Mi Director y Yo (+18) NaruSasu-- Capítulo Vii: Cita Actualizado el 17/11/2014

Lemon, Romance, AU, shota y BDSM. Resumen adentro.

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  1. kawai13
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    Hola a tudus. Bueno dije 14 verdad? Pero es que me gusta tanto el número 13 que realmente no me aguanté nwn. AMO el número 13 *-* (tiene una obseción con él -puede que influya que nació en ese día-)

    En fin. Han habido poquitos mensajes, tan solo cuatro nwn Pero supongo que me lo meresco por la mega ausencia de más de un año XD. Así cualquiera pierde la confianza. Pero voy a responderles sus alentadores Reviews nwn.

    mikouchimaki Me alegra que te gustara nwn. Espero y poder complacerte tambien con este cap. Y tambén me gustaría leerte en el siguiente cap. >.o Me dices tu opinión si te gustó o lo odiaste XD. Nos leemos pronto.

    gavyvan Ohh leiste parte de mi testamento en la parte inicial XD Eso ya se agradece y merece alabanzas >w< Generalmente lo ignoran. Le daré con ganas a mis proyectos. Nos leemos pronto.

    kurai-chan Nueva lectora nwn Espero no descepcionarte entonces. o0o Ahh, claro. No he aclarado acá cuando empecé a escribir este fic, no tenía idea realmente de a donde iría la trama. Realmente no tenía una XD. Pero eso fue hace tantos años. Escribí este fic unos meses despues de iniciar a escribir. Valga la redundancia. Y no era muy apta realmente, pero como dicen, con la experiencia se aprende. ESTE FIC, al inicio tiene OoC, el cual voy reduciendo poco a poco, para que no sea un salto drástico. Vamos a ver al Sasu REAL y al NARU BONACHON que todos amamos y adoramos. Pero no por eso dejará de ser un amo sádico en la cama >w>. Hi hi hi, gracias a que es mi día favorito nwn. Te traigo el cap un día antes. Es más apenas den las 00 horas en mi país es que será publicado. No te olvides de dejarme un review >.0 Nos leemos pronto.

    Tsuki-Day Muchas gracias por los halagos nwn. me alegra que pienses que soy buena, solo espero mejorar poco a poco. Y espero también se note la mejora capítulo tras capítulo. Yo digo que poco a poco uno mejora nwn Solo tienes que proponerelo peque. Nuevamente muchas gracias por tu apoyo y espero este cap te guste. Nos leemos pronto.

    Esos son los reviews Ahora aclaro:

    ESTE FIC SOLO ESTá PUBLICADO EN ESTA CUENTA Y EN AMOR YAOI CON EL MISMO NICK NAME. SI LO VEN EN OTRO LADO, es PLAGIO. Avísenme.



    Número de palabras en el capítulo: 5,713

    Disclamer: Los personajes de Naruto Manga/Anime no me pertenecen, son de Masashi Kishimoto, solo los uso para darle vida a mis historias SIN FINES DE LUCRO.

    Advertencias del cap: Sasu un poco Twinki, Chan, Au, Pocas palabras vulgares,Lime(un poco n.n) Inicio al BDSM Sutil tendencia al exhibicionismo(1)



    Capítulo V: Clases

    Las vibraciones eran suaves, pero empezaban a estimular los aros de músculos del ano que invadía. La sensación era rara, no se podía negar eso. Tener un objeto ovalado metido en tu trasero a la hora de clases, no tenía nada de común, si se piensa correctamente. Pero el que le gustara, era algo diferente.

    Puede que sea la estimulación de su próstata. O tal vez que su mente empieza a relacionar las acciones en su ano como algo placentero. Pero el caso que sea, era una sensación deliciosa. El objeto no era grande para causar alguna molestia y como estaba muy dentro de sus entrañas, no había forma de que sus compañeros escucharas las vibraciones.

    Oh, estaba rodeado de personas; alumnos como él y un profesor frente suyo, al cual no prestaba ni la más mínima atención. Su mano presionaba el lapicero que hacia garabatos irreconocibles en su libreta. Tenía suerte, mucha suerte de ser un estudiante responsable y haber repasado ese tema con una semana de antelación. Pero el efebo azabache no analizó lo que sería perder las explicaciones de una clase por más de un par de segundos, lo que pasa por su mente era una frase, aquella que se repetía una y otra vez: “Rodeado de personas. Rodeado De Personas. RODEADO DE PERSONAS” Las palabras del blondo se combinaban con ellas ¿Cómo es que había dicho el oji-azul hace poco más de una hora? Como su amo iba a potenciar su lado exhibicionista ¿era eso? El Bastardo del blondo ya tenía medido cada uno de sus pasos. ¡Era eso! El condenado rubio, era un maldito genio. Un Bastardo brillante que no dejaba detalle alguno suelto. No por nada se había graduado tan joven, con maestría incluida y ahora se hacía cargo de una institución entera.

    Mientras aparentaba seriedad e ignorancia de lo que pasaba realmente dentro de él. Su cuerpo iba aumentando de temperatura. Y sus mejillas se iban coloreando de un rosa pálido, a juego con esos carnosos y perfectos labios. No hacías mueca alguna pero toda tu postura era tensa, y los labios, aunque en su característica línea recta se encontraban, ahora estaban presionados unos con el otro. Los pequeños espasmos en tu vientre iban incrementando y entre tus piernas sentías que algo empezaba a alzarse.

    Calor. Calor. Mucho calor. ¿¡Calor en invierno!?

    Aquel que no tenía más que un par de palabras escritas en su libreta, había agachado la mirada como si estuviera analizando metódicamente sus apuntes. Pero lo único que realmente necesitaba era que esconder ese leve jadeo que salió de sus labios. Apenas termino la primera de las dos horas de esa materia. El alumno sintió algo que le hizo erizar más la piel. La potencia había aumentado un punto. No podía ser otra cosa. Porque sentía como el lubricante dentro de su ano había desplazado ese ovalo un poco más adentro tocando una protuberancia en tu interior. Se había movido por las vibraciones más fuertes y ahora chocaba directamente con la próstata. ¡CON LA MALDITA PROSTATA!


    Aprovechando que se encontrabas en la última fila y en la esquina al costado de la ventana a su izquierda. Empezó a mover ligeramente las caderas para que se desplazara nuevamente al lugar interior. Pero solo sentías como el lubricante se calentaba más y empezaba a chorrear por el ano hasta la ropa interior. Si manchaba la ropa interior, luego el short. Lo próximo seria su buzo. Y todos los demás se darían cuenta. Todos aquellos que estaban en el mismo salón que él y hasta de ser posible el profesor del frente.

    Sentirse acongojado por esas ideas que albergaban su mente, era solo un atisbo de los sentimientos reales. Pues la verdad es que el blondo tenía razón. El sentir que podría ser descubierto era malditamente morboso. Era prohibido y es por eso que el sutil movimiento de caderas le causaba pánico y mayor excitación. Apretó el ano para no machar su ropa pero eso solo hizo que comprimiera sus músculos internos y el vibrador que antes solo rosaba parte de la protuberancia ahora se ubicara a la altura de ella por completo.

    El lápiz salto de su mano y calló para rodar al escritorio a su diestra. La nívea mano del efebo trató de estirarse para alcanzarlo nuevamente pero la presión en su próstata aumento a mitad de camino. Por lo que congelado los ojos ónices miraron el lapicero como si se encontrara a dos kilómetros de distancia. Ese lapicero que fue alzado por una mano amiga y te lo extendió.

    El que había alzado el lapicero y colocado en la mano nívea, alzada y estirada hasta ese entonces, era Jugo. El único amigo tranquilo y “normal” en lo que cabe decir del azabache. Aquel que trataba aparentar calma ante la mirada analítica posada en su persona — Gracias — Cual susurro. Pues en clases no se puede hablar. El de ojos como la noche volvió su mirada a la pizarra aparentando normalidad. Pues la mirada del peli naranja seguía posado en su persona.

    El mayor de los dos, no le dio vueltas al asunto y seguido de ello volteó su mirada a la pizarra. Sasuke dándose cuenta de ello pudo votar un suspiro de alivio y volver a menear las caderas tratando de apartar esa exquisita vibración de su próstata. La respiración pesada para no delatar el acelerado corazón era en lo que trataba de concentrar su mente. Contando cada cuanto tendría que votar de nuevo el aire o inhalarlo y no desmayarse por falta de oxígeno — Mmm — Pero aun así los gemidos eran muy difíciles de retener sin hacer mueca alguna. Ocultar el rostro. Aparentar mirar a la libreta o a la ventana para ocultar las azoradas mejillas. Y el movimiento de caderas ya no era para buscar de evitar la sensación, sino para estimularla.

    Sentía como su ropa interior se iba mojando, no por el lubricante de su ano, pues lo tenía apretado. Aunque hilillos de lubricante travieso no respetaran ello; el mayor problema era en la parte delantera. Aquella que goteaba insistentemente y aclamaba por atención.

    El tiempo pasaba y la frente del menor sudaba. Sin poder resistir más metió la mano en su bolsillo para que estuviera al alcance de ese dolorido miembro, pero lo que encontró fue un pequeño sobrecito de no más de diez centímetro, por siete de ancho con una espiral en medio.

    Entendiendo de quién se trataba y mirando previamente a los costados, trató de dejar de lado su necesitado y caliente cuerpo para sacar el contenido. Era un pequeño control circular de no más de 4 centímetros de diámetro con tres botones era de color blanco. Uno rojo ocupando la mitad del círculo, y en la otra mitad dos botones de color verde. Uno con un signo más y otro con el signo menos.

    ¿Qué rayos era eso? Del sobre cayó una tarjetita color beige que en letras negras y en cursiva decía: “No te lo puedes sacar ni manipular en clases. Pero en los descansos, me puedes decir que quieres que haga con ella”.

    Claramente hablaba del vibrador. Se limpió el sudor de la frente y analizo nuevamente la nota. El botoncito rojo tenía el característico símbolo de encendido y apagado, por lo que implicaba que si llegaba al receso podría apagarlo. PODRÍA Descansar por media hora de esas vibraciones. Pero había dos botoncitos más. No había que ser muy inteligente para entender de qué se trataban de botoncitos para subir o bajar la potencia al pequeño objeto que el azabache tenía en sus entrañas.

    El timbre que anunciaba el primer receso sonó; el menor, que había guardado la tarjetita en su mochila y sujetaba el control dentro de su bolsillo. Pulsó el botón más grande. Menos de cinco segundos y las vibraciones pararon. — Sasuke-kun, quieres que te preste los apuntes ahora o… —

    — Ahora no, Sakura — Pero el azabache tenía que resolver todavía un problema entre sus piernas. El tener no solo la ropa interior, sino el short y que el buzo sea de por si una prenda holgada era otro punto a su favor en ese día. Y sin decirle nada a ninguno de sus compañeros, salió rápidamente en dirección a los baños más alejados del edificio.

    Por ser el delegado tenía lujos que otros alumnos no poseían. Y eso era poder usar baños privados. Pero como estaban lejos, en el primer piso pasando la enorme biblioteca, casi nunca los usaban. Solo que Sasuke, siendo tan huraño como siempre, prefiere tener su propio baño privado que compartirlos con los demás. Y ahora podía resolver su problema. Le puso el seguro normal y la pequeña traba superior de la puerta y se dirigió al inodoro a sentarse.

    La caminata había sido dolorosa por lo que de un solo tirón se sacó buzo, short y bóxer, saliendo disparada de su apretada prisión, su prominente erección — Maldición — Dijo al ver su glande botando gotas de pre-semen. Lo cogió sintiendo un escalofrío por lo resentida que se encontraba su piel en esa zona. Y empezó a subir y bajar su mano por su miembro palpitante — Ahhhgg—Y fue gratamente correspondido por una oleada de placer. Pero al igual que esa misma mañana, la masturbación no era suficiente, ni por asomo, para llegar a la satisfacción. Entonces lo recordó, ese pequeño control en su bolsillo.

    Ahora entendía la mentalidad del dueño de su mente y cuerpo. Presionando el botón de encendido y en menos de un par de segundos sintió como la vibraciones iniciaron desde el nivel más bajo nuevamente.

    — Aghh — Pasó el control de la mano derecha a la izquierda, y la mano libre nuevamente se dirigió a su miembro adolorido y necesitado. El vaivén subió de intensidad y el de nívea piel, solo cerraba los ojos mientras se dejaba absorber por las sensaciones que sentía. Apretó nuevamente el botón con el símbolo de “+” y las vibraciones aumentaron de intensidad al igual que el movimiento rítmico de la diestra — Ahhh, Hoishi —

    La voz del menor salía cual susurro, alternándolo con mordidas a su labio inferior. Deslizándose del inodoro hasta el piso y recostando su cabeza en la tapa. Presionó nuevamente el botón para subir la intensidad.

    Que delicia era sentir como la próstata era estimulada de tal manera, como el glande era masajeado por sus dedos índice y pulgar; jugar con el meato sintiendo como las gotas de semen aumentaban de cantidad y disminuía en intervalos. — Oh, Por kami — Las caderas se alzaban para presionar su ano y simular que embestía su propia mano. Nuevamente el botón presionado y la intensidad de las vibraciones lo estaba volviendo loco — ¡Ahh, Naru! — Subía y bajaba frenéticamente la mano sin importarle que se estuviera masturbando nuevamente con la imagen de su director. Imaginando que perversidades le podría hacer esa misma tarde, que juguetes le enseñaría y usaría en su cuerpo. Oh, simplemente exquisito de pensar.

    El botón fue presionado por última vez, antes de caer de costado al piso sintiendo como el vientre bajo se comprimía por la sensación de electricidad que bajó por toda su columna y culminó en su pene, que descargaba la esencia en una pared del baño, mientras su ano apretaba y hundía mas ese travieso aparato en su interior.

    Agitado, presionó el botón de apagado y recuperó la respiración el piso de baldosas frías de color blanco y azul marino colocadas cual tablero de ajedrez. Se levantó acomodándose las ropas y guardó el pequeño control en el bolsillo derecho. Limpió la esencia de su delito y luego se dirigió al lavado, para mirarse en el espejo.

    Sus mejillas ya no se encontraban tan roja como antes, pero su frente perlaba sudor y su cabello mostraba poca estética al estar desacomodado y pegado a su cara por las mejillas. Frunciendo el ceño, se dispuso a abrir el caño y lavarse el rostro, borrando así, el último atisbo de rubor en sus pómulos. Lavó sus manos con el jabón líquido que había al costado bajo el espejo, y al terminar se miró en el espejo nuevamente.

    Más satisfecho con su imagen, se disponía a salir, cuando la curiosidad de ver su torso emergió. Se abrió la casaca y subió su polo hasta un poco más arriba de sus pezones, con cuidado de no tocarlos o rozarlos de manera tosca. Los miró directamente en su cuerpo, viendo como él es que aún estaban un poco erectos por la acción antes hecha, y avergonzado se atrevió a subir la mirada hacia el espejo para verse de imagen completa.

    Así es como el blondo veía su torso y cuerpo. Con marcas por el ombligo, costillas y alrededor de los pezones, los cuales ahora tenían cada uno una pezonera con un dije que le decía a la gente del mundo BDSM que él, ya tenía dueño. Ya tenía un amo.

    Se acomodó nuevamente las ropas y se miró una última vez en el espejo. Luego de estar conforme con la imagen que se reflejaba, seria y sin expresión alguna, caminó hacia la puerta para tomar rumbo a la cafetería. La verdad es que tenía hambre, y si quería soportar todos los juegos que su amo le tenía preparado, debería de alimentarse a conciencia. Aparte de que ya era medio día, y por ende, la hora en que almorzaba. Solo quedan veinte minutos para que el receso termine por lo que tenía que apurarse en sacar su billetera de la mochila ubicada en el salón, y pedir algo en la cafetería


    ***Mi Director y yo ****




    Una crema de espinacas para obtener el hierro necesario, un postre para los carbohidratos y energías necesarias, pan integral para las fibras diarias y una botella de agua mineral para mantenerse siempre hidratado. Eso era lo que llevaba en la bandeja el Uchiha. Si bien no debía olvidar que tenía que alimentarse correctamente; sentía que su estómago no estaba para aguantar algo más pesado, aparte de siempre estar al tanto de su figura.

    Con los alimentos ya escogidos y pagados, se direccionó a la mesa donde se encontraban sentados Jugo, Karin, Suigetsu, Sakura y Hinata, la última es una chica callada que no la perseguía, por ende, no se llevaba mal con ella, aparte de que era responsable y estudiosa por lo que había hecho grupo con ella en un par de proyectos.

    Al llegar se sentó entre Sakura y Jugo — Hola chicos — Cada uno saludo según su personalidad. Un estruendoso y exagerado “Hola” de parte del peliblanco, un leve asentimiento de parte de Jugo, un agudo “Sasuke-kun” de parte de la pelirroja. En fin, cada quien respondía y ahora solo quedaba disculparse por su comportamiento. Vamos, que sea orgulloso no impedía que tenga buenos modales, y, de acuerdo a la crianza de su padre, como todo Uchiha, tenía que ser un caballero. Al menos ante la sociedad — Sakura — Llamaste la atención de la chica a tu costado aquella que ya no te molestaba ni nada y encima te había ofrecido ayuda con los apuntes — Sobre mi comportamiento anterior en la clase… — Claro, eras consiente de tus errores y por ello una disculpa era necesaria. Pero eso no sacaba el hecho de que fuera tan extraño como un pez fuera del agua. Porque el punto era, que como Uchiha, no debías cometer errores.

    Por lo que viendo tu incomodidad la chica de ojos verdes se adelantó a tu frase — No te preocupes Sasuke — Dijo con una amable sonrisa — Jugo me dijo que te sentías mal en la hora de las clases —Así que al final de cuentas, Jugo, si se dio cuenta de su extraño comportamiento — Es entendible que actuaras de esa forma—.

    Aunque un ‘Lo siento’ no salió de sus labios, el demostrarse enfermo ante sus amigos era… raro. Un leve asentimiento y una sutil sonrisa fueron las formas de decirle gracias a aquella chica que empezaba a caerle mejor — Y si no es mucha molestia. ¿Podrías prestarme tus apuntes en la hora de salida, hasta el día de mañana? — Cuestionó, recuperando el semblante serio y empezando a saborear esa crema suave y espesa que tanto le gustaba.

    — Claro, no hay problema — terminan de comer cada uno sus respectivos almuerzos con una conversación amena. Ahora el Uchiha entiende porque es que la chica de cabellos rosas ya no le molesta, ni te persigue; ya no está ilusionada contigo, sino que ha encontrado un verdadero amor. Lo relata alegremente sin dar muchas características específicas del ser que hizo que pararan los acososde forma definitiva. Frases como: “Es un hombre hecho y derecho. Alguien maduro.” Son los únicos datos que daba la peli rosa, mientras relata su enamoramiento.

    EL descanso terminó y todos se dirigen nuevamente a sus salones. Sakura y Sasuke conversan tranquilamente. Bueno, la chica habla y el azabache solo comenta de vez en cuando, para hacer entender que la está escuchando. En parte se alegra por saber que ya no es el centro de sus acosos, ni la presidenta de su club de fans, y en otra porque se siente identificado, pues él también ha encontrado a alguien que lo quiera. Pues el blondo había demostrado, que aparte de deseo sexual, se preocupaba por su salud y bienestar.

    Llegando al salón, el menor presto atención a su hora de literatura clásica sin ningún inconveniente. El Vibrador dentro de él se encontraba en calma, cosa que le pareció un poco extraña pero no dijo nada y tomó apuntes de cada detalle de la clase. Luego tocaba Educación física; nada aún. Ninguna vibración. Todo el salón esperó mientras el profesor llegaba.

    Tal parece que este había sido llamado para una reunión de emergencia de profesores con respecto a un nuevo integrante como docente, por lo que los alumnos tenían tiempo de charlar. Y una peli rosa aprovecho para conversar nuevamente con su nuevo amigo Sasuke.

    — Ne, Sasuke — llamó la atención del menor, que había aprovechado el tiempo libre para empezar a ponerse al día en los apuntes de ayer. Alzó la mirada, haciéndole entender que la escuchaba — ¿Es cierto que ayer fuiste a dirección? —

    Podría ser que le cayera mejor, pero no por ello iba a dejar de ser una persona de pocas palabras, aparte de no querer dar muchos detalles de lo que pasó en esa oficina — No es algo de lo que me guste hablar, Sakura —

    — Mmm… Lo digo porque, para que no hayas tenido ninguna sanción, has de haber hecho algo ¿no? — Dijo pensativa mientras ponía su índice en su barbilla — Además de que el director es nuevo y tengo curiosidad de cómo es—.

    Ya se estaba enojando, pero no eran celos ¿o sí? Es decir, era un apuesto hombre, joven y emprendedor. Pero seguía siendo el director de todos los alumnos y jefe de los profesores. Por lo que la curiosidad de su amiga era completamente válida. Es más el mismo había tenido la necesidad de pensar cómo es que era aquel que dirigía el colegio donde estudiaba el día de ayer. Por lo que calmándose de esos pequeños sentimientos tanto nuevos como desconocidos para él, pensó en cómo responder a esa pregunta — Sí, es un director nuevo. Si no me equivoco es el Nieto de la anterior Directora, Tsunade — Ahora que decir para responder el ¿porque había pasado todo un día con él en su dirección? —Y, para que no me diera amonestación alguna me dejó hacer un proyecto entero sobre la economía mundial y en cómo afecta al rubro educativo y el de salud en nuestro país – Buena idea, y con ella se podían matar dos pájaros de un tiro — Por lo que en todo el día me estuvo supervisando los avances y terminé el informe hasta un par de horas después de clases —.

    Era una mentira convincente. Tanto que la chica frente a ella, se había quedado impresionada del que pudiera hacer un trabajo tan complejo en un solo día — Vaya, ahora entiendo porque te salvaste de la amonestación — La chica no negaba su palabras, pues estaba hablando con el alumno prodigio, y delegado de la clase — Ne, pero… ¿Cómo es físicamente? — Cuestionó curiosa – Me han dicho que es todo un Bom bon —

    Maldición. Claro que era exquisito, y el mismo había tenido la oportunidad de probarlo, saborearlo, lamerlo. Ser follado por…. Cerrando los ojos por un par de segundos y tratando de borrar esas imágenes de su mente, le respondió de manera cortante — ¿Cómo quieres que me fije en eso Sakura? — El ceño fruncido, aunque se podía interpretar como un enojo por preguntar algo, tan estúpido, según la mentalidad Uchiha; realmente era un atisbo de los celos que intentaba ocultar.

    Resoplando por saber que no sacaría ningún chisme de alguien tan serio como el Uchiha, fue por las preguntas más básicas — Pero pasaste un día entero con él ¿cómo es? — Interrogó — ¿Es alto o chato? Color de cabello, ojos, piel. Vamos Sasu. Solo ayúdame para tener chisme con mis amigas —

    Bueno, la chica ya estaba enamorada de alguien ¿verdad? Por lo que decirle características simples de SU Naru, no era nada malo — Tsk… Bueno — Además, como ella dijo, era para tener material y chismosear con sus amigas — Es alto, rubio, ojos azules — Tratar de describirlo con un tono aburrido y de manera metódica le estaba resultando difícil, pero aun así continuo— Piel bronceada y, supongo que es atractivo — Las palabras que había escogido no le hacían justicia a su adonis personal, pero si se explayaba, terminaría revelando emociones que deberían ser ocultadas ante cualquier persona a su alrededor

    A la peli rosa le brillaban los ojos con tan solo escuchar esas características — ¿Y es cierto que tiene marquitas en las mejillas? —

    Oh, Claro que era cierto, a él le encantaba poder delinearlas tanto mentalmente como en la vida real — Sí — Y un leve asentimiento fueron tu escueta respuesta — ¿Algo más que quieras saber? Recuerda que necesito pasar estos apuntes —Señalando el cuaderno con su barbilla.

    — Oh, sí Sasuke, una pregunta más, y te dejo tranquilo ¿Cómo es su carácter? Es decir, tú trataste con él por un día entero. ¿Has de haber sacado conclusiones de él, no? — Indagó curiosa.

    Claro que lo conocía, cada parte de su ser, cada gusto oculto, hasta el lunar detrás de la oreja cubierto por sus rubios cabellos. Ese enorme falo que se cargaba, ese torso trabajado y fuertes brazos, lo conocía tan to física como sus más morbosos gustos en los cuales él lo tuvo que complacer — Es, alegre — Pervertido — Amable — Condenadamente sexy y muy bueno en el sexo — Voz fuerte que te hace entender su puesto ante ti, pero que te da confianza — Y esa voz cargada de lujuria te llevaría al éxtasis mismo — He de suponer que es una gran persona, pues me dio la oportunidad de poder remediar mi error con un trabajo — Un “trabajo” que también disfrutó hasta caer desmayado y deseoso de más en un futuro.

    Una alegre sonrisa surcó los labios de la chica frente a su persona — Gracias por los datos, ahora tengo con que molestar a mis amigas — Dijo giñando el ojo — Y ahora sí, no te interrumpo más, que voy a molestar a Ino—

    Ino Yamanaka, una chica rubia platinada y de ojos celeste claros. La archienemiga de la de cabello rosa, pero también su amiga desde que iniciaron el colegio juntas. El efebo evitó volver a pensar en el sexy director que tenía en la oficina del primer piso de la institución y se dispuso a ponerse al día en los apuntes.

    Media hora más tarde, el profesor Maito Gai, apareció diciéndoles que como faltaba poco para que acabara la clase de educación física. Lo que hoy harían, sería solo un juego amistoso. Donde solo aquellos que deseaban, participarían. El azabache pocas veces participaba, aunque era muy buen jugador, pero en esta ocasión prefería terminar de ponerse al día en las otras materias. Por lo que llevó la libreta y se sentó en las bancas mientras el partido iniciaba. Un par de veces le preguntaron si quería participar en ambos equipos, pero se negó y más que una mirada fría y una negación por el Uchiha, no hacía falta para saber si quería jugar o no.

    El partido era con grupos mixtos. Por lo que Ino, Sakura, Tenten, una chica de cabello castaño de ascendencia china con dos moños cual choncos y ojos café, Karin y unas cuantas chicas más; estaban incluidas en los equipos. En las bancas solo había unos cuantos, contando a Hinata que era delicada de salud y estaba a su costado mientras leía un entretenido libro, la cancha deportiva que usaban era techadas y protegidas del frio invierno. Era un buen lugar para leer.

    Las clases de educación física culminaban e iniciaba el receso, por lo que algunos siguieron jugando y él se fue directo al salón para pasar culminar los apuntes. Tal vez, así no tendría que incomodar a la chica llevándose el cuaderno hasta el día siguiente. Siempre caminaba de forma pausada y tranquila, no solo porque un Uchiha no debe de mostrar desesperación, sino porque en sus pezones habían dos arillos colgando, que aunque no estuvieran con cascabeles, si tenían dijes de acero que se bamboleaban y podrían tintinear si se movía más rápido. Otro motivo por el cual no participó en los partidos.

    Las clases pasaron tranquilas, se había terminado de poner al día en todas las materias y ahora prestaba atención al trabajo que estaba dejando el profesor de Historia Universal. Hasta que quince minutos antes de que se culminaran las clases. El pequeño vibrador empezó a funcionar. Empezó a vibrar de manera sutil y leve. Pero el pequeño desconcierto lo tomo desprevenido, de tal manera que un pequeño salto de su asiento, casi imperceptible, lo tomó desprevenido.

    Ya habiendo culminado el profesor con las indicaciones del proyecto, y habiéndolas anotado como podía. Se dispuso a guardar sus cosas — Pz, Sasuke — Dijo Suigetsu sentado frente a Jugo — ¿Te apetece salir con nosotros al centro comercial? —

    El profesor había permitido que los alumnos conversen en lo que quedaba de tiempo, por lo que responderle al de cabellos blancos no era nada malo ni peligroso — No, tengo que ponerme al día en los trabajos del día de ayer — Como Uchiha, la responsabilidad era primero, pero en ese momento lo principal era ir con a la oficina de dirección.

    La institución constaba de cuatro grandes edificios. Él, se encontraba en el edificio central, donde todo el primer piso, eran oficinas y la enorme biblioteca con libros de temas diversos y variados. Y recién, desde el segundo piso, se encontraban los salones de los tres últimos años. Y en el último piso superior de cada edificio, se encontraba una sofisticada cafetería. Detrás de cada uno de los edificios, y para subir y bajar la mercancía, tanto como los desechos de restos de comida, se ubicaban un par de ascensores industriales.

    El timbre había sonado, y mientras algunos tomaban los ascensores internos para retirarse, otros usaban las escaleras. La dirección se encontraba a un par de oficinas cerca de la dirección. Por lo que nadie sospecharía su cambio de dirección. Despidiéndose de sus amigos con un movimiento de mano. Ellos tomaron curso hacia la salida y Sasuke se adentraba a la edificación nuevamente.


    ****Mi Director y yo ****




    Los nervios invadieron al efebo al encontrarse nuevamente con la puerta que lo llevaría a su verdugo del placer. Al tener una infra estructura en forma de “L” y encontrándose la oficina fuera del alcance de visión de la salida principal del edificio, podía quedarse frente a la puerta de caoba, con la ficha donde tenía el nombre del blondo al costado de la palabra Director. Pero tampoco podría aparentar indiferencia más tiempo a esas vibraciones en su trasero, aquella, que al pasar diez minutos del timbre de salida, habían aumentado de potencia.

    Armándose de valor, y deseando que las vibraciones no lleguen a hacer temblar también a sus piernas tocó la puerta — Adelante — Dentro de esa enorme oficina, se encontraba el blondo con un mando parecido al suyo pero de color negro; esperando a que su tan adorado neko estuviera nuevamente en sus manos, y mientras más se demoraba, más ansiedad en el despertaba. Por lo que, para que el menor se apure, le empezó a subir las potencias del vibrador.

    Entrando a la oficina. El mayor se deleitó con la imagen de su sumiso con mejillas sonrojadas y ojos mirando al suelo — Buenas tardes amo —

    La sonrisa zorruna se ensanchó al escuchar de sus labios un tembloroso saludo — Cierra la puerta con seguro — Acatando la orden sin chistar. EL menor se volteó para cerrar con seguro y quedarse nuevamente en su posición fija — Desnúdate — Aumentó un punto las vibraciones y esperó ansioso a que el menor acatara nuevamente las ordenes.

    Recordando lo que le había dicho el blondo esa mañana, no puso objeción alguna al trato. El sentir que lo estaba mirando, aumentaba el morbo a la situación. Por lo que Casaca y polo fueron sacadas nuevamente. Y dejadas caer al costado de la mochila, colocada en el piso.

    Los ojos azules, ahora desbordaban lujuria, al ver esos brillantes aros que tanto le gustaban en esos dulces pezones. El efebo se agachó, haciendo que el silencioso cuarto se llenara de un sutil tintineo, para desamarrarse las zapatillas y quitarse las medias. Seguía siendo consciente de que el otro escudriñaba cada porción de piel que el mostraba. Bajó el buzo y lo colocó junto con las otras prendas — Detente un momento así — No había más que decir, antes de sacarse el short, paró sus acciones y esperó a que el otro le diera una indicación más, conectando sus ojos con los otros llenos de lujuria — Date la vuelta y pon las manos en la puerta — Las pálidas piernas estaban expuestas, pues era un short apretado que solo le tapaba hasta debajo de sus glúteos.

    Se volteó y puso sus manos en la puerta. Mientras escuchaba como los pasos del rubio se iban acercando cada vez más Las vibraciones nuevamente aumentaron. Y apretaste más el ano, para no dejar salir el lubricante caliente que se albergó dentro de ti por todo este tiempo — Mmmgh — Palmaditas en los muslos internos, para que separara más las piernas, una palmada en la nalga derecha y luego otra en la izquierda — Aghh —

    —Shh, shh, shh, recuerda mi amado neko, que en esta zona nos pueden escuchar todavía — Susurró cerca del níveo oído para luego lamerlo — Eres condenadamente sexy. Y este short, te queda como segunda piel — Abriendo las dos nalgas aun con ambas prendas y empezando a lamer el ano — No hagas ruidos mi dulce ángel — Su lengua empezaba a mojar las telas — Abre tu ano — luego de aflojar el agarre del ano, empezó a embestirlo sin importarle ese par de barreras de hilos, mientras que el mayor sentía como ese lubricante que había sido apresado mojaba más las prendas; aquellas que apresaban el miembro ya despierto del menor.

    Apretando sus labios y formando sus manos cual puños, trataba de ahogar cualquier intento de su voz de emerger de su boca. El mayor continuó un minuto más llevándolo al borde del placer, mientras el pre-semen empezaba a emerger. Pero de un momento a otro paró sus acciones, y dándole otra palmada se alejó de esa tentación tan carnosa.

    — Ahora quiero que te sigas desnudando hermoso —Recuperar la respiración y seguir como si nada con ese vibrador en una potencia un tanto alta y su miembro nuevamente erecto, era algo difícil — Vamos amorcito — Dijo dándote un beso en la parte final de tu clavícula — Que hoy empezamos con nuestras sesiones — Esos pasos ahora se alejaban en dirección hacia el escritorio. Con todas las fuerzas de las que era capaz el menor. Se volteó y ayudándose de apoyar su torso en la puerta, se empezó a bajar tanto el short y el bóxer mojado, dejando su miembro en libertad, para luego dejarlos caer en el piso junto con las otras ropas. Miraba como es que Naruto habría nuevamente ese cuarto desconocido para muchos. Y al terminar, esa azulina mirada penetró en tus ojos y alzó nuevamente su mano — Ahora ven a saludarme como se debe—

    Oh claro, como uno podría olvidarse de ese demandante beso al inicio de cualquier actividad. Caminaste un tanto tembloroso por el vibrador encendido todavía y cuando la tersa mano se encontró al alcance del otro. Fue jalado hasta que chocó con el fornido y hasta ahora cubierto torso. Casó esos labios deseosos tanto como los del mayor y sujetó la esbelta y desnuda cintura con uno de sus fornidos brazos.


    Legua con lengua se encontraron como si no se hubieran visto por años, y se amaron con desesperación para beber de la saliva del otro. Una traviesa mano buscó ese mojado y estimulado ano para meter el dedo corazón en medio del beso — Mmmm — Ahogando el gemido en la boca del mayor.

    Y aunque el beso quiso durar más por parte de ambos. Tenían que esperar hasta estar abajo, lugar donde podrían desatar todas sus perversiones. Sacó el travieso dígito que había empezado a embestir la húmeda cueva, y lo cargó cual princesa para disponerse a bajar las escaleras.

    Presionó un botón y el cuarto empezó a cerrarse luego de que ellos ya estuvieron dentro. Depositó al menor en la enorme cama y paseó toda su mirada por ese esbelto y perfecto cuerpo. Apreciando esos lindos y bellos pezones perforados. Empieza a masajearlos y repartir besos en el torso del menor sentado a su costado. Llega a su cuello y empieza a succionarlo por la parte baja — Ahora vamos a empezar mi lindo neko — Dice haciendo chocar su aliento a menta con la tersa piel del menor. Le da un beso en la nariz y otro en la boca, mientras sigue masajeando esos bellos botones, del color de una cereza — Que las clases han concluido, y hemos dejado de ser Alumno y Director— Y de esos perfectos labios emergió una sonrisa cual zorro.


    Continuará…


    (1)Exhibicionismo: Es la inclinación de un individuo a exponerse en público de forma espontánea y excesiva. En este caso es la tendencia al sentir placer y o excitación al saber que se encuentra en público y puede ser observado por ojos ajenos.

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    Si les gusta la lectura >.0 Les recomiendo MUUUUCHO MUCHO esta que recién ha empezado. Pero tiene muy buen material
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    ESO FUE TODO LEs gustó? Lo odiaron? ME dan apapachos? XD. En fin, no pongo doble signo de interrogacion o exclamación, porque mi teclado no me deja y mi lap está configurada para inglés u.u a veces pienso que es una mala idea, pero el cambiarla implica que los signos se moverás de lugar >o> No quiero eso. XD La flojera gana.


    EL SIGUIENTE CAP. SE LLAMA: Sesión Nro 1



    Díganme, qué piensan que pasará? Bueno, es obvio XD. Pero que cosas le hará Naru a Sasu >w> Su nekito travieso. Adivinarán? SI? NO? XD.

    LA SIGUIENTE PUBLICACIóN SERá EL Sábado 27 de Septiembre del 2014

    Nos leemos pronto.

    Edited by kawai13 - 13/9/2014, 18:25
     
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