*El camino de lágrimas* (Sasu-Naru) ¡Capitulo: 40! Acercándose al final

Sasuke desea tener hijos pero Naruto no puede dárselos. Por lo que toma la decisión de dejarlo y quedarse con Gaara, quien es un doncel y espera un hijo suyo.

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  1. pri_sasukelove20
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    Capi 2:



    Quedaron en silencio y sus ojos se abrieron ante la sorprendente imagen. De las escaleras bajaba su rubio compañero vistiendo una camiseta gris y un jean negro, con unas zapatillas deportivas color negro. Lo que les dejaba en estado de perplejidad, era su radiante sonrisa.

    —¿Naruto?-preguntaron al unisonó.

    —Hola amigos-sonrió.

    —¿Cómo te sientes?-cuestionó Ino, que lo tomó de los hombros.

    —Mejor-murmuró serio-Chicos…-miró a todos-Gracias por estar conmigo siempre, y preocuparse. Se los agradezco mucho, de verdad.

    —No hay de que, Idiota-Kiba golpeó con suavidad el brazo del ojiazul.

    —Necesito que sepan… que me llevará tiempo esto y la mayor parte del día me dedicaré a otras cosas, ya saben… distraerme.

    —Me parece bien-comentó Neji-No solo el estudio, ¿Hay algún curso del instituto que te interese?

    El rubio llevó una mano al mentón de forma pensativa. Miró a su amigo sonriendo.

    —La naturaleza.

    —¿Ah?

    —Acaba de abrirse un sección para aquellos que quieran colaborar y limpiar los ríos, patios y plazas de la cuidad. Había pensado ir…-bajó la mirada-Pero ya saben… quería tener más tiempo con… con Sasuke.

    —Tranquilo, Naruto. Desecha esas penas e intenta avanzar, porque Sasuke hará lo mismo, y aunque duela, sé que con tu fuerza de voluntad podrás hacerlo. Eres el más hiperactivo del equipo, el más sonriente, el que siempre tiene ideas algo extrañas y que por alguna razón terminamos haciéndolas-rió Kiba-Así que hombre…-le rodeó la espalda-No llores. Por qué nos tienes a nosotros, y no te dejáremos nunca.

    —Kiba…-sonrió de manera tristona.

    —Es lo más inteligente e increíble que has dicho Kiba-se burló el pelinegro.

    —Que gracioso… Sai.

    —Naru… cuenta para lo que necesites. Todos te apoyaremos-habló tímida la oji-perla.

    —Mi prima tiene razón. Naruto, tal vez sientas que es el fin del mundo, pero créeme que encontraras mejores personas y te valoraran por lo que eres. Sasuke no tiene porque ser el último amor de tu vida, eres joven, con apenas 18 años tienes demasiado por delante. No te rindas.

    —Es fácil decirlo amigo, pero difícil hacerlo. Todavía lo sigo amando… snif…-comenzó a sollozar, llevando rápido la mano a su rostro-Lo siento.

    —Naruto… no puedes mostrarte débil. Debes mostrarte firme ante Sasuke, mañana lo verás en el salón y te lo podrías chocar en los pasillos o salida, tienes que aprender a sobrellevarlo.

    Miró a Shikamaru, atentamente.

    —¿Sabes lo que tienes que hacer si en el remoto caso te dirigiera la palabra?

    —Supongo… que tratar de esquivarlo-susurró.

    —La palabra exacta seria ignorarlo, y si te jode, no te preocupes le romperé todo su escultural rostro de cual se enorgullece… y también pienso dejarlo estéril cuando le de semejante golpe es sus mal…

    —¡¡¡KIBA!!!-gritaron.

    —Solo decía-se puso de brazos cruzados.

    —Kiba dice lo correcto. Ignóralo. Y no te preocupes, nosotros estaremos contigo tanto a la entrada como a la salida. Haremos lo de siempre, antes Sasuke te acompañaba a casa, ahora todos nosotros lo haremos… pero si llegara a pasar que estás solo, eso es lo primordial. Hazte respetar Naruto. Porque él ya no tiene nada que ver en tu vida.

    —Si te saluda, salúdalo. Pero nada más-agregó Neji.

    —Trata de poner una expresión seria o desinteresada-alegó Ino.

    —Vístete diferente.

    Todos miraron a Sai.

    —¿Qué?

    Fue ahí que todos recapacitaron en la situación.

    —Tks… Naruto, enn…

    —Parece que intentáramos renovarlo a nuestro gusto-exclamo el oji-perla, serio.

    —¿Chicos?-observo el silencio del resto.

    —Naruto, no queremos tratar de cambiarte y convertirte en un chico malo o algo así. Actúa como quieras. Es tu decisión. Si quieres hablarle, saludarle, no se… enn… cambiar tu actitud o estilo de ropa, hazlo tú no porque te lo pidamos-habló seria su amiga-No queremos perder al sonriente Naruto de nuestro salón, y si llegase a suceder, será porque tu lo decidiste, no porque te obligáramos.

    —No podría haberlo dicho mejor-comentó Neji-Depende de ti Naruto. No importa que, nosotros estaremos ahí para apoyarte.

    —Amigos… snif…-se abalanzó a abrazarlos a todos. Al menos, a los que tenía al alcance.

    La noche cayó, y todos se retiraron a sus hogares. Mañana retomaría las clases y debería pedir los deberes, sin contar con dar una excusa a los profesores.

    Miró el reloj en la pared, 22:30. Sus padres habían fallecido cuando era muy pequeño, lo había criado su abuelo quien se volvió un famoso escritor de novelas románticas. Al cumplir los 18, pidió permiso al mayor de poder vivir solo, ya que deseaba más privacidad y pasar con Sasuke noches que no olvidaría nunca. Hasta hace unos días lo había ido a visitar, pero no sabía nada de su reciente separación ni la depresión que lo lastimaba. Algo que no le gustaba, era preocupar a su abuelo, era el único familiar que le quedaba además de su padrino. Kakashi Hatake vivía un poco lejos y no contaba con el dinero para ir a visitarlo, pero el peli-plata siempre se tomaba días libres para ver a su único sobrino.

    Su familia era pequeña pero estaba feliz con eso. Porque sus amigos de alguna manera, también eran familiares. Sonrío ante el bonito pensamiento.

    Controló que todo estuviese bajo llave y se encerró en su cuarto. Mañana retomaría no solo las clases, sino el cuidar de su salud. Analizó su figura en el espejo enorme que estaba situado en el centro de su habitación, abarcaba toda su imagen, no le extrañó ver sus ojos azules casi sin vida. Entendía que llorar y seguir con ese sufrimiento le dañaría no solo por el interior sino también el exterior de su persona.

    —¿Cambiar…?

    Esa simple palabra conllevaba grandes situaciones. Revisó su placar, adentro, la mayoría de sus prendas eran colores chillones y fuertes. Naranja, amarillo, verde claro, celeste, rojo… ropa oscura, casi nada.

    —Cambiar… creo que… sería bueno.

    Sacó de su cajón unas tijeras y mirándose al espejo, inició unos cortes en sus cabellos. Se había dejado crecer bastante, sus dorados mechones llegaban hasta pasar el cuello, tocaban su espalda.

    Aquella noche… sería muy larga.




    El día era resplandeciente. Haría mucho calor. En la entrada del instituto se encontraban los amigos del rubio a la espera del mismo.

    —¿Por qué no fuimos a buscarlo a su casa?

    —Ya te lo dije Kiba, ayer me llamó y dijo que lo esperáramos en la entrada del instituto, porque quería mostrarnos algo. Lo oí muy animado-sonrió Ino.

    —Ese de haya se parece a Naruto-señalo Neji al frente, un joven rubio caminaba directo a ellos.

    Shikamaru miró fijo al individuo que se acercaba, agrandó los ojos.

    —Es Naruto.

    Las miradas recayeron en el pelinegro.

    —Je, je… que gracioso eres… ese chico que parece modelo de televisión te parece…

    Neji lo tomó de los hombros y lo obligó a darse vuelta. El silencio se izo al instante.

    —Hola chicos… esto quería mostrarles-habló sonriente-¿Cómo me veo?

    —…



    Sasuke estaba apoyado en la pared medio perdido en sus pensamientos, cuando uno de sus compañeros lo sacó de trance.

    —Sasuke… ¿Qué ese de haya no es tu ex?-preguntó confuso un joven de cabellos colorados.

    —Juugo… ese chico, es imposible que se parezca a…

    —Está con el grupo que acostumbra. ¡Es él! ¡Naruto!

    —¡¿Qué?!

    El joven de cabellos platinados se puso de pie del suelo y clavó sus ojos lilas en el rubio de la entrada. Tras confirmarlo, la quijada se le abrió de sorpresa y luego miró serio a su colega.

    —Te digo algo Sasuke… perdiste a un bombonazo. La palabra sexy no alcanza para describirlo…

    —Tks…

    (Continuará)

     
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