Amor del Inframundo. (SasuNaru) (Lemon)

Sasuke y Naruto, 2 chicos muy diferentes. El primero es un alma maldita y el segundo es un religioso. Por cosas del destino se cruzan y consiguen la respuesta a lo que ambos buscan. El amor.

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  1. naru_naru
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    SPOILER (click to view)
    Hola, aquí el gran final. Un final un tanto dificil para mi, de veras que se me hizo muy dificil pero aun asi debo terminar esto. No tengo nada que decir sobre este capítulo, solamente deseo y sea de su agrado y traten de comprender a Naruto, yo lo hago o.o

    Llore con el capítulo, es el primer final que hago y aunque esto se acaba aquí tengo pensado un epílogo para que entiendan de que va la segunda temporada, de la cual muchas se alegraran :)

    Thanks to: Usura99, XxTomoyoxX, itziritha, onigiriasahinasan y a bloody_kat. Espero y disfruten del último capítulo de este fic :'D.



    Amor del Inframundo. Por Naru_Naru.



    Amor del Inframundo.




    "Incluso si tengo que ir al infierno por el"




    —¡No lo encuentro, Minato! —La pelirroja estaba empezando a entrar en una crisis. La habitación de su único hijo estaba desolada, no había ningún rastro de Naruto. Le habían buscado por todos lados de la mansión Uzumaki pero este no parecía estar en ninguno de esos rincones.



    El rubio mayor tenía el entrecejo contraído pensando a donde podía estar su primogénito, nunca le habían hecho algo así, nunca había incumplido con sus normas, y justo ahora le daba por escaparse a la mitad de la noche.



    —Puede estar solo y perdido. O peor aun, nos ha abandonado. ¡Oh Dios mio, ayúdame! —Se lanzó al suelo rogando por la ayuda, sintiendo el fracaso de una madre, su niño había huido y ella creía saber el porqué. — ¡Oh Minato! Nuestro hijo se ha ido por nuestras restricciones, ¿cómo no pudimos darnos cuenta de que lo sofocábamos?



    El rubio se agacho hasta su altura tomando sus empapadas mejillas. La miró seguro y con una voz algo seca y ruda le contesto.



    —Esto no hemos sido nosotros, estoy completamente seguro que Uchiha Sasuke ha tenido que ver. —El rostro de la mujer se consternó en confusión.



    —Pero…



    —Nada de peros, debemos enfocarnos en encontrarlo, traerlo a salvo y separarlo de esa semilla de satanás. —Contesto con simpleza y sencillez. Kushina aun no podía aceptar esa idea, sabia que su hijo estaría totalmente en desacuerdo.



    —¿Y si Naruto no lo desea? —Se atrevió a preguntar. Su esposo sonrió y luego negó.



    —Es nuestro hijo, debe obedecernos sea como sea.



    —Pero… él ya tiene dieciocho Minato, es un mayor de edad. —Continúo contradiciendo al rubio que comenzaba a extrañarse y hartarse por la insistencia de su mujer con respecto al futuro de su hijo. — No es que acepte este gesto de rebelión, pero lo comprendo. Hemos sido muy estrictos con él. Lo sé, y lo siento.



    —No es así Kushina… Todo es culpa de…



    —Ni te atrevas a culpar al joven Uchiha que solamente ha hecho feliz a nuestro hijo. Esa sonrisa con la que llego solo se debía a su mejor amigo. —Sus lágrimas comenzaban a disminuir sintiendo la fuerza para poder confesar lo que le atormentaba. — Es nuestra culpa, siempre moldeando su personalidad a nuestro placer.



    —Al placer de Dios… ¿Qué ya has olvidado al todopoderoso? —desafió y la mujer peliroja negó con confianza.



    —Eso jamás, él me ha dado un hermoso regalo que sin darme cuenta he estado marchitando por tantos años. Sé que él amara y aceptara a nuestro hijo tal cual es, si es así, yo también lo haré. —Se levantó del suelo y con firmeza miro a Minato. — No dejare que impidas en su felicidad.



    —Yo lo amo y quiero que sea feliz. —Respondió dolido por las palabras de su mujer. — Pero no permitiré que mi hijo sea un pecador, lo protegeré.



    Antes de que siguieran discutiendo con su esposo un hombre llegó corriendo a la habitación, agitado mientras miraba a sus jefes.



    —Uno de los vigilantes a asegurado que Naruto había sido visto en un taxi junto al joven Uchiha que había llegado esa tarde. —Habló entrecortadamente por el cansancio de haber corrido. Minato frunció el entrecejo y miro severamente a Kushina donde claramente enviaba una mensaje de “Te dije que no es buena junta”



    —Creo que esto está muy claro. ¿Han averiguado a donde han ido? —El joven asintió repetidamente y caminó seguido por el rubio que estaba airado por la desobediencia de Naruto. Kushina cerró sus ojos dolida pensando en las razones por la cual Naruto había huido. Sin tardar más se levanto del suelo y continuó por el camino de su esposo.



    —Dios te lo ruego, enséñale el camino a Minato y también a mi hijo. —Pronunció inmóvil mirando al cielo deseando con todo su ser que su ruego se cumpliera. Salió de la habitación tomando el mismo rumbo que Minato. Si su hijo estaba con Sasuke empezaba a dejar de preocuparle, solamente deseaba su bienestar.



    ~o~o~





    —Así que, Sasuke. Veo que ya tienes un as bajo la manga con Naruto, utilizarlo para poder liberarte de tu condena. —Su figura era desconocida pues estaba siendo cubierto a totalidad con una túnica negra, incluyendo la cara. Su tamaño era impresionante, tanto, que lograba intimidar con solo sentirle. Cuando ella hacia su aparición se podía sentir la fría y escalofriante vibra que desprendía.



    Naruto estaba aterrado, en el suelo totalmente pegado a la pared aun sin poder ver bien, sabía que él estaba allí, y que Sasuke, parado justo al frente protegiéndole, amenazaba con la Catana que no sabía de donde había sacado.



    —Otro movimiento y te elimino. —Escuchó la voz amenazante de Sasuke.



    La tensión en el ambiente era asfixiante y aterradora, la furia de Sasuke era escalofriante pero la estadía de la entidad era sombría. Cuando menos pudo darse cuenta su cuerpo convulsionaba con pánico y desespero.



    Su respiración era entrecortada y en un imperceptible movimiento su pecho se levantaba y bajaba como intentando acompasar su respiración. Un sudor frio recorría su nuca, sus ojos se movían con desespero a todos los lados, en vanguardia para cualquier ataque sin saber como podría defenderse. Su respirar se hacía más suave hasta sentir que el oxígeno no llegaba a sus pulmones, todo para tratar desapercibido por esa fría mirada.



    ¡En cualquier momento se desmayaría si eso seguía así!



    —Naruto, descuida, yo te cuidaré con mi vida. —Oyó la voz de su novio, tan profunda pero sedosa, logró hacerle sentir fuerte y grande, con confianza. Sasuke le complementaba era su apoyo en momentos así, era su respaldo, tenía que ser el apoyo de Sasuke.



    —¿Con tu vida, eh? —Rio desagradablemente la voz fúnebre y rasposa del lado contrario de la cama. — Sasuke, tú no perteneces aquí. Este lugar es sólo para personas débiles e inservibles, eres más que eso.



    —No.



    —¿Crees que tu amor con Naruto perdurará hasta la eternidad? ¿Crees que los demás les aceptarán? ¡¿Piensas que alguien como él no estará interesado en cumplir sus expectativas?! Solamente tienes que mirarlo, es un niño de papá y mamá que nunca le ha faltado nada, pero tú, tú eres todo lo contrario… Tú sabes lo que es la vida, él en cambio…



    Silencio. Solo eso, silencio. El rubio confiaba en Sasuke, sabía que no cedería ante unas cuantas palabras, esa noche le demostró cuanto lo amaba y aunque no hubiesen tenido sexo pudo palpar sus sentimientos para con él. Habían hecho el amor de otra manera.



    Sin embargo, a pesar de confiar en Sasuke sabía que esa cosa sobrenatural era mucho para un simple humano.



    La presencia de Sasuke había cambiado de posición, este ya no cubría al menor y por supuesto que él lo noto. Cerró los ojos confiando en lo que Uchiha haya planeado.



    Y en un relámpago pudo ver el movimiento de Sasuke contra del bulto con una capa negra y fúnebre, en ese milisegundo el menor pudo captar que esta sostenía una especie de oz, muy parecida a la que aparecía en la caricatura de “Las sombrías aventuras de Billy y Mandy” Un nudo se instalo en su garganta sacando conclusiones de que cosa podía ser eso… A lo que Sasuke había estado huyendo por años.



    La muerte.



    Un choque entre la oz y la catana de Sasuke rechinó hasta el último y oscuro interior de Naruto que se encogió en la esquina sin saber que podía hacer, el miedo era enorme y su mente no trabajaba, la adrenalina tampoco estaba de su parte y con la estridente pelea que estaba delante de él le obligaba a quedarse quieto, sin ninguna visión nítida y arma con la cual defender a su amor.



    —¡Mierda! —Masculló Uchiha moviéndose de derecha a izquierda intentando esquivar con velocidad los certeros ataques de la parca, que se divertía con la desesperación y el miedo que rodeaba a su presa, reía de emoción cuando sentía el latente y temeroso corazón de Naruto. El sufrimiento le alimentaba, el dolor, esa noche estaría muy satisfecho.



    Sasuke recordó como fue la última vez que pudo escapar de allí, un amuleto religioso le salvó, pero entonces recordó fugazmente la conversación que había tenido con Naruto.







    —Entonces, ¿un crucifijo te salvo? —Preguntó el rubio con una mirada de extrañeza, un simple crucifijo no podía hacer nada, él lo sabía. Había algo más detrás de eso.



    —Ya te dije que si, con eso la parca bajo su nivel de pelea, sus energías decayeron notoriamente y no dude en aprovechar esa debilidad. —Explicó el de reflejos azules, recordando la fría noche en que engañó a la muerte. Naruto ladeó su cabeza aún pensativo. — ¿No me crees? —Cuestionó por su silencio.



    —Sasuke, un simple cristo de madera no podía hacer nada contra la mismísima muerte, todos tienen predestinado el lugar, la hora y como van a morir. Algo tan sencillo como un colgante no podía cambiar tu destino tan drásticamente. —Dedujo el menor con una mirada determinada y calculadora, cosa que Sasuke pocas veces veía.



    Uchiha miró interesado a Naruto, algo estaba insinuando y no le quería decir. Una sola mirada basto para hacerle continuar.



    —Cómo fue exactamente la conversación que tuvieron antes de que saltaras al precipicio. —Sasuke pensó un poco serio y luego le habló. No podría olvidar jamás esa charla.



    —Le mencione del "poder de Dios", que quedaba abajo ante él y más cursilerías religiosas. Pero fue justo en ese momento cuando le des valide. —Le resto importancia a sus palabras con movimiento de mano. — Después de eso recalcó el hecho que yo no creía en esa divinidad a la cual adoran, después de todo, él me había despojado del amor y no hubo más, hui.



    —¡Ahí está Sasuke! —Exclamó el rubio como si hubiese descubierto el significado de la vida; sus zafiros brillando más que nunca y una sonrisa más llamativa de lo normal. — Cuando hablaste de Dios la parca se debilitó.



    —Naruto, solamente fueron palabras.



    —Yo pienso que tú creías en esas palabras, por lo menos deseabas creer. El que busca a Dios lo encuentra. —El joven de ojos ónix contrajo su rostro en una mueca de desagrado.



    —Yo no creo que un ser divino me esté juzgando desde el cielo. —Respondió cortante y el menor negó, la religión era más que eso.



    —Dios es más que un juez el cual siempre nos observa desde el cielo. Él es amor que profana cada ser humano, está en todas partes y en nuestro ser una pequeña cantidad de Dios. —Sasuke enarcó una ceja ante tal deducción y el menor rio avergonzado mientras su mano derecha sobaba su nuca. — Sé que suena algo raro pero es algo que me parece muy importante de tener en cuenta. Además, la muerte cuando te escucho hablar de Dios con tanta seguridad temió por ella, por lo tanto te resalto las cosas malas por las cuales has pasado.



    —Quieres decir con todo esto que yo soy un Dios y que la divinidad en mi interior opacó el poder de la parca, esta sabía que yo soy Dios y por lo tanto se debilito. —Una conclusión un tanto graciosa salió de sus labios y Naruto no pudo evitar reírse ante tal ocurrencia, dio un golpe en el hombro de Uchiha por haber tomado a la ligera su esmero por darle una respuesta.



    —No te hagas el idiota, sabes de que te hablo. Lo veo en tus ojos, me amas.



    —¿Y eso tiene que ver en…?



    —Amas y Dios es amor, parte de él vive en ti y recuerda lo que conlleva la religión valores. Sé que para ti es muy difícil creer pero, estas cosas solo dependen de fe.



    —La fe no es tangible. —Refutó escéptico y se acostó en la cama siendo seguido por su novio, uno al lado del otro con sus miradas en el techo de la habitación. La mirada de Sasuke era algo ruda y Naruto ceñudo pensaba un ejemplo en como hacerle ver.



    —Me amas, ¿no? —Sasuke asintió sintiendo algo de calor en sus mejillas, siempre le recordaba lo mismo y aunque fuera verdad aun se le hacía bochornoso hablar de sus sentimientos tan expresamente. — Y, ¿crees que yo te amo?



    Uchiha se giró para conectar sus miradas.



    —Si.



    —¿Cómo lo sabes? Aunque yo te dé todas las pruebas de mi amor tu nunca podrás saber si es verdadero o no. —El mayor esbozó una muy pequeña sonrisa, ya sabía por donde iba esa conversación. — Nunca sabrás con certeza lo que yo en realidad siento por ti.



    —Creo en ti. Nunca sabré si es verdad o no, pero tengo fe en ello. Porque quiero creerlo. —El menor sonrió emocionado por las palabras de Sasuke y sin pensarlo se abrazó a él, juntando sus labios tratando de trasmitir sus sentimientos. — Te amo.



    —¡Tengo fe en eso’ttebayo!







    —Sasuke, no tienes nada que hacer aquí mejor ríndete ya y todo será menos doloroso. —Ofreció la entidad maligna, sabiendo que cuando Uchiha tenía algo por lo cual creer podía lograr a cometer su objetivo.



    —Eso no es así Sasuke ¡Yo estoy aquí para ti! —Rugió el menor con ira al escuchar las persuasiones dirigidas al moreno. Sentía que no podía pelear mucho pero en todo momento siempre estuvo allí para él. — ¡No dejaré que te vayas de mi lado!



    —Naruto. —Sus ojos buscaban con desespero la mirada de su pareja, tratando de encontrar ese apoyo el cual siempre le otorgaba, esa fuerza. En una leve iluminación de un relámpago le vio, este tenia una mirada firme y de alguna manera sonreía. Sasuke no dudo en devolver el gesto.



    Naruto era especial y por él tuvo esperanzas de ganar esa batalla que se había desatado en el momento menos oportuno.







    —¡Di queso y sonríe! —Gritó el rubio mientras se tomaba una foto junto a Sasuke, que no tomó en cuenta su petición, pues no sonrió y mucho menos dijo queso. — Oye teme, tienes que ser un poco más emocionado dattebayo. —Le miro con decepción.



    —Yo soy muy emocionado, y lo sabes. —Bromeó con un doble sentido el cual Naruto no entendió por lo que se vio obligado a explicarle un poco consiguiendo un sonrojo en las mejillas de Naruto. Espero de su parte quejas y muchos reclamos rebeldes pero en cambio consiguió un fogoso beso.



    —Me encanta esa emoción tuya… —Sonrió un poco pecaminoso y con una mirada sensual. Esta vez fue Uchiha quien se sonrojo. — Felicidades Teme, llevamos dos meses de pareja.



    —Dos meses y diecisiete horas. —Corrigió Sasuke y Naruto le miro vengativo.



    —Que detallado eres. —Respondió con sarcasmo. Y Sasuke sonrió. Jamás olvidaría el día en que formaron su relación, sin embargo su aniversario había sido unos días atrás pero no quería decepcionar al menor.







    Un movimiento con la catana intentando insertarla en el pecho flácido de la muerte, con movimientos apresurados movía su brazo de un lado a otro en todas direcciones, procurando despojarla para así poder tener minutos de escapar pero, ¿Adonde? No importaba a donde, solo un lugar done estuviera con Naruto.



    —Arrodíllate ante la pureza, asquerosa. —Ese grito fue un tanto forzado, no sabia realmente lo que hacia tanto tiempo convenciéndose que Dios no existía ya no podía hablar de el como si nada, era algo muy sencillo, no creía en el.



    Intentó creer en él, intentó sentir la paz de la cual tanto hablaban. Intento ver a Dios y su mirada subió a los ojos de Naruto.



    Un ataque frontal en el que Sasuke solo pudo rasgar su túnica. Cada vez con menos esperanzas de luchar y vivir; pero una vez más miró los ojos preocupados de Naruto.



    —Uchiha, no volveré a caer en algo como eso. Tu no crees en Dios. —Le empujo haciéndole chocar contra la pared, una fuerza brutal y el crujido de unos huesos rompiéndose taladraron los oídos de Naruto que no dudo en caminar hasta el lado de su compañero.



    —¡Sasuke! —Gritó con los ojos muy abiertos, haciendo el amago de ir a su dirección para ayudarle pero paró al oír el abrupto grito de su novio.



    —¡Naruto no te muevas! Esta es mi lucha. —Jadeó algo adolorido levantándose y fijando su mirada sin temor en los cuencos vacíos de la parca, un agujero negro de dolor y sufrimiento. — T-tienes toda la razón, yo no creo en el. —Naruto sintió su cuerpo desfallecer y la entidad maligna sonrió macabramente, lo estaba logrando.



    —Lo sé. Por eso, ven conmigo.



    —No creo en él, pero creo en el amor que tiene Naruto hacia mí, tengo fe. Algo tan preciado como eso jamás morirá. Tú nunca has conocido el amor y temes hacia a mi por eso.



    —Tú no lo conociste, ¿Qué hay de tu madre? ¿Tu padre? ¡¿Sakura?! Ellos si que te amaron. Tu madre intento abortarte, tu padre se alejó de ti y Sakura —Rio con mucha sorna— Ella si que te amaba, ¿no? —Una vez más se lanzó en su contra mientras con su oz trataba de enviarle al inframundo de una vez, mucho tiempo ya había pasado. Solamente necesitaba cortarle un poco con ella. Sasuke se movía y entonces recordó.



    —Ellos no pero, Itachi si. Mi hermano mayor me lo recordó hasta el último momento de su vida y también esta Naruto, mi único amigo y amor. Tú no puedes contra todo eso. —El hecho que antes había sido golpeado abruptamente hacia que sus movimientos fueran más lentos, aun con eso logro cortar la mano con la cual la parca sujetaba el arma. Sonrió agitado y Naruto exclamo impresionado.



    Con desgano y en un sombrío movimiento esta intento recoger su arma y defensa pero el pelinegro le desprendió su otra mano, dejándolo así sin ninguna de estas. Su respiración era forzosa y es que su cuerpo se había vuelto muy pesado por los golpes recibidos con anterioridad.



    El enviado del infierno dio contra el duro suelo en un seco golpe, haciendo que los jóvenes abrieran en grande sus ojos. Había caído.



    —Maldito humano, mira que yo intente persuadirte.



    —Sasuke ¡Lo has logrado! —El rubio sentía una especia de paz y emoción en su interior. Su novio se había liberado de la maldición que le seguiría hasta el resto de sus días. Su pelea contra el infierno había acabado. Sonrió con lágrimas en los ojos al ver a Sasuke en las mismas condiciones, un tenue rayo de luna les daba a ambos y Uchiha soltó su arma, agotado de todo, liberándose de esa enorme carga por la cual había tenido que lidiar por cuatro años, desde los quince.



    Su rostro estaba iluminante y sentía esa paz que solo obtenía al estar junto a Naruto. Caminó torpemente a la luz de su vida. Sonrió pensando que por fin podía sentir la mano de Dios sobre él, lo había logrado. Era libre.



    Naruto también camino en su dirección lentamente, esa mirada en Sasuke jamás había sido vista por él antes, quiso correr a él y salir de ese lugar de una buena vez, ya no había ningún limite entre los dos, estaban juntos y sin un impedimento pero sus piernas le fallaron y cayó. Una poderosa atracción le había hecho juntarse con el suelo.



    Levantó su mirada a Sasuke y entonces sus orbes azules se ensancharon lo suficiente como para hacerle doler, sus labios intentaron llamarle pero nada salía de ellos ni siquiera un simple sonido, su nombre no quería ser pronunciado. Quiso levantarse para ir en su ayuda, sin embargo, la atracción de antes no le dejaba moverse.



    La mirada de Sasuke era de extrañeza, no entendía que le pasaba a Naruto, quien con fuerza sobrehumana luchaba por levantarse o por gritar. La muerte parada a espaldas de Sasuke, con una sonrisa maquiavélica donde se veían sus dientes putrefactos, tenia entre sus manos la oz.



    —Sasuke… —Susurró al ver como la oz se alzaba ante su novio. El tiempo pareció haberse vuelto más lento, ya que Uchiha caminaba con muy poca velocidad.



    Naruto sintió una lagrima caer de sus ojos. Y rogó a una divinidad por su ayuda.



    —Te lo ruego, no lo hagas. —Continuó hablando en susurros mientras que la parca hizo el movimiento final, incrustando en la pálida espalda de Sasuke su afilada oz. — ¡No! —Entonces fue cuando toda esa desesperación y miedo recorrió su garganta hasta llegar a su boca donde broto en un grito de dolor.



    La mirada de Uchiha era de impresión, sus pupilas negras temblaban y con el pecho ensangrentado convulsionaba aterradoramente. Aún con todo eso continuaba con su vista fija en Naruto, diciéndole tantas cosas en esta. Abrió la boca intentando pronunciar unas pocas palabras, tosió en busca de oxigeno y más fluido carmín emanaba su boca.



    El rubio seguía sin salir de su impresión oyendo la brusca risa de la muerte que satisfecha veía la escena con un destello especial en sus cuencas. El cuerpo de Sasuke cayó abruptamente y solamente así dejo de sentir esa presión que le mantenía atado al suelo, un poder sobrenatural. Gateo hasta llegar al lado de Sasuke y con manos temblorosas le giró, dejándole a espaldas del suelo y frente a él.



    No sabia exactamente que podía hacer, la desesperación y la impotencia le llenaban por dentro haciendo que derramara mares de lagrimas ante la empobrecida mirada de Sasuke que en un gran esfuerzo le sonrió. Abrió su boca con debilidad respirando cada vez mas lento y aumentando el terror del menor.



    —Tranquilo Sasuke, estarás bien. Y-yo pararé la hemorragia, y-yo… —Sus manos fueron a la gran herida del pelinegro y sin recordar ni un poco de sus clases de primeros auxilio intento hacer algo para retenerle junto a él, para no dejarle ir. Una vez más Sasuke hizo un gran esfuerzo por hablarle pero Naruto no estaba dispuesto a que se esforzara. — No hables, no tienes de que preocuparte aquí a tu lado estoy y no pienso dejarte ir. —Presionaba más y más la incisión.



    Uchiha apenas podía mirarle, eso era una mala señal. El tiempo parecía detenerse en esos cortos segundos donde la desgracia hacia acto de aparición, pero para Naruto los segundos parecían horas.



    —Naruto, n-no puedo oírte… —Susurro Sasuke, el mencionado deformó su cara en una mueca de terror, — C-casi… No veo t-tus hermosos ojos… —Se abrazó con fuerza a su cuerpo en reposo, en un vano intento de contenerle junto a él.



    —No te dejaré… —Lloró amargamente contra el pecho de Sasuke, oyendo su lento y perezoso corazón latir. Su piel cada vez más fría y blanquecina de lo normal. Sus ojos iban perdiendo su brillo al igual que su color y su voz se iba perdiendo. — No quiero que te vayas…



    —Gracias por darme fe y es-peranz … —Su voz se desvanecía y Naruto temía por el tiempo en el cual Sasuke continuaría hablándole. — T-te am… —Miró por ultima vez sus ojos notando algo de temor en ellos pero con una sonrisa en sus labios.



    —No… ¡No! ¡Sasuke! —Sus gritos se debían al sentir que los movimientos casi imperceptibles de Sasuke se volvieron inexistente. Su pecho ya no se movía y sus ojos sin mirar a ningún lugar en específico estaban sin vida. Su corazón dolía, sabia que Sasuke jamás volvería y el deseaba irse en su compañía. Después de todo lo que habían compartido, solo quedaban sus recuerdos…



    Le hacia falta. Le hacia mucha falta. El saber que ya no despertaría a su lado, que no le vería una sonrisa arrogante nunca mas, que sus manos ya no le tocarían y sus brazos no le envolverían entre ellos.



    —Es el momento que desaparezca… Muy pronto vendrás por mi, Naruto. —Todo se volvió negro.



    ~o~o~





    Oscuridad y el frío ambiente volvió a ser cálido, había muchas luces y lámparas a su alrededor y su cuerpo bronceado estaba siendo rodeado por las suaves sábanas de la cama, sus ojos se abrieron al oír que la puerta era tocada y se levantó abruptamente al recordarlo todo.



    —¡Sasuke! —Gritó desesperado buscándolo con la vista, y sintiendo haber vivido una especia de sueño o alucinación. Su cuerpo estaba cubierto por una bata, miro a la derecha y entonces vio a Sasuke, con los ojos cerrados entre las sábanas.



    Confundido, así se encontraba Naruto. ¿Todo había sido un sueño?



    —Sasuke, ¿todo fue un sueño? —Sonrió un poco y desconcertado miro a todos lados. — ¿Dónde me encuentro?



    La puerta fue abierta de manera abrupta dando paso a los padres del rubio, que les miraban preocupados. Kushina corrió a abrazarle con una sonrisa de dolor y le acaricio con suavidad, sentía tanta empatía hacia su hijo, seguro era muy doloroso por lo que había pasado. Le sobó la espalda en manera circular, como lo solía hacer cuando consolaba a Naruto porque había caído de la bicicleta.



    Minato, con ojos comprensibles miraba al menor y sus ojos se humedecieron, abrazándose también a su hijo.



    —Lo siento, Naruto. —Habló el rubio mayor, haciendo que el menor estuviera más confundido que antes. No sabia donde se encontraba ni como sus padres le habían conseguido.



    —¿Qué esta pasando? ¿Dónde estoy? —Indagó el menor correspondiendo el abrazo de sus progenitores, su padre se había disculpado con el, no sabia la razón pero lo había hecho.



    Al separarse Minato rodeo a Kushina con sus brazos y esta sonrió tristemente.



    —Estas en el hospital, bebé. —El menor ladeo la cabeza curioso, ¿hospital? Había pasado algo. A la habitación entraron unos hombres con una camilla en donde acostaron a Sasuke para sacarlo de la habitación. Naruto algo impactado por el poco tacto con el cual le trataban reclamo.



    —¡Hey! Tengan cuidado con mi amigo. —Furioso miró como le hacían caso omiso y se lo llevaban a otra habitación. Minato miro triste a la pelirroja y el menor noto eso, seguia sin entender muchas cosas y la poca comunicación de sus padres le sacaba de quicio. — ¿Qué me están ocultando? ¿y a donde se llevan a Sasuke?



    —Hijo, quiero que te calmes un poco y al ver que no recuerdas nada te diremos que paso hace unas horas. —Propuso su padre al sentarse en los muebles de la blanca y cálida habitación.



    —Estoy calmado, ¡solamente díganme!



    —Minato y yo encontramos el hotel en el que tú y tu amigo Uchiha se encontraban. No dudamos en pedir las llaves de la habitación para ir por ti y traerte de vuelta a la casa pero no contábamos con que… —Silencio, el rubio menor pidió una explicación a su padre.



    —Sólo díganmelo por favor.



    —No contábamos con encontrarnos con el cuerpo sin vida de tu amigo. —Parpadeo repetidas veces tratando de procesar la información.



    —El cuerpo sin vida… —Se repitió confuso aun sin llegar a darle un significado a esas palabras, su mente estaba en shock y entonces cuando sus neuronas logran conectar lo vivido anteriormente con las palabras de sus padres pudo comprender que nada había sido soñado.



    Negó lentamente sus ojos se humedecieron y sus manos se volvieron unos puños, lo había perdido. No había ganado la batalla.



    —Sasuke ha… muerto. —Repitió Kushina entristecida por el dolor de su hijo y entonces Naruto reacciono como ninguno de los padres se lo hubiese imaginado.



    —¡Yo lo amo! ¡Lo amo más que a un amigo! —Gritó con dolor mientras intentaba arrancarse todos los cables que se conectaban a su cuerpo, sentía tantas cosas que no sabia cual tomar y como expresarlas.



    Ira, estaba furioso, daba golpes a diestra y siniestra sin importarle nada.



    Odio, estaba odiando a la muerte por haber robado la felicidad de Sasuke, por haberle negado un poco de amor.



    Tristeza, se sentía solo, sin Sasuke sentía que su mundo era en blanco y negro y que el amor de sus padres no era suficiente. Lloraba, gritaba y peleaba. De inmediato entraron enfermeras intentando inyectarle un sedante, después de un minuto de lucha cometieron su objetivo y Naruto fue cayendo en un sueño muy profundo, donde en él se encontraba Uchiha sonriéndole, y abrazándole.



    Si tenía que dormir para siempre para volver a verlo, lo haría.



    —Kushina, nuestro hijo es gay…



    —Eso es lo que menos importa ahora, debemos velar por su salud después de esta gran perdida. Fue su primer amor, Minato. —Le miró pidiendo su apoyo y el hombre desvió su mirada.



    —Pero él…



    —Por favor, comprende a tu hijo. —Cerró sus ojos azules, mientras pensaba en el bienestar de Naruto. Lo mejor sería preocuparse por su salud, aunque estuviera rompiendo las líneas de su fanatismo hacia la religión, después de todo, Naruto era todo para él.



    —Tienes razón.



    ~o~o~





    —Naruto… —El menor miró a Deidara con seriedad, se sentía algo agotado y lo ultimo que deseaba era tener visitas. Habían pasado cuatro meses desde la muerte de Sasuke y sus padres le habían conseguido un psicólogo preocupados al extremo del impacto que tuvo la muerte de Sasuke en él.



    Su mirada era vacía, no expresaba nada en ella, tal vez cansancio. El rubio mayor miraba con desesperación el silencio de su amigo, pero de una parte lo entendía. Ya no emitía casi palabras.



    —Por favor, respóndeme. ¿Cómo te sientes? —Insistió y la mirada del menor bajo hasta sus piernas, con la cabeza gacha y una expresión de desinterés. — Sasuke jamás hubiese deseado esto.



    Naruto sintió un escalofrío recorrer su cuerpo, y su entrecejo se frunció.



    —Nunca sabremos que quería Sasuke, después de todo el ya no esta aquí… —Su voz no era tan apagado como su mirada, mas bien era cortante y desafiante. Cuando hablaban de Uchiha lograba cambiar mucho.



    —Tú si lo sabes, lo conociste más que nadie. —El rubio mayor que estaba al lado de la cama de su amigo, intento posar su mano derecha en su hombro, en una muestra de afecto y fuerzas. Naruto la rechazo. — No tienes que culparte por lo que paso, nadie hubiese imaginado que sufriría un atentado mientras dormías.



    El menor sonrió con ironía. Un atentado, eso era lo que le habían planteado sus padres, mas no los policías que hasta llegaron a acusar a Naruto de culpable al no ver prueba que demostrara lo contrario, pero ese hecho también le ayudo, sino habían pruebas no podía ir a la cárcel.



    —Tú también crees que yo lo mate, ¿no es así? —Deidara negó ferviente, él sabía que Naruto era incapaz de algo así. — ¿Entonces que haces aquí?



    —Quise venir a verte, he estado muy preocupado por ti. —Declaró con una sonrisa. Naruto bufó y le miro una vez más, esta vez incrédulo. — Me alegra saber que estas viviendo aquí.



    —¿Viniste desde la Universidad hasta el fin del mundo? —Deidara asintió. Su universidad quedaba muy lejos del lugar al cual los padres de Naruto se habían mudado después de sacar a este de la universidad. — ¿Para saber como estoy? —Otra vez recibió una respuesta afirmativa. — Bien, estas perdiendo tu tiempo.



    —Quiero referirme con la partida de Sasuke… ¿Cómo te encuentras con respecto a eso? — Indago con cuidado. Uzumaki le miro rudamente, con sus ojos consternados.



    —¿Qué deseas que te diga? Cuando se van, luego nunca vuelven, pero eso no importa seguiré con mi vida y ya está. ¡Soy muy feliz!



    —Esta bien que sientas tristeza —Susurró el mayor al oírle decir que era feliz. — Sé que quieres irte con esa persona que te amaba, pues no te confíes, la vida da vueltas inesperadas. —Los ojos cielo del menos temblaron, ¿Qué se creía el a decirle esas cosas?



    —¡No me interesa las vueltas que da la vida! —Deidara estaba impresionado por el cambio tan remoto que sufría el menor, esa personalidad era muy diferente a la que el conocía. Entristecido se encontraba por que había perdido esa bondad con el dolor de una perdida. —Es duro perder a alguien cercano, pero ya no esta conmigo y tengo que aceptarlo, esa es toda la verdad.



    Deidara busco en su mente unas palabras sabias y que pudieran servir de consuelo para Uzumaki, que parecía un poco bipolar por esos cambios de actitud.



    —Vivirá en tu interior si así lo deseas. Mientras lo recuerdes y le valores estará allí. —Respondió buscando aceptación por sus palabras teniendo como resultado una risotada de arrogancia.



    —Lo recuerdo y lo aun lo amo, pero ¿sabes lo que obtengo? ¡Dolor y furia! No tengo nada más, solamente eso. ¿Así es como vivirá en mi interior? —Preguntó al rubio mayor.



    —Dios quiso que fuera su momento…



    —¡No me hables de Dios ahora! Esto es porque queramos o no estamos unidos al tiempo, el destino nos dice cuando llega el momento. No Dios. Por desgracia a Sasuke le llega muy pronto, sabes si fuese un Dios quien se lleva nuestras almas no lo veo justo, no pude ni despedirme, me lo quito todo sin avisar antes de irse. —Respiró algo agitado y luego con un suave suspiro se calmo ante la mirada de Deidara y de sus padres que recién habían entrado a la habitación por los griteríos.— Es un intercambio de una persona por la tristeza,



    —Reza… Te ayudará. —Recomendó el rubio mayor.



    —Eso no sirve de nada… —Contesto en voz alta tratando de que sus padres también lo oyeras. Que todos se enteraran de su forma de pensar.



    Deidara asintió.



    —Solo es cuestión de fe. —Fueron las palabras precisas para hacer que Naruto estallara en ira y llanto. La palabra fe le hacia doler el corazón.



    ~o~o~





    Naruto caminaba lentamente hasta el acantilado, mirando como el mar azul se agitaba. El cielo gris parecía querer quejar su inconformidad mediante relámpagos y truenos. Parecía querer impedir lo imposible.



    Sus ojos ya no podían mantener lágrimas, todas se habían secado hace un año de la muerte de su novio. Su corazón latía por obligación y sus esperanzas murieron junto con Sasuke. Su mundo de blanco y negro ahora solo quedaba en negro mientras que recordaba lo que una vez le hizo feliz.



    Recordó a su hermosa madre, tan amable y comprensible, le quería tanto. Pero ella jamás le daría lo que estaba buscando.



    También su padre, un hombre fuerte pero no podía dejar de quererle, en su vida habían compartido muchas cosas juntos.



    Sus amigos de la universidad, Deidara, Gaara, Kiba, Shikamaru… Todos.



    —Espero y algún día todos puedan perdonarme.



    Sonreía nostálgicamente mientras oía la voz de Sasuke a lo lejos, le hablaba y le llamaba, pero no con el tono que le hubiese gustado, más bien era angustioso y con tristeza. Dio otro paso.



    Un paso más cerca de su partida.



    —No lo hagas… —Nítidamente escucho a su amor, rogándole porque no llegara hasta el final. El menor sonrió mas aun escuchando su voz, estaría junto a el por toda la eternidad, aunque tuviese que quemarse en las llamas del infierno. — Para ya, dobe…



    —Iré en tu dirección, Teme. —Su corazón salto de alegría al oír ese lindo apodo con el cual Sasuke le llamaba todo el tiempo, le recordaba tanto a aquellos tiempos. Cuando estaba vivo.



    Sentía que le vida le daría una segunda oportunidad para estar los dos. Tenia fe en ello, aunque esta le hubiese fallado antes.



    —Vive por mí…



    —Cuando te marchaste mi alma se fue junto a ti, ahora solo soy un cuerpo flácido y sin vida. —Respondió el menor algo nervioso por los ruegos de Sasuke, como si no deseara estar junto a él. Camino mas rápido mirando a la gran altura que se encontraba, un salto y moriría de seguro.



    —No sigas…



    Miro una vez más y por alguna razón no sintió miedo, ni culpa. Ya no podía sentir, todas sus emociones se habían distorsionado y estas no funcionaban en él.



    Llovía, el cielo había comenzado a llorar por su partida pero él no podía estar más que feliz, sentía una inmensa alegría, combinada con una paz indescifrable. Además de la emoción. Ya era hora.



    —Quiero tu amor Sasuke, —Susurro lejano, sintiendo algo parecido a un empujón. Le incitaban a saltar. — Y lo tendré incluso si tengo que ir hasta el infierno por el.



    *Te dije que su amor no duraría mucho.



    Y saltó, dejando atrás el pasado y el dolor, a su familia y amigos. Liberándose de todo y de todos. Sus recuerdos de Sasuke y él trascenderían la muerte y el tiempo, para así poder estar juntos. Un alma que se había acostumbrado a la compañía de su gemela y ahora no sabía como vivir sin esta. El dolor de su cuerpo era solo algo mínimo, pero todo seria recompensado después.



    —Juntos para siempre…


    SPOILER (click to view)
    Allí está T_T no me maten, y comprendan que es necesario algo así para la segunda parte, el epílogo es muy corto y lo más probable es que sea subido dentro de tres semanas. ¿Por qué? Pues no lo sé xD. Gracias a todos por seguir este fic hasta el cansancio, por sus reviews, su apoyo, los favoritos, ¡gracias por todo! Sin más se despide su leas y siempre fiel escritora Naru_Naru. Se les aprecia y un abrazo.
     
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