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CAPITULO 2
Dominique entró al compartimiento de carga del tren escarlata, cuidándose de que nadie le viera. Al examinar con más determinación la escena, se dio cuenta que había montañas y montañas de equipaje por todos lados.
Hiso el mismo silbidito de pajarito como cuando estaba con su primo para llamar a su nueva lechuza y espero. Al cabo de algunos segundos escucho la contestación. Se dirigió a ella y encontró a Loky en su jaula.
- Te ves devastadoramente tierno. –dijo, mandando al animal un beso al aire.
Loky agitó furiosamente las alas, causando que las otras lechuzas replicaran con ulúlelos.
Dominique abrió la jaula para que la lechuza saliera. Al instante, Loky comenzó a contorsionarse hasta adquirir la forma de un muchacho.
- Eres una bruja malvada –acusó el muchacho sacudiéndose las plumas de su capa.
- No exageres James, tú dijiste que harías cualquier cosa para proteger a tu hermano.
- Si, lo dije, pero no implicaba que me encerraran en una jaula. Y que mi hermano me llame mascota.
- Es la mejor forma que se me ocurrió para que entraras al castillo sin que nadie se diera cuenta y tuviera un ojo en tu hermano. Pero a mi parecer, estoy segura que no es necesario tanto alboroto. Albus es capas de manejar cualquier situación. No es un bebe.
- Para mi padre y madre si, y como hermano mayor, es mi deber protegerlo de cualquier mal. Y estoy seguro que en Hogwarts estará completamente a salvo.
Dominique miró a su primo James con complacencia, muy en el fondo ella creía que el tenia razón. Desde que se enteraron que el rey de los Vampiros, Rogan, estaba vivo y proclamaba venganza contra la orden de los Cainitas, Harry Potter se había puesto como loco. Y más cuando Rogan se unió a los nigromantes. Si Rogan estuviera solo, Albus no tendría ningún problema con el, ni contra su clan, después de todo, ya los había derrotado una vez. Pero con la participación de los magos oscuros, ese sí que era un problema.
- Lo se, -contestó al fin Dominique – Ningún nigromante será capaz de dar con Albus. Y ningún Vampiro podría contra él, después de todo, “El jaguar negro” no se gano su apodo por nada.
Albus contemplo como la mañana se estaba tornando naranja dando paso a la tarde. Por lo que le habían dicho sus hermanos, Hogwarts estaba a un día de distancia de Londres, pero la verdad, ya estaba cansado.
Sus primos y hermana mantenían una charla animada, discutiendo quien sabe que sobre las clases y los profesores. Y a el, como siempre, lo mantenían rezagado del grupo.
¿Por qué tenia que haber venido?
- Dulces, caramelos, pasteles –anunció la señora del carrito mientras que alumnos de los compartimientos cercanos salían a comprar.
Al, sin otra cosa que hacer, salió del compartimiento para husmear un poco. Se sintió extraño al ver a los otros alumnos de su misma edad ya vestidos con su uniforme referente a su casa, mientras que él tenía que usar un uniforme sin escudo. Mientras iba caminando, volvió a encontrarse con todo un grupito de alumnas persiguiendo al chico más guapo y encantador que alguna vez los ojos de Al hubieran visto. Ese rubio era monumental, era como un Ángel.
El rubio reía con gracia ante los comentarios de las chicas, coqueteaba con ellas, más bien, con cada gesto que hacia parecía que estaba seduciendo.
- Ah, aquí estas Albus – el jovencito escucho la voz de su hermana llamándolo.
- Ya iba de regreso Lily, no tienes que estarme cuidando todo el tiempo. Recuerda que yo soy tu hermano mayor.
- Si, un hermano mayor que no da un paso sin que se meta en problemas.
- Deja de actuar como una histérica.
- ¡No soy una histérica!
- Oooh, pero que tenemos aquí. –dijo una vos enfrente de ellos. Al, se paralizo al ver que el atractivo rubio era quien les había hablado.
- Malfoy –Lily soltó la palabra como si estuviera oliendo algo pestilente.
- Es todo un acontecimiento encontrarte fuera de tu compartimiento señorita, ¿Por fin has decidido entrar a mi club de admiradoras?
- Ni muerta. –respondió Lily.
Scorpius miro más detenidamente a muchacho que acompañaba a la leona. Era un jovencito un poco más bajo que el, de cabello castaño oscuro y ojos verde esmeralda. Había algo en él que le recordaba a alguien pero en ese momento no podía decir a quien. Era extraño, nunca antes lo había visto y su uniforme le decía que efectivamente era de Hogwarts pero no traía ningún escudo. ¿No podía ser de primero verdad?
- ¿Y tú quien eres? –pregunto Malfoy al extraño. El chico parecía nervioso, incluso un poco colorado, si no fuera por que era hombre, Scorpius hubiera pensado que era una nueva admiradora.
- Yo… -comenzó el chico.
- Nadie que te importe Malfoy –Lily tomó a su hermano por el brazo y lo arrastro hasta su compartimiento.
- ¿Por qué lo trataste así? –pregunto Albus desconcertado.
- Por que él es Scorpius Malfoy, ¿Puede existir alguna otra razón?
Scorpius Malfoy, ¿Acaso era el hijo del peor enemigo de juventud de mi padre? –pensó el muchacho.
- Malfoy es el peor de los idiotas, -continuó su hermana, cerrando la puerta del compartimiento y tomando asiento. – se cree el galán de galanes o la ultima coca en el desierto.
- ¿La ultima coca en el desierto? – preguntó Fred II.
Lily rodo lo ojos y decidió ignorar a su primo, no estaba para dar explicaciones sobre frases muggles.
- Entonces, -dijo Hugo dirigiéndome a su primo Al -¿Conociste a Scorpius? – Al asintió con la cabeza, no se explicaba el porque alguien tan encantador como Scorpius le caía tan mal a sus primos y hermana. –En lo particular, -prosiguió Hugo- yo también creo que es un idiota. Su actitud deja mucho que desear y le encanta andar de pica flor. Pobres chicas.
Albus se sintió totalmente desanimado al escuchar que Scorpius era heterosexual. Solamente a él le pasaban este tipo de cosas. Ahora tendría que liderar con un amor mal correspondido, igual que todas esas chicas que pululaban a su alrededor.
El gran comedor estaba abarrotado de estudiantes de las cuatro casas. Y como cada año, los estudiantes de primer año, esperaron afuera mientras la directora daba la bienvenida al colegio y preparaban al sombrero seleccionador.
Albus estaba hiperventilando de los nervios, era un hecho seguro que se vería totalmente ridículo entrando con los alumnos de primero. De por si, aquellos chiquillos ya lo estaba viendo con demasiado interés para su gusto.
Las puertas de la entrada del comedor se abrieron y llamaron a todos lo alumnos nuevos para ser seleccionados para su nueva casa. Albus entro con la poca autodeterminación que sentía, con paso firme y lento. Temiendo que por su nerviosismo tropezara. Camino con la vista al frente, sin querer mirar los cuchicheos de los alumnos.
Poco a poco fueron llamando a los de primer año hasta que solo quedo Albus.
- Albus Severus Potter –llamó la directora.
Todos en la sala se quedaron callados, mirando con la boca abierta al hijo del famoso Harry Potter. Había muchos rumores del por que el muchacho no estudió en el colegio desde el principio. Unos decían que sus poderes eran tan excepcionales que Harry Potter le había contratado un maestro particular y no quería que su muchacho se mesclara con magos comunes. Otros decían, que había nacido sin magia y por eso lo habían mandado a una escuela de muggles.
Al se sentó en el pequeño banco y le fue colocado el sombrero sobre la cabeza.
- Mmm, otro Potter –dijo el sombrero -¿Dónde te pondré? Oh si, tienes un talento muy particular y con el podrías hacer muchas cosas joven Potter. Si, ya se donde te pondré… ¡Slytherin!
Todos en la sala se quedaron petrificados, nadie se esperaba esto. A Hugo se le callo la cuchara de la mano salpicando su contenido en el suelo. Lily y Fred miraron a Albus con los ojos bien abiertos.
Al se levanto de su asiento y camino vacilante hasta la mesa de las serpientes. Su corazón no dejaba de palpitar con fuerza. No podía creerlo, él, ahora era una serpiente
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Mago por naturaleza (Scorpius/ Albus) +17Un mago que es un desastre en la magia, es odiado a muerte por él chico del que se enamoro a primera vista. |
