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Luvnoir3
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Recalco, este es mi primer longfic al que le veo potencial, simplemente creo que no se me dan muy bien las historias románticas (aunque me guste leerlas), así que les advierto, no va a ser de color rosa. Encontrarán infinidad de cosas que les harán odiar por momentos a ciertos personajes de la historia, e incluso imagino habrá algunos que no querrán leer las partes violentas del fic.
Presiento que habrá mucha violencia, y sobre todo angustia en los personajes principales, así como vejaciones a sus espíritus. Lean bajo su responsabilidad.
Este fic es de mi autoría, pero los personajes simplemente no me pertenecen (que más daría porque fuese así), son propiedad de Warner Bros., y de J.K. Rowling. Diviértanse...
ESCLAVITUD DORADA
I. Absolución desesperanzadora
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Huelga decir que el misterio que lo rodeaba daba de qué hablar, especialmente a un trío de rojos que no podían creer su presencia en el gran comedor.
No es que les provocase angustia, después de todo la guerra hacia un tiempo que había terminado, y finalmente muchos comenzaban a ver la realidad que a varios mortífagos acompañaba. Pues en innombrables ocasiones al observar los recuerdos que acompañaban las memorias de aquellos adolescentes, que por salvar a quiénes los rodeaban, así como a sí mismos, mostraban. Y no es que jamás hubiesen visto torturas, interrogatorios e incluso testimonios de violaciones.
Pero lo que se había visualizado aquellos días en que fueron sus juicios, fue un imponente factor de absolución a todas las decisiones de las que tomaron parte. Cabe mencionar con seguridad si es que se siguen de forma puntual los hechos ocurridos, sobre todo en los que involucraron a Malfoy junior, a Nott y a Zabini, sin olvidar mencionar a Parkinson, que múltiples individuos del jurado y del Wizengamot simplemente no pudieron continuar en la sala, que incontables mujeres que los presenciaron se desmayaron, y que incluso hubo quiénes no pudieron retener por mucho tiempo su alimento. Por lo que de forma unánime resolvieron llegar al acuerdo de obvia absolución, y claro, de común un sello a los presentes, para que jamás nadie comentara lo sucedido dentro de esa sala. Aquellos horrores no debían de salir a la luz.
Sin embargo, como parte complementaria de la sentencia, se involucraba el regreso inminente a Hogwarts para que todos finalizasen sus estudios mágicos, así como la restitución parcial de su herencia, debido a que el restante cincuenta por ciento recaería en la restitución y remodelación del colegio, así como de otros lugares, como el ministerio.
Ellos, no del todo conformes con lo logrado, no tuvieron más que acatar la orden. Lo más importante y desesperanzador es que seguían vivos, y absueltos por las de la ley.
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Mirando sin realmente observar encontraron que él no se encontraba slo, que a su lado se encontraban a los que llamaba amigos, y posiblemente "novia". Término que Harry desde muy profundo de su alma odiaba. Con una última exhalación, sus ojos volvieron a pasarse sobre esa cabellera rubia que ocultaba a un ser inquietante, el cual al sentirse observado levantó su cabeza en busca de la fuente de energía que percibía, para encontrarse nada menos que con Potter quién con gran intensidad no cesaba de verlo.
Draco comenzó a sentirse falto de aire, con dificultad incluso de siquiera pensar. Para cuando comenzaba a sentirse imbécil por las emociones que surgían de su interior y que creaban un total caos en su cuerpo, decidió marcharse del comedor.
Nada importó, ni impidió su camino, ni siquiera la orden directa del jefe de su casa que le exigía quedarse, ¿qué iba a saber ese ignorante de lo que les había sucedido?
Por supuesto que nada, ese sello había sido considerablemente exitoso. Aún no podía creer que los hubiese mandado a ea maldita escuela, mucho menos con esos estúpidos en ella. Era claro, estaba consciente de que no era su culpa, sabía que ni siquiera estaban al tanto de su tormento, pero aún así no podía aceptar perdonarlos. No podía aceptar que les hablaran o que los miraran, aún peor que se atreviesen a tocarlos.
Esa determinación no hizo más que reafimar la opinión que tenía sobre el Wizengamot, mira que después de lo que vieron, hayan simplemente contestado "Ellos no tienen la culpa, dense la oportunidad de conocerlos, no eran quienes creían que eran. Los únicos culpables son sus padres".
Acallando sus gritos con hechizos, ese día lograron calmarlo, pero dejándolo en un estado frágil, débil y simplemente aterrorizado por su futuro en Hogwarts. ¿Qué iba a ser de ellos el ver diario los cuerpos, y escuchar las voces de aquellos, sus amos, en cada clase a la que asistieran?
Edited by Luvnoir3 - 6/8/2014, 16:55
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Luvnoir3 .
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II. Capio confringo.
El día iniciaba gris, al parecer no ayudaba mucho la temporada con lo que sentía. Aun me encontraba algo confundido, e incluso molesto por la actitud de Potter hacia mí. No es que creyese ser gran cosa, eso me había quedado claro hace algún tiempo atrás, en la noche de mi decimosexto cumpleaños, cuando nuestro Lord se había presentado sin invitación a la fiesta que se daba en la mansión. Por supuesto, no es que la necesitase.
Con rabia esa noche hace casi ya tres años, miré a Pansy, para sólo ver en sus ojos pesar y miedo ante lo que veía se avecinaba, evento que aún tenía grabado en mi mente. Esa conversación que cambió nuestros destinos en vorágines de paranoia y dolor.Flashback
“Theo, juró que escuché eso. Es decir, ya sé que no debería de espiar conversaciones de mi padre, pero sentí algo que simplemente no sé cómo explicarles. Fue extraño, tenía la necesidad de saber, hasta que entendí su mensaje.”
“El cual es…” preguntó con una ceja levantada Blaise.
“Van a vender a alguien de los mortífagos, al parecer están teniendo problemas con la lealtad de algunos, así que crearon este proyecto.”
“Pansy, ¿exactamente de qué consta?”
“Yo, bueno, es que la verdad no pude terminar de escuchar la conversación. Mi padre notó algo raro, no sé si fue mi energía, o mi grito mal ahogado tras mi mano.” contestó Pansy con un ligero rubor en sus mejillas.
“Fantástico querida mía, más discreta no podrías llegar a ser. Ahora dime, recuerdas algo más sobre tal maravilla que hará magnificente al ejército de nuestro Lord.”
“Draco, no seas sarcástico con ella. Está soltando una bomba, se imaginan: ¡Proyecto de lealtad, cómo serle fiel a un mestizo!”
“En cualquier momento que tu padre te oiga, se va a infartar Theo. Procura mantener tus opiniones contigo, dentro de tu enorme cabeza.”
“Por favor Draco, no es como si ustedes no las compartiesen. El que no quieran aceptar donde se encuentra su verdadera lealtad es su decisión, no la mía.”
“Sabes Theo, no hay decisión para nosotros. Nuestro destino estuvo definido desde antes de nacer, es y siempre será al lado del Lord.”
“Pansy, eso no es verdad. Si quisieran cambiarlo nada se los impediría.”
“Salvo quizás nuestros padres y su honor” dijo quedamente Draco, sin siquiera pensar que así como Pansy había escuchado a su padre, habría alguien en ese mismo instante escuchando la de ellos.
Y no es que se llamase espiar, no, se llamaba Proyecto Esclavitud Dorada. No podían darse el lujo de perder la lealtad de magos puros, y menos de los herederos de los lugartenientes del Lord. E indiscutiblemente Bellatrix jamás dejaría que algo así sucediese, nunca si ella seguía en vida.Fin flashback
Tres años antes, inicio del proyecto.
Con presura Bella recurrió a la aparición en la mansión Riddle, con cierto temor asomando sus ojos decidió ir con altivez y contar de una vez por todas lo escuchado dentro de la mansión Malfoy. Amaba hasta cierto punto el ideal que representaba su sobrino, pero no podía soportar su blandengue carácter. Él era un Black, no un niñato débil, debía seguir los ideales con que había crecido, ese era el plan de vida que había sido trazado cuidadosamente desde que su Lord había exigido a Lucius tener un heredero.
Poco sabía Lucius de las intenciones que el Lord tendría para con su hijo si este se parecía siquiera un poco a él. Pero una orden del Lord jamás se desobedecía, no si querías vivir.
Bella siguió caminando por el pasillo que finalmente la llevaría a la compañía de su señor. Con fuerza llamó a ella. “Mi lord” dijo con voz clara y firme, abalanzándose al piso de mármol, delante del trono de Voldemort.
“Entonces hermosa Bella, ¿qué noticias traes del vástago de tu hermana?”
“No sé realmente…”
“¿Qué es lo que no sabes realmente?” preguntó el Lord con un deje de molestia en la voz. “Es simple Bellatrix, es fiel a la causa, o no. Misteriosamente he encontrado con que gran parte de los herederos de mi círculo interno han desaparecido. Se esfumaron, ¿sabes por qué Bella?”
“Maestro, yo bueno…” dijo con temor e inseguridad en la voz, para después recuperar su cordura y seguridad “Porque son débiles mi Lord, no merecen un cargo tan importante como servirle mi amo”.
“Bien Bella, ellos no son relevantes, de cualquier forma la mitad de ellos ya están muertos” respondió con alegría “Ahora responde, ¿es Draco Malfoy fiel a la causa? Y no dudes jamás en mentirme querida Bella, sabré si lo haces querida.”
“¡Jamás le mentiría!” dijo con vehemencia y un deje de indignación en la voz “Me queda claro que el estúpido de mi sobrino correría a Dumbledore si pudiera, pero su padre lo tiene bien manejado mi Lord.”
“Pero Bella, eso nunca será suficiente.” dijo sardónicamente “¿Quiénes más estaban con el chico?”
“Mi Lord, sólo los hijos de Nott, Parkinson, y el chico Zabini.”
“Bella, finalmente el proyecto comenzará. Sabes a la perfección lo que necesitamos.” dijo con la obscuridad cerniendo sus ojos.
Al escuchar eso, aliviada por haber librado con tan buena suerte el encuentro, Bellatrix caminó hacia la puerta con una misión en puerta. Pero indiscutiblemente la suerte no siempre significaba lo mismo para su Lord.
Simplemente alcanzó a escuchar cómo una maldición salía de los labios de su amo, la cual aunque conocida, tenía tiempo de haberla escuchado en contra de ella.
“Crucio” retumbó el grito en la sala, y ella no pudo más que sentir el dolor atravesar su cuerpo. Su respiración comenzó a hacerse pesada, sus articulaciones ya no daban más para algún otro ángulo, más que en ese tan extraño que se encontraban. Sentía sus costillas crujir, y su sangre concentrarse en ciertas áreas de su cuerpo. Tenía ansias de partir, ese dolor era lacerante, nada como lo que ella disfrutaba con Rodolphus.
Al ver la sangre caer al piso de mármol y correr bajo de ella, sintió un cambio. El dolor comenzó a ser soportable, y este comenzaba a sentirse adecuado. Su maestro al percatarse de que ella comenzaba a disfrutar de lo que para él era una sesión de tortura, modificó su sonrisa, ya no era de sadismo, era una de perversión y disfuncionalidad total.
Una idea de pronto cruzó su mente, sabía con exactitud el tipo de sexualidad que su discípula tenía, y no, él no iba a permitir que disfrutara. Ella iba a sufrir para él.
Como recurso lanzó un hechizo no verbal, dejándola ciega momentáneamente, y triplicó la fuerza con la que había estado ejerciendo el crucio. Ella había perdido toda fuente de satisfacción y excitación, no podía hacer más que sufrir el tormento, y ella deseaba sentir, hacía tanto tiempo que su Lord no la había tomado.
Escuchó que su amo se posicionaba detrás de ella y colocaba su varita cerca de su entrada. “No eres de mi preferencia lindura, pero aun así me podré divertir un rato contigo mi Bella.” Dijo con voz pesada cargada de deseo y excitación que comenzaba a llenar la sala donde se encontraban. “Ahora sí, prepárate para el verdadero dolor, dulce lindura. ¡Capio confringo anus!”
A eso ella no pudo más que gritar de desesperación y dolor en la voz, descubriendo que ya no podía moverse. Su cuerpo había dejado de obedecerla. Sus manos y sus pies se encontraban apresados bajo pesadas cadenas de hierro casi incandescente, y su cuerpo suspendido en el aire lloraba de dolor por cada terminación nerviosa que sentía arder sin misericordia. Aún seguía sin ver, pero podía escuchar claramente a su amo delirar de placer al ver cómo su cuerpo rezumaba sangre, o al menos era eso lo que ella creía en su casi inconsciencia. Al parecer no sólo la había dejado sin ver, sino también sin sentir aquella sangre que salía de sus heridas. No, lo único que le era permitido sentir era dolor. Duro, frío y cruel dolor que arrancaba sus entrañas.
De cierta forma también era una bendición el no verse tan vejada, pues ciertamente tenía un deje de insanidad y locura.
Su Lord se encontraba parado delante de ella, con la mano izquierda sostenía su varita, aumentando la fuerza del crucio poco a poco, mientras con su energía controlaba los hechizo restantes, aquellos no verbales que le permitían hacerla sufrir sin sentir ningún tipo de placer sexual. Pero el que le creaba orgullo en su corazón, era su maravillosa creación, el que desgarraba y violaba de forma sádica el ano de la víctima. Y del que Bella había sido la primera destinataria, la sangre que de esa parte brotaba era más cálida que cualquier sentimiento positivo que el Lord hubiese sentido en años.
Maravillándose ante la vista de ese cuerpo tan hermosamente mancillado, comenzó a masturbarse con violencia, preparándose para un perfecto desenlace. Reía como desquiciado cuando se enterró en la carne viva de Bella, gozando maquiavélicamente de un poder que pocos conocían. Adoraba el miedo, el dolor que brotaba de los poros de ella.
Comenzando a moverse con fiereza, desgarrando más su destrozado ano sentía correr sobre sus testículos el calor que despedía la sangre y líquidos de Bella, sí, ya no faltaba tanto para eyacular, por lo que decidido de hacer esa una experiencia medianamente decente ya que debía dejar a Bella viva para su misión, lanzó de nueva cuenta el hechizo recién creado, el cual hizo que Bella maldijera de dolor, y que él pudiese penetrar más que sólo su pene a través del tirante ano que seguía desgarrando.
Pronto su final llegó, estremeciéndose y dejando que la energía corriera por sus entrañas magnificando su poder, haciendo el crucio insoportablemente insano, casi al borde de la locura. Pero ya no se escuchaba ningún sonido salir de la boca de Bella, ella yacía inconsciente desde hacía algún rato, lo cual en lugar de satisfacer a su amo, lo molestó sobre manera, por lo que la despertó, e hizo saber la cometida, sometiéndola a otra ronda de hechizos, después de todo, él podía durar aún más tiempo.
Para cuando terminó, Bella era un manojo de nervios y de dolor, había perdido la sensibilidad, y creía que difícilmente podrá recuperarla en algunas partes de su cuerpo, pero aun así estaba más que satisfecha de haber servido a su amo.
En el momento que pudo abrir sus ojos, y finalmente ver, se percató de que se encontraba limpia, tanto ella como su ropa y su Lord.
“Te espera la misión Bella, retírate.” dijo malévolamente su maestro.
Al dar su primer paso, se dio cuenta que iba a ser una simple tortura llegar a puesto de aparición. El Lord había hasta cierto punto <<curado>> las heridas, pues si bien no las había cerrado, sí había hecho que dejasen de sangrar. Después de todo no estaba en sus planes dejar sentir a alguien placer jamás.
Bella se encaminó lentamente al sitio de desaparición, necesitaba encontrar de inmediato esas pertenencias, no iba a ser sencillo, mucho menos sobrevivir a otra sesión de tortura de su Lord si ella no era capaz de ver su sangre. Necesitaba hacer las cosas bien si quería probar el placer que su amo podría brindarle, y lo necesitaba hacer de forma urgente.
“Recuerda Bella, no es tan difícil. Un libro, unos lentes y un suéter. Necesito mi recompensa.” murmuró para sí cuando finalmente pudo desaparecer de la mansión Riddle hacia su mansión con su esposo, tenía que saber si él había completado la parte que les tocaba de la misión, aquellos cabellos era fundamentales para el desarrollo pleno del proyecto.
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