En busca del remitente y atentamente tu admirador secreto (james x severus / sirius x remus)

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  1. Kennistar
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    SDFGHJKLKJHGFDSDFG holiwis!! jajajaj como estan? bueno, pues aqui les traigo la actualizacion (esto ya lo tengo escrito en la compu, por eso no tardo taaaanto en actualizar). solo espero que les gute ><
    a LEER!!


    Sabia a yerba y su respiración comenzaba a alterarse. Una lengua usurpaba su boca con descaro y se la abrían mientras sus labios chocaban con fogosidad.
    Trató de separarse, pero tomaron sus manos con fuerza y lo apretujaron contra la pared.
    -abre mas la boca- susurró haciendo rozar sus labios y, con impaciencia, delineo con la lengua el contorno de su boca.
    Severus sabia que lo que hacia no estaba mal, ¡Era una aberración! ¡Un pecado! ¡Algo indecente! ¡Horrible!
    Al principio se resistió pero, en cuanto sus labios se encontraron, parte de su razón, o la mayoría, se vio envuelta en una densa nube que le decía que estaba besándose con James Potter, que no había problema y que lo disfrutara. Pero la otra parte le decía a gritos que estaba besándose con James Potter y tenia que detenerlo. Por desgracia (o tal vez) la densa nube se encargaba de callar a la parte de la razón que gritaba y lo hacia a pasos agigantados.
    Sus piernas se abrieron en cuanto Potter puso una de las suyas en medio de las de Severus. De manera lenta las manos de Potter lo soltaron y se posaron en su cuello, haciéndole una ligera sensación de cosquilleo. Pero, de repente, Severus abrió los ojos en cuento sintió que la rodilla de Potter intentaba masajearle ahí abajo. Fue entonces que la nube se volvió menos densa y lo dejo razonar por un momento.
    -suéltame…Pot…-pero Potter lo calló con otro beso y la nube se volvió mas densa.
    Era la primera vez que Severus besaba a alguien y, mas tarde, culparía a ese hecho por las acciones que cometió; y aunque sabia lo que estaba haciendo, estoybesandomeconPotterohsantoMerlin, algo, y no era esa densa nube, impedía que lo detuviera; porque era como si la mano que se encontraba masajeando su ligera erección por encima del pantalón ya lo hubieran tocado antes. Por que era como si esos ojos cafés que lo miraban con lujuria y deseo ya lo hubieran mirado antes. Por que esos suaves labios que chocaban contra los suyos era como si ya los hubiera sentido antes; igual esa lengua descarada y esa manera de morder su labio inferior antes de separarse ya eran conocidas, ya las había sentido. Pero era la primera vez que Potter le desabrochaba el pantalón enfrente de sus narices, asi que era imposible que esa sensación de dedos que resbalaban con facilidad alrededor de su erección fuera conocida.
    -jejejeje- susurro Potter en su oreja, mordió su lóbulo y pego mas su cuerpo contra el de Severus, haciendo que este sintiera que algo palpitaba dentro del pantalón de Potter. Un sonido extraño se escucho entre los dos. Severus de quedo paralizado cuando cayó en la cuenta de que ese sonido extraño había salido de su garganta. Potter sonrió burlón, se abrió la bragueta y saco su miembro para juntarlo con el de Severus y empezar a masturbarlos.
    -¡James! ¡James!- Potter detuvo el movimiento de su mano. Severus observo como un liquidillo blancuzco casi transparente resbalaba por la mano de Potter mientras el alma se le caía a los pies. Se oyó, a lo lejos, como alguien trataba de abrir una puerta pero esta se encontraba cerrado.- ¡James!- mas cerca.
    -quédate aquí. No salgas y no hagas ningún ruido.- le ordenó Potter con una voz extraña mientras se separaba de el y se seguía masturbando. Severus lo observó. Observo como su rostro se contraía y un gemido demasiado alto se escucho cuando llego al orgasmo. Sintió como sus mejillas ardían y su miembro palpitaba como cuando leía….imposible.
    Potter saco su varita y murmuro un hechizo para limpiarse la parte baja. Se abrocho el pantalón y se limpio las gafas empañadas. Se arreglo la corbata, el cabello y salió de la habitación exclamando un fuerte “¡Peter!”
    -¿Qué hacías ahí?-preguntó Pettigrew.
    -me quede dormido.- respondió Potter con voz ligeramente pastosa. Severus escuchó como sus pasos se alejaban y, mientras mas se alejaba Potter, su cordura y razón regresaban y parecía que la realidad le daba un puñetazo en la cara.
    ¿Qué había hecho?








    Sintió una punzada de dolor y abrió los ojos lentamente. Todo estaba borroso y daba vueltas, y, por si fuera poco, la cabeza le estallaba. Una figura borrosa paso enfrente de el y se sentó en algo que parecía una cama.
    -esta vez si te pasaste con el porro, cornamenta.- Sirius rio pro lo bajo mientras se llevaba algo a la boca.
    Otra figura, que al parecer se encontraba cerca de el, le extendía un objeto conocido. James lo tomo y supo que eran sus gafas. Se las puso de inmediato y recorrió, con la mirada, el lugar en donde se encontraba. Al principio se sintió un poco desubicado, pero después cayó en la cuenta de que estaba en su habitación.
    -¿en donde te habías metido? Sirius y yo te estuvimos buscando por casi una hora.- Remus lo miro como una madre mira a su hijo cuando lo esta regañando. James se sentó lo más despacio que pudo ya que, si se movía muy rápido, todo volvía a dar vueltas.
    ¬¬−No lo recuerdo.− musitó confuso. Remus continuo con su lectura y una bocanada de humo le dio en la cara a Peter. Este meneó la cabeza e hizo un mohín; por otro lado, Sirius sonrió divertido y se volvió a llevar el cigarro a la boca.− pero tuve un sueño muy raro−
    − ¿Qué soñaste?−preguntó Peter que, en ese momento, había abierto una cerveza de mantequilla y observaba a James con interés.
    −Que me fajaba con Snape.− el cigarro de Sirius se cayó al piso en cuanto este miró a su amigo perplejo y con la boca abierta. Remus levantó la vista de su libro y miró a James preocupado y sorprendido. Y Peter, que se había llevado la botella a los labios, abrió la boca al igual que Sirius y miró entre sorprendido y espantado a James. Tal era su perplejidad que no se fijó que la cerveza de mantequilla chorreaba sobre su regazo.− fue tan real….era como si de verdad lo hubiera estado mastur….
    − ¡Párale a tu carro!−exclamó Sirius saliendo del estado de shock en el que había entrado. Se levantó de la cama y se acercó a James. − ¿Qué soñaste qué?−
    −ya les dije− se encogió de hombre y notó que ya no estaba mareado y el dolor de cabeza había disminuido. –que fajaba con Sna….
    −ya lo escuchamos una vez, y no quiero volver a oírlo.− James lo miró enojado.
    −entonces, ¿para qué querías que te lo repitiera?
    −tenía la esperanza de haber escuchado mal− Sirius miró a su amigo por un momento y le escudriño el rostro.−carajo güey ¿qué te fumaste para haber soñado eso?
    −pues me fumé el porro que me diste la otra vez. Y Peter, estas lleno de cerveza de mantequilla.− el aludido se sobresaltó al escuchar su nombre y, al igual que Sirius, salió de su estado de shock.
    −oh, mierda.− murmuró y levanto la botella vacía. Sirius siguió mirando a su amigo, y este pensó en el sueño. O trato de. Todo había sido tan real. Era como si aún escuchara los gemidos ahogados de Snape junto a su oído.
    −eso no pudo haber sido un sueño. ¡Fue una pesadilla!
    −una pesadilla muy real, según James.− comentó Remus con calma. Cerró su libro y lo dejo en su regazo. Se recostó sobre el respaldo de la silla y observo a James, analítico.
    −bueno, todos tenemos pesadillas muy reales.− argumento Sirius.− la otra vez soñé que me caía de un precipicio y, cuando desperté, estaba tirado en el piso.
    −en esa ocasión, si te habías ciado de la cama, y por eso soñase lo del precipicio.− Sirius se calló y miró a Remus. Este hizo lo mismo. James miro a uno y después a otro. Parecía como si esos dos se estuvieran comunicando con solo verse.
    −entonces…. ¿Quieres dar a entender que James soñó con eso porque en realidad….lo….hizo?− todos miraron a Peter. Sus ojos pequeños y de rata se movieron nerviosos. Tenía la varita en la mano y trataba de secar su regazo mojado.− solo…solo…era….una.. Idea que…. Que se me ocurrió por…por lo que dijo…Re-Remus.
    −bien hecho, Peter.
    − ¡Eso es una estupidez!− exclamó Sirius.− James nunca iría a fajarse con Snape.
    −no supimos en donde estaba hasta que lo encontró Peter.
    − ¡Pudo haber estado en cualquier lugar!
    − Se encontraba drogado y, por lo que podemos ver, se ha pasado con el porro. Y tú sabes, Sirius, que James drogado hace cosas que ni el mismo creería haber hecho. – la última vez que se drogó fue a principios del ciclo escolar del año pasado cuando, en la casa de los gritos, los cuatro chicos se encontraban festejando que ya se habían hecho animagos y podían acompañar a Remus en luna llena. Sirius había llevado los porros que hizo el día anterior y un par de botellas de whisky de fuego. James se fumó como tres porros y tomo como diez vasos de whisky y cuatro tragos seguidos. Eso y que era la segunda vez lo hacía, fue motivo para que se quitara la ropa, saliera de la casa y corriera por todo el jardín cantado a voz de grito: “I know you love me and you can’t deny it!”. Por suerte, Remus era el menos drogado y obligó a Sirius a que lo detuviera. Pero este estaba igual o peor de pasado que James. Si no hubieran sido las tres de la mañana, todos hubieran estado en grandes problemas.
    −ya no importa− todos voltearon a ver a James. –no importa, solo fue un sueño y ya. No es como si de verdad hubiera hecho eso. Ni aunque mi vida dependiera de ello lo haría.− James miró a sus amigos y un olor a quemado le llamo la atención. − ¿no huelen como si algo se quemara?− entonces, Sirius y Remus bajaron la mirada al mismo tiempo y Peter arrugó la nariz y movió la cabeza en busca del lugar de donde procedía aquel olor.
    − ¡carajo! – exclamo Sirius en cuanto se dio cuenta que la alfombra comenzaba a sacar humo a causa del cigarrillo que se le había caído momentos atrás. Remus se levantó de la silla y rápidamente saco su varita, utilizando el hechizo “aguamenti” para apagar el pequeño fuego que comenzaba a formarse.
    −es hora de cenar− aviso, dejando su libro en el buró que estaba a lado de su cama y camino hacia la puerta. –es mejor que te quedes aquí James. –dijo mirando a su amigo, posando la mano en la perilla de la puerta. –aun tienes aspecto de haberte drogado. Te traeremos algo para que cenes.- abrió la puerta, y Sirius y Peter lo siguieron.
    James se quedó sentado por un par de minutos, sin moverse y tratando de recordar lo que había soñado. No se lo dijo a sus amigos, pero muy en el fondo, y sin querer admitirlo, lo del faje con Snape pudo haber sucedido. Hizo un gesto negativo con la cabeza y se dejó caer en la cama. Cerró los ojos y, pasados unos minutos, se levantó, abrió el cajón de su mesita de noche; sacó pergamino y pluma, y tomó el libro de Remus. Se volvió a sentar en la cama, y comenzó a escribir en el pergamino, utilizando el libro como apoyo.
    Terminó de escribir la carta, sin poner destinatario ni remitente. Tomó su capa invisible, se cubrió con ella y salió de la habitación. Camino hasta llegar a la lechuzeria y, cuando estuvo en ella, se quitó la capa y saco la carta de su pantalón.
    −ven linda.− una hermosa lechuza color marron, que se encontraba descansando en lo alto de lugar, bajó al oir que James la llamaba. Se puso enfrente de él, extendió una pata y James amarro la carta en ella.− y sabes para quien es.− le dijo y el animal emprendió vuelo, saliendo por la ventana. James la vio partir y sintió una punzada de envidia. Esa lechuza sabía quién era él o ella, y no era justo que él no lo supiera. Pero eso era lo emocionante del juego, no sabes quién es la otra persona y tener sexo por correo sin problemas o vergüenza. Pero ¿era solo el sexo lo que le importaba? Antes de que empezaran con esas cosas, a James le parecía muy interesante lo que él o ella tenían que decirle. Era muy reflexivo y le contaba todo con nada. Nunca hablaba de lo que hacía en el día, o de sus amigos o amigas, ¡ni siquiera de su familia! Era extraño, pero a James le agradaba. Aunque se podría decir que era un poco pesimista al escribir, o triste en ocasiones; a veces James sentía que él o ella era una persona uy desgraciada y todo lo contrario a él. Pero, al igual que el bien y el mal, uno no puede vivir sin el otro.
    Con una ligera sonrisa en el rostro, se volvió a poner la capa y salió del lugar con paso firme.
    −Severus, ¿estás bien? ¿Qué te pasa? Desde que llegué de Hogsmeade no has dicho nada y estas muy pálido. ¿Tan siquiera me estas escuchando?− James sintió como si su corazón se le saliera del pecho, y no le sorprendería verlo en el suelo corriendo como loco, alejándose de él. Una chica pelirroja, con varios objetos en la mano (cajas de ranas de chocolate, botellas de cerveza de mantequilla, grajeas de todos los sabores, y cosas de esa índole), y un chico de cabello negro y demasiado brilloso, con cara de haber visto a un monstruo con intenciones de matarlo, se le acercaban a James. Este se paró en seco y se quedó inmóvil.
    −si…−dijo Snape en un susurro apenas audible. Lily se detuvo a unos pasos de James y tomo a Snape por el hombro, haciendo que parara.
    −Severus, dime que te paso.− el aludido evito mirar a su amiga a los ojos y negó débilmente con la cabeza.
    −estoy bien…
    − ¡claro que no estás bien! ¡Tienes cara de haber visto como mataban a alguien!− James se acercó un poco al chico, rogando por que los frenéticos latidos de su corazón no se escucharan. Lily tenía razón. Como James ya había supuesto, Snape tenía una cara de espanto horrible. Pero, viéndolo más de cerca, las mejillas las tenía coloradas y sus ojos estaban extrañamente abiertos. Muy abiertos para ser Snape.
    −estoy bien….− repitió el chico en un susurro.−aunque…necesito descansar un poco….buenas noches…
    −Severus− Lily volvió a detenerlo por el brazo. – no estas así por esas estúpidas cartas, ¿verdad?− Severus la miro ausente.
    − Puede ser.− dicho eso, Lily lo soltó. Lo miró con cara de reproche y observo como su amigo se marchaba. Dio un largo suspiro y siguió caminando, pasando junto a James por unos milímetros.
    ¿Cartas? ¿Qué cartas? ¿A qué se refería Lily con “esas estúpidas cartas”? todo el mundo recibe cartas. Eso es obvio, pero ¿Snape? El no recibe cartas de nadie. A menos que… imposible. No, no, no, no. Eso era imposible. Snape no podía… su letra no era la misma… “tu usas un hechizo para cambiar la forma de tu letra, ¿Qué te hizo pensar que la otra persona no haría lo mismo?
    James no supo cuando llegó a su habitación. Y trato de parecer lo más calmado posible en cuanto llegaron sus amigos. Engulló todo lo que le llevaron, aunque no tenía ni una pizca de hambre. Pasadas unas horas, anunció que tenía sueño y que se iba a dormir. Sirius lo observó por un rato y en cuanto sus miradas se cruzaron, James entendió que su amigo sabía que algo le estaba pasando.
    Fingió dormir por unas horas, y no se levantó de la cama hasta ue los ronquidos de los demás se hicieron presentes
    Una lechuza lo veía desde el otro lado de la ventana, y james la abrió vacilante. El animal entro a la habitación y se posó en la cabecera de su cama. Estiró la pata y James desenrolló la carta. La leyó minuciosamente y notó como su ritmo cardiaco bajaba. Se sintió tranquilizar. Sea quien fuera esa persona, pensó James, sus sentimientos no iban a cambiar.


    muchas gracias por haber leido y nos vemos en el siguiente cap!! *A*
    kennistar, cambio y fuera.
     
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13 replies since 4/11/2012, 01:32   1699 views
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