EL BONITO AMOR DE MISAKI

El bonito amor de Misaki.

Capitulo 7

Lentamente

Usagi-san sonríe mirando a Misaki que escoge víveres en el supermercado siente que todo está bien ahora que están juntos, los verdes orbes de Misaki también lo miran con amor, ese amor puro y cálido de su corazón, lo observa ahí con los brazos cruzados y el jersey negro de cuello en V mientras los ojos de ambos se encuentran un leve sonrojo cubre las mejillas de Misaki.

Al regresar a casa van caminando en silencio el novelista carga las bolsas mientras el joven estudiante camina a su lado, pobre Misaki tan inocente y confiado en ese amor, la clase de amor que no se realiza jamás el amor incondicional del novelista no es más que una mentira y aun así, Misaki sonríe enamorado y feliz, ¿Cuál es la excusa para vivir juntos? Ah, es cierto. Akihiko Usami teme cuanto pueda afectar a su relación si los medios se interponen, Misaki desde luego confía y cree en el, Misaki continua creyendo que el perfume es de su editora y nada mas sigue, continua pensando que son largas las cenas donde no lo viene a visitar, Misaki aun cree que el jamás lo lastimaría y creerlo es lo que lo sostiene en esta soledad.

- Vendré por la noche – es la despedida

- Te esperare – promete el joven inocente

“(Hace ya dos semanas que me mude de casa, además he abandonado mi empleo y ahora me dedico de pleno a mis estudios en la universidad, Usagi-san insistió en que mi carrera debe ser lo principal, voy a clases en la mañana muy temprano y después regreso a casa, no he salido más con mis amigos porque Usagi-san no está de acuerdo, no es que él me lo prohíba, pero no quiero disgustarle)”

Ellos son dos y solo es uno el que tiene corazón, Usagi sale del edificio rumbo a su casa, la casa donde una pelirroja enamorada lo espera su doble vida lleva un precio muy alto, ninguno de los dos merece ser herido y es a ambos a los que les hace daño, Aikawa esta cansad de las reuniones de su novio que duran toda la noche y está harta de jamás acompañarle, sufre los miedos comunes de las mujeres enamoradas “celos” los celos que la enloquecen en su soledad y que tiene miedo de expresar, no de nuevo nunca más,

- Bienvenido – murmura besando la mejilla del novelista, hace dos semanas que no la besa, hace dos semanas que no le hace el amor, hace dos semanas que Usagi-san rehúye su mirada

- Veo que te llego mi regalo

- ¿Son tuyas? - la editora sonríe mirando las rosas rojas que están en la mesa del salón

- ¿Quién más se atrevería a enviarle flores a mi novia? – la sonrisa dulce del escritor por un momento casi la conmueve pero no, esta vez no será tan fácil esconder lo que lo aleja de ella

- Akihiko ¿Dónde estuviste anoche?

- Con un amigo, es de mucha utilidad verle sabes – sonríe de nuevo mientras sirve un vaso de coca-cola - te tengo maravillosas noticias sobre el avance del libro, es más las he traído en pen drive para que las veas, no pude imprimirlas pero me gustaría hacerlo ahora, te encantara ver lo mucho que he dedicado en ser bueno y escribir, además es un maravillosa historia de amor… Aikawa porque me miras tan seria te dije que estaba trabajando, vez – al abrir el archivo en Word puede verse un avance asombroso, la editora sonríe y abraza al escritor su miedos desparecen con estas pruebas, Aikawa lo conoce sabe que él cuando trabaja lo hace de verdad

- Muero de ganas de leerlo ¿Puedo?

- Claro que si, - los ojos del novelista se alejan de la mirada chocolate de su amada – quiero que veas como escribe un hombre enamorado

Las palabras flotan en el aire como lejanas, ella no lo descubre y continua su tarea, manda a imprimir las hojas, tiembla de emoción el consuelo que esas palabras le brindan es absoluto y sin embargo es falso, si está enamorado no es de ella, si escribe romance no es para ella si pasa las noches en alguna cama no es en la de ella, ella no es mas lo que era en su vida…

¡¿Pero qué derecho tiene Usami Akihiko de engañarlos?!! de hacerle creer a cada uno de ellos que lo ama lo suficiente para convertirlo en el eje de su vida, si su vida parece falsa, ¿Acaso a estas alturas del partido Akihiko todavía tiene dudas? ¿Cómo haces para mantenerte en medio de dos campos de guerra sin tomar partido por un solo equipo? En ese momento el teléfono suena, Aikawa lo respeta jamás tomaría el teléfono de su novio, es privado y ella lo sabe, Misaki no tiene idea del peligro que corre al escribir ese inocente mensaje, ellos todos son inocentes, los tres, dos por ignorancia y el tercero por estupidez ¡Dile la verdad ella lo merece! ¡Dile la verdad siempre te ha amado con sinceridad! Su corazón ruega mientras su mente golpea, él la mira y ella emocionada lee las primeras páginas, es una historia de amor maravillosa, del amor dulce y suave que solo se acaricia en páginas, de ese amor de fantasía y promesas que pueden realizarse en la mente soñadora de un lector, beep beep el mensaje en su celular es de Misaki lo revisa y lo lee.

¡Te quiero mucho…!

Simple no dice mas, que mas diría si no sabe como decir lo mucho que lo ama, tanto que ha renunciado a su trabajo, tanto que ha dejado su casa, tanto que ya no sale con sus amigos tanto que se dedica solo a él, a él y a la soledad en que lo deja, y ahí en ese te quiero suave se escribe todo el amor de su corazón, un amor alimentado por siete largos años de espera, un amor bonito como el de Misaki no se compra, y el está pagando, un amor como ese se valora y él lo está traicionando, un amor como el de Misaki merece el valor de dar la cara de jamás negarlo y él lo está negando, su cabeza duele, sabe que todo es culpa suya, sabe que no está haciendo nada bien, sabe que no merece el amor puro de Misaki, lo sabe.

La tarde cae anaranjada sobre el patio la ropa tendida se mece con el viento seca por completo Misaki sentado lee un libro que le encanta, “El Huésped” se ha leído los seis libros de la saga crepúsculo, se lee otro de Meyer mientras espera, la cena esta lista y en el horno caliente, su piel esta limpia para complacer al novelista y ha terminado sus deberes por si el escritor quisiera saberlo, la casa está en silencio, el castaño continua con los ojos fijos en las paginas gastadas de su libro, es la tercera vez que lo lee en dos meses tres libros más están apilados sobre su mesita de patio, “Cumbres Borrascosas” “El Túnel” “100 años de soledad” si Misaki solo imaginara que todos los libros que lee tiene todo que ver con su realidad, la soledad en que vive y el túnel por el que avanza a siegas acabando en las cumbres borrascosas del amor por un huésped, ese es Usagi-san. El escritor es solo una visita y no se completa como parte de su realidad, nadie sabe que ellos salen nadie se debe enterar, y nadie comprende porque Misaki está siempre tan callado con la expresión cambiante entre tristeza y felicidad, su amor ha sido correspondido mientras la gente en la ciudad avanza sin amor Misaki tiene el amor de Usagi-san. Pero y este pero pesa como toneladas de hielo. El amor del escritor está incompleto.

– Para mí el amor es lo más valioso, siete años mire fotos viejas de Usagi-san, imaginando encontrarle un día solo mirándolo de lejos confesar mi amor en silencio, el mundo ha cambiado para mi, el destino ha venido a mi encuentro y Usagi-san me ha dicho te quiero, su cama es mi lecho su brazos los lazos que me atan a la tierra su mirada mi sustento y sus labios mi alimento – Misaki suelta la carpeta y deja el bolígrafo, un sonido en la sala lo llama a acercarse, y ahí sentado el escritor sonríe complacido de verle

“—Nadie puede negarme que cada hombre sobre la tierra no busca la felicidad y la comodidad al mismo tiempo, la rebeldía y la aceptación, no soy diferente de ninguno de ellos. Soy tan humano como me permite la vida serlo, la vida no es eterna ni para mí ni para nadie el mundo da vueltas y en una vuelta termina nuestra existencia mi felicidad y mi comodidad no pertenecen al mismo cuerpo la rebeldía y la aceptación no están en la misma cama Aikawa y Misaki son parte tangible de mi alma ¿A cuál de ellos amo más es algo que desconozco? ¿Cuál de ellos se merece menos se traicionado? ¿Quién sería capaz de aceptarlo si decido confesarlo? No soy diferente de nadie que se haya enamorado una noche, Misaki es sin duda todo lo que anhelo con cada fibra de mi cuerpo y sin embargo…sin embargo es hombre, de haber nacido mujer todo sería más fácil y sin embargo es inútil pensarlo. Es quién es y así le amo. Amo a Misaki de manera incompleta porque no soy capaz de entregarme solo a él, me caso a fin de mes, ¿Qué dirá si se entera, que opinara de mi cuando lo sepa? Mis dudas se calman mientras suave besa mis labios y susurra que me ha extrañado que le hago falta”

Labio a labio se acarician mientras la tarde se va perdiendo mas allá del horizonte, y las penas soledades y temores son consolados y callados tiernamente sin saber que las mentiras no duran para siempre, Misaki, si pobre de él ¿Qué culpa tiene? Una noche el novelista busco su calor, no es culpable de nada él no sabía que ella lo amaba, el no sabía que él los engañaba, despacio sonríe mientras sus dedos acarician los plateados cabellos. La cena esta lista, suspira y se dirige a servirla la casa está limpia murmura el otro incapaz de ver la entrega completa de su niño, la entrega que lo deja abandonado y que al saberse la verdad hará mas daño ¿Qué amigo le quedara a Misaki para consolarlo? ¿Qué casa cobijara a Misaki cuando sea echado? ¿Dónde reparan corazones? Acaso un hombre no puede ver lo que hace con quien le ama, acaso un hombre puede mirar a un costado cuando su alma gemela le pide respeto.

- Usagi-san – murmuro cariñoso el menor - estaba pensando que tal vez podríamos vivir juntos sabes, bueno nadie sospecha que seas gay y de mi tampoco lo hacen entonces podríamos aparentar que solo compartimos piso ¿Qué opinas?

- No

- Pero creo que sería mejor además yo cuidaría mejor de ti

- Ya cuidas muy bien de mi Misaki

- Pero no me gusta estar solo

- Vivías solo antes de que yo llegara – la voz se eleva mientras sus ojos violetas miran furiosos al menor – te he dado una casa o ¿no? no comprendo el afán de destruir lo nuestro Misaki, ya hago bastante para que esto funcione creo que sería bueno que tu Misaki me apoyaras un poco más, te dije que cuando sea hora viviremos juntos ¿acaso no puedes esperar?

Los ojos de su niño se llenaron de lágrimas, pero las limpió rápido para que el escritor no lo notara, su dolor y su agonía tenían un nombre, Usami Akihiko.

Saber que el novelista lo quería era hermoso, pensar que compartirían su vida era alucinante, pero ser solo un amante en las sombras era denigrante, Misaki guardo silencio no discutió no tenía sentido hacerlo y comió callado la cena tibia sin alzar la voz ni mirarlo.