad. "Mierda" susurré con los ojos cerrados.


    Regresé al sofá y me senté, coloqué mi frente sobre mis manos un instante, luego volteé a ver la puerta del baño. Quería besarle, realmente quería y todo de él me gustaba demasiado. Si me volvía a ver con esos ojos no sabría si resistiría, estaba comenzando a sentirme muy ansioso.

    Salí del baño y fui a la sala, aún no me había calmado, pero no podía quedarme en el baño eternamente. Había dejado mi celular en la chaqueta así que llamar a Akihiko no era una opción por el momento.
    Cuando estaba por llegar al sillón vi a Yukina sentado en él y me miraba, de nuevo, con esa seria expresión del día anterior, me sonrojé sin pensarlo. Se puso de pie y se acercó a mi, retrocedí hasta topar con la pared, estábamos demasiado cerca.

    - ¿Yukina?
    - Lo siento, Hiro-san, -colocó su frente sobre mi hombro- yo... quiero ver sus ojos todos los días, sentirlo cerca de mí mientras mi corazón lata por usted. -me sonrojé más.

    Se alejó un poco y tomó mi rostro con delicadeza con su mano. Besó mi frente, mi nariz y luego mi mejilla.
    *¿Por qué no me detiene?* Me vio de nuevo y se volvió a acercar. Entreabrió mis labios con su pulgar y me besó, de nuevo era un beso profundo y me sorprendió un poco, pero se sentía demasiado bien. No quería apartarlo, lo quería mas cerca de mí. Sentí como su mano libre buscaba la mía y entrelazó sus dedos con los míos.

    - Hiro-san... yo, lo siento. -cerró los ojos con un poco de fuerza- No dejo de pensar en usted, mi corazón no se calma cuando se trata de usted, no importa si lo miro o escucho su nombre, simplemente no puedo calmarme, y al darme cuenta de eso no pude evitar pensar en que era usted... el único para mí y que lo amo y espero amarlo por siempre.
    - ¿Qué? -pregunté mientras empezaba a sentirme sentimental- ¿me amas?, ¿cómo puedes amarme a mí?... ¿por qué?
    - No lo sé, Hiro-san, no sé como me enamoré tan rápido de usted; tal vez sean sus ojos o su cabello, o la manera en la que habla, el como de vez en cuando se le sale una fugaz y sutil sonrisa al decir algo que le agrada, como se sonroja al estar conmigo, o el como me hace sentir cada vez que lo miro. Tal vez en conjunto, todas esas cosas hicieron que me enamorara de usted.

    Le vi muy sorprendido y tremendamente conmovido por sus palabras. Nunca pensé que alguien podría decir esa clase de cosas a mí, que soy antipático y difícil de tratar. Me dieron ganas de llorar, pero no quería que me viera así. Coloqué mi frente en su pecho y me rodeó besando mi cabeza.

    - Hiro-san, realmente lo amo y quiero que usted me ame también. No solo me basta con gustarle, quiero que me ame. -dejo de abrazarme y me vio. Tomó mi rostro e hizo que le viera también, pero rápidamente cerré los ojos para que no viera que quería llorar. Acarició mi mejilla con su pulgar, se acercó de nuevo y me besó con dulzura. Esa fue la gota que hizo que mis lagrimas comenzaran a desbordarse de mis ojos. No sabía si era por felicidad, o por nostalgia o simplemente porque había tocado mi corazón con sus palabras. Alguien me amaba y probablemente yo comenzaba a amarlo a él.

    Tomé su mano y le llevé al sofá. Hice que se sentara y yo me hinqué encima de él.

    Me sorprendí un poco al verlo hincarse sobre mí. Se miraba realmente sensual. Tomó mi rostro y me besó, le correspondí y tomé su cintura, realmente era delgado y su piel se sentía agradable para tocar; metí mi mano mas adentro de su camisa por su espalda y le acerqué mas. Dejamos de besarnos y me vio. Realmente estaba sonrojado. Besé su cuello y sentí como su piel se erizo.

    - Lo haré suave... -susurré a su oído volviendo a besar su cuello rozando un poco mis dientes.
    - N-no... -se detuvo- no lo hagas suave... -me vio con rapidez, parecía que sus ojos brillaban y estaba sonrojado.

    Me besó de nuevo mientras desabotonaba y bajaba el zipper de mi pantalón. Deslizó sus manos hasta mi trasero y lo agarró con un poco de fuerza, me sonrojé mucho mas y se detuvo un momento haciendo que lo viera. Sonrió y me besó. "Por favor míreme, quiero ver la expresión que hará", me avergoncé un poco e iba a responderle cuando sentí que intentaba meter un dedo en mi entrada. Me aferré a su camisa mientras lo hacía, logró meter uno y me sacudí un poco ante la sensación; me envestía con él lentamente e introdujo un segundo dedo. Escondí mi rostro en su hombro y comencé a gemir un poco. Los movía y se sentía extraño, bien, pero extraño. Besó mi cuello y me mordió desviando mi atención, así que le vi y me sonrió, me acerqué y le besé. Introdujo un tercer dedo y volví a gemir. Soltó una risita y volvió a verme: "Está moviendo sus caderas por usted mismo" dijo haciendo que me sintiera muy avergonzado.
    "Quiero más" dijo sonando muy avergonzado, a lo que sonreí, eso hizo que me sintiera más excitado aún, así que saqué mis dedos y lo recosté en el sillón. Le quité el pantalón por completo y vi que tomó un cojín para abrazarlo, me acerqué y le besé mientras me bajaba el pantalón y me frotaba un poco contra él. Quería estar dentro de él ya, pero no sabía si esta era su primera vez haciéndolo con un hombre y no quería lastimarlo, aunque él me había dicho que no fuera suave, quería aprovechar cada milímetro de su cuerpo al máximo y disfrutar junto a él.

    Tomé sus piernas y las separé para poder verle bien, luego sujeté mi miembro y coloqué la punta en su entrada, "Hiro-san, su entrada me esta atrayendo con fuerza", cubrió su rostro con el cojín, tomé sus muslos con un poco de fuerza atrayéndolos a mi mientras entraba con lentitud, gimió con un poco de fuerza quitando el cojin de su boca. Sonreí gimiendo un poco y comencé a moverme suavemente.Comenzó a moverse con mas fuerza y se sentía demasiado bien, tocando ese punto que me hacía sentir como loco. Arqueé la espalda soltando el cojín cuando todo el punto exacto, cubrí mi rostro con los brazos sin dejar de gemir. Se sentía demasiado bien lo que hacía. Sentí su cabeza contra mis brazos y pude escuchar más de cerca sus gemidos haciendo que me excitara más.
    - Déjeme ver su rostro- dijo alejando un poco su cabeza, a lo que negué, volvió a pedirlo, pero su voz sonaba un poco desesperada. No quería que me viera, pero lo mas importante, no creía poder aguantar más si veía su rostro. Besó mi brazo cortamente y luego rozó su nariz sin dejar de moverse- por favor, Hiro-san... -más que desesperado, su voz sonaba suplicante.
    Alejé mis brazos de a poco y pude ver su expresión. Me sonrojé más y sentí que no podía más.
    - Yu... Yukina, ya no puedo... yo... ahhh... -soltó mis muslos y se acercó a mí para besarme.
    Se abrió paso por mis labios y sentí su lengua dentro de mi boca, puse mis manos en su espalda y le aruñé un poco al sentir que me venía. Tomó mi cintura y comenzó a embestirme con mas intensidad.
    - Lo siento, Hiro-san, ya no puedo aguantar... -sacó su miembro y se vino en mi abdomen salpicando un poco en mi cara.


    Dejé caer mi cabeza en su hombro y solo respire, luego me alejé un poco y le vi, lloraba un poco y me sorprendí, me asusté un poco, pero tomó mi rostro acercándome para besarnos y eso calmó mi mente. Arqueó su espalda un poco juntando más nuestros cuerpos y le abracé por la cintura. Nos volteamos para que se acostara encima de mí y le vi sonriendo, él solo se sonrojo un poco, pero aún tenia un poco de lagrimas en sus ojos. Acaricié su cabello y cerró los ojos como frotando su cabeza contra mi mano. Me hizo sonreír aún mas, me hizo recordar a un gato al hacer eso. Tomé sus mejillas y se acercó a mí besándome.

    - Hiro-san, lo amo. -dije casi susurrando, estaba muy aliviado. Sólo me abrazó un poco y puso su mejilla en mi pecho.

    Estaba muy seguro que también me amaba, sólo tenía que esperar a que se diera cuenta de ello y hacerlo sentir seguro para que llegara a ser capaz de decírmelo sin miedo.

    Sí creía amarlo, pero la ultima vez que dije amar a alguien me rompieron el corazón, Yukina parecía ser una persona que nunca se atrevería a hacerlo, pero no podía decirlo, aún no.

    Nos levantamos y me llevó a su cama. Me abrazó quedando cara a cara y me besó. Rodeé su cuello con mis brazos y tomé su cabello con mis manos.

    *Por favor... no me dejes ir*


    Hasta aquí el capítulo de hoy, espero les haya gustado .3. :v

    Edited by takano_love~ - 23/2/2019, 15:33
  9. .
    En esto narran los dos personajes principales. Así que los separaré por colores:

    Hiroki
    Yukina
    Yo

    Sin mas que decir, empecemos con esto 👊

    ___________________________________________
    YUKIHI 1


    - Entonces, Hiroki, ¿cómo vas con tus alumnos? -pregunto Akihiko mientras caminábamos por la calle.
    - Bien, bueno, son demasiado holgazanes y me llaman como si fuera un demonio. -vi que encendió un cigarro y tomó una gran bocanada dejándola escapar junto con esa risita que tanto odiaba de él.
    - Realmente te va bien -volvió a reír haciéndome fruncir un poco el ceño- me alegra haber dejado ese trabajo.
    - Bueno, no todos tenemos el don de escribir tan bien como para ser premiados y ser best-seller.
    - Lo sé, tengo un gran talento. Soy especial. -roté los ojos y vi el humo que salía de su boca- Bueno, entremos a Marimo Books; quiero comprar un regalo para Misaki.

    Entró a la librería mientras yo me quedé viendo su espalda... no podía evitar el sentirme un poco mal con todo eso, aunque había pasado ya demasiado tiempo, el dolor seguía ahí, aferrándose a mi pecho sin señas de dejarme ir. Aunque al mismo tiempo me daba una ligera satisfacción al verlo feliz y poder estar junto a él como su amigo. Entré yo también y ya estaba con un empleado.

    - ¿Qué le puedo regalar a un chico de 19 años? -preguntó Akihiko haciéndome rotar los ojos.
    - *¿Al menos conoce sus gustos?* -caminé un poco por la librería, tal vez podría encontrar algo para él.

    Vi a un montón de chicas amontonadas en un círculo. Me acerqué y sólo había un chico presentando un manga... manga... ¡Manga!, a Takahashi-kun le gustaba un manga llamado "The Kan" y era principio de mes, así que debía haber salido un nuevo tomo. Fui al área de shonen para ver si el título aparecía.

    - Buenas tardes, -volteé a ver Yukina Kou, ¿busca un título en específico?
    - Amm, si, buenas tardes. Busco... ¿"The Kan"? -me sentía un poco nervioso.
    - Claro, justo hoy salió. Por aquí. -comenzó a caminar y le seguí.

    Llegamos a un display gigante que solo era de ese manga

    - Aquí tiene, dijo mientras me daba el tomo.
    - Gracias.
    - Fue un placer -dijo con una sonrisa casi cegadora-
    *¿Le hice sonrojar? Je, eso... es muy tierno*
    - ... -hice una reverencia y me volteé para buscar a Akihiko- *Agh... ¿qué?, él era... no, n-no de nuevo*

    No creía posible el que el físico de alguien me volviera a gustar, el físico de la persona que acababa de ver.
    Vi a Akihiko con el mismo chico en el mismo lugar donde los dejé.

    - Akihiko, ya tengo tu regalo -dije mientras se lo daba.
    - Oh, gracias, Hiroki.
    - Oh, ¿un amigo de Usami-san? -habló el chico- Kusama Nowaki, un placer.
    - Igualmente -dije mientras él hacia una leve reverencia.
    - Esta bien, vamos.

    Fuimos a la fila de las cajas y al llegar nuestro turno me sorprendí un poco, no podía creer que me volviera a atender (aunque no era algo imposible, pues trabajaba ahí), y mientras despachaba a Akihiko podía sentir su mirada casi como llamándome, no pude evitar el verle cuando su atención iba con Akihiko. Me descuidé un momento y nuestras miradas se cruzaron, parecía sonrojarme, a lo que él sonrió y vio su pantalla dándole el precio a Akihiko.

    - Gracias por su compra, espero verlos pronto. -dijo con esa sonrisa igual de deslumbrante que la anterior, me volteé rápidamente y salí casi corriendo de la librería. Al rato llegó Akihiko y prendió un cigarro.
    - Morirás de tanto fumar -dije sin verle.
    - Ya me lo han dicho. -le vi con el ceño fruncido, pero él parecía sonreír.- Por cierto, ese chico que nos atendió en la caja, ¿era de tu tipo?
    - ¿Por qué me preguntas como si yo supiera?, -pregunté nervioso- no lo vi.
    - Entonces debe ser porque no traje mis lentes, porque me pareció ver cruces de miradas entre ustedes -dijo casi sonriendo.
    - No es cierto -nos vimos un momento sin decir nada- Tal vez le vi, pero no le presté mucha atención.
    - Como quieras, fingiré que no vi nada.
    - ¿Ver qué?
    - Entonces algo pasó. eres fácil de leer -movió mi cabello y comenzó a caminar.

    *Realmente lo odio*


    - ¡Kou! -me llamó Nowaki mientras caminaba hacia mí.
    Se paró junto a mí y apoyamos la espalda contra la pared.
    - ¿Tienes hora? .le pregunté y vio su reloj.
    - Falta una hora para salir.
    - Que bien, estoy algo cansado.
    - Yo igual, pero definitivamente valió la pena el día de hoy. -dijo en un tono poco común en él.
    - ¿Algo interesante pasó? -sonrió.
    - La apersona que vino con Usami Akihiko-san hoy era... lindo.
    - Eso creo, -sonreí. era demasiado lindo- ¿crees que volverá pronto?
    - Espero que sí.
    La media hora pasó como si nada y salí casi corriendo hacia mi otro trabajo.

    Me llamó Yukina Kou y tengo 21 años. Por ahora llevo clases de arte los sábados y trabajo para pagarlas: Marimo Books todos los días y en un Host Club de 5:00pm a 11:00pm los miércoles, viernes y sábados. Para algunas personas puede que suene algo pesado, pero no está nada mal; estudio lo que amo y trabajo en buenos lugares, además puedo conocer personas interesantes.


    Durante toda la semana no hablé mucho con Akihiko porque tenía cerca su fecha límite y bueno... obviamente Takahashi-kun es más importante para él. además los exámenes estaban cerca así el tiempo se consumí rápido; entre escribir exámenes, recibiendo las ultimas tareas, planear extraordinario hacían que le tiempo se hiciera aún más escaso. Aunque no podía evitar el pensar en el librero del otro día, no podía decir que era "mi tipo", ya que no tengo uno en específico, pero definitivamente había captado mi atención.

    - Hiroki, hazme un favor, -dijo Miyagi sacándome de mis pensamientos- necesito que vayas por un libro para mi clase de mañana, perdí el mio y necesito reemplazarlo.
    - Tú puedes ir personalmente- le respondí regresando a lo mío.
    - Vamos, tienes mas tiempo que yo, ya que estas soltero -dijo esto último casi susurrando.
    Me limité a fruncir el ceño, cerrar el libro que estaba leyendo y salir de la sala.
    - Él no sabe nada...

    Y nadie sabia nada. Akihiko lo habría olvidado ya, no tenía duda de eso, pero en mí el recuerdo seguía, yo me había humillado sólo.
    Seguí caminando sin rumbo alguno y sin darme cuenta estaba enfrente de Marimo. Entré sin pensarlo mucho, creo que quería ver su rostro un poco. Compré un libro que parecía un poco interesante, pero no lo pude ver, no estaba.

    - ¿Usted es el amigo de Usami-san? -vi a la persona que me atendía en la caja.
    - Oh, tú eres el que lo atendió la vez anterior.
    - ¡S-Sí! -parecía estar muy emocionado- Es un placer verlo de nuevo.
    - Gracias. -empacó el libro y me lo dio, luego me dijo el precio y pagué.
    - Gracias por su compra.
    - Sí, a ti. -titubeé un poco- oye, el chico que trabaja en la sección de mangas... el alto con aretes...
    - Oh, Kou, ya se fue, sólo está hasta las 4:30pm ¿Necesitaba algo?
    - ¡...!... no, para nada. Gracias. -me fui rápidamente.
    ¿Por qué había preguntado por él?


    ¡Kou-chan! -me llamó mi jefa, le volteé a ver sonriendo- ¿Te molestaría encargarte de los chicos el día de hoy? No vino Akihito-chan, ¡y te prometo que pagaré extra!
    - No hay problema Mia-san. Me puedo encargar.
    - No seas tan formal Kou-chan, ¡y gracias, gracias, gracias!, te debo una -me abrazó.
    - Enserio está bien, Mia-san.
    - ¡Oye!
    En el Host Club se atienden a hombres y mujeres ya que Mia-san es una persona muy abierta. Generalmente trabajo solamente con mujeres, pero si alguien del personal falta yo me encargo de cubrirlo, ya que según Mia-san tengo un encanto natural y carisma, además, el dinero extra nunca cae mal.

    La noche empezó tranquila, por el momento no habían llegado hombres, así que solo me relajé un poco en le área de descanso.
    - Kou-chan, acaban de hacer una reservación para las 8:00pm y es un cliente especial, ¿podrías encargarte?
    - Claro, entiendo, yo puedo encargarme.

    Takahashi-kun estaba en una reunión con sus compañeros de clase, así que Akihiko decidió pasar a mi casa un momento.
    - ¿Has salido últimamente? -preguntó.
    - Algo, creo.
    - Bueno, entonces vamonos -se puso de pie y me jaló.
    - ¡O-oye!, no estoy arreglado.
    - No importa, ya aparté el lugar -se detuvo un instante y me volteó a ver, luego siguió jalándome- te miras bien, ya vamonos.
    Me subió a su auto casi como en un secuestro (bloqueó los seguros). Condujo un rato hasta que freno en...
    - Wow, espera, ¡¿un Host Club?!
    - Sí,- salió del carro y me abrió la puerta- tienes que conocer a alguien, alguien que te guste, y creo que aquí lo vas a encontrar.
    - P-pero... -fuimos a la entrada y sólo di un ojo al interior, todos los hombres que estaban adentro eran deslumbrantes, demasiado, debería decir
    - Bueno, ya está. -dijo Akihiko mientras entrabamos- Vengo por ti a las 11.
    - ¿¡Qué?!, ¿me vas a dejar solo así? Tuve un día largo en el trabajo, y lo sabes bien, sólo quiero descansar en casa.
    - Lo hago por tu bien. No puedes seguir así. -me vio con esa mirada, casi como sintiendo pena por mí.

    Jamás había sentido su mirada de esa manera y no me conmovía, mas bien me enfurecía que me viera así, ¿tan destrozado me miraba? Miyagi también me miraba de una manera parecida y decía cosas que hacía que pensara así.

    - Buenas noches -escuché que alguien me decía.
    Iba a ignorarle sin responderle, pero al ver quien era no pude evitar sonrojarme y sentirme mucho más avergonzado de lo que ya estaba. No pensé en encontrarlo en ese lugar.
    - No creí volver a verlo -dijo sonriendo.
    - Y... yo no... Akihiko, él... *¿por qué sueno como idiota?* aghh -me quería esconder debajo de una piedra y no salir jamás.
    - Me llamo Yukina Kou y hoy seré su host, -tomó mi mano y la besó- si me lo permite.
    - No puedo quedarme...
    - Usami-san pagó todo con anticipación, al parecer pretendía que se la pasara bien esta noche.
    - Que vergüenza. -susurré.
    - Bueno, mírelo como una forma de descansar. Yo haré lo que usted me pida, lo que quiera mientras tenemos una plática agradable. Haré que se sienta bien.
    Iba a negarme, enserio que sí, pero la idea de que alguien no me viera con pena era prometedora.
    - Esta bien. -dije cediendo.

    Fuimos a uno de los sofás amplios que habían en el lugar y nos sentamos.
    - ¿Quiere algo de tomar?
    - En realidad no tengo ganas de nada.

    - Bueno, pediré sake solo por si quiere. -asintió, llamé a la mesera y le pedí un tokkuri. Él me vio preocupado- Usami-san lo dejó todo pagado, lo que quiera se le dará, así que por favor no se preocupe. -le sonreí, enserio estaba demasiado feliz.
    - Lo mataré.
    - ¿Usted y Usami-san son muy unidos?
    - Sí, nos conocemos desde niños. -dijo con una muy leve sonrisa, pero rápidamente volvió a su expresión anterior.
    - Jé... que envidia -susurré lo último.
    Nos llevaron el tokkuri y un choko, le serví y se lo dejé cerca por si quería.
    - Gracias -lo tomó casi sin pensarlo.
    - ¿Puedo saber cómo lo trajeron aquí hoy?
    - Algo parecido al secuestro -sonreí.
    - ¿Enserio? Me alegro que lo hayan hecho. -me vio un poco confundido- Porque pudimos volver a vernos.

    Se sonrojó de nuevo. No podía creer lo lindo que era cuando se sonrojaba. Tomé un poco de sake y al tragarlo me acerqué él y le besé, tomé su cuello haciendo el beso más profundo; al principio no sentía que correspondiera, pero poco a poco correspondió y sonreí.
    - Creo que hay algo que estoy haciendo mal... -dije al dejar de besarnos.
    - ¿Qué es? -preguntó casi susurrando.
    - Yo... acabo de besarlo, de besarnos y aún no se su nombre. -sentí que sonrió.
    - Kamijou Hiroki.
    - Es... un lindo nombre. -sonreí también y le volví a besar de una manera más suave.
    - Y-yo... -nos miramos unos instantes.
    - Tal vez no debí.
    - N-no, digo, no hay problema, solo... -se miraba muy avergonzado.
    - Lo siento, te llamaré un taxi. -me puse de pie.
    - No, está bien. Si Akihiko dijo que vendría por mí lo hará. Confió en él.
    - Claro

    Pasamos el resto del tiempo hablando de cosas varias, y a veces sobre él, o sobre mí. Me llevaba 7 años, pero aún así me gustaba. el no haber podido parar de pensar en él era señal de eso.
    Mi jefa me llamó por un momento dejando a Hiro-san por unos instantes, pero al regresar ya estaba dormido. Sonreí ante eso. No sabía si había bebido mucho o si su día había sido cansado, pero me hubiera gustado saberlo.

    Ya eran las 10:30pm.

    Hiro-san tenía su cabeza sobre mis piernas y yo solo me limitaba a mover su cabello con suavidad. Al voltear a la puerta estaba entrando Usami-san.
    - Enserio se durmió. -dijo mientras cruzaba los brazos.
    - Sí -le dije sonriendo.
    - Bueno, yo lo llevaré al auto -dijo acercando sus brazos a Hiro-san.
    - No es necesario, lo llevaré yo.
    - Gracias.

    Le tomé en brazos con cuidado para que no despertara y le llevé al auto de Usami-san, me quité la chaqueta y se la puse encima.
    - Usami-san... -le llame antes de que entrara al auto- usted... ¿sabía que trabajo aquí?
    - Mira, -cerró la puerta y se acercó a mi. No le confiaría a Hiroki a nadie más. Pareces un buen chico, confío en que lo tratarás bien.
    - ¿Por eso anduvo yendo a Marimo toda la semana?
    - Tenía que saber más de ti, ¿no?
    - ¡G-Gracias! -me incliné- ¡Daré mi mejor esfuerzo!
    - Sé que lo harás. -volvió a abrir la puerta del auto y se subió.

    No podía estar más feliz.

    Me desperté de golpe y estaba en el auto de Akihiko, le volteé a ver y luego vi la chaqueta que yo tenia encima.
    - ¿Cómo estás? -me preguntó.
    - B-bien... ¿cómo?
    - Él te metió al auto y te puso su chaqueta encima, -me sonrojé y me volteé de nuevo- ¿volverás a dormir? -asentí- Te despertaré al llegar.
    - Sí.

    Tomé la chaqueta en mis manos y me acurruqué un poco. *¿Y si él me gustaba? -me sonrojé- soy un idiota... ¿y si yo le gusto? El beso fue parte de su trabajo, lo sé, ¿pero el segundo?, me gustó mucho, ¿pero qué chances hay de que lo vuelva a ver? -me sonrojé más y cerré los ojos- cuando le devuelva la chaqueta y lo mire, si mi corazón vuelve a latir así... ¿será que él es el indicado?

    - ¿Esta vez si seré correspondido? -susurré lo mas bajo que pude.


    BUEEENOOOO HASTA AQUI ESTE CAPITULO UWU espero que les haya gustado. Tengo planeado que sean unos 6 o 7, aún no estoy segura. Por favor léanlo y cuéntenme que les pareció, que ideas tienen, aunque ya tenga la mayoría de los siguientes capítulos escritos puedo implementar algo de lo que me digan uwu

    Bai


    Edited by takano_love~ - 1/3/2019, 11:24
  10. .
    HOLI!!!!

    Hoy me tomé algo de tiempo para ver los proyectos que, lastimosamente, dejé atrás. REalmente siento el no podr publicar absolutamente nada, verán, hace unos dos años, casi xD me mudé de mi casa de toda la vida, y mi papá tiró todos los cuadernos que estaban junto cierto lugar, y verán, el cuaderno donde yo escribia esta historia se fue ahi ;_;_; así que perdí lo que había escrito, y no había tenido tiemp ode venir a disculparme con ustedes ;_;_;

    Realmente es algo que me duele, porque fueron horas de pensar en algo que nos gustara a todos y fuera lindo de leer. Si me logro recordar de la historia conticnuare, pero dentro de unos meses, y si es que aún están dispuestos a seguir leyendo la historia de esta fiel pecadora XD

    Les agradezco por le tiemp oque estuvieron leyendo esta historia. Gracias por estas ahi y leerme XD

    Es mas que probable que suba otras historias, si gustan leer ya saben que si miran la cara de Jean XD esa sere yo -w-

    Gracias siempre, y los leo pronto!♥
  11. .
    Uuuuh xD

    Les contare una pequeña historia :'v


    habia perdido mi usuario ;_; y por estos meses lo recupere XDDD peeeeerrrooo aun no actualizare, asi que para los que esten interesados todavia, esperen un poco mas ;w; les prometo que habra continuacion -3- ♥♥♥
  12. .
    Ooooows TwT Aun sin escribir en la historia me quieres sacar lagrimas inconscientemente xDDD TwT Fue un placer acompañarte, es mas, me acompañaste a mi en mis momentos de soledad en la noche LOL no solo estar con mi hamster, sino que tambien leerte TwT Enserio, fue un honor haber leido esto *w*

    Y si, te seguire leyendo para comentar (digamoslo asi, resumidamente)
    Me mataste con el Te diré que te quiero en un grave impulso de Cariño TwT
  13. .
    Señol ._. me sorprendes xD jamas en mis locos pensamientos creí que se terminaría así, pero como dicen: los mejores finales son los menos esperados. Tu entiendes u.u Wooow, ok, aunque me gusto, que hermoso que misaki haya decidido quedarse ocn Eri y cuidarla y hacer lo que no podia con usagi-san, y que usagi haya aprendido a amar a keiichi, pos tu muy bien *w*

    No te preocupes Tachi-sama, no te matare xDD no esta en mi naturaleza matar a alguien que ha dado lo mejor de si (y que respetuosamente me saco lagrimas y risas) sos increible al dar lo mejor de ti hasta el final de la historia, y sin rodeos terminar como tu querías y creías que era mejor terminar *w* Enserio, te admiro mucho. Ademas, respeto un final tan inesperadamente bueno *w* Enserio espero leerte pronto en un nuevo proyecto y por supuesto que voy a leer la historia que me mencionaste, la buscaré y en cuanto pueda la leere.
    La espera valió la pena *w* enserio. Gracias por escribir y responder a los comentarios de tu comentario del comentario de mi comentario de tu comentario de tu capitulo que ahora comento y espero que luego comentes xDDD LOL ok no, eso no tiene sentido.

    Con mucho aprecio, puees yo xDDDD Sayooo♥♥♥♥ :=PENSDF: :=PENSDF: :=amors: :=amors: :=BIENODOE: :=PAMDAXX: :=PAMDAXX: :=BUABUA: :=BUABUA: :=deeaaah: :=deeaaah: :=deeaaah: :=deeaaah: :=deeaaah:

    pd: ojala pueda acercarme a tu excelente narración TwT
  14. .
    Claro, creo qeu voy a poner conti, porque ustedes me alentan *w* pero me tienen que prometer que la van a comentar como lo han echo, gracias x3333 para uno significa mucho que pidan mas!!! enserio, hare lo posible por continuarla!!! gracias por sus comentarios, y si quieren que ponga por alli al takano con el ritsu, y al yoshino con el tori o con yuu me avisan, enseiro, seria genial si me dijeran que es lo que ustedes quieren tambien, que aqui publico yo para complacerlos a ustedes, sin dejar de ponr cosas muuuuuy mias claro xDDD *w*
  15. .
    NOOOOOOO!!!!!!
    Tachi-sama!!! siempre me haces esto xDD Llorare TT esque melo imahino todo tan bien! la reaccion de Misaki, sus lagrimas, la expresion de usagi al ver al amor de su vida alejarse, esque es increible como narras! nunca me canso de leerte!! enserio!! sos increible!!

    Estare esperando la conti con muuuuuchas ansias!! Enserio espero poder leerte pronto Tachi-sama!!! Jamas dejes de dar tu mayor esfuerzo!!! ;33
141 replies since 5/2/2012
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