Green Eyes (Harry/Draco - Sirius/Remus): Epílogo [FINALIZADO] - AGRADECIMIENTOS

Autora: Amy Lupin Traductoras: anali_snape y Hermione

« Older   Newer »
 
  Share  
.
  1. karigutis
        +1   -1
     
    .

    User deleted


    Capítulo Siete

    Prueba de Voleibol




    Draco sólo sabía que su cuerpo estaba relajado cuando despertó por la mañana, estirándose y bostezando perezosamente. Se sobresaltó al escuchar sonar su celular. ¿Había despertado antes de que sonara el despertador? Eso era una novedad. ¿Para qué más había programado el celular? Al fin y al cabo, o mucho se engañaba, o era mañana de sábado. Sábado. Prueba de voleibol. Oh, sí, claro…

    Se desperezó una vez más y se levantó. ¿Por qué sólo estaba en ropa interior? No acostumbraba dormir así, generalmente usaba por lo menos unos shorts. Claro, el masaje. Con razón, por eso estaba tan relajado y hasta medio fuera de aire, acostumbraba quedar así después de tener aquellas manos suaves apretando todo su cuerpo. ¡Uh! Le gustaba coquetear con la masajista – que tenía alrededor de veinticinco años – y ella encontraba eso muy gracioso, pero todo indicaba que se había dormido antes de tan siquiera decirle algo. O a lo mejor, se había desmayado. Hum, ¿quién le garantizaba que ella no se aprovechó de su somnolencia para apretar con más ganas en puntos estratégicos?

    Fue hasta el baño y se demoró en la ducha - ¿para qué otra cosa había colocado el despertador media hora más temprano, entonces? – se vistió y fue hacia la cocina. No acostumbraba desayunar, pero intentaría colocar algo en su estómago, ya que se había olvidado de cenar la noche anterior. Su madre casi tuvo otro hijo de tan feliz que estuvo por ver a su primogénito tomar un vaso de jugo de naranja y comer galletas de nata - ¿qué esperabas? ¿Caviar en el desayuno?

    Al veinte para las nueve, Draco estaba estacionando su BMW al lado de un Gol plateado que conocía de algún lugar…

    Las tribunas estaban llenas y había muchos chicos en la cancha, calentando. Draco ya estaba llegando al vestuario cuando alguna cosa se colgó a su cuello.

    - ¡Bebé! ¡No me llamaste ayer! ¡Dejé millones de recados en tu buzón, mandé tres mensajes y no me hablaste! ¡Entonces llamé a tu casa y me dijo tu mamá que estabas dormido! ¿Es cierto?

    - ¡Pansy, suéltame! – Draco retiró los brazos de su cuello y miró alrededor para cerciorarse si mucha gente había presenciado aquella humillante escena. – Estaba dormido, sí, ¿pero qué estás haciendo aquí?

    - ¿Cómo? ¡Vine a ver tu prueba! Yo, Crabbe, Goyle, Nott…

    - Bien, ya entendí. Ahora vete a sentar que aún tengo que cambiarme de ropa y calentar antes de la prueba. ¡Ve, desaparece!

    - ¡Buena suerte, bebé! – Pansy hizo un piquito con sus labios, plantó un beso en los labios de Draco y salió corriendo rumbo a las tribunas.

    - ¡Me lo merezco! – Draco giró los ojos.

    - ¡Sí, bebé, te lo mereces! – Draco se giró para mirar dos ojos verdes y una sonrisa llena de dientes blancos muy bien alineados. Pero lo que más le impresionó fue que la sonrisa no era de burla, era de total diversión y parecía tan sincera como asustadora. – Snuffles te manda saludos.

    Porter soltó una risa cristalina delante a su cara espantada, pero antes de que Draco pudiese mostrar alguna otra reacción, Potter ya se había volteado y continuado su recorrido por la cancha. Draco miró mal la espalda del chico y bufó irritado.

    - Sr. Malfoy – Draco se giró al otro lado para encontrar a Severus Snape con una tabla para hojas y la peor cara de disgusto que Draco nunca podría hacer, obviamente por no poseer trazos tan marcados ni una nariz grosera y torcida como la de su padrino.

    - Profesor – lo saludó con un asentimiento y entonces el hombre le extendió un formulario.

    - Firme aquí, como garantía de que participó en la prueba – dijo el hombre sin demostrar emociones.

    Draco examinó el papel y sus ojos brillaron por un breve momento. Contenía todos los datos que necesitaba: nombre, curso y año de cada candidato. Pena que ya estaba atrasado. Firmó en el lugar donde Snape le había indicado y se dirigió hacia el vestuario, por fin.

    Había más o menos treinta candidatos para las cuatro posiciones. Sería una dura disputa, pero nada que estuviera fuera de su alcance. Madame Hooch dividió a los candidatos en parejas, para que pudiese analizarlos mejor. Draco jugó con Flint, para su completo disgusto. Potter había hecho pareja con Lee Jordan.

    Mientras esperaba su turno, Draco observaba a cada jugador intentando encontrar alguno con estilo intelectual que le recordara a Ángel, pero su imaginación simplemente se rehusaba a ajustar su imagen mental del chico con cualquiera de los presentes, como un japonés de piel amarillenta que hablaba con acento gracioso, o un chico gordito que usaba lentes, o hasta un flacucho de más de dos metros de altura. Era un absurdo, ninguno de ellos parecía contener aquella marcande personalidad de su amigo virtual.

    Finalmente llegó su turno de jugar contra el chico-jirafa y otro tipo enorme con porte de armario. La pareja no podía ser más dispareja. Bueno, Draco tampoco estaba en completa ventaja con un compañero tan terrible como Flint, pero dio lo mejor de sí. En los cinco minutos reservados para cada pareja, Draco consiguió marcar cinco de los seis puntos. El sexto fue un accidente de Flint, lo que podía constatar ya que era imposible que el chico hubiese planeado aquél toque – probablemente resbaló la mano sobre el balón sin querer. Sus adversarios marcaron tres puntos, por error de Flint, obviamente.

    Draco fue invitado a sentarse nuevamente y miró el turno de Potter y Jordan. Ellos hacían una sincronía perfecta, parecían combinar los movimientos por telepatía y Draco casi se enterró las uñas en las palmas y mordió su propia lengua de tanto que apretaba los dientes. Marcaron siete puntos sin esfuerzo. Ya casi estaba perdiendo las esperanzas cuando finalmente se acabaron las parejas y Madame Hooch fue hasta la banca de los técnicos para que discutieran el próximo paso.

    Mientras, el rubio se levantó y caminó hasta un rincón del vestuario, donde Severus Snape aún aseguraba la tabla de los formularios con el nombre de los inscritos.

    - ¿Profesor?

    - ¿Sí?

    - Sólo por curiosidad, ¿podría echarle un vistazo a esa lista?

    El hombre arqueó una ceja – lo que ya era un progreso en un rostro tan inexpresivo – y miró a su ahijado con superioridad.

    - ¿A quién está buscando?

    - No sé su nombre, sólo sé que está en primer año de Periodismo.

    - Nadie de Periodismo se inscribió – respondió el profesor mirando la cancha, como si esa conversación estuviese cerrada.

    Draco parpadeó.

    - ¿Cómo que no?

    - No hay nadie de ese curso compitiendo, Sr. Malfoy. Su amigo no se inscribió.

    - ¿Está seguro? Quiero decir, tal vez haya dado su nombre, pero en el último momento no pudo venir.

    Severus volvió a mirarlo con evidente mal humor.

    - Ya dije que no hay inscritos de Periodismo. No puedo dejarlo analizar esta relación, pero le garantizo que no lo encontrará aquí. Ahora vuelva a su lugar.

    Draco volvió para la primera fila de la tribuna con la mente hirviendo. ¿Será que Ángel le había mentido? ¿Pero por qué mentiría? Y si no mintió sobre haberse inscrito, probablemente había mentido sobre estudiar Periodismo. No, de pronto Draco se encontró rebuscando en su memoria por el momento exacto en que el otro le había afirmado estar en esa carrera, ¡sólo para descubrir que ese momento no existía! Él simplemente había deducido eso, así como se había convencido de que quien escribía esos artículos era una chica. ¿Era obvio, no? Si él estaba haciendo prácticas en el área de investigaciones…

    Con todo eso, Draco tuvo que relegar esa duda a un rinconcito oscuro de su cerebro tan pronto como percibió a Madame Hooch dejando la banca en dirección a los competidores.

    - Jugadores, un minuto de su atención, por favor – el silencio fue tomando cuenta de los candidatos. – Decidimos reducir el número de competidores para analizarlos mejor. Los llamaré por sus nombres, formando dos cuartetos, de los cuáles elegiremos a los cuatro mejores.

    El primero nombre en ser mencionado fue el de Potter. Draco hizo su mejor cara de desprecio para él, pero el chico pareció no notarlo, estaba bastante concentrado. Draco quedó extasiado cuando su nombre fue el tercero en ser anunciado – estuvo casi seguro de haber escuchado el grito histérico de Pansy en medio de los “vivas” de los espectadores. Se hizo el propósito de que Potter mirara su cara de desprecio pasando bien frente a él y dejando a Seamus Finnigan, que era de Contaduría, entre ambos. Lee Jordan fue el próximo en ser llamado y conmemoró ridículamente con Potter.

    En la formación de los cuartetos, Potter y Finnigan quedaron de un lado de la cancha mientras que Draco y Jordan ocuparon el otro. Fue mucho más difícil esta vez. Draco tenía la seguridad de que Potter era su marca[1], frustrando todas sus tentativas. Pero ellos tampoco estaban encontrando fácil anotar en el lado opuesto. Después de quince minutos, el equipo de Potter completó un set venciendo por un punto de ventaja.

    - Muy bien, muchachos. Siéntense ahora mientras discutimos sus presentaciones.

    Por la esquina de los ojos, Draco vio a Potter morderse las uñas pareciendo no prestar atención a lo que Jordan charlaba a su lado. Él mismo estaba torciéndose las manos y sus músculos faciales protestaban por la tensión que lo obligaba a fruncir el ceño.

    - Atención, conforme los llame, vengan hasta enfrente, por favor. ¡Harry Potter!

    Las tribunas explotaron en vivas y aplausos. Draco refunfuñó y consiguió contraer aún más el rostro de puro nerviosismo.

    - ¡Draco Malfoy!

    Draco dejó que una sonrisa torcida tomara lugar en su cara mientras se levantaba y caminaba hasta Potter con la expresión más satisfecha y provocativa que pudo. Fue obsequiado con una ovación equivalente a la de su rival y eso bastó para que su pecho se hinchase. Se quitó el fleco del rostro con todo su estilo Malfoy de ser. “Te garantizo que creíste que no me presentaría a las pruebas por culpa de un golpe, ¿verdad?”, pensó divertido. Potter apenas arqueó una ceja, aparentemente demasiado feliz para deshacer la sonrisa que se instaló en su rostro desde que su nombre fue anunciado.

    - ¡Lee Jordan!

    Jordan dio un salto y corrió hasta Potter, abrazando sus hombros. Draco bufó.

    - ¡Seamus Finnigan!

    El chico pareció sorprendido, pero luego fue empujado para el centro de la cancha donde se juntó con los otros llevándose golpecitos de bienvenida en la espalda, de Potter y Jordan. Seamos sonrió a Draco, quién le retribuyó una sonrisita débil sin emoción. Comenzaba a ser asaltado por un pensamiento ahora que por fin había conseguido lo que quería. Estaba en el mismo equipo que Potter ahora, lo que significaba mayor convivencia, los dos luchando por un objetivo en común, planeando tácticas en conjunto… Quedó más que aprensivo. Toda su pose de satisfacción fue desapareciendo a medida que la comprensión de eso lo alcanzaba. ¿En qué se había ido a meter?

    Sus pensamientos fueron interrumpidos cuando la entrenadora despidió a todos los otros candidatos y espectadores, llamando al nuevo equipo para reunirse alrededor de ella

    - Chicos, mis felicitaciones. Demostraron mucho entusiasmo y determinación en esta cancha, realmente espero que den lo mejor de sí por la escuela. Necesitamos acordar algunos entrenamientos, pues el partido fue programado para el siguiente mes – los cuatro chicos hicieron sonidos de espanto. – Sé que tenemos el tiempo encima, pero vamos a tener que ajustarnos a ello. Me gustaría sugerir un entrenamiento hoy en la tarde, ¿qué piensan ustedes?

    Draco observó que todos aceptaron y decidió parecer también entusiasmando, pero en realidad estaba receloso de esta prueba. Estaba comenzando a pensar si había sido una buena idea entrar en aquél equipo. Entonces recordó de la fría reacción de su padre cuando perdió el partido contra Potter y eso le sirvió como una inyección de ánimo.

    - Perfecto, ¿a las dos está bien para ustedes? Bien. Estaré ansiosa por que comencemos.

    Apenas la entrenadora les dio la espalda, Draco fue forzado a girarse por dos brazos en su cuello. Pansy se pescó de él y colocó sus labios sobre los suyos, haciendo a Draco cerrar los ojos. La chica prácticamente le exigió que correspondiera el beso, pero por un poco tiempo, antes de que él tomase conciencia de lo que sucedía y la empujara no tan gentilmente.

    - ¡Felicidades bebé! ¡Mi hermoso bebé! ¡Lo conseguiste! ¡Lo conseguiste!

    Pero Draco no estaba poniendo atención en los brinquitos de la chica, estaba mirando a Potter ser abrazado y besado por Granger de una manera muy diferente a lo que Pansy hizo. Ella parecía estar extremadamente contenta también, pero sus modos no eran ni de lejos escandalosos, además el beso fue cariñoso y en la mejilla. Weasley los alcanzó después con una enorme sonrisa en el rostro, abrazando los hombros de su amigo y palmeándole la espalda con firmeza.

    - ¡Felicidades, Harry! ¡Estamos tan orgullosos de ti! – pudo escuchar a Granger felicitarlo, abrazando y siendo abrazada por su novio. - ¿Quieres comer con nosotros? Estamos pensando ir a un restaurante, ¿tú qué opinas?

    - Vale. Pero creo que debería quedarme cerca de aquí. Tengo entrenamiento en la tarde y estoy pensando en comer alguna cosa en la cafetería para no darle trabajo a Sirius.

    - Oh, entonces te hacemos compañía, ¿no crees, Ron?

    - ¡Perfecto! ¡Me muero por un sándwich!

    Los tres se alejaron y Draco se vio obligado a prestar atención a la cosa saltaría frente a él.

    - …y él apostó a que serías elegido, entonces… ¡Draco! ¿Me estás escuchando?

    - Sería imposible no hacerlo, Pansy. Hasta quien está al otro lado de la universidad debe estar escuchando tus berridos.

    Crabbe y Goyle se les habían unido y lo saludaron con inclinaciones de cabeza. Tan diferente a los amigos de Potter… “Genial”, pensó Draco. “De tanto observar los partidos me puse también todo melodramático. ¡Sólo eso me faltaba!”

    - Entonces, ¿dónde vamos a comer? ¿En tu casa o en un restaurante? – preguntó Pansy abrazándolo por la cintura y recargándose en su pecho, dando saltitos que lo hacían marearse.

    - Nosotros no vamos a comer en ningún lugar. Yo voy a comer cualquier cosa en la cafetería. ¡Y aléjate, Pansy! ¡Déjame respirar, estoy todo sudado!

    Pansy se alejó pero pareció confusa.

    - ¿Cómo que vas a comer en la cafetería? ¿Comer qué? ¿Animales asesinados y molidos entre dos pedazos de pan con ajonjolí? – se escandalizó.

    - ¡Exactamente eso pretendo comer!

    - ¡Puaj! – Pansy hizo cara de asco.

    Crabbe y Goyle parecieron bastante entusiasmados con la perspectiva, no obstante alegaron ser esperados para la comida – lo que probablemente era una mentira. Draco estaba seguro de que Pansy los había obligado a dejarlos solos. Y, sinceramente, no le importaba si aquellos dos trogloditas se quedaban o no.

    Había muy pocas personas en la cafetería debido a los cursos y clases de refuerzo que la universidad promovía los sábados. Draco escogió una silla estratégicamente colocada y se sentó frente al Chico Que Sobrevivió, de modo que pudiese observarlo. Pansy se sentó frente a él y Draco tuvo que arrastrar la silla a un lado para poder mirarlo. Dejó que Pansy hablase cosas sin sentido mientras comía un sándwich natural y pidió su X-Burger con bastante tocino (“Urght” dijo Pansy).

    - Entonces, Draquito, eso merece una celebración, ¿no? ¿No, bebé? ¡Draco!

    - ¿Eh? – Draco había estado observando a Potter llenar su X-Burguer de mayonesa y darle una colosal mordida, con ganas.

    Él no había comido nada desde ayer por la tarde, por lo que era completamente normal que su boca se hiciera agua al presenciar aquella escena, ¿cierto? Potter parecía comer con tanto gusto que era imposible que no se le antojara. Su almuerzo parecía ser un manjar de los dioses, por la satisfacción que demostraba.

    - Dije que debemos celebrar tu entrada al equipo. ¿Qué opinas de ir a bailar hoy?

    - Ah, no, estoy cansado. Y aún tengo entrenamiento en la tarde, o sea, voy a estar molido hoy en la noche.

    - Ow – Pansy hizo un puchero. - ¿Me dejas darte un masaje, entonces? Puedo ir a tu casa y…

    - No.

    - ¿Por qué?

    - Porque yo puedo pagar a una masajista para que me atienda. Es mucho más eficaz.

    - ¿Una masajista? ¿Entonces es eso, no? ¡Tienes a otra!

    Draco rodó los ojos.

    - ¿Y si la tuviera qué? ¿Qué me harías?

    - ¡No digas eso que me lastimas, bebé!

    - Entonces no me preguntes, porque puedo ser muy sincero y te puedes lastimar – desdeñó.

    En ese momento su pedido llegó: X-Burger con papas fritas y Coca-Cola. Untó su almuerzo con mayonesa y le dio una gran mordida, exactamente como Potter había hecho hace poco. En la primera dentada pudo comprobar lo que ya sabía: sólo era una X-Burger con demasiada mayonesa y poco queso. Nada de manjar de los dioses.

    Pansy torció la nariz enojada pero continuó hablando.

    - ¿Qué vas a hacer hoy, entonces?

    - ¡Pues dormir!

    Pansy se tomó la cabeza entre las manos, desconsoladamente. Draco soltó una desdeñosa risita por la nariz y regresó su atención al Trío de Oro. Tuvo la vaga conciencia de que Pansy continuaba hablando, pero la ignoró. Sin embargo, ¿dónde estaba Potter?

    Parecía haberse agachado, escondiendo la cabeza bajo la mesa mientras Weasley y Granger intentaban espiar lo que estaba haciendo. Draco arqueó una ceja y se llevó el vaso a los labios, saboreando el gaseoso líquido. Pero Potter eligió ese momento para aparecer de modo sorprendente.

    Tenía tres rayones de mayonesa partiendo de cada lado de su nariz en dirección a sus mejillas, dispuestos en forma que parecían bigotes; había comprimido su boca de modo que sólo dejaba ver los dos dientes delanteros; las dos manos estaban sobre su cabeza, una apuntando hacia arriba y la otra curvada hacia abajo como dos largas orejas; y para completar, arrugó la nariz como si fuese un hociquito y la torció hacia un lado y otro, moviendo los “bigotes”.

    La Coca-Cola que Draco acababa de tomar fue escupida cuando no pudo contener la risa, bañando a Pansy. La chica se quedó paralizada mientras Draco se terminaba de reír, escondiendo el rostro en la mesa con un brazo.

    - ¡Bebé! – graznó la chica, con cara de boba, escurriendo Coca-Cola por la blusita blanca que usaba. - ¡No puedo creerlo!

    Arrastró la silla hacia atrás y salió corriendo al baño más cercano mientras que Draco recuperaba la compostura e intentaba concentrarse nuevamente en su almuerzo. Arriesgó una mirada hacia al frente y encontró a Potter mirándolo con una atención curiosa. Weasley y Granger estaban riendo, probablemente por la escena de su amigo. Potter aguantó su mirada por algunos largos segundos antes de girarse a sus amigos acompañándolos en las carcajadas y limpiando la mayonesa con una servilleta de papel.

    Draco no supo precisar lo que sentía. Había encontrado realmente gracioso el “Conejito Potter”, pero sabía que eso no era correcto. Debía haberlo visto como ridículo, estúpido, pero no divertido. ¡Incluso había escupido el refresco en Pansy! Bueno, eso no lo lamentaba… ¡Y lo peor de todo era que casi se ruborizaba bajo la mirada del chico! ¡Imaginen a un Malfoy colorado! ¡Qué indigno! Bien, ¿y por qué se había sentido tan afectado por aquella mirada?

    Esos pensamientos hicieron que su mal humor regresara con redoblada fuerza, sintiendo una necesidad casi física de insultarlo, de provocarlo. Hasta la perspectiva de golpearlo era bastante tentadora en ese momento.

    Tan pronto terminó su almuerzo, Pansy apareció nuevamente, desesperada, diciendo que necesitaba cambiarse urgentemente de ropa y que ya se iba. El chico aprovechó para decirle que no necesitaba volver, lo que pareció dejarla profundamente conmocionada, pero por lo menos ella no se apareció más tarde.

    Los cuatro jugadores elegidos se reunieron en la cancha al horario marcado, donde Madame Hooch ya los esperaba. Calentaron nuevamente y comenzaron a jugar, con la entrenadora dándoles algunos tips y haciendo críticas. Todo corrió muy bien con Draco y Lee Jordan jugando contra Potter y Seamus Finnigan. Mucho mejor cuando era Draco y Finnigan contra Potter y Jordan.

    Pero lo inevitable sucedió: Draco y Potter contra Jordan y Finnigan. Potter se posicionó próximo a la red y Draco se quedó más atrás aguardando por el saque de Finnigan. Tan pronto el chico sacó, ambos hicieron un rápido movimiento en dirección al balón, pero dudaron al reparar que los dos estaban yendo a su encuentro al mismo tiempo. Resultado: punto para el equipo contrario. Se miraron enojados y regresaron a sus posiciones esperando por el nuevo saque.

    - ¡Atención, chicos! – pidió Madame Hooch.

    Sin embargo, esta vez pasó lo contrario, ninguno de los dos se movió en dirección al balón, que cayó en su lado de l cancha regalándoles otro punto a sus “adversarios”.

    - Hey, ¿qué sucede? Les pedí que prestaran atención.

    - Potter le tuvo miedo al balón, Madame Hooch – dijo Draco, torciendo el labio superior.

    - ¿Yo? ¿Por qué yo? ¿Y tú qué? – se irritó el chico.

    - ¡Pues esa bola era tuya, esperaba que tú la apañases!

    - ¿Mía? Era una bola alta y tú estabas atrás, ¡era tuya!

    - ¿Alta? ¡Tú respondes tiros mucho más altos que ese!

    - La cuestión no es mi capacidad, Malfoy. Somos un equipo, ¡y no puedo responder todos los golpes! ¿Sino de qué servirías tú?

    - Ah, claro – respondió Malfoy sarcástico. – Tú eres tan perfecto que no necesitas de nadie más para ayudarte a jugar, ¿no? ¡Vamos, expulsen a Malfoy del equipo porque es un inútil! ¡Potter puede arreglárselas solito! ¿No es cierto, Sr. Perfección?

    Potter cerró sus puños y estrechó los ojos, pero antes de que pudiera responder, Madame Hooch se puso entre ellos.

    - Señores, ¿qué es esto? – tan sólo las miradas que se lanzaban el uno al otro respondieron. – Pareciera que tenemos algunos desacuerdos entre ustedes, ¿no? Pues quiero que sepan que aún puedo sacarlos a ambos del equipo si esos ataques suceden nuevamente. Somos un equipo ahora, quiero que actúen como uno. Ya es tarde y deben estar cansados, por lo tanto voy a dispensarlos por hoy. Y si ustedes dos tienen algún asunto pendiente, resuélvanlo antes de nuestro próximo entrenamiento o estaré obligada tomar medidas nada agradables. Ambos son excelentes jugadores, ¡no quiero tener que expulsarlos del equipo en el segundo entrenamiento!

    Draco rechinó los dientes y Potter desvió la mirada hacia Jordan, que se aproximaba.

    - ¿Y cuando será el próximo entrenamiento, Madame Hooch?

    - Estuve pensando en que sería miércoles por la tarde, ¿qué opinan?

    - Trabajo en la tarde – Potter había abierto la boca par negarse, pero Draco se le adelantó, lo que hizo que todos lo miraran medio desconfiados.

    Draco se limitó a mirarlos soberbio.

    - Está bien, entonces, ¿qué tal miércoles en la noche? – los otros aceptaron, pero Potter negó con la cabeza y lanzó una sonrisita de disculpa. - ¿Dígame, Sr. Potter?

    - Bueno, yo tengo un compromiso los miércoles. Pero si no tienen otro horario, pues me las arreglaré.

    Madame Hooch torció la nariz y analizó un reporte que tenía en las manos. Draco estaba más que curioso por saber cuál era el compromiso del chico, pero lo disfrazo revirando los ojos.

    - Cierto. La cancha está libre los lunes, pero yo no puedo venir en esos días. Está reservada los martes y jueves para el equipo de Administración, pero el partido de ustedes va a demorar más en jugarse, ¿no?

    - Será en dos meses – confirmó Jordan.

    - Entonces tendré que pedirle a Wood que me ceda un día. ¿Jueves está bien?

    Esta vez todos aceptaron.

    - Ok, los veo el jueves. Y recuerden lo que les dije – apuntó un dedo amenazador a los chicos problemáticos antes de irse.

    - Draco siguió a los otros hasta los vestidores. Seamos se había acercado fácilmente con los otros dos, así que conversaban animados, mientras Draco iba enojado. Los ignoró mientras tomaba una ducha rápida y se vestía, siendo el primero en dejar los vestidores sin despedirse.

    Llegó a casa cuando ya oscurecía y fue directo al baño para tomar uno de verdad, o mejor, estar en la bañera hasta casi dormirse, repasando mentalmente todo lo que sucedió en el día. Se reprendió al notar que tenía una media sonrisa en el rostro después de recordar al “Conejito Potter”.

    Se sentó en la mesa del comedor entusiasmando por contarle a su padre que había entrado al equipo, pero descubrió que Severus Snape ya le había dicho. Además de eso, la reacción de su padre fue totalmente diferente a la que él esperaba.

    - Potter también entró al equipo, ¿entonces cuál es el logro en ello? No hiciste más que tu obligación entrando en él. El día en que Potter sea expulsado por tus méritos, avísame y te felicitaré – dijo de la forma más fríamente posible, sin tan siquiera mirar a su hijo durante toda la cena.

    Do you ever feel like breaking down?

    (¿Has sentido como si fueras a tener un ataque de nervios?)

    Do you ever feel out of place?

    (¿Te has sentido fuera de lugar?)

    Like somehow you just don’t belong

    (¿Como si de alguna forma no fueras de aquí)

    And no one understands you

    (y nadie te entendiera?)


    Después de eso, su apetito se fue por la ventana abierta. Nada de reconocimiento, nada de sonrisas calurosas, nada de abrazos orgullosos. Draco se quedó un poco más en la mesa antes de pedir permiso e irse a su recámara.

    Do you ever wanna run away?

    (¿Has querido huir?)

    Do you lock yourself in your room?

    (¿Encerrarte en tu recámara?)

    With the radio on turned up so loud

    (Con el radio bien alto)

    That no one hears you screaming

    (Así nadie te escuchará gritar)


    Se quedó acostado en su cama escuchando música. Adoraba Coldplay, las canciones era medio sin sentido, pero al mismo tiempo parecían tener tanto significado. Pero eso cuando comenzó Green Eyes casi derrumbó la computadora con el almohadazo furioso que le dio a la máquina. Nunca la había escuchado entera, pero le tenía un odio mortal. Pansy no lo llamó más ese día.

    No you don’t know what it’s like

    (No, no sabes cómo es)

    When nothing feels alright

    (cuando nada está bien)

    You don’t know what it’s like to be like me

    (no sabes cómo es ser como yo)

    To be hurt

    (Ser lastimado)

    To feel lost

    (sentirse perdido)

    To be left out in the dark

    (ser abandonado en la oscuridad)

    To be kicked

    (ser pateado,)

    When you’re down

    (cuando estás en el suelo)

    To feel like you’ve been pushed around

    (sentir como si estuvieses siendo sacudido)

    To be on the edge of breaking down

    (estar en el auge de un ataque de nervios)

    When no one’s there to save you

    (cuando nadie esta ahí para salvarte)

    No you don’t know what it’s like

    (no, no sabes cómo es)

    Welcome to my life

    (Bienvenido a mi vida)



    ------------------

    QUOTE
    En el próximo capítulo…

    Príncipe Slytherin dice: Bueno, ¿cómo estuvo tu semana?

    .:Ángel:. dice: Oh, genial. Buenas noticias, celebraciones llenas de helado de chocolate, música, visitas a los amigos y lasaña. ¿Qué hay mejor que eso?

    Príncipe Slytherin dice: No, eso es genial. Pero, ¿cómo te fue en la prueba?

    Draco se mordió el labio inferior. Ahora sabría si era un perfecto mentiroso. Estaba aprensivo, estaba con… ¿miedo? ¿Miedo de decepcionarse de su nuevo amigo? ¿Miedo de haber sido ilusionado, deque todo fuese una gran farsa, de que Ángel no existiera y nunca hubiese existido…? Pero aún había esperanzas, bastaba con que Ángel dijera ahora que ni siquiera se había inscrito, que pretendía aparecer allá a la hora de la prueba y ver si podía participar…

    .:Ángel:. dice: ¡Oh! ¡Buenas noticias! Pasé, ¿puedes creerlo?

    QUOTE
    Notas de la Autora: El fragmento de la canción es Welcome to my life – Simple Plan. Pretendo colocar más fragmentos de ella en el próximo capítulo XD. Sólo quiero hacer un comentario respecto al conejito: uhahuahuahuahua. ¡Gracias, gracias!

    Notas de la Traductora:

    [1] Mmm… ¿a alguien le gustan los deportes tanto como a mí? Bueno, cuando un jugador tiene una marca, se dice que otro jugador, del equipo contrario, le está bloqueando el juego específicamente a él.

    Entonces qué opinan, ¿Draco se vuelve paranoico o realmente Harry lo estaba bloqueando sólo a él? ;)

     
    Top
    .
85 replies since 18/3/2012, 01:41   16808 views
  Share  
.