Un marido por conveniencia (Albus/Scorpius) Nc+17

No puedo verte, por que aun te amo...pero tambien por que puedo comerte...literalmete.

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  1. 290589-kaname
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    Capítulo 11


    Albus no lo pensó dos veces y se lanzó contra las escaleras que conducían a los dormitorios superiores. No necesitaba que lo condujeran ahí, él podía encontrarlo ya que el olor a muerte se hacía cada vez más pesado. No era que se preocupara por la muerte del viejo ni mucho menos por los sentimientos de Scorpius sobre el fallecimiento de su abuelo. De hecho se alegraba, no estaba muy orgulloso de sus sentimientos pero no lo podía negar, se sentía feliz y parecía absurdo pero quería confirmarlo.
    Al llegar a la habitación y abrirla, encontró al señor Draco sentado en la cama. Albus sintió un poco de remordimiento, no era justo tener los sentimientos que tenía cuando había alguien que realmente sentía la muerte de ese hombre. Quiso darse la vuelta para dejar al señor Draco, si a alguien le debía respeto ese era al señor Draco, pero fue demasiado tarde, el rubio lo había visto y lo ínsito a entrar.
    - No te culpo si estas feliz de que mi padre este muerto- comenzó.
    - Gracias- Albus no pudo resistirlo pero ya lo había dicho. Draco solo lo miro con una sonrisa.
    - No es que yo sienta un gran dolor por su perdida, aun así él era lo único que conocí como padre.
    - Lo siento.
    - No te disculpes Albus creo que ya era hora que esto terminara. Tampoco era vida o que el tenia. Fue lo mejor.
    El señor Draco se levantó de la cama y salió de la habitación en compañía del moreno.
    - Esto ya no me preocupa,- comenzó el rubio – tenemos problemas más grabes. En cuanto se entere el otro hijo de mi padre esto será una guerra.
    - Esto se resolvería más rápido si me dejaran comérmelo.
    - No es una mala idea, lástima que sea penado por el ministerio.
    - Nadie dijo que me delataría. –dijo Albus con una gran sonrisa a la que Draco respondió con otra.
    - Dime, ¿A que se debe que estés aquí? Nunca habías querido venir.
    - Mi esposo me lo impuso- dijo Albus en forma burlona. Nunca creyó que podía manejarlo de esta manera y de cierta forma se le hacía más simple.
    - ¿Cómo se comporta mi hijo contigo?
    - De la forma que esperaba.
    La noticia de la muerte del señor Lucius Malfoy y el matrimonio de Albus y Scorpius se extendió como pólvora entre la comunidad mágica. Entre los más interesados estaba por supuesto Alexander Malfoy quien se sentía dueño de todas las propiedades de los Malfoy. Y quien impuso su presencia en la mansión mientras se leía el testamento. En cuanto se enteró del matrimonio de Scorpius y Albus no tardo en lanzar miradas de asco y hacer comentarios sarcásticos. Otros interesados por supuesto estaba toda la familia de Albus que se presentaba escéptica, sobre todo sus primos quienes habían vivido con el su horrendo romance en la escuela y que ahora se casaran era una gran sorpresa.
    Albus se los pasaba por el arco del triunfo pero Scorpius no. Había algo que le molestaba, el moreno lo atribuía a que ahora sabía que él era un hombre lobo. Pero si seguía con esa actitud, todos se darían cuenta de que su matrimonio era una farsa.
    Scorpius se presentó a dar clases como siempre en la academia, tenía miedo que en cualquier momento se señalara el hecho de su matrimonio con un hombre lobo. Pero al parecer nadie dijo nada o no querían. Solo tenía que pasar el día. De cierta forma se sentía culpable, se supone que ya no haría sufrir a Albus, él no se lo merecía. Bastante hacía con fingir ser su esposo para salvar el patrimonio de su familia. ¿Pero entonces por qué siempre hacia lo contrario? ¿Por qué siempre que lo veía le decía las cosas más ofensivas? Y lo peor de todo era que él ni siquiera se defendía, simplemente lo ignoraba. Tal vez era eso lo que le molestaba, que no dijera nada.
    Al terminar las clases, el rubio camino hacia la zona de las chimeneas mágicas, tenía mucha suerte de encontrar una que la enviara de la escuela que estaba en América a Londres en el ministerio de magia.
    - Profesor Malfoy- se escuchó la suave voz del director de la academia, el profesor Michael Merlos.
    - Dígame director- Scorpius maldijo por lo bajo. Sería que el director le diría algo de su matrimonio, o solo era su imaginación.
    - Me he enterado de su matrimonio, espero que esta vez le favorezca. El señor Albus Potter es una gran persona, ya era hora de que sentara cabeza.
    - ¿Lo conoce? – Se extrañó el rubio.
    - Por supuesto, Albus es un gran negociador con las criaturas mágicas. Las manadas de licántropos lo respetan y otros le temen. No por nada es un lobo solar.
    - ¿Disculpe? ¿Un lobo solar?
    El director parecía sorprendido ante la falta de conocimiento del que supuestamente era el esposo de tan fascinante criatura.
    - Sí, no es tan fácil encontrar hombres lobo que se trasformen a voluntad. Albus es muy conocido, más bien su caso.
    Todo el camino de transcurso a su casa Scorpius medito en todas las ocasiones en las que había insultado a Albus, si él hubiera querido con una facilidad le hubiera arrancado a cabeza.
    Nota mental: Tratar de no hacer enojar a Albus.
    Cuando el rubio llego a su casa, la mesa ya se encontraba preparada para la cena. En la cabecera se encontraba su padre y madre. A un lado estaba el odioso Alexander Malfoy que lo miraba con evidente odio con una chispa de burla. Ese hombre sospechaba del falso matrimonio. Y todo había sido su culpa. Al que no veía era a Albus.
    - ¿Dónde está Albus? – pregunto entonces.
    - Se fue a las negociaciones con los trasgos, como dijo ayer. ¿Es esa la atención que tienes con tu marido? –la burla de Alexander le calo hasta los huesos.
    - Eso no es de tu incumbencia.
    La cena prosiguió silenciosa pero amarga. Scorpius no veía la hora de irse a su recamara.
    En ese preciso momento Albus entro a la estancia acompañado de Jareth. Se veían tan sonrientes. La actitud del moreno era tan relajada que el rubio sintió una especie de ira. Porque con Jareth siempre era tan amable. ¿Acaso eran amantes?
    - Si hay que discutirlo mañana- termino de decir Albus.
    Cuando el moreno miro hacia la dirección del rubio, automáticamente su expresión cambio a una sobria y de mal humor.
    - Siéntense –comenzó Draco – les servirán la cena en un momento.
    - No creo que Jareth se quede a cenar, tiene mucho trabajo – dijo entonces Scorpius. No sabía lo que le había impulsado a decir eso pero ya no había marcha atrás.
    - No te preocupes Scorpius los dos ya cenamos –Albus tenía los ojos como cuchillos en ese momento, tanto que el rubio se sorprendió de que no estuviera muerto. – te parece si seguimos hablando en mi cuarto – el moreno se dirigió a Jareth.
    - No creo que sea una buena idea, mejor nos vemos mañana.
    Sin más preámbulo Jareth se marchó de la casa.
    Albus miro a Scorpius con un odio que no podía disimular, pero prefirió callarse y subir a su cuarto. El rubio no espero más tiempo y lo siguió. Intercepto al moreno en la entrada del cuarto.
    - No puedes traer a mi casa a tus amiguitos.
    - Jareth no es solo mi amiguito.
    - ¿Son amantes?
    - Eso no es de tu incumbencia.
    - Claro que lo es, eres mi marido.
    Albus lo miro como diciendo “este hombre está loco”
    - Solo de papel, y nada más.
    - Eso quiere decir que son amantes –afirmo el rubio.
    - No, él no es mi amante, e es mi amigo. A mi amante lo veo los fines de semana.
    Al rubio se le fueron los colores al rostro y lo tomo por el cuello. Albus reacciono al instante y lo sometió reduciéndolo en el piso.
    - No sé qué demonios te pasa pero ya es hora de que conozcas tu lugar Malfoy. Si estoy aquí es por tu padre, y de no ser por el ya estuvieras muerto. No me gusta tu estúpida actitud de hombre controlador. La próxima vez que te metas conmigo no seré tan tolerable. Ningún tipo de sentimiento tengo por ti, así que no creas que no puedo hacerte nada solo por ser hijo de quien eres.
    Albus lo dejo reducido en el piso y se fue a su habitación.
    El rubio se quedó un momento tumbado, pensando en cómo era Albus ahora y como era antes. Había estado tan acostumbrado de tratarlo de esa forma que no se había dado cuenta que los años realmente habían pasado y que las personas cambian. Y ahora lo habían puesto es su lugar.

    Perdon a todos y gracias por esperar tanto. tube un bebe y veran que casi todo mi tiempo es para el, sorry. :=PAMDAXX: :=PAMDAXX:
     
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37 replies since 17/6/2012, 05:10   3187 views
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