El día en el que todos se enteran. Actualización 11 de Enero.

Que pasará esta noche buena, cada vez es más difícil de ocultar lo que uno siente frente al resto. Cada vez es más difícil no mirarte cuando me sonríes o cuando tú mano delicadamente roza mi espalda.

« Older   Newer »
 
  Share  
.
  1. Shinobu139
        +1   -1
     
    .

    User deleted


    Se me ha ocurrido esta pequeña historia ahora que llega la Navidad. Va a constar de 6 capítulos, dos para cada pareja y hablaran de como pasan la noche buena cada una de ellas. Espero que os guste.

    Junjou Romantica. Parte 1.

    Ya eran cerca de las 7 de la tarde y me encontraba arreglando los últimos detalles de la decoración. Que el árbol de Navidad estuviese perfecto, las guirnaldas, el árbol y que la mesa estuviese perfectamente colocadas. No quería que fallase nada. En poco tiempo llegarían nuestros invitados. Estaba muy emocionado con estas Navidades, ya que Manami estaba embarazada y ya no le faltaba mucho y además las cosas con Usagi-san habían cambiado, por fin había aceptado del todo mis sentimientos y poco a poco me había ido soltando más con él, ya no era tan tímido y algunas veces… (recuerda dichas veces mientras se sonroja hasta las orejas).

    Noto como unos brazos me rodean por la espalda, los conozco a la perfección, son esos fuertes brazos que me abrazan siempre que pueden, dándome seguridad y amor. Al poco noto el aliento del propietario de esos brazos en mi cuello, y sin esperar noto esos labios en mi cuello. No puedo evitar soltar un suspiro, ya no me avergüenzo, al menos no tanto, cuando hace estas cosas, ambos sabemos que me encanta. Poco a poco ha ido subiendo hasta llegar a mi oreja. Sabe donde tiene que tocarme para que me vuelva loco.

    -Usagi-san… están a punto de llegar- consigo decir.
    -Quiero Misaki- dice antes de hacerme girar para quedar cara a cara. Me acaricia la mejilla con sus manos y nos miramos a los ojos. No puedo contenerme más con lo que paso mis brazos por su cuello, enterrando mis manos en sus cabellos mientras él se ha acercado a mis labios con los suyos. Estos últimos días han sido agobiantes por la cantidad de trabajo que hemos tenido ambos, razón por la que estamos tan sensibles, a pesar de llevar ya cinco años juntos no dejamos de desearnos en ningún momento. Nuestras lenguas juegan sin ningún tipo de restricción y yo solo soy capaz de gemir mientras lo sujeto con fuerza para que no se separe de mí. Si seguimos así, se como acabaremos, al final el sonido del timbre nos obliga a separarnos ya que ambos sabemos quién es.

    -MISAKI!!!!- grita Takahiro- Feliz Navidad!!!- dice mientras abraza a Misaki hasta estrujarlo.
    -Niichan! No puedo respirar
    -Ai, Ai- Takahiro no podía evitar reírse ante la reacción de su hermano pequeño, que por mucho que dijese y a pesar de tener 22 años seguía siendo para él, un niño pequeño.
    -Manami, Feliz Navidad!- dijo Misaki mientras la abrazaba- Y a ti también pequeño Mahiro- dijo al abultado vientre.
    -Feliz Navidad a ti también Misaki, Usami-sensei- dice mirando a Usagi-san.

    Narrador normal.

    Tras las felicitaciones por ambas partes se sentaron en los sofás para charlar un rato, mientras la cena se acababa de hacer. La cena se hizo muy amena, llena de risas y anécdotas. Akihiko se encontraba frente a Takahiro y a su lado tenía a Misaki, ese día casi no se habían visto, y con ello no había podido tocarlo y tenerlo tan cerca sin poder casi ni mirarlo, ya que si lo hacía sabía que le sería casi imposible no abalanzarse sobre él. De repente notó como algo rozaba su pierna, disimuladamente sin romper la conversación con Takahiro vio como era la pierna de Misaki, a la cual le faltaba más bien poco para estar sobre las suyas. Si Misaki se proponía seducirlo, lo estaba haciendo demasiado bien para su propia seguridad.

    -¿Akihiko, qué opinas sobre…? ¿Me estas escuchando?- dijo mirando a Akihiko, el cual se había quedado un poco ausente, y mirando a Misaki vio como este estaba totalmente colorado.
    -Si… perdona Takahiro, hoy ha sido un día duro- dijo intentando cambiar de tema y que no notasen.
    -Te decía ¿qué si no crees que ya es hora de que Misaki tenga una novia?- preguntaba el hermano mayor con total inocencia dejando a la pareja totalmente descolocada.
    -Nii-chan, yo…- intentaba decir colorado, tenía claro lo que quería pero el medio de la reacción de su hermano y que los separase era mayor- Ahora estoy muy centrado en mi trabajo- dijo con un intento de seguridad.
    -Ya me imagino Misaki, pero no puedes quedarte aquí toda la vida, tendrás que formar tu propia familia…- decía antes de ser cortado por el peliplata.
    -Takahiro, todavía es muy joven, no le des tantas prisas- dijo Akihiko sin poder evitar mirar a su Misaki- Además es hora de abrir los regalos- dijo con una sonrisa, una que para el castaño no fue del todo verdadera, pues sabía que las palabras de su hermano le habían molestado profundamente.

    Se pusieron alrededor del árbol y empezaron a repartirse los regalos. Takahiro recibió de su esposa un hermoso reloj de pulsera, de Akihiko unas botellas de vino, muy buenas y de su hermano pequeño una foto de ellos dos enmarcada. Manami, tuvo de la pareja un bonito colgante de plata y de su esposo un anillo con un pequeño zafiro además de

    A Akihiko, Takahiro y Manami le regalaron dos libros antiguos de literatura, que sabían que le gustaría mucho al escritor. Cuando llegó el turno de Misaki, estaba totalmente sonrrojado, dejando un poco a su hermano que no acababa de entender la reacción de su hermano pequeño, y por otro lado estaba un muy intrigado Akihiko. El castaño le dio el paquete, no era demasiado grande. Al abrirlo había dos paquetes a su vez, de distinto tamaño. En el más grande había una hermosa camisa morada, del mismo color que sus ojos, hecho que le provocó una gran sonrisa mientras miraba a su adoración. Y en el segundo había un marco, del tamaño estándar, en el había una imagen, salían los dos. Solo aparecían sus rostros, pero Akihiko al recordar el momento no pudo evitar sonrojarse levemente, pues en ese momento estaba abrazando a su adoración por la espalda y al mismo tiempo Misaki tenía sus manos sobre las suyas. Casi no pudo evitar las lágrimas, sin darse realmente cuenta de lo que hacía, cogió a Misaki y lo abrazó con todas sus fuerzas mientras le daba las gracias y le daba un casto beso en la mejilla, haciendo que Misaki se sonrojase más mientras le correspondía. La estampa era muy hermosa, digna de una pareja, ambos ajenos a sus invitados.

    Así llego el turno de Misaki, estaba en cierto modo nervioso. De su hermano y Manami recibió un bonito jersey verde olivo y una edición especial de The Kan, que sabían que le haría mucha ilusión. Cuando le llegaba el turno a Akihiko, se puso nervioso de nuevo, se moría de ganas por saber que le había hecho el escritor. Esté apareció en el salón con una caja que había ido a buscar a su despacho, era bastante grande. Se la dio a Misaki. La puso en el suelo y en ese momento oyó un ruido, miró a Akihiko, el cual le respondió con una sonrisa. Abrió la caja y se quedó totalmente sorprendido, en ella había dos gatitos pequeños, de no más de tres meses, que le miraban con esos grandes ojos tan hermosos, unos azules y otros verdes. Los cogió a ambos, cada uno con un brazo, eran tan hermosos. Sin poder evitarlo se acercó al peliplata, se sentó junto a él y mirándolo directamente a los ojos se dio las gracias por tan hermoso regalo. Las palabras les sobraban en este momento, en sus miradas se decían todo aquello que no podían pronunciar en voz alta. Hasta que una voz se oyó en la sala.

    -Qué bonitos Misaki- dijo Manami intentando cambiar un poco la situación ya que su marido cada vez estaba más extrañado por la comportamiento de Akihiko y Misaki- ¿Ya sabes cómo les vas a llamar?
    -Creo que sí- dijo un sonrojado Misaki- ¿Son los dos machos, no Usagi-san?- preguntó al peliplata que le respondió con un asentimiento de cabeza- Entonces al de ojos azules le llamaré Soel y al de ojos verdes Tyr- dijo un convencido Misaki, mientras los gatitos revoloteaban por sus piernas.

    Pasado este momento, la conversación se volvió de nuevo muy amena, riendo de antiguas anécdotas y nuevas, recordando muchos momentos vividos y hablando simplemente de cosas triviales. Sin darse cuenta se les hizo bastante tarda y decidieron ir a dormir.


    Tras dejar a los gatitos en el salón, con todo lo que pudiesen necesitar para pasar la noche, Usagi-san cogió a Misaki como una princesa y lo empezó a cargar a su habitación. Acercó su rostro al oído del menor.
    -Todavía te queda un regalo- dijo con un susurro pervertido.
    -…No sé si lo quiero- contestó Misaki para seguirle el juego.
    -Ya verás cómo sí- le contradijo al mismo tiempo que una de sus manos habilidosamente estaba en cierta zona trasera del menor mientras lo llevaba. Al llegar a la habitación lo dejó en medio de la cama que compartían todas las noches, mientras le pedía que se quedase quieto un momento. Lo dejó ahí mientras iba a buscar el ‘’otro regalo’’. Misaki estaba nervioso, ya que a pesar de conocer muy bien la pervertida mente del escritor siempre tenía ideas nuevas que no le habían pasado por la cabeza.

    Entró en la habitación, parecía nervioso, como si tuviese miedo de que Misaki se enfadase. Se sentó frente a él y le dio un sobre. Al abrirlo Misaki vio que contenía varios papeles y empezó a leerlos para ver de qué se trataba. El verlo los ojos se le abrieron enormemente. Quería decir algo pero Usagi-san por miedo habló antes.

    -Misaki, no… no te sientas obligado… yo lo quiero hacer por los dos… sabes que no podemos casarnos, pero esto sería más o menos como estarlo. Para mí todo lo mío es tuyo, solo quiero que esté por escrito, que todo sea nuestro, que no haya un tuyo o mío… pero si no quieres lo entenderé- dijo Akihiko con un miedo cada vez más grande pues su niño había ocultado sus ojos bajo el cabello. No sabía lo que le pasaba por la cabeza- ¿Misaki?- preguntó preocupado el escritor. Al fijarse vio como las lágrimas caían por el rostro de Misaki. Sin dejar que lo tocase, se dirigió a la mesita de noche y sacó un pequeño paquete.
    -Ahora ya no me siento tan tonto por darte este otro regalo, Usagi-san- dijo entre lágrimas y totalmente sonrojado. El escritor totalmente intrigado abrió el envoltorio. Al quitarlo vio una cajita cuadrada de color azul, y al abrirla, no podía creer lo que veía, en su interior había dos anillos, iguales en todo, salvo que uno era un poco más pequeño. Ambos eran de oro blanco, muy sencillos y masculinos, perfectos para ambos. Akihiko miró a Misaki con lágrimas en los ojos- No llores tonto- le dijo Misaki mientras le acariciaba la mejilla. Akihiko cogió los anillos, y los miró con más detenimiento y pudo ver que en el más grande había una inscripción.

    ‘’Por siempre tuyo, Misaki’’

    Esto lo llenaba de alegría, el que creía que Misaki le tiraría por la cabeza los papeles y lo que en verdad pasaba es que ambos querían lo mismo. Akihiko cogió la mano izquierda de Misaki para ponerle el anillo haciéndose la nota mental de que debía ponerle una inscripción al anillo de Misaki ya que había visto que no tenía nada. Tras esto Misaki le puso el anillo a Akihiko.

    -Feliz Navidad Usagi-san- dijo sonrojado.
    -Feliz Navidad mi Misaki- contestó el escrito mientras cogía el rostro de su adoración y lo besaba en los labios. Delicadamente recostó a Misaki en la cama sin dejar de estar sobre él, sin dejar de besarlo con pasión. Ambos sabían lo que vendría y ambos estaban deseosos de que pasase. Sin esperar mucho tiempo Akihiko empezó a desabotonar la camisa de Misaki para poder acariciar su pecho, besarlo y degustarlo. Sin embargo Misaki no se quedaba atrás, sino que rápidamente se deshacía de la camisa del escritor para poder acariciarlo también, causando una sonrisa en el escritor.

    -Misaki… te amo- dijo mientras dedicaba sus atenciones al pecho del menor.
    -Usagi-san… yo… también te amo- consiguió contestar entre los gemidos que le arrancaba el escritor- Pero hay que… ir con cuidado niichan está al lado.
    -Ooo… eso quiere decir que puedo hacerte lo que quiera, ¿no?- preguntó descaradamente el escritor mientras levantaba los brazos de Misaki por encima de su cabeza y los sujetaba sobre el colchón.
    -Baka!... no digas esas cosas- dijo Misaki sonrojado.
    -… Todavía no me has dicho que no- dijo Akihiko mientras le devoraba el cuello al castaño- Me encanta que estés tan cooperador- dijo justo antes de que su mano bajase a la entrepierna despierta del castaño.


    Los primeros rayos del sol empezaron a entrar en la habitación de la pareja, el primero es despertar fue Misaki, quien estaba atrapado entre los brazos del escritor.

    Punto de vista de Misaki.
    Al abrir los ojos lo primero que he visto es su rostro, es tan hermoso. No puedo evitarlo, cada vez que me mira con tanta intensidad me desnuda, lo sabe todo sobre mí y eso en el fondo me encanta. Puede ser un desastre en muchas cosas, pero en lo que se trata de mí, para mí es perfecto. Al alzar mi mano para acariciar su rostro veo el anillo, me llena de alegría, es un símbolo de nuestro amor. Y sé lo que quiero, no quiero quitármelo nunca, que ninguno de los dos lo hagamos, sé que eso significa hablar con niichan, pero ya no quiero ocultárselo más. Mi mano se pasea por el rostro de Usagi-san, por su cabello, sus ojos, sus mejillas, sus labios… Me sonrojo ante la idea que me viene a la cabeza, pero tengo que dejar de ser tan tímido, el me ama.

    Narrador normal.

    Misaki lentamente se acerca al rostro del escritor y con cierta timidez posa sus labios en los del otro, primero con un beso suave, pero al verse correspondido Misaki aumenta el ritmo, cada vez más intenso, jugando con la lengua de Usagi-san. Sin darse cuenta se ha subido a horcajadas del escritor mientras la intensidad del beso aumenta y las manos empiezan a pasearse por la suave y exquisita piel del escritor. Al final por falta de oxígeno interrumpen el beso, momento en que Akihiko abre los ojos.

    -Misaki…- dice sorprendido mientras mira a su adoración sobre él, sonrojado hasta las orejas sin poder evitar una sonrisa llena de deseo- Sabes que te ves demasiado sexy sobre mi- dice mientras lo mira con deseo, paseando su mirada por el cuerpo desnudo de Misaki.
    -BAKA!... no digas esas cosas- contesta el castaño mientras intenta apartarse, sin conseguirlo ya que las manos de Akihiko se han posado en su cadera para sujetarlo, al mismo tiempo que se incorpora para quedarse sentado, con Misaki sobre sus piernas.
    -Es la verdad… además- susurra en el oído del castaño- Anoche fue perfecto, ¿No crees?, fue la perfecta noche de boda- susurra mientras empieza a degustar la oreja del castaño- Me encantó todo lo que hicimos- mientras su boca ha ido subiendo hasta encontrar los labios de Misaki. Este al notarlo corresponde al beso, pasa los brazos por el cuello de Usagi-san para acercarlo más, para que el beso sea más profundo. Al mismo tiempo las manos de Akihiko han ido bajando hasta encontrar la entrada de su niño, que todavía sigue sensible por la noche anterior, haciendo que al más ligero toque Misaki no pueda evitar gemir.
    -Misaki… sí que estás sensible esta mañana- dice el escritor sonrojando más al menor.
    -Yo..yo…- intenta decir sonrojado apartando la mirada.
    -Misaki- dice Akihiko cogiéndole el rostro para que lo mire directamente a los ojos- No te avergüences de esto, por favor. Te amo y esto- indicando a la situación- es una expresión del amor que tenemos el uno por el otro. No tengas miedo de coger lo que quieras, yo nunca me reiría de ti, solo amaré lo que me quieras dar- dice a un Misaki sorprendido por las palabras, Usagi-san lo conocía demasiado bien, sin decirle nada ya sabía sus temores. Estas palabras lo llenaron de aparente seguridad y en un arrebato empujó al escritor sobre el colchón y cogió sus manos para elevarlas sobre su cabeza. Le besó, fue un beso rápido pero tierno.
    -No quiero que nos quitemos los anillos nunca- dijo sonrojado.
    -Eso era lo que pensaba hacer- contestó Usagi-san serio, pues en cierta medida podía intuir lo que le iba a decir su niño.
    -Pero ni siquiera ante niichan, yo… quiero hablar con él, ya no puedo más, anoche fue… en cierta forma la odié, no pude mirarte como siempre ni hablarte como siempre por miedo a que algo nos delatase- dijo con los ojos llorosos. Usagi-san, ante la imagen consiguió liberarse del agarre de Misaki para abrazarlo.
    -Si es lo que quieres, es lo que haremos. Yo he esperado tanto por ti. Tenías que estar preparado- le dijo mirándole a los ojos- Te amo.
    -Yo también te amo Usagi-san- contestó Misaki antes de besarle. Primero con timidez para aumentar la intensidad. Ahora ya no había el estorbo de las ropas, con lo que estaban piel contra piel. Las manos de ambos empezaron a pasearse por el cuerpo del otro, tocando, acariciando, conociendo cada rincón del otro.

    Misaki estaba sobre Usagi-san, se le veía tan bien según la opinión del escritor, tan sexy y tentador. En un movimiento ambos miembros se tocaron, haciendo que los dos no pudiesen evitar gemir. Usagi-san paseaba sus labios por el pecho de Misaki, sin olvidarse de ninguna pequeña zona de piel, amaba esa piel, tan suave y hermosa, al mismo tiempo que sus manos habían bajado a la entrepierna del castaño, la cual estaba despierta y deseando atención. Pero al ver sus intenciones Misaki no lo dejó, sonrojado hasta las orejas le obligó a recostarse en la cama, para empezar a acariciarlo y besarlo por todo el pecho, llegando a la zona más baja, por debajo del ombligo, Misaki lo miró lleno de deseo.

    -Misaki, no tienes porque-dijo el escritor correspondiendo la mirada de amor de Misaki.
    -Pero yo quiero… quiero ha..ce…rte gemir- dijo Misaki mientras movió su mano sobre el miembro del escritor consiguiendo lo que deseaba, los gemidos de su Usagi-san. Consiguiendo superar su temor, lo tomó en la boca, con movimientos tímidos que eran respondidos por los sonidos del escritor. Misaki continuaba en su tarea, memorizando todo lo que podía, en qué puntos Usagi-san era más sensible. Hasta que notó una mano en la mejilla y lo miró a los ojos.
    -Misaki… no voy a aguantar más…- dijo provocando una sonrisa en Misaki.
    -No te aguantes- contestó antes de retomar sus acciones, hasta que en un sonoro grito se vino en la boca del castaño, el cual no derramó nada. Era la primera vez que lo probaba, pero le encantó, el sabor de Usagi-san. Tras esto subió para encararlo y Usagi-san lo besó con pasión y dominancia. Sus manos bajaron a las nalgas de Misaki hasta llegar a su estrecha entrada, haciendo que Misaki temblase de placer. Ya estaba dilatado de la noche anterior- Usagi-san no aguanto más, hazlo ya.
    -Ai- le contestó antes de volver a besarlo. Lo levantó lo suficiente para colocarlo y lentamente lo fue introduciendo hasta que Misaki estaba sentado sobre él. Misaki lo abrazaba con fuerza por el cabello mientras se besaban, al mismo tiempo que Usagi-san empezaba con un lento movimiento que era acompañado por Misaki. Poco a poco las estocadas eran más rápidas, hasta que tocó cierta área sensible del castaño, provocando que gemidos de placer que seguro que se oían fuera de la habitación. Las estocadas, mientras Usagi-san atendía al miembro del castaño, siguieron hasta que ambos llegaron al clímax, juntos. Ambos jadeantes no dejaron de abrazarse- Te amo mi Misaki.
    -Yo también Usagi-san- contestó Misaki, el cual al notar que el escritor se movía se puso tenso- No te muevas todavía, se siente bien- dijo sonrojado.
    -Ai… no me muevo hasta que me lo digas- dijo antes de volver a besar esos labios que le robaban el aliento y la cordura. Sin quererlo se movió un poco, haciendo que Misaki por la sorpresa no pudiese evitar un gemido de placer- Si que estás sensible… me encanta.
    -… - Misaki lo miró a los ojos, llenos de deseo, no le dijo nada con palabras, todo se lo dijo con la mirada. Sin dejar de mirarlo empezó a moverse, lentamente haciendo que para ambos fuese una muy placentera tortura, estaba a punto de besarlo cuando la puerta se abrió de par en par.

    -AKIHIKO!!! MAHIRO ESTÁ EN CAMINO!!!- grito un asustado/ ilusionado Takahiro que quedó totalmente perplejo ante la escena, pues su hermano pequeño estaba sobre Akihiko y ambos se estaban besando y no llevaban nada encima, más que la sábana que Akihiko había puesto por instinto sobre las caderas de Misaki.


    Aquí os dejo los links por si queréis ver a los gatitos.
    Soel: www.google.es/imgres?q=maine+coon+b...,r:14,s:0,i:130
    Tyr: www.google.es/imgres?q=maine+coon+c...,r:61,s:0,i:276

    Espero con ansias comentarios.

    :=DANCIND: :=DANCIND: :=DANCIND: :=DANCIND:
    FELIZ NAVIDAD!


    Edited by Shinobu139 - 11/1/2013, 15:07
     
    Top
    .
19 replies since 24/12/2012, 10:58   1297 views
  Share  
.