*El camino de lágrimas* (Sasu-Naru) ¡Capitulo: 40! Acercándose al final

Sasuke desea tener hijos pero Naruto no puede dárselos. Por lo que toma la decisión de dejarlo y quedarse con Gaara, quien es un doncel y espera un hijo suyo.

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  1. pri_sasukelove20
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    Capi 6:



    Habían pasado cuatro días desde lo ocurrido con Gaara.

    La clase era tranquila sin ningún sobresalto. No había gritos ni bromas por parte de los estudiantes, ni siquiera interrumpían las horas del profesor con sus risas o charlas.

    Todos estaban serios copiando lo que escribía el mayor en la pizarra. Junto a un rubio que naufragaba en sus pensamientos.

    Ayer… Iruka-sensei fue a la casa de los Sabaku no.

    Estaba preocupado, además Sasuke tampoco se apareció. Cuatro días faltando.

    Iruka dijo frente a la clase algo que me dolió en el alma, yo y Sai… no sabíamos cómo reaccionar.

    Nos quedamos en silencio por varios minutos.

    “Gaara perdió el bebe, esta algo delicado. Sasuke lo está cuidando junto a la familia”



    Perdón… perdón Gaara, Sasuke… yo…

    —¿Naruto? ¡Naruto!

    El rubio levantó el rostro sorprendido y sonrió con pena.

    —Lo siento, sensei.

    El castaño suspiró. Sabía bien que su alumno estaba triste por la situación, Iruka estuvo al tanto del rompimiento con Sasuke. Una parte de él deseaba castigar al moreno, pero no era asunto suyo, aunque siempre se mostraba dispuesto a ayudar al ojiazul. Pero Naruto se cerraba y se dañaba solo.

    —Por favor, no te distraigas. Recuerda que la semana que viene, habrá un examen de esto. Si hay algo que no entiendas, dímelo y volveré a explicarlo.

    —Gracias, Iruka-sensei-sonrió con sinceridad-Así lo haré.

    Las horas pasaron rápidamente. A la salida como era de esperarse, los amigos del rubio lo acompañaban a casa intentando animarlo.

    —No debes sentirte culpable-habló el oji-perla serio.

    —Si, Naruto. Ya déjalo-comentó Kiba.

    —A veces… estas cosas pasan. A lo mejor izo algún esfuerzo y pues…-calló Shikamaru.

    —Tal vez tengan razón, pero… yo… en alguna parte de mi, quise que sufriera-susurró con la voz quebrada-pero no quería que una vida inocente pagara por los errores de otro.

    —Tks… Naruto-lo tomó de los hombros. Todos se detuvieron a mirarlos-Escucha… debes dejar de sentirte mal, este cambio que ahora tienes significa un nuevo Naruto ¿verdad? Pues déjame decirte… que hasta ahora no veo la diferencia. Te veo inseguro, dudoso, melancólico… ¿Sabes lo que me causa eso? ¿Ver tu rostro triste todo el tiempo? Lástima… me das lástima, Naruto.

    Todos miraron perplejos a Shikamaru, su forma de hablar había sonado ruda. Algo que en el perezoso del equipo no era común.

    —Oye Shikamaru…-Kiba iba a interrumpir.

    —Déjenme hablar-respondió serio. Naruto lo miraba con angustia, sentía que pronto las lágrimas volverían a salir de sus ojos-Vaya… ¿te dolió?-preguntó sarcástico.

    El rubio negó, pero el otro sabía que estaba a punto de hacerlo. Había que ser duro para que entendiera.

    —Estamos contigo para que no te sientas mal. Sabemos que no es fácil sobrellevarlo, y ahora sucede esto. Y te culpas de algo que podría haber pasado con o sin tus pensamientos, deja de creer que el mal está contigo. Lo que dijiste fue pura casualidad, lo deseaste porque estabas enfadado… cualquiera que estuviera en tu lugar se sentiría así. Con bronca, ver la persona que uno amó con otro, es difícil. Pero tú, tú Naruto… ¡¡¡Estás hecho de una voluntad de hierro!!!-levantó la voz-¿¿Quién animó a Kiba cuando su perro murió??

    —Yo…-susurró.

    Kiba sonrió melancólico.

    —¡¿¿Quién defendió a Hinata de ser violada en una plaza que estaba casi vacía??! La defendiste con valentía, y a pesar de que eran tres contra ti, no te rendiste.

    —¡¡¡Naruto-kun siempre estaré agradecida contigo!!!-exclamó la tímida peli-azul.

    —Has hecho mucho por nosotros… y nunca nos pediste nada-respondió más calmado-Estuviste siempre para cada uno. Cuando nos dijiste que Sasuke se te había confesado, todos nos pusimos muy felices. Yo decía… “Naruto ha encontrado la felicidad más pronto que nosotros y se lo merece” “Es un amigo irremplazable y se merece ser feliz”

    El blondo comenzó a derramar lágrimas en silencio. El joven de coleta sonrió.

    —Y cuando te dejó… todos sufrimos por ti, idiota…

    Naruto se abalanzó a abrasarlo, y el resto del grupo también se acercó a rodear al rubio.

    Se sentía muy unido a ellos, muy apoyado.

    —No estás solo, Naruto-habló Kiba.

    —Nosotros vamos a estar para ti a cualquier hora-respondió Sai, sonriendo verdaderamente.

    —A veces siento…-sollozó-que no los merezco…

    —¡Naru no llores!

    —Hinata…

    —Que problemático… ja, ja…

    —¿Shikamaru, estás riendo?-miraron raro a su amigo.

    —¡¿Qué, no puedo reírme?!

    —Je, je, je… chicos… se los agradezco mucho.

    OOOooOOO


    La puerta era tocada con insistencia. Sasuke bajó de mala gana las escaleras hasta la entrada seguido por un pellirrojo de mirada tristona.

    —¿Quién es el molesto que interrumpe?-giró la llave y se dispuso a abrir la puerta.

    Sus ojos se abrieron de la sorpresa.

    —¿Puedo entrar?-preguntó sarcástico la otra voz.

    El azabache le dio espacio para que ingresara algo perturbado por su llegada.

    —No te esperaba tan pronto.

    —Acabé más rápido, Sasuke-miró al otro chico que seguía sobre las escaleras-¿Y tú quien eres?

    —Yo…

    —Es mi novio, Gaara-interrumpió el menor.

    El mayor no pudo evitar desencajar su mandíbula unos instantes. Le miró con perplejidad.

    —¿Qué mierda significa eso?-preguntó de mala manera.

    —Lo que escuchaste-respondió con frialdad, cruzándose de brazos.

    —¡¡¿Sasuke, que pasó con Naruto?!!-gritó furioso.

    —Gaara sube a mi cuarto-habló sin inmutarse ante lo dicho por el otro.

    El pellirrojo asintió y subió rápido las escaleras, perdiéndose en el pasillo.

    —¡¡Responde!!

    —Terminé con él-dijo sin sentimiento-Tú debes saber mejor que nadie, porque…

    —¡¿Por qué no era un Doncel, verdad?! Mil veces tuvimos esta discusión Sasuke. ¡¡Eres un maldito insensible!! Seguramente no te importó como lo tomaría él… Naruto es una persona maravillosa. Lo que hiciste… no tiene perdón.

    —Ya cállate, me da dolor de cabeza-levantó su mano llevándola a la frente.

    —Debo suponer que ese tal Gaara, es doncel y seguramente está esperando un hijo tuyo. ¿Verdad?

    Sasuke sonrió de medio lado. No tenía porque saber lo ocurrido hace cuatro días…

    —Estábamos a punto de hacerlo y te apareces.

    El pelinegro frunció el seño con molestia.

    —Pues que pena, lo siento-respondió sin pisca de culpa-pero ahora que regrese, no quiero verlos juntos haciendo eso “En mi casa”-remarcó lo ultimo-Mientras vivas conmigo, Sasuke, cumplirás mis reglas. ¿Entendido?

    —Tks…

    —Vayan a un hotel… o lo que sea. Y que quede claro algo, no pienso ayudarte con tu “Familia”. Espero que estés buscando trabajo para mantener al nuevo miembro de la familia.

    —¡¡¿Qué carajo te pasa idiota?!!-gritó furioso por su forma de hablar.

    —¡¡¿Quieres saberlo?!! ¡¡En este momento estoy muy enojado contigo!! ¡¡¡Porque dejaste a alguien muy especial por una simple estupidez…!!! ¡¡Odio tu orgullo, Sasuke!!

    —¡¡¡Soy igual que mi padre!!!

    —¡¡Y yo lo odié hasta el día de su muerte!! No lo entiendo… Sasuke, él siempre te trató mal y tú…

    El menor apretó sus labios conteniendo su enojo.

    —¿Sabes cómo me siento verdaderamente?-le miró con tristeza-Cuando estabas con Naruto eras realmente feliz, ahora que vuelvo y te miró detalladamente, me doy cuenta… que estás vacio, Sasuke.

    —¡¡¡Cállate!!!-cerró sus ojos apretando sus nudillos.

    —Si tú lo dejas… yo lo tomó, ¿Lo recuerdas?

    Sasuke lo miró sin poder creer lo que había pronunciado.

    —¡¡No puedes!! ¡¡¡Eres mayor que él!!!

    —¿Mayor?-rió-solo le llevo cuatro años más, no hay mucha diferencia.

    —¡No te atrevas!-advirtió.

    —No me amenaces, yo te lo había dicho el día que salieron por primera vez. Pero él se fijó en ti y les di espacio.

    —Maldito…-masculló.

    —No deberías enfadarte. Yo lo sabré amar a diferencia de ti que lo usaste por un tiempo. Quédate con ese Gaara, y sean felices-se acercó a las escaleras.

    —¡¡Espera!!

    —Estoy agotado por el viaje, dormiré un poco. Recuerda que no quiero que hagas tus “Cositas aquí”. Quiero dormir, Sasuke-fue subiendo los escalones con unos bolsos en sus manos.

    —¡¡Espera te digo!!-le seguía por detrás.

    El mayor paró frente a la puerta de su cuarto. Tomó una llave de su bolsillo trasero y procedió a abrir.

    —Solo te digo esto… Sasuke. ¡No me importa que Naruto no sea doncel! ¡Él es especial!-acto seguido, le cerró la puerta frente a su rostro, dejándolo pasmado por unos segundos.

    Cuando logró reaccionar, fue demasiado tarde. La furia lo embargaba por completo.

    —¡¡¡¡¡¡¡ABRE LA MALDITA PUERTA, ITACHI!!!!!!!

    (Continuará)
     
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