Dulces Sorpresas [Varias parejas] ¡Capítulo 6!

Los momentos en los cuales al peli morado se le veía amable y atento con una sonrisa leve en su rostro solo eran aquellos en los que el niño, su niño de cabellos verdes se encontraba a su lado. No puedo evitar sentir dolor. Verle mal realmente le provocaba cierta culpabilidad, el tener sexo ya era algo rutinario, quizá algo excesivo para el frágil y pálido cuerpo del muchacho.

el padre de Fey se encontraba en casa. El bondadoso hombre ayudo al de pelos morados a llevarle a la alcoba, retirándose para preparar un té junto con algunas otras cosas.

Trato de levantarse, el, su pareja no le dejo deteniéndole con la mirada, incorporándose de nueva cuenta en la silla. El padre de su niño, su suegro se acercaba a gran velocidad según juzgaba sus pasos. Suspiro levantándose a abrir la puerta, para la sorpresa del padre angustiado de Fey. – Uhm… gracias – le miro de reojo, claramente se encontraba influenciado por la lengua larga de Matsukaze Tenma, tachándolo como una mala influencia.

Se retiro no sin antes dedicar una mirada estricta al chico alto que era su yerno – Si le pasa algo… no quisiera ser tu.

Sonrió unos momentos sin poder resistir, paso su mano por su cintura y con cuidado le volvió a recostar posando los labios sobre los ajenos, invadiendo pronto su cavidad bucal recorriéndola completamente. Sin movimientos bruscos. Esta vez el peli morado se encontraba siendo muy considerado. Pasando su mano libre al rostro de Fey, separándose instantes después. – No digas cosas románticas – advirtió mordiendo sensualmente su oreja – solo me provocas, Rune…

Suspiros escaparon de sus inocentes labios ya rojos por el tacto, al igual que sus mejillas. No cabía duda de que le amaba. Era el único que podía lograr ese golpeteo en su pecho tan precipitado. Ni siquiera cuando Tenma le beso sintió aquello, el complemento perfecto solo podía ser Alpha. Había caído rendido ante el dibujando una sonrisa completamente boba en su rostro, el muchacho sobre el alzo una ceja desconcertado. Se le veía gracioso, sin embargo no era propio del más pálido. Divagaba.Le jalo la mejilla para traerle a la realidad. A su gran suerte, lo consiguió efectivamente. – Alpha – le miro serio un momento – recordé… ¿Dónde esta el sobre? – cuestiono más normal mirando su rostro.

Un quejido se le escapo al más alto, sacando del bolsillo el dichoso sobre con los análisis. Se lo entrego sin más remedio, mirando tremendamente mal eso y lo que fuera su contenido. Al otro chico le recorrió un escalofrió. El envoltorio de los resultados le recordaba a Matsukaze, mayor razón para odiarlo. Aun bajo el, abrió el pequeño papel dejando el recipiente de la carta aun lado, mirando lo que realmente le importaba. Sus ojos se abrieron como un par de platos. No sabía si reír o llorar. Alpha le miro extrañado. – ¿Que dice? – pregunto con total seriedad. Para las expresiones que hacia su niño no era nada bueno, Rune trato de ocultar el papel pero su pareja fue más rápida cogiendo el escrito.

Los orbes grises del chico se abrieron sorprendidos, su rostro palideció ligeramente. Miró al peli verde sonriendo tranquilo, sosteniendo bruscamente los hombros del chico. – ¿Embarazado… de mi? –

Planeta tierra ¿Cuándo veríamos a Alpha en ese estado? Al parecer un bebé causa mucho revuelo en su cabeza. Normalmente esas emociones ni pasarían por sus ojos, pero con Fey a solas era una historia cien porciento diferente. Su cuerpo quedo flojo y cayó inconsciente aun lado del chico embarazado quien parpadeo varias veces ¿Se desmayo? La impresión de ser padre si le había afectado. ¿Y a quien no?

Obviamente y con grandes razones el joven orejitas se quedo sin idea de que hacer, reacciono. Movió varias veces a su pareja asustado, llegando a la conclusión de echarle el té –ya frio– al rostro.

Despertó muy rápido pensando que era un sueño, mirando mal al peli verde – Alpha… – callo momentos, era difícil aun creerlo para el – estamos embarazados… – se preguntaba si en verdad esas palabras eran correctas.

Alpha le miro incorporándose para abrazar al niño, este buscando consuelo en los protectores brazos de su hombre. – Va en serio… ¿no? – aun sentía inseguridad, la cual trataba de ocultar por el bien de orejitas, al parecer le había afectado. El contrario negó varias veces aun pegado al joven. – Habrá que decirle a tu padre…

Pero más tardo en decirlo que el padre de Fey en patear la fuerte la puerta entrando como toro enfurecido. – Tu… ¡Embarazaste a mi hijo! – se encontraba apunto de tirarse encima de Alpha. Vaya que se notaba que no espiaba a su hijo. Quizá hasta tenia cámaras en su habitación, la sobreprotección de un padre puede ser mucha. Rune se interpuso riendo nervioso.

El calor en el cuarto subía fervientemente, el ritmo de las penetraciones iba y venia junto con los gemidos que se desprendían de la boca del castaño.

Kyosuke no era tarado podía reconocer perfectamente los sentimientos del menor hacia su amigo. “¿Quieres liberarte?” comenzó con una simple pregunta, terminando en el hotel más cerca.

No era correcto, si. Pero al parecer ello no importaba a ambos en ese momento en el que sus cuerpos ardían con lujuria. E incluso, una gran conexión se estaba formando muy en el fondo de ambos.

El avión había aterrizado exitosamente y todos los pasajeros bajaban con suma tranquilidad. Entre ellos una joven de cabellos verde grisáceo caído en tirabuzones a los lados de su cabeza. Una risa se escapo de sus labios al bajar – Jejeje tanto tiempo… Japón~ – canturreo echando una mirada a sus alrededores con una sonrisa feliz – Es hora de buscarte… Alpha – su actitud y voz cambiaron rotundamente a una menos dulce. Beta regreso…