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Shinobu139+2
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Un capítulo muy bueno, me ha tocado mucho. El pobre Shinobu lo está pasando muy mal pero espero que confíe en Miyagi. Espero el próximo capítulo.
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Yo creía que quería ser poeta, pero en el fondo... quería ser poema. JG
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wow lindo capitulo sempai..está super genialoso¡¡¡
me ha encantado
un slaudoy espero conty ¡¡¡¡
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Que bueno que actualizo!!! algo triste el capitulo, pero tenia que pasar T-T pobre de mi hermosos Shibonu
sobre lo cual fic prefiero que actualice, creo que no es justo que nos ponga a escoger XDD los dos estan buenisimos y no me puedo decidir XD :
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NyanKatDoll12+1 .
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Yujuuuu! hola 
Solo tengo una cosa que decir: TU FIC ME ENCAAAAAAAAAAAAAAAAAAAANTA
Jijiji sonare sadica pero me encantan las cosas malas que le pasaron a Shinobu (digo, osea, no me gusta que lo hayan violado, que a ese enfermo lo manden a la carcel como se debe u.u, sino que me gustan las historias con traumas, dolores emocionales, almas desgarradas.... ahi que horror
)
Creo que mis amigas imaginarias tienen razon, tengo que ir a un psicologo....
como sea, adelante con la historia!!!!
la lei mientras hacia mi tarea
que bueno que ya acabe 
Y bueno.... espero que Miyagi haga algo para que shinobu se sienta mejor.... aunque no me disgustaria que Shinobu tratara de suicidarse o algo parecido (ay, otra vez la sadica yo)
Bueno....
O TRAES LA CONTI O ME METERE EN TUS SUEÑOS..... Y NO HARE NADA LINDO AHI
(ay era broma, pero continuala, quiero saber que pasa!!!!
Sayonara!!!!
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Apailana+4 .
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Kajika Sama: ¡Gracias por siempre leer y comentar! sos una linda : ) ya sabes que me da mucho gusto leerte. Y obvio que sí, Miyagi será un amor de hombre con su Shinobu, de eso me encargo yo :3
Nathalia Rosmary: ¡Hermosa! me he vuelto adicta a tus comentarios jaja, que bueno que te haya gustado :3 y gracias por esos scans de la novela de Yokozawa, estan hermosos >.< un abrazo, cuídate.
Shinobu139: Otro amante de terrorist como yo : D ¡genial! Gracias por leer y comentar mis historias, me da mucho gusto. Un abrazo enorme.
Misagi Ryuk: Aww que bueno que te haya gustado, me da gusto leerte por acá. Gracias, cuídate mucho : )
Angelux~ Que bueno que te gustara n___n me da mucho gusto leerte. Gracias por comentar, un abrazo.
NyanKatDoll12: Me reí mucho mientras leía tu comentario... creo que ambas tenemos el mismo tipo de trastornos mentales >.< la verdad que tengo cierto fetiche de que me gusta ver sufrir a los personajes que amo ¡ya sé, soy horrible! u.u pero igual que me gusta verlos sufrir, me gusta ver que su dolor es recompensado y que todo valió la pena. Así que espero te guste este fic, tendrás mucho dolor y temas oscuros : 3 ¡Un saludo!
Y pues gracias a todos los que leen y comentan. Nos leemos este fin de semana aquí o en Junjou Vampire.
Los quiero :3
Apailana*
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NyanKatDoll12+1 .
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Jijiji, que bueno encontrar a alguien a quien le gusten mis gustos sádicos 
Espero la conti con ansias!!!!! T-T
Sino no te pasara nada lindo....
(ok, ok, era broma,.....)
Bueno, cuidate!!!!!!!!
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~No me dejes caer~
Síndrome de agradecimiento. Parte 1
Inocencia
Por la mañana, Hiroki pasó rápido a casa de Miyagi para dejar un cambio de su propia ropa para Shinobu, suponía que ambos tendrían una talla más o menos similar. Posteriormente, se fue directo a la escuela donde laboraba... fue ahí cuando las cosas comenzaron a ponerse complicadas. Cuando el director se enteró de lo ocurrido pegó el grito al cielo, sabía que el papá de Shinobu Takatsuki era el director de la universidad M por lo que siempre mantuvo una relación cordial con él pero ahora que esto había pasado no tendría de otra más que decirle la cruda verdad― Kamijou, dile a mi secretaria que me comunique a la universidad de Mitsuhashi. ―dijo sin saber la tormenta que se avecinaba.
Lentamente, la noticia se fue esparciendo entre el cuerpo docente. Todos los profesores y personal educativo tenían mucho cuidado al manejar el asunto, pues sabían de lo serio del asunto, pero nunca falta un descuidado que deje salir más información de la necesaria. Para ser exactos, nadie tenía idea de la magnitud del asunto, todos lo minimizaban puesto que Shinobu no era una mujer –cosa idiota, puesto que para el dolor no importa el género-, era Hiroki el único que era consciente de la gravedad del asunto, puesto que lo había visto, había visto el dolor y la agonía en esos ojos grises tan inocentes.
La bomba, estalló por completo en el momento en que en un estado emocional nada estable, con una actitud furiosa, el director de la universidad Mitsuhashi: el señor Takatsuki y padre de Shinobu arribó al instituto donde Kamijou impartía clases, al parecer solo le habían dicho que tenían información sobre su desaparecido hijo Shinobu, pero eso basto para enfurecer al hombre... y eso que no tenía idea de la dura y triste noticia que estaban a punto de darle. Ya nada sería igual, nada.
________________________________________QUOTECasi se me acaba la fe, casi se me escapa el amor, casi se me quiebra la inocencia, se me agota toda la fuerza para luchar un día mas, casi me rendí... hasta que pensé en ti.
Dejó pasar un tiempo prudente y llamó a su cuarto, como ya le había retirado el seguro a la puerta supuso que ya había salido de la ducha y se había vestido. Tocó la puerta un par de veces y como no recibía respuesta alguna, se introdujo con cautela a la que era su propia habitación y lo que vio le dolió en el alma: hecho bolita, Shinobu se encontraba recargado en una esquina de la habitación, el mayor podía ver todo su cuerpo temblar y sin pensarlo dos veces se acercó hacía él arrodillándose para quedar a su altura― Shinobu... ―dijo pero el menor no lo miró, el rubio tenía su mirada perdida en algún punto inexistente, su mirada, reflejaba ese profundo dolor.―
Shinobu... ―volvió a llamarlo, en su voz había pura ternura y comprensión, esta vez el niño si reaccionó a su llamado y los ojos grises se posaron en los azabache de Miyagi, la mirada de Shinobu se humedeció e inesperadamente extendió sus brazos hacía Miyagi como si fuera un bebé pidiendo que se le tome en brazos. El profesor no dudó y acunó en su regazo a Shinobu, podía sentir como temblaba en sus brazos, podía sentir sus sollozos y sus lágrimas; el niño llevaba puesto un pants gris holgado con una sudadera blanca –ambos proporcionados por Kamijou– pero aun así, su cuerpo se sentía frío, por lo que estirándose, el profesor tomó una cobija con una mano y con ella envolvió a Shinobu, todo lo hacía con cautela, era consciente de la fragilidad de Shinobu y no quería asustarlo. Pero el menor no parecía asustado y lo que hizo fue aferrarse al mayor quien sin dudarlo lo aferró más contra sí. Así estuvieron un rato, el frío cuerpo de Shinobu se recuperó con el calor de Miyagi. Después de un rato, el profesor condujo al rubio al comedor para que desayunara, Shinobu se apoyaba en Miyagi a cada paso que daba, su cuerpo dolía, sus piernas, su espalda, todo le pesaba... incluso cojeaba; pero todo era más fácil cuando tenía al profesor a su lado, él era su soporte, su apoyo.
Miyagi observó al niño sentado en la mesa. Ninguno de los dos hablaba, no lo habían hecho, en cierto modo no podían hacerlo, porque si hablaban, los dos se quebrarían de dolor. El rubio movía su tenedor alrededor de su desayuno: un par de hot cakes cubiertos con miel y mermelada de fresa. Sus cabellos rubios aun seguían un poco mojados, y caían sobre su frente escondiendo así su mirada.
Dubitativo, el profesor miró a Shinobu, no dejaba de temblar, y su piel estaba muy pálida. ―Come un poco. ―dijo el profesor dulcemente.
El niño arrugó su nariz y negó.
―Por favor, inténtalo... ―el profesor no sabía cómo ayudar al menor, por lo que creía que la comida serviría. Miyagi no sabía que a veces, no sirve de nada comer, beber o respirar cuando es tu espíritu el que está dañado... es como las personas con trastornos alimenticios, NUNCA se recuperarán simplemente volviendo a comer, porque para que su cuerpo asimile la comida, deben primero curar sus almas, hasta entonces, el cuerpo dañado no aceptará el alimento, no aceptará la vida puesto que quiere morir.
No pasaron ni cinco minutos después de que Shinobu desayunara y bebiera un poco de la malteada de fresa para que se lanzara corriendo al baño a vomitar.
Miyagi corrió tras de él para tratar de apoyarlo; con una mano daba masajes circulares en la espalda del menor tratando de reconfortarlo y con la otra alejaba los rubios cabellos del rostro para que no se mancharan.― tranquilo, todo está bien, tranquilo ―decía mientras daba palmaditas en la espalda del menor que devolvía su desayuno.
Shinobu respiraba entrecortadamente después de su inevitable labor. Como pudo se lavo la boca y el rostro y después suspiró sujetándose del frío lavabo y cerrando los ojos por unos momentos, al abrirlos, le dedicó a Miyagi una mirada que cambiaría el curso de la historia, de su historia...
El profesor entreabrió la boca... algo en su ser nació al ver como lo miraban con tanta intensidad esos enormes ojos grises, en la mirada de Shinobu había miedo sí, dolor también... pero más allá de eso, en su mirada había agradecimiento, ternura y quizá un dejo de cariño; y fue precisamente ese atisbo de cariño lo que hizo que el corazón de Miyagi se enterneciera llenando todo su ser un abrasante calor.
Después de esa mirada intensa, las palabras vinieron arrastrando con ellas un mar de emociones y consecuencias. ―A... a... abrázame ―dijo Shinobu mirando suplicante a Miyagi― abrázame de nuevo, no me sueltes ―sus lágrimas comenzaron a derramarse una vez más y sus ojos grises se posaron de la manera más intensa posible en los azabache de Miyagi― no me dejes caer.
Una petición, <<no me dejes caer>>. Una petición que se hizo de la manera más inocente posible y que estaba destinada a ser cumplida a nombre de un sentimiento mucho más grande pero igual de puro.
―Estoy sucio... pero por favor abrázame ―repetía una y otra vez entre gemidos de dolor.
―No estás sucio... no lo estas. ―Con mucho cariño, Miyagi acogió a Shinobu entre sus brazos, envueltos en un apretujado abrazo, ambos se dejaron caer en el frio piso del pequeño baño. El profesor sintió como su pecho se humedecía con las lágrimas del menor y él mismo lloró. Ambos lloraron, uno lloraba porque se sentía sucio y miserable, el otro lloraba por el dolor del primero, por no poder hacer nada más para consolarlo, nada más que abrazarle por siempre. Miyagi no dijo nada, pero pudo notar que la piel de Shinobu estaba totalmente roja e irritada, no era tonto y sabía que el niño se había tallado con todas sus fuerzas, esto le dolió mucho, jamás podría perdonar al bastardo que amancilló a su pequeño dejándolo en este estado.
Pero el niño temblaba, lloraba y se sentía mal, se sentía sucio, indigno de ese cariño que el profesor le brindaba.― Estoy sucio, no debí, no debí ―era todo un cliché que rompía el corazón de Miyagi.
―Shinobu... ―con dulzura el profesor tomó el rostro de su pequeño ángel entre sus manos e hizo que lo mirara― no digas eso... por favor ―susurró contra el rostro del menor―escúchame bien, tú no tienes la culpa de nada, de nada, y si alguien se atreve a decir que es tú culpa yo le partiré la cara. Shinobu tu eres inocente de toda esta maldad, eres inocente, tú inocencia sigue contigo, nadie te la ha robado, esa inocencia es innata, es parte de ti. ―de esto último estaba convencido, uno no pierde su “inocencia” cuando tiene relaciones sexuales, la inocencia se pierde cuando hay suficiente maldad a tu alrededor o en ti mismo que resulta imposible conservarla, aun así, la maldad está prácticamente en el ambiente, está presente acechando al mundo, pero hay algunas personas que pese a todo su alma no se ve corrompida por la maldad, Miyagi podía afirmar que Shinobu era una de esas personas... una persona tan dulce que pese a que había sido herido por lo más cruel del mundo no había sido corrompido. Había sido dañado con maldad y sin embargo no era malo, cosa que no siempre ocurre, notemos pues que las personas más crueles en la historia han sido aquellos quienes precisamente en su pasado fueron dañados por la maldad humana... sin embargo el rubio, no, mantenía su inocencia, su niñez, pero ni eso podría salvarlo del inmenso dolor que ahora vivía.― tú no tienes la culpa... ―repetía el profesor una y otra vez tratando de reconfortarlo― no tienes la culpa de nada, eres inocente y si alguien trata de hacerte creer lo contrario yo lo destrozaré. Tú eres bueno Shinobu, no dejes que nadie te haga dudar de tu inocencia.
Shinobu se sintió cálido, protegido, seguro en brazos de aquel que lo había rescatado, de aquel que lo había sacado del hoyo en el que había caído, por eso, ahora le rogaba con todo su corazón que no lo dejara caer, que no lo dejara caer de vuelta y en picada al infierno.
Cuando alguien te rescata de una situación de peligro como un secuestro o una violación, es hasta cierto punto normal que sientas apego a esa persona, que la aprecies. Pero cuando ese aprecio se torna en enamoramiento las cosas ya no son tan normales y no siempre resultarán de la manera esperada... En cierto modo, y sin saberlo, Shinobu estaba sufriendo un enamoramiento hacia su salvador, hacia Miyagi Yō. Se sentía en cierto modo impresionado por lo que el profesor de literatura hizo por él, es decir, nunca en su vida se habían preocupado por él, ni siquiera su familia, él mismo consideraba su propia existencia un estorbo para los demás, él mismo creía que merecía lo que le había pasado... y de repente, Miyagi llegó y lo rescató del peor infierno que había vivido, estaba impresionado y en cierto punto enamorado, claro que era un amor chiquito, un amor chiquito que era el que su lastimado corazón le daba capacidad de profesar. Pero Shinobu no se daba cuenta de que en realidad no le gustaba nada de Miyagi, no amaba a Miyagi, lo que amaba era lo que Miyagi hizo por él, la forma en que lo salvó, el rubio angelito se estaba creando una ilusión falsa y se estaba enamorando de esa ilusión, pero a final de cuentas no era más que una ilusión falsa que al final terminaría rompiéndose... y quizá Shinobu no soportaría una ruptura más en su vida tan frágil.
―Mi héroe, sí eso es él, mi súper héroe. ―pensó Shinobu mientras se aferraba al pecho de Miyagi, tratando de ocultar en él todos sus miedos y penas.
Estuvieron un rato abrazándose... y llorando. Porque sí, de nuevo lloraban, con la diferencia de que esta vez lo hacían juntos, dolía, claro que dolía con toda la intensidad del mundo, era el dolor más horrible que se pudieran imaginar, pero el hecho de que lloraran juntos lo hacía diferente... porque en cierto modo el dolor que cargaban solos, ahora –por estos mínimos momentos– lo estaban cargando juntos. Miyagi dejó salir sus penas por un momento, pero sabía que en el futuro tendría que calmarse, tendría que soportar su dolor y alejarlo para que así, entre él y Shinobu solo cargaran un solo dolor, el del menor.
Así estuvieron un largo rato, casi una hora ensimismados en sus sentimientos, compartiendo su dolor... se habían olvidado del mundo a su alrededor, hasta que de pronto, el sonido del timbre comenzó a sonar, al parecer alguien llamaba a la puerta con impaciencia. Shinobu ya se había logrado calmar en brazos del que consideraba su héroe, pero el agudo sonido del timbre lo hizo estremecerse y después cuando comenzaron a llamar impacientemente, el rubio no hizo más que asustarse y comenzar a temblar; su estado mental era muy frágil, por lo que cualquier cosa lo asustaba al punto de llenarlo de pavor de pies a cabeza.
Miyagi no tardó nada en aferrar al rubio contra sí, ni siquiera lo pensaba, pero con su actitud lo protegía, tanto de manera inconsciente como consciente, cualquier observador pudiera decir que el lenguaje corporal del profesor reflejaba pura protección hacía el niño. ―Shhh... shhh tranquilo, todo está bien... ―susurraba el profesor mientras daba un masaje circular en la espalda de su pequeño para tratar de calmarlo, cosa que se complicó puesto que el timbre no dejaba de sonar y ahora incluso llamaban a la puerta con ruidosos golpes.
El niño se estremeció y se acercó más al profesor, sintiéndose protegido, Miyagi lo acunó y lo meció junto con él hasta que poco a poco lo fue calmando; del mismo modo, poco a poco los llamados en la puerta fueron cesando más no parando. Una vez que Shinobu se calmó aunque sea un poco, el profesor lo cargo a la habitación y lo recostó en la cama para taparlo con unas cobijas y después salir como rayo a abrir la puerta, Miyagi tenía una idea de quién o quiénes podrían ser... pero lo que vio al abrir, hizo que por unos segundos se le helara la sangre.
―Buenos días. Soy el agente Stark de la policía general. ―dijo un serio hombre que vestía un traje negro formal y a manera de identificación sacó de su gabardina una billetera que al extenderla mostraba una representativa placa de los altos funcionarios de la policía japonesa. Con él venían otros policías vistiendo el uniforme tradicional que escoltaban a una pareja: un serio hombre trajeado que se identificó como el señor Takatsuki acompañado por una esbelta y guapa mujer de apariencia frívola, ambos tenían el seño fruncido y se veían por demás molestos. Detrás de ellos, se encontraban algo nerviosos e impacientes Hiroki Kamijou y el que más tarde se identificaría como su director.
Todos se presentaron de una manera muy superficial, sabían porque estaban ahí, aunque al parecer, los recién presentados aun no eran consientes de la gravedad del asunto.
―Me informaron que usted tiene en custodia a mi hijo. ―Dijo el señor trajeado refiriéndose a Shinobu, a Miyagi le costó comprender el porqué de la dura expresión de ese que debería ser un padre preocupado, pero lo que más le desconcertó fue la mirada de aquella mujer, esa mujer de largos cabellos castaños no se veía preocupada por su hijo, sino que por el contrario, lucía una mirada altanera y frívola.
Ante la presión de la policía y todos los ahí presentes, el profesor Yō los condujo a la habitación donde se encontraba Shinobu. Caminaron lentamente, los policías y profesores se quedaron afuera y solo entraron junto con Miyagi la pareja Takatsuki junto con el agente Stark. El departamento se encontraba silencioso, podían escucharse los pasos y susurros. Con el rabillo del ojo Miyagi pudo ver como la madre de Shinobu examinaba su casa mirando despectivamente de arriba abajo, la mujer se detuvo en una vieja repisa, donde se encontraban más de un centenar de libros, algunos conservados y otros muy viejos, y encima de ellos en una esquina, estaba abandonado y empolvado el reconocimiento que Yō recibió como mención honorífica por ser el mejor alumno de su generación en la licenciatura en Letras japonesas clásicas, al ver dicho reconocimiento, la mujer bufó por lo bajo mientras rodaba los ojos. Miyagi simplemente decidió ignorarla, no entendía lo que pasaba por la mente de esa señora, pero tampoco podía hacer un escándalo, de cualquier modo no bajaría la guardia, esa mujer no le agradaba.
Ignorando aquellas miradas despectivas, el profesor abrió la puerta de su habitación, Shinobu seguía en la cama, tapado con una frazada estaba hecho un ovillo, lentamente, el profesor se acercó y tocó su espalda llamándolo, lo llamó un par de veces porque el niño estaba medio ido, pero una vez que reconoció la voz de Miyagi volteó más calmado a verlo, pero al hacerlo, los ojos grises de Shinobu se cruzaron con aquellas personas recién llegadas y entonces todo se detuvo... las pupilas del rubio se dilataron y su mirada se llenó de miedo y angustia, con rapidez se echó para atrás, tratando de alejarse lo más que podía mientras se escudaba tras el cuerpo de Miyagi.
―N-n-no... no... no quiero, ¡no quiero! ―repetía una y otra vez.
El director de la universidad M y padre de Shinobu, lo miró y frunció el seño al ver su rostro amoratado, le molestaba ese carácter débil que tenía su hijo― Nos vamos ahora mismo. Miyagi-sensei ―siseo― agradezco la hospitalidad que tuvo con mi hijo, no lo molestaremos más ―el padre de Shinobu avanzó unos pasos hacia su hijo, dispuesto a llevárselo.
Pero Miyagi no se la dejaría tan fácil, sin siquiera pensarlo, se colocó con firmeza, interfiriéndose entre el director de la universidad M y el tembloroso niño que suplicante le pedía a Miyagi que no dejara que se lo llevaran.
―¿Ocurre algo...? ―dijo suspicazmente el agente Stark. La tensión se sentía en el aire. Y tanto Miyagi como Takatsuki se miraban desafiantes.
Shinobu, temeroso, se escondía detrás de aquel que veía como su héroe. Tenía miedo, la poca seguridad que Miyagi le hacía sentir se estaba quebrando en esos momentos.
―Es suficiente ―dijo la hermosa mujer― nos vamos. ―y sin detenerse, se acercó a su hijo jalándolo por la muñeca.
Miyagi no tuvo ni siquiera tiempo de reaccionar, cuando su pequeño ángel ya estaba emitiendo un lastimero quejido. Su cuerpo estaba herido, sus muñecas heridas y llenas de hematomas y lo único que hacía esa mujer que se identificaba como su madre era lastimarlo, lastimarlo aun más. ¿Por qué la vida tenía que ser tan jodidamente cruel?― Suéltelo. ―espetó Miyagi y se le oía enojado― he dicho que lo suelte.
Shinobu emitió un quejido cuando su madre lo apretó más fuerte parándolo de un jalón de la cama, le dolían mucho sus caderas y al pararlo así de golpe se sintió morir y perdió el equilibrio cayendo de rodillas en el suelo.
―¡Deténgase! ―dijo Miyagi cuando vio que la damita tenía intenciones de ir a jalonear nuevamente a su hijo para llevárselo.― No dejaré que se lo lleve, no así. ―y con delicadeza fue él mismo quien ayudó a Shinobu a levantarse para acogerlo en sus brazos. No dejaría que lo lastimaran, nunca más, nada ni nadie, fue lo que se había prometido a sí mismo y lo iba a cumplir. Aun si se trataba de sus propios padres, Miyagi no iba a dejar que estos dañaran a Shinobu... pero la vida no es tan fácil y no es suficiente con desear hacer algo para poder realizarlo. Siempre hay impedimentos, lo que vale es saber cómo vencer tus obstáculos y seguir adelante. Y aunque ni las leyes, ni la ética ni el mismo sentido común estuvieran del lado de Miyagi, él era consciente del cariño que sentía por Shinobu y también era consciente de que pasara lo que pasara no lo dejaría caer.
________________________________________
Lamento la tardanza pero aquí estoy de vuelta >.< las cosas se me complicaron un poco, pero no los abandono. Me hace muy feliz leer sus comentarios, gracias a todas.
Un abrazo enorme, nos estamos leyendo. Os quiero.
Apailana*. -
Shinobu139+2 .
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Me ha encantado el capítulo!!!!! Ha sido impresionante.... la forma en que lo escribes me encanta, te engancha desde el primer momento. Espero que puedas actualizar pronto este fic y el otro que escribes porque ambos son alucinantes.
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+2 .
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waaa¡¡¡¡¡ lo amé me ha encantado como decribiste todo....
que *$&$#/()% con los papas de Shinobu... si Miyagi de defiendelo¡¡¡¡ *:*..
kiero conty ...sempai el capitulo está super genialoso....
un besote..... -
+1 .
You're born this way baby You are beautiful in your way cause god makes no mistakes ♥♪Lady Gaga♪♥
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SENCILLAMENTE DIVINO AMIGA!!!! >W< muy hermoso y conmovedor . -
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Siempre me dejas llorando u-u
pobre Shinobu pero que no hay nada que hacer, solo el tiempo decidira las cosas >.<
espero la siguiente conti!. -
daisy-chan+1 .
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whaaa 
pobre shinobu
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NyanKatDoll12+1 .
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Me encanto la contyyy!!
aunque debo decir que tengo ganas de matar a los padres de shinobu ahora mismo...
Osea, a su hijo lo violaron y ellos casi como si nada, no??!
Ay, me dan más colera que el papá de Usagi....
Bueno, me dio taaaaanta ternura como Miyagi cuida de Shinobu (totalmente distinto a la historia original, jaja! )
Espero que Shinobu se recupere, pobrecito u.u
Malditos sean los violadores! que se vayan al cuerno!!!
Cuidate, quiero contty rapido!!! (espere mucho por esta!!!)
Sayonara!!
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Kajika Sama+1 .
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Apailana-Sensei el capitulo fue espectacular en verdad que miyagui es un ángel, que esta la vida le ha puesto a shinobu para cuidarlo y protegerlo en verdad espero que poco a poco y con la ayuda de miyagui logre recuperarse de ese golpe tan fuerte que ha sufrido, por otro parte los señores takatsuki son una porquería ni padres se les debería de llamar como es posible que no les interese ni un poquito la salud emocional de su hijo, dios mio son unos monstruos, y espero que el oficial stark apoye a miyagui y no deje que se lo lleven, ya que solo van a empeorar las cosas con el pobre de shinobu, bueno me despido esperando con ansias el próximo capitulo.
nos leemos
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Andry Takatsuki+1 .
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la continuación :3 esta genial TT-TT aunque me deprime lo que le paso al pobre de Shinobu D: espero con ansias lo que sigue 
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No me dejes caer. *Actualizado 15/febrero/2017* |
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