BAJAS PASIONES Harry/Draco +17

¿El amor pude nacer apartir del deseo? FINALIZADO

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  1. 290589-kaname
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    Hola, Sabaku no Cachi, ya voy, no desesperes. Me pongo a la tarea de subirlos. :=BIENODOE: :=BIENODOE:



    Hola Miy, no te preicupes todos empesamos con solo leer, yo hise lo mismo -casi por medio año-hasta que despues me decidi a registrarme y comenzar a cometar y porteriormente a escribir. No te preocues sino tienes tiempo de cometar, lo importante es que si lo deces, leeas. Gracias. :=MAULS: :=wozardd:




    Capitulo 31
    Bajo un nuevo ataque




    Harry
    Solo cuando la marca en mi mano hubiera desaparecido, me di cuenta de que el lugar se había paralizado, como si el tiempo hubiese sufrido alguna interrupción. Nadie se movía, había hombres con copas levantadas pero el líquido no caía. Cosas cayendo se las mesas, pero suspendidas en el aire.
    Neville esta con los ojos fijos en Ash, y el motero me miraba con una extraña sonrisa. Por un momento creí que el también estaba congelado en el tiempo, pero comenzó a caminar con paso tranquilo hasta una de las mesas y se sentó.
    - Harry, -comenzó a hablar – en estos momentos a de ser una mierda tu vida, ¿Verdad?
    - Ni que lo digas. – me senté frente a el, del otro lado de la mesa. De cierta forma me sentí relajado al ver la familiaridad con la que me trataba.
    - Harry, yo que tu mejor me regresaba a tu escuela.
    - ¿Por qué? –le pregunte, ansioso.
    - Tu anhelado encuentro con la muerte se aproxima.
    Antes de que pudiese decir o hace cualquier cosa, Ash había desaparecido y todo el bar volvió a rebosar de vida.
    Neville se acerco a mi confuso y mal humorado.
    - No me digas, -comenzó – utilizo su secretos trucos de jedi.
    Mi expresión cobro una perplejidad que a Neville le causo risa.
    - ¡Que!, la Guerra de las galaxias son mis películas favoritas.
    No lo dudaba, a mi también me encantaban. El asunto era el como Neville sabia sobre películas Muggle.
    Apartando el pensamiento inútil de la cabeza, le hice un gesto al oso para regresar al colegio. Odiaba tener que depender de las personas de este modo, pero como aún no controlaba del todo mis poderes, Neville tenía que trasladarnos a los dos de nuevo hasta la escuela.
    Salimos a la calle y el hombre rubio de la puerta nos despidió con un gesto de manos. Neville entonces me tomo de la muñeca y en un santiamén nos encontrábamos de nuevo en la escuela de magia y hechicería.
    Ver el castillo me removió las entrañas con un profundo dolor. Ese lugar representaba demasiadas cosas para mí. Era mi hogar, el lugar que me había recibido los últimos cuatro años. También era el escenario de encuentros que me llenaron de felicidad y otros de tristeza. Pero ahora lo más significativo era que cada rincón del castillo me recordaría a Draco y su traición.
    Ni siquiera podía mover los pies del suelo lleno de neblina. Era como si se hubiesen congelado o dormido y se negaban a obedecerme. Trague saliva, y di un paso dubitativo. Con cada paso que daba, me di cuenta que algo en mi había cambiado, el saber que ya no tenia un lazo entre Draco, más que consolarme por la rabia que sentía me hiso sentir miserable.
    ¿Qué pasaría una vez que tuviera a Draco enfrente de mí? ¿Realmente seria capaz de matarlo? El la mañana estaba más que decidido a hacerlo pero ahora no esta del todo seguro. La furia y la decepción me segaban, lo sabía muy en el fondo. Pero lo peor de todo era que ya no había vuelta atrás. Tenia que cumplir la promesa con el demonio Jaden, de lo contrario una muerte seria el mejor de los castigos.
    Los gritos sofocados provenientes del castillo me sacaron de mis pensamientos. Mire a Neville con incredulidad pero el me respondió con una de terror.



    George
    Había pasado aproximadamente un día entero de la desaparición de Harry y Neville. Muchos suponían, incluyéndome, que estaba a punto de hacer una estupidez. Todavía sus palabras me resonaban el la cabeza sobre su venganza. ¿Realmente Harry seria capaz de matar al amor de su vida? Yo no podía creerlo, y no era por que no deseara que se hiciera justicia por la muerte de mi hermano era solo que no quería que Harry viviera con los remordimientos de una muerte como esa en sus manos.
    Lo que me llevaba a otra cuestión, ¿Por qué Voldemort se había hecho del corazón de Ron? ¿Y como es que este se había convertido en cristal una vez que estuvo fuera del cuerpo?
    Recordar la escena me hiso estremecerme. Rezaba a todos los dioses porque mi Hermano no hubiese sufrido demasiado en hora de su muerte.
    Ver como Sirius se desplomaba después de que Ron muriera me causo una gran impresión. Muchos de los míos decían que el unir las almas con su ser amado y morir con el, era el sacrificio de amor mas grande entre los Katagaria y Arcadianos. Como hubiese deseado vivir un amor así de profundo con la persona que más amaba.
    Amar y ser correspondido. En ocasiones pensaba que el amor era verdaderamente un milagro.
    Caminando por los jardines cerca de lago, sentí la presencia cálida y reconfortante de Katty abrazándome. Me di la vuelta con entusiasmo y la estreche entre mis brazos. Esta pequeña mujer se había convertido en mi santuario, ella aliviaba mis heridas con sus finas manos y sus apasionados besos. Que no haría yo por ella. No sabia como lo había conseguido pero Katty se estaba metiendo en mi corazón y las cicatrices que Fred me dejo se curaba poco a poco.
    Una vez compare el amor que sentía aún por Fred con el que empezaba a sentir por Katty y me di cuenta de que eran muy diferente pero casi con la misma intensidad. Entonces me aterre, ¿Qué pasaría si yo moria y ella también lo hacia? No soportaba tal idea y aunque Katty ya me había dicho que se emparejaría conmigo, yo me nege rotundamente a que por mi culpa y la forma de vida que llevaba, ella saliera lastimada al unir nuestras almas.
    - ¿Cómo estas Akribos? – me pregunto, y yo me reí de la palabra griega que significa “cariño” pronunciada en sus labios. Ella mejor que nadie podía ver como me sentía y realmente era un alivio tenerla junto a mí.
    - Bien mi pequeña Gataki. – katty me sonrio cuando la llame gatita.
    Era realmente extraño estar así, triste y feliz al mismo tiempo. Pero no era un sentimiento que no me gustara, de hecho ya comenzaba a acostumbrare y seguirle el paso.
    Unos gritos provenientes del castillo retumbaron como rocas sobre mis oídos. Con un terror arremolinando en mi interior me traslade junto con Katty hasta el gran comedor. Pero había sido un error enorme. Cuatro morfifagos estaban justo enfrente de mí, repartiendo a diestra y siniestra hechizos.
    Para salvar a los alumnos, Fred había conjurado con su magia Katagaria un escudo protector que rebotaba cualquier hechizo. Yo hice lo mismo para proteger a Katty y a cualquier alumno cerca de mí.
    Los profesores se veían demasiado desconcertados, y como no, los hechiceros oscuros se habían burlado una ves más de sus defensas mágicas y a solo uno pocos días. Pero no por eso no daban una buena lucha contra los intrusos.
    Un extraño portal se abrió de entre las sombras y de su interior aparecieron tres figuras encapuchadas. La primera se quito el gorro y con una mirada azul intenso busco por la estancia hasta que me miro a mí y me señalo con el dedo para después hablar con las personas que tenía detrás. Al principio no le había reconocido, pero ahora me daba cuenta de que se trataba de Draco Malfoy.
    Me quede helado, la cara de Draco era maldad pura y corroída. Sus cabellos una vez rubios platinados y recogidos siempre pulcramente, ahora estaba revueltos y desaliñados.
    Las dos figuras de atrás se quitaron las capuchas, uno de ellos era el mismísimo Voldemort y la otra era Bellatrix, la mortifaga fugitiva.
    - Draco, atrapala – ordeno el lord oscuro con una espantosa sonrisa de satispacccion en el rostro.
    Draco me miro de igual forma pero yo no entendí que era lo que estaba pasando ni lo que pretendían. El dragon plateado se hacerca con paso lento pero firme, apartando de un poderoso empujon a cualquiera que se le ponía enfrente. La magia que lo rodeaba era sumamente poderosa, nunca antes había sentido algo como esto, era totalmete escalofriante.
    Sin pensar dos beses sujete a Katty del brazo y le ordene que corriera, pidiendo a Dios que Draco se conformara con migo la dejara en paz a ella. Con lágrimas en los ojos, Katty me obedeció y salió despedida del gran comedor.
    Al darme la vuelta para enfrentar a Draco, el ya no estaba. Con un pánico, como nunca antes había experimentado, me volví para descubrir que Draco estaba sobre el techo, trasformado en dragón y a punto de saltar sobre Katty. Trate de ir hasta ella pero entonces sentí una descarga eléctrica recorrer todo mi cuerpo.
    Aprecié como cambiaba de hombre a león y de león a hombre repetidas veces, causando inestabilidad en mi magia y evitando mi concentración.
    - Tu te quedas aquí, lindo gatito – la carcajada cruel que Bellatrix solto me puso los pelos de punta.
    - ¡George! – Entre las revueltas voces de toda la sala logre distinguir la de mi hermano. Temí por el como temía por Katty pero me di cuenta que entre los Katty tenia la desventaja.
    - ¡Sálvala! –le grite con desesperación, -por favor… -lo ultimo que alcance a ver fue como Fred corría por el pasillo, en la dirección en la que mi novia se había ido.

    Neville
    Harry y yo nos trasportamos hasta la sala del gran comedor. Por el revuelto que había, nadie se percato de la forma en que hicimos nuestra intromisión.
    Lo primero que alcance a ver fue la cara desfigurada de Harry por el asombro. Su mirada se dirigía a un punto en específico y cuando vi el objeto de su escrutinio me paralice. Draco estaba sobre el techo, transformado en su forma natural de dragón y asechaba a alguien pero no pude ver de quien se trataba por que había demasiados alumnos por todos lados tratando de salvar sus vidas de los resientes mortíferos que aparecían de portales de sombra.
    Pero mi distracción por mi amigo se termino en cuanto vi a a George tirado en el piso y retorciéndose del dolor al transformarse repetidas veces en león y hombre. Bellatrix era quien sostenía el pacer que torturaba a George. ¿Dónde demonios había sacado esa arma Arcadiana?
    Con solo determinación de mi parte y utilizando aún mi forma humana, lace hacia ella una onda electromagnética que la elevo por los aires para aterrizar dolorosamente sobre uno de los muros.
    Me trasporte hasta George para ayudarle pero este estaba totalmente noqueado, así que lo cogí para llevarlo a salvo hasta detrás de una de las mesas que estaba volteada. Pude sentir entonces como el inútil intento de una magia quieria llegar hasta mí.
    Dirigí la mirada para saber de donde provenía y vi con sorpresa que se trataba de Bellatrix y otros dos mortifagos. Les sonreí malévolamente, si ellos querían lucha antros tendrían una muy buena paliza. Sobre todo Bellatrix quien ya me debía una por mis padres.
    Hace trece años la mortifaga Bellatrix había torturado a mis padres hasta la locura, pero yo nunca entendí como los simples hechizos de un mago podrían afectar tanto a mis padres, hasta ahora. ¿Quie hubiera pensado que esa humana sabia que eramnos nosotros y como controlarnos?
    La bruja me miro divertida, como si supiera algo que yo no que pudiera hacerme daño, pero eso era imposible, un phaser no era rival para mi. El poder katagaria que residía en mi cuerpo era más de cualquier katagaria o Arcadiano oso de todas las tribus de Europa. Los tras magos alzaron sus varitas y me apuntaron. No alcance a descifrar su hechizo pero me paso rosando el brazo. Descubrí con horror que tenia una herida profunda y las venas alrededor del corte se estaban poniendo negras.
    “Pero que demonios” –pensé, se suponía que ningún hechizo podía hacerme daño real, ninguno que proviniera de los humanos. El dolor se propago por mi cuerpo como si alguien estuviese a machacando mi cuerpo, provocando que los hechizos alrededor de mi para mantener una apariencia diferente se rompieran, pero más que eso, sentí como cambiaba a mi forma katagaria.
    Muchos de los alumnos que estaban alrededor se alegaron asustados al ver mi verdadera forma, no los culpaba, si yo viera a un enorme oso aparecer delante yo también huiría. Lo que más me preocupaba era que estaba demasiado débil como para salir librado nuevamente del mortífero hechizo. Pero justo cuando pensé que todo estaba perdido, un protejo se alzo delante de mi, impidiendo que se me hiciera damo alguno.
    Mire a mi salvador pero mis ojos no podían creerlo, era Nott.
     
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71 replies since 4/8/2011, 01:44   8869 views
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