KONOHA HIGH SCHOOL 2: NUESTRO REENCUENTRO (SOLO FALTA EL EXTRA)

Continuacíon de KONOHA HIGH SCHOOL: REBELDES VS POPULARES. (Naru-Sasu) Lemon. (Sasu-Naru)

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  1. pri_sasukelove20
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    Capi 2:



    Mi vida tras tu partida, Sasuke


    Nombre: Naruto Namikaze.

    Edad: 18 años.

    Pensé realmente que mi muerte estaba cerca. La verdad es que temía mucho dejar este mundo, no quería dejar a Sasuke, a mis padres, mis amigos. Sin embargo, estaba cansado de luchar. Hablo de todas la cosas malas que pudieran pasar por estar juntos.

    Costó mucho que pudiera abrir su corazón libremente. Darse cuenta de sus sentimientos hacia a mí y cuando finalmente todo parece estar bien, llega la bomba.

    Pienso que hubiera sido bueno no enamorarse de él. Después de todo, creo que le he causado muchos problemas y todo por lo que siento en mi corazón. Yo fui el insistente.

    Por mi culpa… Sasuke sufrió maltrato por su padre.

    Estuve meses recuperándome sin salir de casa y sentir el aire acariciar mi rostro. Postrado en la cama y siendo atendido por mis padres. Mis amigos me visitaban todos los días, lamentablemente mi ausencia en el instituto me hizo perder el año.

    Empecé el último año a los 19 años. Sin mis amigos, solo yo con gente desconocida. Algunos se burlaban porque era el más viejo de la clase. Y que era un burro por haberme quedado, les ignore y solo me mantenía copiando del pizarrón y escuchando la explicación de los profesores.

    Estuve solo. Completamente solo. Mis amigos graduados mientras yo repetía el año nuevamente. Por las noches lloraba en silencio para que mis padres no sintieran pena de mí. Lloraba por Sasuke y porque a pesar de que me visitaban siempre, seguía sintiéndome solo.

    Y estaba así porque no tenía a la persona que amo a mi lado. Terminar el año hizo que sacara una media sonrisa. Kakashi y Yamato me abrazaron en medio de la entrega de diplomas deseándome lo mejor en la vida. Lloré correspondiendo su gesto. Mi madre se puso de pie y me sacó varias fotografías con ellos. Mi padre al igual que yo, estaba demasiado melancólico y solo me sonreía mientras aplaudía junto al resto.

    Fue un momento único. Cumplí 20 y como regalo, mis padres me dieron un pequeño departamento en el centro. Cuando me fui, no tarde en acostumbrarme a mi independencia. Pero pasó algo que me arruinó la vida. Sin el control de mis padres, me perdí totalmente.

    Salí una noche a beber pensando en Sasuke y si me había olvidado. Tomé. Fraternice con unos muchachos de mi edad, entre risas seguimos bebiendo. Y me ofrecieron droga.

    Fue una mala decisión.

    Solo un poco. Y me volvió un drogadicto. Mis pupilas se ponían rojas y constantemente tenía fiebre. Un día me miré al espejo de mi sala y me di cuenta cuánto daño me estaba haciendo.

    Salí corriendo en una noche fría buscando ayuda desesperadamente.

    —Naruto…

    —¡Ayúdame, Shikamaru! ¡Ayúdame por favor!

    Caí en su puerta llorando y el me abrazó. Cuando le conté mi oscuro secreto me apoyó con todas sus fuerzas y estuvo a mi lado en la rehabilitación.

    Mis padres nunca se enteraron y solo Shikamaru lo sabía. Costó mucho dejarlo y como sustitución empecé a fumar.

    Mi amigo siempre me reclamaba porque hacia mal a mi salud. Pero no podía evitarlo. Prefería eso a caer de vuelta en las drogas.

    Meses después conseguí un empleo de mozo en un restorán. Había vivido del dinero que mis padres me daban hasta poder conseguir un trabajo. Cuando terminaba mis horas siempre cantaba por la calle cualquier tema que hubiera escuchado en la radio o televisión. Eran las tres de la tarde cuando caminaba en el centro entre la multitud, alguien me tomó del brazo y me corrió hasta una pared de una galería. Iba a golpearle cuando extendió su mano mostrando una tarjeta.

    “Busca talentos”

    —Tienes una hermosa voz, muchacho. Acabo de venir a Japón con el milagro de encontrar alguien como tú. ¿Qué me dices? ¿Quieres convertirte en estrella?

    Era un agente de Estados Unidos. Me contó todo lo que significaba ser una persona famosa. Estaría muy ocupado viajando alrededor del mundo cuando mi fama se levantara. Posiblemente me perseguirían e invadirían mi vida personal. Desde un inicio le aclare ciertos aspectos.

    Le dije que amaba un hombre. Que esperaba en algún momento de mi vida volverlo a ver, aunque siendo franco con mi corazón… había perdido la fe hace un año. El no tuvo problema con saber mi preferencia sexual aunque me advirtió de que podría perjudicarme con los futuros fans. Todo estaba preparado para el otro día. Hable con mis padres diciendo que necesitaba viajar para despejarme, ellos lo entendieron inmediatamente, fue en ese momento que les confesé cuanto amo a Sasuke. No se sorprendieron, mejor dicho, el sorprendido fui yo mismo.

    —Siempre lo supimos hijo.

    —¿Cómo, madre?

    —Una sola mirada tuya hacia Sasuke fue más que suficiente. Solo esperábamos que tú nos dijeras la verdad sin sentirte presionado.

    —¿Todavía me aman…?-lloré, porque no quería que me despreciasen por amar un hombre.

    Mi madre me abrazó seguido de mi padre. Me besaron la frente y sonrieron.

    —Siempre te amaremos cariño, no importa que elijas mientras tú seas feliz.

    —Eres nuestro hijo y estamos orgullosos de ti-lloré más ante las palabras de mi padre.

    Comprendieron que había sufrido ante la ausencia de Sasuke y estuvieron de acuerdo en que viajara.

    Tuve un último encuentro con Shikamaru. Nos juntamos a rememorar divertidos momentos que pasamos en el instituto, Kiba y él eran novios desde hace dos años. A decir verdad, se entendieron muy bien después de mi mejoramiento en el hospital. No tenía intenciones de revelar que sería cantante, esperaba que la noticia se diera sola con el tiempo.

    —¿Qué harás ahora?

    —Viajar a donde me lleve la vida…

    —¡¡Te dije que no fumaras, idiota!! ¡Tus pulmones sufrirán complicaciones!

    —Iba a dejarlo.

    —Mentiroso… ¿No iras a verle?

    —¿A Nueva York? Je… ¿cómo podría encontrarle? Además… es probable que me haya olvidado y tenga hecha su vida con una mujer. Las personas cambian con el tiempo.

    —No todos. Sigues igual que hace dos años. Sigues amándole con la misma intensidad y nunca dejas de decirlo ¿O me equivoco? Tú no has cambiado, ¿Por qué Sasuke cambiaria? Él te amaba con la misma pasión que tú, estoy seguro que todavía persiste su amor por ti.

    —No digas tonterías.

    —¡No es ninguna tontería! Joder, hombre, no te des por vencido! ¿Qué te ha pasado para que pienses de esa manera? ¡Dímelo, Naruto!

    —He perdido la esperanza…

    Dios, ha pasado tiempo, Sasuke no esperaría tanto… además, su padre lo estaría obligando a hacer cosas que él no desea. Mi Sasuke ya no es mío… ya no.

    —¡NARUTO!

    —¡¡Estoy feliz por ti y Kiba!! ¡Rogare a Dios por su felicidad y no la mierda que yo he sufrido!

    —Naruto…

    —¡Adiós amigo! ¡Espero verlos algún día!

    No voltee. Quería dejar todo y volver más relajado.

    —¡¡IDIOTA!! ¡¡ERES UN IDIOTA!!... Te extrañare…

    Escuche a mi amigo gritarme y sonreí largando una solitaria lagrima. Me hubiera gustado ver a los demás, pero quería irme discretamente. Aunque seguramente… Shikamaru soltaría todo en unos días.

    Como era de esperarse me hice famoso aunque llevó bastante tiempo para que fuera reconocido mundialmente. Estuve cuatro años fuera de mi hogar y viajando sin parar. Mis canciones eran escuchadas en todas partes, tres de ellas eran dedicadas al amor de mi vida. Y en solo dos, escribí su nombre.

    Se presentó una oportunidad de ir a Nueva York para auspiciar un perfume con mi imagen, me darían millones, pero negué al instante. Mi agente se enojó un poco, solo dije que era personal. Un recuerdo doloroso.

    Y ahora… regrese a Japón. A descansar.

    ooOoo


    —¿Qué sucede?-preguntó molesto la voz del otro lado de la línea-Estoy ocupado con mis obras de arte.

    —Perdón, Dei. Es que tengo un problema. No encuentro a Sasuke.

    —Debería de haber llegado ya. Nos avisaron que estaría al otro día por la mañana.

    —Creo que… se cansó de esperar o se olvidó que lo venía a recibir. En parte fue culpa de la ruta. La calle estaba bloqueada y nos enviaron por un camino más largo. Tarde diez minutos más en llegar al aeropuerto.

    —Oh… si pudieras llamarlo.

    —Ni si quiera sé si tiene teléfono. Hemos estado incomunicados años.

    —Llama a Naruto. No queda de otra.

    —Se supone que era una sorpresa, además llegó ayer. Debe estar descansando del viaje.

    —Sasuke y Naruto se conocen muy bien. Tu hermano debe adivinar a donde podría estar él. Si llamas a Naruto a lo mejor sepa algo. Y si no, pues… ya estará avisado del regreso de Sasuke y lo buscara desesperadamente-rió.

    —Ok-suspiró resignado-Te veo luego, Dei.

    —Te amo.

    —Yo también-sonrió bobamente y terminó la llamada-Ahora a llamar a Naruto.

    Buscó en la agenda el teléfono del rubio. Lo había pedido años atrás por cualquier cosa que supiera de su hermano menor. Presionó la tecla de llamado esperando su voz.

    —¿Qué pasa?-preguntó con fastidio el joven ojiazul.

    —Naruto, debo decirte algo muy importante. ¿Dónde estás?

    —En la azotea de mi antes instituto. En Konoha.

    —Pensé que descansabas de tu viaje.

    —No. Preferí venir a fumar un rato mientras veo a los nuevos estudiantes-comentó con gracia.

    —Es mejor que dejes de arruinarte la salud. Mi hermano no estará feliz si te vas antes.

    —Ja, ja, ja… lo que digas-le restó importancia-de todas formas, él se olvidó de mi-su tono se volvió triste-y seguiré fumando hasta que me muera.

    —¡Idiota! ¡No digas estupideces! ¡Mi hermano te ama y no te ha olvidado!

    —¡¡¿Y cómo mierda lo sabes?!!-gritó, furioso.

    —¡PORQUE ESTA EN JAPÓN!

    (Continuará)



     
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