Schaumichan.com (MA (18+) ItaSasu, OroSasu...

AU, Drama, Lemon, Shota, Violacion, Tortura psicologica, Tragedia, TsunaSasu(no explicito)

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    EL GUERRERO DE LA NOCHE ETERNA
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    No muy lejos de Aqui, ni nuy cerca de alla e.e

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    wow hacia mucho q no pasaba x aqui :) tu fic esta geniaal, la verdad me dio mucha pena todo lo de Sasuke :( ojala puedan implantarle ojos o como se diga xD espero que todo salga bien entre todos :,) espero la conti con ansias :)
     
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  2. claudylu
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    Que bien por fin sasuke es libre yuppi.Espero que lo continues pronto
     
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  3. Train Heartnet
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    Me gusto este cap. tan triste y emocinante
    esperare por más *-*
     
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  4. Kayonara
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    Un fic de un calibre muy elevado. Esta muy bien estructurado y bastante coherente. Lo amé hasta ahora *O*
     
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  5. Gerdhr
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    Gracias Kayonara. Train heartnet, XxSasukexX y Lola300, respecto a los fics basura, bueno, supongo que hay para todos, comoe sas veces que nada más quuieres leer algo por morbo como es la violacion shota a Sasuke XD, en fin, si me gusta que esten bien narrados






    Madara sintió como el niño comenzaba a emitir pequeños gemidos en sus brazos. La adrenalina del momento ya había pasado. Ahora Sasuke era consiente del dolor en su cara, en su cuerpo. Los golpes, los cortes, el frío, de todo. La carne le ardía, es como si estuviesen quemando en ese momento, como si en le estuvieran golpeando.



    Una lagrima silencia resbaló por sus mejillas y frotó el rostro con el pecho del hombre que le sostenía, manchando de sangre la camisa. Buscando mitigar las sensaciones que le atormentaban.



    - Por favor… -los gemidos se hicieron presentes.



    - Llamen a otra ambulancia ¡Joder!



    - Ya lo hicimos Señor. Pero…



    - ¿Pero qué?



    - Hubo un accidente de camino aquí y…-el oficial tembló ante la mirada su superior.



    Llegaron los medios de comunicación. Fotografiando la escena. Madara se ocultó con el chiquillo en una patrulla, todos los problemas se le habían acumulado. Por lo que no pensaba con la suficiente objetividad.



    - Aquí ocurrió una explosión en el tanque de gas. –le dijo a uno de sus subordinados.



    - Pero señor….



    Acomodó al niño en al asiento trasero, quiso quitarle el gato pero solo se ganó una mordida. Cerró de un portazo y se abrochó el cinturón.



    - Hubo heridos y muertos, no pasó nada más.- Madara colocó al niño en el asiento trasero, no dejaba de gemir y esto lo desconcentraba.



    - Itachi…-susurró Sasuke.



    - El estará bien –mintió Madara.



    - No, no, no…-cabeceó. –me duele… por favor.



    - Espera un poco… ¿Si?, cuéntame. Que es Itachi para ti.



    - Mi hermano. –Madara se desconcertó, a punto que casi se salió del carril. Recuperó el control del vehículo. –El volverá –se dijo a si mismo. No podía morir, Itachi no le podía abandonar.



    - ¿Dónde lo conociste?



    - Quiero estar con él. –sollozó.



    - Si Sasuke, tranquilo… Sígueme contando…



    - Tengo sueño…



    - ¡Espera! –se alteró. –no te duermas, si, permanece despierto



    - No puedo… hace frío –susurró, dejó de escuchar el motor, dejó de escuchar al oficial, para dejar que el frío y el color le envolviesen como un frío manto.



    Le llevó rápidamente hasta el hospital, con la sirena de policía encendida. No hubo nadie que se le atravesase en el camino. Manejó a 120 millas por hora.



    Sacó al niño y se lo entregó a los doctores, que inmediatamente le subieron a una camilla para llevarle a quirófano. Pensó que debía preguntar por Izuna, y también por Itachi. Pero sabía los que pasaría. El preguntaría, todo angustioso y después le dirían “Está en quirófano” “debe esperar unas horas Señor, no le prometemos nada pero haremos todo lo posible” y el se angustiaría más.



    Sabía que los dos estaban vivos, pero no estaba seguro de si eso era un alivio o una tensión. Itachi no le preocupaba, le tenía aprecio… No, solo le hablaba por compromiso. Y sabía que Itachi también era así con el por cortesía. Pero ellos nunca eran hipócritas, puesto que no se deseaban ningún mal, solo eran corteses.



    Estuvo dos horas en el hospital, caminando en círculos. Sorprendentemente, el primero en estabilizarse fue Izuna. De puro milagro la bala se alojó en una de sus arterias, tapó la aorta y así disminuyó el sangrado. Madara soltó una risa histérica, apenas podía creer que eso fuese posible.



    Madara miró con resignación la sala de urgencias, estar ahí no ayudaba por lo que decidió abandonar el lugar y volver a la escena del crimen. El gato saltó y se perdió en la calle. Ya le compraría a Sasuke otro. Después de todo, estaba ciego y dudaba mucho que se diese cuenta de la diferencia, pero Itachi podría darse cuenta…. No, él no se salvaría.



    **--**--**




    El rojo y azul de las patrullas se hacía presente en toda la zona. Odiaba ese color, tiene la facultad de ser deslumbrante e irritante. Y casi siempre era una aviso de mal augurio.



    - ¿Y bien?



    - La causa de la explosión fue una granada… la evidencia acerca de lo que pasó aquí esta consumida.



    - ¿Qué más han encontrado?



    - No mucho, cartuchos, casquillos usados…. ¿Qué tal tu familia?



    - Vivirá. –se limitó a contestar.





    - Los medios quieren saber que pasó aquí, aunque ni siquiera nosotros sabemos con exactitud que es lo que pasó. –bufó. –hubo un enfrentamiento con armas automáticas, y tenemos a un niño que fue torturado. Dos personas muertas…. Esto es muy raro.



    - ¿A qué te refieres?



    - Bueno, por la tortura del niño, esto debe tener que ver con drogas puesto que siempre que es así, los crímenes son bestiales. O por lo menos se desquitaron. –Madara fingió asombro.



    - ¿Tú crees que por eso mataron a Orochimaru? -con ese análisis, nuevas posibilidades embargaron su cabeza.



    - No lo sé, Orochimaru era una persona que se caracterizaba por siempre hacer obras de caridad. Jamás en su vida le han atacado de ninguna forma, es muy raro que las personas hagan esto de la noche a la mañana. Siempre tienen antecedentes.



    - ¿Por qué no hubo esta vez?



    - No lo sabemos.



    - Esto ocurrió en su propia casa, por lo que existe la posibilidad de que…



    - ¿De qué?



    - Que esto lo hayan hecho ellos, estamos esperando los informes de los médicos. Puede que la tortura sea reciente o que ya tenga meses.



    - ¿Y Tsunade?



    - Una medico muy prestigiada…. Que está en terapia intensiva ya que entró en coma. –informó. –pero aquí tenemos lo extraño. –tomó otra fotografía. – Había una cámara arriba, justo en e ultimo piso, parece ser que se podía ver todo el patio. Por lo menos hasta llegar al bosque que está a… treinta metros. Es una muy buena, cara. De uso profesional.



    - ¿Y qué con ella?



    - ¿Vigilancia quizá?



    - No…. De ser así probablemente se hubiese evitado el enfrentamiento.



    - ¿Entonces?



    - Querían grabar la escena. Querían grabar la muerte de todos. –dedujo, observando las otras evidencias.



    - Eso suena muy enfermo. –Madara enarcó una ceja.



    - Pues, no creo que ellos estuviesen muy sanos… quiero que analices las cintas para ver si podemos rescatar aunque sea unos segundos. Lleven los cuerpos con los forenses o lo que queda de ellos. Quiero saber con exactitud que fue lo que pasó aquí.



    **--**--**




    Madara miró su reloj, ya habían transcurrido seis horas desde que dejó el hospital por lo que volvió. Fue con el medico de guardia para saber si debía llamar al forense de una vez o había esperanza de que se salvasen.



    - Buenos días. Quisiera saber acerca del estado del niño.





    - Está estable, le hemos transfundido sangre, pero tenemos que hacer una reconstrucción anal, debido a los golpes tuvo una hemorragia interna que ya hemos erradicado… Además del problema con sus ojos.



    - ¿Es posible un trasplante?



    - Lo sentimos señor, eso es imposible hasta la fecha.



    - Pero hay gente que se opera y luego recupera la vista…



    - Eso es solo en las corneas. No hay nada más que podamos hacer. No podemos reconectar los nervios. Es imposible. Sería muy útil si pudiese contactar algún pariente….



    - ¿Para qué?



    - Para que el niño vea a alguien cuando se recupere



    - No tiene a nadie.



    - Bueno… en ese caso…



    - Pero debo saber como está.



    - Hemos hecho una tras función de sangre, presenta varias fracturas en las costillas, en el brazo derecho. Y algunas quemaduras. Hemos suturado los cortes.



    - ¿Se pondrá bien?



    - Suponemos que si.



    - ¿Suponen?



    - Mire, hay desgarre anal.



    - Eso es normal en una violación ¿no? –comentó con frialdad.



    - Si Señor, eso es normal en cualquiera caso de sexo anal. Sobretodo si es forzado y si es en un niño. Usted debe de saber que cuando se introduce un objeto extraño en el recto, en un inicio se lucha pero después, se siente a volverse dócil, son los reflejos de los hombres Ahora, si ese ese es el caso disminuye la presión que el ano ejerce en el objeto extraño.



    - ¿Eso qué tiene que ver?



    - Verá… eso no siempre es muy satisfactorio, sobre todo para los psicópatas, entonces, ellos tratan de causar más daño. –entonces lo que hacen es causar daño a la victima. En este caso, el joven tiene múltiples perforaciones en el colon, y el esfínter ha sido…-buscó las palabras, -destrozado. Por lo que tuvimos que practicar una colonostomía. Generalmente evitamos este tipo de cirugías, puesto que tienen un gran riesgo, sumado a las heridas del muchacho.



    - En resumen.



    - Hay una infección interna, y muy grave. La estamos tratando con antibióticos, en teoría, debería de sobrevivir pero… el niño esta muy débil. Las siguiente 48 horas son vitales para el.



    - ¿Puedo verle?



    - Si, hace poco le llevamos hasta su cuarto.



    - ¿Cuál es el riesgo de la colotomía?



    - Colonostomía.



    - Eso.



    - Incontinencia anal, aunque si sobrevive el joven tendrá con suerte.



    - ¿Qué ocurrió? Él estaba consciente unos segundos antes… pero después se durmió.



    - Si. Todo eso fue producto de la adrenalina, la cual le fue administrada al joven, además de la intensidad del momento. Generalmente, cuando el dolor se hace insoportable, nos desmayamos. Es como un sistema de defensa, pero...



    - Si estas torturando a alguien eso no es muy bueno ¿verdad?



    - Así es. Además, hay una especie de cicatriz en su muslo.



    Madara cerró los ojos un momento. No estaba seguro de porqué preguntaba por el estado del niño. Aunque aun así le inquietaba.



    - ¿Puedo verle?



    - Si, acompáñeme.



    Madara siguió a la enfermera por el pasillo. Mucha gente estaba ahí y se quejaban, algunos por molestia pasajeras y otras de mayor gravedad.



    La unidad de terapia doctora. El olor a aséptico prevalecía en el pasillo, lleno de personal medico y personas que se quejaban intensiva pediátrico se encontraba al final del opaco pasillo tapizado con cientos de figuras de osos, conejos, entre otros animales, los cuales hacían el lugar algo acogedor. Adentro, las paredes azules estaban cubiertas de nubes y corderos. Eran un total de ocho habitaciones en semicírculo. La pediatra en jefe hablaba con una enfermera y después le dirigió una sonrisa a Madara.



    - Tiempo sin verte.



    Madara no devolvió la sonrisa.



    Ya estaba acostumbrado a ese tipo de lugares, las violaciones a niños no eran ningún novedad. Aunque casi siempre iba a verlos con los forenses en lugar de un hospital. Más con las heridas que le habían descrito, le sorprendía que el joven aun siguiese con vida.



    El doctor le explicó la situación y la mujer asintió.



    Entraron a la habitación.



    Sasuke Sannin permanecía inmóvil sobre la cama, con una venda que cubría sus parpados; de la misma manera otra venda cubría su cuello. La piel era blanca y lampiña. Respiraba lentamente. Sus antebrazos eran muy delgados y descansaban a lado de sus brazos, no aparentaba los doce años.



    La doctora levantó las sabanas. Bajo estas Sasuke estaba desnudo, tenía la piel algo grasosa y las uñas muy sucias. No podían lavar bien a un paciente en ese estado. Y aun así había varios parches, raspones y moretones, y suturas en indistintas partes de su cuerpo, junto con una sonda que salía del pene. La enfermera tomó el muslo del joven y lo alzó con mucho cuidado.



    Madara observó la cicatriz con detenimiento. Esa era una marca, una especie de estrella muy cerca de la ingle.



    - Es una quemadura, pero seguramente fue hecha cuando el era un bebé. Similar a la que usan con el ganado. Quizá sea para diferenciarlo –Madara asintió, ya habían tratado con ese tipo dos veces. Esta era la tercera.



    - ¿La única?



    - Si.



    - Ahora, hicimos un lavado de estomago. Cuando le entubamos encontramos líquido seminal y materia fecal, así como algunos clavos…. –comentó el medico. Y le entregó una especie de maletín al oficial.



    - ¿Cuándo despertará?



    - No lo sabemos.



    El oficial asintió y abandonó la habitación. En la otra parte esta Izuna. Con el cuello vendado y un respirador que llevaba aire a sus pulmones. De puro milagro la bala se había alojado en una de sus arterias tapando así el sangrado e impidiendo una severa hemorragia que hubiese acabado con su vida. Estaría consciente en unas cuantas horas, aunque tardaría un poco en recuperar el habla.



    El que estaba en pésimas condiciones era Itachi.



    - El paciente presenta un severo daño en el corazón, en este momento una maquina está bombeando su sangre ya que el corazón ha dejado de funcionar, pero no será por mucho tiempo.



    - ¿Y un trasplante?



    - Tiene que ser urgente, pero no tenemos ningún donador por ahora. No siempre encuentras a alguien que este lo suficientemente mal como para donar su corazón. Esperemos que haya un donante. Esto es lo que e joven portaba.



    Madara recibió las cosas y las puso en una bolsa. Todos a excepción de una foto, en la que Itachi y Sasuke estaba en una mesa. Los dos sonreían. Hacía tiempo que no veía a Itachi sonreír, ni siquiera recordaba que su sobrino supiese como hacerlo. Siempre estaba serio. Esa foto, algo manchada por la sangre, se la guardó en el bolsillo.



    Abandonó el hospital y llevó las pruebas hasta el laboratorio. Esperó unas horas a las pruebas.



    - ¿Qué encontraron?



    - Las heces provenían del joven.



    - ¿Le obligaron a comer sus propios desechos?



    - Podría ser, una parafilia un poco extraña, pero eso no es relevante. El semen es de Orochimaru.



    - Su padre.



    - No. Eso es lo más extraño



    - Orochimaru era su padre.



    - No, no lo es. Mira esto. Los cromosomas que comparamos aquí….-hizo unos cuantas comparaciones, explicándole a Madara los enlaces ADN. –bualá, Orochimaru no era su padre.



    - ¿Sabes quien era? –no le extrañó del todo.



    - Aunque… hasta donde sabemos Sasuke era el hijo biológico… su esposa murió después de tenerlo. Y el quedó como su tutor legal.



    - No creo que se haya equivocado de hijo. –burló Madara. –busca en el sistema para ver si podemos encontrar a sus padres.



    - ¿Crees que hayan cometido un delito?



    - Probablemente lo vendieron cuando era bebe. Personas así casi siempre tiene antecedentes penales.



    - ¿Qué ganaremos con eso?



    - Nada, solo los encerraremos. –sonrió. –ahora busca.



    - Aquí está….. alguien que fue arrestada por portar armas ilegales…. Según nos dice el ADN es de… -el oficial se quedó mudo.



    - ¿Quién es?



    - Pues…. Mikoto Uchiha.



    - Madara escupió el café e inmediatamente se pegó a la computadora, apartando al oficial.



    - ¿Cómo carajo?



    - No es tu?



    - Mi hermana tuvo se segundo hijo hace muchos años, pero tuvo una accidente y lo abortó. Según sabíamos, estaba muerto.



    - Pues parece ser que no. ¿Exhumamos el cadáver?



    - No, lo quemaron.



    - Eso te convierte en su tío ¿no?



    Se dejó hacer en la silla.



    Madara dudó, había llamado a Itachi hermano. ¿Lo sabía?



    Sasuke estaba consciente en la sala. Se sentía muy mal, la primera vez despertó gritando, y tuvieron que sedarlo. Ahora estaba sobre la mullida cama, aun sentía dolor. En lugares que no tenía idea que existiesen, pero debía soportarlo, o más bien, sobrellevarlo.



    - Sasuke… quiero hablar contigo.



    - ¿Quien es?



    - Soy Madara



    - ¿E Itachi?



    - Quiero hablar de él. –tomó asiento a lado de la cama, le pasó una mano sobre el cabello. Cosa que no le agradó al niño, pero simplemente se quedó callado.



    - ¿Cómo está?



    - Bastante bien.-volvió a mentir.



    - Sasuke, quien te dijo que tu e Itachi eran hermanos.



    - Pues somos hermanos.



    Entonces. Si ya lo sabías ¿Por qué no dijiste nada?



    Se lo dije a él, y me ayudó…-susurró con voz melancólica.

    .

    Entonces, tú ya lo sabías. –sacudió la cabeza. -¿Cómo?



    Él dijo que me apoyaría como un hermano, pero… ¿Qué es lo que ya sabía?



    Nada, olvídalo.



    ¿Qué es? ¡Carajo!



    Él es tu hermano sanguíneo Sasuke….me refiero a que, comparten la misma madre…



    Eso no es posible…. ¿De qué esta hablando?



    Tranquilízate.



    - Mi hermana era tu madre. –respiró profundamente, para recordar aquello que tanto le lastimó. –Hace doce años ella quedó embarazada, desgraciadamente ella fue atacada cuando aun estabas en su vientre. Le llevaron al hospital, y ahí fue donde pensamos que habías muerto. No estregaron un cuerpo y le dimos sepultura. Más adelante tus padres murieron en un accidente automovilístico. Itachi ya era mayor de edad por lo que el quedó a cargo de manejar todo. Él era una persona muy callada, seria, y jamás tuve la fortuna de verle sonreír, más que de niño. Cuando supo que iba a tener un hermanito.



    - Me quería.



    - Si, no te conocía pero se sentía muy emocionado. Pero después de tu perdida, la familia se distanció. Itachi se fue a estudiar a un internado y, los problemas familiares empezaron, puesto que Mikoto no quería volver a tener otro hijo.



    - Ella era mi madre…- Madara no podía saber el estado del joven. –recuerdo haber visto su foto, la de él y la de Fugaku…



    - Si… ellos eran tus padres.



    - ¡No! –gritó de pronto.



    - Sasuke



    - ¿Por qué me dejaron pasar por esto? –dijo con la voz quebrada.



    - No lo sabíamos…



    - No es cierto, si lo sabían. Claro, en el hospital, ustedes me vendieron. ¿Por qué lo hicieron? –gritó.



    - Sasuke por favor. Tranquilízate. No estas entendiendo…



    - Itachi lo sabía ¿verdad? Y aun así me dejó ir, seguramente lo tenía planeado ¿no? Por eso me encontró. ¡Me mintieron!



    - No, espera –trató de calmar al muchacho.



    - No quería hacerse responsable, lo odio, ¡lo odio!



    - Sasuke por favor, Itachi…



    - Por qué, por qué dejó que me hiciesen esto. ¡¿Por qué se burló de mí?! ¿Por qué no está aquí para decirme esto?



    - Sasuke escucha.



    - Maldito, maldito



    - Sasuke joder, tu hermano se va a morir. –eso le cayó como un balde de agua helada al niño. Volteó el rostro hacia donde venía la voz.



    - Por qué.



    - Itachi contrajo un enfermedad hace poco… todo se complicó. Y cuando fue a rescatarte, es por eso que debes despedirte. No pasará de esta noche…



    - No… no me puedo quedar solo. –sintió un enorme hueco, se agarró la cabeza y comenzó a sollozar.



    - Sasuke nosotros.



    - Cállate, ¡Mi hermano no me puede dejar solo!



    - Por favor. –se comenzó a revolver entre las sábanas. En ese instante las enfermeras y medico de guardia entraron, alejando a Madara.



    - Su presión aumenta. –La doctora le sujetó..-Aplíquenle…



    - No, esperen. –la enfermera se detuvo antes de clavar la aguja. Sasuke respiró profundamente.



    - Detective, es mejor que se retire.



    - No, quiero hablar con él.



    - Sasuke, necesitas descansar



    - Dejen de joderme con eso. –dictó. –quiero saber de Itachi



    - No es conveniente….



    - Te lo diré. Itachi se va a morir, cuando fue por ti… -tomó aire. –él ya estaba mal…. Pero se arriesgó. No creo que haya sabido que si eran hermanos sanguíneos, pero le importabas.



    - ¿Puede salvarse? Debe de haber alguna forma. –la voz se quebró nuevamente.



    - Con un trasplante de corazón, pero no encontramos donador.



    - ¿Podría hacerlo yo? –preguntó con voz cortada. –somos hermanos ¿no?



    - Sasuke, son hermanos, pero si hicieses eso, morirías…



    - No me importa.



    - Eres un niño Sasuke. Tienes una vida por delante.



    - No quiero esa vida si no está el.



    - Madara hizo una mueca. Y estuvo en silencio unos momentos.



    - Está bien. –habló. –veré que puedo hacer.

    **--**--**


    Fue a la habitación de Tsunade, estaba escoltada por varios policías. La mujer, yacía en estado de coma. Seguía viva, aunque no sabían cuando despertaría. Vio a través de la pequeña ventana, tenía la cabeza envuelta en vendas. Con un tubo en su boca, este respiraba por ella.



    - ¿Y el detective?



    - Esta afuera, hablando con los médicos.



    **--**--**




    Madara se acercó, escuchó que Hashirama hablaba con los médicos acerca del estado de su hija.



    - Disculpe doctor… ¿Qué tal está mi sobrino?



    - Cada vez más delicado señor. –anunció el doctor. –y no encontramos ningún donador…



    - ¿Y el niño? Dijo que daría su corazón para salvarle.



    Hashirama volteó sorprendido hacia el oficial.



    - Pero…



    - Itachi es mi sobrino, Sasuke y el son hermanos, por lo tanto él también es mi sobrino. Eso me hace como el responsable ¿o no? ¿No podría autorizar el trasplante?



    - Madara….



    Hashirama jaló a Madara del brazo y le llevó a otro lado.



    - ¿Qué estas haciendo? –preguntó entre dientes, con un notorio enojo. –¿Piensas sacrificar una vida?



    - Sasuke esta dispuesto…



    - Es un niño, no sabe lo que hace.



    - Sabe que se va a morir, y ya ha estado a punto de…. Yo creo que si sabe lo que hace.



    - Tiene una vida por delante…



    - Por favor, ¿Crees que puede tener una vida normal? –burló. –está ciego, y por si fuera poco. Es una estrella porno. ¿O cómo crees que le verán? Además, no tiene a nadie. Y la única persona a la que le importaba se va a morir.



    - Tú podrías hacerte responsable.



    - Ja, si jamás me hice responsable de ninguno de mis hijos ¿Crees que lo haré con uno ajeno?



    - Debe de haber otra forma.



    - ¿Conoces a algún otro donador? No, es obvio que no… entonces…



    - ¿Qué tanto daño le hicieron? –preguntó Hashirama.



    - Nada, le golpeaban, azotaban, tiene múltiples cortes en su cuerpo y … le clavaron una varilla en el recto y la hundieron. Ahh y luego lo violaron….



    - Tsunade no haría esa crueldad. –masculló.



    - Yo no digo que Tsunade haya hecho mal, digo, a lo mejor Sasuke tenía problemas de estreñimiento y es por eso que le obligaron a comer sus propias defecaciones. Para que no le costara trabajo digerirlo… ahh. ¿Te comenté que también le arrancaron los ojos?, aunque también pudo haber hecho eso para que Sasuke no tuviese que ver a la única persona que se preocupa por el morir … Que grandes experiencias para un niño de doce años…¿no crees? Ahora que lo pienso, si cuanta su historia… puede que se haga muy famoso…



    - Eso…



    - No veo porqué el niño tiene que vivir, así que, estoy de acuerdo en que done su corazón. Por lo menos el si tiene.



    Hashirama apretó los puños.



    - Tsunade… Tsunade le dará su corazón a Itachi.



    - ¿Crees que el putrefacto corazón de tu hija le sirva a Itachi? Digo, ojalá y no se vuelva igual de sádico… porque, pobre niño, sería mejor que se quedase muerto. ¿No crees?





    - Sasuke…





    - Lo hará, Itachi no necesita a tu hija.





    - No, no dejaré que ese niño se quede solo.





    - Felicidades, Tsunade acaba de arruinar la vida de alguien pero también la ha salvado… ahh, quien como ella.



    Hashirama se volteó para hablar con los médicos; Madara esbozó una sonrisa victoriosa. Eso había sido más fácil de lo que creía. Sabía qué, a diferencia de Tsunade, el poseía un gran corazón. Y tal vez su hija podría salvarse e incluso evitar la cárcel. Con un buen abogado y un buen soborno, claro estaba. Además de que él no podía autorizar el trasplante de corazón de Sasuke.



    Itachi le debía la vida, literalmente hablando.



    Pero no le diría Sasuke todavía. ¿Qué tal si Itachi se moría durante la cirugía? El e Izuna se harían cargo del niño. Ahora que lo pensaba, no estaría mal. Sabía que su hermano siempre había querido un hijo, aunque por alguna extraña razón, jamás embarazó a ninguna mujer. Por el contrario, él fue un desastre. Tenía un promedio de veinte hijos, aunque ninguno reconocido. Claro estaba, pero claro, él podía ser un liberto, pero su hermana jamás.



    Su hermanita, la de en medio, protegida tanto por Izuna como por él. Y el hecho de que fuese la única mujer le hacía ser la más consentida. Jamás estuvo de acuerdo que se casara con alguien como Fugaku. Quizá porque ellos dos eran tan parecidos y por eso es que no se soportaban. E Itachi, físicamente se parecía muchísimo a su padre.



    Aunque Sasuke. –se quedó contemplando la foto que hace unos momentos le había entregado el medico. –tenía misma sonrisa que su hermana. Eran idénticos, ese si sería un joven guapo. Desgraciadamente, los ojos que había heredado de su madre ahora estaban en un frasco de formol, en un laboratorio. Sin embargo, le alegraba que no fuese posible un trasplante puesto que ningunas otras perlas podrían igualar a esas singulares obsidianas.



    Fue a ver a Izuna.



    - ¿Qué tal estás?



    Izuna cabeceó.



    - Vivo.



    - Que bueno…



    - ¿Y el niño?



    - Vivo.



    - ¿E Itachi?



    - Más muerto que vivo. –a Izuna no le extrañó esta respuesta. Conocía a Madara.



    - Supongo que está bien…



    - ¿Sabías que Sasuke es nuestro sobrino?



    - ¿Que estás diciendo?



    - Al parecer, Orochimaru le compró, Mikoto si tubo a su bebé ¿Recuerdas el caso de hace tres años de trafico de infantes? ¿El tatuaje en el vientre de la niña?



    - Si. El padre era un pederasta. Por lo que no extraña que Orochimaru también lo fuese.



    - Pues coinciden, aunque este se encuentra en el muslo, seguramente Orochimaru le compró y pensó en hacer crecer a su hijo para utilizarlo para un fin mayor.



    - ¿Ya lo sabe?



    - Si



    - ¿Y como lo tomó?



    - Como cualquier persona lo tomaría después de haber sido violada. Digamos que, ahora somos los responsables.



    - El realmente quiere a Itachi.



    - Pues fue la única persona que le creyó. Me parece obvio.



    - Aparte, el cariño que le tiene…. Es diferente.



    - No podemos hacer nada, tal vez se salve, tal vez no. –miró al techo. –sea como sea, debemos averiguar como terminó en manos de un pederasta. Por cierto, también encontraron ADN de Hinata en la escena, los crímenes estaban relacionados.



    - ¿Qué le diremos a los Hyuuga?, y lo más importante. ¿Cómo tomará la prensa esto?



    - Hasta donde sabe la prensa, hubo un accidente, una explosión durante una cena. No importa que haya hecho Orochimaru, tu sabes que tiene muy buenas relaciones políticas, además de ser una persona “intachable” por lo que esto sería un grane escandalo. Y el hecho de que su dinero fuese ilegal haría que el gobierno lo confisque. Esto perjudicaría a muchos monopolios…. No importa lo que haya hecho, no es conveniente que se de a conocer.



    - ¿Y el joven?



    - La tendrá difícil, si el programa era transmitido y si al final se enteraron de su verdadera identidad… no dudes que algún psicópata querrá tenerlo bajo su lecho. Lo más seguro es tenerlo custodiado.



    - No lo creo, no debemos hacerlo del todo público. En este momento, el hospital parece seguro pero mucho personal entra y sale. Además de la gente. Probablemente el sepa algo acerca del negocio de su padre.





    Tienes razón, por ahora debes descansar.



    - ¿Sabes? –comentó Izuna. –esto me recuerda cuando éramos niños y cuidabas de mi.





    - Si, la diferencia es que en ese entonces solo me enfrentaba con los grandulones de la escuela, no con psicópatas. Y creo que estabas más cuerdo.





    Izuna soltó una risilla.



    - Quizá…

    **--**--**




    En una lujosa recamara descansaban dos hombres. Ambos parecían estar sumamente agotados después de una larga noche de sexo.

    Si que fue interesante esta serie, valió la pena la espera. –sonrió uno de los hombres de la habitación –Jamás me esperé esto, y yo creo que Orochimaru tampoco.

    El detalle de la explosión, fue muy artístico -susurró uno de los hombres a la oreja del otro. La rubia cabellera le ocultaba la mitad del rostro. –lastima por ese profesor… pero… ahora que lo pienso. ¿En cuanto crees que podremos vender a esa pequeña estrella porno?
     
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  6. Kayonara
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    Muchas gracias. n.n! ¡Fenomenal! *O* Cuanto esperé por la continuación y para nada decepcionante. ¡Valió la espera! *w*

    Vamos, los trastornables no dejan de aparecer (?) Al menos, espero que el corazón de Tsunade le sirva a Itachi. n.n!

    ¡Saludos!

     
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  7. claudylu
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    me gusto el capitulo.Espero que lo continues pronto.
     
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  8. lexie-chan
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    Sugeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeee gracias por el capitulo, hasta una conti pronto :3
     
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  9. miyuki_kishimoto
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    Me encanta tu fic es tan kawai en serio tienes madera de escritora...
    te juro que me moria por esperar esta conti lo bueno es que la espera termino y te kedo increible el cap
    onegai continualo... :=duouou: :=KITTIYN: :=SOCEREF:
     
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  10. SamiUchiha
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    contii aaa Itachi nu mueraas y quienen son esos que ablaban a alo ultimi....na me da igual quiero contii
     
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  11. Gerdhr
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    - ¡Ya les dije todo lo que sabía! –exclamó un hombre furioso. Yacía dentro de un cuarto, con un cristal negro que parecía espejo. Él estaba sentado justo enfrente de una mesa y dos personas a su lado le interrogaban. Le estaba poniendo de malas que le preguntaran lo mismo todo el tiempo.



    - Se le dejó en claro que no debía volver a inmiscuirse en sitios de pornografía. –recalcó uno de los oficiales que estaban con él en el interrogatorio.



    - Ese maestro me lo pidió.-levantaba energéticamente los brazos hacia los costados y luego los agitaba.



    - ¿Qué fue lo que le pidió?



    - Haber…. Ya se los dije. Él llegó y me pidió ayuda para encontrar a un niño en sitio de internet. Creía que lo prostituían o algo así. Entonces busqué al niño, y resulta que si lo violaron y que si lo golpeaban en la cámara. Entonces el maestro se enojó muchísimo y salió en cuanto pudimos averiguar la dirección del lugar. Yo, como buen ciudadano fui y le advertí a Madara que su sobrino planeaba matar a alguien.



    - ¿Por qué estaba tan seguro de eso?



    - Si usted viese como violan a un niño en tiempo real y encima ese niño fuese especial para usted. ¿No tendría el mismo deseo?



    - Usted es igual que esos criminales. –le miraron con ojos entrecerrados.



    - Yo jamás he lastimado a nadie.



    - ¿Cómo sabemos que usted e Itachi no estaban metidos en esto desde un principio? Tal vez sintieron culpa y por eso fueron a buscarle. Y después mataron al señor Orochimaru con el fin de hacerle callar. Tal vez ustedes eran quienes filmaban la serie.



    - ¿De donde saca todo esto? Oiga. –reprochó. –yo solo estoy aquí para darle mi testimonio. Y solo le disparé a esa mujer fue porque iba a rematar a Itachi.



    - Quizá fue en defensa personal.



    - El tipo ya se iba a morir. Estaba tirado en el piso y apenas y respiraba. Llegó la maldita ambulancia y se llevó.



    - Esta bien… Puede irse. –Jiraya salió feliz de la habitación.



    **--**--**




    Itachi sintió una presencia, incluso antes de abrir los ojos. Olió el antiséptico, el formol. Agitó las pestañas varias veces antes de abrir los ojos sentía que los parpados le pesaban. Tras unos minutos finalmente lo logró. La luz le deslumbró, giró la cabeza y vio todo borroso.



    Se hallaba en la unidad de cuidados intensivos, no recordaba nada en ese momento. Se sentía extraño, relajado pero a la vez adolorido.



    - Señor Uchiha ¿cómo se siente? -la pregunta le irritó. Se sentía peor que cuando se cayó por primera vez de la motocicleta.



    - Sasuke…- fue lo primero que salió de su boca. No sabía por qué, su mente estaba en blanco.



    - Él está bien… usted también lo está.



    Itachi ladeó la cabeza, quiso erguirse pero ahogó un gemido.



    - Oh no, no lo intente. Necesita reposo.



    - ¿Dónde está? –la voz se sonó rasposa. Carraspeó un poco. Examinó los alrededores. Había una doctora de cabello negro, un poco extraño. Todos traían cubre bocas. Respiró profundamente, hasta hacer eso dolía.



    - Él está en un cuarto. Aparte. Hemos notado una mejoría en él. –ante esa noticia una felicidad le embargó.



    - ¿Siente molestias? –escuchó a alguien preguntar. Pero no estaba muy seguro en esos momentos. Parecía que las drogas todavía tenían cierto efecto sobre él.



    - Solo dolor en el pecho



    - Eso es normal.



    - ¿Puedo ver a Sasuke?



    - Me temo que no, no es bueno para su salud.



    - ¿Cuánto tiempo estaré aquí?



    - Lleva una semana en la unidad de terapia intensiva. –contestó. –Tardará otros tres días. En este momento usted es muy vulnerable. –el medico volteó a la vista hacia otro hombre que también estaba en la habitación. –Lo dejaré con el solo unos minutos. No es bueno que permanezca tanto tiempo aquí. –informó el doctor al oficial.



    - ¿Por qué arriesgaste tu vida por él? –fue lo primero que escuchó en cuanto el doctor se fue. Itachi volteó a ver y se llevó una sorpresa al ver que era su tío quien estaba ahí.



    - De todos modos me iba a morir. –le señaló. Madara soltó una risa desdeñosa.



    - Y da la casualidad que fuiste y a amenazaste a un criminal para encontrarle… Gastaste una buena suma de dinero.



    - No lo amenacé, solo requerí de sus servicios. Le pagué. Y, ya de dije, me iba a morir. Que importaba el dinero.



    - Él nos dijo que le apuntaste con una pistola. –habló serio. –Y después, pues dijo que este niño te importaba. Quiero saber la razón de eso.



    - Ni siquiera yo lo sé. Ese niño, tiene algo especial. Es arrogante, prepotente. –esbozó una pequeña sonrisa. –Pero… también puede ser alegre, solo que no siempre lo demuestra. Sin mencionar que es muy habilidoso. –susurró.



    - Itachi….-el tono de Madara cambió. -¿Recuerdas a tu hermano?



    El joven le miró por el rabillo del ojo.



    - Si.



    - ¿Lo extrañas?



    - Nunca lo traté. –encogió los hombros.



    - Cambiaste mucho cuando le perdiste.



    - No cambié, simplemente soy así en realidad. Me alegraba saber que tendría un hermanito, como a cualquier niño. Cualquiera las siente.



    - ¿Recuerdas que pasó esa noche?



    - Si… mi madre estaba haciendo labores domésticos. Me mandó a tirar a la basura y cuando regrese ella estaba inconsciente. El piso estaba mojado. Llamé al hospital e inmediatamente se la llevaron. Abortó a los ocho meses. El feto murió por el impacto de la caída. Nacio muerto.



    - ¿Tu sabías que nombre le pondrían?



    - No… nunca lo decidieron.



    - ¿Qué pasó después de eso?



    - ¿A qué se deben estas preguntas? –Madara se cruzó de brazos e inclinó un poco la cabeza en dirección al monitor del pulso de Itachi.



    - Tu pulso es normal. Recuerdas todo sin sentir nada….



    - Eso. ¿Qué tiene que ver?



    - ¿Qué significa el niño para ti? La verdad.



    - Mucho.



    - Sasuke me dijo que podía confiar en ti. Que serías como un hermano para el. ¿Sabes qué va a pasar con él?



    - Lo darán en una casa de adopción. –Madara notó el cambio de voz. Esta vez había una nota de preocupación, muy pequeña pero yacía presente.



    - Si… a menos que encuentren un familiar cercano.



    - Deberías saber mejor que nadie las posibilidades de que ese familiar este envuelto en el confinamiento. Hacer eso sería como condenar al muchacho.



    - Hay estudios que nos dicen acerca de los candidatos. –quería evaluar a su sobrino en todo. –Trabajadores sociales.



    - Si, y antes ellos Orochimaru era un padre ejemplar. Sasuke es un niño solamente, ni siquiera sabía como definir el delito.



    - Si… pero. Tiene un hermano Itachi.



    - ¿Un hermano? Eso es….Orochimaru jamás tuvo otros hijos. Nuestra familia estaba estrechamente relacionada con él y tú lo sabes mejor que nadie. Él tuvo una esposa y murió. La única razón sería que….



    - Sasuke no era hijo de Orochimaru.



    - ¿Saben quién es su familia?



    - Si.



    - ¿Y bien?



    - Mikoto no perdió a su hijo. Ella si lo tuvo y si vivió. –Itachi abrió los ojos de par en par.



    - Sasuke es mi…-crujió los dientes. -¿Cómo es que acabó ahí?



    - No lo sabemos.-soltó un respiro y miro a traves de la ventana, para despues volver a ver de reojo el pulso de su sobrino en el monitor, este había cambiado ligeramente.



    Itachi apretó los puños, hasta hacerlos sangrar.



    - Maldita sea. Todo este tiempo mi hermano estuvo vivo. –golpeó la mesilla. Las enfermeras entraron corriendo. ¿Qué fue lo que sucedió?



    - No lo sabemos, están investigando el hospital para ver que fue lo que pasó. Sasuke está realmente mal. Necesita tu apoyo. Es normal que esté confundido. Casi no ha hablado desde que lo trajimos aquí.



    - ¿Cuándo podré verle?



    - Supongo que…. En una semana. Un trasplante es cosa seria.



    Un suave aroma a lilis llegó a la habitación. Pasaron tres personas rápidamente interrumpiendo. Madara abandonó el lugar.



    - ¡Carajo! Casi te mueres y nosotros ni por enterados. –habló Kisame a modo de reproche.



    - ¿Cómo te sientes Itachi? –volteó a ver, ahí estaba Konan, agarrada de la mano con Nagato.



    - Me siento bien.



    - Te traje unas flores pero no me dejaron meterlas.



    - Si, ya las olí. Gracias.



    Kisame comenzó a husmear en las notas que había cerca y esbozó una sonrisa en cuanto lo leyó.



    - Tu dieta es buena pero…. Tendrás que cuidar el consumo de azúcar. –Itachi hizo un mohín. –evita las carnes rojas, el café, el chocolate. Y los afrodisiacos. –volteó los ojos.



    - Por favor…



    - Je, uno nunca sabe. Aunque nunca te he conocido una novia fija.



    - No la necesito.



    - ¿Seguro que te sientes bien?



    - Si…me duele la cabeza. –se masajeó la cien. En parte quería estar solo, pero no era mentira. Apenas podía creer lo que le acababan de decir.



    - Debe ser por tanta droga, mejor nos vamos. Cuídate.



    Itachi se dejo caer en la cama. Tenía un hermano, si lo veía en retrospectiva tenía mucho sentido. En lo único que Sasuke se parecía a Orochimaru era el cabello negro. De ahí en fuera el era idéntico a su madre, claro, físicamente. Porque la personalidad de Sasuke era completamente diferente.



    En ese momento conoció la ira. Él siempre había sido una persona tranquila, pero el saber que su hermano estuvo sometido todos estos años a esa tortura le hacía hervir la sangre.



    No sabía que tanto escandalo se hizo por la violación y el incidente, sin mencionar que lo vendían. Si fuese así a Sasuke le costaría mucho tener una vida normal. Lo mejor sería llevárselo de ese estado. Así le sería más fácil comenzar de cero, aunque también necesitaría la ayuda de un psicólogo.



    Una escuela especial. Le costaría trabajo relacionarse con otras personas pero estaba seguro de que lo lograría. Y él debía encontrar un trabajo fijo. Tenía dinero pero había gastado una buena parte en la búsqueda de Sasuke y seguramente la cirugía le costaría una fortuna. Tanto como para él como para el niño.



    Aunque el gran problema era que, Sasuke se había enamorado de él. Debía de solucionar eso cuanto antes. Hablar con él. Porque él no debía corresponder a ese sentimiento.



    Ahora debía esperar pacientemente a que esa semana pasara.



    **--**--**




    - Kakashi…. Tú sabes que dice la verdad. –le acusó uno de los miembros del lugar.



    Estos dos yacían revisando unos videos en sus portátiles. Buscando datos que pudieran servirles para dar con otros casos que también tenían. En especial de droga.



    - Lo sé…. Y sabes que es lo peor. Que Sasuke también la decía. Solo que no sabía como hacerlo. –se dejó caer en el sillón. –pero esto es simple papeleo. No podemos ignorar el protocolo.



    - ¿Qué fue lo que el niño te dijo? –preguntó, pasando sus dedos por el teclado.



    - Que su padre lo tenía en una habitación. No sabía donde era y que… le obligaban a comer. Cuando le pregunte que cosas me dijo que solo era comida. También que se bañaba e iba a al baño. Y cuando le dije a su padre, supuestamente le llevaron a psicólogo porque requería atención. Pensé que tal vez decía eso para pasar más tiempo con su familia. Como sucede con los hijos de los empresarios….



    - Pero… me parece que ya sospechaban de Orochimaru.



    - Si….por eso fui su maestro. Mas nunca pude encontrar ningún defecto en el tipo, salvo el cuidado de su hijo, que siempre estuviese bien… Ahora si estoy seguro de que esas cincuenta toneladas de coca eran transportadas por su persona. Tenemos que informar de esto.



    - Orochimaru tenía acciones en la bolsa de valores así como en Telcel, y en la General Motors, también participaba activamente en FMI y BM…. Esto podría tener grandes repercusiones. No creo que dejen que esto se haga público.



    - Aun así…



    - ¿Crees que el niño sepa algo?



    - De ser así tenemos que hablar con él lo más pronto posible.



    - No creo que se encuentre en condiciones….-siguió revisando la internet. Buscando más cosas que tuviesen que ver con Sasuke, la diferencia es que ellos si tenían a todo un equipo buscando. Pero la subasta que encontraron no fue alentadora. Kakashi se puso de pie inmediatamente.



    - Tenemos que ir por el cuanto antes.



    **--**--**




    - Naruto ¡Ven aquí!



    - ¿Disculpe señor, no ha visto a un niño rubio, de ojos azules con tres marcas en las mejillas?



    - No señora…



    - Gracias.



    Un niño entró corriendo a una de las habitaciones del hospital. Su respiración era agitada, estaba completamente cansado después de una larga carrera para huir de las inyecciones. Cerró la puerta delante de él con sigilo, tratando de no llamar mucho la atención.



    - ¿Quién esta ahí? –escuchó a alguien preguntar. Volteó y se encontró con un niño en una cama. De cabello negro con una venda en la cara. Que también traía una en el brazo.



    - Jaja. ¡Pareces momia! –exclamó de pronto el recién llegado soltando una carcajada.



    - ¿Quién te crees para llamarme así grandísimo idiota? –fue lo primero que respondió el niño.



    - Yo te llamo como se me de la gana engreído. Y soy Naruto Uzumaki.



    - Así pues yo soy Sasuke San…-tragó duro. –Sasuke Uchiha. Así que te voy a pedir que te largues.



    - ¿Uchiha? –se llevó un dedo a los labios. -¿Cómo el compañero de mi papa?



    - ¿Compañero?



    - Si, él se llama Madara Uchiha.



    - No puedo creer que Madara se junte con gente tan idiota.



    - Mi padre no es un idiota.



    - Tú eres un idiota –alegó con una sonrisa desdeñosa. –Por lo tanto tu padre también debe serlo.



    - Pues tu padre es un imbécil y un cretino.



    - No tengo padre. –Naruto se retractó de lo que dijo y se acercó al muchacho.



    - Perdóname.



    - Olvídalo.



    - Entonces… -se acercó a la cama. -¿Somos amigos?



    - No me interesa tener amigos.



    - Seré tu amigo quieras o no.



    - Tonto.



    - Menso



    - Cabeza hueca.



    - Engreído.



    - Zoquete.



    - Momia.



    Así compartieron insultos hasta que Naruto se sentó en la orilla de la cama y comenzó a balancear sus pies.



    - ¿Qué haces aquí? –preguntó Sasuke. Sentía una enorme curiosidad acerca del niño que recién le visitaba. La única persona que le había ido a ver, sin contar a la enfermera era Madara.



    - No quiero que me inyecten.



    - ¿Para que viniste a un hospital?



    - Me dijeron que me llevarían al cine. –soltó un bufido.-Y les creí. ¿Alguna vez has ido al cine?



    - Si.



    - ¿Qué te parece si nos escapamos y vamos?



    - No serviría de nada.



    - ¿Por qué?



    - No puedo ver.



    - Es por la venda que traes, lo único que necesitas es quitártela y asunto arreglado.



    - Ojala fuera así… -la voz se le quebró. –no podré ver jamás. –Naruto se deprimió por unos momentos.



    - No importa, prometo contarte todo lo que pase con lujo de detalle. Es más, soy súper bueno narrando. Imaginar las cosas es muy divertido. Es mejor que verlas. ¿Qué dices?



    - Apenas te conozco.



    - Ya te dije mi nombre, soy Naruto. ¿Con quien vives?



    - Pues… vivía con mi padre.



    - Entonces si tenías. ¿Qué le pasó?



    - Se murió. –escondió el rostro tras su flequillo.



    - Lo siento.



    - Yo no.



    - ¿No lo querías?



    - Lo odio. –Apretó los dientes.-Ojalá se pudra en el infierno.



    - No deberías desearle tanto mal alguien.



    - Tú que sabes de eso. –escupió.



    - Tienes razón, puede que no sepa. Pero estar con el ceño fruncido no ayuda. Te verías mejor si sonrieras. Anda, sonríe y se feliz. –Sasuke enarcó una ceja, realmente ese tipo era un idiota.



    Alguien más entró a la habitación. Los dos voltearon en dirección a la puerta.



    - ¡Naruto! ¿Qué haces aquí?



    - ¡Ahh! ¡Sakura!



    - Tu mamá te esta buscando. –Sakura contempló al joven que estaba en la habitación. –disculpa. –pero al darse cuenta que no podía ver por la venda que traía golpeó a Naruto.



    - ¿Por qué hiciste eso Sakura?



    - Te lo mereces.



    - Pero yo solo quiero hacer feliz a Sasuke.



    - ¿De qué hablas tonto?



    - De él –señaló al joven de la cama mientras se sobaba la cabeza.



    - Tú eres Sasuke. Yo soy Sakura.



    - Quiero ir con mi hermano.



    - Entonces si tienes familia. –sonrió Naruto.



    - Si me ayudas aceptaré ser tu amigo.



    - De acuerdo. ¿Dónde esta?



    - En un cuarto, el 506.



    - Eso es dos pisos abajo. –señaló Sakura.



    - No me importa donde está. Solo quiero ir con él. Y ustedes me ayudaran.



    - Nos meteremos en problemas con esto. –Naruto comenzó a dudar. ¿y si le veían y le inyectaban?



    - Velo como un pago por mi amistad. –dijo Sasuke con simpleza. Naruto le miró con ojos entrecerrados.



    - Eres muy ególatra ¿Sabías?



    - Y tú muy tonto, pero eso ya te lo dije muchas veces. Ayúdame a pararme. –trató de quitarse la sabana de encima con el brazo que no estaba roto.



    - ¡Estas desnudo! –Sakura se cubrió los ojos con sus manos y bajó la cabeza.



    - No grites. –le regañó Sasuke, aunque con un notorio sonrojo por lo que se volvió a cubrir.



    - Je, te pusiste colorado. –le codeó Naruto con una sonrisa picaresca, pero Sasuke le dio un golpe. Por suerte si atinó a la cabeza.



    - ¡Auch!



    - Cállate. ¿Tienen algo que me pueda poner?



    - Hum… si. Pero traes un monto de tubos.



    - Yo se los puedo quitar. Mi tía es doctora así que se como funciona esto. –Sasuke soltó unos quejidos y después se puso la chamarra de Naruto. Esta apenas le tapaba por debajo de los muslos. Pero le serviría.



    Se sentía extraño con esa cosa puesta, y aun traía la sonda del pene, el frío le llegó a las piernas, pero ya era muy tarde para echarse atrás. La hizo de lado para poder bajarse. En el proceso le ayudo su nuevo amigo ya que la chica estaba cohibida.



    - Ya está. Naruto, tu ayúdalo a caminar, yo me fijo que no venga nadie.



    - ¿Y como es tu hermano? En caso de verlo, para saber si llegamos al lugar correcto.



    - Se debe de parecer a él ¿no?



    - Pues… tiene el cabello negro y largo, y dos ojeras en la cara.



    - Oh… -hizo un mohín. -Tu hermano es feo.



    - ¡No lo es! –gritó indignado por el atrevimiento del joven.



    - La gente con ojeras es fea.



    - Naruto, compórtate.



    A Sasuke le costaba mucho mover las piernas. Por lo que iban caminando paso a paso, además de que le dolían las heridas que aún no habían cicatrizado del todo. Sakura se fijo en el pasillo para ver a las enfermeras y le hizo señas a Naruto de que siguiesen adelante. Ninguno se percató de que había alguien observando divertido todos sus movimientos.



    - El elevador será muy obvio.



    - Pero las escaleras sería un suicidio.



    - ¡Ya se! –en un descuido de la enfermeras le robaron a uno de los pacientes su silla de ruedas. Sasuke se sentó y soltó un suspiro. No recordaba que caminar fuese tan cansado.



    - Ya casi llegamos.



    - ¿A dónde van?-los tres se helaron al escuchar una voz femenina que les llamaba la atención.



    - Este…



    - No se permiten niños en esta área.



    - Llevo a mi prima con mis tíos. –dijo Naruto de pronto. –Ellos me dijeron que nos esperan en la parte de abajo.



    - ¿De verdad? –la enfermera parecía no creerse la historia.



    - Es que es muda, pero es muy linda. –sonrió Naruto. Sasuke quiso golpearlo, le había llamado mujer.



    - Opriman el PB, por cierto niño. Dile a sus padres que no es bueno usar nada más falda en esta época del año, podrías afectar su salud.



    - Maldito idiota, ¿Cómo te atreves? –golpeó a alguien nuevamente, por suerte resultó ser Naruto. Sakura sonrió, las discusiones siguieron por todo el camino. Tardaron mucho en poder bajar y esquivar al personal.



    - Es aquí...-declaró finalmente la joven.



    - ¿Es él?



    - Bueno… no lo sabemos aun. La puerta está cerrada así que… –Naruto abrió la puerta de golpe.



    - ¡Itachi! –el hombre que estaba en la habitación se espantó. Este leía hasta hace unos momentos el periódico cuando de pronto un niño rubio y de ojos azules abrió la puerta. No lo conocía, pero a juzgar por la manera en que se dirigió, parecía que el si le conocía.



    - ¿Quién eres? –preguntó, sobándose la garganta para evitar que la voz saliera tan rasposa.



    - Si es él. –Sakura también se asomó para confirmar que había llegado al sitio correcto.



    - Humm… no es feo. –reconoció Naruto. –Pero tiene cara de pocos amigos…. Oye, tu hermano ya está muy viejo. –Itachi les miró completamente extrañado. La chica empujó la silla de ruedas hasta adentro de la habitación, dejando ver a un niño en esta.



    - Sasuke… -exclamó completamente asombrado. -¿Qué haces aquí? –en ese mismo instante se paró de la cama.



    - ¿H-hermano?



    - Sasuke… ¿cómo es que tu? –las piernas le fallaron pero aun así se acercó inmediatamente al niño.



    - Me alegra que estés bien. –jamás se había sentido tan feliz.



    - ¿Como llegaste aquí?



    - ¡Nosotros le ayudamos! –exclamó Naruto. Pero Itachi les miró de manera fulminante, haciéndolos temblar. –el insistió. ¡Es su culpa! –ignoró a los muchachos y se concentró en Sasuke.



    - Debes de estar en cama.... Y-Sasuke sintió su pecho arder. Todo su cuerpo vibró y una gran euforia le embargó.



    - Estás vivo….-algo le rodeó y le brindó calor, tapó sus desnudas piernas y le estrujó –estas… ¡idiota! –le gritó de pronto, sorprendiendo a su nuevos amigos. –ibas a romper tu promesa. ¡Ibas a dejarme solo! –con su brazo bueno comenzó a golpear a Itachi.



    - Ya Sasuke… tranquilo.



    - ¿Cómo quieres que esté tranquilo si pensaste dejarme solo? ¡Mentiroso! ¡Mentiroso, mentiroso! –no quería llorar, pero cuando se dio cuenta ya estaba temblando. Sentía como las lágrimas le humedecían la venda, ni siquiera estaba consciente de lo que decía, solo balbuceaba. Se aferró a su hermano y apretó la tela hasta hacerse daño. Sintió unas palmaditas en la espalda que le reconfortaron, pero aun así, no podía dejar de llorar.



    - Shh… shh... Pequeño, todo estará bien.



    - No quiero estar solo de nuevo…. –ahora tenía hipo, pero restregó su cabeza contra la persona que le abrazaba. –No quiero.



    - No importa lo que pase, te protegeré de lo que sea.



    - ¿Cómo lo pensabas hacer si no estabas aquí? –la venda ya estaba empapada. Le tomó varios minutos volver a la normalidad. Sorbió su nariz. –eres mi hermano…



    - Si…lo sé. –le susurró.



    - ¿Ya lo sabías?



    - No. Me enteré hasta hace poco.



    - ¿Por qué no fuiste a verme? –preguntó, con miedo de saber la respuesta.



    - No me dejaban salir. –acarició suavemente el cabello. -Y cuando fui a verte ayer estabas dormido, no quise despertarte.



    - Dijiste que…



    - También me escapé en la noche. –Sasuke sintió como algo suave rozaba su frente. Itachi le acababa de dar un beso en la frente.



    - Lamento interrumpirlos, pero este niño debe volver a su recamara. –Sasuke sintió como su hermano aflojaba el abrazo, pero él se estrujó más contra su pecho.



    **--**--**




    - ¡El niño ha desaparecido! –exclamó Madara saliendo de la habitación, las intravenosas yacían tiradas en el piso.



    - ¿No se supone que pondrían escolta?



    - Nos dijeron que no era bueno, sería muy obvio. –contestó.



    - Mierda, mierda.



    Rápidamente tomó su radio pero Minato bajó su brazo y le indico que no lo hiciera.



    - Sasuke…



    - Ahh… debe andar por ahí. –dijo con indiferencia y se dio la vuelta. Madara le tomó del hombro y le hizo voltear.



    - Cállate…. ¿Sabes donde esta?



    - Si… no hay de que preocuparse. Por los visto los Uchiha odian tomarse las cosas con calma



    - Ustedes los jóvenes, creen que pueden tomarse todo a la ligera. –comentó desdeñoso.



    - ¿Cuándo fue la última vez que tuviste relaciones Madara? Últimamente andas muy estresado.



    - Eso no te incumbe. –escupió. Más le valía a Minato que trajera a Sasuke de vuelta. Pero Minato estaba feliz, parecía que su hijo acababa de hacer un nuevo amigo.


    **--**--**



    - Chico, tienes que volver a tu habitación. –insistía la enfermera, y el personal. Así como Itachi, que le preocupaba la salud de Sasuke.



    - Quiero estar aquí, con mi hermano.



    - Esta bien, veremos que hacer. –sonrió una de las doctoras. –dejen lo soluciono.



    - Mi hijo me contó todo. –sonrió la enfermera.



    - ¿Quién es usted?



    - Mi nombre es Kushina. –sonrió.



    - Por favor Sasuke, trata de ser más consciente. Así saldrán más rápido de este hospital. ¿No creen que sería buena idea?



    - No, no quiero alejarme de ti. –Itachi soltó un suspiro de resignación.



    - Sasuke…



    - Supongo que mandaré a poner una cama aquí. –sonrió la doctora. –pero solo si prometes venir conmigo para que nos encarguemos de tus sueros Sasuke.



    - ¿De verdad?



    - Por favor, haz caso de lo que dice la doctora.



    - Itachi, tu también tienes que volver a la cama.



    - No hay problema. –Sasuke se apartó lentamente, y dejó que lo guiaran al cuarto, donde le volvieron a conectar todo lo que se había quitado. Le cambiaron las vendas, pero aun así el seguía impaciente y ansioso, desde ese pequeño beso en su frente. No importaba, pronto estaría de nuevo a lado de su hermano. Nada podría separarlos ahora.



    **--**--**




    - ¿Cuál es la situación? –los hombres estaban serios.



    - Están buscando a Sasuke.



    - Al niño.



    - Si… ofrecen novecientos mil euros por él… y la oferta sigue creciendo. También Itachi entra en la categoría.



    - Supongo que esto tiene que ver con la filmación. ¿No?



    - Tenemos que llevarlos a otro sitio. Este hospital es un peligro.



    - Itachi ya casi se recupera. Minato, ¿Crees que puedas hacerte cargo de ellos?



    - Si. Pero Madara y tu, deben de evitar buscarnos. Permaneceremos ocultos hasta nuevo aviso.



    - La DEA también se encargará de proteger al niño. –habló uno de los miembros del grupo.



    - A ellos solo les importa el testimonio, a nosotros su vida. –calló. –Esta misma noche saldremos.



    **--**--**




    - No es justo… -pegó la frente a la pared, tratando de contener el llanto. -¿Por qué? ¿Por qué Hinata está muerta y ese niño vivo?



    - Ni siquiera sabemos…



    - ¡Ya vi la maldita página, vi cuando la mataron! –gritó exasperado.



    - Por favor….



    - Nunca entenderás el amor de un padre. ¡Cállate! Ese niño… ¡No es justo! Si él hubiese dicho lo que hacían...-estaba enardecido. –Mi hija jamás hubiese muerto. Si no fuera por ese niño….
     
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  12. claudylu
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    Me gusto el capitulo.Continualo plis que quiero saber quien dijo eso.
     
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  13. miyuki_kishimoto
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    :OAww! Me encanto>w<
    El amor qe se tienen itachi y sasuke es tan... Kyyaa!xD
    Reí bastante cuando naruto le dijo a la doctora qe sasuke era su prima jaja y una muy lindaxD!
    Espero qe puedan llevarlos a un lugar seguro y no les pase nada malo y se recuperen porque estan muy mal en especial sasuke...T^T
    Y qe es lo qiere hacer el papá de hinata?!?
    Ojala no le haga nada al pequeño y adorable sasukeΠ.Π
    Contyy!! Onegai-.-U
    YaaNee(^-^)
     
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  14. Gerdhr
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    La única llave que le permitiría salir de ese infierno.

    Esa pistola era su llave. Qué chistoso Por algunos momentos realmente soñó que le habían venido a rescatar. Que Itachi era su hermano. Que había alguien dispuesto a dar la vida por la suya, que realmente existía alguien que se preocupaba por él. Que el desgraciado de Orochimaru jamás había sido su padre, que si tenía una familia que lo amaba, o lo amó. Y aunque ya estuviesen muertos habían sufrido con su pérdida.

    Su mente creaba escenarios fantásticos. Aunque también creaba cosas irreales. ¿Cómo era posible que creara a un niño idiota llamado Naruto? Como la comida. Y a una niña de voz de chillona e irritante con carácter bipolar. Que se llamaba justo como su gato. Su mente era fascinante, tomó un poco de conocimientos y recuerdos y creo a dos amigos imaginarios. Completamente ajenos a todo lo que alguna vez creyó. Si le contase a alguien que se basó en un gato y una comida para crear a una persona probablemente pensaría que estaba loco.

    Y estaba seguro que lo estaba, después estado tanto tiempo en ese lugar no había posibilidades de que conservase un poco de cordura.

    Madara. Una vez escuchó que Itachi dijo su nombre, e Izuna, recordó haberlo visto en una foto cuando le preguntó a Itachi si era su familia. Él dijo que si.

    Realmente deseó que esa fuera su familia, deseó tener familia. Deseó tener a alguien con se apoyase, que no viese solo como un medio productivo. Pero eso jamás podría ser. Después de todo, quién era el. No lo sabía. No tenía nada, no era nadie.

    Tomó en arma, decidido a terminar con su vida.

    — Que bonito sueño –susurró con una sonrisa triste. –que mi maestro fuese mi hermano. Quisiera verlo una vez más… -el arma le fue arrebatada en ese instante.

    — Lo siento Sasuke, todavía nos queda una función más.

    — ¡Ustedes dijeron que si les daba mis ojos me dejaría morir! ¡Ese era el trato!

    — El trato ya expiró. –lanzó el arma lejos de la habitación. Sintió como se posicionaban sobre el y le abrían las piernas a la fuerza. ¿Sabes qué es más divertido? Creer que realmente le importabas a alguien. ¿Crees que alguien como Itachi perdería el tiempo en un mocoso ciego? –su interior era desgarrado, un grito lacerante salió de boca.

    — ¡Sasuke!

    — ¡Por favor! ¡Basta!

    — ¡Sasuke!

    — ¡NO! ¡AYUDA! –pataleó, tratando de quitarse a Orochimaru de encima, que solo lo mancillaba y sería a carcajadas. -¡Maestro ayúdeme! –alguien más le tomó, pero esta persona lo abrazó.

    — Sasuke, reacciona. –le sacudió Itachi, trayéndolo de vuelta a la realidad...–tranquilo, sólo fue un sueño, una pesadilla. Nada te va a pasar. –las lagrimas comenzaron a humedecer la venda. Dudoso, Sasuke se abrazó a Itachi, este reprimió un gemido de dolor cuando Sasuke se apretó contra la herida de su pecho.

    — Itachi… ¿Es verdad lo que dijiste?

    — Si, sólo fue un mal sueño.

    — Eso no…-no quería separarse de su hermano, no quería que se fuera. –Que me protegerás de lo que sea… porque. Tengo miedo. Tengo mucho miedo de volver a ese lugar. Yo… -respiró profundamente. –no quiero estar encerrado ahí otra vez.

    — Ya no pasará.

    — Los veo. Ellos son el último recuerdo que tengo. Veo a Tsunade, veo a Kabuto. Están ahí, se están burlando. No quiero pasar por eso… me asusta. –su voz se quebró. Rompió en llanto.

    — Sasuke, así pierda la vida. Haré lo que sea para que tú puedas ser feliz. –besó la frente del niño. Y liego le pegó contra su pecho. –No dejaré que nadie te vuelva a lastimar. Mi hermanito.

    **--**--**



    — ¿Quién diría que el bastardo de Orochimaru tenía un pequeño guardadito en su bolsillo? –Kakuzu estaba haciendo cuentas en una pequeña libreta mientras que su compañero no paraba de escribir cosas en su computadora.

    — ¡Yo lo quiero! ¡Debe ser mío! –gritó Hidan. –Y también tendré a ese puto maestro. Lo mataré enfrente de ese mocoso para que vea que él es solo mío. ¡Mío!

    — No deberías gastar tu dinero en tonterías –le recriminó Kakuzu.

    — ¡Puta sea! Si tenemos tanto dinero… ¿Para qué lo guardamos! ¡El dinero se hizo para gastar!

    — No en tonterías. Todavía tenemos que pagar los "impuestos" para que nos dejen trabajar en paz. hay otras maneras de tener a ese niño. –Hidan le volteó a ver con interrogativa.

    — ¿Cómo es qué…?

    — Tengo mis contactos. –respondió con simpleza.

    — ¡No! –chilló.

    — ¿Ahora qué?

    — ¡Lo quieres para ti solo! ¡No lo piensas compartir! –Kakuzu enarcó una ceja e hizo una llamada.

    — Cálmate, te dejaré que lo uses….

    — ¿De verdad?

    — Pero con una condición. No puedes matarlo, desfigurarle la cara, mutilarlo. Nada que deje un daño, que lo deje paralitico.

    — ¡Pero ellos le quitaron los ojos! ¿Por qué yo no le puedo quitar nada?

    — Nada que se note…

    — Y para qué carajo lo quiero. –replicó como un niño, haciendo una rabieta.

    — Puedes hacerle lo que quieras, pero una vez que lo uses lo voy a revender.

    — Pero yo lo quiero. –dio brinquitos en su asiento.

    — Si no te callas confiscaré todos tus consoladores, y me cogeré a ese niño mientras estas amarrado. Lo destriparé y me bañaré en su sangre, limpiaré todo y tú nunca podrás tocar nada de él.

    — ¿Por qué tu si puedes y yo no?

    — Porque yo si se me controlar. –respondió con simpleza. Y salió a su terraza para hacer su llamada.

    — No podrás hacerlo si yo lo compro antes. –dijo. Y entonces escribió una cantidad realmente exorbitante en la subasta, justo antes de que la cerraran. –Ya veras idiota.

    Lo primero que Itachi pidió, fue acceso a una computadora. Los doctores dudaron por unos momentos. No sabían si era apropiado o no, pero cedieron a su capricho. Ahora Sasuke estaba acostado a su lado. No quería dormir solo, y aunque no tuviese sueño no quería separase de su hermano ni por unos segundos. Ni siquiera cuando las enfermeras le hacían la curación.

    Navegó por algunos segundos en la Internet y puso un poco de música instrumental.

    — ¿Quién es?

    — Vivaldi. –le sonrió al niño. Su sonrisa desapareció en cuanto vio la venda de Sasuke. Jamás podría volver a ver. Regresó su vita a la computadora y bajó la vista. Pudo haber evitado que el niño se fuera. Quizá, si se hubiese dado cuenta antes… tan solo un día antes. Tenía pruebas, hacía pruebas que le gritaban que algo sucedía en casa: moretones, el hecho de que el niño quisiese comer nada. Pudo haber evitado que le arrebatasen la inocencia, así como la luz.

    Aunque claro, todo tenía lógica siempre y cuando lo miraras en retrospectiva.

    — ¡Hermano!

    — ¿Si?

    — Tengo rato hablándote…

    — Perdón, mi mente viajó por unos momentos. –Sasuke hizo un puchero.

    — ¿Por qué no mejor mandaste a traer un piano?

    — Son demasiado grandes, no creo que me dejen meterlo a la habitación. Además, no todo es piano. Hay muchos sonidos diferentes Sasuke.

    — Pero a mi me gustaría ser pianista.

    — Eso está bien… Solo espero que cuando seas famoso no te olvides de mí. Pobre de mi si mi hermanito me abandona. –dijo teatralmente.

    — ¡Tonto! –le sacó la lengua. –Obviamente ya no necesitaré de ti cuando sea rico y famoso. –le siguió con el juego.

    Itachi soltó una risilla.

    — ¡Pobre de mí…! ¡Me quedaré solo en este mundo… tendré que conseguir a una linda mesera que consuele… –recibió un golpe en el brazo. – ¡Auch! –sobó el golpe, que había sido en una herida. Sasuke hizo su cara de lado, con un puchero. -¿Por qué fue eso?

    — Me equivoqué, es que no puedo ver. –se excusó. E Itachi sonrió, su hermanito había hecho una broma sobre su ceguera. Le rodeó con un brazo, cuidando de no tirar la computadora. Su semblante se volvió serio. Cambió la música, esta vez era algo menos alegre, y más relajante. Poco a poco Sasuke se fue quedando dormido sobre el regazo de Itachi. Tienes razón, en el futuro tú ya no necesitarás de mí… igual que yo tampoco te necesitaré.

    **--**--**



    Sasuke estaba muy aburrido en la cama. Su hermano había bajado a que le hicieran unos estudios. Y no había mucho que hacer en ese hospital. Las enfermeras iban y venían a cambiarle los sueros. Refunfuñó y olió un fétido aroma que le dio nauseas.

    Se dio cuenta de que ese era su aliento. Cuantos días llevaba sin lavarse los dientes. Desde que estaba ahí, además sentía su boca seca. Pero no debía tomar agua. No todavía.

    Esperó a que llegase la siguiente enfermera, doctor. Lo que sea que fuera.

    — Disculpe… ¿Ya puedo lavarme la boca? –la enfermera se sorprendió con la pregunta. No esperaba ese tipo de pregunta de un niño. Aunque ahora que lo pensaba, ese había resultado ser un chico muy extraño.

    — Si… permíteme traerte un cepillo.

    Volvió y le ayudó a cepillarse. Pese a que Sasuke estuvo a punto de correrla. No era un completo inútil, aunque tenía un brazo fracturado si podía agarrar un cepillo de dientes. El fuerte sabor de la menta le agradó.

    Sintió una comezón en la cabeza, también quería darse un baño. Uno decente, hacía mucho que no lo hacía. ¿Siete meses? Casi siempre le obligaban a bañarse con apenas media cubeta de agua, ligeramente tibia si tenía suerte. Ahora que lo pensaba… estar ciego no era una novedad, tampoco tener algunos huesos rotos. Era como en esa habitación, lo bueno es que ahora no le golpearían si se llegaba a equivocar.

    — ¡Sasuke! –escuchó alguien gritar, la voz chillona le lastimó los oídos y volteó con odio.

    — ¡Idiota! ¡Me vas a dejar sordo!

    — Sordo y ciego, que bueno. Así nadie te querrá y se quitará lo creído. –se burló el niño, viendo a la enfermera que le veía con reproche.

    — Lo siento jovencito. No se permiten niños en el hospital

    — ¿Y ese engreído qué? Él también es un niño.

    — Él es un paciente, ahora por favor retírese.

    — No quiero, antes voy a saludar a Sasuke y luego me voy. –la enfermera se quedó boquiabierta ante la falta de respeto de Naruto.

    — Yo no te quiero saludar, vete y déjame solo.

    — Joven…

    — Dice mi mamá que te puedo ayudar a caminar, para que no estés todo este tiempo en cama.

    — ¿Quién es tu madre niño?

    — La doctora Kushina. –sonrió. –Así que… vamos a caminar. ¿Qué te parece?

    — Que no.

    — Es eso, o me quedo todo el día en la habitación. Solo serán unos minutos, no te cuesta nada.

    — No quiero. –Sasuke trató de alisarse el cabello, estaba seguro que su cabello era un caos, y debía de componerlo, no quería que su hermano lo viese desarreglado.

    — ¡Vamos ya!

    — ¡Ya te dije que no! –Naruto le tomó del brazo y le jaló fuera del baño.

    — No sé que tanto te arreglas. –bufó. Jalándole con fuerza.

    — ¡Espera!

    — Sakura también está aquí. Si aceptas venir con nosotros a dar un paseo, le diré que te peine para que te veas bien para quien sea la persona con la que te quieras lucir.

    — Eso… No es eso tonto.

    — Ajá… -le soltó por unos momentos y luego gritó. -¡Sakura!

    — ¡IDIOTA! -le lanzó un libro contra la cabeza.

    **--**--**



    Los teléfonos no dejaban de sonar ni un solo momento, para su mala suerte la mayoría de las llamadas habían sido broma de un montón de adolescentes vagos, la gente iba de un lugar a otro. Corriendo, siempre corriendo. ¿Es qué la gente no podía tomarse las cosas con calma?

    Ahí estaba, investigando y sacando un reporte de todos los afiliados a

    Algunas tarjetas fueron muy fáciles de rastrear, otras. Por el contrario, pertenecían a pederastas con cuentas falsas. Y esas eran las que realmente interesaban. Debía encontrar a las personas que había tenido acceso al sitio y que ahora estaba subastando a Sasuke.

    Había varias subastas en la red, en tres subastaban a Sasuke. Habían tenido suerte. Pero eso era una advertencia.

    Volvió a entrar al sitio web.

    — ¡Kakashi! –gritó, sin dejar de ver la página. El hombre se posicionó detrás del detective. –Mira nada más… parece ser que alguien además de este par manipulaba el sitio.

    — ¿Alguna idea de quien puede ser?

    — No…. Por el momento no. Pero es rápido, entra, está menos de un minuto y luego se va. Es inteligente.

    — ¿Y qué es lo que hace?

    — Este sitio… Hay una parte de la sección en la que puedes ver viejos episodios. –mira. –Señaló. –aquí hay uno de cuando se baña, cuando duerme, come, va al baño y… cuando pierde la virginidad.

    — Sexo explicito… ¿Hay un contador de visitas?

    — Si… Pero… hay otros más vistos. De cuando se baña y cuando defeca.

    — La gente está enferma. Pero abre el de la virginidad.

    — ¿Seguro?

    — Hay que analizar todo lo que digan. –se sentó de lado.

    — De pie Chidori. –se escuchó a través de las bocinas. –Ahora quítese la ropa interior.

    — Es extraño…

    — ¿Crees que realmente se haya enamorado de Itachi?

    — No… yo creo que. Fue el hecho de que alguien, le ayudó. Digo, después de todo… estaba solo. Yo me hubiese vuelto loco en esa habitación si las únicas personas a las que veía viniesen a torturarme. –en ese momento se escucharon los gritos de piedad. Obito sintió como si hubiesen dado un golpe en las entrañas.

    — ¿Puedes adelantar esa parte? –preguntó. Algo mareado y apunto de vomitar por el impacto de la escena.

    — Esto debería ser normal en tu departamento.

    — No es lo mismo leerlo en un informe que ver como pasa… ellos cuidaron cada detalle. No es grato.

    — Hum… deja veo que pasa después…. Son…. Seis horas de sexo y… tortura, todo en alta calidad. –en el video se alcanzaba a ver con detalle como el pene de Orochimaru entraba y salía sin restricciones. –Sabía que estaba siendo observado. Dijo "Deténganse" El publico tiene mucho que ver con el destino del muchacho. Así como… sometieron a votación un fisting.

    — Eso es… demasiado cruel.

    — Ya veo porque le practicaron colostomía. Tardara mucho en recuperarse de los desgarres. Hay… una penetración con cuchillo. Y otras más sádicas, pero las rechazaron. Se han de haber apiadado un poco.

    — Me sorprende que no se haya desmayado.

    — Encontraron cocaína y adrenalina en su sangre. –informó.

    — ¿Crees que sea adicto?

    — Creo que la consumía sin darse cuenta, pero no en grandes cantidades. Seguramente lo hacían para mantenerlo consciente. –alguien más entró al cuarto. Con un cuchillo de cocina. Sujetaron al joven e hicieron unos cuantos cortes en la piel. En los muslos, cerca de la ingle. Abundantes en las partes "carnosas". –Abandonaron la habitación y dejaron al niño solo, pasó cerca de una hora en la pantalla.

    Se dejaron de escuchar los sollozos. La puerta se abrió, una persona entró cautelosamente. El niño volteó en dirección a la puerta. El recién llegado se agachó y tomó la ropa interior del niño. Los labios de Sasuke se movieron, no se escuchó nada. Rápidamente el recién ingresado le amordazó. Le acostó boca arriba con fuerza, para que no se moviese. He hizo un corte profundo en el vientre. Traía guantes de látex.

    Subió el volumen, y nada.

    — Ábrelo en un ordenador. –le dijo. Obito hizo lo mismo, no había sonido. El desconocido introdujo su dedo en la herida. Para después abandonar el sitio.

    — Tampoco se escucha nada.

    — ¿Fue por la mordaza?. –contestó con simpleza.

    — No… no es solo eso. –respondió. -¿Escuchas algún gemido?

    Ambos miraron detenidamente la pantalla.

    — Regresa un poco el video… ¡ahí! –señaló. –está introduciendo algo… muy pequeño. No se alcanza a apreciar que es…. –hizo unos cuantos ajustes en el zoom y se alcanzaron a ver los cortes en la carne. La sangre fluía, pero no con abundancia.

    — El que le hizo este corte fue un experto.

    — ¿Cómo sabes?

    — Observa el flujo de sangre… no es abundante. Sabía donde y como hacer el corte.

    — ¿Cuántas personas están involucradas en esto?

    — Hasta ahora, Kabuto, Orochimaru y Tsunade. Los tres están muertos. Y dos están hechos carbón. No hay mucho que podamos averiguar de ellos. Y no es conveniente hacer un escandalo. Pero la persona que lo hizo, probablemente alguien que no estaba contemplado.

    — ¿Por qué amordazó al niño?

    — Para que en la casa no le escuchasen, la herida es profunda, y seguramente fue muy dolorosa. Alguien más estaba buscando a Sasuke…pero. ¿Por qué?

    — ¿Algún pedófilo?

    — Posiblemente…No es seguro. ¿Para qué querría saber donde estaba el cuerpo del muchacho?

    — Quizá sea necrófilo. Después de las cosas que hemos visto, no sería raro.

    — Si es así. Buscará al Sasuke, y tratará de matarlo. Le diré a los chicos que apresuren todo.

    — Sasuke Sannin no abandorá el hospital. –dijo una persona. Su voz grave y gastada llamó la atención de los hombres.

    — ¿Señor?

    — Es lo más conveniente. –Obito apenas podía creer lo que oía.

    — ¿Piensa usarlo como carnada?

    — No quiero que abandone el hospital. –contestó su superior. –No quiero seguridad, no quiero nada de protección para él.

    — No podemos hacer eso.

    — Oficial, yo soy su superior…

    — Y está estrictamente prohibido usar a un niño como carnada. –el hombre se acercó hasta Obito. –debe de entender que hay miles de niños como Sasuke, que corren el mismo riesgo o peor. Sacrificar una vida es salvar cien. Podríamos arrestar a cientos de pedófilos y salvar a miles de niños de sufrir un destino parecida. Y la única orden que di es, no va a haber protección para el niño. ¿Entendió?

    — Si.

    — Entonces…

    — Lo entiendo, peor no estoy de acuerdo y no lo acepto.

    — Estas fuera de caso Obito.

    — No me importa, yo no voy a dejar a este niño…

    — Si es porque tienen parentesco…

    — Eso no me importa, es un niño. Lo expondremos. ¡Fue separado de su familia!

    — Muchos niños son separados. Su madre y padre ya están muertos. Él ya tuvo la oportunidad de ver a su hermano, puede morir feliz. Les daremos a otros niños la oportunidad de volver a ver a su familia. He dicho.

    — En cuanto su superior se fue, Obito tomó el teléfono.

    — ¿Qué haces? –preguntó Kakashi.

    — Llamo a Minato. Para que saquen a Sasuke de ahí.

    — ¡No puedes hacer eso! -al ver que su compañero no hacía caso desconectó el teléfono.

    — Tienes razón, mejor le marco de mi celular.

    — ¡No, idiota!

    — No podemos ir en contra de un superior, son las reglas. –Obito fulminó con la mirada a su compañero.

    — Kakashi… nosotros estamos aquí para ayudar. Podríamos salvar a más, es verdad. Pero…debe haber otras formas. Tus escuchaste los gritos, los ruegos. Estaríamos abandonando está pequeña e inocente vida. Piénsalo.

    — Tú piénsalo. Seguirá siendo acosado y en cuanto la gente sepa lo tachará de…

    — ¿De qué? Es solo un niño.

    — ¿Y en el futuro? ¿Qué pasará cuando tenga 20 años? La gente ya no lo verá igual, le verá como si fuese una prostituta barata.

    — ¿La gente? –inquirió con una sonrisa, que después se transformó en una mueca de desprecio. –Habla por ti. Tú lo tacharás de puta. ¿No es verdad?, Ya tenemos un listado de nombres. Y las cuentas bancarias en la computadora. –dijo con firmeza.

    — Son solo fantasmas, no tenemos certeza.

    — Si lo que quieren, es que el trabajo sea más sencillo busquen desde ahora. Y no usen a un niño de carnada. –salió de la oficina.

    — Obito reacciona. Esas personas son escoria debemos llevar a esas escorias a prisión.

    — ¿Por qué los llamas escoria Kakashi? –encaró. –¿Por lo qué le hicieron? Entonces…¿Qué somos nosotros cuando tenemos a un inocente y lo entregamos a esas escorias? Abandonarlo nos haría peor que escoria, y la muerte no sería algo menos digno de lo que en realidad merecemos.

    — Obito dejó a un Kakashi confundido en la oficina y fue por sus cosas. Cuando iba a salir del edificio se encontró con tres oficiales dispuestos a arrestarle.

    — ¿Qué esta haciendo? –inquirió Obito.

    — Usted está obstruyendo nuestra investigación. Tengo derecho a retenerlo.

    — No, no la tiene. –se metió Kakashi.

    — ¿Está usted traicionándome? –preguntó Danzo.

    — No es traición. –contestó Kakashi con amabilidad. –Este niño es un testigo valioso que sabe mucho acerca de carteles con los que su padre pudo haber tratado. Tendrá toda la protección que sea necesaria.

    — Usted no tiene la autoridad para…

    — Soy de la DEA, eso me hace superior a usted. Así que solicito toda su información sobre este caso.

    **--**--**

    Sasuke jugaba con su mechón de cabello, ya no se sentía seboso. Su nueva amiga tomó unas gasas, las mojó y limpió todo su cabello. Ahora tenía un olor a fresa. Un poco empalagoso, preferiría que oliese a tomate. Cuando entró a la habitación Itachi estaba su cama. Y él se sentó en una silla, no queriendo incomodarlo.

    Le platicó acerca de sus amigos, de las idioteces que Naruto había hecho, pero no el platico de que Sakura le había ayudado a arreglarse. Eso le daba vergüenza. Así como tampoco le había sido muy grato que la chica le jalase el cabello a la hora de peinarlo, eso resultó ser muy doloroso. Y él sabía de dolor.

    — Itachi… -llamó a su hermano, con un poco de pena y miedo.

    — ¿Qué sucede?

    — ¿Que fue lo que escuchaste ese día…?

    — Ya te había dicho que todo. –respondió. Sasuke se mordió el labio con fuerza, esperó unos minutos. Itachi seguía sin decir una sola palabra.

    — ¿Qué piensas?

    — Muchas cosas Sasuke. No tiene importancia.

    — ¡Si la tiene!

    — Tú estás enamorado de mí. –fue lo que le respondió. Sasuke se escondió un ligero sonrojo y bajo la cabeza. –es normal.

    — ¿A qué te refieres con normal? –preguntó. Su corazón latía con velocidad.

    — Cotidiano, que pasa con frecuencia. –respondió, con una voz tan fría que el niño se estremeció.

    — ¿Crees que podríamos ser… algo?

    — No.

    — Sé que eres mi hermano pero yo….

    — El que seas mi hermano o no, me es indiferente.

    — Entonces… -curveó sus cejas y volteó la cara en dirección a Itachi -¿Por qué no podríamos?

    — Simplemente no tienes nada que ofrecerme. –el niño se quedó boquiabierto. – ¿Qué me puedes dar tu, que pueda satisfacerme?

    — Yo…-su corazón se sentía arder. –¿Es porque no soy virgen? –cuestionó. Tratando de reprimir los sollozos. –Esa vez… cuando me sacaste de ahí. Dijiste que no importaba.

    — Así es, no me importa. -Sasuke abrió la boca para cuestionar, pero la contestación de Itachi le dejó sin habla. –Porque para que algo me importe tiene perjudicarme si lo pierdo, debe ser útil en mi vida. De lo contrario, me es indiferente. – Esas palabras se clavaron como cuchillas en su corazón. Se encogió ante el comentario. Reprimió sus sollozos. No podía creer que Itachi le estuviese diciendo eso.

    — ¿Por qué arriesgaste la vida por mí? –preguntó, aun con la fe de que no fuese todo una cruel burla.

    — Porque eras una fascinación, algo nuevo Sasuke. Un reto para mí. Una meta personal, ahora que está cumplida… no hay nada que me siga intrigando. Para probar mí capacidad.

    — ¿Solo fui un juego? ¡Algo para hacer crecer tu ego! -le gritó.

    — No es ego, son razones justificadas Sasuke, deberías regresar a su cama. Sasuke se levantó del asiento en el que estaba y torpemente, tanteó hasta salir de la habitación en la que se encontraba, el aire le hacía falta. Su pecho era cruelmente oprimido por una ola de sentimientos, de odio, frustración, soledad. Una vez afuera de tiró a llorar.

    Una doctora corrió a auxiliarlo. El chico estaba en shock, y comenzó a vomitar. Una sustancia extraña y amarga: bilis.

    Kushina, ve por las llaves. Yo me encargo de el –un hombre le ayudó a incorporarse. Sasuke no aguantó más el impacto, y se desmayó. Minato volteó a ver la habitación, Itachi seguía en la computadora, como si nada hubiese pasado. Como si hubiese hablado con una persona más.

    **--**--**



    — ¡QUÉ! –gritó alguien completamente indignado. -¡ESTA SUBASTA ERA FALSA! ¡MATARÉ AL HIJO DE PUTA QUE SE ATREVIÓ A ENGAÑARME! –pateó su computadora. Maldijo entre dientes a miles de personas y entró hecho una furia al despacho, hasta que vio en la computadora de Kakuzu la subasta. Abrió los ojos desmesuradamente. -¡DESGRACIADO! ¡TU HICISTE LA SUBASTA!

    — Así es. Tenía que recuperar el dinero que había perdido con Orochimaru. –le sonrió.

    — ¡Pero ahora tienes mi dinero!

    — Ahora es mío mi amor. –le sonrió.

    — ¡No puedes hacerme esto!

    — Te advertí que no participaras, pero nunca escuchas.

    — ¡Malnacido, desgraciado!

    — Tranquilo, pienso cumplir mi parte. Muy pronto tendrás a ese niño.

    — ¿Qué tan pronto? ¡Necesito quien me la mame! ¡No he tenido sexo en semanas!

    — No comas ansias. Ya mandé a alguien por el chiquillo.

    — ¡Y quiero también al maestro!

    — No te preocupes. Va incluido en el paquete.
     
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  15. pachi_uchiha
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    TT.TT MALDITA SEA ITACHI QUE CARAJO TE PASA!!!!!

    no te basta todo lo que ha vivido para que lo lastimes asi TT.TT

    Tranquilo mi Sasu yo te protegere pero antes ¬¬ hablare con ese malo de tu hermano

    TT.TT me destrozo lo que le dijo

    CONTIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIII
     
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73 replies since 5/9/2011, 18:55   10770 views
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