*El camino de lágrimas* (Sasu-Naru) ¡Capitulo: 40! Acercándose al final

Sasuke desea tener hijos pero Naruto no puede dárselos. Por lo que toma la decisión de dejarlo y quedarse con Gaara, quien es un doncel y espera un hijo suyo.

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  1. pri_sasukelove20
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    Capi 7:


    Sábado. El inicio del fin de semana comenzaba aquella resplandeciente mañana con el canto de los pájaros. El rubio bostezó al abrir los ojos y desviar la mirada hacia la ventana. Debía prepararse…

    Se levantó de su cómoda cama y procedió a elegir su ropa para visitar la casa Uchiha. ¿La razón?

    En la noche del viernes había recibido un mensaje en su móvil. Era desconocido, se preguntaba como habrían obtenido su número. Al leer el contenido del mensaje despejó completamente sus dudas…

    Hola. ¿Cuánto tiempo sin verte, Naru?

    Solo había una persona además de su amiga Hinata quien le decía así, cariñosamente.

    Costó encontrar el móvil de mi hermano entre todas sus porquerías de su cuarto. Me enteré de lo que pasó con él, déjame decirte que lo siento en el alma y sufro mucho por ti. Me da vergüenza ser su hermano…

    Pero aunque lo odie intensamente, es mi querido hermano menor. ¿Difícil, No?

    Como sea, no le robe tu número de su celular para platicar de él, quiero verte Naru.

    Saber como estás, he vuelto de mi largo estudio y cuando me enteré… digamos que con Sasuke apenas nos hablamos.

    Te espero a la tarde en casa.

    Ps: No te preocupes, ya borré tu número de su celular.

    —Itachi…-le dio algo de gracia lo último. Aunque moría de curiosidad de saber porque su ex novio no había eliminado su número.

    Pero no se molestaría en pensarlo. El mayor se había ocupado de eso y la verdad no le apetecía ser molestado por Sasuke con algún mensajito, era seguramente capaz de hacerlo.

    Tan solo respondió con un “De acuerdo” y se dispuso a comer para luego dormir.



    Y ahí estaba… se postró delante del espejo admirándose unos instantes. Habían pasado cerca de dos semanas de haber terminado con el moreno. Ponerse presentable nuevamente no siendo una cita lo ponía muy melancólico.

    Le recordaba las noche en que salía con su pareja a divertirse sanamente. Comer al aire libre, ver una película, pasear por el parque a la luz de luna…

    Sin poder contenerlo más, soltó su llanto frente al espejo observando su deplorable estado. Sus lágrimas deslizándose rápidamente por sus mejillas y el cómo mordía su labio inferior no queriendo gritar de dolor.

    ¡Era un maldito llorón!

    Era un hombre, pero mierda… como dolía amar a alguien.

    El amor era demasiado doloroso.

    Trató de tranquilizarse. Su respiración se había agitado y su cuerpo temblaba un poco. Sin duda el rompimiento le había dejado cruelmente desbastado.

    Fue al baño y lavó su rostro consecutivamente. Su angustiada expresión despareció. Suspiró y salió de allí hasta la entrada, recogió sus llaves, cerró y se encaminó a su destino.



    Estaba parado frente a la puerta nervioso y dudoso de tocar. En su recorrido había sentido las miradas descaradas de muchas personas. Tal vez había exagerado en su vestimenta.

    Y esa era la razón de no entrar a la residencia Uchiha.

    ¿Cómo vestía?

    Llevaba una playera pegada a su cuerpo, negra con letras plateadas en ingles en su pecho. Un jean gris que le permitía ver sus torneadas piernas, un cinturón negro de cuero sin ningún tipo de detalle. Pero se había puesto pulseras con tachas en ambas muñecas con la cadena plateada de una piedra azul como sus ojos que llamaba la atención.

    El único recuerdo de su familia. Era lo más valioso que tenía, su padre que no contaba en ese momento con una buena economía, había juntado billete por billete para obtener ese collar.

    Un zafiro original. El día de su cumpleaños su padre lloró por verlo feliz con lo poco que podía ofrecerle, llevó años pero lo consiguió.

    Ese collar era su único tesoro en el mundo.

    Respiró hondo. No debía tardarse, Itachi podría estar esperándolo.

    Había comprado nueva ropa. Y la mayoría eran colores oscuros. Debía admitir que el color negro en medio del sol era lo peor.

    ¿Pero era su nueva onda, No?

    El quería cambiar. Todo lo hizo por cuenta propia. Esa nueva imagen no lo hacía sentir tan impotente, y si los demás lo miraban con sorpresa, es que estaba muy atractivo.

    Al menos eso quería creer.

    Tocó la puerta dos veces.

    No pasó nada.

    Volvió a tocar.

    Comenzó a fruncir el seño. Si Itachi no estaba, luego se quejaría de hacerlo venir en vano.

    Volvió a tocar. Si no habría se retiraría de una vez.

    Pero la puerta se abrió. Y la persona que lo recibió fue la menos esperada.

    —Vaya-su tono era de sorpresa-No te esperaba, Dobe. Te ves muy lindo.

    Esa sonrisa. Le dolía tanto… parecía que estuviera burlándose todo el tiempo de él. Y lo último le causó un gran escalofrió.

    —Pasa-cedió espacio por la puerta.

    No le dio tiempo a decir nada. Entró y otra persona llamó su atención. Trató de controlarse.

    Estaba a punto de llorar.

    —Hola, Gaara-saludó serio.

    El pelirrojo estaba sentado cómodamente en el sillón de la sala con un vaso de agua en mano. La televisión estaba prendida, se sentía incomodo entre ellos. Había interrumpido sus… sus cosas.

    Había unas marcas visibles en su cuello, su camisa estaba media desarreglada y unos botones prendidos en el sitio no correcto. Tal vez debía irse…

    —Hola, Naruto-respondió igual de frio.

    La verdad que entre ellos hubiera sido difícil una conversación. Pero había que ser respetuoso cuando estaba en una casa ajena.

    —Ponte cómodo, Dobe-se sentó junto a su pareja sonriendo de medio lado-¿A qué se debe tu presencia? Perdón, ¿Quieres tomar algo?

    —No, gracias-sonrió forzado. Ese ambiente le estaba robando el aire.

    —Felicítanos, Naruto-agarró al pelirrojo de la cintura-Gaara esta embarazado de nuevo.

    Un balde de agua fría, no era nada comparado a lo que sentía en su pecho.

    No había pasado tanto, y el pelirrojo ya estaba de vuelta en cinta.

    Vaya, Sasuke no perdía el tiempo. Y se lo refregaba en la cara con esa sonrisa sínica, si estuviera solo, lloraría, pero no le daría el gusto al azabache.

    —Es genial-la sonrisa tan grande, desconcertó a ambos-Gaara cuídate mucho, no te esfuerces demasiado. La vida de tu bebe es muy delicada en los primeros meses.

    —S-si-Gaara no podía creer el comportamiento del ojiazul. Se portaba tan… amable.

    Y Sasuke.

    Sasuke tenía la boca abierta. ¿De verdad no le importaba nada o lo ocultaba?

    Si era así, Naruto era un excelente actor. Esa sonrisa y su tono de voz preocupada eran totalmente verdaderas.

    —¿Naruto?

    El rubio miró sobre las escaleras al mayor. Sonrió con anchura y se levantó a saludarlo. No con un apretón de manos, sino más bien con un fuerte abrazo.

    Cosa que al menor de los Uchiha le molesto en escala.

    —¡¡Itachi, te extrañe mucho!!

    —¡¡Y yo a ti, Naru!!

    El modo tan amistoso en que le llamó causo el fruncimiento de su seño, esto no paso desapercibido por Gaara.

    Itachi lo tomó de los hombros y lo miró de pies a cabeza.

    —¿Tu nueva apariencia?

    —¿Te gusta?-preguntó ansioso.

    —Te ves hermoso, Naru-acarició su rubia cabellera.

    El rubio se sonrojó y Sasuke crujió los dientes.

    —Lamento haberme tardado. Estaba ordenando mi cuarto, y Sasuke no me avisó-miró mal a su hermano. El menor desvió su mirada.

    Gaara se quedaba tan solo en silencio.

    —¿Te sientes con ganas de salir?

    —¡Por supuesto!-gritó emocionado.

    —¿A dónde van?-Sasuke se levantó de golpe del sillón.

    —¿Quién sabe?-habló divertido-A donde quiera Naru. ¿Quieres tomar un helado en la plaza? Podemos ir al parque de diversiones.

    Al joven rubio le brillaron los ojitos. Se veía muy tierno.

    —¿En serio? Hace mucho que no salgo a pasarla bien.

    —¡Que no se diga más!-lo tomó del brazo-¡Nos vemos después, hermanito!

    —Adiós, Gaara, Sasuke…-y juntos se perdieron por la puerta dejando descolocado al menor.

    —¿Sasuke?

    Apretó sus nudillos con fuerza y se mordía el labio sacándose sangre en el proceso.

    —¡¡¡Sasuke!!!

    Corrió por las escaleras y se encerró en su habitación.

    (Continuará)

     
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