LA REVISTA XXX (USAGI X MISAKI)

En una salida al supermercado, Akihiko se desvia al area de libros y revistas y encuentra una muy interesante. MUCHO LEMON.

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  1. monica misan
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    QUOTE (Anna-Lisk @ 13/11/2012, 17:23) 
    Un mal presentimiento me dice que este fic ya no lo van a continuar.... osea, desde hace como dos meses que lo hicieron! alguien sabe si la escritora sigue conectandose al foro? por que en serio exijo saber que pasó despues!!

    PORFA SI ESTAS AHI SIGUE ESCRIBIENDOOOOOO!!!!!

    PERDON! NO HAY PERDON PARA MI!
    PERO AL MENOS LO PUEDO SEGUIR ACTUALIZANDO!

    POR FAVOR NO ME CRUCIFIQUEN! AQUI LA CONTINUACION! :unsure: :=@.@: :=enfermo: :=SHOROO:
    Capítulo 2
    “El caballito”

    Llegaron a casa, Misaki se dedicó a sacar todo de las bolsas y a colocarlas en su lugar, mientras el escritor subía a su estudio a revisar minuciosamente la revista xxx, pues quería revisar cual posición era por la que iba a empezar.
    *Pensamiento de Akihiko*
    -En verdad son muy excitantes, requieren de mucha fuerza del activo…mmm…eso no es problema para mi…jajaja, aunque el uke necesita mucha elasticidad, pero si no puede no lo obligaré tal vez se lastime y no quiero eso. Además tiene que estar en óptimas condiciones para realizar el resto.- Revisó la hora, 11:15.
    Se dispuso a cambiar por sí mismo las sabanas de la cama por unas de color rojo pasión, levanto un poco de juguetes, adecuo las luces para que la iluminación fuera tenue y se dispuso a esperar a Misaki.
    Mientras tanto el castaño término de ordenar las compras, se dirigió a darse una ducha y después fue a su habitación, donde lo esperaba el escritor (se aburrió de esperarlo) haciendo que le diera un mini infarto.
    -¡Rayos Usagi san, me asustaste! ¿Qué quieres?- *¿acaso no es obvio mi pequeño*.
    -Misaki, quiero hacerte el amor- dijo con decisión obviamente el menor se paralizo.
    -¡¿Qué?! ¡¿Por qué eres tan directo siempre?!- dijo consternado, aunque no había negación en sus palabras…
    -Vayamos a mi habitación, realmente quiero estar contigo- se acercó y aspiro el aroma de su cuello, Misaki sintió un calor por todo el cuerpo y se sorprendió de sí mismo por no encontrar la “proposición” tan pervertida.
    -…está bien…- susurro apenitas sin atreverse a verlo a los ojos. Akihiko lo tomo de la mano y se lo llevo.
    Al entrar Misaki se sorprendió, es como si el otro hubiera adivinado que diría que si pues noto que todo estaba listo.
    -Misaki…- lo beso con delicadeza pero tuvo la necesidad de introducir su lengua, lo recostó en la cama, el beso se intensifico. –Misaki te deseo demasiado, siéntelo…- dijo con perversión mientras tomaba la mano del otro y la llevaba a su dura entre pierna. El otro solo gimió y sonrojó ante la acción. Pero su mano empezó a moverse por sí sola y comenzó a masajear con presión esa parte de su amado seme, el otro estaba un tanto sorprendido pero no lo detendría.
    Arrojo la playera de Misaki a algún lado, y empezó a descender por su cuello, su piel estaba tan deliciosa, tan fresca y suave. Misaki gemía con sumisión, ni él lo creía, mientras hacia la nota mental de que cuando estaba más cooperativo se ponía más sensible y deseoso que otras veces. Esta vez quería entregarse sin objeción pues ya tenía días sin hacerlo y ya había empezado a extrañar ese tipo de caricias.
    A estas alturas el más grande estaba entre las piernas de Misaki y había vuelto a atacar la boca de su querer. Akihiko quiso experimentar algo. Empezó a chupar la lengua de Misaki como lo hacía con su miembro mientras fingía embestidas. El castaño todavía estaba muy consciente de lo que hacían y sentía infinita vergüenza y excitación, solo se dedicó a gemir y acariciar la perfecta espalda de su seme mientras sentía como su miembro empezaba a endurecerse.
    Usagi abandono su boca y empezó a descender por su quijada, dejo algunas marcas en su cuello mientras erizaba le erizaba la piel con su caliente aliento. Se detuvo en los pezones de Misaki, los lamio con dedicación, disfrutando la textura, el castaño gemía y gemía mientras acariciaba los plateados cabellos del otro y disfrutaba del peso y la fuerza que ejercían sobre él.
    El mayor acariciaba con fervor las piernas de Misaki, sin duda ninguna mujer tenía unas piernas tan divinas y suaves como las de su bello amante. Masajeaba con sus masculinas manos los muslos del menor y descendía a sus glúteos, disfrutando su redondez y suavidad, su boca paseo su el plano vientre mientras poco a poco lo ponía de ladito y sus besos pasaban por su cintura y cadera y llegaban hasta ese firme trasero. Misaki pensaba en las probabilidades abrazó una almohada y cerraba los ojos y gemía. El más fuerte dejo algunos chupetones en las divinas nalgas de su uke, quería hacer una cosa más pervertida pero decidió dejarla para otro ronda pero avergonzaría un rato a su pequeño.
    -Misaki… tus nalgas son divinas no me canso de tocarlas…- dijo mientras sus manos las masajeaban.
    -Usagi, no me digas cosas así…- dijo reprimiendo gemidos.
    -A mí no me engañas, te encanta que te las digas aunque no lo admitas.- dijo mientras de mordía el lóbulo.
    -Claro que no…- gimió con vergüenza.
    Siguió con su labor y descendió con su lengua toda la columna de Misaki hasta llegar donde esta terminaba y justo ahí fue donde el castaño gimió sonoramente y su cabeza se hizo hacia atrás. El mayor noto esto y llevo su mano a la hombría de Misaki.
    -Vaya, con que ese es un punto mágico, en verdad te mojaste- dijo con perversión mientras su mano acariciaba el ya húmedo miembro del castaño quien ha este punto no podía decir palabra coherente.
    Con esa misma humedad lubrico la entrada de su amado, dando masajes alrededor, metió un dedo pero al no oír quejas de dolor metió otro, metía y sacaba, su delicado amante respiraba agitadamente y movía sus caderas buscando más contacto. Con tres dedos en el interior de su uke decidió que era hora de que su miembro entrara. Hasta que recordó el punto de todo esto, la posición número uno.
    De manera urgente se recostó en la cama y subió a Misaki sobre sí.
    -Misaki… es tu turno… móntame…- dijo con perversión mientras le acariciaba las nalgas para animarlo y se mordía el labio. El castaño tuvo un momento de lucidez en el que se sonrojo fuertemente ante la magnitud de la propuesta, pero decidió que su conciencia no le servía en momentos como esos y mejor decidió actuar.
    -…entonces… ayúdame…- suplico.
    El sexy escritor abrió las nalgas del castaño y situó su miembro en la entrada de Misaki mientras el otro apoyaba sus manos en los abdominales de su novio. En verdad la vista que tenía Akihiko era muy erótica, su pequeño sobre él y él dentro. Misaki tenía cerrado los ojos, su cabello estaba sexymente alborotado y su pecho se movía por lo agitado de su respiración. No pudo evitar decir:
    -Misaki eres condenadamente sexy- gruño sintiendo como su miembro era apretado. El castaño empezó a mover sus caderas con lentitud, pues sentía realmente a Usagi san, tan duro y caliente. Las manos del peliplata acariciaban sus piernas y su miembro, animándolo a moverse más rápido.
    Misaki empezaba a gemir con descontrol mientras sus piernas empezaban a darle impulso para subir y bajar. *En verdad parece que lo está disfrutando, esta posición es muy erótica*.
    El universitario ya no tenía conciencia de lo que hacía, solo se limitaba a sentir, pues dirigió sus manos a su cabello y a su pecho y empezó tocarse y a gemir y jadear sin pudor. Usagi estaba en la gloria, también emitía sonoros ruidos roncos mientras apretaba las piernas de su amor y tomaba su estrecha cintura para aumentar la velocidad.
    -ah… Mis…aki… ¡Dios! Eres tan hermoso y sexual… ¡no pares!- el escritor a cómo podía movía sus caderas en busca de más contacto. Misaki tiraba su cabeza hacia atrás cuando sentía al máximo el contacto. Los movimientos ya eran rápidos, la lujosa cama hacia ruidos cuando chocaba con la pared, los gemidos agudos y graves se mesclaban con erotismo.
    -Usa…usa…gi…no…mmm…puedo…¡ah!...mas…me…me…vengo…- apenas y podía hilar ideas. La firme mano de su seme se movía con delicia sobre su miembro.
    -Yo tampoco aguantare más…¡juntos Misaki!..- cuando sintió que su placer explotaría dentro de su uke, le dio una nalgada a Misaki y dio un leve tirón al miembro de su amante.
    -¡ah!- el menor ante tal acción se corrió con libertad sobre el abdomen del conejo el cual con un sonoro gemido ronco libero una gran cantidad en el interior de su castaño.
    Misaki se desplomo sobre el pecho de su seme y con los ojos cerrados y su agitado cuerpo trataba de recuperar el aliento y su conciencia. El mayor hacia lo mismo mientras acariciaba el castaño cabello y la suave espalda de su divino amado.
    Cuando sus respiraciones fueron regulares el escritor tomo la quijada de su adoración y le levanto el rostro y deposito un suave beso el cual fue recibido sin objeciones.
    -Te amo Misaki, solo contigo puedo hacer el amor de esta manera- dijo depositando otro beso, mientras acurrucaba a su pequeño en su pequeño y se envolvían en las finas sabanas.
    Misaki sentía como era arrastrado por el cansancio, estaba sonrojado por las palabras de su seme pero no tenía nada en contra de ellas. Solo acomodo la cabeza sobre el pecho fuerte de su amado y se dejó llevar. Ambos cayeron satisfechos en el sueño.
    [AL DÍA SIGUIENTE]
    Misaki fue el primero en abrir los ojos, miro la hora, 6:00 am, sus clases empezaban a las 8:00 y no podía faltar por sus exámenes, las imágenes vinieron de golpe a sus mente y se sonrojo y avergonzó por sus acciones. *¡Dios! ¡En verdad me volví loco! ¡Qué vergüenza! ¡Hasta parecía un actor porno! ¡Todos esos gemidos y movimientos! ¡Ni siquiera parezco un muchacho normal! ¡Soy un pervertido! ¡Dios! ¡Usagi no me dejara en paz! Misaki contrólate… ¡actúa como siempre!, ¡aquí nada paso!... ¡pero como puedo decir eso cuando estamos abrazados desnudos! Y… y… y… ¡además todo huele a sexo y estoy pegajoso! ¡Maldición! ¡Necesito un baño!. Se levantó con sumo cuidado, tratando de no despertar a su compañía. En cuanto estuvo de pie sintió como el seme de Usagi baja por sus piernas. ¡Qué diablos! ¡Qué diablos! ¡Qué diablos! ¡Lo voy a matar! ¡Mejor me doy un maldito baño! ¡Maldición!. Estaba muy sonrojado y avergonzado, tomo con rapidez una toalla y se encerró en el baño.
    Lo que no notó fue que Usagi pervertido estaba despierto y había visto semejante espectáculo. *Creo que estoy en problemas* pensó mientras se revolvía el cabello y mostraba una sonrisa de autosuficiencia.
    Recordó la revista xxx que guardo, y con un marcador tacho la primera posición y le puso fecha. Bajo, era mejor y más cómodo para Misaki no encontrarlo ahí para cuando saliera del baño.
    Se sirvió café, saco un cigarrillo y fingió leer su próximo proyecto mientras abrazaba a Suzuki san.
    Misaki en el baño, después de una urgente ducha se miraba con vergüenza frente al espejo. *¡Qué demonios! ¡¿En qué puto momento me chupo ahí?! ¡Qué diablos, me duele una nalga!* noto una marca rojiza en su glúteo derecho y varios chupetones en esa parte. ¡Hijo de puta! ¡¿En qué carajos pensaba?! ¡Rayos! ¡Dolerá cuando me siente! ¡A la mierda el desayuno! ¡Me voy directo a la universidad, allá desayunare!. Le daba vergüenza ver cuantas marcas había en todo su cuerpo. Se puso un suéter de cuello de tortuga para que nadie notara las marcas de esa zona, unos pantalones cómodos para su adolorido trasero y unos tenis.
    Bajo las escaleras escondiendo su dolor, tratando de no hacer gestos. Mientras Usagi reprimía una sonrisa.
    -¿No harás el desayuno?- pregunto con fingida inocencia.
    -No. Si tienes hambre recuerda que compramos cereal. Me voy- dijo tomando su mochila.
    -Misaki…- el castaño voltio.- No olvides que te quiero.- dijo con una sonrisa. Misaki se sonrojo, por un poquito olvida su coraje.
    -Nos vemos en la tarde.- Se dirigió a la salida, pero el escritor fue más rápido y alcanzo a retenerlo robándole un beso. El castaño lo miro cohibidamente. –Bueno, ahora sí, me voy.- salió de prisa del lujoso departamento.
    *Misaki, sin duda nunca perderá su encanto.* Regreso al sillón, tomo la revista xxx, reviso la posición que seguía, miro el calendario y sonrió con malicia.
    -Excelente.- *Es viernes, fin de semana, podemos ir a algún lugar este fin de semana. Posición siguiente…uuuuhhhh* -La gran V, interesante.- *Bien…iré a hacer las maletas, me pregunto qué lugar será bueno.*
    Y así el ansioso escritor se dirigió a su habitación en busca de lo que necesitaría y pensando en las miles de cosas que le haría a Misaki.


    PERDON POR NO ACTUALIZAR, PERO SON VACACIONES, TERMINARE, TAMBIEN EL OTRO. :=WORKIN: :=BUABUA: :=ewriting: :=amors: :=PENSDF:
     
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106 replies since 16/9/2012, 18:49   27766 views
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