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Cap. 15
La Tortura
Primera Parte
El pelirrojo miraba sorprendido eso, tenia las palabras, pero estas no salían se su boca, su corazón comenzó a latir fuerte al ver como el cuerpo de su madre era tocado, podía ver como su busto comenzaba a ser sacado y saboreado.
-¡No mires!
Fue la orden de su madre, pero él estaba inmóvil, su cuerpo no obedecía sin importar cuantas veces la mujer lo repitiera, el solo miraba, dando gracias a Dios que Nagato estaba dormido.
Seguía mirando la escena, como su madre era despojada de su ropa casi arrancada pero aun así, ésta no gritaba, no emitía sonido alguno, sabia que sí lo hacia excitaría al pelinegro, lo comprendió al ver en donde se encontraba, pero le costaba mantenerse firme, le costaba no
temblar y sin querer una lagrima se resbalo de sus ojos pardos.
La respiración de Sasuke se acercaba más y más al cuello de la mujer, a su piel, a sus zonas sensibles, ya no podía detener el temblor, pero no gritaría, nunca lo haría, no le daría el gusto a ese maniaco de escuchar su desesperación, pero era difícil muy difícil, más cuando sintió su entrepierna ser ultrajada por los dedos del otro escuchando como su hijo comenzaba a gritar, lastimando su garganta, incentivando al Uchiha a hacerlo, levantó el rostro mirando a su hijo, quien se quedo callado entendiendo el significado de esa mirada, pero que aun forcejeaba por liberarse sin parar sus gemidos, sentía el aliento del pelinegro en su cuello mientras su pecho y sexualidad eran ultrajadas, cerro los ojos esperando que terminara para luego escuchar una risa y sentir como las manos eran alejadas.
-¿En serio pensaron que lo haría? –Comenzó a reírse el otro como poseído por la locura por un largo tiempo para luego dirigirse de nuevo a Cachi y cubrirla –Cachi-san, eres muy linda y estas muy conservada para tu edad, pero no eres mi tipo, lo siento mucho –dio una reverencia, en verdad le gustaba burlarse.
-Tanuki, digo Gaara ¿Qué te pareció el espectáculo?
-¡MALDITO! ¡TE MATARÉ!
Comenzó a gritar con rastros de sangre en sus labios aún frescos mientras la castaña aun estaba un poco como ida controlando su temblor, Gaara sabia que si tuviera sus brazos libres estaría abrazándose pero conservando su carácter, pareciendo la mujer fuerte que siempre fue.
El azabache suspiró, - “¡MALDITO! ¡TE MATARÉ!” ¿Es lo único que puedes decir? –Habló con tono aburrido mientras se paseaba por la habitación, fijando su mira en el pequeño, sacando una sonrisa –Sabes Gaara, tu hijo se parece mucho a Naruto –dijo de forma burlona, acercándosele, tocando sus cabellos, oliéndolo –incluso su olor es igual - ¿cabré dentro de él?
-¡NO LO TOQUES! –Gritó Gaara, sudando frio, lo dicho por el azabache, le talo la espina -¡NO TE ATREVAS A TOCARLO! –Amenazó con la voz mas grave que tenia, intentando zafarse con desesperación de las cadenas que lo inmovilizaban, se veía el miedo en sus ojos.
-¡Phf! –se burló el azabache al escucharlo –esta bien, esta bien –le restaba importancia –no quiero que me mates –seguía burlándose mientras se alejaba del niño, lo dejaría para después –pero tengo que divertirme con algo ¿no? –le habló al pelirrojo manteniendo la sonrisa.
-Haz lo que quieras conmigo, pero no lastimes a mi madre ni a mis hijos.
-¿A ti? –Le miró con desprecio –solo a ti es muy aburrido –volvió a mirar a la mujer – ya que –suspiró –Me divertiré con ella mientras.
Al decirlo se puso de nuevo frente a la mujer, quien le miró seria.
-Sabaku, Sabaku…-suspiró –no entiendo por qué no me diviertes –se quejó –eres TAN ABURRIDA –volvió a quejarse sin poner atención a los
gritos del pelirrojo tras suyo –supongo que tendré que hacer algo para volverte divertida –sonrió –para de un movimiento rápido destrozarle la cara a la mujer de una patada, esta soltó un quejido, para después escupir sus dientes –je –rió –ahora estas mucho mejor –alabó para
comenzar a patear.
El pelirrojo estaba desesperado, su madre estaba siendo golpeada frente a sus ojos de una manera brutal, su rostro ya no se reconocía, podía jurar que la mayoría de sus dientes estaban en el suelo y Sasuke no dejaba de patearla por todos lados sin contenerse, escuchándose pequeños quejidos, su madre era fuerte, debía de admitirlo, pero él no lo era tanto como ella, sentía su cuerpo arder, tenia ganas de vomitar, la ira, el odio, la rabia, la desesperación, todo se estaba juntando es su cuerpo, en las heridas que le infringían los apretados grilletes metálicos, quería deshacerse de todo para matar a quien osaba lastimar lo que quería, deseaba tanto tener un arma y volarle los sesos al maldito, que incluso la imaginaba en sus manos, pero debía enfrentar la realidad, en esos momentos era inservible, solo podía gritar y eso es lo que hacia con todas sus fuerzas, siendo ignorado.
Las patadas aumentaron de velocidad y fuerza, la cara de la mujer estaba cubierta de sangre, pedazos de piel caían al piso o estaban en tirones aun pegados a la cabeza, uno de sus ojos estaba hundido, lo mas posible es que lo perdiera, su rostro estaba desfigurado mostrando pedazos de musculo y hueso, no fue hasta que la mujer cayó inconsciente que el azabache paró, suspirando de cansancio, como si hubiera terminado de hacer un ejercicio agotador, para ver su obra de arte, silbó, era hermosa, una sonrisa de triunfo se formó en su rostro, se veía realmente contento.
-¿Qué opinas? –Le preguntó a Gaara -¿no es hermosa?
-Púdrete, maldito hijo de perra, vete al infierno malnacido.
Decía Gaara, ya no podía alzar la voz, su garganta estaba sangrando.
-Tal vez vaya allí de vacaciones –respondió es broma –pero si voy llevaré a naruto conmigo, para poder disfrutar juntos del calor del infierno.
-Como si el fuera a ir contigo –se burló el pelirrojo, para mirar al azabache a los ojos, el otro no mostraba ninguna duda, ni siquiera se veía
perturbado, pero demostraba un gran pasión, y Gaara ya se había enterado hacia quien -¿Por qué quieres a Naruto? –preguntó, quería saber porque el anterior tutor de su prometido, estaba tan obsesionado.
-¿Cómo no quererlo? –comenzó a hablar, un brillo se poso en sus ojos -¿acaso nunca has olido su cabello, su piel? ¿Acaso nunca has tocado sus labios? ¿Sentido su calor, acariciado cada parte de él? Él es una droga, una muy poderosa, solo el escuchar una palabra de sus labios y te haces adicto, comienzas a querer todo de él, comienzas a desear que ese ser sea todo tuyo, comienza a tener deseos de lastimarlo, de amarlo, de ver sus lagrimas, de lamerlas, de oír su risa, de verla, deseas encerrarlo en un lugar que solo tu conozcas ¿acaso no te pasó?
-Estas loco.
-Loco de amor, lo admito, loco de amor por mi Rubio.
-Demente.
Susurro, sentía como la sangre de sus cuerdas vocales bajaba por su garganta.
-Da igual lo que digas –ignoró –a Naruto y a mi nos une mas de lo que te imaginas, algo que tu nunca podrás tener con él.
-¿Qué? ¿Eres su padre? –bromeó, debía de hacer algo para mantener la cordura.
-Casi –respondió llamando la atención del bermejo – Soy su hermano –confesó, viendo como el otro abría los ojos todo lo que podía.
-Es broma ¿verdad?
-¿Por qué bromearía? Lo que nos une es la sangre, algo mucho mas fuerte que lo tu tienes con él, algo que tu nunca podrás tener con él.
-Le di un hijo, le voy a dar otro pronto.
-Eso lo puedo hacer –Sonrió –solo que el los tendrá, no yo.
-¿Naruto es Doncel?
-No, lastimosamente el no aspiró el gas aunque los laboratorios quedaban cerca de su casa, pero lo arreglaré, no hay problema –dijo entusiasta con una sonrisa.
-¿crees que él se dejará?
-Lo obligaré –obvió –así de fácil es.
Ante las respuestas de Sasuke, Gaara calló, el Uchiha estaba completamente loco ¿tener un hijo con su propio hermano? ¿Qué mierda le pasaba por la cabeza?
-Oye Tanuki –se acercó mirándole con una sonrisa juguetona, como un niño viendo un nuevo juguete -¿sabes que es Ling`chi? –Preguntó el azabache dirigiéndose a la mujer que comenzaba a despertar, el galeno negó con la cabeza –traduce “Muerte de los mil cortes” es una tortura china –continuó sacando una navaja del bolsillo –imaginó que ya sabes de que va esto o ¿no? –Preguntó con una sonrisa mirando a Gaara, quien le miro expectante –primero –posicionó la cuchilla al pecho de la mujer –se rebanan los músculos de los pectorales –hundió la navaja en uno de los pechos, para volver a escuchar los gritos de la madre y el hijo ¡Ah! Toda una sinfonía, pero saco la hoja, no podía hacerlo a través de la ropa, así que simplemente desgarró la parte superior de esta, la desvistió de cintura para arriba; la mujer que seguía un poco aturdida por la anterior golpiza no se movió, aun no percibía lo que pasaba; el azabache le sonrió con sorna al de ojos aguamarina para volver a encajar el cuchillo, el grito de la mujer se escuchó fuerte y claro, pero no se movía, el dolor en todo su cuerpo no la dejaba, Sasuke jalaba uno de los pezones para estirar la piel mientras la navaja con el filo desgastado desgarraba en un intento de cortar la carne, la sangre comenzó a salir desbordada, solo haciendo que la sonrisa del Uchiha se agrandara, continuando con el lento cortar, mostrándole perfectamente al pelirrojo como la carne de su madre se le desprendía del cuerpo, viéndosele lo blanco de las costillas; este, aunque quería desviar la mirada, aunque quería seguir gritando, no pudo, solo mantenía los ojos abiertos al igual que su boca, su cuerpo no se movía, sentía tantas ganas de vomitar, de gritar, pero era como si ahora solo sus ojos funcionaran, como si su cerebro se hubiera dormido dejando las ventanas abiertas.
Sasuke siguió ya pudiendo tomar uno de los senos en su mano, ya estaba lo suficientemente separado –Aunque la tortura es de cortes, le daré mi propio toque –habló para agarrar con fuerza el seno y arrancarlo, haciendo que la mujer diera un gritó desgarrador, poniéndose lucida, viendo con el único ojo bueno que tenia tal acto, el dolor se hizo presente, no dejaba de gritar aunque trataba de no hacerlo, las lagrimas de nuevo salieron de sus ojos, el ardor era como una eternidad en el infierno, aunque nunca había estado allí intuía que era así; ante los gritos de la mujer, el azabache siguió sonriendo y aún con uno de los bustos en la mano se dirigió a un lugar oscuro de la habitación, volviendo con un carrito, poniéndolo frente al pelirrojo y luego acercarse –Cómelo –ordenó poniéndole el pedazo de carne en la boca, Gaara se quedo quieto, para luego entender la situación, sin pensarlo giró la cabeza, nunca se comería a su propia madre -¡que lo comas! –volvió a ordenarle, empavonándole todo el rostro con una parte de la mujer que el occiso mas amaba, pero no ocurrió lo que sasuke quería, por lo que soltó un gran suspiro –tienes que alimentar a tu hijo, no habrá mas comida que esta, entiéndelo –regañó con preocupación, sin recibir respuesta, volvió a suspirar, para tomar algo del carrito, se escuchó el sonido como de una licuadora –me va a tocar dártela de este modo, que resabiado eres –Se quejó del bermejo para tomar una manguera y un embudo, el nombrado se desesperó pero aunque el otro le ordenaba abrir la boca, no fue hasta que recibió un golpe en la boca del estomago que lo hizo sintiendo su garganta ser invadida por la manguera, quería morderla, pero era muy dura, apenas y se doblaba, vio como el azabache ponía el embudo y comenzaba a verter una mezcla heterogénea de carne y sangre que se deslizaba fácilmente por el tubo, podía sentirla, podía sentir como una parte de su madre se deslizaba por su garganta, llegaba a su estomago, las nauseas aumentaron, pero no podía vomitar, sin quererlo las lagrimas se deslizaron por sus ojos, por primera vez desde que se encontraba allí, lloró, la impotencia estaba llegando a su limite, se estaba comiendo a su madre, a quien le dio la vida sin desearlo –Eso es, muy bien –felicitó el azabache, para retirar el embudo y el tubo, viendo que el pelirrojo solo vomitaba una pequeña parte –buen chico –volvió a felicitar, esta vez frotándole la cabeza, para de nuevo dirigirse al carrito, dejar las cosas allí y coger unas vendas –Cachi-san, nadie aquí quiere que mueras… todavía, así que trataré tus heridas, tu cuerpo tiene que servir para dos meses de alimento –anunció su perverso plan para comenzar a tratar las heridas de forma higiénica.
Después de terminar de vendar a la mujer vio movimiento a sus espaldas, el niño comenzaba a despertar, miró el carrito, aun quedaba un poco de “comida”, tomo otro tubo y el embudo, para hacer lo mismo con el niño, sorprendentemente este no lloró, ni vomito, pero sus ojos se apagaron, emocionando al Uchiha, era como ver a naruto hace cuatro años, después de la primera vez que lo violó, ese niño despertaba en él pensamientos depravados, se lamio la lengua solo de imaginar a ese chiquillo incrustado en su pene, pero descartó la idea de inmediato, él era fiel a naruto, solo lo tocaría a él de ahora en adelante, el violar niños pequeños… esa época pasó hace bastante tiempo; sacudió su cabeza para mirar alrededor, las cámaras lo habían gravado todo, parecía que la sonrisa ese día en su cara era eterna, no podía quitarla y mas al saber que sus actos estaban siendo gravados por el mismo, con un equipo profesional, soltó una pequeña risa aliviada para recordar algo, fue de nuevo al fondo de la habitación, sacó un portátil, junto con un video proyector y fue junto al pelirrojo, que estaba ido –Te mostraré, algo emocionante –le susurró al oído, comenzando a proyectar –esta es la primera vez que naruto y yo hicimos el amor –comunicó en tono feliz para levantarle el rostro al prometido de su adoración, quien vio sin prestarle importancia, sus neuronas aun no se conectaban, su cerebro aun no despertaba, pero el nombre de su amado le vino a la cabeza.
-Naruto…-pronunció casi inaudible, para que sonara un celular, el azabache pausó el video para contestar, su tono era feliz, Gaara no entendía de lo que hablaba, solo siguió mirando a su madre, para luego ver que otra vez el video rodaba y sasuke salía presuroso.
-Pronto tendrán compañía –comunicó sonriente antes de salir.
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¿Lo disfrutaron? ¿que creen que pasará?
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SIN NOMBRE R+18 (SXN) (FINALIZADO)CONTIENE ESCENAS DE SEXO Y VIOLENCIA NO MODERADAS,SADOMASOQUISMO, LEMON HARD, INCESTO, VIOLACIÓN Y MUERTE. |
