Nuestro futuro (Continuación de "Viaje inesperado") Tai x Tk, Matt x Izzy, Willis x ???

Después de haberse casado, a Tai y Tk se les encarga la vida de dos angelitos, estos bebés harán muchos cambios en sus vidas...

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  1. RyanAngel98
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    Yaoizando
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    Hola de nuevo mis lectores. En este cap intenté ser lo más... "cuidadoso" en cada aspecto de lo que leerán a continuación. Espero les guste porque demoré bastante al escribirlo x_x ya sabrán a que me refiero. Abrazos y palmaditas en el hombro para todos. Nos vemos

    Capítulo 20



    -Quédate conmigo- aquellas palabras rodeaban la mente del rubio, siendo abrazado por su esposo, el cual lo sostenía fuertemente en aquella extensa cama para ambos. Estar tras las rejas por tres días consecutivos le había hecho extrañar a su ojiazul hasta el espacio exterior. Tan solo 1 semana había pasado desde cuando salió y seguían estando cariñosos, incluyendo que apenas el notario le dio la libertad fue a casa a abrazar a sus hijos y tener un sesión de “te-extra-ah” en su cuarto. No querían separarse pero debían levantarse, arreglarse y atender a los leoncitos de la casa.

    Ellos estaban allí, uno balbuceando “pa-pa” todo el tiempo y el otro intentando quitarse el calcetín de su piececito izquierdo, era divertido ver como el peligris lo intentaba, una y otra y otra vez hasta que al final se rindió frunciendo el ceño y metiéndose a la boca su pulgar. El castaño llegó allí, automáticamente ambos voltearon la mirada hacia él, levantando los bracitos para que éste los cargase pero era algo imposible, ellos eran dos y el uno pero siempre se las apañaba para tomarlos por igual

    -Se van a quedar con papi Tk, ¿sip?- los coloca junto al rubio, el cual los acoge entre sus brazos –papá Tai irá a preparar el desayuno- el ojiverde gatea hasta este y lo mira dulcemente, abre los brazos y balbucea. El mayor entendiendo lo toma y se lo lleva. Irán juntos a hacer todo a excepción del pequeño que solamente observa desde su sillita, succionando su chupón y golpeando la parte delantera del tablero en son de querer su leche o por lo menos que lo cargaran. El tarro de aquel polvo estaba siendo abierto, luego dos cucharadas en la botella para que se torne blanca, batirla hasta que en unos minutos estaba lista

    -Venga- lo tomó en brazos y le metió la mamila a la boca para que este por fin pueda desayunar pero no duró mucho estando con su padre, fue colocado en su silla hasta que el castaño pueda terminar con lo que seguía. Con sus pequeñas manitas sostenía la botella, mirando cada acción, huevos friéndose, pedacitos de varios ingredientes caían al agua hirviendo tiñéndola de un color especial, arroz saliendo de otra olla y muchas cosas más. Su padre no era un experto, al contrario, era un novato pero sabía cómo preparar un buen desayuno japonés por lo menos algo sencillo

    -Aquí tienes, siéntate- el rubio sonríe ligeramente y se inclina, su esposo le había traído un charol con el desayuno y al parecer uno casi completo, el peligris era alimentado de igual manera, una botella llena de leche aunque este no comiera tanto y solo se bebía la mitad del contenido. Lo veía comer, cada cucharada que llevaba a su boca, se ensuciaba la boca y no se daba cuenta. Pasó su dedo índice por su mejilla quitándole el grano de arroz y metiéndoselo a su misma boca, haciendo sonrojar al ojiazul, sus hijos estaban en esa cama, cada uno con su lechecita, succionándola y mirándolos, moviendo sus piececitos desnudos

    -Tk- levantó la mirada al escuchar su nombre –te amo- un sonrojo adornó sus mejillas, ese era él, ese era quien había escogido pasar el resto de su vida, Yagami Taichi, ese que es cariñoso, amoroso y que lo demuestra siempre que puede, detallista, protector y celoso, buen padre y buen esposo.

    Se preguntaba que hubiera sido de su vida si ese viaje nunca se hubiera dado… ¿nunca se hubiera decidido a decirle que le amaba? lo que hubiera pasado es que se hubiera convertido en uno de esos que sufren por mucho tiempo por no haber sido correspondidos.
    Lo amaba, desde mucho tiempo, no solo porque vivió aventuras junto a él sino por quien era, se había enamorado de él completamente, de pies a cabeza.

    Todo momento, cada vez que estaba enfermo, ese castaño estaba junto a él, cada vez que no podía estudiar, ese castaño lo confortaba con un beso y un – ¡lo lograrás!- ese que se había arrodillado delante de él y por muy cursi que fuera dijo el juramento de amor eterno con un anillo de oro.

    Había trabajado por mucho tiempo, de medio tiempo en almacenes, en todo lo que podía con tal de ahorrar el dinero suficiente para comprar esas sortijas.

    No sólo eso sino que dividía el dinero que ganaba para ayudar a sus padres y el resto seguía ahorrando, se dormía en las clases pero consiguió graduarse y encontró refugio en la literatura, extraño en él ya que los deportes lo jalaban más pero no, decidió convertirse en un empleado de Golden Books y con el tiempo le fue asignado un alto puesto, sus superiores confiaban en él y casi nunca había fallado en sus planes.

    Le ayudaba a pagar la universidad, los servicios básicos y todo lo que concierne para cuidar a dos niños. Ambos se ayudaban, ambos se amaban, ambos estaban en esa misión y un “te amo” es la recarga para cada uno de ellos, por eso… amaba a ese castaño.

    Aún recordaba la luna de miel, esa que le hizo temblar de los nervios al recordar lo que seguía pero… que va, perdió su castidad a los once años y con él, esa noche no fue solo sexo, fue entrega completa de sus almas, el placer los hacía ver estrellas, alcanzar el cielo y palpar las nubes. Los próximos días fueron de completa felicidad, vivir en su nueva casa, y… aunque se habían casado a una edad no muy favorable lograban nivelar todo, pequeñas discusiones pero todo era esfuerzo y algo de dinero de sus bolsillos. Una mujer los hizo feliz también, ella tan pendiente y protectora.

    “Deben cuidarse y quererse el uno al otro, no porque uno sea más alto no quiere decir que solo él debe cuidar siempre al más bajo, ambos deben proteger lo que existe entre ustedes… el amor” sus sabias palabras, su fiel existencia con ellos, todo.
    Tenían madres pero ella era una más, su segunda mamá, murió pero seguía junto a ellos. Es entonces cuando aquel rubio se da cuenta que si nunca hubiera ido a ese viaje… nunca hubiera sido tan feliz como ahora

    -Yo también, te amo- ¿un beso? los pequeñajos los miraban, uno balbuceando lo que podía y el otro pateando la mesita suavemente con su piecito derecho

    -Pa-pa- dijeron al mismo tiempo, hora de sacarle los gases y un cambio de ropa, la mañana comenzaba y necesitaban disfrutar cada segundo para aprovecharlo al máximo.

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    -Y así es como obtienes unes estos dos cuadros, la forma de los bocados son expresiones y el boceto debe estar conectado con ellos- un castaño anotaba cada paso en su libreta, que mejor maestro que su superior, Willis, no era tan bueno enseñando pero hacía su intento

    -Y… si el personaje accidentalmente sufre un cambio de emociones… ¿se colocan sus pensamientos fuera del bocado?- estaba demasiado concentrado en sus movimientos, palabras, mirada, sus manos llegaron a tocarse y…

    -S-sí, es lo usual aunque se pueden escoger otras técnicas- se sonrojó completamente al sentir pesada su mano, debía sacarla de allí y rápido –la lección acaba por hoy, Alex, yo… quería saber si estás libre para mañana domingo. - ¿qué más podía pedir? un chico muy guapo lo estaba invitando a salir y estaba libre para ese día pero con solo recordar quien era él realmente pues

    -No, tengo… tarea, ya sabes, limpiar mi departamento, investigar, todo eso…- soltó una risita nerviosa al ver que la mirada del mayor no parecía muy convencida

    -No te preocupes, puedo ayudarte y además… me gustaría estar contigo- le sonrió abiertamente arrancándole otro sonrojo. No es que no le agradara pero… Willis no era el tipo de personas con la que debía quedarse solo por mucho tiempo, podrían pasar cosas de las que podría arrepentirse

    -No, estaré muy ocupado y… saldré con una amiga a la biblioteca, tengo mucha tarea- debía inventarse todo y ser serio para mostrar todo convincente

    -Entiendo… será para otra, bueno, me debo ir, nos vemos- lo dejó solo en ese salón, donde lo único que lo rodean son estantes de libros y hojas por doquier. Si lo rechazó es porque no quería estar con él pero… ¿por qué sentía tal decepción? no estaba siendo sincero conmigo mismo y es que por años había logrado ocultar la mayoría de sus emociones pero él… él único ser humano que conseguía sacarle su acorazado exterior, ¡lo amaba! pero… el pasado no se olvida tan fácilmente, debía olvidarse de él pero la palabra “olvido” no es lo que busca definitivamente.

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    No es divertido tener que visitar a tus suegros y que estos tengan que oír ruidos raros provenientes del baño. El y el rubio habían decidido darse una fría ducha pero como que no estaba entrando el “frío” completamente

    -S-sigue - estaba acostumbrado a tener un esposo caliente y arriesgado pero tenían límites, debían respetar la casa de sus padres y eso era le pero el rubio poco le importaba, le había seducido hasta más no poder, rozando su hombría una y otra vez contra la suya, luego agarrar fuertemente sus glúteos y rozar su miembro entre estos. –No debemos hacer esto aquí- decía todo el tiempo pero se iba en puros gemidos, estaba siendo masturbado y no iba a decir que no le gustaba, le encantaba pero…

    -Chicos, ¿está todo bien allí dentro?-

    -Sí papá, ya salimos- contestó el mayor en aprobación, pero era la mentira más “piadosa” que pudo decir. No saldrían hasta que ese rubio estuviera saciado completamente. Metía a su boca el miembro del pelirrojo el cual exprimía el jabón entre sus manos, con todas sus fuerzas para evitar no hacer ruidos innecesarios

    -Mat-t por favor, p-para ya, por favor- estaba por venirse, el mayor estaba pasándole la lengua repetidas veces jugueteándole “allí”, el agua caía y eso hacía duradero la resistencia de ambos. La parte superior estaba toda roja, el rubio había chupado hasta dejarle hinchado de placer pero eso no era todo. Se levantó para sobajear su miembro entre los glúteos del pelirrojo el cual no hacía más que gemir dejándose hacer, una y otra y otra vez le masajeaba su entrada con el miembro completamente excitado, más y más, continuaba tocándole sus tetillas, duras y enrojecidas. Nunca creyó pedirlo pero le estaba matando de ansias esas caricias

    -¡Mételo ya!- el rubio abrió los ojos, sonriendo al haber logrado su objetivo, separó con sus dedos la carne que estorbaba el paso de su miembro hacia el interior de su pelirrojo, y penetrándolo completamente de un solo golpe arrancándole un gritito agudo haciendo que se tape la boca –no te mue-vas aún, no te vayas a mover- era casi gracioso ver el cómo decía tal petición, parecía que hasta le rogaba y era que el agua caliente había hecho que sus miembros tomaran más tamaño. El rubio fue lentamente, a paso de tortuga, comprendía que no había preparado esa parte y que el agua hacía el acto un poco más doloroso así que muy suave, con tanto cuidado que con la sexta y séptima estocada se sintió libre de aumentar la velocidad. Estocada por estocada, sentía al ojiazul muy adentro suyo, habían cambiado de posición y se encontraba cabalgando encima de él, no podía venirse por el agua pero el rubio si podría hacerlo.

    Cada una de los vocales y letras del abecedario fueron pronunciadas, entre gemidos, ya no tenía fuerzas para soportar lo que “eso” estaba haciendo en su interior, unas estocadas más fuertes, más y más y más hasta que ya no pudo y consiguió soltar todo, lo mismo el mayor.
    -Agh, que sabroso ha sido hacerlo aquí- se separó del menor con cuidado y lavándose a sí mismo. El chico no dijo nada, parecía sujetarse la parte de atrás y su rostro ardió completamente al sentir algo caliente deslizarse entre sus piernas, era…

    - ¡¿Por qué dejaste que se quedara adentro?!- gritó de sobremanera al pasarse los dedos entre los pies

    -Lo siento- lo besa apasionadamente. Unos minutos después estaban afuera, observando el cómo los mayores los miraban extrañamente. Habían escuchado todo y la excusa había sido… “no pudimos contenernos”

    Edited by Angel-Hope - 3/8/2013, 18:01
     
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