El demonio adicto a Sasuke (SasuNaru-OneShot+extra) Lemon

pri_sasukelove20

Posted on 18/9/2015, 08:53

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Capítulo 1: Demonio

—¡Ah! ¡Ah, sí, sí, así! ¡Más! ¡Qué rico, Sasuke!

—Naruto… muévete más rápido.

El joven de cabellos rubios y ojos azules cabalgaba a su amante azabache de ojos ónix desenfrenadamente. Aquella tarde soleada, en casa completamente solos sin la molesta presencia de la gente adulta, Naruto, había asaltado a Sasuke en cuanto había regresado de la escuela. Tenía sed de sexo todo el tiempo y eso nunca cambiaría. Sasuke lo sabía y ya estaba acostumbrado a que lo “violara con la guardia baja” prácticamente lo hacían todo el tiempo. Sus padres estaban trabajando todo el día y regresaban en la noche justo a la hora de cenar. Eran personas importantes y estatus social alto.

Todavía podía recordarlo como si hubiera sido ayer. Con catorce años, perdió la virginidad con un demonio adicto al sexo que invocaron jugando y por pura curiosidad con sus compañeros de curso. El único que se sacrificó fue él. Recordó las primeras veces que se negaba. Las primeras veces que Naruto lo amenazó con matarlo o dañar a su familia. Un demonio podía hacer cualquier cosa, hasta manipular su persona.

—¡Ah, Sasukeeeee!-una persona normal se cansaría de estar sentada en esa posición y moviéndose una y otra vez, pero no Naruto. No un demonio que buscaba satisfacer su hambre todo el tiempo, y su comida favorita era el esperma de Sasuke. Ya sea dentro de sus entrañas o en sus labios—¡Sasuke! ¡Sasuke!

—Naruto…-jadeó—Voy a-

—¡Dentro! ¡Hazlo dentro de mí!-ordenó entre gemidos. Los movimientos eran bruscos y obscenos, no paraba y no estaba exhausto como el Uchiha. Su premio estaba a punto de salir, su alimento predilecto. El pene de Sasuke estaba hinchado y palpitando en su interior, la sensación lo volvía loco—¡SASUKE!-gritó extasiado.

—¡Mmh!-soltó todo de golpe. Su semilla se esparció dentro del rubio, dentro del ente demoniaco que jadeaba de gozo y recibía con entusiasmo su tercera carga.

Su tercer orgasmo. No creía aguantar para una cuarta más.

—Ashh… Sasuke-cayó recostado en el lampiño pecho, aún con el miembro del moreno dentro, regándolo con placer—Fue fabuloso-besó sus labios tiernamente—Tu semen esta vez ha sido hermosamente abundante, estoy lleno-sonrió.

Sasuke suspiró. Gracias a Dios. No soportaría una ronda más.

—Me alegro-susurró. Estaba agotado, no podía mover su cuerpo de la cama.

—Son las siete de la tarde, levántate. No querrás que tus padres te vean así, ¿verdad?-rió con picardía.

El pelinegro frunció el seño.

—¡Es tu maldita culpa!-gritó molesto.

—Ya, ya, deja de lloriquear y levántate-respondió sin interés de escuchar sus excusas. El rubito que mostraba unos pequeños cuernos negros entre su abundante cabellera y una cola larga con una punta en forma de flecha, se puso de pie sacando el pene del azabache de su ano. Jadeo en el momento. Comenzó a pasearse desnudo por toda la habitación.

—¡¿Qué mierda haces?!-le miró irritado, enderezado en la cama.

—Comiendo tu semen dattebayo.

—¡Joder! ¡No quería saberlo!-le aventó una almohada completamente ruborizado.

Naruto meditó la situación unos instantes. Era cierto. Sasuke siempre perdía la conciencia luego de las largas sesiones de sexo, nunca estaba despierto cuando “devoraba su semilla” regada en su interior. Llevó una mano a su vientre mostrando una sonrisa burlona.

—He estado pensando… ¿Sasuke, no quieres tener bebés ttebayo?

El Uchiha alzó una ceja con mirada de incrédulo.

—¿Es una maldita broma, cierto?

—Los demonios podemos embarazarnos, teme. Con todo el esperma que he comido en estos tres años, tendríamos muchos bebés. Pequeños temes o dobes demonios llenando tu cuarto-rió.

—¡Muérete!-gritó incomodo. Se paró acalambrado, pasó de él y de un portazo, se encerró en el baño para darse una ducha.

Naruto rió escuchando el agua de la regadera. Tronó los dedos hábilmente y su cuerpo estaba vestido con la ropa que los humanos vestían habitualmente. Una playera media holgada color naranja, un jean negro con un pequeño orificio en la parte trasera para su cola de demonio, y unos tenis blancos.

—Ahh… estoy cansado-observó la cama desarreglada, volvió a tronar sus dedos, y esta tenía perfectamente acomodado las sábanas y el cobertor como al principio. Se acostó boca arriba, esperando a Sasuke.

El Uchiha apareció con una muda de ropa limpia, y una toalla secando su cabello. Se distrajo mirando al demonio en su cama, quien también le devolvió la mirada curioso.

—No voy a hacerlo otra vez-habló claro—¡Mi puto pene no aguanta tanto! Me has dejado seco, estúpido dobe.

—Yo no he dicho nada ttebayo-se hizo el desentendido.—¿Qué, no puedo mirarte?

—Ni deberías-reprochó, terminando de secar su cabello.

—Eres sexy, es inevitable no verte-habló lujuriosamente.

Odiaba que lo metiera en situaciones comprometedoras o vergonzosas, no sabía cómo comportarse. Naruto por más cara de bobo o niño que tuviera, era un maldito pervertido y le había mostrado todo acerca del sexo. Culpa de él, su mente estaba perturbada y sucia.

Sabiendo que lucía infantil a sus ojos, actuó igual, y le tiró la toalla húmeda en la cara.

—Cállate, dobe-le dio la espalda y salió avergonzado del cuarto.

Sintió dos presencias acercarse a la casa. Se levantó de la cama.

—Hijo, ya llegamos-escuchó la voz de la mujer, la madre de Sasuke.

—La junta terminó antes-escuchó al hombre, el padre.

—Me alegro por ustedes.

—Oh, ¿sabes quién me llamó hoy? ¡Tu hermano! está disfrutando sus merecidas vacaciones junto a una novia que conoció en la universidad.

—Lo extraño mucho…

—Todos los extrañamos, querido. Haré la cena.

Esa era la adinera familia Uchiha. El dinero les sobraba de a montones. Que Itachi no apareciera o sino no podría copular con Sasuke, y si no había sexo, correría sangre. Podía jurarlo.

Sus ojos color cielo se volvieron rojo sangre espeso y fuerte.

—Sasuke es mío. Mío y de nadie más.

Desapareció de la habitación dejando un rato al azabache en compañía de sus padres, por la noche, volvería a su cuarto y volvería a “asaltarlo” unas tres veces más para alimentarse.

Así eras todos los días… el pobre Sasuke alimentando con su esperma al demonio adicto al sexo. Al estúpido de Naruto.

Notas finales:

El extra abarcara una escena del pasado. Como invocaron a Naruto, y como este ligó con Sasuke XD Luego volverá al presente y mostrara lo que quiero plantear: “Que Naruto lo ama” pero no es consciente de ello hasta que va con Sasuke invisiblemente al colegio y los celos lo invaden.

Mañana comenzaré a escribir la segunda parte. Un beso.

nekito pervertido

Posted on 18/9/2015, 17:23

Adict@ al Yaoi

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Location: En la completa miseria que es este mundo, intentando encajar en la psicosis a la que llaman vida...

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holi pri-sama!
Amo todos tus fic y este no fue la acepcion!
Te amo! Okno XD
esperare ansiosa la segunda parte y mas fic tuyos
byeee!

akiyame kyra

Posted on 18/9/2015, 19:37

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Mi querer contyyyyyyy!!!!!!!!!!!!
Esta genial ya quiero ver a naru celosote jajajajajaj

totoro-mov

Posted on 18/9/2015, 23:11

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me gusto contry
quiero ver que paso y como se conocieron y si hay mas aaa que naru chan contry contry :=DANCING:

Saluos bye :=deeaaah:

Maxsi Neko

Posted on 19/9/2015, 02:46

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Contii onegai ! Naru-chan es un sucio corrompió a Sasuki!

Uzumaki Yukiko

Posted on 19/9/2015, 14:32

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Y quiero ver mas!!! Naruto pervertido pero bueno siendo sasuke se le entiende

pri_sasukelove20

Posted on 16/10/2015, 03:02

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Extra:

Todos guardaron silencio en la habitación. El mejor momento para hacerlo era cuando anochecía, pero Sasuke aún no lograba entenderlo del todo.

—¿Por qué en mi casa?-rompió el silencio.

—Oh, vamos, amigo. Ninguno de nosotros podía poner el lugar más que tú-sonrió Kiba—Tus padres vienen mañana, ¿verdad? Todos nosotros tenemos a alguien esperándonos en casa, es imposible que los adultos nos dejaran hacer ese tipo de cosas.

—Sigue sin gustarme la idea. No me agrada esto.

—¿Tienes miedo?-preguntó burlón, Sai.

El azabache frunció el seño ofendido.

—Claro que no. Es solo mierda de niños, cosas que asustan pero nunca ocurren.

—Corroborémoslo-miró a su otro amigo parado en el marco de la puerta—Shikamaru, apaga la luz y cierra la puerta.

—Tks… esto es tan problemático.

La habitación de Sasuke quedó solo iluminada por las velas acomodadas perfectamente en forma circular, rodeando el dibujo de un pentagrama con tiza de color azul. En total eran cinco personas contando al dueño de la casa. Uno al lado del otro. Sasuke, Kiba, Sai, Shikamaru y Suigetsu. La idea la había tenido Inuzuka Kiba solo para divertirse y pasar el rato. Solo buscaba asustar a sus amigos, nada más, no creía en las tonterías de fantasmas, demonios o almas del más allá.

—Bien, solo falta un ingrediente principal.

Todos observaron al castaño.

—Necesitamos sangre para llamarlo. No vendrá sin un sacrificio.

—¿Qué? Ah, genial-suspiró—¿Quién de aquí se infringirá daño?-preguntó Suigetsu.—Por mi parte, no, olvídalo hombre. No me dañare mi piel ni nada por el estilo-se puso de brazos cruzados.

—Lo haría, pero… no estoy a favor de lastimar mi cuerpo-respondió Sai.

—Bastardos-susurró el Uchiha.

Kiba miró a Shikamaru con ojos de borreguito.

—Paso-soltó el Nara.

—¡Oh, vamos chicos! Sasuke puso la casa, tenemos que hacer algo nosotros.

—Entonces hazlo tú-respondieron al unísono.

—No, yo… yo…-bajó la voz. La verdad no le gustaba la idea de dar sangre a un circulo para invocar un ente de otro mundo, ¿Qué tal si funcionaba y venía por él luego? De repente no le gustó la idea, tal vez deberían dejar todo y simplemente olvidarlo e ir a casa.—Chi-

—¡Al demonio, lo haré yo!-contestó harto.

Sin embargo no tuvo tiempo de seguir hablando, Sasuke le interrumpió y se cortó un dedo con un cutter rápidamente sin detenerse a pensar en el dolor. Puso el pulgar en el aire y las gotas de sangre cayeron en el centro del pentagrama, luego, volvió a acomodarse en su lugar como si nada.

—¿Contentos?-preguntó seco.

—Siento las molestias, Sasuke-se disculpó Kiba, apenado—Bien, ahora, se supone que deberíamos esperar que pase algo.

—¿Algo como qué?-preguntó Suigetsu.

—Algo paranormal. Ruidos, luces, no lo sé, señales de que no estamos solos.

Esperaron pacientemente a que algo ocurriera. Habiendo transcurrido unos minutos, todo parecía solo un chiste y aburrido, pero en el instante que insinuaban ponerse de pie del piso, las velas se apagaron.

—¡No jodas! ¿Quién lo hizo?-Kiba gritó asustado.

—Nadie, idiota-escuchó a Sasuke.

—No veo nada-comentó el Nara.

—Esto me pone los pelos de punta-susurró Sai.

—¡Oh, Dios mío! ¡Sasuke!-gritó Suigetsu. Estaba frente a frente con el Uchiha antes que todo se pusiera oscuro y solo la poca claridad de la ventana entraba al interior.

—¿Qué?-Sasuke seguía en su sitio sin mover un musculo. Y le pareció ver la mano de Suigetsu apuntándole temblorosamente.

—¡A-atrás de ti, Sa-Sasuke…!-tartamudeó.

—¡Oh, es cierto!-se unió otro compañero—Sasuke, ti-tienes dos puntos rojos arriba de tu cabeza, pa-parecen dos ojos.

—¡La luz!

Suigetsu puso en movimiento su cuerpo y se lanzó al tablero para iluminar la habitación. Cuando esta dejó atrás la oscuridad, todos observaron que detrás de Sasuke, no había nada.

—De verdad, puedo jurarlo, había dos ojos rojos detrás de ti-confesó aturdido.

—Yo también lo vi-confesó Kiba—Quiero pensar que fue imaginación producto del susto…

Sai y Shikamaru se miraron en silencio. No lo habían visto, pero habían sentido una poderosa presencia a su lado. Casi asfixiándolos con su cercanía.

Sasuke se puso de pie viendo lo alterados que estaban, quedó un momento sorprendido pero volvió a aparentar su fría expresión.

—Yo no creo en esas tonterías, pero no desconfiaré de ustedes.

—¿Sabes qué? Lo mejor será irnos, ya no tengo ganas de probar nada. Suficiente por hoy.

—Yo igual, no quiero saber nada con esto nunca más.

Suigetsu y Kiba fueron los primeros en irse, Sai y Shikamaru por otra parte, aguardaron un momento en la puerta para advertirle.

—Yo que tú mantengo un ojo abierto toda la noche-respondió el Nara lo más serio posible—No sé cómo explicarlo, pero algo entró a tu casa y no va a irse.

—¿Tienes idea de lo ridículo que suena eso?-se burló el Uchiha.

—Ridículo o no, “eso” está aquí contigo y podría hacerte daño. La curiosidad de Kiba puede costarte la vida, y yo soy un idiota por prestarme a estas cosas. Es la última vez que le sigo la corriente-suspiró, rascándose la nuca—Mañana hablamos. Llama si algo sucede, no importa la hora.

—También llámame a mí, me duermo tarde-interrumpió Sai—Presta mucha atención a los sonidos de tu habitación.

—Sí, sí, lo que digan-le restó importancia al asunto, él no sentía nada extraño a su alrededor, tal vez buscaban ponerlo paranoico pero eso no surtía efecto en un Uchiha—Nos vemos mañana.

—Adiós-respondió el dúo.

Examinó cada rincón de la casa por si las dudas, no creía en esa mierda pero sus caras de pánico lo ponían en alerta. Todo estaba normal. Eran las diez de la noche y sus padres todavía no regresaban. Decidió hacerse algo rápido para cenar y encerrarse en su cuarto, fue en ese momento, que sintió el vibrador de su móvil en la mesada de luz. Estiró el brazo, estaba recostado, y miró el mensaje.

“Cariño, surgió algo a última hora y tu padre y yo debemos resolverlo ahora mismo. Llegaremos tarde, acuéstate temprano, te amo”

Estaba acostumbrado. Casi siempre ocurría algo similar y se la pasaba solo en su hogar cocinando para una sola persona. Su hermano mayor estaba en casa de compañeros, sabía con anterioridad que también regresaría en la madrugada, era el cumpleaños de su mejor amigo y bebería hasta desfallecer.

—¿Tú me invocaste?

La voz surgió de la nada. Se puso pálido.

—¡JODER!

Estaba encimado contestando el mensaje de texto a sus padres, que retrocedió del susto ante la voz golpeándose con el cabezal de la cama. Cuando logró despabilarse, supo que no era una maldita alucinación, el chichón en la cabeza dolía una mierda. El chico estaba parado en la punta de la cama, completamente desnudo, pero no le sorprendió eso, lo que llamó más su atención fueron definitivamente la cola moviéndose por debajo de sus piernas y el par de cuernos adornando su cabellera rubia.

Iba a matarlos… mataría a sus amigos. No. Debía castigar a Kiba, él tenía toda la culpa. Estaba un poco asustado, pero un Uchiha no debía demostrarlo, no mostraría debilidades ante esa “criatura”.

—No hay duda-habló el demonio—El olor de la sangre, proviene de ti. Tú hiciste el sacrificio, tú me invocaste dattebayo.

A simple vista, el chico no parecía nada peligroso. No se veía para nada maligno como los hacían creer en las películas de terror. Pero no debía confiarse demasiado.

—De verdad, no creí que esto funcionara-habló más para él que para el otro ser.

—Entiendo tu punto ttebayo. Todos los humanos creen lo mismo. No se puede jugar con fuego sin quemarse-caminó hasta estar prácticamente a su lado, el azabache retrocedió un poco por lo raro que estaba volviéndose todo eso—Me llamo Naruto ttebayo. Soy tu demonio, y tu, mi invocador. ¡Desde hoy te pertenezco, daré lo mejor de mí para impresionarte!-respondió emocionado.

—Mira…-estaba nervioso—Yo no necesito ningún demonio. Lo que hicimos con mis amigos, fue solo un juego, lamentablemente saliste perjudicado, pero yo no te necesito.

—Eso estará difícil-sus ojos azules cambiaron repentinamente al rojo carmesí—Salí del infierno y no venía desde hace años. No puedo volver allí, quiero quedarme en el mundo de los humanos dattebayo. Tendrás que soportarme.

Mandó su nerviosismo al carajo y frunció el seño.

—¡Pues ve con otro que te necesite! Yo no te quiero aquí en mi casa, largo.

El blondo sonrió.

—Sasuke, Sasuke-cantó divertido—Mi pacto fue contigo, no hay nadie más. Tu eres mi dueño-se relamió los labios—¡Y menudo dueño me ha tocado! Estaba asqueado ante la posibilidad de alguien feo, anciano o una mujer, buah, asco.

—¿Qué…? ¿Tú eres…?-tuvo un mal presentimiento.

—Soy un demonio que ama los hombres. Hombres bien sexys con el pene muy grande dattebayo-no tuvo pelos en la lengua a la hora de confesar sus preferencias sexuales.

Las mejillas sonrojadas de Sasuke no pasaron desapercibido por el rubito.

—Y al juzgar por tu edad y forma de actuar, eres completamente virgen-sonrió encantado, hacerlo con un virgen sería la gloria—Que mayor placer que desvirgar a mi apuesto dueño-le guiñó el ojo.

—¡NI LO SUEÑES!-gritó histérico. Se paró en la cama apartándose de él.

—Tarde o temprano terminarías perdiéndolo de todas formas. Yo te guiaré por el camino más dulce del placer, Sasuke. Querrás repetirlo una y otra, y otra vez-se subió a la cama, Sasuke quedó arrinconado contra la pared respirando agitadamente—Tengo hambre, Sasuke.

—¿Hambre?-preguntó incómodo. ¿Qué mierda comían los demonios? Algo le impedía preguntar…

—Necesito que me alimentes con tu esperma, con tu dulce y abundante esperma-se tiró desnudo sobre él, tomó su rostro entre sus manos y delineó sus labios con su juguetona lengua—Es lo más delicioso que existe ttebayo.

—E-estás enfermo-susurró, ruborizado.

—Ja, ja, ja. Es la primera vez que alguien me dice así. Es solo mi alimento, y debes satisfacerme, es tu único trabajo-le lamió la mejilla—Hacerme tuyo y correrte en mi interior…

…

…

Sasuke caminaba despreocupado por el pasillo del colegio. Sai estaba en un taller de pintura, Kiba estaba enfermo en casa y Shikamaru en la biblioteca. Que amigos… al final quedó solo dando un par de vueltas, su lugar favorito para relajarse, la azotea, había sido tomada por un grupo de mequetrefes que golpeaban a los más pequeños. Podría ir y romperles la cara para recuperar su lugar, pero no, no estaba de ánimos de una pelea. Estaba cansado. Naruto le había chupado hasta lo último de su fuerza, habían tenido sexo cinco veces. ¡Apenas había dormido algo hasta que apareció el sol! Pasaba tan rápido el tiempo, maldecía eso.

No tenía una vida normal, pero no le desagradaba compartir su espacio con Naruto. Había comenzado a tenerle afecto, y siempre recordaba su tonta y característica muletilla rondando en su cabeza. Si Naruto no estuviera, es posible, es posible que todo a su alrededor fuera aburrido. El demonio era como una luz en su vida, curioso, porque viene de la oscuridad, pero era exactamente así como lo sentía.

—¡Sasuke-kun!-el grupito fastidioso de féminas no se hizo esperar. Acosadoras o fans como decían llamarse, le pisaban los talones todo el tiempo.

—¿Tienes hambre?-la presidenta se puso delante mostrando un bento—Hice una ensalada deliciosa, muy nutritiva.

—No, gracias-le dio la espalda con la intención de buscar donde estar tranquilo.

—Oh, pero, Sasuke-kun-sonrió esperando su movimiento—Está repleto de tomates. Son muy jugosos y de buena calidad, tal como te gustan-habló encantada.

El Uchiha se detuvo abruptamente ante la palabra “Tomates”, regresó hasta la joven peli-rosa y recibió el bento guardando la compostura. Sakura irradiaba felicidad pura. Sus seguidoras la adoraban más, estaba a poco de lograr compartir un momento juntos.

—Te lo devolveré después…

Las chicas miraban a la joven insinuando que le hablara, le tocaron el hombro levemente. Sakura, suspiró, es cierto, no debía desperdiciar su oportunidad.

—Yo…-empezó.

Sasuke la miró en silencio.

—Yo quería comer contigo… ¿podemos compartir el bento juntos?-preguntó sonrojada, tomándolo del brazo.

—Sakura-habló seriamente—Yo no estoy-

Las ventanas explotaron sin previo aviso. Sin explicación. Los vidrios se esparcieron en el aire llenando el piso. Los alumnos más cercanos sufrieron heridas con las astillas, Sasuke actuó rápido y cubrió a Sakura con su cuerpo cayendo al piso por el impacto. Las demás jóvenes se apartaron corriendo asustadas. Todo el colegio lo estaba experimentando. Se escucharon gritos de todas partes, la alarma contra incendios también se había activado.

—¡¿Qué está pasando, Sasuke-kun?!-preguntó angustiada, aferrada a su espalda en el piso.

—No lo sé…

—¡¡SASUKE ES MÍO, PERRA!!

El azabache tuvo segundos para reaccionar al grito de cólera del blondo tras ellos. Fue empujado contra la pared, y Naruto vestido con un pantalón negro y camisa blanca, tomó a la muchacha del cuello y la pegó contra lo más cercano que tenía.

—¡No vas a quitármelo!-no hacía más que desprender su odio contra ella.

—Aaahhhgg…-la pobre muchacha buscaba con sus manos zafarse del agarre, pero ese chico tenía mucha fuerza y su mirada carmesí le atemorizaba.

—¡Naruto!-se levantó y corrió a sujetarlo por los brazos—¡Suéltala! ¡La estás asfixiando!-hizo fuerza para detener la presión que ejercía en su compañera, pero resultaba en vano—¡NARUTO!-gritó desesperado.

Iba a matarla. Sakura comenzaba a perder el conocimiento y dejó de poner resistencia. El blondo seguía sumido en su ira apretándole el frágil cuello.

El demonio no lo escucharía. Por más explicaciones que tuviera. Miró a ambas direcciones el pasillo, la alarma de incendios había causado que todos abandonaran el complejo. Podía escuchar los murmullos en el exterior de estudiantes y profesores. Seguramente esperaban los bomberos por un incendio que no existía. Era algo mucho más horrendo lo que estaba ocurriendo…

—Naruto…-Sasuke se dejó caer rendido al suelo sintiéndose impotente y destrozado—Naruto…-la chica estaba pálida, había muerto, pero él seguía, él seguía estrangulándola sin descanso.

El Uchiha comenzó a derramar lágrimas. Era responsable de una muerte inocente. Jamás pensó que el rubio reaccionaría así algún día, pero también, nunca imaginó que vendría a su escuela. Tenía prohibido ir con él, ¿Por qué había roto esa regla? Entre sollozos, dirigió su vista hacia los pedazos de cristal regados de la ventana. Tomó uno y comenzó a cortarse una muñeca, soltó un jadeo de dolor, la sangre comenzó a salir…

—¡Vuelve, Naruto, vuelve!-gritó lastimándose. El cristal le atravesó una de las venas, y comenzó a gritar de dolor, se retorcía en el suelo. La sangre emanó de a borbotones.

El olor fuerte de aquel peculiar líquido lo estremeció de arriba a abajo. Sus garras soltaron a la mujer sin vida, que cayó acostada, volteó encontrándose con la espantosa imagen de su invocador desangrándose.

—¡SASUKE!-sus ojos volvieron a ser azules, y esa personalidad que Sasuke amaba, volvía a la normalidad—¡Sasuke, Sasuke!-se tiró al piso tomándolo entre sus brazos, observó la muñeca desgarrada—Sasuke…

Él sonrió débilmente. Estaba por perder el conocimiento, pero eso no le impidió levantar su mano sana y tomar al rubito de la mejilla en una suave caricia.

—Volviste… eres tú, Naruto…

El blondo comenzó a llorar. La primera vez que lloraba por alguien.

—Te amo… Naruto…-sus ojos se cerraron y la mano que le tocaba tan cálidamente, cayó al piso.

—No voy a dejarte ir-susurró—No lo haré, Sasuke-se inclinó dándole un tierno beso en los labios, mientras miles de lágrimas seguían escapando de sus zafiros. Tomó su muñeca herida de gravedad, sacó el pedazo de cristal que se había incrustado, y comenzó a lamerlo. Su saliva impregnada en las heridas, comenzaron a sanar increíblemente. La vena, estaba reparándose sola. Siguió lamiéndola hasta ver la capa de piel pálida tapando la carne—Perdóname-sollozó—Perdóname, mi amor… lo siento tanto…-le besó la frente y lo depositó gentilmente en el suelo.

Se levantó secándose las molestas lágrimas y llegó hasta el cuerpo sin vida de la humana. Se agachó y la tomó con delicadeza recostándola contra la pared.

—Yo…-murmuró—Estaba celoso. Estaba muy enojado, soy un demonio, y cuando me descontrolo no hay vuelta atrás-confesó. Hablaba a pesar de que ella no lo escucharía—Lo siento, pero Sasuke me pertenece. Su vida, su alma, su cuerpo y su amor. Todo de él, es mío. No voy a dárselo a nadie, así que, desiste de él-atravesó el pecho de la peli-rosa como un ser fantasmal, tomó su corazón y lo apretó tres veces seguidas. Al quitar la mano, Sakura soltó una gran bocanada de aire y su tono de piel volvió a tomar color, aún seguía inconsciente.—Siento haberte lastimado, pero lo siento aún más, por tener que borrar tus recuerdos-puso su mano en la frente de ella—Olvida todo lo que viste, olvídame y olvida tu amor por Sasuke. Olvídalo todo.

Escuchó unas sirenas aproximarse al colegio. Tomó a Sasuke entre sus brazos y desapareció con solo tronar sus dedos.

…

…

—De-detente…-jadeaba.

—¿Por qué…? Si sé que te gusta-sonrió. Seguía cabalgándolo a punto de alcanzar el deseado orgasmo junto con su joven niño ya no virgen— ¡Ah, tan bueno, tan jodidamente bueno dattebayo!

—Mal-Maldito-soltó un gemido. Lo estaba violando contra su voluntad. No podía mover sus brazos ni piernas, algo le había hecho para que se quedara pegado contra la cama mientras seguía auto penetrándose con su miembro—Me vengaré…

—No podrás, sino, mataré a tu familia. No… no tienes opción-aumentó el ritmo viendo con gracia como el pequeño se mordía el labio inferior conteniendo sonidos vergonzosos—¡Ah, ah, Sasuke, para ser un niñato… la tienes tan grande! Tan perfecta.

—¡Ah! ¡Ba-basta!-arqueó la espalda, sintiendo como el blondo lo apretaba exquisitamente.

—¿Estas apunto, verdad? ¡Hazlo!-se agachó y lamió sus labios superficialmente, provocándolo mientras seguía moviéndose—Ah, tu pene es tan rico, Sasuke, está hinchado. ¡Córrete dentro de mí, lléname con tu esperma, mi pequeño!-metió la lengua en su cavidad callando sus gemidos, dándole más placer mientras el Uchiha explotaba en su interior sin poder aguantar más.

—Mmm…-sus bocas se apartaron.

—¡¡Aaaaaah, Sasuke!!-gritó de gozo al sentir la semilla caliente del moreno esparcirse en sus entrañas—Tanto semen ttebayo. Tan rico, mi deliciosa comida…

Sasuke intentaba reponerse tras tremendo orgasmo. Su piel sudada, estaba ruborizado, y molesto. Comenzó a sentir que podía mover sus extremidades, pero estaba muy exhausto.

—Sasuke-se dejó caer sobre él y besó sus labios con toda la pasión que sentía—Dame más comida dattebayo, más esperma, mi Sasuke-sus ojos brillaban como fuego puro.

Desde ese instante… su vida sexual se volvió completamente activa y adictiva para el estúpido demonio. Ya no era virgen, ese engendro, le había arrebatado su pureza, pero… no podía evitar pensar, que había sido una experiencia demasiado placentera e inolvidable.

…

…

—Naruto…

¿Qué hora era? ¿Qué día? Podía saber que sus padres no estaban, porque Naruto estaba sentado junto a su cama con la mirada gacha. El demonio procuraba ocultarse de su familia.

—¿Cómo te sientes…?

Sasuke notó raspada su voz, como si hubiera agarrado un resfriado. Pero los demonios no se enfermaban, aunque tampoco deberían de llorar. No le miraba a los ojos, miraba su alfombra. Se vio la muñeca que se había atravesado, no había ni si quiera una cicatriz. Estaba completamente curada.

—¿Sakura, está…

—Está viva ttebayo. No te preocupes…

El pelinegro no pudo evitar sonreír aliviado.

—Gracias.

Naruto entonces, al fin, levantó la mirada. Dejando a la vista sus ojos rojos e hinchados de tanto llorar. La sonrisa de Sasuke se desvaneció.

—Ven aquí-tanteó la cama para que subiera.

Inesperadamente y para sorpresa del mismo azabache, el rubio obedeció sin chistar ni oponerse. Se sentó en la cama junto a él.

—Naruto, mírame-ordenó.

Sus ojos azules le sostuvieron la mirada débilmente. Sasuke apreció todo el dolor que contenía dentro suyo. Sus brazos lo tomaron por la cintura y besó su mejilla seguido de su frente y luego, sus labios. El blondo no lo entendía. ¿Por qué no se enojaba con él? Debería estar molesto… porque le besaba tan tiernamente. Un beso tan dulce y gentil que le hacía derramar más lágrimas.

—¿Por qué…?-preguntó llorando, cuando esos suaves labios se separaron de él—¿Por qué no me odias? Casi yo… casi…

Sasuke cubrió su boca con un dedo sin dejar de mirarle con amor. Una expresión calmada que inspiraba todos sus sentimientos hacia la persona que más amaba, su rubito endiablado.

—Ella está bien, y yo también, deja de atormentarte.

—Pero Sasuke, soy un, un…-no podía parar el llanto.

—¡Te amo!-gritó serio—¿No te lo dije? Te amo, Naruto, y eso no va a cambiar. Nunca lo hará. No puedo desechar lo que siento por ti. Ya no-sus fuerzas se vieron renovadas de golpe y tumbó al lloroso rubito en la cama para luego ponerse encima de él, abrazándolo—No llores más…-le besó tiernamente el rostro—No llores…

—Sasuke… Sasuke, te amo, te amo como jamás creí hacerlo…-abrazó su espalda buscando más su calor, su cercanía, su afecto.

El Uchiha sonrió, una sonrisa hermosa a los ojos del demonio. Juntaron sus manos apretándose y mirándose fijamente como un par de recién casados.

—Voy a hacerte el amor y voy a amarte tanto, tanto, que no podrás levantarte-sus ojos reflejaban todo lo que sentía por él. Su azabache se estaba abriendo solo para él.

Entre lágrimas el rubito asintió mostrándole una radiante sonrisa. Esta vez, sería diferente, esta vez, Sasuke tomaría las riendas. Sasuke, lo haría suyo de una manera única y mágica. Lo esperaba ansiosamente. Hace mucho, mucho tiempo.

—Ámame mucho ttebayo. Ámame hasta desfallecer…

—Lo haré-cortó la distancia, y sus labios se devoraron salvajemente. Un beso lleno de lujuria, pero de amor absoluto. Un amor tan irresistible que no habían experimentado en sus anteriores sesiones de sexo, esta vez, definitivamente, Sasuke y él, se unirían para siempre.

Syo-chan-kun

Posted on 16/10/2015, 04:37

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Sugoii seeee espero ser el primero en comentaree gusto morro motto yatta

Sin mas que decir espejo otro fic tuyo

Me despido. Matta

Maxsi Neko

Posted on 16/10/2015, 05:39

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