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+2
.Hola!
Bueno, ya que me falta poco para acabar mi otro fic, decidi empezar de una vez con el segundo. Mi segundo fanfic, que emoción!!!
Lamento decirles que este fic no será muy… divertido, que digamos. Decidi meterle mucho drama y suspenso desde el inicio. Y será algo triste…. Pero espero que les guste!
La verdad pensé esta historia muchas veces…. Es algo fea y triste. Sin embargo, al final todo resultara bien, lo prometo!
Aquí les traigo el primer capitulo! Disfrútenlo! (si pueden)
Capitulo 1: Pequeños grandes errores
Eran casi las 7 de la tarde. Las clases de tarde de la universidad M acababan de terminar. Todos los universitarios salían despavoridos de sus aulas, esperando con ansias el tan añorado fin de semana. Los maestros, a su vez, sonreían felices de poder irse por fin a casa a descansar. En la entrada de la universidad, se había formado un tumulto de gente, que peleaba por salir del establecimiento. Solo una persona no quería salir de ahí.
Takahashi Misaki, un joven de 19 años de edad, de cabello castaño, ojos verdes, estatura un poco por debajo del promedio; vestido con un simple jersey marrón y un par de pantalones algo viejos. El chico miraba con algo de nerviosismo la entrada de la universidad. Veia muchos autos circulando por ahí. Rogaba con todas sus fuerzas que un deportivo rojo no apareciera frente a aquella puerta. Mucho menos, cuando estaba con todos los demás estudiantes en aquel lugar.
Sin embargo, a eso de las 7, apareció delante de la entrada aquel vehiculo. El automóvil desprendia un brillo esplendoroso, que dejó embobados a todos los presentes. Del coche Salió un hombre alto, de casi un metro noventa de alto, vestido elegantemente, con su plateado cabello bien peinado, y una sonrisa decorando su rostro. Apenas avanzó un paso, las personas a su alrededor se abrieron para darle camino, como moises cuando abrió las aguas del mar. Todas, en dirección a un joven que yacía avergonzado enfrente de él….
Nos vamos, Misaki? – dijo Akihiko, sin más
Tenia que ser…. – dijo el castaño, mientras caminaba avergonzado entre la multitud
Misaki se subió al vehiculo sin chistar. Escuchar los murmullos de la gente que iban dejando atrás le daba una total vergüenza. Siempre era lo mismo: Usagi aparecía en su tremendo deportivo, impresionaba a todos en su universidad, y lo dejaba en ridículo a él, mientras todos se preguntaban que tipo de relación tendría con una persona tan….. impresionante.
Usagi-san… - dijo el castaño, relajándose – podrias dejar que me vaya yo mismo a casa de vez en cuando…?
Que cosa? – dijo el peliplata, sorprendido
Digo…. Ya estoy grande, sabes…. – dijo Misaki, en voz baja – no me molestaría tomar el metro o algo asi….
Mientras pueda llevarte, te llevo – dijo el escritor, sin más
Es que….
Sabes que eres lo más importante para mi, no Misaki? – dijo el escritor, seriamente – mientras pueda protegerte lo más posible, lo hare.
Ok… - dijo el castaño, dándose por vencido.
Y hablando de otra cosa… - dijo Usagi – creo que Suzuki-san necesita un baño…
Ah, si? – dijo Misaki
Seh…. Digamos que le cayó un poco de sopa de miso sin querer….
Diablos, usagi-san! – dijo el castaño – cuantas veces te digo que no comas con Suzuki-san sentado en la mesa??
Es uno más de la familia, se sentiría triste si lo ignorara – dijo el escritor
No puedo creer que tengas casi 30 años y sigas hablando como un niño… - dijo Misaki, mirando a la ventana.
Ya bueno, pero lo podrias lavar? O lo tenemos que enviar a lavar de nuevo? Sabes que en esas lavanderías de segunda se demoran una semana en lavar una manchita, es desesperante, seguro que en una lavandería de Francia o Inglaterra lo harian en un dia, no crees, Misaki? No crees……
El escritor siguió hablando de cosas por el estilo por un buen rato. Misaki no tenia más opción que aguantarlo: la ruta por la que siempre iban se había visto interrumpida por un embotellamiento general. El trafico estaba peor que nunca. Entre Suzuki-san, los demás osos, un poco de marimo y las quejas sobre lo fastidiosa que era Aikawa por pedirle a Usagi los manuscritos a tiempo, pasaron por lo menos un cuarto de hora….
Esta empezando a llover – dijo el castaño, al ver como una gotita de lluvia caia sobre la ventana
Luego de un par de minutos, aquella gotita de vió acompañada de miles y miles y miles de gotitas más. Llegó a llover tanto que las calles estaban empezando a inundarse. El viento soplaba tan fuerte que se veian a algunas personas casi caerse al suelo, por que sus paraguas eran arrastrados por aquella ráfaga de viento. Misaki veía a la gente pasar corriendo para llegar a casa cuanto antes. Incluso dentro del automóvil, y llevando un jersey encima, empezó a sentir un frio de los mil demonios.
Burp! Usagi-san, me prestas tu abrigo?
Por que? Tienes frio?
Seh, no ves que hay una tormenta afuera? – dijo el castaño, agarrando el sobretodo del escritor que yacia en el asiento de atrás.
Umm… a este paso nunca llegaremos a ningún lado – dijo el escritor, mirando la fila de autos que tenia enfrente – y si nos vamos por otro lado?
Eh? Conoces otra ruta? – dijo Misaki, mientras se ponía el abrigo encima
No…. Pero podemos probar – dijo el peliplata
Estas bromeando? – dijo el castaño, sorprendido – con este clima nos podríamos perder!
Pero si no te podrias enfermar – dijo Akihiko, mirando como el castaño temblaba en el asiento. – podemos coger ese desvio de ahí, nos tiene que llevar a algún lado, no?
No gracias, solo sigue de frente, de acuerdo? – dijo Misaki, tratando de darle fin al asunto
Vamos, probar no nos va a matar – dijo Usagi, girando el automóvil a la izquierda
Hey! – dijo el castaño – Usagi-san, no vayas por ahí!!
No seas exagerado – dijo el escritor – ya veras que llegaremos pronto….
Misaki siguió quejándose por un rato. Pero explotó cuando se dieron cuenta de que no tenían ni la más minima idea de donde estaban. La lluvia les tapaba la visión, solo podían ver unas cuantas luces y señales. Ninguno de los dos conocía la calle en la que estaban, tampoco sabían como salir de ahí. Akihiko se quedó normal, pero Misaki se alteró.
No te dije que no vinieras por aquí?? – dijo el castaño, malhumorado – ahora quien sabe donde diablos estamos!
Tranquilo, usare el GPS para buscar una salida… - dijo el escritor
Ok…. Y bien?
Eh…. No capta la señal – dijo Usagi
Ah!! Tenia que ser!! – dijo Misaki
Tranquilo, vayamos por aquí, a ver a donde llegamos
Oh no, no más eso de “a ver a donde llegamos” – dijo el castaño, al ver que el escritor trataba de girar a la derecha – solo busca un maldito camino y vámonos a casa!
Eso hago! – dijo el peliplata, tratando de mantener la calma
Pero te digo que….. USAGI-SAN!!! – gritó de repente el castaño
Que sucede??! – dijo el escritor, sorprendido
GIRA!! GIRA!!! – dijo Misaki, tomando el volante.
Akihiko pudo ver a que se referia. Enfrente de ellos, venia un auto a toda velocidad. Su vista estaba tan nublada que no habían podido ver que iban en contra del trafico. Misaki giró el timón con fuerza, haciendo que el coche diera un giro brusco. Lograron esquivar al coche que tenían enfrente, pero gracias al movimiento, el deportivo se puso a patinar en la pista, a causa de la lluvia. Estaban dando vueltas en círculos. Misaki se puso a gritar, aterrado.
USAGI-SAN!!!! – gritó el chico
Misaki!! – dijo el escritor, agarrándose del asiento
Ahh!!!!! – gritó de nuevo Misaki
Justo después de eso, Akihiko pudo ver a su derecha un juego de luces destellantes. Eran las luces delanteras de un vehiculo, que iba a toda velocidad contra ellos. Cogió el timón, tratando de tomar contral del auto. Sin embargo, no podía lograr que las ruedas dejaran de girar.
MISAKI!!! – gritó el escritor, al ver que el vehiculo se aproximaba a su derecha
QUE!! – gritó Misaki
Un segundo después, Akihiko sintió un golpe seco.
El vehiculo, que era un camión de transporte, los embistió y se los llevó casi una cuadra de largo.
Lo ultimo que pudo ver el escritor fue el vidrio de la ventana rompiéndose, y el parachoques del vehiculo estrellarse justo en el lado en el que Misaki iba sentado…..
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Horrible, no es cierto?
Perdón por hacerles esto, traigo la continuación muy pronto! (espero)
Nee, cuídense!
Sayonara!!
Edited by S t a r d u s t - 22/3/2017, 15:37
. -
Oda_Ritsu+1 .
User deleted
*En shock temporal*
Por dios!!!!!! esto no puede estar mas wow!!!!
esta genial, a mi me gusto!!! siguelo *w*
el draa me persigue asi que estoy acostumbrada a ello(?)
neeeh espero ke sigas prontow *-*. -
Ø»akihiko_usami_lover«Ø+1 .
User deleted
O.o *ni yo se lo que paso*
dios... nose quien soy... ni como me llamo... dios... (o.O)'
todavia no reacciono... (¬.¬)'
~~~~~~~~~~~~~~~~~~~
dejando eso de lado (en lo que me estabilizo )
esta genial tu fic!!!.... mis felicitaciones
espero que puedas seguir con el \(^.^)/
... una ultima cosa... conty....!!!! jejeje mattane. -
daisy-chan+1 .
User deleted
0.o k sucedo kiero conty ya pero lo acaban de subir soy muuuuyyyyy desesperante ya kiero la conty me gusto mucho tu fic 
. -
misaki-chibi-tan+1 .
User deleted
O.O jaaaa... no me puedes dejar así... tienes que continuarla, onegai TT.TT
morire de la intriga
. -
Nami-chan! :3+2 .
User deleted
>en shock<
Es el primer fanfic que comento.... que trauma...
Siguelaa!!!!!
Sino me vuelvo loca.....
saludos!!!. -
+2 .
Hola chicas! estuve algo ocupadita con mis tareas, jeje 
Ya les traigo la conty, léanla bajo su propio riesgo!
(nah, en serio, sabiendo lo fanáticas que pueden llegar a ser algunas, les podría dar un colapso nervioso o algo parecido…)
Bueno, aquí el capitulo 2! Traten de disfrutarlo!!!
Capitulo 2: Funebre
Cuando Akihiko se despertó, no tenia la más minima idea de donde estaba.
Veia hombres y mujeres, todos vestidos de blanco, que iban y venían por todos lados.
Escuchaba muchas voces entremezcladas, pero no podía entender absolutamente nada de lo que decían.
El cuerpo le dolia tanto que no podía levantarse. Fue entonces cuando se dio cuenta de que estaba en una cama.
Una camilla de hospital, para ser más exactos.
Hey, ya despertó! – dijo una voz a su costado.
Usagi trató de levantarse de nuevo, pero su cuerpo no respondia. Sentia tanto dolor que solo tratar de moverle le causaba un sufrimiento increíble. Finalmente, se dio por vencido. Fue entonces cuando a su costado, apareció un hombre desconocido. Llevaba una bata blanca, un par de lentes, poco cabello bien peinado sobre su cabeza, y una tablilla con un bolígrafo.
Hey, quedese ahí! – dijo el hombre, deteniéndolo.
Usagi se quedó quieto. Observó al desconocido de pies a cabeza de nuevo. El hombre le sonreía tristemente. Algo en sus ojos denotaba preocupación y pena. Sin embargo, lo lograba disimular muy bien. Aunque nadie podía guardar apareciencias ante Akihiko….
Quien es usted? – dijo el escritor, confundido
Permitame presentarme – dijo el hombre, con calma – soy el doctor Ashahima
Doctor? – dijo Usagi, atonito – estoy en un hospital…?
Tal como usted ha dicho, señor Usami – dijo el doctor, tranquilamente.
Pero…. Que diablos hago en un hospital…? – preguntó Akihiko
Vera… - dijo el doctor, arrastrando una silla para sentarse a su costado – usted…. Bueno, tuvo un accidente automovilístico
Entonces Akihiko recordó todo. Recordó la pista mojada, su auto patinando por la carretera, el camión que los embistió… y el parachoques dándole con fuerza a Misaki.
Su auto se descarriló y chocó contra un camión de carga que iba pasando – dijo el doctor, tratando de sonar tranquilo
Dios mio…. – dijo Usagi, llevándose una mano a la frente al haberlo recordado todo
Lleva usted en coma 4 dias – dijo el doctor
4 dias?? – dijo Akihiko, sobresaltado
Fue un accidente terrible – dijo el doctor – su vehiculo quedó destrozado. Realmente, tiene suerte de estar vivo.
Dios mio…. No puede ser…. – dijo Usagi, suspirando. Entonces, llegó a su mente un pensamiento que lo remeció totalmente – M…misaki…. Donde esta Misaki??!
Perdone? – dijo el medico, sorprendido
El iba conmigo en el coche… - dijo Akihiko, con el corazón en el puño
Oh, el copiloto….. – dijo el doctor.
El medico agachó la cabeza. Se mordia el labio, mirando al suelo. Akihiko lo veía, nervioso. Le sudaba la frente, le temblaban las manos. No podía ser…
El señor Takahashi…. – dijo el medico, con un tono un poco nervioso – nosotros…. Realmente lo sentimos…..
No…. – dijo Usagi, temiendo lo peor
El choque dio exactamente en su lado. El impacto fue demasiado… - dijo el doctor
No…. No…. – murmuró Akihiko. Se le iba la voz
Los paramédicos llegaron lo más rápido que pudieron, pero… - dijo el medico – el choque fue demasiado fuerte. No soportó hasta llegar al hospital. Falleció en la ambulancia..
Usagi sintió un hueco en el pecho. Un vacio que nunca podría llenar. Sus ojos se llenaron de lagrimas repentinamente. Su expresión cambió por completo. Un segundo después, el hombre estalló en llanto. Le dolia el cuerpo, pero ya no le importaba. Solo podía sentir el dolor de su corazón.
Misaki… - murmuró Akihiko, con la voz quebrada – esta muerto….?
Realmente lo sentimos… - dijo el doctor
El hombre estaba acostumbrado a dar noticias como esa: tenían muertos todos los días, y familiares a quienes consolar. Pero poco veces había visto a alguien tan desconsolado como Usagi. Sus ojos se veian como los de un muerto. El cuerpo le temblaba. Tenia lagrimas derramadas por toda la cara. Estaba palido. Palido y sin aliento.
He…. Hemos comunicado a los familiares del señor Takahashi – dijo el medico, mirando al escritor con pena – quizás quisiera hablar con ellos….
Takahiro y Manami están aquí…? – dijo Akihiko, con la mirada perdida
Si, puedo llamarlos si desea – dijo el doctor – están afuera. Vinieron desde su ciudad hace 2 dias. Estaban esperando a que usted despertara para llevar a cabo el funeral del joven…
Al escuchar la palabra “funeral”, Usagi se quebró. Era cierto, Misaki estaba muerto. Y todo por su culpa, todo por su culpa….
Usagi? – dijo una voz conocida – Usagi!!!
Takahiro se le tiró encima. Estaba sonriendo, pero tenia lagrimas en los ojos. No exactamente de felicidad. Manami entró detrás de el. La mujer no lloraba, pero se notaba que estaba desconsolada. El pequeño Mahiro iba en sus brazos. El niño era el único que no sabia nada de la situación. Takahiro le sonrió a Usagi, secándose la cara. El escritor se quebró al verlos.
Takahiro….. – murmuró
Estas bien? – dijo su amigo, con la cara triste – estábamos muy preocupados por ti, no te imaginas….
El medico nos dijo que quizás no despertarias, Akihiko – dijo Namani, sonriendo tristemente
Yo….. – dijo el escritor, con un hilito de voz – es todo mi culpa…
Oh, no, por favor!! – dijo Takahiro, rápidamente. Usagi pudo notar que su voz sonaba quebrada – no queremos buscar culpables… los accidentes pasan, no?
A Takahiro se le llenaron los ojos de lagrimas de nuevo. Trató de decir algo, pero no pudo. Se llevó una mano a la boca, y se excusó para salir de la habitación. Manami dejó a Mahiro sentado en una pequeña silla junto a ella. Le frotó la espalda a Akihiko, que lloraba desconsoladamente.
No te culpes.. – dijo la mujer
Pero si fue mi culpa….. – dijo Usagi, murmurando – el me dijo que no fuera por ahí…. Pero… pero,…. No le hice caso…
Por ahora solo preocupate en recuperarte – dijo Manami, sonriendo – Takahiro se pondría más triste todavía si no te curas..
Yo lo se…. – dijo Akihiko.
La mujer le sonrió con tristeza. Hablaron un poco más. A eso de las 6 de la tarde, el medico les pidió que se retiraran por que habían terminado las horas de visita. La familia se despidió. Habian prometido llevar al escritor cuando hicieran el funeral. El peliplata los despidió, tristemente. Manami tenia razón: tenia que recuperarse. Fisicamente, al menos. Por que espiritualmente….. nunca podría volver a ser el mismo.
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Akihiko tuvo que ir en una silla de ruedas al funeral. No podía caminar. Los doctores le dijeron que tenia que asistir a varias terapias para recuperar la movilidad. Mientras tanto, tendría que permanecer sentado.
La recepción fue en una pequeña capilla. Habian tantas personas desconocidas para el escritor, que prefirió quedarse sentado junto a la mesa de los bocaditos. Todos eran amigos y conocidos de Takahiro, o familiares de Manami. Ningun familiar de Akihiko asistió. Y como podrían, si el peliplata nunca los invitó. Estaba tan devastado que no habría podido soportar a su padre y a su hermano ahí.
Takahiro permanecia sentado en un sofá. Muchas personas pasaban para darle el pésame. El pelinegro les agradecia con una sonrisa triste. Se aguantaba las lagrimas estando en Publico. Aunque en su interior, estaba casi tan destrozado como Usagi.
El escritor se sentía metido en una de sus propias novelas. Una de esas en las que el personaje principal pierde a la persona más preciada para si…. Y termina con un vacio existencial permanente. Claro que aquellos personajes de ficción siempre encontraban la paz y felicidad…. Lo que Akihiko se preguntaba era: podría recuperarla el también?
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El funeral fue algo muy lastimoso. Takahiro y Manami lloraban al ver el ataúd desplazándose hacia abajo. En aquel cajón se encontraban los restos destrozados de Misaki. El doctor no le había querido decir a Usagi que el choque había sido tan terrible que el cuerpo del castaño había quedado totalmente destrozado. Debió haberse muerto al instante, pero sobrevivió hasta unos cuantos minutos después.
Los encargados echaban tierra sobre la tumba. Akihiko los veía, con la mirada perdida. Sus ojos violetas tenían un aspecto gris, al igual que el aura que lo rodeaba. Sentia que su vida estaba siendo enterrada junto con el baúl. El sacerdote dijo unas cuantas palabras y oraciones ante los presentes. Los invitados permanecían parados, cabizbajos. No fue hasta después de la ceremonia que se avivaron de nuevo.
Al menos era un buen chico, no? – dijo Takahiro, secándose la cara
Era una persona increíble… - dijo Usagi, como si le estuviera hablando a la nada
Me gusta pensar que esta en un lugar mejor ahora… - dijo su amigo, suspirando. Sus ojos estaban totalmente mojados.
Usagi ya no lloraba. No podía hacerlo: había llorado tanto los últimos días, que había terminado seco. Ahora, lo único que sentía era una especie de intranquilidad, un vacio, algo inexplicable…. E inexplicablemente doloroso. Se quedó callado, mirando a los invitados que hablaban y comían enfrente de él. Entre ellos, pudo distinguir a una persona conocida. Era Aikawa, que, totalmente vestida de negro, y con la cara empapada de lagrimas, se dirigía rápidamente hacia él.
Usami-sensei!! – dijo la pelirroja, con la voz quebrada.
Aikawa… - murmuró Usagi
No me lo crei cuando me lo dijeron…. – dijo la mujer, entristecida – esta usted bien? Es permanente o va a volver a caminar? – dijo al ver la silla de ruedas
El doctor dijo que estare bien si me cuido…. – dijo Akihiko, susurrando. No tenia ganas de ver a nadie, pero trataba de hacerlo con Aikawa.
Pobre Misaki-kun…. – dijo la pelirroja, llorando – eran tan joven…. No me lo puedo creer….
No llores… - dijo el escritor – no vas a arreglar nada…
Usami-baka!! – gritó Aikawa – como que no llore?? Sabes lo mal que me siento? Déjame al menos desahogarme!!
La pelirroja empezó a temblar. Se limpió la cara con un pañuelo. Acto seguido, se sentó al costado del peliplata. Los dos se quedaron callados por un buen rato. Los demás seguían hablando y conversando sin preocupaciones. Akihiko los miraba, con ganas de ir y golpearlos a todos. Malditos infelices, que para ellos aquel funeral solo era como un evento social más: iban y se volvían a casa, sin que sus vidas se vieran afectadas en lo más minimo. Nada cambiaria para ellos. Sin embargo, nada volveria a ser igual para el peliplata, que los miraba con los ojos perdidos.
Esta usted bien? – dijo Aikawa, mirándolo
Ya te he dicho.. – dijo Akihiko – el medico dijo que solo necesito cuidarme…
Eso ya lo se – dijo la pelirroja – pero no me referia a eso. Decia que si esta bien… emocionalmente.
Yo…. – dijo el peliplata, mirándola
<< No vayas por ahí!!>>
Usami-sensei…? – dijo Aikawa, algo preocupada
<< No vayas por ahí, Usagi-san!! >>
Estoy bien… - dijo el escritor, cabizbajo
Si necesita ayuda, me puede llamar…. – dijo la pelirroja, con un tono preocupado
Estare bien….. – dijo Akihiko, sin mirarla.
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A eso de las 4 acabó el funeral. Todos los invitados se marcharon. Takahiro llevó a Usagi hasta su casa. Su deportivo rojo había terminado convertido en chatarra. Pero de todas maneras, no hubiera podido conducirlo. Fueron todos en la camioneta de los Takahashi. Mahiro se quedó dormido en el asiento, y Manami se quedó a cuidarlo mientras su esposo llevaba al escritor hasta su casa.
A partir de ahora puedo yo solo – dijo Usagi
Seguro? – dijo Takahiro, mientras entraban al apartamento – tu habitación no queda en el segundo piso?
Si, pero dormiré en la habitación de huéspedes… - dijo el escritor. Su dormitorio le traía demasiados recuerdos como para entrar ahí.
Esta bien – dijo su amigo, dejándolo en medio de la sala – si necesitas algo, puedes llamarnos al celular o al teléfono del hotel. Los deje anotados en tu móvil.
Gracias, Takahiro – dijo el peliplata – y perdón de nuevo
No te preocupes, en serio! – dijo el pelinegro. Lo cierto era que él mismo sentía que era culpa del escritor que su hermano hubiera fallecido…. Pero no, él no era de ese tipo de personas que le echan la culpa a otra persona, mucho menos cuando esta tan dolida por aquel error – No te olvides, si necesitas lo que sea llamanos! Hasta pronto!
Hasta pronto.. – dijo Usagi, antes de que su amigo cerrara la puerta.
Suspiró. Vio el departamento vacio. Misaki estaba muerto. Ya nunca podría volver a ver aquel lugar como su hogar. Ya nunca se reiría con las ocurrencias del castaño. Ya nunca volveria a salir con él, o lo recogería de la universidad. Ya nunca le prepararía pulpitos de hot dog. Ya no volveria a ver su tierna sonrisa, sus hermosos ojos verdes, ni volveria a revolotear aquel cabello castaño que tanto amaba. Nunca volveria a amar a nadie…. Estaba seguro de eso.
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Eran casi las 8 de la mañana cuando el reloj despertador sonó. Una mano grande y larga lo golpeó para que se callara. Sin embargo, el aparato se cayó al suelo, y siguió emitiendo sonido. Un hombre alto se levantó malhumorado de la cama. Un tremendo oso de peluche se cayó a su vez. El hombre terminó golpeando tanto el reloj que este terminó por romperse. Se sacudió su plateada cabeza, y bostezó.
Vamos, Suzuki-san – dijo Akihiko, agarrando al oso – es hora de despertarse
Bajo las escaleras con el pijama arrugado y el peluche estrellándose contra el piso. Sus pies andaban descalzos: nunca encontraba sus pantuflas cuando se despertaba. Estiró sus brazos y bostezó de nuevo. Se rascó la cabeza. Se dirigió a la cocina. Sacó una botella de leche del refrigerador y se sirvió un plato de cereal. Odiaba el cereal, pero como no sabia cocinar absolutamente nada, no le quedaba otra opción que comerlo.
Se sentó a comer, bostezando. Se estaba metiendo el primer bocado a la boca, cuando escuchó el timbre de la puerta sonar.
Mierda,…. Quien diablos es a esta hora? – dijo el escritor, fastidiado
Se levantó, dejando a Suzuki en la mesa. Nunca perdería la costumbre de sentar al peluche como si fuera una persona. Mucho menos ahora, que andaba tan solitariamente…
Feliz cumpleaños!! – dijo una voz, apenas abrió la puerta.
Usagi se encontró con un enorme pastel. Tenia escrito “feliz cumpleaños” con crema chantillí. Detrás del pastel apareció Aikawa, que sonreía felizmente. La mujer llevaba una bolsa llena de regalos. Estaba bien vestida, como siempre. Al verla, el escritor tuvo ganas de cerrarle la puerta en la cara.
Si vienes por el manuscrito, aun no lo tengo listo…. – dijo el peliplata, volviendo a la mesa
Oh, por favor, Usami-sensei! – dijo la pelirroja, entrando incómodamente al departamento – no podría celebrar su cumpleaños, al menos?
Ya te he dicho que odio los dulces – dijo el escritor
Es meramente simbolico – dijo Aikawa, dejando el pastel en la mesa – además, le traje muchos regalos!!
A todo esto…. Que edad se supone que cumplo…? – dijo Akihiko, rascándose la cabeza
Como no va a saber?? – dijo la mujer, indignada – hoy cumple 42, inteligente
Ah, cierto…. – dijo el escritor, cabizbajo
Ya habían pasado más de 13 años desde el dia del accidente. Akihiko había podido recuperar su movilidad tras un año de terapia, pero nunca pudo llenar aquel vacio que se le había quedado en su interior. Todos los días le parecían monótonos, grises y aburridos. Ya no le encontraba nada interesante a la vida. Sin Misaki, su mundo se había vuelto gris. Aikawa hacia todo lo posible por animarlo, pero no podía hacer nada. Tal estado de animo se veía reflejado en sus novelas. Todas ellas eran ahora fúnebres, sádicas y tétricas. Sus ventas habían bajado un poco, pero todavía tenia fans y seguidores. Nunca volvió a escribir una novela BL, a pesar de la insistencia de la pelirroja. Nunca pudo volver a hablar de ningún tema relacionado al amor….
Que le parece si abrimos los regalos? – dijo Aikawa, sonriendo
No gracias…. Prefiero terminar de desayunar – dijo Akihiko
Ah, entonces que le parece si vamos a tomar un almuerzo delicioso para celebrar? – dijo la pelirroja, en su intento por animarlo.
Esta bien… - dijo Usagi, sentándose a comer
Ok! – dijo la mujer, dejando la bolsa de obsequios en el sofá – lo vengo a recoger a las 2! No se le vaya a olvidar! Y arreglese, de acuerdo? Sayonara!!
Hasta luego… - dijo Akihiko, mientras la pelirroja cerraba la puerta.
Miró a la ventana. Apenas había pasado 2 años con el castaño…. Y los últimos 13 habian transcurrido de una manera tan lastimosa. Estaba seguro de que nunca podría volver a amar a nadie como amó a Misaki. El dia que el murió, el escritor había muerto también. Se levantó, malhumorado: era hora de soportar otro maldito cumpleaños. Pensaba en todas las cosas que harian juntos si Misaki siguiera vivo… pero ya no podría ser. Quizas los demás tenían razón: era hora de dejarlo ir. Era hora de seguir adelante. Antes de que echara su vida por la borda. Misaki ya no volveria. O al menos, eso creía el escritor…
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Les gusto? a mi me dio pena escribir este capitulo u.u
O bueno, más o menos . Soy medio sadica, jeje. Pueden creer que me gustan las historias traumáticas y tristes? Que horror u.u
Bueno, tratare de traer la conty lo más rápido posible!!!
Cuídense!
Sayonara!!
. -
Oda_Ritsu+1 .
User deleted
Wfft----
Weeeey!!! >o<
me hiciste llorar!!!
me lleva!!! cabron deveras que llore..... nya.... TTT-TTT
okey-.... aparte de eso.... me gusto por ke saco lo sensible de mi
estuvo genial, si si, me gusta sufrir.... me encanto quiero saber como se las apaña aikawa para
que usagui san se recupere y si usagui mismo quiere salir adelante,,,,
Usami san.... se lo ke pasa.... y yo tambien estaria asi o mas emo quiza TuT. -
Ø»akihiko_usami_lover«Ø+1 .
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q...?????? noooooooooooooooo !!!!!!!!!!
dios no!!!!!!!!!!!! quiero conty..... AHORA!!!!!!!!!!
(no malinterpretes mis gritos ¬¬' la vipolaridad se impone....)
esppero la conty con ansias mattane!!. -
+1 .
Los buenos momentos de tu vida, serás recordados como grandes alegrías; los malos te darán las mejores enseñanzas
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El capi estuvo muy triste
tanto que en serio me hizo llorar
pero se que usagi encontrará la manera de volver a ser feliz
y se que misaki como sea va a ayudar en esto
bueno me encantó muchísimo
espero la conty con ansias
nos vemos
. -
+1 .
Hola chicas! Estoy segura de que deben haber odiado el capitulo anterior u.u
Pero gracias por sus comentarios! Perdón a quienes hice llorar, no fue mi intención….
Pero bueno! Siguiendo con el fanfic…. Aquí les traigo el capitulo 3
Quizas no pueda actualizar en un tiempo, estoy por empezar la semana de examenes u.u
Pero bueno
Aikawa logró animar a Usagi? O terminó como todos los cumpleaños? Véanlo!
Capitulo 3: Casualidades
Era la 1 y media cuando sonó el timbre de nuevo. Aikawa esperaba impacientemente, con otra bolsa de regalos (más grande que la anterior), un oso de peluche en la mano, y una sonrisa adornando toda su cara. Los paquetes le pesaban tanto que se desesperó ante la tardanza del escritor, asi que tocó el timbre de nuevo. Nada. Lo tocó una vez más. Nada de nuevo. Se habrá quedado dormido? Pensó la pelirroja. Antes de darse cuenta, se puso a tocar el timbre varias veces, a tal punto que casi lo rompió. Justo cuando iba a tocarlo por vigesima vez, Akihiko abrió la puerta, y la mano de Aikawa salió disparada contra su cara.
Bienvenida… - dijo el escritor, sobándose la frente
Perdon, Usami-sensei!! Pensé que se había dormido!! – dijo la pelirroja
Eso me imagine cuando estabas a punto de tirarme la puerta… - dijo el peliplata, agarrando la bolsa de regalos que la mujer le ofrecia
Bueno, esta listo para ir? – dijo Aikawa, contenta
A donde? – dijo Akihiko, confundido
Le dije que íbamos a ir a comer por su cumpleaños!! – dijo la pelirroja, indignada – no se acuerda??
Ah…. Claro – dijo Usagi, mientras se sentaba en el sofá
Podria ir a arreglarse al menos…? – dijo Aikawa, al ver que el escritor seguía en pijama
Ok… aunque me da flojera… - dijo Akihiko, estirándose
Oh, vamos!! – dijo la pelirroja, empujándolo hasta su habitación – tiene que divertirse aunque sea una vez!! No cree que a Misaki le hubiera gustado verlo feliz,….?
Aikawa paró en seco al darse cuenta de lo que dijo. El nombre de Misaki había quedado prácticamente prohibido desde el accidente. Por el simple hecho de que al escritor le daba un shock emocional cada vez que lo escuchaba. Tantas terapias, psiquiatras y tratamientos, y no podía olvidar al castaño. Seguia sintiéndose culpable por su muerte. La pelirroja dejó al escritor, esperando a que palideciera, o se pusiera en estado zombi.
Ya, pero al menos déjame cambiarme solo, vale? – dijo el peliplata, ante la sorpresa de la mujer
Eh…. Claro! – dijo Aikawa, disimulando su asombro.
Usagi subió las escaleras con pesadez. No quería hablar de Misaki. Mejor se vestia rápido y satisfacía a Aikawa, antes de que lo lamentara. Se puso su traje de siempre, se anudo la corbata, se ató sus zapatos, y salió de la habitación con una caja de cigarrillos en la mano. Desde la muerte del castaño, había aumentado su dosis diaria. Ya no iba a ningún lado sin fumar. A lo mejor se moria de un cáncer a los pulmones, y podía irse a ver a Misaki de nuevo…
Listo? – dijo la pelirroja, emocionada
Acabemos con esto de una vez.. – dijo Akihiko, agarrando su sobretodo
Ok, pues vamos!! – dijo Aikawa
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Los dos se subieron al porsche del escritor. Desde que su viejo automóvil quedó inutilizado, se compró otro mucho más elegante. Era de color negro, y solo tenia 2 puertas. Típico de las personas de pocos amigos….
Y a donde vamos? – dijo Akihiko, encendiendo el automóvil
A donde usted quiera, es su cumpleaños – dijo Aikawa
Osea que ni siquiera pensaste un lugar? – gruñó el escritor
Es que a mi solo me gustan los restaurantes de comida exótica o que suelen frecuentar las chicas, y como Usami-sensei conoce tantos restaurantes elegantes…. – dijo la pelirroja, ante la mirada enojada del escritor
Como sea – dijo el peliplata, conduciendo – vayamos a cualquiera lado. Total, ningún restaurante me gusta….
Si quiere yo invito el postre! – dijo Aikawa, sonriendo
Si, si… - dijo Akihiko, mientras conducia. No tenia ni la más minima idea de a donde ir. Asi que solo escogió un restaurante al azar….
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En un segundo les tomaran la orden – dijo un joven, vestido elegantemente
Muchas gracias – dijo Aikawa, sonriendo con dulzura
El restaurante que habían elegido era una de comida europea. Servian muchos platos típicos de Francia, Alemania, Inglaterra, Rusia…. Tantos que Aikawa no tenia ni idea de que diablos pedir. Le consultó al mesero por unos 20 platillos, para al final decidirse por algo de sushi. Akihiko pidió un bisteck con vegetales, y les trajeron su orden al cabo de 10 minutos. La pelirroja se deleitaba con su plato, que era algo tan sencillo y común, mientras que Usagi apenas olia el suyo. No tenia hambre. Se terminó su copa de vino y se sirvió otra, pese a las criticas de Aikawa. Finalmente, llegó la hora de pagar…
Wow, que cosa rompimos?? – dijo la pelirroja, al ver la exuberante cuenta
No te preocupes, yo pago –dijo Usagi, sacando su billetera
No debería gastar tanto dinero, Usami-sensei – le refutó Aikawa – debería pensar en su futuro!
Akihiko suspiró. Algo exactamente igual le hubiera dicho Misaki en aquella situación…
Hey, gran escritor!!! – dijo una voz detrás suyo
Isaka-san sonreía maliciosamente. Estaba sentado en una mesa a poca distancia de la suya. A su costado estaba sentado un hombre mayor, seguramente un socio de negocios o algo asi. A Akihiko le dio asco darse cuenta de su presencia. Se puso en plan de ignorarlo, pero el hombre no le dejaba.
Escuche que era tu cumpleaños! – dijo Isaka, mientras el escritor se levantaba malhumoradamente – feliz cumple! Cuantos años cumples? 50?
Deja de fregarme, Isaka – dijo Akihiko, dejando un fajo de billetes en la mesa
Que raro que estes con Aikawa! – dijo el hombre – y que paso con Chibi-tan? Hace taaanto que no lo veo. Ya te dejo o algo asi….?
Usagi pusó una mano con fuerza en su mesa. Isaka lo veía, algo asustado. Su ceño estaba tan fruncido que parecía sacado de una película de terror. El escritor tenia ganas de romperle la cara al hombre. Sin embargo, no podía hacer cosas asi en publico. Asi que tomó un respiro y se levantó.
Para que sepas… - dijo el peliplata, con tono enojado – Misaki murió hace más de 10 años. Informate antes de decir estupideces
Isaka lo miró atonito. El hombre a su costado agachó su cabeza. Akihiko jaló del brazo a Aikawa, y los dos salieron del restaurante rápidamente. La pelirroja se incomodó un poco, pero prefirió no decir nada: Usagi no estaba como para soportar más cosas. Se subieron al auto, y se fueron sin tener rumbo.
Si quiere…. Todavía le puedo invitar el postre – dijo la pelirroja, en su intento de animar la cosa
No gracias… - dijo el escritor
Vamos..! – dijo Aikawa – no deje que algo tan pequeño arruine su cumpleaños!
Isaka es un imbécil – dijo el peliplata, claramente enojado
Ya se…. Pero mire! Nos podemos detener a tomar un helado ahí – dijo, señalando una heladería
Odio los dulces – dijo Akihiko, secamente
Vamos, seguro venden sabores amargos – dijo Aikawa – y le vendría bien des estresarse. Yo invito!
Uff… - suspiró – esta bien…. Pero que sea rápido
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Habia una fila tan larga que a Akihiko le dieron ganas de marcharse al instante. Por que diablos tanta gente quería comprar un maldito helado? Ni que fuera la octava maravilla del mundo. Aikawa le contaba chistes y anécdotas graciosas para entretenerlo, pero el escritor seguía con el ceño fruncido. Le daba rabia tener que estar parado por media hora solo por una estúpida bola de leche fría con huevos y saborizante. Y encima, sin los sabores que le gustaban…
Si quiere yo hago la fila, y usted puede esperar sentado allá – dijo la pelirroja, señalando un asiento que daba a la calle.
Esta bien…. – dijo el peliplata – pero comprame el sabor más amargo que encuentres, o si no devuélvelo
Aikawa le hizo un gesto que si con la cabeza. Usagi se sentó en la banca, aburrido. Miró al piso. Habian unas cuantas hormiguitas y un poquito de pasto seco. Veia a niños jugando y comiendo helados enfrente de él. Todos sonreían, pasaban bien el rato, disfrutaban. Y él, incluso en su cumpleaños, seguía tan malhumorado. Todos los años era lo mismo. Él sintiéndose miserable mientras los demás eran felices. Incluso en su propio dia. Suspiró, mientras miraba a Aikawa hablando por teléfono mientras hacia la fila. Se aburrió y miró a los niños de nuevo. Estaba tan aburrido, tan cansado, tan afligido… que no se dio cuenta cuando una persona se sentó junto a él.
Los helados de este lugar son horribles – dijo una voz desconocida a su costado
Akihiko volteó su cabeza con fuerza. A su costado, encontró a un chico, que miraba detenidamente una bola de helado de fresa. Era alto, pero el resto de su apariencia no mostraba más de unos 15 o 14 años. Tenia cabello negro, ojos azules, y piel casi tan blanca como la leche. Miraba el helado como un científico que ve a un espécimen raro. El escritor lo miró, sin saber que diablos le parecía extraño al muchacho.
Todos los helados son horribles – dijo el peliplata
No todos, por la universidad T hay una buena heladería, mucho mejor que esta – dijo, haciendo un gesto extraño, como si quisiera tirar el helado al piso
Te gustan las fresas? – dijo Akihiko
Seh, me encantan – dijo el chico, sonriendo
Yo odio los dulces… - dijo el escritor
Entonces que haces aquí? Solo venden sabores dulces, sabes….
Diablos – dijo Usagi, refunfuñando
Alguien esta haciendo fila por ti? – preguntó el chico
Si, ella – dijo Akihiko, señalando a Aikawa
Ah…. – dijo el joven, sonriendo alegremente.
Unos niños pasaron delante de ellos. Una pequeña niña se quejaba con su mamá de que su helado sabia a podrido. El pelinegro se rió, mirando su cono.
No te dije? Horribles – dijo, sin dejar de reir
Seh, debería ir a decirle a Aikawa que mejor nos vayamos.. – dijo el escritor, sonriendo
A decir verdad, le resultaba algo… agradable, la compañía del muchacho. Tenia algo particular en su sonrisa, sus ojos… no sabia que, pero le gustaba. Estaba tan a gusto que ni se había dado cuenta de que estaba sonriendo.
Ah, olvide presentarme – dijo Usagi, mirándolo – soy….
Usami Akihiko, el escritor de novelas – dijo el chico, ante la sorpresa del peliplata – lo se, jeje
Ya me conocias? – dijo Akihiko
Tu foto sale en tus libros. No te reconocí hasta hace un rato – dijo el muchacho, alegremente – a mi papá le gustan tus novelas…. Aunque a mi no me gusta mucho leer que digamos.
Ah…. – dijo el escritor. No sabia que los adolescentes supieran de él. Ni siquiera por medio de sus padres – y tu…. Como dijiste que te llamabas?
Hikamaru Tadashi – dijo el chico – tengo 13 años y medio, jeje
Vaya, pareces mayor – dijo Usagi
Es que soy muy alto para mi edad, no crees? – dijo el chico
Si – dijo Akihiko – yo acabo de cumplir 42
Hoy es tu cumpleaños? – dijo Tadashi, sonriente
Sip – dijo el escritor
Feliz cumpleaños! – dijo el chico, alegremente
Akihiko se sintió feliz. Feliz como no se había sentido en años. Que tenia ese chico, que lo hacia sentir tan feliz, con solo decir algo tan sencillo como “feliz cumpleaños”? mucha gente se lo había dicho, pero al escritor nunca le llegaba de verdad. No sabia que era, pero no le importaba. Sonrió alegremente ante el muchacho.
Uh, me tengo que ir – dijo Tadashi, al ver que una pareja se le acercaba
Son tus padres? – dijo el peliplata
Si, ya nos vamos – dijo, mientras un hombre alto y de ojos azules le hacia una señal para que se viniera con ellos – nos vemos otro dia, señor Usami!
Adiós… - dijo Akihiko, despidiéndose.
Vió al chico alejarse a lo lejos. Se reia con sus padres, ignorando el helado de fresa que se derretia en su mano. Se sentía feliz de verlo. Un segundo después, sus pensamientos se vieron interrumpidos por Aikawa, que venia con un helado en cada mano.
Le traje de menta con algo marron, dijeron que era lo más amargo que tenían – dijo la pelirroja, antes de sorprenderse con la expresión del escritor – Usami-sensei? Que paso?
Que cosa? – dijo el peliplata
Nada, solo que… Se ve feliz – dijo la pelirroja, sonriendo
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Les gusto? este capitulo no estuvo tan traumatico ni triste, al menos, jeje
Espero que les gustara!!
Sayonara!
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daisy-chan+1 .
User deleted
waaaa usagi pronto vera a su lindo misa 
-chan
. -
Oda_Ritsu+1 .
User deleted
Ohhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhh
bueno, disculpa por decir tanta idiotez en el comentario anterior
me gsta sufrir, que te dire, y esamanera de escribir tuya me recordó
a alguien que amé en verdad, pero por eso mepuse mas emo... =___=
bueno, se ke no importa XDDDD
bien, el capi de ahora estuvo genialoso, y realmente Aikawa no fue quien
le alegró el dia a Akihiko :3
eso me gusto
y la idea del helado estuvo genial ^^
felicidades!
continualo y suerte de verdad con tus examenes. -
Ø»akihiko_usami_lover«Ø+1 .
User deleted
........ CONTY....!!!!!!!!!!!!!!! . -
sofia*Ø .
User deleted
hay me alegra
que usagi pueda sonreir
pero estoy un pococ triste
de misaki haya muerto.
Reencarnación (Junjou romantica)La vida de Usami Akihiko cambia por completo después de un terrible accidente.... podra tener una segunda oportunidad para remediar las cosas? |
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