• •Of braids and deals• • [One-Shot] [Hakuryuu x Shuu]

« Older   Newer »
 
  Share  
.
  1. Mikuffles.
        +1   +1   -1
     
    .

    User deleted


    ¡Hola, hola~! Realmente no creí que fuera a subir mucho más de Inazuma y es que el último fic que hice sobre este anime fue hace un buen tiempo, pero de todos modos, terminé divirtiéndome bastante escribiendo esta historia. Nunca antes he escrito sobre esta pareja, así que me dije, "¿y por qué no?" Y de ahí, salió esto. Espero que les guste~

    Disclaimer: Los personajes de esta historia no me pertenecen, sino que son propiedad de Tenya Yabuno.
    Pareja: Hakuryuu x Shuu.
    Serie: Inazuma Eleven Go.
    Género: AU, romance.
    Clasificación/Rating: K.

    *Kotatsu: esta palabra aparecerá unas cuantas veces durante el fic. Es una especie de mesa japonesa, aquella en la que debajo de la tabla sale una manta, para que las personas puedan estar sentadas en el suelo, calentándose bajo la manta, y aún así estando sentados a la mesa.

    ----------------------

    • •Of braids and deals• •



    jpg



    Un par de voces se escuchaban a través de las blancas cortinas. Semitransparentes, sólo dejaban ver las siluetas de los dos jóvenes que parecían estar jugando en el suelo. Y es que la vida en aquel pueblecito no era como para tirar cohetes en cuanto a la emoción del día a día. Aún así, tanto el niño de cabellos oscuros como el albino se divertían pasando las tardes en la casa de uno o del otro, o a veces simplemente saliendo a jugar al único parque que había en todo el pueblo. Apenas había más niños viviendo en el lugar, era todo tan... monótono.

    En aquel momento, tanto Shuu como Hakuryuu se encontraban en la casa del más alto. Había que decir que era el de familia más adinerada, pues su casa era más lujosa comparada con la del chico de menor estatura, quien apenas contaba con un salón en el que pasar el rato, un baño, una pequeña cocina y una habitación para él y otra para sus padres. Su hermana dormía con él, por supuesto.

    Y es que a ninguno de los dos le importó nunca la vida referente al plano económico. Aunque, claro, Shuu disfrutaba más los ratos que pasaba en la casa del albino. Incluso llegó a poner excusas bastante poco creíbles en algunas ocasiones sólo para quedarse una noche en aquella magnífica morada.

    Ambos eran amigos desde antes de ser consciente de ello. Para los dos, el otro siempre estuvo ahí, de modo que no se imaginaban la vida el uno sin el otro. Y es que ambos eran todavía muy jóvenes para poder imaginarse siquiera que cabía la posibilidad de que más allá del pueblecito en el que vivían hubiera más vida. Otro tipo de vida. Pues allí se vivía de manera humilde, discreta.

    Volviendo una vez más a la situación, ambos niños estaban jugando en el amplio salón de la casa de Hakuryuu. La televisión estaba puesta, pero el volumen había sido cortado. Lo único que se escuchaba en aquel lugar era la risa de los chicos.

    —¡Mira, mira, Haku! ¡Mi hermanita me enseñó el otro día a hacer trenzas! —Exclamó feliz el de cabello azabache, enseñándole una pequeña trenza que había hecho con cuerdas que le había dado su madre el día anterior. Se la tendió a Hakuryuu, esperando que la admirara con tanta alegría como con la que él se la mostraba.

    —¡Vaya, está bien hecha!... Pero yo ya sabía desde hace mucho tiempo hacer trenzas. Y mejor que esta, sin duda —contestó entonces de manera calmada, orgulloso, mostrando todo su ego como siempre solía hacer.

    El pequeño Shuu, al recibir esta respuesta que por supuesto no le había agradado, infló los mofletes, amenazando con hacer un pequeño puchero. Ya estaba acostumbrado a la personalidad de su amigo, pero ansiaba obtener su aprobación aunque fuera una sola vez. Y le había molestado que esa vez no fuera esta.

    —¡Oh, eres horrible!... ¿No podrías al menos decir que mejoraré?

    —¡Pues claro que mejorarás! Pero no veía necesario decirlo. Es decir... si practicas, debes de comenzar a hacerlo mejor en algún momento. —
    Y es que lo decía de una manera tan calmada, como si todo resultase obvio, que hacía a Shuu enfadar más todavía.

    —Qué sabihondo que eres, Haku. ¿Y cómo aprendiste a hacer trenzas tú? —Pero optó por mantenerse sereno -o al menos intentarlo-, y se quedó quieto sentado encima de su cojín, que estaba próximo al kotatsu en el que ambos estaban sentados.

    —Pues mi madre me enseñó cuando vio que tenía el cabello lo suficientemente largo.

    —¿El cabello? —Abrió exageradamente los ojos con sorpresa en cuanto se dio cuenta de lo que significaba aquello, y también al enterarse de que esas bonitas trenzas se podían hacer con el cabello también.

    —Sí, deberías probar a hacerle alguna trenza a tu hermana... así también podrías mejorar. —Al terminar de decir esto, se apoyó en la mesa, incorporándose un poco para poder alcanzar el cuenco con pequeños gajos de mandarina. Tomó un par de ellos y se metió uno en la boca, saboreándolo mientras le cambiaba el rostro a una mueca algo graciosa. Pero Shuu ya se había quedado pensando en lo que le había dicho, y por un momento su mirada se perdió en el color brillante de la madera de aquel kotatsu.

    En ese momento pensó en que una trenza se vería mucho más impresionante en Hakuryuu que en su hermana, pues él tenía el cabello mucho más largo. Y, de hecho, le gustaría verle con ese peinado. Pensándolo un poco más, hasta pudo deducir que lo que él deseaba exactamente era hacer aquella trenza en el cabello del albino. Él y sólo él. Quería ver una creación suya en el cabello del más alto. Así el otro niño no tendría otra opción que decirle que lo había hecho bien, al verse hermoso con su nuevo peinado en un espejo, ¿verdad? Y es que para él era tan simple como eso, de modo que al decidirlo alzó la vista hasta el rostro de su amigo. Y su mirada se iluminó.

    —¡Déjame un momento tu cabeza, Haku! —Pidió mientras se ponía de pie casi a la carrera para rodear el kotatsu y acercarse a su amigo.

    El otro chico, por su parte, alzó una ceja confuso.

    —¿Para qué te voy a dejar yo mi cabeza? —Cuestionó, seguido de lo cual, tomó el otro gajo de mandarina que tenía en la mano.

    —Quiero hacerte una trenza.

    Hakuryuu fue a responderle, pero antes incluso de que pudiera articular palabra, sintió un ligero tirón de su cabello que hizo que soltara un pequeño quejido.

    —¡Ay!... Me haces daño, Shuu. ¡Ten más cuidado!

    —¡Ah, lo siento!... Pero es que como se me ha ocurrido tan de repente quería ponerme a hacer tu trenza ya...


    —Eso no es excusa. —
    Tomó aire, tratando de mirar un poco de reojo cómo su amigo trataba de manera algo tosca su cabello. Sentía cómo lo movía de un lado para el otro.

    —¡Oh vamos, tan sólo déjame! Seguro que queda precioso. —Y es en verdad lo que él tenía en mente.

    ...Aunque diez minutos más tarde, el resultado no fue el esperado ni mucho menos.

    Frente a un espejo de cuerpo completo, Hakuryuu observó su nuevo peinado desde todos los ángulos posibles. Suspiró al verse y no poder encontrar palabras adecuadas para describir... aquello.

    —Lo siento, de verdad. Pensé que quedaría mejor... —Comentó en un breve susurro bastante desanimado el niño, quien no pudo evitar que sus ojos se pusieran vidriosos al ver sus planes haber resultado tan estrepitosamente mal.

    —...Bueno, tal vez... ¿Tal vez quedó así porque es la primera vez que practicas con una persona de verdad?... ¡Sí, debe de ser eso! —Trató de darle sentido al estropicio mientras pensaba en lo que tendría que esforzarse para desenredarse todos aquellos nudos que el azabache había hecho en su cabellera. Intentó hacer que no se sintiera tan mal consigo mismo, pero por mucho que trató, no lo consiguió. De manera que finalmente puso una mano sobre el hombro del más bajo, haciendo que este alzara el rostro para verle a los ojos.

    —Sigue practicando, ¿vale?... Te voy a dejar mi cabello siempre que quieras, así que no te preocupes. —Porque después de todo, para eso estaban los amigos. Tampoco quería ver tan triste al pequeño Shuu, así que haría lo que fuera para hacer que sonriera de nuevo.

    —Bueno... Pero no voy a poder hacerlo mucho mejor. ¿Estás seguro de que quieres?

    —¡Pues claro que sí!


    Shuu largó un hondo suspiro. Aún así se sentía mal.

    —Algún día espero hacer una buena trenza...

    Hakuryuu frunció el ceño, tomando una rápida decisión nacida de un impulso momentáneo. Pero le pareció buena.

    —Mira, Shuu, vamos a hacer un trato —murmuró al estar al lado suyo, tomando la mano contraria como si ni siquiera tuviera la opción de negarse a lo que le iba a proponer el otro niño. —Tú seguirás practicando, y yo no te voy a decir nada. Esperaré hasta que hagas la mejor trenza del mundo.

    —¿Y si...? ¿Y si no me dices nada, cómo sabré que es la mejor del mundo?

    —Lo sabrás porque en ese momento sí que te lo diré.

    —Y cuando consiga hacerla, ¿qué pasará entonces?


    —Que te casarás conmigo. —
    Y aquello fue lo que dejó mudo a Shuu. ¿De dónde se había sacado Hakuryuu una idea tan absurda?

    —¿Eh? ¿Y eso por qué?... No lo entiendo, Haku.

    —No tienes nada que entender, ¡ese es el trato!... Nosotros somos amigos, así que mi deber es ayudarte. Y cuando estemos casados podré asegurarme de que recibas mi ayuda siempre que lo necesites por el resto de nuestras vidas. Desde mi punto de vista, lo veo bastante bien.

    Y claro que era factible para el pequeño Hakuryuu, quien en ese momento no conocía absolutamente nada acerca del matrimonio más allá de lo que ve en sus padres. Él pensaba que todo es más fácil de lo que en realidad lo es, y así se lo expresó a Shuu.

    El chico, que tampoco tenía muchas ganas de contradecir a su amigo, vio muy noble la idea de que quisiera ayudarle, así que sin pensarlo mucho, aceptó el trato estrechando la mano del más alto. Seguiría haciendo trenzas, y al final conseguiría que el albino le elogiara por ello. Esa era su única preocupación del momento.

    º°O·Oº°



    Y quince años después, cuando ambos ya estaban a punto de terminar su carrera universitaria, las cosas seguían exactamente igual. Tanto Shuu como Hakuryuu habían trabajado muy duro para que todo permaneciera así, y ya no lo echarían a perder. Ambos se habían matriculado en la misma universidad, sólo que en diferentes carreras, por lo que no se solían ver por el día. Por ello mismo era que para arreglar la falta de tiempo, ambos acordaron rentar un piso cerca de la universidad. Ellos dos solos viviendo en un pequeño apartamento, les costó acostumbrarse pero en apenas unos meses ya se sabían apañar por ellos mismos.

    Habían crecido teniendo sus peleas, sus diferencias y problemas, pero casi siempre las habían superando de la mejor manera posible. Siempre teniendo presente la premisa de su fuerte amistad, aunque esta con los años ha ido cambiando de forma. Ninguno pudo evitar querer al otro, así que antes de que se pudieran dar cuenta comenzaron a darse abrazos frecuentemente, a estar más juntos... Pero estaban conformes con ello. Su relación era perfecta... hasta el día en el que hubo un avance más.

    Y justamente estaban en una situación parecida que aquella vez en la que hicieron ese trato.

    Era invierno, y ambos se refugiaban bajo una manta, sentados al kotatsu, por supuesto. Hakuryuu estaba delante, y Shuu detrás de él, pegado a su espalda mientras le hacía una de tantas trenzas. Era curioso, pero en ese tiempo el de cabellos azabaches había logrado superar en altura al albino.

    —Oh... tu cabello huele muy bien hoy, Haku.

    —¿Será porque lo lavé hace apenas un par de horas?


    Shuu rió de manera risueña, mientras pasaba una mano delicadamente entre los cabellos de Hakuryuu.

    —Puede ser. De todos modos... ya lo tienes muy largo. ¿No vas a ir a cortarlo?

    —Sí, aunque pensé en hacer una apuesta conmigo mismo.


    —¿Una apuesta? —Bufó ligeramente con la sonrisa aún en sus labios —Ay, tú y tus apuestas, tus tratos y tus propuestas... te gusta mucho dejar las cosas a la suerte, ¿no?

    —La verdad es que no. Sólo es que tú lo ves de manera errónea. Sólo pongo una condición a cumplir, es más bien decir que es una meta.


    —¿Como yo con lo de la trenza? —Cuestionó, acariciando de manera que apenas rozó el cuello del otro chico en una rápida ida y venida de su mano haciendo la trenza.

    —Exactamente eso.

    —¡Y aquí sigo, vete a saber cuántos años después!

    —No desesperes, Shuu...

    —...No lo hago. Sólo le daba emoción a mis palabras.


    Y tras decir esto, el albino cerró los ojos por un momento, relajándose con el tacto ajeno sobre su cabello. Era tan delicado que daba gusto.

    —Bueno, como iba diciendo... la apuesta es que he de aprobar todas las asignaturas a la primera sin asistir a recuperaciones. Como los exámenes finales ya están a la vuelta de la esquina, pensé en cortarme el pelo si salgo bien de ellos.

    —¿Y si no ocurre?


    Hakuryuu se incorporó por un momento, girándose para ver de reojo a su amigo. Su rostro denotaba ironía.

    —¿Crees que no ocurrirá? —Siendo él tan buen estudiante, era cuestionable esa pregunta. Sabía de antemano que lo iba a aprobar todo.

    —Entonces... ¿por qué haces apuestas que sabes de antemano que vas a ganar?... Hay veces que no te entiendo para nada, Haku. —Y tras decir esto último con algo de frustración escondida, se dejó caer sobre la espalda del otro chico, escondiendo su rostro en el hueco del cuello ajeno.

    —Digamos que me gusta ir sobre seguro. Ante todo, tú eres quien mejor me conoce, ¿verdad?... Seguro que lo habrías terminado deduciendo.

    —Ojalá...

    —Oh, por cierto, ¿ya terminaste la trenza de hoy?

    —¡Ah, sí! Mira, está aquí. —
    Al decir esto, le pasó la trenza por encima del hombro, dado que tenía el cabello tan largo que le llegaba hasta un poco más abajo de la cintura. —Hoy pareces una auténtica princesa, Haku... de no ser por tu voz, claro está —rió por lo bajo al mencionar esto, y es que ese día estaba ya especialmente cansado, pero aún así, había hecho con esmero y delicadeza la trenza para que quedara bien en el cabello del albino. Él siempre tenía que verse hermoso, según el de cabellos azabache.

    —¿Oh?... Hoy parece tener buena pinta. —Parecía algo sorprendido del resultado, a lo que Shuu asintió bostezando y entrecerrando los ojos. —Iré a verla mejor al espejo.

    —Sí, ve.

    El joven se incorporó, levantándose con cuidado de dejar como estaba a Shuu, quien ahora se sostenía sentado en el sitio algo encorvado, y con la cabeza gacha. Medio dormido, a decir verdad.

    Y siguiendo el camino de Hakuryuu, el joven fue caminando hasta su habitación, donde estaba el mismo espejo de cuerpo entero que había en su casa y en el que se miró por primera vez con una trenza de Shuu. Se quedó un rato contemplándola, mirándola totalmente anonadado. ¡Aquella era la mejor trenza que había visto hecha jamás! Y es que se notaba la delicadeza y el cariño que puso Shuu en ella, con todos los años de experiencia que ya poseía. Aquel era, sin duda, el más bello de los trabajos hechos con su cabello hasta el momento.

    Y justo cuando a Shuu le empezaba a parecer que Hakuryuu tardaba demasiado, este volvió a paso firme, como se había marchado. El de cabellos oscuros alzó el rostro con algo de dificultad, molesto por las luces de la habitación.

    —¿Y bien?...

    Pero en vez de recibir palabras a modo de respuesta, lo que obtuvo fue la mano del chico albino sujetando su mentón y alzándolo aún más. Y antes de que se pudiera dar cuenta de lo que pasaba, el otro había depositado un pequeño beso sobre sus labios, arrodillándose un poco a su altura.

    —¿Eh?... Hoy no es mi cumpleaños, ¿qué estás...? —Soltó algo adormilado aún, pero fue despertándose conforme los besos de Hakuryuu se sucedían, pues a ese le siguió uno más, y a ese, otro. Torpemente correspondía, siguiéndole el juego a su amigo, y es que no era la primera vez que se habían besado, ni mucho menos. Sólo que esta vez no encontraba motivos para recibir tanto cariño por parte del otro joven.

    —Lo acabo de decidir. Ya puedes estar contento, porque he decidido casarme contigo —terminó respondiendo entre beso y beso de manera algo orgullosa, separándose al cabo de unos segundos con un fuerte rubor en sus mejillas.

    —¿¡Qué!?... ¿Qué te ha ocurrido, Haku? ¿Has comido algo en mal estado? —Cuestionó preocupado al ver la actitud contraria.

    —No digas tonterías, Shuu. Es solamente que la trenza de hoy es... magnífica. No tengo más palabras para describirla, y según nuestro trato, cuando llegara este día te lo haría saber.

    —Oh, pero no seas tan recto. ¡Eso fue hace muchos años!


    —¿Y entonces por qué has seguido haciéndome trenzas? —Cuestionó de vuelta algo extrañado el albino, mientras se acomodaba de nuevo sentado en el suelo frente a Shuu.

    —Por no perder la costumbre, supongo —confesó con una media sonrisa avergonzado.

    —Eso... ¿quiere decir que...?

    —Oh, ¡no, no, no! ¡No me malinterpretes, Haku! ¡Por supuesto que me casaré contigo!... Sólo si tú quieres, claro. Solamente quiero que lo hagas si es tu deseo... no por un trato que hayamos hecho. ¿Me entiendes?

    Aunque de repente se hizo el silencio, y es que la respuesta de Hakuryuu se hizo de rogar unos instantes en los que estuvo reflexionando.

    —Por supuesto que te entiendo. Yo estoy conforme, a pesar de que lo que conocemos como “casarnos” ya no tenga el mismo significado que cuando éramos niños. Creo que... estamos preparados para algo así. —Desvió la mirada, le daba algo de vergüenza decirlo. Por supuesto que albergaba sentimientos románticos hacia el de cabellos azabaches.

    —¡Entonces, asunto resuelto! —Contestó animadamente. —Yo estoy perfectamente bien con esto, ya lo sabes... ambos nos gustamos mucho, así que ¿por qué no? Puede que sea una decisión bastante grande, pero si somos nosotros, podremos llevarlo bien. —Después de esto, hizo una pequeña pausa —De modo que, dicho de manera formal, ¿serías... mi princesa a partir de ahora? —Cuestionó, aguantándose un poco la risa al mencionar lo de su princesa. Aquello podía ser de todo menos una proposición formal, dijera lo que dijese. Pero es que le venía como anillo al dedo, considerando la hermosa trenza que tenía hecha con su cabello el albino.

    Y aún siendo de una manera tan poco seria, Hakuryuu rió disimuladamente, mientras asentía, abrazando al otro joven.

    —No tienes ni que preguntármelo, Shuu. Por supuesto que seré tu princesa.

    Y el de mayor estatura completó el abrazo, rodeando con sus brazos el cuerpo ajeno, igual que hacía el albino con él.


    Edited by Mikuffles. - 16/12/2016, 17:44
     
    Top
    .
  2. Staig MotherFckr
        +1   -1
     
    .

    User deleted


    Hey dude!
    Sin duda alguna hermosa historia.
    Ansiaba leer más HakuShuu por aquí.
    Espero leer más de ti mi estimada, escribes muy bien.

    Bye~
     
    Top
    .
  3. Mikuffles.
        +1   +1   -1
     
    .

    User deleted


    victor el rey, técnicamente uno no puede decir que un personaje es uke o seme hasta que hay una escena de cama (?) O al menos ese es mi criterio, pero sí que hice a Hakuryuu un poco más "dulce" al final del fic xD Bueno, me alegro de que te gustara ^^

    Staig MotherFckr, ¡presidenta, qué gusto tenerte por aquí! Decidí llamarte así por lo del club, no sé, como que suena cool (?) Bueno, me alegra mucho saber que el HakuShuu es de tu agrado, la verdad es que hace unos años cuando vi el anime me llamaba la atención, pero no lo suficiente como para hacer un fic sobre ellos. Algo más subiré de Inazuma, probablemente será más navideño, así que pronto me tendrás por aquí con algo más para leer <3
     
    Top
    .
  4. O M E N
        +1   -1
     
    .

    User deleted


    Amo tu manera de escribir!. Esto ya es totalmente verídico, ansiaba mucho leer otra historia de Inazuma y mas HakuShuu, por un momento me imagine a Hakuryuu de uke y pensándolo bien no está nada mal, equisde.
     
    Top
    .
  5.     +1   -1
     
    .
    Avatar

    Shut your mouth and let me speak

    Group
    Escritor master
    Posts
    11,056
    Location
    Jotunheim

    Status
    Offline
    Bonito reencuentro el nuestro ¿verdad? :) Me he aparecido aquí (referencia a la saga de Harry potter, dime que la has pillado :V) porque la imagen era preciosa aunque, para ser sincero, no conozco absolutamente de nada a la pareja porque no vi el ova/pelicula, o lo que fuera. Pero sorpresa sorpresa, ES UNA PASADA DE FIC. Me ha encantado, en serio. Además, ambos ya sabemos que tienes arte con los personajes (me encanta como se mueven, su comportamiento), pero he tardado un poquito en pillar que el inicio pasaba cuando eran más niños XD

    Respecto a lo que dicen todos de si uke de si seme... Por todos los dioses, chicas y chicos, creo que solamente un 10% de la población mundial se puede calificar como puramente seme o uke y puede que solamente a ellos se les vea claramente que es seme o uke. La diversión está en NO SABER. Aquí en el yaoi hay una manía extrema a clasificar a todos los hombres por un hecho meramente sexual, cuando hay muchas más cosas que ver de una persona a parte de si quiere que se la metan por el culo (para ser directo), o vamos, esto es lo que una persona adulta vería. Puede que por eso la gran mayoría de mis personajes son versátiles... básicamente porque depende de su comportamiento hacia otra persona el que sean activos o pasivos. Y esto solamente se sabe cuando llegas a una escena caliente. No va por ti, Mikuffles, eh, que tú lo has hecho genial en mi opinión.

    Para acabar mi extraño review, aquí dejo lo más gracioso que me he encontrado. Es que me flipa!
    QUOTE
    —¡Déjame un momento tu cabeza, Haku! —

    Me he reído lo que no está escrito jajajaja nada, nada, les pediré a mis amigos que si me prestan sus cabezas como en Sleepy Hollow, a ver si funcionan como pelotas de baloncesto! :V no, en serio, me he divertido mucho jaja

    Hasta aquí el review! :) Hasta prontito!
     
    Top
    .
  6. Mikuffles.
        +1   +1   -1
     
    .

    User deleted


    Como cuando sabes que debes acordarte de marcar la casilla de "suscripción" del fic, pero aun así se te olvida de todas maneras y no lo haces :'D

    Hermoso nuestro reencuentro, he de decir, Kaiku-kun xD La verdad es que tenía planeado mandarte algún mp cuando la segunda parte del fic de TG:re la tuviera hecha, pero de repente me he acordado de bastantes asuntos que me dejé pendientes y ando con ellos xD

    ¿Tal vez no dejé demasiado claro que eran más pequeños al principio del fic? Ok, me lo anotaré para futuras referencias (?) La verdad es que releeré el fic, a ver si puedo encontrar alguna manera de haberlo dejado más claro xD Gracias por mencionarlo.

    Tengo que aplaudir al párrafo que has dedicado a lo de uke/seme porque yo no lo hubiera podido expresar mejor, y es que esto ya me llevaba molestando un tiempo. De verdad, ha sido magnífico leerlo <3

    ¡En fin! Me alegro de que el fic te gustara, y la verdad es que al escribir así me sale lo directo, así que sí, yo también he pedido cabezas alguna vez por ahí xDD Gracias por pasarte por aquí y darme tu opinión al respecto del fic, ¡nos vemos! (Esperando que sea más pronto que tarde xD)
     
    Top
    .
5 replies since 15/12/2016, 23:53   350 views
  Share  
.