¡¡¡DISPÁRAME!!! (SXN) Cap.XIII Act. 27/04/17

TRATA DE LA VIDA DE ALGUIEN QUE SOLO SE DA CADA CIERTO TIEMPO Y LO QUE HACEN TODOS, INCLUSO SU FAMILIA POR MANTENERLO ATADO.

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    Media Hora Después...
    He aquí la continuación, que la disfruten y no me maten.


    Capitulo XI






    La Boda






    -Bien –pronunció feliz el piel-pálida acercándose para ver al bebe, mas naruto lo cubría con todo su cuerpo sin permitirle siquiera ver uno de sus cabellos, mas la respuesta del pelinegro fue solo un bufido – desde hoy serás mi esposa, la ceremonia será esta noche Naruto –anunció para comenzar a irse –no faltes –sonrió –como si pudieras –susurró con una sonrisa para irse.



    -Itachi… -Pronunció el rubio buscando una respuesta de forma desesperada, más no la encontró, su hermano mayor se veía afligido, pálido, las ojeras estaban mas que notorias, pero mas que todo se veía derrotado –Itachi… -volvió a pronunciar acercándose, tocando con cuidado su rostro, tratando de calentarlo, mas no parecía que sucediera, al contrario su piel se helaba cada vez más.



    -Ve a tus aposentos Naruto, en unas horas te casas.



    Ordeno Fugaku viendo esa escena con recelo, mas no hizo mayor cosa para separarlos, de hecho al recibir la afirmación del rubio dio media vuelta y se fue, le daría ese tiempo para que al menos recordará un poco de felicidad en lo que el creía la vida de infierno que le esperaba.



    Al ver a su padre irse, Naruto tomo de inmediato la mano de Itachi para comenzar la marcha, con cuidado claro, tenia que pensar en su hijo, mas la emoción por lo que estaba a punto de hacer no lo dejaba, estaba nervioso, pero era su única oportunidad, tomo aun mas fuerte la mano de su hermano mayor que se dejaba guiar como si fuera un muñeco, corrió un poco más llegando a su habitación, sentó al pelinegro en la cama y puso al bebe en la cuna para atrancar la puerta, cerrarla desde adentro, no seria interrumpido; luego de hacerlo miró a itachi para tragar en seco, este le miraba un poco confundido, pero ya intuía lo que el rubio quería hacer, lo cual fue confirmado segundos después cuando su hermano menor lo empujo hacia abajo, montándolo con un notorio sonrojo.



    -P-por favor no me rechaces.



    Pidió el Uchiha menor mientras temblaba, lo que causo una sonrisa en Itachi, haciendo que su rostro se recuperara.


    -¿Cómo podría?


    Respondió para apoderarse de los labios de su hermano, sabía lo que estaba haciendo y de las consecuencias que podría acarrear, pero ahora solo quería sumergirse en el interior de naruto, hacerlo suyo por completo, al menos por unas horas, luego se la ingeniaría para llevárselo lejos, lejos de Sai, de la familia, de cualquiera que pudiera hacerle daño, incluso si allí se incluía el.
    Naruto sintió su cuerpo arder al sentir los labios de Itachi sobre los suyos, sabia que estaba mal lo que estaba haciendo, pero no importaba, quería a su Aniki, no le amaba pero era al que mas quería de la asociación, si era a el a quien le entregaría su corazón estaba seguro que lo atesoraría y aunque su cuerpo no estaba en condiciones lo haría, de todas maneras en unas horas Sai lo obligaría a hacerlo, así que primero se daría felicidad, sentiría lo que es en verdad ser querido y luego… luego solo se resignaría… no, él no era débil, no haría tal cosa, el lucharía, el escaparía, si… escaparía y se llevaría a Itachi y Reiji con el, haría una familia lejos de Sai, de su Padre, del consejo, de los Uchiha incluyendo a Sasuke… Si, lo abandonaría incluso a él, a quien tenia parte de su alma.



    Dejo de pensar en todas esas cosas y se entregó, sintiendo el calor del otro, ya no había rastro del frio anterior; Itachi estaba sonriente, no podía negar que estaba feliz, Naruto lo había elegido a él sobre todos y lo atesoraría, con suavidad comenzó a desvestirle, a besarle el cuello, el pecho, absorbió las tetillas tomando un poco de la leche mientras comenzaba a abrirlo sin recibir queja alguna, solo unos cuantos gemidos ahogados, sonriendo ante las tímidas acciones de su hermanito, sin mas espera saco sus dedos escuchando un quejido pero no por mucho, con suavidad puso a Naruto debajo suyo en continuos besos para introducirse, las uñas del rubio se clavaron en su espalda, mas no le importó, al fin podía sentirle, después de tanto tiempo, espero por unos momentos tomando mas de la leche materna, le revitalizaba y parecía ser una zona sensible del menor, siguió besando sin dejar marcas, no quería que sai le hiciera daño después, continuó, se apoderó de los labios sintiendo los leves movimientos de cadera y embistió profundo provocando que las uñas se clavaran mas en su espalda; el rubio envolvió las piernas en la cadera del otro sintiendo más profundo como laceraban su interior, como lograba chocar con su matriz, se sentía extraño, estaba utilizando la “Ranura” por primera vez después de todo, pero se sentía bien, como si sus sentidos se perdieran cada vez que Itachi se movía en su interior, que mancillaba su ya inexistente pureza adentrándose en su cuerpo, besándolo, bebiendo del alimento de su hijo, bebiendo su saliva, consumiendo cada parte de él, se sentía en las nubes, estaba tan eufórico que se creía en un sueño del cual no quería despertar, sintió como cada vez se adentraba más y más en su cuerpo, acariciando su piel, masturbándole, lamiendo sus pezones y alimentándose de ellos, besando su boca, su cuello, susurrándole una y otra vez que lo amaba.



    -Yo también –Susurró el menor entre gemidos ante las repetidas palabras de Itachi –Yo… también te amo –consolidó para de nuevo dejarse llevar por el momento, disfrutando cada segundo.



    Las embestidas siguieron, el rubio ya sentía su viaje al cielo cerca al igual que el mayor que ante lo presentido arremetió con mas fuerza escuchando ya sin ningún tipo de obstáculo los gemidos de su hermanito, Itachi no podía mas quería derramarse dentro, quería que su esencia llenará por segunda y tal vez ultima vez a Naruto y así fue, mas eso aun no se sabría; el semen de Itachi inundo por completo las entrañas del menor, sintiendo como este le apretaba en su culminación entre ambos vientres, para después solo abrazarse, sentir la respiración entrecortada y jadeante del otro, rogando por que ese momento durara para la eternidad, mas no fue así, la puerta fue tocada despertándolos, Naruto se cubrió con las sabanas mientras el azabache se levantaba aun desnudo poniéndose a un lado de la puerta indicándole al rubio que hablara con normalidad.



    -¿Qué pasa?



    Preguntó de la forma mas calmada posible.



    -Naruto-sama, es hora de prepararlo, la boda comenzara en una hora.



    Ante lo escuchado la voz del rubio se quebró, mas siguió las órdenes de Itachi.



    -U-un momento, estoy amamantando a mi hijo.


    Pidió para de forma silenciosa comenzar a quitar los obstáculos de la puerta con ayuda de itachi sin importar que el semen de este estuviera bajando por sus muslos.



    -Le daré cinco minutos Naruto-sama, ya es tarde.



    -Ya voy, solo déjeme terminar.


    Anunció para dirigirse al baño guiado por Itachi, allí este de forma un poco traviesa le limpió entre besos y suspiros, definitivamente no quería separarse de él; le vistió de forma lenta tocando cada parte de esa piel como para nunca olvidarla, apoderándose de sus labios y amamantándose cada vez que podía, oliéndolo y saboreándolo.



    -¿Naruto-sama? Se acabó el tiempo.



    Escuchó anunciar, se separó de las caricias de Itachi para irse.



    -Cuida a Reiji por mí por favor.



    Susurró con un último beso entregando un pequeño papel con el.


    -No te preocupes, lo haré.


    Sonrió para esconderse en el baño y seguir ocultando su chakra, no quería ser descubierto.



    -Ya esta.



    Anunció para que la puerta fuera abierta y ser llevado a la preparación.



    -¿Y su hijo?



    -Ya anuncie a alguien para su cuidado, estará listo para la ceremonia.



    Sonrió, era lo único que podía hacer ahora… no había algo más, pero dependía de Itachi el llevarlo a cabo.



    En unos minutos estaba rodeado de la servidumbre, su cuerpo fue limpiado, purificado, los pesados kimonos fueron puestos y su cabello arreglado, ahora solo faltaban unos minutos para su boda.



    Sai se encontraba en sus aposentos siendo atendido por la servidumbre, en esos momentos nada le podía quitar la sonrisa de la cara, ni siquiera el mal trabajo que hacia Sakura chupándosela.



    -¿Cuánto falta para que el mocoso nazca, zorra?



    -Cinco meses



    -¿Cinco meses?–suspiró- que pesadez –sonrió –ya sé –le miró emocionado –cierra los ojos Sakura, te daré un regalo –anunció viendo el rostro de felicidad de la chica que obedeció sin chistar sintiendo de inmediato algo frio en su abdomen, lo que le hizo abrir los ojos lo que mas podía viendo un puñal atravesándola, intento gritar, mas lo único que hizo fue toser sangre, mientras sentía el movimiento del puñal en su interior mas el pene recién introducido, una lagrima se deslizo por su mejilla, se lo merecía, después de todo había estado espiando al rubio todo el tiempo, una sonrisa triste se formó en sus labios para cerrar los ojos y dejar de sentir el semen escurriendo en su interior, más el asesinato de su hijo.



    -L-lo s-siento… Naruto…



    Susurró ya cuando su mundo se oscurecía.



    -Tsk –chasqueo al levantarse y guardar su miembro, su kimono se había teñido de sangre – ¡Kakashi! –Llamó para que un peli-plata apareciera –limpia este desastre y tráeme otro kimono –Sonrió –La novia me esta esperando.



    -Como ordene señor.



    Respondió para obedecer sin atisbo alguno de sentimientos.



    Pasaron algunos minutos, toda la familia se encontraba reunida en lo que seria el altar, Sai ya se encontraba allí, solo faltaba la novia que no demoró en llegar. Vestido de blanco como si fuera a su funeral* Naruto se encamino a paso lento con la orquesta, sonriendo lo mas real que podía, viendo de reojo a Itachi y a su hijo que le sonreían, suspiró de alivio, esa era la señal; siguió caminando para tomar la mano de Sai que le sonreía con infinita lascivia, no presto atención y se enfoco en las palabras del monje, solo veía sus labios moverse, era como si ningún sonido existiera en ese lugar, más supo cuando debía de responder, el “Acepto” salió de sus labios como si otra persona lo pronunciara, sellando el pacto ante los dioses de que estaría toda la eternidad junto a la persona que mas odiaba.


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    *Aquí hace referencia a que en japón el difunto se viste de blanco.



    Por cierto, pronto habrá noticias de Sasuke.
    Que esten bien...
     
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57 replies since 9/8/2011, 19:27   1950 views
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