JUNJOU FUTURE (USAMI X MISAKI) Actualizado: 24/07/18

Usami y Misaki tendrán que plantearse su futuro juntos. La radiación en japón tras los terremotos podría afectar a las personas...

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  1. SnowieWhite
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    ¡HOLA A TODOS Y TODAS! ¡Lo que me ha costado escribir este capítulo! Y no porque fuera difícil, sino porque ya es de los últimos. En fin todo tiene un principio y un fin.

    Usagi san love: espero que este capítulo te guste, me he quedado agusto con el final de Fuyuhiko Usami. Puede que me haya pasado un poquito, pero el personaje en este fic me lo estaba pidiendo a gritos.
    SPOILER (click to view)
    Capítulo 22: "La desesperanza está fundada en lo que sabemos, que es nada, y la esperanza sobre lo que ignoramos, que es todo." Maurice Maeterlinck

    Akihiko se pasó todo el vuelo inquieto, su cuerpo no podía entender que debiera estar tanto tiempo sentado cuando su mente no dejaba de pensar en Misaki. Y su madre se empeñaba en cogerle la mano cada cierto rato. Le parecía realmente molesto. Sus manos anhelaban el contacto de Misaki, abrazarle y saber que todo iba bien.
    Cerró los ojos y recordó cómo era abrazarle, poner las manos en su espalda, poco a poco bajar una de sus manos hacia uno de sus glúteos. Entonces él se quejaría y le llamaría pervertido.

    Aunque también recordaba que cuando hizo de las suyas con las hormonas de Misaki a él le encantaba que lo hiciera. Y las niñas… notar
    como su vientre se iba agrandando describiendo una preciosa curva, sentir las pataditas de sus hijas. Sí… abrazarle y sentir la curva de su vientre contra su estómago. Le hacia sentirse completo, por fin tenía una familia y nadie iba a arrebatarle ese derecho.

    No durmió nada durante el vuelo, no se sentía capaz de hacerlo, no sino tenía la certeza de que su familia estaba a salvo. Él no podía permitirse ese lujo.
    ..............……....................................

    Misaki no podía dormir, tampoco sabia si era de día o de noche, las persianas estaban bajadas y bloqueadas, solo tenía la luz artificial de la lamparita de la mesa auxiliar.
    Sus nervios no le permitían dormir, daba vueltas por la habitación. Le temblaban las manos, le pesaba la barriga, teñía la cabeza hecha un lío.

    El miedo de no tener ayuda durante el parto le hacia querer llorar, pero se había jurado a si mismo que no lo haría, no lloraría por una amenaza de Fuyuhiko Usami. Tenía que respirar hondo, inspiraciones profundas y exhalaciones lentas, no debía alterarse. Según la última revisión de Mika, una de las niñas seguía en posición fetal, sin estar preparada para salir. Lo mas seguro era que necesitará una cesárea, pero si no iba a recibir ayuda durante el parto, no quería ni pensarlo. No quería si quiera pensar que una de sus hijas podía morir antes de nacer.

    Negó con la cabeza y se sentó al borde de la cama. Se pasó las manos por el vientre y se obligó a pensar en cosas alegres y esperanzadoras. En sus niñas, se las imaginó pequeñitas, dormidas, una en cada brazo de Usagi-san mientras él preparaba biberones. Tendrían los ojos de Akihiko, su nariz, sus labios. No le importaba si ninguna de las dos se parecía a él mismo. Solo quería ver a Usagi-san en sus dos pequeñas.

    Nombres…Akihiko había dejado caer un par de nombres, masculinos y femeninos durante el embarazo. Misaki cerró los ojos con fuerza y trató de recordar todos los nombres: Natsuki(luna de verano), Hikari (luz) , Sora (cielo), Yukiko (hija de la nieve).

    Como ansiaba ver la luz natural y el cielo. Esos eran los nombres que le llamaban más la atención en aquel momento. Deseó poder contárselo a Usagi-san, diablos, deseó abrazarlo y no soltarlo nunca. Pasear sus manos por sus brazos largos y fuertes, su espalda ancha, sus manos grandes y frías. Levantar la vista y toparse con esos grandes y preciosos ojos violetas.

    Y entonces lo sintió, un tirón en el vientre. Un calambre que le cogió totalmente por sorpresa. Llevó una mano donde lo había sentido, con la boca abierta y ahogando un quejido. El miedo se apoderó de todo su cuerpo. No, no podía ser.
    ............................................................

    La puerta se abrió de una patada, los guardias no tuvieron tiempo de reaccionar una bala atravesó cada una de sus cabezas. Ambos cayeron fulminados al suelo. A pesar del silenciador, el ruido de ambos cuerpos alertó a los demás habitantes de la casa.

    Llevaba el chaleco antibalas, pero mas que nada le guiaba la rabia y la furia. Nadie iba a poner en peligro a su familia. Caminó desecho a las escaleras de la casa colonial de madera oscura. Un hombre trajeado se asomó desde el piso de arriba. Error, gran error. Él fue mucho más rápido y antes de que el guarda espaldas pudiera sacar su arma, yacía en el suelo.

    Subió las escaleras, ya no le importaba si hacia demasiado ruido. Quería que supiera que estaba allí. Quería que ese hijo de puta saliese de su escondite y pegarle un tiro entre las cejas.
    ...................….................................

    Akihiko Usami y su madre llevaban veinte minutos esperando a Mika, la doctora de Misaki, en la puerta del aeropuerto. Ya no podía más, no podía esperar más. Estaba en la misma ciudad que Misaki y no podía moverse de donde estaba, porque la medico de su novio iba a ir a recogerlos, pero no aparecía.
    - Vendrá.- dijo su madre otra vez. Quería creerla, de verdad que quería, pero ¿y si era una trampa? Y si Mika realmente se había pasado al otro bando, y tan solo quería tenerlos a todo a allí.

    Su mente daba vueltas a todo tipo de conspiraciones y teorías. Se maldijo por ser escritor y tener una imaginación tan ferviente. Pero entonces un todo terreno azul oscuro que paro frente a ellos bruscamente, le saco de sus pensamientos. Del vehículo salió una Mika llorosa, con los ojos hinchados y la cara enrojecida.

    Akihiko se quedó paralizado al verla, algo iba mal, aun peor de lo que podían ir las cosas. Su mente estalló en desgracia, al segundo comenzó a pensar que Misaki se había puesto de parto, que la vida de él o las niñas corría peligro, que Mika había perdido la pista a su padre. Toda clase de teoría catastrófica. Su madre soltó las maletas y la abrazó. La medico lloraba de una forma escandalosa e infantil, le recordaba a Misaki.
    -¿Qué ha pasado?-preguntó su madre y Akihiko se maldijo por no ser más rápido.
    Mika se frotó los ojos con el dorso de la mano.
    -Mi… mi hermano- habló entre sollozos.- se lo conté y…-tuvo que para para soltar el aire.- lo siento mucho de verdad no sabia que esto iba a pasar.
    .......................................................

    Misaki escuchó el alboroto al otro lado de la puerta, acurrucado en la cama había empezado a contar los minutos que transcurrían entre contracción y contracción. Pero como no tenía reloj no sabia si estaba contando bien o no. Trataba de mantener su respiración acompasada, pero cada golpe o grito que escuchaba le alejaba cada vez más de la tranquilidad.

    Entonces el pomo de la puerta de su habitación se movió, pero la puerta no se abrió. Estaba cerrada con llave, como él ya bien sabía, pero la persona que trataba de entrar parecía no darse por vencida. Misaki tenía los pantalones empapados, había roto aguas, según su método de contar el tiempo, hacia seis minutos.
    Entonces oyó un sonido sordo y de la puerta comenzó a salir humo. Y ocurrió, un hombre alto y corpulento abrió la puerta de una patada. Misaki gritó asustado.
    Aquel hombre tenía unos rasgos que le resultaban familiares, como si ya lo hubiera visto en otra ocasión. Se acercó a él, despacio, pistola en mano y le tendió una mano, una gran mano al final del brazo más fuerte que había visto jamás.
    - Ven conmigo, quiero ayudarte.- le dijo.
    Misaki miró con auténtico terror la mano que se extendía ante él cuando otra contracción golpeó su abdomen y aquello le sacó de dudas. Necesitaba ayuda, estaba de parto y tenía que salir de allí.
    -Me parece que nadie va a ir a ninguna parte.- sonó otra voz masculina tras su salvador.
    El hombre se giró para encontrarse cara a cara con Fuyuhiko Usami y otro de sus guardaespaldas. Misaki le miró suplicante, ya no podía más, necesitaba un médico.
    Su salvador alzó su mano armada al mismo tiempo que lo hacia el guardaespaldas del padre de su novio.
    - Yo que tú, me pensaría mejor tu próximo movimiento, James. -dijo el señor Usami.- No querrás que mande matar a tu padre.
    El rostro de su salvador se deformó en una mueca de ira y antes de que alguien pudiese pestañear, apretó el gatillo. Misaki cerró los ojos y se tapó los oídos con ambas manos.
    Los disparos se sucedían uno tras otro, no quería mirar, rodó hasta el suelo y se apretó contra la pared. Deseó que todo aquello acabara, que fuera una pesadilla. Despertar y sentir los largos brazos de Usagi-san abrazando su cuerpo.
    Y entonces se acabó el ruido. Él temblaba, no se atrevía a mirar. Unos pasos se acercaron hasta él.
    -¿puedes caminar?- le preguntó la misma vos grabe y profunda que anteriormente le había ofrecido la libertad.
    Entonces ¿todo había acabado? ¿Y el señor Usami?
    Misaki abrió los ojos y levantó la mirada hacia su salvador.
    -Escucha.-Siguió hablando él.- te voy a coger en brazos y quiero que cierres los ojos hasta que estemos fuera ¿vale? Yo te avisaré.
    Misaki solo pudo asentir con la cabeza y acto seguido cerró los ojos.


    Edited by Drewelove - 5/5/2018, 21:11
     
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121 replies since 28/8/2012, 14:59   6487 views
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