Reencarnación (Junjou romantica)

La vida de Usami Akihiko cambia por completo después de un terrible accidente.... podra tener una segunda oportunidad para remediar las cosas?

« Older   Newer »
 
  Share  
.
  1. NyanKatDoll12
        +2   +1   -1
     
    .

    User deleted


    Hola chicas! Perdón por la pequeña demora, tuve examen de mate, historia, física, francés…. :S un horror, al menos creo que Salí bien (tengo que mantener mi maldito segundo puesto…) :=NOIP:
    Aquí les traigo la conti! Gracias por los comentarios! Lo del helado se me ocurrio…. Por que tenia ganas de comer helado :P :=uuum:
    Aunque ahora quiero un muffin de manzana cubierto de caramelo… (existirán? No se, pero quiero uno!!!) tengo que estudiar literatura, asi que les traigo la conty antes de eso, creo que no podre actualizar en un tiempito…. Una semana o algo asi? Espero que sea menos u.u
    Bueno, dejo mi palabrería de loro y les traigo la conty! Disfrútenla!! :=DANCING: :=DANCING:



    Capitulo 4: Aprende a leer los letreros...

    A las 8 de la mañana, Akihiko salió de su apartamento. Bien vestido, bien peinado, con una sonrisa en su rostro y su maletín en la mano, se dirigió a su automóvil, lo encendió, y condujo tranquilamente. Estaba empezando la primavera, por lo que el sol salía radiante por el horizonte, a pesar del cambio climático y todo eso.

    Condujo muy tranquilo, cuidándose bien de los semáforos y evitando irse a parar a un desvio. Desde el accidente, había quedado algo traumatizado con esos detalles. La radio no decía nada interesante, asi que la apagó. En las calles podía ver a uno que otro estudiante que corria como alma que se lleva el diablo por no llegar tarde a clase. Se rió, y siguió con su camino.

    Llegó a la universidad M a eso de las 8:10. Desde la muerte de Misaki, no había pasado por aquel lugar, ni siquiera por aquella calle, en más de 10 años. Tal era su depresión que incluso evitaba salir de casa muy a menudo. Sin embargo, todo había cambiado hace unos años…

    Al llegar a la universidad, fue recibido por su acostumbrado grupo de fanáticas. Las chicas lo miraban sonriendo, como si estuvieran viendo a un cantante famoso o algo asi. Los chicos miraban al peliplata con celos y rabia. Sin embargo, al escritor le importaba un comino. Cruzó el campus tranquilamente hasta llegar a la oficina. Claro que a alguien no le gustó mucho su visita…

    Ya llegaste? – dijo Hiroki, al verlo – que paso? Te caíste de la cama o algo asi?

    Nah, no tenia nada que hacer en casa – dijo Akihiko, mientras dejaba su maletín en su escritorio

    Bueno, ya que llegaste temprano, puedes ir corrigiendo estos exámenes – dijo el castaño, tratando de ignorarlo – me tome la molestia de ordenarlos, asi que más te vale que no los dejes botados como siempre

    Ok, mamá, ya entendí – dijo Usagi, haciendo una mueca

    Eres tan infantil!!!! – dijo el castaño, molesto

    Si bien Hiroki tenia novio, trabajo, y su propia vida de la cual ocuparse, nunca dejó de preocuparse por Akihiko. El escritor permaneció siempre en su pensamiento, incluso luego de no haberlo visto en más de 10 años. Pensó que estaría muerto, que se había mudado, que lo habían secuestrado, que se había quedado desmemoriado…. Quien sabe. Asi que un buen dia, el castaño venció sus miedos, y con toda la voluntad del mundo, llamó a la casa del peliplata. Aun ahora podía recordar como le temblaban las manos al sostener el teléfono. Y como se sorprendió al escuchar la voz casi fantasmagórica del escritor, que por esos momentos se encontraba sumido en la mayor depresión de su vida.

    Unos días después se encontraron para tomar un café y conversar. Tuvo que pasar media hora para que por fin Akihiko se soltara y le contara todos y cada uno de sus problemas al castaño. Hiroki no sabia que responder cuando Usagi casi se puso a llorar al recordar la muerte de Misaki. Hiroki apestaba en grande en lo que respecta a consolar personas. Pero al menos, pudo darle el consuelo de tener un amigo con quien contar.

    Aunque claro que a dicho amigo no le gusto para nada enterarse de que su queridísimo escritor acababa de conseguirse un puesto como profesor de literatura, en su misma universidad y la misma facultad en la que trabajaba. Como era de esperarse, Miyagi se rió ruidosamente al ver que Hiroki tenia ganas de matar al decano por aceptar a un “cabeza hueca” como Akihiko.

    No te parecería genial tener a un escritor famoso como profesor? – le dijo el decano, sonriendo

    Pero no lo entiende, Akihiko es un infantil, odioso, obstinado, terco, demente, ….. – dijo Hiroki, antes de quedarse pensando en más adjetivos

    Que va! Si muchos escritores se dedican a enseñar en universidades, nunca lo has visto, Hiroki? Será divertido! Estoy impaciente por darle la noticia al resto de profesores – dijo el decano, levantándose sonriente de su escritorio.

    A Hiroki no le quedó otra que aguantarse, como siempre. Y ahora, ya llevaba casi 3 años trabajando con el odioso de su mejor amigo. Le daba cólera ver como las estudiantes se morían al ver al peliplata andar por los pasillos de la universidad. Si supieran como es en realidad…. Pensaba el castaño, mientras organizaba sus papeles del escritorio.

    Oye Hiroki, que dia es hoy? – dijo el escritor, mientras revisaba un par de exámenes de su escritorio

    Como diablos no vas a saber?? – dijo el castaño, indignado – si hace 3 dias fue tu cumpleaños, estúpido! Calcula!!

    Me da flojera…. – dijo Usagi, tirándose sobre el escritorio

    Me lleva tener que soportarte! – dijo Hiroki furioso, antes de darse un golpe contra la frente de Miyagi

    El pelinegro acababa de entrar a la oficina. Se rió al ver la cara furiosa de Hiroki. Akihiko había tomado el puesto de Miyagi, luego de que este fuera nombrado profesor titular, ante los celos del castaño. Aunque de vez en cuando iba a visitarlo para fastidiarle la paciencia.

    Cuidado, Hiroki! – dijo Miyagi, riéndose – no vaya a ser que tu novio nos vea y malpiense las cosas!

    Duo de imbéciles… - dijo Hiroki molesto, antes de salir de la habitación.

    --------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------


    El resto del dia paso normalmente. Hiroki y Akihiko dieron sus respectivas clases, almorzaron juntos, charlaron de alguna que otra tontería, Miyagi se metió a fastidiar a Hiroki, etc, etc, etc. A las 5 por fin se acabó el turno de los dos amigos, y se dirigieron a la salida para irse a sus respectivas casas.

    Mañana tenemos que tomar otro examen, no? – dijo Usagi, prendiendo un cigarrillo

    Sep, y preparar el examen de fin de ciclo – dijo Hiroki

    Que flojera, la vida de los profesores es un asco – dijo el peliplata, suspirando

    Entonces para que mierda te metiste a ser escritor?? – dijo el castaño, furioso

    Uy, ten cuidado, fruncir demasiado el ceño te dejara arrugas permanentes – dijo el escritor, señalándole la frente a Hiroki

    Imbecil.. – le dijo, antes de salir por la entrada

    Hiroki estaba a punto de irse por su lado, cuando Akihiko paró en seco. El castaño se sorprendió al ver al peliplata mirar extrañado una pequeña zona de la pista. Se acercó a el, lleno de curiosidad.

    Que sucede? – le dijo, intrigado

    Deje estacionado mi auto aquí esta mañana… - dijo Usagi – pero ya no esta…

    Hiroki volteó la cabeza. Enfrente de la pista había un letrero que decía claramente: “PROHIBIDO ESTACIONAR”

    Baka!! Acaso no sabes leer?! – dijo el castaño, señalando el cartel – ahora seguro que se llevaron tu estúpido coche!

    Oh, bueno – dijo el escritor, suspirando – supongo que ire a recogerlo mañana

    Hiroki tenia ganas de golpearlo, hasta que se dio cuenta de que el peliplata se iba por la calle contigua.

    Te vas a pie? – dijo el castaño

    Me queda de otra? – dijo Usagi, haciéndole un gesto de despedida con la mano – hasta mañana, Hiroki

    El castaño estaba por decir algo, pero se calló al verlo cruzar la pista. Suspiró, indignado. Como hay gente tan cabeza hueca en el mundo? Pensó Hiroki, mientras se iba por su propio lado.


    ----------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------


    No tuvo que pasar mucho rato para que el escritor se diera cuenta de que estaba totalmente perdido. Sin su coche, no tenia ni el más minimo sentido de orientación. Solo veía cientos de edificios enormes, miles de personas, carteles, automóviles, tiendas, animales, sonidos, gritos, etc, etc. Por un segundo pensó usar su GPS, pero luego se dio una bofetada por lo estúpido de su idea. Caminó en círculos, esperando una luz que le mostrara el camino.

    Como la gente puede vivir sin auto? – pensó el escritor, al correr por cruzar una pista.

    Suspiró al darse cuenta de que no sabia como diablos salir de donde fuera que estaba. Le pidió ayuda a unas 5 personas, pero todas lo ignoraron. Maldijo su suerte. Encendió un cigarrillo, tratando de consolarse. Una mujer pasó enfrente suyo tapándose la nariz. La ignoró, y se inclinó para leer un cartel que se veía a unos metros de distancia.

    Esperaba siquiera poder saber donde diablos estaba. Pero la cabeza de las personas le impedia leer aquella señal. Retrocedió un poco, para ver si alcanzaba a ver algo. Nada. Retrocedió un poco más. Habian demasiadas personas. Otro más, otro más…..

    Auch! – dijo una voz conocida detrás de él.

    Usagi volteó sorprendido. Detrás de él, vio a un chico alto, de cabello negro, piel clara y ojos azules, vestido con un elegante uniforme, propio de las escuelas de clase alta. Era Tadashi, que se sobaba la cabeza luego de haberse impactado contra la espalda del escritor.

    Perdon! Estas bien? – dijo Akihiko, sin ocultar su sorpresa

    Si, ya no me duele – dijo el chico, antes de ver quien era el que tenia enfrente

    Eres el chico del otro dia, no? – dijo el peliplata, sonriendo – Hikamaru..

    Tadashi. Prefiero que me llamen por mi segundo nombre – dijo el pelinegro, sonriendo

    Estas volviendo a casa de la escuela? – dijo Akihiko, al darse una idea de la hora

    Seh, tenia practica de futbol – dijo Tadashi

    Vaya. Aunque pensé que tendrías chofer o algo asi… - dijo el escritor, al ver con un nada disimulado interés el uniforme del menor

    Ah, esto? – dijo Tadashi, al darse cuenta – nah, estoy becado. Solo soy otro chico clase media, jeje

    Wow – dijo el peliplata, impresionada. Él nunca había conseguido una beca en su vida, aunque en realidad no la necesitaba – yo me tengo que ir a pie por que se llevaron mi auto…

    Se llevaron tu auto?? – dijo el chico, sorprendido

    Usagi se quedó más sorprendido aun. El pelinegro no solo mostraba sorpresa; también mostraba algo de enfado, como si estuviera regañandolo. Sin embargo, cambió su expresión en un segundo.

    Y por donde vives? – dijo, sonriendo

    Ew…. Se la calle, pero no se como llegar a ella – dijo Akihiko, ante la nueva cara sorprendida de Tadashi – ando tanto en coche que a pie me desoriento.

    Ah… - dijo el pelinegro, y volvió a sonreir – si quieres te ayudo, yo conozco esta ciudad como la palma de mi mano

    En serio? – dijo el peliplata, sintiendo un profundo alivio dentro suyo

    Claro, total, mis padres no me esperan hasta las 8, creo – dijo el chico, y lo cogió de la mano alegremente.

    El escritor sintió como un cosquilleo al tocar la mano del menor. Era algo extraño, indescriptible… que era? No sabia, pero empezaba a gustarle.

    --------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------

    Caminaron casi 20 minutos juntos. Si bien su casa estaba a 5 minutos en auto, a pie estaba como a casi media hora. Charlaron de cosas sin importancia durante todo el camino: novelas (que a Tadashi no le gustaban pero a Akihiko le fascinaban), dulces (lo mismo pero al revés), algunas tiendas, buenas y malas, que vieron a lo largo del camino; los looks estrafalarios de algunas chicas, alguna que otra cosa que vieron en las noticias, etc, etc. Se rieron y conversaron alegremente. Aunque nada de su conversación los llevó a conocer nada nuevo del otro, excepto por sus gustos, claro. Usagi se sentía más que a gusto con aquel chico recién conocido, que no paraba de sonreir ni un segundo.

    Y….. tienes buenas notas y eso? – le preguntó el peliplata después de un rato

    Era el primero de mi clase en mi escuela anterior – dijo el pelinegro, con un poquito de orgullo – di un examen y me dieron una beca para estudiar en otra escuela mejor.
    Vaya – dijo el escritor, asombrado – y en donde vives?

    En un edificio, a unas calles de aquí – dijo el chico, señalando con la mano – es sencillo, pero se puede vivir bien.

    Ah – dijo Akihiko, sonriéndole – y has pensado que estudiar cuando seas grande?

    La verdad, no se…. – dijo Tadashi, mirando al cielo – pero a decir verdad…. Me gustaría estudiar en la universidad M

    El pelinegro le dirigió una sonrisa misteriosa al peliplata. Usagi se desconcertó un segundo, y lo miró algo dudoso.

    Por que he escuchado que es una buena universidad – dijo después de un rato, entre risas – por nada más, jaja.

    Ok – dijo el escritor, sonriendo de nuevo

    Bueno, creo que ya llegamos – dijo Tadashi, mientras veía un cartel – esta es tu calle, si no me equivoco

    Sip – dijo el escritor

    Cruzaron un edificio y se encontraron con la calle a todas sus anchas. Ahí estaba, el edificio del peliplata, que se elevaba majestuosamente entre los demás. Akihiko suspiró, aliviado: por un momento pensó que nunca llegaría a casa. Para colmo no llevaba consigo su celular. Como había sobrevivido sin su coche? Había sido un milagro encontrar a Tadashi. Mañana a primera hora iria a recoger su automóvil, pensó.

    Volteó la mirada para agradecerle al chico, pero se sorprendió al verlo. El pelinegro observaba absorto el edificio, como alguien que ve la casa de su infancia… o en todo caso a un fantasma. Una extraña comparación, pero eso le pareció a Usagi.
    Estas bien? – dijo el escritor, al verlo

    Eh? Eh… si, si, perdón – dijo el chico, volviendo a la realidad – es que, jeje…. Es un edificio muy bonito.

    Seh, eso creo – dijo Akihiko, mirándolo

    Bueno… ya me voy – dijo Tadashi, acomodándose su mochila – hasta otro dia, señor Usami

    Hasta luego… - dijo Akihiko

    Tadashi se fue delante suyo. Caminaba normalmente, pero al escritor le parecía que se iba muy rápido. Pensó un segundo, trato de hablar, se calló a si mismo. Cuando el pelinegro estaba a punto de cruzar la calle, el peliplata gritó:

    Ey, Tadashi!!

    Eh? – dijo el pelinegro, volteando la cabeza. El escritor se acercó un poco.

    No quieres… no se, ir a pasear algún dia? – dijo el peliplata, sin entender por que estaba diciendo eso – mañana es sábado, podríamos, no se, ir al acuario o a tomar un café o algo asi…

    Claro!! – dijo el chico, alegremente – paso por aquí a eso de las 4, ok? Hasta entonces!!!!

    Hasta entonces… - dijo el peliplata. Esta vez, el pelinegro se fue sin volver a voltear.


    Akihiko se frotó la cabeza: acababa de hacer una cita? No! Era solo un paseo, eso, un paseo, nada más. No había tenido citas con nadie en más de una década, y no las iba a tener ahora. Mucho menos con un menor de edad. Se quedó pensando en eso mientras subia por el ascensor. No era una cita, no era una cita….. o al menos eso quería hacerse creer.

    ---------------------------------------------------------------------------------------------------------------




    :=arribarriba: :=arribarriba: :=arribarriba: :=arribarriba: :=arribarriba: :=arribarriba:

    Jiji, espero que les gustara!!
    Zacky: que va, el final estuvo monse...
    Yo: callate... bueno, tratare de actualizar si puedo!! cuidense!! Sayonara!! :=deeaaah: :=deeaaah:

     
    Top
    .
179 replies since 21/9/2012, 01:18   7652 views
  Share  
.