InGo: Reunámanos bajo aquel árbol [FudouxKidou] -Cap2-

¡Ha pasado mucho tiempo! ¿Has estado bien?

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  1. Starline
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    Reunámonos bajo aquel árbol

    QUOTE
    Ha pasado mucho tiempo desde que Kidou se fue a estudiar a Europa. Una promesa en el tiempo y un árbol bajo el que volverse a ver. ¿Recordarán sus compañeros de equipo aquella fecha en la que acordaron reencontrarse al finalizar los estudios del muchacho?

    Parejas:
    Principal: FudouxKidou
    Otras: Ya se verá

    Género:
    Romance.
    Otros: humor y drama no mucho

    Advertencias:
    Shonen Ai
    Basada en esta canción, pero no será songfic porque lo intenté y no me salió Ano ki no shita ni atsumarou!

    Clasificación:
    Todos los públicos ¿?

    Capítulos
    Prólogo: 1º post, 1º pág.
    Capítulo 01: 3º post, 1º pág.


    SPOILER (click to view)
    Prólogo:
    El adolescente miró taciturno por la ventana de la Caravana Inazuma mientras se dirigían a un cerro a las afueras de Inazuma, un prado verde y tranquilo cargado de árboles que en las fechas de estío en las que se encontraban se encontraban salpicados de manchas de colores de las frutas que maduraban bajo su cuidado.
    Los últimos edificios pasaron ante su vista y dieron paso a un campestre paisaje más alegre y vacacional. Se giró un poco en su asiento y observó a su compañero que se encontraba recostado con los brazos cruzados y los ojos cerrados. Suspiró pensando que estaba dormido, pero al notar su roja mirada en él, este abrió sus ojos turquesas oscuros y le dio una respuesta muda a la pregunta que afloraba en sus ojos.
    Él asintió y volvió a mirar por la ventana mientras que el otro muchacho lo contemplaba unos instantes con los labios tensos y de nuevo bajaba los párpados para seguir sumido en el interior de su turbulenta y triste mente.

    El vehículo paró y los muchachos gritaron felizmente bajando a tropel para salir al bochornoso exterior. Soplaba una brisa de aire que movías la verde hierba, alta y danzarina bajo su influjo. Algunos insectos saltaban entre ella y se oía a las cigarras escondidas que ponían la música a aquel lugar.
    Todos los chicos sonrieron, incluso aquellos que casi nunca lo hacían se permitieron dibujar en sus labios una mueca relajada.
    Él bajó lentamente del autocar tras su compañero que al llegar a tierra firme se paró a esperarlo, al pasar junto a él le dio un golpe en el brazo en señal de apoyo. Se miraron y luego bajaron la mirada.
    -Gracias, Fudou.
    Fudou se encogió de hombros como si no le diera mayor importancia y dirigió sus oscuros orbes hacia los ojos rojos de su compañero tapados en aquel momento por unas gafas de goma azul de aviador.
    -¡Fudou, Kidou! –un muchacho de piel oscura y pelo claro se acercó a ellos y se colocó entre ambos jalándoles del brazo para que se acercaran a los demás -¡No os quedéis ahí rezagados!
    Llegaron junto a todos los demás que estaban entorno a un chico de cabellos castaños cortos y una banda naranja rodeándole la cabeza.
    -¡Juguemos al fútbol!
    Como si aquellas palabras fueran un discurso emotivo y fantástico, todos como un solo hombre vitorearon a su capitán y respondieron al llamado alzando el puño al aire.

    Jugaron al deporte rey hasta bien pasada la hora de comer, cuando sus estómagos ya no aguantaban la espera y les exigieron algo con que entretenerse.
    Cuatro muchachas sacaron unas grandes cestas del interior del automóvil y entre todos extendieron unas mantas por la hierba sobre la que se tumbaron.
    Los dos chicos se sentaron juntos, con Sakuma y Genda que se había unido a la reunión por petición, y repetición, del chico de cabellos blancos. A su lado el resto del equipo engullía a velocidades alarmantes.
    -¿No tienes hambre, Kidou? –preguntó Sakuma preocupado al ver como su amigo apenas probaba bocado.
    -No mucha –respondió él mirando los oniguiris que todavía le quedaban en su plato y observando de reojo como Kabeyama posaba sus ojos en ellos.
    Fudou se recostó en la manta con la vista clavada en el cielo mientras unas tímidas nubes blanquecinas lo surcaban con una parsimonia contagiosa. Un árbol fuerte y frondoso les brindaba su sombra fresca como refugio.
    Le dio un último mordisco al melocotón que estaba comiendo y tiró no muy lejos de ellos el hueso.
    -¡Fudou! No tires los restos por ahí! –le reprendió Kidou al verlo.
    El apelado se encogió de hombros y enarcó una ceja.
    -Es biodegradable.
    Kidou fue a reprenderle de nuevo pero en vez de eso soltó una carcajada y se tiró en la hierba a su lado bostezando despreocupadamente. Como si fuera una señal, el resto de compañeros comenzaron a bostezar y tumbarse, cerrando los ojos sintiendo la cálida luz del sol acariciar sus pieles, algunas demasiado blancas para exponerse sin protección, como había sido el caso de Hiroto que se había embadurnado de crema para el sol antes de salir de la Caravana.
    Uno a uno fueron quedándose dormidos, algunos aprovechando aquel momento para rozar las manos de personas especiales para ellos.

    El primero en despertar fue Toramaru, que era el más lleno de energía, seguido de Kogure que comenzó a pasarse entre sus compañeros dibujándoles cosas con un rotulador en la cara hasta que Haruna se despertó y le echó la bronca.
    Cuando Kidou despertó Fudou ya tenía los ojos abiertos y lo miró con una media sonrisa de complicidad y media mueca de pesar. Él suspiró, tenía que decirles ya a sus compañeros…

    La tarde pasó rápidamente, Kidou tenía que actuar. Fudou se acercó a él y le agarró un momento de la mano, él se sorprendió y apartó la cara con el pulso acelerado, sabía que seguía siendo una muestra de apoyo y nada más, pero no podía evitar sentirse así respecto al segundo estratega del equipo. Él suspiró retirando la mano para que no notara que le había empezado a sudar, en su mente le daba una palmada en la espalda, no le tomaba de la mano. Un muchacho de pelo azul recogido en una coleta le cuchicheó algo en la oreja a otro de cabello verde peinado de la misma forma y ambos asintieron con cara de perversión.

    Kidou carraspeó para llamar la atención de los demás, pero apenas unos pocos lo escucharon así que Fudou se llevó dos dedos de cada mano a la boca y silbó con fuerza haciendo que su amigo de gafas de aviador se tuviera que apartar de un salto con las manos en los oídos. No obstante, fue efectivo y todos se giraron hacia ellos.
    -¿Qué ocurre, Fudou? –preguntó un muchacho de cabellos de color crema peinados hacia arriba evaluándolo con sus negros ojos.
    -El amigo Kidou tiene algo que deciros a todos –murmuró el frunciendo las cejas algo molesto por la forma de Gouenji de dirigirse a él.
    -¿Os vais a casar? ¡Mola la ola, tronco! ¡Pero igual es un poco pronto para que colguéis el bañador y os dejéis la tabla colgada!
    Todos rieron ante ese comentario excepto ellos dos que adquirieron un hermoso color bermellón.
    -¡Nada de eso, idiota! –gritó Fudou echando humo por la cabeza.
    Kidou carraspeó nuevamente, queriendo que se le tragara la tierra por estar ante la vista de tanta gente tras ese comentario.
    -No, no es eso –murmuró lúgubremente haciendo que Tachimukai sintiera ganas de darle un abrazo, él se sentía así muchas veces y la voz de Kidou le llegó al fondo. Sin embargo, la presencia del castaño de ojos turquesas le desalentó de probar tamaña acción.
    -¿Qué ocurre? –preguntó Endou acercándose sonriente a Kidou sin enterarse como de costumbre de lo que pasaba.
    Kidou tragó saliva y se apoyó en la mirada de Fudou para abrir la boca y escupir las palabras que le rondaban el corazón desde hacía unos meses.
    -Me marcho a Europa a estudiar el bachiller para entrar a una prestigiosa Universidad de Florencia.
    Aquellas palabras sentaron como un jarro de agua fría a sus compañeros, ninguno de ellos sabía nada al respecto, excepto Fudou y Haruna que bajó la mirada hacia sus zapatillas.
    Todos preguntaron mil cosas al mismo tiempo y formaron un jaleo en el que no pudo entender nada. Pero la decisión estaba tomada, los siguientes siete años estaría fuera de su país.

    Endou suspiró y puso la mano con la palma mirando hacia abajo.
    -Hagamos una promesa. Dentro de siete años, el mismo día de hoy, quedaremos a las 9 de la mañana aquí mismo para reunirnos de nuevo.
    Fudou fue el primero en colocar su mano sobre la del capitán, y acto seguido todos los demás del equipo hicieron los mismo llevando luego las manos al cielo



    Después de más de dos meses de desaparición vuelvo con este proyecto que iba a ser un one shot en realidad, continuaré el resto de mis fics y os pido perdón a mis lectoras por mi ausencia, realmente ha sido por motivos muy tontos, pero no consiguía escribir nada y eso me dejaba desmotivada y no me apetecía aparecerme. Lo siento... Espero que este fics os guste mucho porque lo he escrito con mucho amor <3

    Edited by Starline - 1/4/2013, 17:07
     
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  2. suosainaki
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    Haww que lindo >w< cómo mola, parece todo tan triste, pero seguro cada momento será inolvidable. Que lastima que Kido tenga que irse, pero supongo que no será el único, pues todos tiene vidas que moldear.
    ¡vaya! Fudo, se ha comportado excelente , tan amable y nada grosero, me gusta mucho.

    Que emotivo lo de la promesa n_n algo me dice que disfrutaré bastante con ésta lectura.

    QUOTE
    -No, no es eso –murmuró lúgubremente haciendo que Tachimukai sintiera ganas de darle un abrazo, él se sentía así muchas veces y la voz de Kidou le llegó al fondo. Sin embargo, la presencia del castaño de ojos turquesas le desalentó de probar tamaña acción.

    Haw Tachi, que cariño ^^ , sin embargo, le tiene miedo a Fudo jaja, si me hubiera gustado que lo abrasara, se verían ton monoshos ^^ y de pasada pondría celoso a Akio.

    QUOTE
    -¿Os vais a casar? ¡Mola la ola, tronco! ¡Pero igual es un poco pronto para que colguéis el bañador y os dejéis la tabla colgada!

    Traducción pliss, jaja no entendí bien el comentario, pero me partió jjaja, seguro fue Tsunami XDD e.e

    Vamos, me encanta tu fic, Starline, saludos.
     
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  3. Starline
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    Bueno, el prólogo tenía que ser triste, porque es una despedida por un largo tiempo. Pero el resto no, no será triste XD De todos modos es un fic cortito <3

    Todos siguieron sus caminos, ciertamente, pero eso no impide que de vez en cuando puedan reunirse todos jejej

    Si, Fudou supo comportarse, y Kidou necesitaba su apoyo. Tachimukai es muy tierno <3 jaja igual lo abrazaría luego seguramente.

    Lo de Tsunami, realmente no hay mucha traducción, quería dar a entender que son muy jóvenes para sentar cabeza aún X,D

    Dejo el primer capi >w<


    SPOILER (click to view)
    Capítulo 01: ¡Ha pasado mucho tiempo! ¿Sigues siendo el mismo?

    Su despertador sonó temprano, pero hubiera dado igual, llevaba toda la noche sin dormir. Antes de que empezar a hacer ese ruido infernal que le acompañaba todas las mañanas alargó su blanquecina mano y lo apagó con la poca delicadeza que le hacía gala.
    Se sentó en la cama y se estiró, tenía el cabello largo cayendo sobre los hombros, revuelto y enredado. Se pasó la mano por la cabeza y movió la boca pastosa. Se levantó y tomó con suavidad una foto que tenía enmarcada encima de la mesilla.
    -Buenos días, Kidou-kun –sonrió-. Por fin llegó el día.
    Pasó el pulgar por la cabeza de uno de los chicos que salía en la foto y la volvió a dejar, luego miró otra y suspiró. En ella salía todo Inazuma Japan, los 18 miembros.
    Se volvió a estirar haciendo que se le viera el ombligo y se rascó la espalda, encima de una estantería tenía unas azules gafas de aviador de cristales oscuros.
    -Siete años, cabronazo, siete años sin verte.
    Salió hacia el baño para ducharse y estar presentable, se afeitó los pocos pelos que crecían en su cara y bajó a desayunar a medio vestir.
    Su madre se giró hacia él y le sonrió.
    -He preparado un almuerzo especial para que te lo lleves.
    El joven abrió los ojos cohibido.
    -¿Por qué? No hacía falta.
    Ella soltó una risita de madre y le puso el desayuno, dejando aún más sorprendido al castaño que esperaba desayunar las sobras de la cena anterior.
    -Es un día especial para ti, así que tienes que ir bien alimentado, Akio.
    Él se sonrojó y bajó la mirada, no es como si llevara siete años esperando aquel día… Pero su madre era su madre y a una madre no se le pueden ocultar algunas cosas.
    Tomó el desayuno agradeciéndoselo continuamente y subió a terminar de vestirse, luego salió de casa con un casco de motorista bajo el brazo.
    Ella se despidió en la puerta, su instinto maternal le decía que pronto su ya no tan pequeño Akio abandonaría la casa.

    La moto ronroneaba entre el poco tráfico que había a esas horas en la carretera de Inazuma. Le gustaba dar vueltas en ella de vez en cuando, le servía para relajarse del estrés que acumulaba en su carrera y en su trabajo.
    Pronto vio la colina, verde. Aquel año había sido lluvioso y la hierba crecía alta y resplandeciente, algunos pajarillos piaban en los árboles que abrían sus copas cargadas de frutos al cielo.
    Los ojos turquesas del chico escrutaron aquel lugar, no había nadie. Dejó la moto antes de entrar a aquella parcela, a un lado de la carretera y subió el senderillo hasta la cima de la misma, había una vista preciosa de los campos hacia un lado y hacia el otro se dominaba la ciudad.
    Suspiró, había llegado con una hora de antelación, nadie más sería tan idiota de llegar antes. Puede que incluso se hubieran olvidado… Sintió un escalofrío, ojala él no lo hubiera hecho.
    Hacía varios meses que no respondía a sus mensajes y temía que le hubiera podido pasar algo, o que se hubiera enfadado con él.
    Una tímida sonrisa afloró en sus labios al ver que no muy lejos de aquel enorme árbol bajo el que se habían refugiado años atrás, crecía un pequeño melocotonero. ¿Podría considerarse padre de aquel frutal?
    Se recostó en este sintiendo la fresca brisa que mecía sus cabellos, tenía algo de sueño, pero estaba tan nervioso ante la perspectiva de ver a su amigo… Cerró los ojos con el rostro sereno. Su estómago saltaba de un lado a otro y no conseguía que su corazón se calmara.
    Pero también tenía miedo. Habían pasado siete años, en siete años pueden pasar muchas cosas… en siete años puedes dejar de amar a la persona que te había robado el corazón por primera vez… Frunció los labios, sí, tenía miedo de no sentir por él lo mismo que sentía cuando se habían separado… Para muchos, aquello sería lo mejor, a fin de cuentas ¿acaso no era un amor destinado al fracaso entre personas del mismo sexo?
    Pero Fudou no creía eso, y desde luego creía que un rico heredero podía ser perfectamente homosexual sin que eso le quitase méritos, solo había que ver al siempre eficiente Kira Hiroto… Una sonrisa se dibujó en sus labios, no lo habían hecho oficial aún, Hiroto quería esperar a que estuvieran todos… Se sentía agradecido de ese pelirrojo, de alguna forma el hecho de que tuviera en tanta consideración a Kidou como para esperar a que estuviera él le conmovía.
    Unos pasos sobre la hierba blanda y tierna quedaron amortiguados, Fudou se sentía en esa fase del sueño en el que aún no estás dormido pero tampoco eres consciente de todo.
    No notó a la persona que se acercaba con el corazón en un puño, al principio se había sobresaltado por el hecho de que no hubiera nadie, luego pensó que todavía era muy temprano, después lo vio recostado en el árbol y se había echado a llorar.
    Por suerte él estaba medio dormido y no se había dado cuenta, se limpió los ojos sintiendo muchas cosas a la vez y se acercó despacio y en silencio.
    Llegó a su lado sin que se diera cuenta y se arrodilló a su lado, observándolo en silencio. Su cara fina y blanca, con esa nariz respingosa y la barbilla afilada, los labios finos y sarcásticos, sus cejas largas y oscuras que daban a sus ojos un aspecto hermoso. El pelo le caía sobre la cara desordenado.
    Lo miró con curiosidad, ¿cuánto habría cambiado en siete años?, ¿seguiría siendo el mismo brabucón? Lo contempló un rato sin decir nada, hasta que él abrió sus ojos turquesas oscuros pero radiantes, directos hacia los suyos.
    -Esas gafas son horribles, Kidou-kun.
    El chico soltó una carcajada y suspiró aliviado, quitándose las gafas de cristales convexos verdes.
    -Por ti –y se las colgó en el bolsillo de la chaqueta del traje oscuro que vestía.
    Sus ojos rojos quedaron a la vista y Fudou sintió como si le golpearan con un mazo en toda la cabeza y lo dejaran confuso y alelado.
    -Todavía no llegan los demás –se encogió de hombros sin apartar la vista de la suya.
    -No tengo prisa –Kidou sonrió y se sentó a su lado estirando las piernas.
    El castaño sonrió, el cabello de Kidou había crecido también en aquel tiempo, y se había soltado la mitad inferior de aquella coleta que siempre llevaba dejando el pelo ondulado caer sobre sus hombros de forma similar al suyo.
    Los ojos de Kidou se dirigieron al melocotonero que crecía a unos metros y sonrió felizmente recordando el momento siete años atrás cuando le había regañado a Fudou por tirar el hueso, gracias al castaño había crecido una nueva vida, una vida vegetal pero vida a fin de cuentas.
    Fudou se recostó de nuevo, intentando parecer tranquilo y sin demasiado interés, lo cual era totalmente contrario a lo que sentía en realidad. Su cuerpo burbujeaba entero y creía que vomitaría el desayuno si abría la boca mucho rato seguido.
    -¿En serio eres el mismo Kidou? –sonrió Fudou mirando el traje del chico-. ¡Si llevas traje y chaqueta! Te vas a asar de calor.
    Kidou arqueó las cejas.
    -Tú en cambio no pareces haber cambiado en nada, sigues usando ropa que no combina para nada.
    Fudou le retó con la mirada y ambos soltaron una carcajada, el castaño agarró a Kidou del cuello y le frotó la cabeza con la otra mano.
    -¡Ha pasado mucho tiempo, Kidou-kun! –y continuó en voz baja-. Entre tú y yo, tenía ganas de verte.
    Kidou sintió que en su corazón se depositaba un sentimiento de gratitud eterna, sí, Fudou seguía siendo su Fudou… y para su Fudou decir algo así era muy difícil.
    -Yo también –rio-. Aunque ahora que te veo no sé si fue tan buena idea, me haces sentir que los últimos siete años de mi vida han sido un desperdicio.
    Y se echó a reír, contagiando finalmente a un confuso y aliviado Fudou, su miedo era totalmente infundado, seguía amando a Kidou a pesar de todos aquellos años, y ahora que había vuelto se lo tendría que decir… Aunque no aquel día…
    Midorikawa detuvo a Hiroto por el brazo.
    -Dejémosles un rato más a solas, Hiroto.
    Y le sonrió dándole un tierno beso en la mejilla. El pelirrojo lo miró un momento y aceptó, habían llegado antes de la hora, y aunque se moría de ganas por reencontrarse con Kidou, sabía que Fudou las superaba con creces. Así que se sentaron a un lado del camino, esperando a que llegara más gente, al cubierto de la vista de los dos jóvenes estrategas.
     
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  4. suosainaki
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    Arigatou por la traducción jajaja ^^

    Oh, Fudo en verdad que tenía ganas de reencontrarse con su Kidou,pues será mejor que se apure y le diga todo lo que siente, aunque, creo que tardará un poquito (conociéndolo ¬¬) ambos son tan infantiles en ello, aunque no lo quieran reconocer.

    Haww que bien, Yuuto se ha quitado sus trmendas gafas sólo por ese chico... sólo por él n_n que monada. ¿Fudo ya es padre? nyaa de un hermoso melocotonero ^^¡ . He de admitir que me llenó de un no sé que esta pertecita :
    QUOTE
    Una tímida sonrisa afloró en sus labios al ver que no muy lejos de aquel enorme árbol bajo el que se habían refugiado años atrás, crecía un pequeño melocotonero. ¿Podría considerarse padre de aquel frutal?

    Qué rapido pasa el tiempo *^* parece que fue ayer cuando tiró esa hueso.

    Yo siempre dije que Hiroto y Kido se ven tan bien como amigos nwn

    Ah no, no, ¿por qué tienen que ser cortos tus fics ahora? u_u ok no. Pero me fasinan tanto *-*
     
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  5. nat!
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    me encanta tu fic, ya quiero que lleguen los demas
    conti plis :3
     
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  6. Limón
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    Ooooohhhhh que boniiito, me encantaaaaa es tan... pero es muy... Y luego... AAAAHHHHHH!!!!!!!!!!!!!!!! que me encanta! Me alegra un monton tenerte de vuelta Starline! Espero verte mas por aquí!!!! Un besazo!!
     
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  7. Starline
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    Suosainaki: sí jeje! Muchas ganas =) Pero es normal jeje Bueno, este fic va del reencuentro, no hace falta que en todos se acaben declarando siempre x,DDDDD Sí, es que el tiempo pasa muy rápido, cuando te das cuenta miras y dices, uf, hace un mes que no publico nuevo capítulo de este fic jajajaa XD bueno, son "cortos" porque iban a ser one-shots, pero para eso eran demasiado largos jajaja X,D

    nat: muchas gracias! en este van llegando el resto ya >w<

    Limon: ajaja muchas gracias =D me alegro de que te haya gustado x3

    bueno, capitulo 2


    SPOILER (click to view)
    Capítulo 02:

    Fudou se mordió los labios sin saber qué decir, pensaba que cuando viera a Kidou tendría tantas cosas que decirle… tantas cosas que contarle… tantas cosas para recuperar su ausencia… Y sin embargo, estaban los dos apoyados en el mismo árbol, hombro con hombro y respirando al mismo ritmo, casi en silencio, como si nunca se hubieran separado, como si el mismo día anterior hubieran estado picándose el uno al otro como siempre hacían.
    Kidou lo miró por el rabillo del ojo, sus ojos turquesas miraban brillantes el cielo, con un secreto escondidos en ellos y él sonrió encantado.
    -Echaba de menos Japón –suspiró el muchacho de traje doblando las rodillas.
    -No mientas, me echabas de menos a mí, si yo no hubiera estado aquí ni te hubieras acordado de Japón.
    Se miraron unos instantes algo cortados por la frase de Fudou, él la había dicho sin pensar y en cierto modo había dado en el clavo, pero enseguida rompieron a reír.
    -Que idiota eres, Fudou.
    -Un idiota con Matrícula de Honor en su carrera –sonrió Fudou a quién le gustaba restregarle sus méritos universitarios a todo el mundo.
    -Entonces eres un Idiota Honorífico –sonrío Kidou revolviéndole el pelo.
    Fudou se encogió de hombros y le dio un pequeño empujón como contestación.
    -¡Kidou! –gritó una voz que reconocieron de inmediato.
    Al levantar la vista vieron a un grupo de chicos que se acercaban a ellos, dos de ellos corriendo a toda velocidad y saltaron sobre Kidou para abrazarlo sin darle apenas tiempo a levantarse.
    -¡Genda! ¡Sakuma!
    Detrás de ellos se acercaron más tranquilamente otros cuatro muchachos que saludaron a Fudou con un apretón de manos.
    -Has llegado pronto, ¿eh? –rio uno de ellos de cabellos de color azul de punta guiñándole un ojo.
    -Si te descuidas igual ha pasado la noche aquí –dijo burlonamente otro con el pelo de color crema recogido en una coleta y con una chaqueta roja que resaltaba su piel morena.
    -He llegado hace poco –gruñó Fudou retándolos con la mirada.
    -¡Oye, oye! –exclamó de repente Hiroto que al fin se había acercado con Midorikawa sacando a Kidou de sus brazos -. Dejadnos un poco de Kidou a los demás también.
    El chico de las rastras sonrió a su amigo pelirrojo y se dieron la mano amistosamente. Midorikawa repitió el gesto y luego miró a sus amigos.
    -A la larga, el galgo a la liebre mata –sonrió el chico de cabellos verdes recogidos en un moño -. Teníamos ganas de que volvieras.
    Los demás asintieron tras mirar fugazmente a Fudou un segundo y sonreír pícaramente, haciendo que este frunciera las cejas y se ruborizara molesto.
    Poco a poco fueron llegando el resto de compañeros, todos ellos saludaban a Kidou enérgicamente y lo acorralaban a preguntas.
    Fudou se separó un poco resoplando y Sakuma y Genda se acercaron a él.
    -Oye, Fudou, no seas gruñón y comparte a Kidou como buena persona –le palmoteó el castaño.
    -Ya lo tendrás el resto de días para ti solito –rio Sakuma.
    -¿¡Qué decís!? –y giró la cabeza mirando un instante hacia el corro cuyo centro le devolvió una rápida mirada en la que se mezclaban muchas cosas.
    Los ojos rojos como la sangre de Kidou destellaban de emoción, felicidad y también le sonrieron con comprensión.
    Los labios de Fudou se curvaron hacia arriba ligeramente al mirarlo y cuando se volvió hacia los otros dos muchachos ellos tenían una expresión irónica en sus caras.
    -¿No sabes que decimos? No seas orgulloso hombre, no tiene nada de malo.
    -¡Yo no soy orgulloso! –gritó Fudou rojo como un tomate.
    Todos se giraron hacia él y comenzaron a reírse de la ocurrencia del muchacho, pues si casi todos ellos tenían bastante orgullo él era sin duda uno de los que más.
    Someoka se acercó a él y le dio una palmada en la espalda con una enorme sonrisa en el rostro.
    -¡Así se habla, Fudou!
    Y todos siguieron riendo, haciendo que él rechinara los dientes. Kidou se sentía enormemente feliz de poder estar allí con ellos, aunque aún faltaban unas personas por llegar.
    Tsunami y Tachimukai llegaron tarde, se habían perdido por el camino ya que ninguno de ellos era de allí, y el pelirrosa se había empeñado en seguir el camino que no era.
    -Pero todos los caminos llevan a la ola –aseguró abrazando a Kidou y levantándolo del suelo.
    -Es a Roma –murmuró Midorikawa haciendo que Toramaru y Kogure se miraran divertidos.
    Tachimaukai también abrazó a Kidou, y este lo miró de hito en hito, el pequeño Tachimukai había dado un estirón impresionante, ahora era de los más altos del grupo.
    Luego llegó Kabeyama, se le había pinchado la rueda de la moto a mitad del camino y había tenido que ir a repararla al taller más cercano. Se acercó a Kidou y lo apretó tan fuerte contra él que Kidou temió por su vida.
    -¡Cuánto me alegro de verte! –aseguró con lágrimas en los ojos, Kurimatsu se acercó a él y le dio un golpecito en el brazo para consolarle.
    -Faltan Kazemaru y el capitán –observó Tobitaka con las manos en los bolsillos tras contarle a Kidou sobre el restaurante de fideos que había heredado de Hibiki.
    -Bueno –rio Kidou -, por alguna razón no me extraña en absoluto.
    Los demás estuvieron de acuerdo.
    -Estarán muy entretenidos juntos –comentó Kogure encogiéndose de hombros y ganándose una mirada de odio de Natsumi.
    Kidou los miró sin entender y enseguida Fubuki le explicó que Natsumi le había pedido salir a Endou unos años antes y este le había rechazado gentilmente diciéndole que su corazón le pertenecía al fútbol… pero que en realidad estaba saliendo con Kazemaru. Cuando la joven se enteró se había enfadado mucho, pero a nadie parecía importarle demasiado. De hecho, no esperaban encontrársela aquel día ahí, seguramente solo iba en calidad de amiga de Haruna que no se separaba de su hermano.
    El rato pasaba y Endoy y Kazemaru no llegaban, ya llevaban ahí un par de horas y después del éxito inicial de Kidou el resto lo habían dejado un poco más libre, pudiéndose juntar de nuevo con Fudou que lo recibió pasándole el brazo por los hombros y pellizcándole la mejilla.
    -¿Crees que deberíamos llamar a Endou? –preguntó Kidou, era uno de sus mejores amigos y realmente esperaba verlo aquel día.
    -No, no hace falta.
    -¿Y si se ha olvidado?
    -No, míralo –rio Fudou señalando una figura que corría hacia ellos y se tiraba en un placaje contra Kidou gritando su nombre como un poseso, ambos cayeron a la hierba y mientras un chico de cabellos castaños de punta recogidos en una bandana naranja lo casi ahogaba, otro joven de pelo azul largo y el ojo izquierdo tapado por el flequillo andaba hacía el chico.
    -Sentimos el retraso, Kidou –sonrió Kazemaru tendiéndole la mano para ayudarle a levantarse.
    -¡Kidou, Kidou! ¡Juguemos al fútbol!
    -Claro, Endou.
    -¡Juguemos al fútbol todos juntos! –exclamó el capitán dando un salto y sacando una pelota de su bolsa, porque se podía haber olvidado de la hora, del día, del año, pero nunca del balón de fútbol.
     
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  8. **Givemeakiss**
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    La verdad no se q decir , hoy no estoy fina y no me salen las palabras pero lo importante es que me ha encantado por supuesto y q espero la continuacion antes de q me vuelva loca y me convierta en un monstruo de la lectura

    Si, se q no es el mejor comentario lo siento a ver si la proxima vez me da la vena sentimental o lo q sea y hago uno mejor

    bss
     
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  9. suosainaki
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    ¡Hay wao! qué bonito que todos los amigos se vuelvan a reunir una vez más, que a pesar de que el tiempo haya pasado, cosas hayan ido y venido, ellos siguen juntos, unidos por ese "no sé qué" ^^

    SPOILER (click to view)
    Sí, es que el tiempo pasa muy rápido, cuando te das cuenta miras y dices, uf, hace un mes que no publico nuevo capítulo de este fic jajajaa XD

    Jjaja esa si que estuvo buena LoL , pero es cierto, creí que otra vez te irías por mucho tiempo.

    SPOILER (click to view)
    ¡Juguemos al fútbol todos juntos! –exclamó el capitán dando un salto y sacando una pelota de su bolsa, porque se podía haber olvidado de la hora, del día, del año, pero nunca del balón de fútbol.

    Ese Endou, aquí y en todos lados, siempre es el mismo ^^ me gustó mucho esta parte. Pero la que amé y me fasinó, es ésta otra:
    QUOTE
    y después del éxito inicial de Kidou el resto lo habían dejado un poco más libre, pudiéndose juntar de nuevo con Fudou que lo recibió pasándole el brazo por los hombros y pellizcándole la mejilla.

    Espero no tarde la continuación, saludos.
     
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  10. Limón
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    Jajaja muy muy muy bonitoooooo!!!! Me ha encantado el reencuentro! Cada cual con sus ocurrencias! Mido corrigiendo a Tsunami me encantaaa! Y como no, Endo con el balón de fútbol a cuestas, como los caracoles su casa! Espero un capi nuevo pronto!!!! Besooooo
     
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  11. marga120
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    ME ENCANTO!!! :=WIJIS: :=WIJIS:
    Quiero conti plissssss
     
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10 replies since 5/3/2013, 22:57   309 views
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