Green Eyes (Harry/Draco - Sirius/Remus): Epílogo [FINALIZADO] - AGRADECIMIENTOS

Autora: Amy Lupin Traductoras: anali_snape y Hermione

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  1. karigutis
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    Capítulo Diez

    Repararte




    La primera clase del martes era Matemáticas. Por llegar retrasado, Draco no tuvo muchas opciones en cuanto a lugares para sentarse. Acostumbraba buscar un sitio lo suficientemente cerca de Potter para escuchar lo que decía y lo suficientemente lejos para no ser notado. Sin embargo, esta vez sólo había una silla vacía al lado de él esta mañana, o de lo contrario tendría que sentarse hasta el otro lado del aula y morderse las uñas de curiosidad por saber lo que el Trío de Oro estaba diciendo. No había mucho tiempo para ponderar sus opciones, puesto que Snape ya estaba en el aula y parecía irritado. Bueno, en realidad él siempre estaba irritado, pero no era seguro arriesgarse a enfurecerlo. Pensaba en eso mientras se dirigía al lugar vacío a la izquierda de Potter y se sentó, fingiendo no haberlo visto, por lo que no pudo ver a Potter seguirlo todo su trayecto con la mirada.

    - ¿Y luego, Harry? ¡Continúa! – exigió Weasley, pareciendo no haber notado el hecho de que el asunto de su conversación estaba sentado a su lado.

    - Ya te lo conté todo, Ron – Draco lo escuchó decir, comenzando a sacar sus libros de su mochila.

    - ¡No, aún no me has dicho todo! – se indignó el pelirrojo. – No has dicho ninguno de los insultos que él te dijo, ni describiste ninguna discusión o pelea, ni siquiera dijiste una sola grosería mientras me contabas…

    - Porque no hubo nada de eso, Ron – murmuró Potter entre dientes, pareciendo ser consciente de que estaban siendo escuchados. – Todo corrió perfectamente, fue productivo, fue… fue interesante…

    Draco abrió mucho los ojos para su propia pluma y pudo imaginar a Weasley haciendo lo mismo.

    - ¿Interesante? Pero, Harry…

    - ¡Ron, ya basta! – silbó Granger, quien estaba observando atentamente al profesor, pero con los oídos atentos a la conversación de al lado.

    Por estar mirando su pluma, Draco no vio a Granger apuntándolo con la cabeza, ni la expresión de comprensión, seguida de disgusto, que Weasley hizo al notarlo. Permanecieron en silencio después de eso y Snape comenzó a entregar los exámenes de la última clase ya corregidos. Draco no levantó los ojos cuando recibió el suyo, pero sí asistió la macabra satisfacción del profesor cuando le entregó su examen a Potter. Draco espió al chico a su lado.

    Potter bufó para después apoyar el codo sobre la mesa, sosteniendo el examen en la mano mientras miraba el papel. Draco no necesitó esforzarse mucho para mirar el círculo enorme en rojo alrededor de la respuesta y un signo de menos dibujado con fuerza. En la esquina superior izquierda, había una bolita ovalada y debajo se leía “CERO”.

    - Mierda, olvidé colocar el signo de la respuesta, ¿puedes creerlo? ¡Revisé tanto esta porquería! Maldita sea…

    Weasley y Granger le lanzaron miradas consternadas, lamentándolo. Draco frunció el ceño. ¿La respuesta era negativa? Pero él no recordaba haber obtenido una respuesta negativa. Sólo entonces regresó la mirada para su propia mesa y analizó su examen. Había un grande “DIEZ” en rojo hasta arriba. Y allí estaba el menos en su respuesta. Pero… ¡él no recordaba haber puesto el signo! Analizó el papel y reparó en que el pequeño trazo estaba marcado en un lápiz más fuerte del que él acostumbraba usar y su mandíbula cayó. ¡Su padrino había colocado ese signo! Eso era una… una injusticia…

    Injusticia. Normalmente, Draco se habría divertido mucho al constatar eso, sin embargo esta vez no se sentía tan realizado.

    Después de eso, Draco no consiguió prestar mucha atención a la clase. Su vista desenfocada se hallaba mirando a un punto del pizarrón que estaba siendo borrado por el profesor, no podía ni siquiera pensar para resolver los ejercicios pasados. Al final, la campana sonó y pudo guardar sus cosas. Observó por el rabillo del ojo que Potter dejaba el aula y quiso seguirlo, pero sus ojos se posar en Pansy, quien se mordía el labio inferior y se acomodaba los cabellos nerviosamente mientras llegaba hasta él. Draco suspiró resignado. “Acabó la tranquilidad”, pensó.

    - ¿Draco? – lo llamó tentativamente.

    - Hola, Pansy – dijo él cansado sin demostrar emoción alguna, pero eso era completamente normal para Pansy. Tan normal que la chica sonrió con esperanza.

    - ¿Puedo… puedo estar contigo ahora? Sólo… sólo estar cerca de ti… ¿Puedo?

    Draco se encogió de hombros y se puso su mochila en la espalda, dirigiéndose a la puerta. Pansy soltó un gritito emocionado y se prendió a su brazo, recargándose en él.

    - ¡Ay, bebé! ¡Te extrañé tanto este fin de semana! ¡Y ayer parecías tan enojado!

    - Tenía dolor de cabeza, Pansy – su voz salió monótona y aburrida, pero la chica pareció no notarlo.

    - Lo imaginé. Por eso creí mejor ni acercarme. Conozco tu mal humor cuando te duele la cabeza. Sabes, amor, Nott está programando una fiesta para el sábado…

    Si estuviese razonando como se debe, Draco habría hecho un gesto delante de aquél “amor”, sin embargo, ni siquiera escuchaba lo que Pansy decía. Había parado de caminar y miraba a un punto a su derecha, por detrás de ella. Potter estaba analizando el tablón de avisos junto a sus amigos, no muy lejos. Draco fue asaltado por una idea y llevó su mano al bolsillo de su pantalón, sacando su celular.

    - ¿Pansy?

    - …y entonces él llamó… ¿hum?

    - ¿Puedo sacarte una foto?

    - ¿Cómo…? ¡Aaaaaaaaaah! – fue el gritito emocionado de ella antes de brincar sobre su cuello y comenzar a balancearse de manera irritante. - ¡Por supuesto, bebé! ¡Claro! ¿Vas a poner mi foto como imagen de fondo en tu celular?

    Draco disfrazó una mueca de asco arrugando la nariz y asintió.

    - ¡Aaaaaah! Sabía que estabas arrepentido por haberme ignorado una semana entera, pero no imaginé que tanto. ¿Me extrañaste también, verdad? Ah, yo lo sé, querido…

    - Sí, sí, sí… - se impacientó Draco, empujándola y colocándola de manera que pudiera mirar por completo a Potter. Lo enfocó en la pantalla del celular mientras Pansy hacía morritos.

    - ¿Estoy bien así, Draquito?

    - Fabuloso.

    Potter estaba de perfil mirando el tablón de avisos, con la mochila asegurada en una de las manos y a la vez todo despreocupado, exactamente de la forma que él creía tan ridícula. Después de una noche de sueño bien dormida, y de colocar sus ideas en orden, Draco creía más fácil encontrarlo desgarbado en este momento. Luego que sacó la foto, Pansy dio un brinquito y se adelantó para ver la foto, pero Draco quitó el celular de su alcance.

    - ¡Quiero ver! ¡Quiero! ¡Quiero! – Pansy daba saltitos intentando tomar el celular.

    - No, Pansy, salió horrible, voy a sacar otra.

    - ¿Horrible? – ella torció la nariz. – Ah, entonces es mejor intentarlo de nuevo. ¿Está bien así?

    - Perfecto – Draco ni siquiera la miró. Potter se había girado de frente hacia él, platicando con Weasley. En el momento en que Draco presionó el botón de “OK”, Potter le ofreció una sonrisa llena de dientes. Pero Draco no pudo analizarla por mucho tiempo, ya que Pansy le saltó encima nuevamente y él fue forzado a levantar el celular una vez más.

    - ¡Déjame ver, bebé! – Pansy hizo un puchero.

    - No, parpadeaste. Vamos a tomar otra.

    - Ok, ¿está bien así?

    Esta vez no tuvo elección, tendría que fotografiarla. Encuadró su rostro en la pantalla y se llevó un susto. La chica estaba haciendo un morrito ridículo, como si le mandase un beso, dejando sus mejillas chupadas y sus facciones huesudas y cadavéricas. Pero él presionó el botón así, con un gesto de disgusto que daba la impresión de haber chupado un limón. El resultado, obviamente, fue escalofriante.

    - ¿Y ahora? ¿Salió bien?

    - Fenomenal, estupendo, deslumbrante… - a cada palabra que decía, él torcía más la nariz. Pansy se posicionó para mirar su propia foto.

    - ¡Ught! Salí… extraña… - Draco la miró incrédulo, ella continuó. – Salió medio… oscura, ¿no?

    - Sin duda alguna. Oscura. Pero está bien así. Ahora, ¿no quieres ser una buena chica y llevar mi mochila a clase? Yo te espero aquí, ¿qué te parece? – sugirió como si estuviese concediéndole un premio por su buen comportamiento.

    - ¡Claro, bebé! ¡Todo por ti! – ella puso una trompita, esperando que Draco la besase, pero él le empujó su mochila en el estómago y le lanzó un besito, a una distancia segura.

    La chica comenzó a dar pasos hacia atrás, aparentemente demasiado feliz para quitarle los ojos de encima al rubio que sonreía tan falsamente. Hasta qué, cuando finalmente se giró, chocó contra el bebedero y se cayó sobre él, mojando toda su blusa y agitando las piernas hacia atrás, dando una vista completa de sus bragas rosadas. Draco rodó los ojos y enterró su rostro en las manos, después pasándolas por su cabello.

    - Patético – murmuró para sí mismo y miró el techo. - ¿Qué hice yo para merecer a esa mula?

    Sólo entonces Draco se forzó a concentrarse en lo que planeaba. Comenzó a analizar a quienes pasaban hasta encontrar a una chica bajita, de cabellos largos, rubios y despeinados hasta la cintura, cejas pálidas y ojos protuberantes, usando collares extraños. La conocía de vista, su nombre era Alguna Cosa Lovegood.

    - ¿Hey, Lovegood? – la llamó.

    La chica se detuvo y lo miró, pareciendo asustada. ¿O sería el efecto de aquellos ojos saltones?

    - ¿Me harías un favor? – preguntó acomodándose un mechón de cabello de manera encantadora.

    La chica le dio una mirada de desinterés, pero asintió y se aproximó.

    - ¿Sabes sacar fotos de este celular? – le mostró el objeto, que ella miró de la misma desinteresada manera.

    - Por supuesto que sé, Malfoy – dijo ella, quitándole el celular de las manos y girándolo hasta ponerlo de cabeza. Después lo volvió a girar y analizó la entrada del cargador con interés profundo.

    Draco arqueó una ceja, pero creyó mejor ignorarla.

    - Ok, me gustaría que le sacaras una foto a Potter. De cara, sabes, bien cerca. ¿Puedes hacer eso?

    Ella lo miró desconfiada.

    - ¿Qué pretendes hacer con una foto de él? No irás a hacerle montajes, ¿verdad? ¿Colocarle cuernos y hacerla circular por internet?

    Draco soltó un bufido. Si quisiera hacerle “montajes” a una foto de Harry Potter, probablemente pasaría muy lejos de cuernos.

    - Claro que no. Es… es para… joder, no te interesa. ¿Puedes o no?

    Lovegood sonrió airosa y asintió, alejándose. Draco la miró aproximarse y decirle algo a Potter, quien se ruborizó y pareció no saber qué hacer. Weasley tuvo dificultades para contener la risa, lo que se llevó un pellizco de Granger. Potter movió la cabeza negativamente, pero Lovegood insistió hasta que él cedió. La chica se posicionó y sacó la foto. Pero ella le dijo otra cosa que hizo al chico dudar nuevamente. Potter se quitó los anteojos con reticencia y ella aproximó el celular al rostro del chico para tomar otra foto. Draco arqueó una ceja y se escondió parcialmente tras una planta mientras ella se aproximaba lentamente.

    - Aquí están. ¿Puedes mandarlas a mi e-mail?

    - ¿Qué? – preguntó, incrédulo.

    - Las fotos ¿Puedes mandarlas a mi e-mail?

    - ¡Claro que no, niña! Toma – metió la mano en su bolsillo y sacó un billete cualquiera sin siquiera verlo. – Ve y cómprate un caramelo, anda.

    La chica abrió mucho los ojos hacia el billete empujado a su nariz y asintió feliz, aparentemente se había olvidado de las fotos. Pansy llegó enseguida.

    - ¿Qué es lo que estabas haciendo con aquella Lunática?

    - Ella me estaba pidiendo un autógrafo, ¡imagínate! – desdeñó. – Vámonos, Pansy. Ya acabó el descanso.

    Sólo en la clase pudo analizar las fotos. Las dos primeras habían sido de cuerpo entero. La primera de perfil y la segunda de frente, con una sonrisa de regalo. La tercera tenía el rostro desconcertado de Potter, con una sonrisita sin gracia en la esquina de la boca y la cuarta hizo a Draco jadear. Lovegood había sacado una foto únicamente de los ojos del tipo, de un verde esmeralda deslumbrante, libres de los anteojos y brillantes como nunca. Sus ojos quedaron presos de aquella imagen por un largo tiempo. A su lado, Pansy suspiró al mirar la expresión de deleite del rubio, creyendo que su foto era la causante de tanta admiración.

    ------------------

    Draco estaba en su oficina, sentado sin cuidado en su silla, balanceándose de un lado al otro mientras esperaba por Natalie. Escuchó los tan esperados toques en la puerta y la mujer entró cargando algunos informes.

    - Con permiso, Sr. Malfoy. Aquí están los informes. Son para la reunión de mañana, como ya le había dicho.

    - Siéntese, Natalie – pidió Draco, incapaz de contenerse por más tiempo.

    Natalie obedeció y él giró el monitor de su computadora de modo que ella pudiese visualizarlo con él. La primera foto, de perfil, ya estaba en la pantalla, ampliada y en óptima resolución.

    - ¡Oh, por supuesto! ¡Hum! ¿Desgarbado, eh? – acercó más la silla al escritorio para analizarlo mejor. – Hummm, él me parece bastante arregladito…

    - ¿Arregladito? – se burló. - ¿Cómo que arregladito, Natalie? ¿Y esas ropas sobrando, los cabellos despeinados, los hombros curvados y huesudos?

    - ¿Huesudos? No, él no me parece huesudo – Natalie se acarició el mentón con aire analítico y Draco estrechó los ojos. – Las ropas le van un poco grandes, sí, pero le dan un aire más relajado junto con los cabellos desaliñados. Y ciertamente el no es un flacucho ni huesudo. El grosor de su antebrazo muestra que los bíceps están bien torneados y… oh, las piernas también deben ser gruesas, a juzgar por la caída de la ropa. Sólo resta saber si tiene las pantorrillas finas. Es extraño ver personas con las caderas gruesas y pantorrillas frágiles… y mira ese cúmulo de ropas aquí bien al final de la columna. Wow, ¡y tiene un buen trasero, también…!

    - ¡Natalie! – Draco la miró con desaprobación. - ¡Deja de ser tan explícita!

    - No estoy siendo explícita, Draco, estoy siendo realista. ¿Sólo tienes esta foto?

    Draco la miró por algunos segundos, aún aturdido, antes de pasar a la próxima foto. Natalie se llevó una mano al rostro mientras observaba atentamente.

    - Tiene una linda sonrisa, verdadera… Los dientes están alineados y blancos, un hoyuelo en el lado derecho… Los hombros parecen curvados por ser largos y mira cómo la camisa se dibuja al caer holgadamente sobre su pecho. No tiene barriguita tampoco… Sí, él esconde mucho en ese aire despreocupado. Continúa.

    Draco ya ni siquiera conseguía protestar. Imaginaba cómo ella conseguía ver todo eso que él sólo veía cuando estuvo con el otro casi desnudo en los vestidores. Pasó a la próxima, de cara.

    - ¿Draco, cómo es que tienes el coraje de decir que es feo?

    - Porque lo es – se impacientó. – Mira esos anteojos, esos… ¡ese pelo!

    - Su cabello es bonito, rebelde. Los anteojos tampoco son feos. Cuando me lo describiste, pensé en algo grosero y ridículo, pero combinan con su rostro fino, dándole una apariencia angelical, acentuada por la timidez, por los labios finos y por el hoyuelo en la esquina izquierda de su boca. Él consigue reunir sus facciones, trazos simples de niño con mandíbulas determinadas, un cuello fuerte y mirada penetrante. ¡Mira el brillo de esos ojos!

    - ¿Y esa horrible cicatriz? – dijo el rubio con voz estrangulada.

    - No es fea. Es fina y los cabellos la disfrazan parcialmente, debe ser por eso que él los mantiene más largos, a pesar de ser muy desarreglados. La marca lo hace singular, Draco. ¿Hay más fotos?

    Draco lloriqueó antes de pasar para la próxima. Natalie jadeó, exactamente como él lo hizo antes.

    - ¡Wow, Draco! Tú nunca podrías describirme ese color tan vibrante. Parecen joyas raras e hipnotizantes. Con ojos como esos, él ni siquiera necesitaría ser guapo para que las chicas cayesen a sus pies, como tú dijiste. Él es maravilloso, Draco. ¡Fascinante!

    Draco se frotó el rostro con las manos y respiró hondo.

    - ¿Me estás diciendo eso para provocarme, Natalie? ¿No me quieres dejar odiarlo en paz, es eso?

    - Draco – comenzó la mujer usando un tono de voz práctico. – Existen varios tipos de belleza. La de él es más relajada, natural, salvaje. Tiene también esa mezcla de dosis de inocencia con rebeldía y determinación. Él es bello, sí, Draco. Tiene su encanto único, lleno de detalles que lo hacen una persona singular e impresionante. Y por lo que veo, sólo tú no puedes entender eso. Analiza bien estas fotos a partir de los puntos que yo te resalté. Vas a ver cómo tengo razón.

    Draco se llevó una mano a la boca y miró la pantalla de la computadora concentrado, hasta un poco receloso. Natalie creyó mejor dejarlo más a gusto y salió del lugar educadamente.

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    Draco acabó de revisar los informes alrededor de las cinco de la tarde. Como de costumbre, salió para tomar un café en la ante sala, pero se rehusó a hablar con Natalie. Ésta tampoco insistió. Cuando regresó a su oficina, Draco dudó sobre si debía conversar con Ángel o no. No había platicado con él el día anterior, sería mejor no faltar hoy también. Esa fue la disculpa que usó para anestesiar su consciencia y justificar sus ganas de hablar con el chico.

    .:Ángel:. dice: ¡Hola!

    Por lo menos parecía que lo había extrañado…

    Príncipe Slytherin dice: Hola, ¿cómo estás?

    Él era un Malfoy, finalmente. Tenía que ser educado.

    .:Ángel:. dice: Todo bien, gracias a Dios. ¿Y tú, mucho trabajo ayer?

    Draco sonrió nostálgico a la computadora. Sí… tal vez él también lo había extrañado…

    Príncipe Slytherin dice: Pues sí, ayer no pude conectarme. Lunes, día ocupado, dolor de cabeza, mal humor, tú sabes…

    .:Ángel:. dice: Ah, claro. Perfectamente comprensible.

    Príncipe Slytherin dice: ¿Y cómo estuvo tu lunes?

    ¡De repente lo golpeó la curiosidad! ¿Será que Draco podría arrancarle una opinión sobre el entrenamiento de la noche anterior? ¿Será que lo encontró agradable? ¿Será que le gustó su comportamiento? No que realmente importase… sólo estaba curioso, sólo eso.

    .:Ángel:. dice: Bien, fue cansado. El lunes siempre es cansado. No pude estudiar piano ayer… ¡me voy a ganar un jalón de orejas! Pero por lo menos fue por una buena causa.

    Hummm. Draco se mordió el labio inferior. ¿Una buena causa?

    Príncipe Slytherin dice: ¿Y qué sería tan importante como para compensar el tiempo que pasarías estudiando música? Debe haber sido una muy buena causa, entonces.

    .:Ángel:. dice:
    ¡Sí, todo por el bien del voleibol! Es una larga historia…

    Príncipe Slytherin dice: Ya terminé mi trabajo por hoy, tengo todo el tiempo del mundo –o por lo menos hasta las seis de la tarde. A menos, claro, que tú estés muy ocupado…

    .:Ángel:. dice: No, yo ya terminé lo mío por hoy. Está bien, voy a intentar resumir siente años para ti.

    Demoró bastante en aparecer la explicación y Draco aguardó en expectativa, golpeando el pie incesantemente contra el suelo. Estaba… ¿aprensivo? ¿Quizá tendría miedo por saber la opinión del otro? ¿Pero por qué? Finalmente, la opinión de Potter en realidad no importaba, ¿verdad? Mientras esperaba, Draco puso un disco de Coldplay.

    .:Ángel:. dice: El caso es que desde mis once años tengo una cierta enemistad con un chico de mi edad. Él tuvo una infancia muy diferente a la mía, siempre tuvo todo lo que quiso y fue tratado como un rey por su familia. El problema es que la familia tiene principios dudosos. Su padre fue declarado inocente de acusaciones graves, pero hay rumores de que existe mucho dinero envuelto en esa absolución. Toda la familia tiene gestos torcidos, mezquinos y prejuiciosos de mirar a los demás, le dan mucho valor al status social y la situación de las personas con quienes conviven y él acabó teniendo esa visión distorsionada del mundo también. Escogió a sus amigos por esas cualidades tan pobres e insignificantes. Juntos formaron una banda busca problemas y prejuiciosa desde niños y ese chico me llamó a ser parte de ella. Creyó que mi pasado le daría una buena historia y que yo buscaría la fama a su lado. Obviamente me negué. Encontré personas mucho más interesantes y ricas de espíritu, agradables para convivir, y desde entonces él me considera su enemigo. Nunca aceptó el hecho de que yo haya rehusado su invitación y vive queriendo buscar pelea conmigo y mis amigos. Creo que, de cierta forma, siempre incentivé esas peleas. Era un niño también, no me gustaba ser insolente en casa, quería arreglar el mundo… pero maduré y puede ver cuán infundado se tornó todo eso. ¡Ya no tenemos más justificaciones para odiarnos y aún así persistimos en el error por hábito!

    La mandíbula de Draco fue cayendo a medida que leía aquellas líneas. La parte de tener todo lo que quería, él no sería estúpido de contestar. Tenía plena consciencia de que fue mimando por su familia, pero eso no significaba que ellos lo hubiesen echado a perder. Se consideraba una persona centrada ahora. No ganaba más mesada ni regalos caros. Recibía su salario y compraba todo lo que quería, ¡por sus propios méritos!

    Ok, pasemos para el próximo punto. ¿Dijo que su familia tenía principios dudosos? Los Malfoy siempre fueron de la alta sociedad, una familia noble y distinguida. ¡Era de esperar que actuasen como tal! Así como se esperaba que Draco hiciera amistad con personas de la misma clase social, de familias igualmente tradicionales. Y eso podría haber incluido a Potter también, si él no hubiese sido tan estúpido al punto de cambiarlo por un bando de perdedores. ¿Ricos de espíritu? Si el espíritu de Weasley valiese alguna cosa, él ya lo habría vendido para comprarse ropas nuevas.

    ¿Era esa la imagen que Potter tenía de él? El chico había juzgado su carácter antes mismo de conocerlo, por la causa del pasado de su padre, de los rumores sobre su familia y por las compañías ‘insignificantes’ que tenía. ¿Qué era eso sino prejuicio? Él nunca le había dado motivos para que pensara que era un mezquino o con una visión torcida del mundo… bueno, en realidad, insultó a Weasley antes de ofrecerle su amistad… Pero eso no venía al caso ahora y él tampoco se arrepentía de lo que hizo.

    Potter, como Natalie, creía que nunca había superado el rechazo que sufrió. ¡Humpt! ¡Por supuesto que ese no era el problema! El problema era que Potter había escogido el lado de los perdedores, y nada más justo que Draco lo tratara como tal. ¿Maduró, no? Enloqueció, en realidad. Claro que tenía justificaciones para odiarse, como por ejemplo… bueno, él aún no había encontrado el motivo, ¡pero sabía que existía!

    Mientras se demoraba, masticando esas palabras, apretando el brazo de la silla con extrema fuerza y frunciendo más el ceño con cada línea, Ángel escribió aún más.

    .:Ángel:. dice: Bueno, la oportunidad de redimirme llegó junto con ese nuevo equipo en la escuela, que se formó la semana pasada. Estamos en el mismo equipo ahora y tendremos que olvidar nuestras diferencias en pro de un interés común y yo estoy dispuesto a esforzarme por eso. Ayer marqué un entrenamiento sólo para nosotros dos y el resultado fue mucho mejor del que podía imaginar. Bastó que le golpease un poco el ego, lanzara un desafío al aire, ¡y listo!

    Draco soltó el aire por la nariz como un dragón listo a escupir fuego. ¿Cómo? ¿Potter se estaba atribuyendo todos los méritos por haberlo convencido de comportarse dócilmente en el entrenamiento? ¿Él había planeado todo?

    Príncipe Slytherin dice: Debe haber sido bien difícil entrenar, entonces, si ustedes se odian…

    .:Ángel:. dice: No, yo no lo odio, en realidad. Es cierto que me molesta a veces, pero creo que odio es una palabra muy fuerte, un sentimiento muy intenso para que yo lo sienta por él. Soy más indiferente, eso sí. Si fuera por mí, yo lo ignoraría por el resto de mi vida, pero él no deja que eso pase, vive recordándome cuánto puede ser él de insoportable.

    When you try your best, but you don't succeed

    (Cuando das tu máximo esfuerzo, pero no tienes éxito)



    Draco parpadeó y tragó con dificultad. Paseó la mirada por el escritorio como si buscara algo suficientemente pesado para atravesar la pantalla de la computadora y golpear al chico de cabellos despeinados que escribía al otro lado. “¿Insoportable? Si es así, entonces por qué tengo la impresión de que te gusta conversar conmigo tanto como a mí me gust… joder, eso tampoco venía al caso ahora…”

    Había tenido una clase de Filosofía donde escuchó que la indiferencia era mucho peor que el odio. Según la Profra. Trelawney, la línea entre el amor y el odio era muy tenue. Sólo se odia a una persona que nos despierta sentimientos intensos, al contrario de la indiferencia, que es la ausencia de cualquier sentimiento. Draco rio de la cara de la profesora durante aquella clase, creyendo que todo era completamente absurdo. Pero ahora estaba confundido. Si eso fuera verdad, significaría que a Potter no le importaba lo que sucedía con él, no tenía relevancia alguna. Draco estaría más propenso a amar a Potter que al revés. ¿Amar? Bueno, ¿cómo es que una palabrita fantasiosa se había infiltrado en sus pensamientos, en realidad? Pero si él había analizado correctamente lo que el otro había dicho, ¿por qué Potter hizo todo ese trabajo para que los dos estuvieran un momento a solas?

    Príncipe Slytherin dice: ¿Entonces por qué propusiste el entrenamiento, si él es tan insoportable?

    .:Ángel:. dice: ¡Por el bien del equipo! Te digo que creo que nuestras discusiones son demasiado superficiales como para ser llevadas adelante, así que preferiría no tener que convivir con él. Pero ya que fuimos obligados a ello, pretendo dar lo mejor de mí. Aunque eso signifique aproximarme más a él.

    When you get what you want, but not what you need

    (Cuando consigues lo que quieres, pero no lo que necesitas)



    Claro que era por el bien del equipo. ¿Por qué más sería? ¿Acaso él se creó alguna ilusión de que Potter de repente fue asaltado por unas ganas incontenibles de pasar algún tiempo en su compañía? ¿Cómo había dicho? “Preferiría no tener que convivir con él”. Potter sólo había propuesto el entrenamiento porque sentía como si fuese su obligación salvar al equipo, tornando la relación entre ellos menos perturbadora. Por el bien del equipo…

    Could it be worse?

    (¿Podría ser peor?)



    Príncipe Slytherin dice: Pero entonces, ¿no te gustó el entrenamiento?

    .:Ángel:. dice: ¿Que si me gustó? ¡Fue genial! ¡Tendrías que habernos visto! Él es fantástico, amigo. Juega muy bien, tiene concentración y determinación, además de buena condición física. Juega como si la vida dependiese del resultado del juego, ¡es impresionante! Yo no sabía eso, nunca me paré a mirarlo –además del hecho que el equipo de Administración es pésimo, así que me acostumbré a generalizar. Pero me quedé sorprendido con su desempeño y me gustó el resultado del entrenamiento.

    Draco tuvo que releer el párrafo para tener certeza de que había entendido correctamente. ¿Fantástico? ¿Impresionante? ¿Harry Potter estaba elogiando su desempeño con toda esa vehemencia? ¡No era posible! ¡Cómo era confuso ese chico! ¡En un momento lo destruía y al siguiente lo despejaba con elogios!

    Príncipe Slytherin dice: Bueno, supongo que él tenía que ser bueno para estar en el equipo. Pero no entiendo cuál fue tu verdadera impresión de él. Con respecto a su comportamiento, quiero decir. ¿Tú qué opinas?

    Draco se llevó una pluma a la boca para morder la tapa, pero percibió, demasiado tarde, que estaba destapada y sintió el gusto amargo de la tinta en su boca.

    - ¡Mierda! – exclamó, aventando el objeto lejos.

    .:Ángel:. dice: No sé qué pensar, sinceramente. Estuvo callado todo el tiempo, medio gruñón. Creo que fue bastante difícil para él asegurar su propia lengua para no ser sarcástico o arrogante, pero él fue moderado, lo garantizo. Fue la primera conversación meramente amigable que habíamos tenido hasta ahora.

    Lights will guide you home

    (Las luces te guiarán a casa)



    Draco bufó y se frotó los ojos con las manos. Miró para el reloj de la computadora que marcaba las 17:55. Creyó mejor cerrar esa conversación por hoy y pensar con más calma sobre… sobre todo. Ya no podía pensar bien. Estaba con una sensación extraña de incomodidad que comenzaba a ser frecuente cuando el asunto de sus pensamientos era Harry Potter.

    Príncipe Slytherin dice: Amigo, interesante tu compañero. Adoraría saber más sobre él, pero ya es hora de irnos, ¿no?

    En ese momento sonaron dos golpes en la puerta y Natalie apareció.

    - Con permiso, ¿Sr. Malfoy?

    - Entre, Natalie – dijo Draco en un hilo de voz, sin demostrar emoción alguna, y se giró hacia ella.

    - Vengo a buscar los informes. El Sr. Malfoy me pidió que los llevar antes de irme.

    Draco tomó un monte de papeles y se los entregó.

    - Aquí están.

    Natalie los tomó, pero le lanzó una mirada a la computadora, cuya pantalla aún estaba un poco girada hacia ella.

    - ¿Es él, Draco?

    Draco cerró sus gestos. Le lanzó una mirada irritada a la pantalla y leyó las últimas palabras.

    .:Ángel:. dice: Sí, tienes razón. Me gustó hablarte sobre eso. Mis amigos no quiero hablar de ese asunto, generalmente pierden la paciencia, pero de verdad necesitaba yo decírselo a alguien. Ayuda a organizar las ideas.

    .:Ángel:. dice: El tiempo vuela cuando conversamos, ¿no? Descansa y hasta mañana.

    And ignite your bones

    (Y quemará tus huesos)



    Draco suspiró y escribió la respuesta.

    Príncipe Slytherin dice: Fue bueno platicar contigo. Hasta luego.

    And I will try to fix you

    (Y yo voy a intentar repararte)



    - Sí, es él, Natalie – dijo secamente sin mirarla, comenzando a desconectar la computadora.

    - Ustedes… parecen bastante íntimos, ¿no? – preguntó la mujer con cuidado.

    - Él cree que soy insoportable, Natalie – comenzó a decir, sin conseguirse contener. – Dijo que soy mimando, prejuicioso, mezquino, infantil, arrogante y… superficial y… busca pleitos… ¡pero a pesar de todo eso no me odia! ¿Sabes lo que él siente? ¡Absolutamente nada! ¡Es completamente indiferente a mí! – terminó con un golpe en el escritorio que hizo su mano doler, tal fue la fuerza empleada.

    - ¡Oh! – exclamó Natalie, llevándose una mano a la boca. - ¿Él dijo todo eso?

    - Claramente, con todas las letras – la voz del chico tembló con un deje de rabia e impotencia que sólo Natalie pudo identificar.

    - ¡Pero qué ironía, Draco! ¡Él te lo dijo a ti! Y veo que le gusta hablar contigo por internet, ¿no? ¿Dijo algo más, algo bueno?

    - Elogió mi desempeño en el voleibol, sólo eso. A él no le importa nada más de mí, sino mi habilidad en el deporte. ¡Soy simplemente un compañero de equipo con el cual está obligado a convivir!

    Natalie se sentó frente a él, aún sin ser invitada.

    - ¡Venga, Draco! ¡Entonces tienes que hacer algo con ello! ¡Y rápido!

    - ¿Cómo? – desdeñó, a pesar de parecer bastante curioso.

    - ¡Él tiene una impresión muy errada de ti y tú necesitas mostrarle que eres mucho más que eso! Ya probaste que puedes llevar una conversación interesante con él, aunque no sepa que eres tú con quien él conversa. ¡Así que si no pretendes revelar tu identidad por internet, aproxímate a él! ¡El voleibol es una disculpa perfecta! Haz que te mire con otros ojos, Draco. Haz que él quiera volverse tu amigo, no solamente un compañero de equipo. Muéstrale la maravillosa persona que realmente eres.

    Draco la miró por un tiempo sin saber qué decir. Natalie era la única persona que elogiaba sus virtudes de esa manera –además de su madre y Pansy, obviamente, pero las madres son ciegas cuando se trata de sus hijos y Pansy… bueno, Pansy era sólo una cotilla irritante. Por lo tanto, sólo la opinión de Natalie realmente contaba. Era con ella con quien él se abría, la única que lo conocía realmente por detrás de su máscara. Entonces… ¿tal vez aún tuviera una oportunidad de que Potter quisiera ser su amigo? Ese pensamiento despertó su lado valeroso.

    - Lo haré, Natalie, pero no por su amistad. Voy a probarle que está errado, voy a hacerlo tragarse todo lo que opina de mí, ya verás.

    Natalie sonrió bondadosa. Sabía que él estaba intentando convencerse a sí mismo de que el chico realmente no le importaba, y sabía también que lo negaría en este momento, aún más defensivo. Por lo tanto se quedó satisfecha con esas palabras. Más tarde o más temprano se daría cuenta lo mucho que Potter significaba para él.

    - Así se habla, querido – dijo levantándose. – Descansa bien, ¿sí?

    - Hasta mañana.

    And high up above or down below

    (Y muy arriba o muy abajo)

    When you're too in love to let it go

    (Cuando estás demasiado enamorado como para dejarlo ir)

    If you never try, then you'll never know

    (Pero si nunca lo intentas, entonces nunca lo sabrás)

    Just what you're worth

    (Todo lo que vales)


    -----------------------

    Aquella noche, Draco fue nuevamente al club. Esta vez para librarse de Pansy, quien había vuelto a las andadas y estaba más pegajosa que nunca. Había aparecido en su casa con una película en la mano para que la vieran juntos. Pero Draco tomó su mochila y le dijo que iba de salida y que ella podía verla en su cuarto si quería, dejándola sin siquiera reaccionar. Observó el entrenamiento todo el tiempo, con sus ojos grises sedientos por cada movimiento del chico de ojos verdes. Llegó a casa exhausto, dando gracias a los cielos porque Pansy no lo estaba esperando, pero aún juntó suficiente fuerza para analizar ciertas fotos…

    Lights will guide you home

    (Las luces te guiarán a casa)

    And ignite your bones

    (Y quemarán tus huesos)

    And I will try to fix you

    (Y yo intentaré repararte)


    ----------------------


    En el próximo capítulo…

    - Déjeme ver cuál fue el último tema que les dio Lupin, niño.

    - ¿Qué sucedió con el Profr. Lupin? – ¿quién más podría haberse atrevido a decir eso además de Potter? – Profesor – enmendó delante de la mirada fulminante que ganó del hombre.

    - El Profr. Lupin no está en condiciones de darles clase – respondió Snape en una calma peligrosa y entonces bajó los ojos nuevamente al chico anterior. – Ahora, ¿me podría mostrar…?

    - ¿Qué le sucedió al profesor? – interrumpió Potter nuevamente y Draco lo creyó tremendamente estúpido por eso.

    - Nada que te interese, Sr. Potter. Ahora, ¿quisiera callarse, por favor?


    QUOTE
    Notas finales:

    Notas de la Autora: ¡Hola gente! No tienen idea de cómo me gusta la canción Fix you de Coldplay, pero no pude colocarla entera :( porque no encajaba con el momento. ¡Pero aquí está tip! No haré comentarios sobre el capítulo, eso se los dejo a ustedes, ¿de acuerdo?

     
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