Mago por naturaleza (Scorpius/ Albus) +17

Un mago que es un desastre en la magia, es odiado a muerte por él chico del que se enamoro a primera vista.

« Older   Newer »
 
  Share  
.
  1. 290589-kaname
        +1   +1   -1
     
    .

    User deleted


    Hola, siento mucho si no he actualizado, esq se me fue el internet buubububbubububububub, espero q se restablesca.

    luluble: Gracias por leer, qu bueno q te encata. No te deseperes que tengo la conti.

    Loky-kun y Lorien: Si la ultima frace tiene su porq, y pronto se sabra toda la triste historia de Jareth.

    Lady Selandra: Gracias por seguir mi fic.


    Capitulo 5



    Albus corrió por los pasillos del castillo para llegar a la seguridad de su cuarto en las mazmorras. Tocándose el brazo, se dio cuenta que la herida causada por los Gallu había sido más grabe de lo que él pensaba. Afortunadamente no se trataba de ninguna mordida, solo un corte debido al golpe del madero con el que el demonio le ataco. Para el pesar de Albus, ni siquiera podía ir a la enfermería. Eso haría que le hicieran preguntas que él no podía contestar, y tampoco podía decir mentiras, ya había aprendido a la mala que él era pésimo para eso.
    Al entrar a su cuarto, se fue directo al cuarto de baño para limpiar la herida y se coloco una venda para parar el flujo de sangre. Cuando creyó que con eso bastaría hasta que encontrara alguna forma de atender mejor la herida, Albus se dispuso a ir a su primera clase. Pero justo cuando iba a salir del cuarto, una mano con toque duro lo detuvo.
    - ¿Qué paso? –Jareth lo miro duramente. -¿Te hiso algo Scorpius?
    - ¿Qué? No, claro que no, es solo…-Albus no quería mentir y dudaba mucho que Jareth le creyera –me caí.
    Jareth lo miro cuidadosamente, Albus sabia que no le creía pero no podía decirle la verdad. Era demasiado arriesgado. Lo que más le sorprendía, era ver la mirada preocupada de su nuevo compañero. Era extraño, pero parecía que se conocían desde hace tiempo. Haberse convertido en el compañero de Jareth había sido suerte.
    - Bien, -se rindió Jareth al ver que Albus no le diría la verdad –déjame ver ese brazo, no puedes ir a clases sangrando.
    Albus lo miro aliviado, le daba las gracias internamente de que no le preguntara más.
    Jareth curo de su herida con esmero y delicadamente, era raro que no utilizara magia para serrar el corte o algo parecido, pero como Jareth era hijo de padres no magos, lo más seguro era que se había acostumbrado a curar sus heridas por el mismo, igual que él.
    La primera clase, o más bien, reto, al que Albus se enfrentaría seria Encantamientos, con Gryffindor por dos horas. Mientras Albus y Jareth se dirigían al salón de clases, el joven Potter trataba por todos los medios de imaginarse un sinfín de argumentos para escapar del salón antes de que la profesora McGonagall le pidiera hacer alguna demostración de magia o algo parecido. Pero cualquier oportunidad de escape se le fue de entre las manos cuando una pelirroja de ojos marrones se planto frente a él.
    - Albus –lo saludo Rose Weasley.
    - Rose -Potter se dio cuenta que todos los estaban mirando cosa que le pareció muy extraño.
    - Mi hermano me dijo que estarías este año en Hogwarts, ¿Por qué?
    - Gracias Ros, a mi también me alegra mucho verte.
    Era cierto, muy pocos miembros de la familia sabían que Albus se integraría al cuerpo estudiantil de magos y entre aquellos que no lo sabían estaba Rose Weasley. No era que no le hubiese gustado decirle a su prima pero Dominique lo quiso así. Albus no estaba seguro del porque querían mantener su estadía en la escuela en secreto, de hecho esto comenzaba a ser muy sospechoso. Y si Rose no hubiese estado con los prefectos el día anterior cuando abordaron el tren, lo mas seguro era que hubiese puesto el grito en el cielo al ver a Albus en la estación. Toda la familia era demasiado sobre protectora con Albus. Más después de que…de tan solo recordarlo Albus sintió que se le retorcía el estomago.
    - Lo siento, -se disculpo Rose –es solo que, no encuentro un motivo valido para que tío Harry quisiera enviarte aquí, tu no necesitas de esto, por que tu eres…
    - ¡Rose! –la callo abruptamente Albus mientras miraba por todos lados para ver si alguien escuchaba su conversación. Todos les miraban, incluso Jareth que no se había apartado de su lado, pero Rose ni siquiera lo noto, era como si su compañero de cuarto fuera invisible para su prima.
    - Si, si ya se –Rose rodo los ojos. – Albus, ¿realmente crees que puedes con esto? O más bien ¿debería estar preocupada por la supervivencia de los demás alumnos?
    - No exageres Ros.
    - Al, -le llamo Jareth –yo me adelanto. –El muchacho arrastro las palabra mientras se alejaba con una mirada desdeñosa en los ojos, al parecer, no le caía muy bien Rose.
    - No deberías juntarte con ese tipo de gente. –dijo entonces Rose, lo que causo un gran impacto en Albus. –Es de lo peor que hay en la escuela.
    - Rose, ¿Por qué dices eso? Él y su hermana son las únicas personas de Slytherin que han sido amables conmigo.
    Rose lo miró pero no dio su brazo a torcer en cuanto a su posición contra los gemelos.
    - Son Slytherin –dijo al fin.
    - Yo también.
    - Pero tu eres mi familia, ellos no. Además Jareth es…diferente.
    - Diferente, ¿Cómo?
    - El es…gay.
    Las palabras de Rose des balancearon el frágil estado emocional de Albus. Ella, como muchos otros, no les gustaban los homosexuales. Con tan solo ver sus ojos, Albus podía ver que su prima desaprobaba esa clase de vida. ¿Qué pasaría si ella se enterara que él también era gay? Lo más seguro era que ya no lo quisiera y Albus no quería perder a su familia, por eso él jamás le había dicho a nadie, solo Dominique y Hugo lo sabían y no era precisamente por que se los hubiese dicho, ya que ellos lo descubrieron y habían prometido guardar el secreto.
    - Nunca pensé que los gay te disgustaran tanto –logro decir Albus.
    - Albus, eso no importa. –Rose se acomodo el cabello- A mi lo que me importa en este momento eres tu y el como vas a manejar esto. No quiero que te esfuerces a hacer algo que no quieres.
    - No me rendiré, no esta ves Rose, he decidido enfrentar mis problemas y mis debilidades. Quiero aprender magia, soy un mago por naturaleza, y enfrentare mi destino como tal.
    Albus se cuestiono internamente sus palabras, si, el era un mago, pero de que le servía todo ese poder cuando lo único que lograba era poner en riesgo la vida de los demás. Su vida como mago había estado cargada de remordimientos y contante desilusión de él mismo, la magia se había convertido para él en un lastre que había cargado por los últimos seis años. Su única luz de cordura había llegado cuando se convirtió en el líder de los Cainitas a los catorce. El saber que a través del jaguar negro él podía ser útil para las personas, era más de lo que había soñado.
    “Maldición” recordar todas sus debilidades hacia que se sintiera tristemente patético. No era de extrañar que Rogan lo hubiese manipulado tan fácilmente. El querer probar ser alguien que no era, le había causado una vez su destrucción, y no podía pasar por lo mismo una vez más.
    - El día que quieras irte, yo seré la primera en apoyarte. – dijo Rose en voz baja.
    Albus no contesto, su frase le había sonado más como: El día que te rindas yo seré la primera en decirte que no serbias para esto.
    Rose, ni nadie, podía entender como se sentía Albus. Por un lado, sus padres tratando de que entrene para controlar sus poderes y por otro lado Lily, Rose y casi todos sus primos diciéndole que él no servía para la magia. Para nadie era lo suficientemente bueno, ni siquiera cuando se convertía en el jaguar negro alguien le daba su aprobación. Decían que sus habilidades físicas solo se debían a su incapacidad de controlar la magia.
    Para cuando todos los alumnos entraron al salón de clases, Albus se sentía tan deprimido que ni siquiera noto que Scorpius lo observaba con ojos de cuchillo. El joven Potter tomó asiento junto a Jareth que lo miraba preocupado pero no dijo nada ya que la directora McGonagall comenzó con las clases.
    - Bien, espero que todos hayan leído el temario del curso. Hoy veremos un encantamiento para encontrar lo invisible. Por lo cual, se ha colocado en el salón una pared mágica que deben localizar. Es un hechizo difícil pero tengo grandes expectativas de que con práctica lo logren. Repitan conmigo… Invidete…
    - Invidate… -repitieron todos los alumnos.
    - Señor Cross, usted primero, trate de localizar la pared. –pidió la profesora.
    Un muchacho de Gryffindor con cabellos castaños y ojos verdes se levanto se su asiento y saco su varita de la capa.
    - Invitate… -pronunció y una pequeña chispa salió del extremo de su varita para al instarte apagarse.
    - No se preocupe joven Cross, es muy difícil que lo logren a la primera ves, Señor Malfoy inténtelo usted.
    Albus alzo los ojos ante la mención del nombre. Malfoy se veía hermoso mientras se acomodaba su melena rubia platinada. Sus movimientos suaves causaron que Albus soltara un suspiro, causando la atención de Jareth que de pronto una enorme sonrisa apareció en su cara.
    Scorpius saco su varita mágica y pronuncio melodiosamente: Invitate…-de su varita una luz blanca se convirtió en un filo hilo que fue desplazándose por toda la sala hasta dar en un punto, al instante el entorno donde la luz tocaba comenzó a formar ondas, como cuando se arrojaba una piedra a un lago totalmente calmado.
    - Muy bien hecho señor Malfoy, como siempre. –alabo la profesora. Un sonrisa arrogante se formo en los labios del rubio antes de dirigir su mirada a Albus como diciendo; supera esto Potter. – Señor Potter, -llamó la profesora –es su turno.
    Albus sintió que la sangre se le iba del rostro, ¿Seria capaz de hacerlo sin lastimar a alguien? O tal vez solo podía fingir que hacia el hechizo, si, él podía fingir. Sacando su varita, Albus se concentro para no soltar ni un gramo de magia de sus manos y fingir que hacia el hechizo. Si no pasaba nada, no seria la gran cosa.
    Scorpius miró expectante a Potter, ¿Seria capaz de igualar o superar su hechizo? ¿Realmente Albus Severus Potter seria tan buen mago como su padre? Mientras se preguntaba por esto, Scorpius se dio cuenta que Rose Weasley toma uno de sus libros y se escondía debajo de uno de los asientos. Que extraño, se dijo.
    - Invitate… -pronunció Potter muy quedamente, como si no quisiera hablar. De su varita salió ni una mísera chispa de luz, lo que al principio lleno de alegría a Scorpius.
    Tanto por preocuparse por un chico que era un mediocre. Pero entonces, una segadora luz dorada apareció de la varita de Albus he impacto directamente en la pared invisible, causando ondas enormes que descubrían el alcance de toda la pared, que resulto estar en todo el salón. Albus abrió mucho los ojos, como si estuviera aterrorizado de lo que hacia he incluso soltó la varita. Por un momento todo quedo en calma y los alumnos miraron impresionados al descendiente del famoso Harry Potter, la tranquilidad solo duro hasta que se escucho como la pared invisible se rompía, era como si se hubiese convertido en hielo y ahora se desgajaba. Los pedazos se quedaron suspendidos en el aire para a continuación transformarse bolas de fuego he ir directo a todas direcciones.
    Escuchar los gritos de los estudiantes causo que Albus se diera cuenta de lo que había hecho, no podía creerlo, otra vez la había fastidiado. Bolas de fuego colisionaban contra los muros y las bancas mientras que los alumnos trataban desesperadamente de salvarse.
    Una bola de fuego, particularmente grande, impacto directamente en la espalda de Scorpius Malfoy, causando que al instante su hermoso cabello comenzara arder.
    - ¡Finite Incantatem! –grito la profesora antes de que todo desapareciera.
    Andrea se lazó con su varita y apunto a Scorpius para lanzarle un Agua Manti en la cabeza. Las chispas de los cabellos de Malfoy cesaron, pero las llamas ya habían consumido la mitad de ella.
    Scorpius se volteo en dirección a Albus y lo miro con un odio que le causo escalofríos.
    - ¡Tú! –apuntó con el dedo a Potter – estás muerto.
    El joven Malfoy se abalanzó contra el petrificado Albus Potter, pero antes de que pudiera llegar a él, Jareth le lanzo un petrificus totalus.
    - ¡Señor Oconner! –amonesto la directora –esa no es la manera de arreglar las cosas. Señor Potter, esta usted castigo toda una semana. Después de clases quiero que este en mi despacho para recibir su castigo. Señorita Goyle, lleve al señor Malfoy a la enfermería para sus heridas en la espalda, y a ver si se puede hacer algo con ese cabello.


    Scorpius se quedo contemplando en el espejo, viendo su nuevo corte de cabello. Gracias a Potter su hermosa melena plateada había desaparecida y ahora lo tenia recortado a tan solo unos centímetros debajo de las orejas. La enfermera de la escuela le había dicho que desafortunadamente no podía hacer que le volviera a crecer el cabello, ya que el hechizo que lo quemo, no lo permitía, por lo cual, tenia que esperar hasta que naturalmente le volviera a crecer.
    “Maldito Potter” cuando lo tuviera en frete…
    Pero ahora que lo pensaba, la actitud de Rose hacia el próximo hechizo de su primo había sido muy extraña, era como si ella supiera de antemano que algo saldría mal, y luego el pánico en los ojos de Albus, como si el también lo supiera. Acaso… no, no podía ser, pero ¿seria que el hijo de Harry Potter no supiera como controlar la magia?
    “Oh, por Merlín” esto no podía ser mejor.
     
    Top
    .
162 replies since 20/8/2011, 02:19   17156 views
  Share  
.