-
290589-kaname+1
.User deleted
Capítulo 9
Albus se quedó paralizado en ese sitio. Las palabras del rubio lo dejaron prácticamente paralizado. Sintió un extraño vuelco en el pecho y sintió que el piso se iba de sus pies. Jamás creyó que algo así e pasaría ahora, justo ahora. ¿Era en serio?
- De qué demonios estás hablando- Pudo al fin decir el moreno.
- Mira, -comenzó el rubio – para no perder el patrimonio familiar, necesito estar casado con alguien. En el testamento no especifica si es hombre o mujer o si tengo que estar casado en las leyes mágicas o las leyes de los no magos.
- Si ¿Y? ¿Eso que tiene que ver conmigo?
- No confió en nadie más en ser mi esposo que en ti. Tú eres amigo de la familia, de mi padre y estoy seguro que tú jamás te aprovecharías de esta oportunidad como otros.
Albus miro al señor Malfoy para confirmar la locura que su hijo estaba diciendo.
- No tienes que hacerlo, yo sé lo que has pasado y jamás te pediría algo que te lastimara. – El señor Malfoy se sentó en su gran sillón, apesadumbrado por la situación.
- Padre no tenemos muchas opciones. Se nos acaba el tiempo.
- Y yo no creo que esta sea la mejor manera.
- Dejemos que Albus decida. Si realmente te quiere como tú dices será capaz de ayudarnos. – soltó el rubio.
El moreno lo miro con ira en los ojos, ¿Cómo se atrevía el a decir esas palabras? ¿Precisamente él? Minutos antes había creído que podía perdonar a ese bastardo pero ahora no estaba tan seguro.
- Eres un maldito bastardo – le aspecto- no te atrevas a utilizar mis sentimientos por tu padre para utilizarme a tu conveniencia. ¿Por qué no te casas con tu amigo de toda la vida? Con ese que viviste todo este tiempo. ¿No crees que me has utilizado lo suficiente?
Scorpius se sintió apesadumbrado. Sabía que Albus tenía razón. Que no tenía derecho a hacerle esto. No a él. Era verdad que ya le había hecho suficiente daño en su vida para agregar otro mal, pero no tenía más opciones. No conocía a nadie que confiara más que en Albus.
- Solo será por un año. O tal vez menos. Por favor, piensa en todas las personas que trabajan aquí, en el progreso que has hecho con las relaciones con las criaturas mágicas. Nosotros no sabemos que haga el otro hijo de mi abuelo.
- Hijo, es suficiente- paro el señor Malfoy – Albus. Si ha llegado el momento de hacer tu vida a parte, hazlo. Yo estaré muy feliz por ti.
Albus salió de la habitación hecho una furia y se dirigió al laboratorio de su amigo. En cuanto entro, Jareth sabía que algo no andaba bien.
- Es un maldito infeliz, desgraciado. – grito enfurecido caminando por toda la estancia como un león enjaulado, más bien un lobo.
- ¿Pasa algo? ¿El señor Malfoy te dijo algo que no esperabas?
- No él su estúpido hijo.
- Necesito detalles.
Albus se tranquilizó lo suficiente como para contarle la situación a su amigo.
- Sí que es un bastardo. Pero… -Jareth dudo.
- ¿Qué?
- ¿Tú conoces a ese otro hijo del señor Lucius? Ha venido aquí a realizar todo tipo de evaluaciones. Creo que quiere vender la compañía. El trabajo de cientos de empleados está en juego y no solo eso, sino que recuerda que aquí se haces as pociones para el hospital San Mungo.
- ¿Estas insinuando que no es mala idea lo que dijo ese bastardo?
- Que es un bastado, nadie le quita ese título pero yo no confiaría en nadie más como en ti para proteger este patrimonio.
- Genial, simplemente genial.
El moreno salió del laboratorio y se fue a rondar entre las inmediaciones de la compañía. Había docenas de magos trabajando en las posiciones, enanos y duendes colaborando como nunca antes se había hecho. Se sintió como un miserable al no pensar en la vida de otras personas. ¿Realmente de él dependía el trabajo y el esfuerzo de todas esas personas? ¿Y él? ¿Acaso no tenía derecho a un poco de felicidad en su miserable vida?
Que más daba, si había sobrevivido seis años de agonía que no pudiera con otro más.
Cuando entro al despacho del Señor Malfoy, Scorpius aún seguía ahí. Parecía como si de ante mano supiera la respuesta que le iba a dar.
- Está bien, lo hare. Pero solo por un año. O tal vez menos.
- Eso me parece bien. –Dijo Scorpius. – En este mismo momento podemos ir a cualquier juez civil de los no magos para efectuar la unión. No necesita saberlo nadie más hasta que se efectuar la unión. Llamare a mi abogado para legalizar todo lo demás.
Draco miro con preocupación a Albus, él no estaba de acuerdo con esa unión. No después de lo que el moreno había pasado. Pero su hijo le había dicho que Albus aceptaría, ya que el sí tenía un buen corazón a diferencia del suyo. Y había tenido razón. Lo peor de todo es que se sentía culpable y cómplice de o que su hijo había maquinado.
En las siguientes horas Scorpius fue el que se encargó de hacer todos los trámites correspondientes. El solo tenía que ir y firmar un papel. Se sentía tan ridículo, si esto hubiera pasado hace seis años el estaría encantado de la vida incluso si solo fuera para salvar el patrimonio de los Malfoy, pero ahora se sentía usado he infeliz.
- Ya es hora- se escuchó la voz de Scorpius cuando entro a su despacho después de algunas horas.
.
Un marido por conveniencia (Albus/Scorpius) Nc+17No puedo verte, por que aun te amo...pero tambien por que puedo comerte...literalmete. |
