El día en el que todos se enteran. Actualización 11 de Enero.

Que pasará esta noche buena, cada vez es más difícil de ocultar lo que uno siente frente al resto. Cada vez es más difícil no mirarte cuando me sonríes o cuando tú mano delicadamente roza mi espalda.

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  1. Shinobu139
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    Junjou Romantica. Parte 2.



    Punto de vista de Misaki.
    ¿Cómo había llegado a esta situación? ¿Cómo había podido salir todo así? Lo tenía pensado, en la comida Usagi-san y yo hablaríamos con niichan y todo iría bien o eso quería creer. Pero ahora mismo estoy con niichan en la sala de espera, Usagi-san se acaba de ir un momento para ir al baño. Casi me he ido con él para no quedarme solo con niichan, que en las dos horas que ya llevamos esperando no me ha dirigido la palabra más que para ayudarlo con Manami. Tengo miedo, a lo que me pueda decir o hacer. En cierta forma esta situación me llena de inseguridad, sé que no es acerca de mi relación con Usagi-san, de eso estoy seguro, pero niichan es la poca familia que me queda y si no… me sabría muy mal, se que lo pasaría muy mal… es mi hermano y lo amo… pero sé cuál va a ser mi respuesta si me hace elegir… me duele pero sin él no puedo vivir, no sería el mismo, es parte de mí…

    -¿Misaki?- dice la voz más hermosa que conozco al mismo tiempo que noto su mano en la parte baja de mi espalda- ¿Qué haces solo, y tú hermano?- ante la pregunta me quedo un poco sorprendido, y me obliga a mirar a mi alrededor y darme cuenta de que niichan no está conmigo.
    -No lo sé, ni me he dado cuenta de ello- le contesto.
    -Quieres algo para comer, no hemos desayunado y desde anoche no hemos comido nada- me dice con una sonrisa, pero no es la de siempre, no es la sonrisa que me da siempre, se que está preocupado.
    -No tengo hambre
    -Pero al menos debes intentarlo, ¿te parece si te traigo un chocolate caliente, con algo más?- me pregunta mirándome directamente a los ojos.
    -Está bien, pero que sean dos- le contesto
    -¿?- me mira sorprendido haciendo que una sonrisa se plante en mis labios, adoro esa mirada suya
    -Si yo voy a comer, tú también- le digo haciendo que sonría, está sonrisa es mejor.
    -De acuerdo, ahora vuelvo y no te muevas por nada del mundo- me dice antes de besarme, es un beso rápido pero lleno de amor y me da seguridad. Yo creo que ambos necesitamos el contacto. Desde lo de la habitación no me había tocado ni yo a él. No puedo evitar mirarlo mientras se va a la cafetería del hospital.


    -¿Crees qué es un comportamiento adecuado?- unas palabras duras y llenas de enojo me sacan de mi encanto- ¿Además has visto realmente lo que llevas puesto?- las palabras por parte de Takahiro me dejan descolocado. Primero que tiene de malo que Usagi-san me haya besado, en ese momento no había nadie por la zona y además no es nada indecoroso. Es algo normal entre las parejas. Y por otro lado, ¿mi ropa, qué tiene de malo? Por primera vez que me miro a mi mismo, me doy cuenta del porqué de la pregunta, pero la cosa solo puede ponerme feliz, me doy cuenta de que sin quererlo y con las prisas me he puesto un jersey de Usagi-san, me está grande y huele a él, me encanta.
    -No creo que tenga nada de malo- le contesto, no puedo evitarlo, ya estoy empezando a enfadarme, se que la situación no es la mejor para reclamarle entre que Manami está de parto y cómo nos ha encontrado a Usagi-san y a mí esta mañana. Por su cara veo que no le ha gustado mi respuesta. Gira su rostro y no me dice nada más.
    A los pocos minutos oigo unos pasos, sé que es él. Me giro hacia él y le sonrio y él me devuelve la sonrisa.



    Narrador normal
    -Toma Misaki- dice Akihiko mientras le da el vaso de chocolate. Y se sienta al lado de Misaki.
    -Huele muy bien, ¿Qué más has traído?- pregunta el castaño, ambos sabiendo que hablan de cosas banales, no queriendo tocas el tema que más temor les da.
    -Unos boyos, ¿Te parece bien?
    -Sí, es perfecto- contesta Misaki mientras ambos van comiendo. Al terminar el boyo, de forma natural, como ya es costumbre entre ellos coge la mano de Usagi-san y entrelazan los dedos.

    En ese momento salió el doctor, parecía contento.
    -Señor Takahashi- dijo dirigiéndose a Takahiro- Todo ha ido perfecto, tiene un niño precioso. Si quiere puede pasar a la habitación, su esposa y su pequeño lo esperan- dijo el doctor antes de irse. Sin decir una palabra entró en la habitación de su esposa. Mientras que Usagi y Misaki se quedaron en el sitio sin saber muy bien qué hacer.
    -Usagi-san, ¿qué crees…- empezó a hablar Misaki
    -No lo sé- contestó el peliplata con pesar- Pero algo lo tengo por seguro- dijo mirándole intensamente a los ojos- Tú eres mío, y nadie nos va a separar- dijo con seguridad antes de besar a Misaki, esta vez más lento, con más dedicación, dejando a un sonrojado Misaki cuando se separaron.
    -BAKA!- dijo mientras apartaba la mirada. Justo en ese momento vieron aparecer a Takahiro por el pasillo.
    -Manami los llama- dijo serio, sin mirarlos realmente a la cara.
    -Está bien- contestó Akihiko.

    Tras soltarse de las manos, ambos fueron a la habitación, donde encontraron a Manami en la cama con el pequeño en brazos. Misaki se acercó para ver al bebé.
    -Es hermoso!- dijo emocionado Misaki mientras acariciaba la carita del pequeño- Mira Usagi-san- dijo al mayor para que se acercase, el cual ante la cara de su amigo no se había decidido a acercarse demasiado.
    -Es muy bonito, han tenido mucha suerte- dijo con una sonrisa el escritor a la nueva mama.
    -Muchas gracias- contestó Manami muy feliz-¿Quieres cargarlo Misaki?
    -Oo… claro!- contestó entusiasmado el castaño mientras se acercaba para cargar a su sobrino. Al cogerlo el pequeño lo miró a los ojos y Misaki no pudo evitar una sonrisa. Sin darse cuenta, mientras lo mecía fue dando unos pasos hacia la ventana, apartándose de los demás- Hola pequeño.
    -Misaki- dijo Manami para llamar la atención- Te desenvuelves muy bien con él, algún día serás un gran padre- dijo con una sonrisa.
    -Gracias- contestó colorado sin poder evitar mirar a Usagi-san.
    La charla se hizo amena, Manami estaba llena de felicidad no parecía saber nada de lo sucedido y Takahiro intentaba aparentar normalidad con Misaki y Akihiko. Además de que este último estaba un poco a la defensiva, preparado para proteger a su adoración a la mínima palabra que no le gustase. Con lo que la tensión casi podía cortarse con un cuchillo. Sin darse cuenta se hizo la hora de comer. Misaki y Usagi dejaron a la pareja para ir a comer, quedando que volverían más tarde para volver y que Takahiro pudiese ir a descansar un rato.

    -Cariño, ¿Está todo bien?- preguntó Manami, ya que a pesar de intentar ocultarlo conocía bien a su marido.
    -Sí, sí. ¿Porqué la pregunta?- contestó mientras se acercaba a su pequeño para cargarlo.
    -Te he notado un poco tenso con Usami-sensei y Misaki. Pero alomejor he sido yo, supongo que no será nada- contestó con una sonrisa.
    -No, todo está bien, ¿a qué si pequeño?- dijo mirando a su bebé.
    -Por cierto, ¿has visto que bonito anillo lleva Misaki?- preguntado a su esposo, sabiendo perfectamente que Akihiko llevaba uno igual y que su esposo se había dado cuenta de ello.
    -Ah!, no la verdad es que no me he fijado- contestó sin mirarla.
    No cruzaron más palabras, cada uno estaba metido en sus pensamientos. No había enfado pero cada uno pensaba en cómo encarar la situación que tenían en frente, Takahiro en como aclarar lo que realmente había pasado y llevarse a su hermano y Manami en cómo arreglarlo ya que sabía que su esposo se había enterado de lo que había entre Akihiko y Misaki, pero tenía miedo de que no quisiese entenderlo.
    El tiempo pasaba rápido, sin apenas darse cuenta, una enfermera se había llevado a Mahiro para hacerle un control rutinario y Misaki y Akihiko llegaron para que Takahiro pudiese irse tranquilo. Apenas les dijo una palabra, más que para hacerles conocer que Manami se había dormido. Para no molestar a Manami, Akihiko se puso a ojear un libro que había traído Takahiro mientras Misaki paseaba por la habitación, mirando por la ventana.

    -Usagi-san- dijo Misaki- ¿No tendríamos que hablar con él?
    -Supongo que sí, pero creo que necesita un poco de tiempo para asimilar, ¿no crees?
    -Puede que sí- dijo Misaki con un bostezo, claramente de cansancio.
    -Ven aquí, que te vas a quedar dormido de pié.
    -No tengo sueño- replicó con otro bostezo
    -¿Quieres que vaya por ti?- preguntó con una sonrisa socarrona, que Misaki sabía perfectamente lo que implicaba. La pregunta no fue contestada, Misaki simplemente se sentó en el sofá en el que esta Usagi, sin tocarlo, manteniendo una ‘’distancia decente’’, cosa que no le gustó al escritor, el cual sin pensar en lo que pudiese opinar Misaki, lo cogió con facilidad para sentarlo en sus piernas de lado, de manera que Misaki se pudiese acomodar para dormir un poco.
    -Se puede saber que haces!- inquirió sin poder levantar la voz ya que Manami dormía
    -Proteger lo que es mío- contestó el peliplata sin ningún reparo
    -Pero…- contradecía Misaki mientras intentaba zafarse del agarre-… alguien puede entrar y…
    -¿Y qué? ¿Pensé que me habías dicho que no querías esconderlo más?- dijo con cierto tono de preocupación
    -No es eso…- empezó a decir mientras lo miraba a los ojos- Pero una cosa es no negarlo si preguntan y otra es esto- dijo haciendo referencia a la situación
    -¿Estamos haciendo algo malo?- preguntó el escritor para hacerle ver al castaño su ponto de vista.
    -No…- dijo apartando la vista
    -Entonces porque tanto problema
    -Yo…
    -Tienes miedo que de Takahiro se enfade más- parecía una pregunta, pero Misaki sabía que era una afirmación, se conocían demasiado bien. Akihiko suspiró.
    -Con esta mañana creo que ya tuvo suficiente para similar por un día
    -Está bien, haz lo que quieras- dijo Akihiko soltando el agarra, y con tono de decepción. Misaki lo miró y se le partió el corazón con la cara que tenía Usagi, estaba abatido y sabía perfectamente que tenía miedo como él. A pesar de que ya no lo sujetase no pudo moverse, tenía la sensación de que si lo hacía se sentiría mal, vacío. Así que haciendo lo que su corazón verdaderamente le pedía, le dio un suave beso en la mejilla al peliplata y se acomodó bien en su pecho, donde se sentía seguro y amado, se sentía bien. Al principio tubo un poco de miedo ya que Akihiko no se movía pero a los pocos segundos el cuerpo de su escritor se acomodó para quedar ambos perfectamente encajados, como hacían siempre y con el brazo que rodeaba la espalda de Misaki buscó la mano del castaño para agarrarla y entrelazar los dedos, como ya les era costumbre.
    -Te amo- dijo Misaki antes de abandonarse al sueño que tanto necesitaba. Arreglando con esas palabras todo el temor de Akihiko y provocándole una sonrisa.

    Akihiko no tenía intención de dormir, quería estar despierto por si llegaba Takahiro y tenía que enfrentarlo o si Manami lo necesitaba, ya que para algo se encontraban en esa habitación. Sin embargo la calidez que sentía de Misaki lo fue sumiendo en un sueño agradable, que en el fondo necesitaba.


    Takahiro estaba muy pensativo, desde luego estaba tremendamente feliz por ser padre sin embargo su hermano le preocupaba, y mucho. Eso que tenía con su amigo no le daba buena espina, su hermano pequeño tendría que estar con una muchacha hermosa con la que formar una familia, no con su amigo, si lo quería mucho, pero era un hombre y además le llevaba casi 10 años, era mucha diferencia. Y por otro lado no había querido preguntar nada, pero ahora que lo sabía todas esas sensaciones raras que había tenido le decían que esa ‘’relación’’ no era algo reciente, ya que si hacía memoria cuando hablaba con Misaki de él, siempre le defendía. Y entre ellos siempre había miradas en las que parecía que se lo decían todo, por no hablar que desde que Misaki se había ido a vivir con él, su comportamiento con Takahiro había cambiado bastante, se seguían llamado pero ya no se le pegaba tanto, no buscaba abrazarlo como antes.

    Todos esos pensamientos se iban cruzando por la cabeza de Takahiro mientras llegaba a la habitación, eran casi las 6 de la tarde. Ya que entre una cosa y otra se le había hecho más tarde de lo que hubiese querido. Pero la imagen que vio al entrar le dejó totalmente descolocado, por segunda vez en ese día, pero está vez era diferente. Encontró a Misaki durmiendo tranquilamente sobre Akihiko, escondiendo su rostro en el pecho del escritor, mientras Akihiko lo rodeaba con sus brazos. Fue a decir algo cuando su mujer lo llamó.
    -Shhh… Takahiro, no montes ninguna escena, por favor- le pidió la mujer. Takahiro se fue acercando para darle un suave beso a modo de saludo a ella y a su pequeño, al cual lo habían vuelto a traer con ellos.
    -¿Llevan mucho?
    -No lo sé exactamente, cuando me he despertado hace un rato y estaban así, sabes que son muy graciosos, además de monos, hablan entre sueños- dijo con una sonrisa.
    -¿Ya lo sabías, verdad?- Preguntó Takahiro, que viendo el rostro de su esposa ya tuvo su respuesta- ¿Desde cuándo lo sabes, o lo intuyes?
    -Desde las Navidades pasadas, más o menos. No te enfades, por favor- se apresuró viendo el rostro de Takahiro- No te lo he dicho, primero porque esperaba que ellos tuviesen la suficiente confianza para hablar con nosotros y segundo porque me imaginaba como te pondrías, siempre has protegido mucho a Misaki. Tenía miedo que no quisieses escucharles- Takahiro suspiró.
    -¿Qué opinas?- preguntó Takahiro, en cierta forma conociendo la respuesta de su esposa.
    -Bueno… la verdad- dijo con una sonrisa- La forma en que se miran, es tan especial. Por el poco tiempo que compartimos con ellos, veo que realmente, se preocupan el uno por el otro, se aman. Sé que no es lo que consideras mejor para Misaki, pero es lo que ha elegido querido- dijo tranquilamente Manami, sabiendo que Takahiro necesitaba pensar en las palabras.

    Sin embargo la conversación se vio interrumpida.
    -Usagi-san, baka! Aquí no!- dijo entre sueños mientras se escondía más en el pecho del escritor
    -Misaki…no mientas- contestó el peliplata mientras lo apretujaba más entre sus brazos.

    Tras las palabras, Takahiro miró a su mujer con cara de enojo, ya que ambos esposos habían entendido entre líneas. Al mismo tiempo Manami no pudo evitar una suave risa.
    -Ya te dije que hablaban entre sueños- dijo para molestar más a su esposo- Tienes que aceptar que tu hermanito se ha hecho un hombre, cariño- siguió hablando mientras le acariciaba la mejilla.
    -…- Takahiro no contestó, al menos no verbalmente, simplemente junto su frente con la de Manami, dándose por vencido.
    En ese momento oyeron un pequeño quejido, típico de alguien que se está despertando.
    -Mmmm….- medio gruñó Misaki mientras se despertaba e intentaba incorporarse sin conseguirlo debido al agarre del escritor- Usagi-san, suéltame!- dijo con voz todavía medio dormida
    -Grrnrmmm…
    -Usagi-san!- dijo más despierto el castaño mientras zarandeaba un poco al escritor para despertarlo del todo, a sabiendas de que eso era un suicidio debido al carácter del hombre al despertarse.
    -Un poco más- pidió el escritor
    -Usagi-san baka! Que estamos en el hospital- dijo el castaño una vez se hubo despertado del todo y se ubicó. Antes de que Akihiko contestase, se oyó un carraspeo, de una voz que los dos reconocieron, abriendo como reacción los ojos, despertándose por completo, hasta el punto en el que por quererse levantarse rápidamente Misaki acabó cayendo de culo. Reacción ante la que no pudo evitar una carcajada, dejando a Misaki un poco sorprendido, al igual que Akihiko.
    -¿Niichan?- preguntó Misaki con cierto temor
    -Dime Misaki- dijo sereno, con una leve sonrisa en su rostro. Sin poder evitar ver la leve esperanza en el rostro de Akihiko
    -Yo…yo…- intentaba decir Misaki nervioso y sonrojado. Dejando de tartamudear cuando una mano de Akihiko se posó en su hombro, trasmitiéndole seguridad y amor.
    -Takahiro, yo…- empezó a decir Akihiko- Le amo. No quiero que pienses que intento aprovecharme de él o de que lo haya intentado en algún momento. Me enamoré- seguía hablando ahora mirando a Misaki, el cual le correspondía la mirada.
    -¿Cuánto tiempo?- preguntó Takahiro, la pareja se miró, sabiendo que la respuesta podría empeorar la situación.
    -Cinco años- dijo Misaki en un susurro pero que fue oído por Takahiro y Manami, mientras se levantaba para quedar al lado de Akihiko cogiéndole la mano.
    -¿Porqué no dijisteis nada antes?
    -Yo tenía miedo- contestó Misaki, con pesar al ver el rostro un poco decepcionado de su hermano al ver que no tenía tanta confianza como la que creía- De que pensases que era muy joven o de que había mucha diferencia. Pero ahora sé que no debí temer, de que intentarías entender- concluyo Misaki.
    - Misaki, ¿Tú… que sientes?
    -Yo…- Misaki estaba totalmente sonrojado- Lo amo, niichan- contestó mirando a su hermano, el cual suspiró.
    -Si… pero me hubiese gustado saberlo porque hablaseis conmigo no por encontrarme la escena esta mañana, que casi me da algo. Me ha faltado poco para asesinarte Akihiko, que por mucho que seas mi mejor amigo, es mi hermano el que estaba allí- dijo poniéndose colorado al igual que Misaki, haciendo que ni Manami ni Akihiko pudiesen evitar una carcajada- No ahora en serio Akihiko- dijo Takahiro poniéndose serio- Como le hagas sufrir lo más mínimo te las veras conmigo.
    -Tranquilo, que antes de hacerle daño a él, lo sufriría yo mismo- contestó también serio Akihiko mientras rodeaba a Misaki con su brazo por los hombros para acercarlo un poco más- Por otro lado, ya es hora de que viváis un poco en familia y nosotros nos vamos- dijo mientras abrazaba a Misaki por la espalda- Tenemos cosas que celebrar, nos vemos mañana- dijo con una sonrisa, mientras Misaki intentaba zafarse de su agarre empezando a gritar para que lo soltase, sin obtener resultado ya que Akihiko lo levantó cual peso pluma y lo llevó al coche para irse a casa, sabiendo perfectamente lo que pasaría al llegar.


    Al llegar, Akihiko lo soltó del agarre que había vuelto a aplicar para que no se le escapase en el trayecto entre el coche y la casa. Lo giró para mirarlo directamente a los ojos, esos ojos esmeraldas que amaba tanto.
    -¿Eres feliz?- pregunto Akihiko, dejando a Misaki un poco sorprendido.
    -A que viene la pregunta Usagi-san
    -Solo responde.

    Misaki lo miró a los ojos, mientras con una mano le acariciaba la mejilla y le sonreía con amor.
    -Claro que sí, baka- dijo antes de acercarse lo suficiente para besarlo suavemente- Eres mío- dijo con cierto tono de posesividad, que Akihiko no había visto nunca en su niño, sin dejar de mirarlo a los ojos.
    -Tú también eres mío, Misaki. Por siempre- dijo con una sonrisa llena de deseo antes de cargarlo para llevarlo a su habitación para amarse toda la noche, felices ya que no se tenían que ocultar de su familia, porque ahora podrían compartir con ella su felicidad y buenos momentos.



    Espero que os guste la última parte de la pareja romántica. La verdad es que me ha gustado mucho escribir este capítulo. Como adelanto la siguiente pareja será la terrorista y espero dejaros sorprendidos con el final de la primera parte


    :=PAMDAXX: :=PAMDAXX: :=PAMDAXX: :=PAMDAXX: :=PAMDAXX:
     
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19 replies since 24/12/2012, 10:58   1297 views
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