SIN NOMBRE R+18 (SXN) (FINALIZADO)

CONTIENE ESCENAS DE SEXO Y VIOLENCIA NO MODERADAS,SADOMASOQUISMO, LEMON HARD, INCESTO, VIOLACIÓN Y MUERTE.

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    Hola Chicos ¿Como estan?
    Bueno, aqui la continuacion, un regalo de mi para mi por mi cumpleaños.
    Como siempre, digo que no es apto para menores de edad, contiene asesinato, violacion entre otras.
    ¡Que lo disfruten!



    Capitulo XVII





    Ahora Eres Mio





    Escuchaba las ruedas de un carrito acercarse, el sonido le parecía familiar, más lo ignoraba, quería hacerlo, su cuerpo, ojos, labios, garganta y ano ardían como si estuvieran en llamas, su vista estaba borrosa, solo podía apreciar el color de los cabellos de Gaara, igual al color del charco en donde pereció su hijo, el sabor del vómito aun estaba en su boca, su nariz estaba tapada debido a las lágrimas, sus muñecas y tobillos destilaban el liquido al que comenzaba a temer; se sentía devastado, como si en su corazón hubiera un hueco, como si las razones que mantienen a alguien cuerdo se hubieran esfumado en el aire, ya ni sabia donde estaba o que le habían hecho, comenzó a trastornarse, todo se volvía oscuro, el latido de su corazón se hacía cada vez mas fuerte, ahora solo escuchaba el “Bom, Bom” el dolor desapareció, se sentía en paz, solo quería cerrar los ojos, más una corriente eléctrica le despertó, su cuerpo se contorsionó, la luz volvió a sus ojos al igual que el dolor, escuchaba los gritos de sasuke, las risas, las gracias a Dios, abrió los ojos para mirarlo, se enfrentaría al mal, a su mal, pero al hacerlo lloró, Sasuke se encontraba frente a él sujetando un desfibrilador, le había devuelto la vida, le había salvado “¿Por qué?” susurró al vacío sin desear respuesta, esa simple pregunta era lo que le resolvería toda su vida, completa sería: ¿por qué a él? Por qué sasuke lo escogió, por qué estaba tan obsesionado, porque le amaba, porque le lastimaba ¿por qué? Sin desearlo siquiera ahora tenía alguien que lo amaba de forma incondicional, alguien que nunca le traicionaría, que estaría a su lado por el resto de su vida, pero aunque suene lindo, el rubio estaba aterrado, el miedo que se originaba al siquiera imaginarlo le hacía querer soltar su vejiga, quería a alguien así, a alguien con el que compartir su vida, más no era el Uchiha, estaba seguro de que no lo era.



    Quería a Gaara, se había enamorado del galeno y verlo en esa situación por su culpa le hacia tener aún mas ganas de morir pero ni eso le era permitido, por eso lloraba, le habían revivido, una vez mas Sasuke arruinaba sus planes, iba en contra de sus deseos.



    -Por favor… -Habló con toda la fuerza que tenia, llamando la atención de su obseso –Por favor… Mátame –Pidió mientras miraba a Gaara sin que las lágrimas dejaran de fluir, al verlo la sonrisa del pelinegro se esfumó, sin pronunciar palabra alguna se llevó el carrito para luego volver con un pañuelo.



    -No llores Naruto –Le susurraba con el mas dulce tono mientras le limpiaba las lágrimas y el rostro –Sabes que te amo, no tienes razones para morir –Le besaba –tienes que vivir, tu hijo te necesita –sonrió tocando el vientre del menor.



    -¿Hijo? –Preguntó consternado – tu…¡Mataste a mi hijo! –gritó furioso llamando la atención del pelirrojo.



    -Eso no es cierto, solo le di otra alternativa de vida, ahora será parte de ti, de Gaara y de su hermanito.


    -¿Hermanito?



    -¿Gaara no te lo dijo? –Fingió sorpresa para ir a la posición del mencionado y tocar su vientre –está esperando otro bebe y es tuyo –agregó mientras agarraba con fuerza ese pedazo del cuerpo que contenía una vida, viendo la sorpresa en los ojos del rubio, que recibió con un cabeceo la afirmación del Sabaku, la sonrisa se extendió en su rostro, tenía una oportunidad de redimirse, le daría todo su amor a esa criatura que apenas cobraba forma –No estés tan feliz dobe –La voz del Uchiha lo sacó de su ensoñación –harás que me ponga celoso –habló en tono burlón para dirigirse a él –Pensaba matarlos hoy –soltó de repente viendo la mueca de temor que hace unos segundos era una gran sonrisa –Pero podría cambiar de parecer –Sonrió acercándose al rubio –Claro, si tú me complaces lo suficiente en los seis meses que le faltan para nacer –acarició el cabello.



    -¿Qué quieres que haga?



    Preguntó el Uzumaki sin rodeos, iba a salvar a su hijo y prometido, aunque para ello tuviera que transformarse en una puta.



    -Cumplir todos mis caprichos, así de fácil, prácticamente te estoy regalando sus vidas ¿aceptas o no?



    -Acepto.



    -¡Genial! Celebró para besarle, Naruto correspondió sintiendo como al poco tiempo era penetrado, más no importaba, su sonrisa no se iba ni sus ojos se apartaban de Gaara que también le daba una débil sonrisa.



    -Saldremos de esta –Movió los labios sin emitir sonido alguno esperando que Gaara lo entendiera, este solo asintió, para que de una estocada más el pelinegro llenara el interior de su hermano.



    Pasaron tres meses desde entonces, el vientre del pelirrojo estaba prominente, se veía más saludable incluso aseado, pero como no estarlo si Naruto hacía que fuera así, había hecho cosas que nunca había imaginado por el bien de su familia y aún las hacía, sobre un colchón se encontraba él siendo penetrado tan bruscamente que parecería un asesinato mientras gemía tan alto que el sonido retumbaba en toda la habitación, como siempre Sasuke terminaba dentro suyo para después pedir una mamada, esta vez estaba siendo suave, era peor cuando le golpeaba hasta dejarlo hecho polvo o cuando le introducía otras cosas además de su pene, la mas asquerosa fue cuando pidió que bajara a Gaara por que no era bueno para su embarazo que estuviera colgado, el Uchiha accedió de buena gana, lo único que pidió fue penetrarlo frente a la cara del galeno literalmente a pocos centímetros, el Sabaku pudo apreciar con claridad como el pene de otro hombre que no era él se adentraba con fiereza en el Uzumaki y lo peor que este lo disfrutaba, más Gaara sabia que no era culpa de Naruto, Sasuke le había convertido en eso, los constantes abusos y dolor hacían que el cuerpo se cansara del dolor, algunos terminan sintiendo nada, otros se pierden en el placer, ese era el caso del más pequeño.



    Después de quedar satisfecho Sasuke salió de la cámara, una semana después de que Naruto se convirtiera en su puta lo comenzó a hacer, pero gracias a eso, el rubio podía conversar con el pelirrojo como se le diera la gana, casi siempre diciéndose lo mucho que se amaban y extrañaban, lo malo era el no poder tocarse mas que sus dedos, aunque lo intentaran las cadenas en sus tobillos no les dejaban más, aunque disfrutaban con éxtasis esos leves toques, la añoranza crecía con cada uno de ellos al igual que los sentimientos.



    -Gaara –habló acariciando lo que alcanzaba de la piel del otro –Dile al bebe que lo amo-.



    -Él ya lo sabe Naruto –Sonrió –el al igual que yo, también te ama –acarició su vientre.



    -No sabes cuanto quisiera acariciarlo, sentir sus pataditas, su calor y el tuyo, pero sobretodo sentir tus labios, no lo soporto más Gaara, esto me esta matando, te estoy engañando en tus narices, te estoy traicionando –Lloró –perdóname Gaara, perdóname por ser tan impotente, por ser un idiota.



    -No Naruto, no lo eres –Calmó –eres un héroe, nuestro héroe, esto solo será por un tiempo, cuando nazca el niño, estoy seguro que me matará, así que por favor cuídalo, críalo, no dejes que ese monstruo le haga lo mismo que a Nagato, te lo pido, no lo dejes.



    -No lo haré –trató de sonreír –ni tampoco dejaré que haga lo mismo contigo, Te amo Gaara y lo repetiré hasta que me canse-.



    -Naruto… ¿Sientes algo por Sasuke?



    Preguntó el galeno de improviso, sorprendiendo al oji-azul que respondió sin saber si era verdad o no, los sentimientos creados a partir de mentiras aun seguían en su cuerpo, le quería, aunque odiara admitirlo quería a Sasuke incluso más de lo que a Gaara, pero nunca lo diría.



    -Le odio.



    Respondió por fin sintiendo un vuelco en su pecho.



    -Al fin dices lo que sientes Naruto.



    Escucharon una voz tras ellos, un escalofrío les recorrió la espina dorsal, se agarraron un poco más fuerte de los dedos para mirar.



    -Sasuke… -Bajó la mirada para alejarse de Gaara, no quería que los celos del Uchiha estallaran en su prometido –Yo solo estaba hablando con él, no estábamos haciendo nada malo-.



    -Eso es cierto, pero Naruto ¿Cómo te dije que te refirieras a mí?



    -Onii-chan.



    -¡Muy bien! Ahora dime ¿es cierto eso de que odias a tu onii-chan?



    Preguntó con una sonrisa, el rubio se quedo callado por un momento recibiendo la aprobación del Sabaku con un cabeceo.



    -No…



    -¿Entonces?



    -Yo ¡Te amo onii-chan! –Sonrió, tratando de no llorar por haber dicho lo que realmente sentía, más a los ojos de Sasuke era falso igual que para el pelirrojo.



    -Me alegra que sea así –Sonrió –Pero no te creo –Su sonrisa se esfumó – hay dos opciones Naruto –Comunicó serio – Primera, tomo a tu “Prometido” le abro el vientre, le saco al mocoso y te lo sirvo en un banquete de entrañas, segundo, una sorpresa especial que solo te incluye a ti, no le tocaré ni un pelo a tu “Familia” –Su sonrisa volvió -¿Qué eliges?



    -La Segunda –eligió sin titubear, prefería mil veces que le pasara a él que a alguna otra persona, en específico a Gaara.



    -Bien… -Tomó aire, se veía desilusionado –Esto pensaba hacerlo hace tres meses, junto lo del mapache, pero te veía muy sufrido, incluso tuviste un pre-infarto, no me quería arriesgar a perderte… -siguió hablando hasta callar –al parecer ya es el tiempo –sonrió, un brillo particular se formó en sus ojos –pero pensándolo mejor aun no es el tiempo –Se contradijo –Por hoy lo dejaré así, tengo algunos planes para el futuro con eso –Quedo pensativo -¡Ya sé! –habló emocionado como un niño pequeño tomando el cuerpo del rubio rasgándole la ropa, mirándole las marcas que lo hacían suyo, para ponerlo en la posición del misionero, quedando su ano frente a Gaara –Mamamela, mientras lo haces prepárate, saca mi semen de tu interior, muéstrale al mapache mi gran trabajo –ordenó para ser obedecido –Mapache, no apartes la mirada, quiero que observes detenidamente como mi semilla ha llenado lo que me robaste por un corto periodo de tiempo –Se bufó –para que comenzará, mas las expresiones de Gaara y Naruto no eran las que Sasuke esperaba, el mapache estaba sonrosado mientras le miraba, la excitación deformaba su rostro, tal vez por el embarazo, pero su pene se puso erecto y el rubio con ese gran sonrojo le mamaba como un dulce delicioso, se sentía bien, tenia que admitirlo, pero la rabia de verles así le ganó, se levantó de improviso tirando a Naruto de un golpe, haciendo que mostrara con descaro su pene erguido –Así que esto es lo que sientes cuando me la chupas –Piso el miembro, viendo con éxtasis el rostro de sufrimiento de su hermano –O ¿es por qué el mapache te observa? –Pisó con más fuerza -¿Por qué es?



    -…E-Es por ti –respondió como debía –Me excita chupártela Nii-chan –Salivó, poniendo una voz dulce, aunque se sentía un asco, no podía negar la satisfacción de sentir ese miembro chocar contra su garganta, saborearlo, tragarse todo lo que expulsaba, cuando se excitaba perdía la cabeza, no razonaba, se dejaba llevar por sus instintos, revelaba sus sentimientos y Gaara lo sabia, después de dos meses de observación lo descubrió, su prometido disfrutaba de los abusos, “Tal vez otra personalidad” pensó al principio, pero luego descubrió la verdadera razón, el miedo le invadió ante el nuevo conocimiento, lo quiso negar con toda su alma por eso preguntó “¿Sientes algo por Sasuke?” le alegró el “Le odio” como respuesta, pero ahora lo comprendía aun más, admitía que estaba excitado por la vista pornográfica que le daba el oji-azul, las hormonas del embarazo le volvían loco, pero no idiota, sabia lo que el rubio sentía por su hermano, mas nunca lo diría, temía que si lo decía en voz alta, la verdad aun más cruda se mostraría ante sus ojos.



    Pasaron dos meses más en la cárcel improvisada, Gaara mostraba una prominente barriga y para la sorpresa de todos, también Naruto, hace un mes que Sasuke le reveló lo que tenia la jeringa, ahora habrían dos bebes nacidos en ese caos, uno el hijo de Naruto y Gaara de ocho meses de gestación y el otro de Sasuke y el rubio de cinco meses, al enterarse el Uzumaki solo podía pedir perdón a su prometido, mas este solo decía que no era culpa suya, que la criatura no tenia pecado alguno, que no le hiciera daño, el oji-azul lo acepto, lo tomo como si fuera su hijo solamente, creo un espacio en el que Sasuke no existía y le era más fácil ahora que Sasuke no le obligaba a tener sexo, cuando llegó al quinto mes este dejo de tocarle, se puso loco de alegría, trayéndole regalos y comida, diciéndole los planes futuros para el niño y el que ya tenia todo preparado para su crianza.



    Solo faltaba un mes para que su hijo naciera, para que Gaara se fuera, Naruto lo sabia y aun así se sentía feliz “Sasuke será un buen padre” pensaba ya en su mundo de locura, el tiempo que había pasado encerrado, las cosas que le habían hecho hacer, las que le habían hecho decir y ver, se habían acumulado en su psiquis, se sentía en un constante éxtasis, se había aferrado a sasuke como punto de salvación, parecía un cachorrito implorando atención y amor.



    Un mes más pasó, los nueve y seis meses se notaban aun más, Naruto había perdido la cordura por completo, tanto que incluso sasuke le dejaba recorrer la habitación libremente, sin cadenas; Corría cada vez que el Uchiha llegaba, le abrazaba y besaba como una esposa amorosa, pero ignoraba a Gaara, era como si este no escuchará, más la ley del hielo terminó cuando los gritos del Sabaku inundaron aquella sala, el bebe iba a nacer, el oji-azul se aferro al Uchiha como si no supiera lo que ocurría, más este lo separo tomándole el cráneo haciendo que mirara.



    -Mira atentamente Naruto –Ordenó – eso que ves allí es lo que nos separara, lo que hará que me odies-.



    -No –se escuchaba una voz infantil –Naruto nunca traicionaría a Sasuke-onii-chan –hablaba como un niño-.



    -¿Enserio?



    -¡Si!



    -¿No me mientes?



    -¡Nunca te mentiría!



    -Eso es bueno, eres un buen chico –sonrió –debes hacerle entender que solo yo ocupo tu corazón –le entrega algo -¿Recuerdas lo que te enseñé unos días antes? –Naruto asintió –es hora de que lo apliques.



    -¡Si onii-chan! –Sonrió para dirigirse a Gaara que lo miraba con dolor, susurrando su nombre –No me separaras de mi hermano –habló serio para encajar el cuchillo en el vientre del galeno, rajando como gelatina viendo la sangre salir sin control; tiró el arma a un lado para meter las manos en la herida y sacar a su hijo que con la primera bocanada de aire comenzó a llorar, sus ojos eran azules como los suyos, mas solo le hizo fruncir el ceño –no me separaras de él –susurró para arrojarlo al suelo con fuerza y pisotearlo hasta que su llanto paró –una sonrisa se posó en sus labios después de callar el ruidoso obstáculo, miro a Sasuke que le veía orgulloso, su corazón quería bailar de alegría.



    -…No…naruto ¿Qué has hecho? –Escuchó un leve susurró en su espalda, se volteo a ver a quien había olvidado, las lagrimas le adornaban –era… era tu hijo… -susurró en un hilo de voz para dejarse llevar, la mayoría de su sangre se había regado en el suelo uniéndose con la de su niño recién nacido, sonrió, al menos ahora se reuniría con sus niños y su madre, cerró los ojos para que la tensión de su cuerpo se esfumara por completo.



    -…Mi hijo…?



    Resonaban las palabras de Gaara en su cabeza, miró a su alrededor, miró sus manos, las lágrimas se presentaron, cayó de rodillas frente a los cuerpos de sus víctimas, frente a los cuerpos de su familia, tomando el cuerpo del bebé, limpiando un poco la sangre, descubriendo las lanas de cabello rubio, estaba hiperventilando, puso su rostro en el cuerpo inerte del pequeño y comenzó a gritar, se sentía mareado, ya no aguantaba más, cayó en el suelo sin dejar de lamentarse y llorar, comenzó a desgarrar su piel, su garganta con sus propias uñas



    -Naruto –Suspiró –para tomar el cuchillo y guardarlo en su bolsillo, tenía que calmarlo, le haría mal a su hijo, se acercó un poco tras haber tomado una jeringa y la hundió en su cuello, a los segundos el cuerpo del rubio se tranquilizó, se volvió dócil, Sasuke sonrió –Ahora eres mio.



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    Bien ¿Quieren continuacion?
    Creo que faltan uno o dos capitulos.
    ¡Que esten bien! y ¡Feliz cumpleaños a mi! XD

    Edited by 691396 - 24/3/2016, 17:42
     
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74 replies since 7/8/2011, 16:22   8786 views
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