la fidelidad de un hanyo (Nc-17)

-cuando te enamoras... nada te detiene, pero... ¿y si no eres correspondido?...

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  1. hikaru tamilla
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    Capitulo 5- el ser que me pone celoso


    En la mañana, inuyasha comenzó a sentir un monton de dolor en su hermosa cabeza. Sentía que en cualquier momento podría explotar. Cuando quiso levantarse de la cama… un poderoso punzon apareció en su trasero que no lo dejo levantarse.
    -MI CABEZAAA … MI TRASERO… - decía inuyasha escurriéndose del dolor. De pronto llego koga… con dos grandes peces en sus hombros.
    -ya te sientes mejor cachorro?- decía koga, muy dulcemente. Inuysha le observo un momento. Al observar a koga extrañamente se sonrrojo. Curiosamente koga se veía sumamente apuesto extrañamente cargando a dos pecesotes.
    -como te sientes?- decía koga un poco preocupado
    -me duele la cabeza- decía inu, agarrándose los mechones de pelo que se revoloteaban en su cara. Koga se rio un poco. Inuyasha tenia todo el pelo revuelto, esponjadito y enredadito, sus ojos estaban inchados y también con lagañas. Y estaba un poco adolorido del traserito… algo que a koga no le agrado en lo mas minimo.
    -quieres comer cachorrito?- decía koga mientras curiosamente le tocaba los mechones de pelo que tenia en su frente.
    Inuyasha se asombro un poco al sentir aquella miradita en todo su cuerpo. Se quito aquella mano que le tocaba la frente y asustado intento levantarse.
    -si, si tengo hambre… - decía muy preocupado y aun con su punzon en el trasero. -¿oye, por cierto, que fue lo que paso ayer?-
    Koga se quedo pasmado. Y claro con la boca abierta: i¿nuyasha no se acuerda de nada?.
    -no- decía inuyasha con una miradita de curiosidad. Koga no podía creerlo. ¡AQUELLA NOCHE DE PASION SE DESVANECIO EN UN SOLO MOMENTOOOO!. Koga estaba muy decepcionado. Se retiro un poco del cachorro para sacar lagrimas de tristeza después de la deliciosa noche de pasión que ocurro la noche anterior. Mientras inuyasha solo se preparaba en una cosa: comer
    -SIIIII VAMOS A COMER!!!!.
    Al final, inuyasha y koga comieron muy bien. Pero koga no se sentía muy tranquilo. Ha admitido que se ha enamorado del cachorro plateado. Pero aquel cachorrito no lo ha notado. No ha notado que un pequeño lobezno se había encariñado con el.
    -koga, vamos al rio a recoger piedritas doradas-
    -¿quieres ir?
    Si, el dia en que kagome regrese, quiero que ella los vea y me diga que es.
    Koga se paro un momento. Apretó fuerte su puño pero se mordió el labio. Había mencionado a quien no quería oir. Sentía que inuyasha no le importaba que el estaba.
    -koga, vamos a comer dangos- decía muy contento inuyasha.
    Inu, sabias que me voy dentro de una semana?- inuyasha se impreciono ante esa noticia. Observo al lobezno imprecionado, aunque no sentía sus sentimientos, en realidad lo apreciaba mucho como un amigo.
    -entiendo…. Entonces… creo que tendre que ir solo.
    -te gustraria…. Que me quede mas tiempo?
    Inuyasha se impreciono un poco al recibir aquella pregunta… se sintió tan ilucionado que no pudo ocultarlo.
    -en serio puedes???
    -si tu lo quieres… tal vez haga una ecepcion con tigo…
    Inuyasha se iluciono tanto que no lo pensó dos veces en abrazar al lobezno que imprecionado por la acción, cayo al suelo sujetado aun por un hermoso cachorro plateado y una hermosa y brillante sonrisa
    -BIEN, YA ESTA DECIDIDO, AHORA VAMOS POR LAS PIEDRITAS PARA KAGOME!!!
    Esta vez, fueron juntos a aquel lugar en donde el rio le dio la oportunidad a koga de disculparse con el cachorro. Aquel rio se veía hermoso con los rayos de luz impregnados de aquel hermoso lugar… koga e inuyasha llegaron y se instalaron en aquel árbol que una vez les acobijo sombra. Inuyasha ilucionado no tardo en buscar esas piedritas por todo el lago. Koga lo miraba muy ilucionado. Aunque le había pedido que se quedara con el como amigo, a koga no le importo. Al contrario, le agrado un poco esa oportunidad. Pues había decidido que le diría a inuyasha que lo amaba, y que se fuera a vivir con el lejos, en las montañas.
    De pronto inuyasha le llama muy asombrado
    -KOGA, VEN A VER ESTOOO!!!- koga corrió rápidamente para ver que susedia, e inuyasha sostenía una piedra un poco mas grande que las otras que se han encontrado.. tenia forma de un extraña esfera con punta.
    -mira, aquí hay otra igual- decía koga sujetando otra piedra que encontró en el rio. Era extraño. Koga al intentar enseñar la piedra; noto que la de inuyasha y el al juntarlas formaban un corazón… ¿“coincidencia”?
    -jajajaja a kagome le encantara esta piedra… ¿no crees koga?- y mientra inuyasha mostraba una sonrisa muy tierna, koga estba sumamente enojado por aquella palabra…
    -inuyasha… tu pienzas que kagome regresara?- decía mirando al suelo mientras inuyasha seguía mostrando esa dulce sonrisa.
    -por supuesto, tengo esa esperanza…-esa ultima palabra le sono un poco triste. Y al mirar a su cachorro desvio tristemente la mirada hacia el cielo azul, en donde los pajaros seguían cruzando en ese momento.
    Koga no sabia que hacer, tenia en claro que tenia que decirle que kagome regresaría en cualquier momento, pero estaba muy asustado. Sentía que si le decía eso, inuyasha esperaría ancioso el momento -¿y si no le digo nada? –se preguntaba una y otra vez. De pronto, escucho unos pasos. El olor se le hizo familiar y al voltear el portador de bakussai le miraba sin exprecion alguna.
    -¿Qué quieres seshomaru?- le decía koga mientras se le acercaba
    -ven- le dijo seshomaru.
    Ambos fueron lejos de la aldea. El árbol sagrado fue testigo de aquella conversación.
    -tenia entendido que te largarias después de que llegaramos
    -decidi quedarme.-decia koga firme a la decisión que había tomado en quedarse con inuyasha para converserlo de sus sentimientos. Seshomaru observo aquel viejo árbol
    -mi padre tenia muchos seguidores. Tenia al anciano myoga, a totosai, a saya, y a muchos otros. Entre ellos a un en especial. Que tu también conoces… su nombre era junji.
    Koga no supo que decir, se cayo por un momento en lo que el hijo del oeste le miraba con sus ojos frios sin ninguna exprecion.
    -y que si lo conozco, tu no sabes a lo que el me llamo.
    -aquel sujeto, puede predecir el futuro y leer el pasado. El fue el que predijo la llegada de aquella humana que ocupo el lugar de mi madre. Y también la muerte de ambos. Al inicio, pence que era imposible. Pero luego, después de ver todas esas cosas, llegue a la conclusión de que sus predicciones son reales…
    Seshomaru mira con desprecio a koga mientras las ultimas palabras salen de su boca.
    -… asi que lárgate. Te conviene que lo hagas. Aquella mujer que traspaso a la época de los mononokes y youkai no tardara en venir.
    -Y TU QUIEN ERES PARA PEDIRMELO. MIENTRAS INUYASHA NO SEPA NADA, EL SERA MIO.
    -pero…¿y cuando ella llegue?
    Koga se petrifico ante esa noticia. Era cierto. Y si kagome llegara? ¿inuyasha seguiría amándolo?, ¿podria estar ante aquel cuerpo, aquella mirada, aquella fragancia, y sobre todo, aquella presencia?

    Miroku tenia los ojos como platos cuando inuyasha le enseño aquellas piedritas doradas que encontró en el rio.
    -¿tu sabes que son miroku?
    Miroku no supo que decir, estaba totalmente petrificado. Sus manos comenzaron a temblar mientras el sudor comenzaba a caerle como un perro con mucho pelo en un dia de verano.
    -i-nuyasha…en ….en donde las sacaste?
    -en el rio. Porque?
    -porque PODRIAMOS LLEGAR A SER RICOS….- de pronto se escucho un “plapf” por parte de sango al estrellar el hiraikotsu en la cabeza de su marido. Dándole tremendo chichon .
    -devuélveselas, son de inuyasha…

    Inuyasha estaba muy pensativo. Miroku le había dicho con todo y su chichote que eso era una pepita de oro puro. Y que con el podría comprar muchas cosas.
    -si junto muchas pepitas… de seguro PODRE COMPRARLE MUCHAS COSAS A KAGOME!!! –decia ilucionado inuyasha, mientras caminaba como un niño por toda la aldea. Habia decidido visitar el árbol sagrado. Tal vez, para sentir la energía de kagome que podría traspasar a travez del tiempo.

    Al llegar, se encontró a koga. El miraba el piso triste y desilucionado. Como queriendo llorar. De pronto la sombra del cachorro apareció frente a el. Y al subir la mirada. La tierna y hermosa imagen de un cachorro observador le detuvo el pensamiento.
    -i…inuyasha…?
    Inuyasha había detectado algo en los ojos del lobezno que se asomaban ligeramente. Al tocarlas se sentían tibias. Koga se sonrrojo un poco al sentir aquel pequeño dedo tocar sus delicadas mejillas morenas que comensaban a ponerse rojas.
    ¿Por qué lloras?- preguntaba inuyasha, observando aquella lagrima en su dedo.
    Koga nuevamente bajo la cabeza…ocultando su temor hacia el cachorro.
    -¿que… que harias si kagome volviera?… ¿regresarias a su lado?
    -claro
    Koga se impreciono mucho al recibir aquella respuesta. Sus ojos comenzaron a ocultarse en su cabello.
    -¿no me digas que estas celoso por kagome?... ja, bueno, al final yo gane ¿verdad?
    -si estoy celoso… pero … no por kagome…
    Inuyasha quiso voltear, pero unas manos le aprensaron rápidamente sin poder recaccionar. Koga le empujo que ambos calleron. El lobo vs el cachorro. Inuyasha observo un poco a koga. Estaba actuando muy raro… pero no quería decirlo. ¿Cuál era el misterio?
    -koga… pesas…
    -estoy celoso de ella….
    -he?
    Koga observaba fijamente a los dorados ojos del cachorro mientras inuyasha los abria como platos..
    -estoy celoso de que te toque, de que te mire, de que te dirija la palabra, de que este respirando tu aroma, de que sienta tu presencia… de todo, siento envidia.
    -koga…
    No pudo continuar… puesto que inuyasha estaba completamente asombrado, al sentir unos labios diferentes a los de kagome o kikio.. intento safarse… pero desafortunadamente no pudo contra las manos del lobo…


    -el único que puede hacer todo eso y mas… tengo que ser yo inuyasha….
     
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