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Capitulo 3
Albus se paro justo en frete de la entrada de la sala común de Slytherin. Después de la conmoción inicial de todos los estudiantes del colegio, algunos de sus nuevos compañeros le dieron la bienvenida y otros como el increíblemente guapo Scorpius Malfoy, había pasado de el como si no existiera.
- Oh aquí estas - dijo una vos detrás de el. Se trataba de una de las alumnas de la casa de las serpientes, Jaden, se llamaba. - ¿Por qué no entras?
- Bueno…yo…-Albus se atraganto con sus palabras, no quería explicar que se sentía nervioso con la idea de que Scorpius estaría adentro.
- No te preocupes tanto Al, además, muchos esperan ansiosos tu llegada. Fue todo un acontecimiento que quedaras en nuestra casa. El hijo de Harry Potter es un Slytherin. ¡Que emoción!
El mago miró a la jovencita de asentó alemán con incertidumbre. Al siempre había pensado que para los Slytherin los Potter eran como sus enemigos número uno.
Jaden tomó a Al de la mano y lo arrastro hasta la sala común. Dentro, Al descubrió que la estancia era absolutamente impresionante. Decorada con ornamentos muy lujosos y elegantes. El color verde y gris decoraba las paredes y el piso extraordinariamente, incluso los sillones de piel parecían cómodos.
- ¡Es Al! –una cantarina vos masculina sobresalto al joven antes de que unos delicados brazos lo envolvieran. Al se impresionó ante semejante demostración de afecto y no pudo menos que sonrojarse. – Oh, por el mismísimo Merlín, eres más atractivo de cerca. – declaró.
Al miro al desconocido con mucha curiosidad. Dios, era idéntico a Jaden.
- Jareth, deja al pobre Al en paz –regañó Jaden a su hermano gemelo.
Jareth se apartó del recién llegado y solo entonces Al pudo ver quien lo abrazó con más suspicacia. Él, era solo un poco más alto que el uno setentaicinco de Al, pero lo que más le sorprendió al mago fue su andrógina belleza. Jareth era muy hermoso. Tenía el cabello del color del ala de un cuervo y le colgaba suelto en los hombros. Sus ojos eran extrañamente violetas a diferencia de su hermana que los tenia grises. Cualquiera que lo hubiese visto en la calle podría haber dicho que se trataba de una mujer, pero ahora Al conocía el timbre de su vos que para nada era femenina, mas sin en cambio parecía amanerada.
- Esta bien, déjame presentarme yo mismo. Al, yo soy…
- Una pasiva –Interrumpió de repente un joven con vos mordaz.
Jareth se quedo petrificado en su sitio, las palabras del recién llegado parecieron taladrar muy fondo en el corazón de Jareth pero este se sereno en seguida y escondió sus sentimientos antes de dar la cara a su agresor.
- No soy una pasiva, Demian, soy “La pasiva”. –trató de sonar burlón. – Y si te molesta tanto que ofrezca mis servicios a alguien más guapo que tú, entonces será mejor que te retires.
Demian fulminó con la mirada a Jareth y se encamino por el pasillo para encerrarse en su habitación con un audible portazo.
- No hagas caso de esto Al, -continuo Jareth – el es un idiota.
Al pudo ver la angustia en los ojos de Jareth, era más que evidente que el muchacho estaba enamorado de ese tipo y por alguna extraña circunstancia habían acabado de esa forma.
- Entonces tú eres…
- ¿Gay? –Jareth terminó la frase por Al –Si, lo soy, pero hay quienes no soportan esa idea y más cuando me comporto como la reina que soy. Yo no soy como esos estúpidos brutos que se comportan como machos ante la sociedad cuando en realidad les gusta bien profundo por atrás.
- ¡Jareth! – grito su hermana amonestándolo.
- ¿Qué? Es la verdad. Yo jamás finjo que y quien soy.
Al sitió un profundo respeto por aquel muchacho. A Jareth no le importaba que todos se enteraran que era homosexual, he incluso lo demostraba orgulloso con sus maneras y andares. Si tan solo él tuviera un poquito de ese coraje tal vez ya les hubiese confesado a sus padres sus preferencias sexuales. Los únicos que lo sabían eran Hugo y Dominique, quienes les había hecho prometer que jamás le revelarían su secreto a nadie.
- Miren a quienes tenemos aquí, -dijo Scorpius haciendo que Al diera un salto de la impresión. –la vergüenza de la caza Slytherin reunida para recibir a un nuevo miembro.
Las palabras llenas de desdén por parte de Malfoy tomaron por sorpresa a Al. Scorpius camino por la estancia con paso lento y seductor, su cabello rubio platinado parecía tan suave y surrealista que por un momento Al creyó que se trataba de un ángel. Por lo cual hacia casi imposible que esa aparición fuera de alguna manera tan hostil.
Jaden y Jareth se posicionaron en los flancos de Al como una manera de protección.
- Que tiernos, protegen a su mascota. –dijo el rubio con una diabólica sonrisa en los labios. Oh, ya se…-Malfoy miró a Al con ojo critico y recorrió su cuerpo con la mirada, haciendo que Al se estremeciera. - ¿acaso es tu nuevo juguetito sexual Jareth?
La crueldad con la que Malfoy hablaba hiso que el estereotipo que Al se había formado de ese hermoso hombre se rompiera en mil pedazos. ¿Cómo era que se había enamorado de semejante idiota? Ahora entendía por que su hermana y primos hablaban de el así.
- Eso no es de tu incumbencia –respondió Al con toda la determinación que pudo.
Scorpius alzó una ceja ante el coraje que el hijo de Harry Potter estaba demostrando. Era curioso, la primera vez que lo había visto pensó que solo era un cachorrito cobarde que se ocultaba tras la falda de su familia. ¿Realmente seria tan buen mago como su padre?
No importaba, porque tarde o temprano Scorpius le demostraría a todos que él era el mejor mago de Hogwarts, incluso mejor que Harry Potter, y no iba a permitir que un recién llegado echara a perder sus planes. Él tenía que ser el mejor, pasara lo que pasara. Porque de eso dependía su ingreso en la orden de Caín, de eso dependía que pudiera conocerlo a él, al Jaguar Negro. Desde que lo había visto por primera vez en los pantanos, Scorpius se obsesionó con el líder Cainita. Invocaba en sus sueños su figura, su manera de moverse cuando cazaba, la forma en que manejaba la espada. No sabia que era exactamente lo que sentía por aquel hombre, era extraño y primitivo. Era una atracción sexual que no se podía explicar. Jamás se había sentido así por ningún hombre, incluso se había burlado de aquellos que eran homosexuales.
- Jareth, yo que tu le enseñaría a tu mascota a serrar la boca. –dijo Scorpius echando una ultima mirada al joven Potter antes de retirarse a su habitación.
- ¿Cuál es su problema? –preguntó Al sacudiéndose lo nervios por la mirada del rubio.
- Él es así, ya estamos acostumbrados a sus desplantes de niño bonito y toda esa basura de la sangre. –contestó Jaden.
- ¿Por qué les dijo que ustedes eran la vergüenza de Slytherin? –Al soltó la pregunta sin pensar. –Lo siento.
- No te preocupes compañero –tranquilizó Jareth –lo que pasa que a diferencia de los alumnos promedio de la casa de las serpientes, nosotros tenemos padres muggles. Y por lo que te has dado cuenta no somos muy bienvenidos aquí. Así que en cuento dijeron que tu eran un Slytherin supe inmediatamente que nos llevaríamos bien.
- Gracias, creo…
Después de unos cuantos minutos de charla y que Al le contara a sus nuevos amigos un poco más de él y su familia Jareth lo condujo hasta su habitación, que por cierto compartiría con Jareth.
El cuarto era sencillo pero bien decorado. Dos camas con dosel estaban en el centro, decoradas con los logotipos de la casa. Los baúles ya habían sido colocados en sus respectivos lugares y ambos jóvenes se acercaron para comprobar que todas sus cosas estaban en orden. Al tuvo sumo cuidado al comprobar el baúl donde guardaba sus ropas y armas. El traje Shinobi estaba perfectamente bien doblado y sus katanas (Wakizashi) estaban acomodadas por tamaños. Supuestamente no debía haberlas traído, pero no se sentía seguro sin su equipamiento, era como si un mago saliera a batalla sin su varita.
Hablando de varitas mágicas, ¿Dónde rayos había dejado la suya?
A la mañana siguiente, Al se despertó a las 4:00 am como siempre. Era una costumbre que se había hecho desde los catorce cuando recibió formalmente el nombramiento como jefe de la orden de los Cinitas. Esta era su hora de entrenar, pero aunque en estos momentos no lo necesitaba por que venia a estudiar, se sintió intranquilo. Él no tenia derecho a relajarse, más cuando sabía que toda su orden dependía de su audacia con las criaturas que eran capases de absorber poderes mágicos.
Sabía que podía confiar con su segundo y tercero al mando, pero él tenia toda la responsabilidad de las vidas de sus compañeros, así que tenia que ser fuerte para ellos.
Un repiqueteo en su ventana hiso que Albus se levantar de un brinco, al acercarse, descubrió a una hermosa águila perdicera postrada en el marco.
- ¿Lorien? –Albus abrió la ventana y dejo pasar al ave. El águila se sacudió hasta que tomó la forma de una mujer de unos veinte años con el cabello castaño oscuro y ojos avellana.
- En cuanto me entere que estabas aquí, vine a buscarte inmediatamente –dijo Lorien sacudiéndose el polvo y las plumas del viaje.
- ¿Que…que haces aquí? –Albus estaba sorprendido ante la visita de su segunda al mando en la Orden Cainita.
- Tenemos un problema –declaró.
Albus miró en dirección hacia donde dormía su compañero de cuarto y se aseguró que nadie los escuchaba.
- ¿Qué pasa? –preguntó Albus nervioso, era muy extraño que la metamorfomaga viniera a estas horas de la mañana sabiendo que él estaba en algo así como sus vacaciones.
- Hemos encontrado un grupo de demonios Gallu asechando los alrededores de Londres.
El mago maldijo por lo bajo. Los demonios Gallu eran criaturas creadas antiguamente por los dioses sumerios con el fin de competir contra los demonios atlantes Caronthes. Los Gallu eran seres mortíferos que tenían la habilidad de convertir a los humanos en zombis con una mordida o rasguño. La única forma de salvar al humano infectado era matando al demonio que lo mordió. Y lo peor de todo era lo los zombis tenían la capacidad de crear más de ellos. La única forma segura de deshacerse de esas criaturas era enterrarles un cuchillo en su cabeza y después descuartizarlos y quemarlos hasta que solo quedaran cenizas. Pero esa era una tarea realmente difícil. Los Gallu eran guerreros legendarios, entrenados desde hace siglos por sus dioses. Si tan solo los Caronthes siguieran con vida, era probable que se habrían desecho de los Gallu hace tiempo ya que ellos eran su comida favorita.
- ¿Mordieron a alguien? –pregunto Albus.
- No aun, no se exactamente lo que quieren pero no pienso permitir que lo obtengan.
- Yo tampoco… -el mago comprobó la hora, tenia cuatro horas antes de que comenzara su primera clase. Tenia que apresurarse. –Tomó su equipamiento y en menos de cinco minutos Lorien tenía frente a frente al Jaguar Negro. – vamos.
Albus se escabullo por la ventana bajando cuidadosamente por las paredes del castillo. Una de sus más grandes habilidades era escalar cualquier cosa o cualquier superficie. Al llegar al lindero del bosque, Albus hiso el único truco mágico que podía hacer; se trasformo en un ejemplar de Jaguar negro y comenzó a correr en dirección a la salida de Hogwarts.
Lady Selandra: Me alegra mucho que te guste esta historia, la hice por que me encanta esta pareja y hasta ahora solo he leido uno solo fic de ellos, que por cierto no se acabo. Esto es un tributo al fic "Momentos" del otro foro y que la autora ya no temino.
Riza_dark: Gracias por pasar y espero que tengas tiempo de leer todos los fic que te gusten. te comprendo sobre el poco tiempo, yo tambien lugo ando apurada.
aforesaidlorien: ¡Si! yo tambien desde el principio he querido que fuera serpiente, es todo un cambio en los Potter, Gracias por leer. (Y ahora tú ya tienes tu propio personaje en la historia).
Acheron: Gracias por leer, jajajaja Wassssa, como la naranja molesta? a mi tambien me gustan sus videos.
Loky-Kun: Que bien que te gusto, ahora cuidaras de tu hermanito jajajajajaja. Te gustaria una pareja?
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Mago por naturaleza (Scorpius/ Albus) +17Un mago que es un desastre en la magia, es odiado a muerte por él chico del que se enamoro a primera vista. |
