[Long-Fic] Cuida tus plabras (Harry&Draco)

En proceso.

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  1. Kayazarami
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    18. Sentencia

    Y a partir de ahí todo fue caos. Algunos jadearon sorprendidos como Pansy, otros exclamaron cosas peores que la de Blaise, Rita Skeeter y todos los periodistas escribían a tal velocidad que sus manos eran apenas borrones para los demás. Los padres de Draco se quedaron congelados en sus asientos, sus rostros mostraron la sorpresa que los embargaba. Hermione negó con la cabeza para si misma, por no haberlo notado antes, Ron dejo escapar un ¡La hostia! que se perdió entre los comentarios de los demás.

    Y Harry… Se quedó mirando a Draco, sin saber como sentirse. Tenía el corazón acelerado y el pulso a mil. Deseaba hacer algo, lo que fuera, pero al mismo tiempo era incapaz de moverse.

    No podía dudar de la veracidad de sus palabras, no bajo veritaserum. Merlín, ¿desde cuando? ¿Cómo? ¿Antes o después de la única vez que se habían besado, que se había dejado arrastrar por él? Y si entonces ya lo quería, ¿Por qué no hizo nada, por que dejó que comenzara a salir con Justin, que pensara todo lo que pensó de él durante ese tiempo?

    Había creído que su amor había terminado, que ya no sentía nada por él. Una sola frase por parte del Slytherin había sido suficiente para darse cuenta de que había estado engañándose a si mismo.

    En medio del caos, Shackebolt consiguió recomponerse, pero la confusión aún estaba patente en él.

    —¿Cómo? ¿Desde cuando? —dijo, más por curiosidad que profesionalidad.

    —No lo sé. Me di cuenta durante la Batalla Final, pero creo que desde que desde finales de mi quinto año.

    —¡Protesto! —exclamó el abogado de los Malfoy, saliendo también de su estupefacción—. Esa ha sido una pregunta personal no relacionada con el caso. Solicito que no conste en acta.

    —Se acepta —respondió la Ministra de Magia Amelia Bones—. Céntrese en el caso, auror Shackebolt.

    —¿Entonces, no hay nada más tras sus intenciones que su deseo de proteger al señor Potter a causa de sus sentimientos hacía él?

    —Nada más.

    —¿Realmente cree que el señor Duggham le hubiera lanzado la maldición asesina?

    —Llegó a pronunciar "Ava", pero yo fui más rápido.

    —Está bien, creo que es suficiente —anunció al auror, regresando a u lado de la tribuna.

    —¿Alguien desea agregar algo más? —preguntó la ministra y al no obtener respuesta añadió—. El Wizengamot se retira a deliberar.

    Y uno a uno, los magos fueron saliendo de la tribuna hacia la sala contigua para tomar una decisión. Un par de aurores le ayudaron a levantarse, algo mareado por la excesiva cantidad de veritaserum y lo llevaron de vuelta a los calabozos del Ministerio.

    Lo último que alcanzó a ver Draco antes de abandonar la sala fue la penetrante mirada verde de Harry Potter sobre él. Le pareció que los aurores le trataban con más amabilidad que antes, especialmente por la ausencia del típico empujón con el que solían ayudarlo a entrar en su celda temporal.

    El jurado tardó más de dos horas en alcanzar su veredicto. Cuando lo llevaron de vuelta, la ministra estaba en pie y los chicos que habían seguido a Merthon también estaban allí.

    —Tras dos horas y treinta y cuatro minutos de deliberación, el Wizengamot proclama la siguiente sentencia: que los señores conocidos como Herman Cortés, Paul Higgman, Kurt Cobalt y Simon Spencer, en plena posesión de sus facultades mentales, atacaron con la maldición imperdonable Cruciatus al señor Harry James Potter y se les condena a 7 años de prisión en Azkaban más otros 5 años de libertad condicional sin poder utilizar su varita y a pagar al señor Potter un total de 100.000 galeones por daños y prejuicios cada uno. En caso de recaer en forma alguna en lo penal dentro de un computo de quince años desde su puesta en libertad se les concederá cadena perpetua —los aurores sacaron a los jóvenes de la sala, que tenían el rostro descompuesto, algunos de ellos lloraban llamando a sus padres, presentes en la sala—. En cuanto al señor Draco Lucius Malfoy, este tribunal ha comprendido que actúo en defensa del señor Potter, desinteresadamente y sin ánimo de lucro. Pese a ello, no aprobamos el uso de la maldición asesina y responsabilizamos por completo al señor Malfoy de no haber buscado una alternativa a ella. Por ello, le condenamos a 2 años de prisión en Azkaban y 3 años más de libertad condicional sin uso de varita —la sala estalló en exclamaciones, muchas de ellas descontentas, ante lo cuál la Ministra tuvo que alzar la voz—… a pagar una multa por daños y prejuicios a la familia del señor Duggham de un millón de galeones y…

    —¡NO! —se escuchó la voz de Narcisa Malfoy, totalmente descompuesta por la sentencia. Su marido, a su lado, apretaba los puños, sabiendo que su hijo estaba pagando injustamente por sus propias acciones, ya que el Wizengamot no podía realmente estarlo condenado por haber salvado a Potter. Y los Malfoy tenían tantos enemigos en Azkaban que era imposible esperar que su hijo saliera entero de allí. Morgana, era muy posible que su hijo jamás volviera con ellos si lo metían en esa cárcel.

    —¡Guarden silencio! —ordenó un auror a la bulliciosa sala, en donde incluso los periodistas estaban mostrando su desacuerdo, en donde para sorpresa de Draco, Hermione Granger estaba con la cara roja por la furia gritado con los demás como Pansy, en donde Ronald Weasley estaba al lado de Zabini, ambos con los puños apretados y ganas de abalanzarse contra la ministra—. ¡Silencio o serán expulsados de la sala!

    La amenaza no surtió el efecto deseado y los aurores comenzaron a sacar a la gente a la fuerza, entre ellos a sus amigos y a los dos gryffindors, a sus padres, a algunos periodistas y profesores. Pero no a Potter.

    Este solo lo miraba directo a los ojos, como si no pudiera creer que estuvieran allí, que estuviera ocurriendo aquello. Draco le obsequió una sonrisa un tanto amarga y movió los labios despacio, gesticulando sin emitir sonido alguno las palabras Te amo. Mientras la ministra terminaba de dictar sentencia y, ajeno a la los disparos de las cámaras de los fotógrafos, a los murmullos en desacuerdo y a los aurores aún expulsando gente, a Harry le cayó una lágrima por la mejilla, sin poder dejar de mirar a Draco y moviendo los labios le respondió con un silencioso Y yo a ti.

    Y entonces la sentencia terminó y los aurores se llevaron nuevamente al ahora prisionero Draco Malfoy.

    Continuará…
     
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27 replies since 22/8/2011, 02:57   1055 views
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