" Tsuki no Hikari " Sessh x Inuyasha (Finalizado)

Romance,Drama,Acción, Lemon, Muerte, Incesto, Violación. Clasificación M

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  1. Hoshi no Hikari
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    Aclaraciones del capítulo:
    ¡ Saludos como siempre !
    Debo agradecer a todos por su interés, me alegra que les guste mi historia, que aquí entre nos resultó más larga de lo que esperaba. O_o

    A pesar de lo mal que pintan las cosas, me parece que todo tiende a mejorar, al menos eso espero, je,je,je.
    Estoy tratando de desenmarañar todo lo que he revuelto de nuestros queridos personajes, por lo pronto veamos que ocurre en esa oscura mina y de paso pongámosle limón a la historia...






    Capítulo 23

    " Luz de mis ojos "





    La bruma matutina se está levantando movida por la suave y fresca brisa que despeja poco a poco los campos y el bosque, los tenues primeros rayos del sol parecieran apenas acariciar dulcemente las últimas sombras de la noche para vencerlas finalmente, dando paso a una danza de colores y formas que son en sí una maravilla, es pues una lástima que el ajetreo y la prisa cotidianas obliguen a los humanos que rondan éste mundo a no fijarse en tales " nimiedades ".

    La luz ha tomado al mundo como su amante temporal, lo ha hecho suyo al menos por unas horas, al menos por un etéreo instante, hasta que las sombras retornen todo y lo reclamen de nuevo.


    En un oscuro rincón de las profundidades de esa tierra, muy abajo de ese desconocido bosque, un par de miradas doradas descansan por un instante ... dormidas... mientras los dueños de ellas se acurrucan dándose calor, uno en los brazos del otro...



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    Las notas del violín suenan dulces, muy dulces, flotan suspendidas en el aire inundándolo todo.

    Houjo Akitoki ensaya temprano éste día , es sábado y por lo consiguiente no hay escuela, pero quiere aprovechar al máximo el tiempo pues falta poco para el concierto en su escuela.

    El chico vive solo en un pequeño apartamento propiedad de sus padres, ellos viven en Kioto, pero él vino a estudiar música a Tokio.
    Tiene el alma y el corazón embargados de sentimientos, pues ha sido aquí donde ha encontrado eso que tanto pensó que no llegaría.

    En su ciudad natal fue muchas veces el motivo de burla de sus compañeros, entre otras cosas por su costumbre de mostrarse siempre atento y educado a veces incluso de más. Pero lo que realmente le atrajo el grueso de las burlas y bromas pesadas fue su homosexualidad, la cual sus padres tardaron un poco en asimilar, pero finalmente la aceptaron no muy convencidos pero si lo mejor que pudieron.

    Aunque en la escuela es donde fue presa de una cruel broma, cuando un supuesto amigo suyo le hizo creer que estaba interesado en él de otra forma más cercana que la amistad, pero cuando Akitoki aceptó ante él sus preferencias sexuales, así como sus supuestas muestras de cariño, el otro cruelmente lo delató, lo exhibió ante todos. Tras el sufrimiento que le causó esto, se volvió un ser triste y solitario.

    Aunque en su interior jamás se dio por vencido, no negaría lo que era, sería discreto pero iría a la búsqueda del amor verdadero, del deseo por amor y con amor. No pararía hasta encontrar ése que le daría ese brillo a su alma, ésa luz a sus ojos.

    Pero justo ahora cuando está más que concentrado en su música, la cual ha sido su mayor consuelo en los tiempos difíciles, suena insistente su teléfono móvil.

    - ¡ Demonios ! - dice molesto, pero cuando ve el número de quien le llama, una sonrisa adorna su rostro.
    - ¡ Moshi moshi ! -
    - ¡ Buen día Akitoki ! ¿ Cómo estás amor ? - una dulce y tierna voz le demuestra el gusto por escucharle.
    - ¡ Byaku chan ! ¡ Ahora me encuentro mucho mejor, gracias a ti ! - le responde contento.
    - Te llamo para ponernos de acuerdo para el ensayo de hoy -
    - ¿ Pues sería en tú casa, qué no Byaku ? -
    - Ja, ja,ja ¡ Eso lo sé tontito ! a menos que quieras que lleve a cuestas mi piano hasta tu departamento - le dice riendo alegremente Byakuya- será desde luego en mi casa, pero además déjame decirte que tendremos todo el día para nosotros, podremos ensayar a nuestras anchas pues mi mamá no estará todo el día ¡ Digo, no es que me moleste que mamá esté presente ! pero me refiero a que no tendremos distracciones. Ella sale en un rato más a visitar a una tía mía y vuelve hasta la noche. -
    - ¡ Pues no se diga más ! tú dime a qué hora quieres comenzar -
    - ¡ Cuánto antes mejor ! yo ya he terminado mis otras labores... ¡ Soy todo tuyo por el día de hoy ! - le dice pícaro Byakuya
    - Entonces amorcito, en un momento salgo para allá, solo acabo con algunas cosas pendientes- responde Akitoki sintiendo mariposas en el estómago, le emociona sobremanera el volver a ver a Byakuya, pero ahora contemplándolo de otra manera.

    Cuando cuelga, susurra sonriendo:

    - ¿ Byaku mi novio? ¡ Todavía no puedo creerlo ! -

    Se apresura a terminar las cosas que tiene por hacer, se arregla meticulosamente, informal pero impecable, quiere lucir para su novio. Al cabo de un rato guarda su violín en su auto, carga también su mochila con sus partituras y parte tarareando alegre al encuentro de Byakuya.




    Por su parte Kouga y Miroku amanecieron abrazados, acompasadas sus respiraciones y sus corazones.
    Como Kouga le ofreció a su monje, le prodigó toda clase de " masajes " por todo su lindo cuerpo. El deseo y la pasión flotó en el aire e invadió la habitación, mientras sus ocupantes se prodigaban toda clase de muestras de amor, pasión y entrega.

    Y quedaron relajados… ¡ Bastante relajados !

    Cuando Miroku abre los ojos, contempla largamente el tranquilo rostro de Kouga y amolda más su cuerpo al de éste, acariciándole la espalda lentamente y recargando su cabeza en el pecho de su amante.
    Kouga al sentir el cuerpo de su novio, empieza a despertar recorriendo con sus manos esa suave piel, luego le susurra:

    - ¡ Parece que alguien está tentando su suerte ! ¿ Acaso deseas otro masaje mi pervertido monje ? -

    Una suave y baja risa resuena cerca de su oído del lobo.

    - ¿ Acaso sería mucho pedir amor mío ?
    ¡ Ahora que si tu lo prefieres... yo te lo doy a ti ! le dice guiñándole un ojo de forma traviesa e insinuante.
    - Mmmm... ¡ Tal vez no sería mala idea, para variar ! - responde entre beso y beso Kouga.

    Pero como muchas veces ocurre en ciertos mágicos momentos, no falta quien interrumpa.

    - ¡ Ding, dong ! - suena el timbre de la puerta.
    - ¡ Maldición ! ¿ Quién podrá ser ? - exclama molesto Kouga.
    - No lo sé , aún es temprano -
    - No vayas Miroku ¡ Estamos ocupados ! - le dice Kouga al notar que éste se está apartando de él para levantarse.
    - Debo abrir, podría ser algo referente a Inuyasha y Sesshoumaru - le dice ya poniéndose su bata, anudándola rápidamente.
    - ¡ Tienes razón ! en seguida estoy contigo - le dice levantándose también.

    Miroku sale rumbo a la sala y Kouga escucha como abre la puerta de la entrada mientras dice:

    - Si ... ¿ Quién es ? -

    Pero el silencio que sigue le preocupa y hace que se apresure a salir, solo con los pantalones puestos.
    Llega a la entrada para escuchar a Miroku decir con el semblante pálido :

    - ¡¡ Abuelo !! -



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    En otro punto de la ciudad Akitoki llega a la casa de Byakuya, justo cuando la madre de éste sale de ahí acompañada por su hijo.

    - ¡ Buen día Akitoki kun ! -
    - ¡ Buen día Miyamoto San ! -
    - Me alegra que vinieras, así Byakuya no estará solo todo el día y como sé que su música los absorberá por completo les he dejado comida preparada, espero que no se malpasen, dense tiempo para comer. - les dice sonriente.
    - ¡ Muchas gracias ! - responde Akitoki con una respetuosa reverencia.
    - Bueno chicos ¡ Nos veremos más tarde ! y ... Akitoki ¡ Cuídamelo mucho !-
    - No se preocupe... ¡ Que tenga un buen día ! -

    Parte la mamá de Byakuya y los dos muchachos entran a la casa, bajo la mirada atenta de los agentes que custodian la propiedad, pero ellos permanecerán en el perímetro del terreno, casi sin ser notados.

    Pasan varias horas ensayando, sumidos en la pasión que les provoca la música, metidos en su propio mundo. Cada vez lo hacen mejor, pareciera que lo han hecho juntos desde siempre.

    Sus miradas se encuentran en repetidas ocasiones, pero la intensidad en ellas va en aumento .
    En cierto momento Byakuya cierra los ojos, dejándose llevar por el sentimiento que le causa la música, metido en sus propios sueños, está tan sumido en ellos, que no nota el momento en que el violín guarda silencio.
    El rumor tenue de unos pasos sobre la duela del piso, acercándose... unos brazos que lo rodean por la espalda mientras un susurro llega a sus oídos.

    - ¡ Eres maravilloso Byaku ! a cada momento que estoy contigo siento como la soledad se aleja de mí. -

    Byakuya todavía termina de tocar la pieza que interpreta y mientras aún flotan en el aire los últimos acordes, se gira en el banco para quedar de frente a Akitoki. Toma el rostro de su chico entre sus manos, lo mira dulcemente y lo besa suavemente probando la miel de esos labios.

    - ¡ Akitoki ! - susurra al separarse sus bocas - ¡ Toda una vida esperando por ti ! ¡ Solo espero que éste sueño no termine nunca ! -
    - Será como nosotros decidamos Byaku , ésta es nuestra propia composición, bajo nuestras propios tiempos y compases , de nosotros depende hacer una obra maestra.-

    Los ojos de ambos chicos brillan con intensidad, pueden sentir el amor que ya existe entre ellos, pero también pueden notar la pasión surgir poco a poco, invadiendo cada centímetro de su piel, las caricias comienzan, encaminándolos hacia un momento mucho más íntimo.

    Aunque algo inquieta a Byakuya, algo que está de más entre ellos, tiene que sacudírselo, aunque tenga que afrontar las consecuencias de ello. De improviso se aparta del intenso abrazo que le prodiga en ese instante su novio.

    - ¿Qué ocurre Byaku chan ? - le pregunta confundido Akitoki.

    La mirada del frágil chico de largos y oscuros cabellos se ha tornado de pronto triste.

    - Es que... hay algo sobre mí, que debes saber antes de seguir adelante Akitoki amor, quiero que sepas todo sobre mí, que no haya secretos entre tú y yo y si después de saberlo quieres alejarte... yo lo comprenderé. -
    - ¿ De qué se trata Byaku ? ¡ No hables así, no hay nada que me aleje de tí !-

    Byakuya le cubre la boca delicadamente con la mano y le dice en tono serio:

    - ¡ Escúchame por favor ! después podrás tomar una decisión.-
    - Si así lo deseas, está bien... ¡ Te escucho ! -
    - Lo que sucede, es que no hace mucho me sucedió algo terrible... algo que cambió el rumbo de mi vida de golpe, a causa de un canalla, un maldito que se ha dedicado a hacer todo el daño posible. Es justo el mismo que ahora nos mantiene angustiados por la suerte de nuestros amigos - la voz de Byakuya comienza a temblar ante el amargo recuerdo, gruesas lágrimas comienzan a escurrir por su rostro, ante lo cual Akitoki empieza a preocuparse, acaricia su rostro dulcemente tratando de calmarlo, pero el dolor que invade a Byakuya es demasiado, desea sacarlo ya que es una especie de veneno que lo carcome por dentro, entonces continua.
    -Ese infeliz... me secuestró, así como lo ha hecho ésta vez con mis amigos, solo que a mi... a mi... me violó salvajemente. - la voz se le quiebra impidiéndole seguir.
    - ¡¿ Cómo ? ! ¿ Pero quién se atrevió a dañarte de esa manera mi querido Byaku ? ¿Quién fue el maldito ? -
    - Permíteme terminar por favor...te contaré...-

    Akitoki guarda silencio, pues comprende que su querido chico necesita sacar ese dolor desde el fondo de su corazón para poder seguir adelante.

    - Sucedió que... -

    Cuando Byakuya termina su amargo relato, tiene lágrimas en su rostro y se ha ido apartando poco a poco de su novio, el cual lo mira en silencio sorprendido.
    Byakuya lo interpreta como rechazo y levantándose se aparta de él, las lágrimas siguen surgiendo de sus ojos, un enorme dolor comienza a invadir su ser.
    El fuerte impacto de lo que acaba de saber deja inmóvil por un instante a Akitoki, hasta que lentamente se acerca a Byakuya, que permanece con la mirada baja, hasta que siente como sus ojos son enjugados a besos.
    Akitoki lo rodea nuevamente con sus brazos acunándolo en ellos, Byakuya entonces deja salir toda su amargura y dolor en un torrente interminable de lágrimas.

    - ¡ Llora Byaku, llora si eso calma tu alma !
    ¡Que aquí estoy yo para sostenerte ! -

    Permanecen así varios minutos, hasta que Byakuya se va calmando poco a poco, levanta temeroso su mirada y le pregunta a Akitoki temiendo por la respuesta:

    - ¿ Acaso no sientes desprecio por mí ? -

    Akitoki lo mira con ternura y acaricia ese lindo rostro.

    - ¿ Por qué lo habría de sentir ? ...
    ... ¡ Mira Byaku chan ! el que un miserable cretino haya sido capaz de mancillar tu bello cuerpo, no significa que tu corazón, tu alma , tu ser, sean devaluados.
    Hay cosas tuyas que nadie ¡ Absolutamente nadie ! puede poseer y menos de ésa repugnante forma. -

    Byakuya no aparta ya la vista de ese admirable chico que lo sostiene en más de una forma, quien continua hablándole así:

    - ¡ Yo te amo Byaku ! por todo eso que eres, por todo lo que vales ¡ Por todo lo que hay en tu interior, lo cual nadie te puede arrebatar !... aparte de tu belleza exterior …
    … ¡¡ Te amo y te amaré !! ¡ Eso nadie lo puede evitar ! -

    Byakuya llora otra vez, pero ahora es a causa de la felicidad que lo embarga, se cuelga del cuello de Akitoki fundiéndose en un intenso beso, que va encendiendo irremediablemente sus corazones.

    - ¡ Gracias Akitoki ! -
    - ¡ No hay nada que debas agradecer ! pero sin embargo, sí hay algo que yo puedo hacer si tú me aceptas. -
    - ¿ Qué es amor ? -
    - Puedo amarte como lo deseo, con todas mis fuerzas, sin reservas y borrar el sucio rastro dejado por otro... ¿Aceptarías ? -

    Byakuya al comprender, lo vuelve a besar y mirándolo fijamente le responde absolutamente seguro :

    - ¡ Acepto Akitoki ! -

    Entonces lo toma de la mano y lo jala para conducirlo hasta su recámara, cuando ya cruzan la puerta, Akitoki todavía le pregunta:

    - ¿ Estás seguro de que esto es lo que quieres ? -
    - ¡ Absolutamente ! -
    - ¡ Entonces Byaku, amor mío, hagamos un dueto perfecto ! -

    Byakuya es entonces recorrido con suaves y lentas caricias, entre las cuales es despojado de cada una de sus prendas, sin prisas, sin violencia, a su vez el empieza a hacer lo mismo con su amante prodigándole todo su amor por medio de sus manos.
    Cuando han quedado completamente desnudos, no pueden apartar las miradas de aquel que inspira esa creciente pasión, ruborizados, casi tímidos, brillándoles las miradas al percibir la luz interna de su pareja en ellos.
    Byakuya es conducido al lecho, lo empujan lentamente por los hombros hasta quedar recostado, Akitoki desliza lentamente sus manos por el pecho de su pareja. Lo toma por las manos entrelazando los dedos, apoyándose a los lados del rostro de Byaku, se agacha y sin prisa alguna empieza a probar sus labios, besos calmados y suaves, pero intensos.
    Sus miradas se enganchan, entre beso y beso, sus respiraciones se van volviendo entrecortadas. Sueltan sus manos y Byaku posa las suyas a los lados de ese atractivo rostro, lo acaricia con ternura mirándolo con los ojos húmedos.
    Se gira para quedar encima de su amante y lo empieza a recorrer con su suave boca, besos intensos que van dejando un poco de él a cada centímetro que recorre con sus labios, a la par de las cálidas caricias que le prodiga a su pareja.
    Pero el deseo ya está presente, se van recorriendo uno al otro con mayor intensidad, mientras sus bocas dejan escapar indiscretos gemidos de placer, hasta que sus temblorosa manos llegan a la parte más intima de su pareja, se miran a los ojos y se sonríen mutuamente llenos de pasión pero también de amor.
    Toma cada uno la hinchada extensión de su amante, se hallan en ese momento sentados, uno frente al otro con las piernas separadas, permitiéndose y dando un muy intenso y cálido recorrido por sus miembros, repasan con sus manos toda la longitud, apretando, masajeando, incitando a la par de sus bocas que ya se han unido nuevamente, entreabiertas, rozando su interior con sus húmedas e inquietas lenguas, quitándose el aliento mutuamente.

    - ¡¡ Aaaaagh Byaku ! ¡ Qué tiernamente atrevido eres !
    ¡Has encendido mi interior, mi bello amante ! -
    - ¡¡ Aaaaah, aaaaaagh ... Akitoki...!
    ¡¡ Ámame, tómame, tómame ya !!
    ¡ Hazme tuyo, que me quemo por dentro ! -

    Akitoki vuelve a acostarlo y separándole las piernas le dice dulce pero sensualmente:

    - ¡ Entonces déjame entrar en tí , entrégate completamente ! -
    - ¡ AAaaaaaah , aaaaaay ! - gime ruborizado Byaku al sentir como masajean su entrada, haciendo que su deseo se haga casi insoportable, esperando por el momento en que será tomado hasta lo más profundo de su ser.

    Su pareja entonces mirándolo intensamente, lame 3 de sus dedos, lentamente, logrando encender aún más a el chico que gime ansioso en el lecho, hasta que considera que ya es suficiente.
    Con su otra mano acaricia el rostro de Byakuya mientras pausadamente introduce uno de sus dedos, para después comenzar a entrar y salir, preparando ésa cálida y estrecha entrada para lo que seguirá después.

    - ¡¡ AAaaaaagh, ya Akitoki....aaaaaagh ya no puedo mas !! -
    - ¡ Tranquilo amor ! - le susurra el chico besando su oreja, pero sin dejar de estimularlo-
    ¡No te haré daño, no quiero lastimarte !-
    - ¡ Mmmmm ! - saborea el momento Byaku jadeando-
    ¡ Sólo ámame Akitoki, ámame mientras me haces tuyo !
    ¡¡ AAaaaaaah !! -

    Gime...dos dedos...salen entran...agitando su interior...tres dedos... ¡¡Aaaaaaah!!

    -¡ Eres delicadamente estrecho , una estrechez que me provoca ! ¿ Estás listo ? -
    - ¡ Aaaaaagh.... Sí....ssssiiií ! - suplica Byakuya.

    Su amante lo gira para quedar apoyado en cuatro, recorre su espalda con sus manos hasta posarlas en sus caderas, sujetándolo firmemente.
    Al tiempo que lo toma lentamente, entrando poco a poco , le susurra al oído :

    - ¡ Eres mío Byaku chan, todo mío !
    ¡ Te amo, te deseo y te amo ! -

    Las entradas y salidas son cada vez más intensas y frecuentes, llegando a lo más profundo de ese delgado chico que arquea su espalda y gime de placer.

    - ¡¡ AAaaaah, aaaaaay....más Akitoki, más adentro maaaássss !! -

    Su novio aumenta la intensidad de sus movimientos, pero empieza a masajear el miembro de su chico, los dos gimen sin parar, a causa del enorme deseo, por el intenso placer que se prodigan uno al otro.

    - ¡ AAaaah... te amo Akitoki, te amo también ! -
    - ¡ Aaaaaagh... tu voz es música para mis oídos ! -

    Y en un intenso instante sus corazones, almas y cuerpos, estallan en una intensa sinfonía en la cual ellos marcan el tiempo y en un espacio en el que solo ellos existen... y nada más.

    Cuando el fuego se empieza a calmar, se acomodan uno en el otro y se pierden cerrando los ojos, hundiéndose en la cálida presencia de su amante, sin que nada más importe ya.



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    Una delgada y fina mano acaricia pausadamente la blanca cabellera de su amante, éste adolescente no deja de preocuparse por la situación tan alarmante en la que se encuentran y como si fuera poco, ahora el notar que Sesshoumaru se encuentra herido le ha angustiado aún mas .... ¡ Cuánto más tendrán que soportar ! ¿ Qué no ha sido suficiente ya ? sabía que Naraku y su padre no pararían hasta verlos muertos, como ahora suponen que es, afortunadamente se encuentran equivocados al menos hasta el momento.

    Inuyasha rasgó su camisa para improvisar un vendaje y poder contener la hemorragia de la que es víctima su hermano mayor.
    En medio de la oscuridad, en cuanto el estruendo de la explosión se calmó y la nube de polvo se extendió cayendo por todo el lugar, buscaron a tientas un sitio donde poder acostarse y descansar, sobre todo a instancias del menor, sus cuerpos están agotados, sus mentes cansadas y sus espíritus hastiados. Han soportado tanto los últimos días, que deberán de recuperar fuerzas si desean salir con vida de esto.

    El lugar es húmedo, frío y completamente oscuro, sin embargo encontraron un sitio adecuado no muy lejos de donde habían caído, Inuyasha ayudó a Sesshoumaru a recostarse y él mismo se tendió a su lado una vez hubo curado lo mejor que pudo las heridas, pegó su cuerpo al del mayor para darse calor mutuamente.
    El empresario al igual que su hermano menor está totalmente cubierto de polvo, pero además de herido sufre de una tremenda sed que le atormenta boca y garganta, aunado todo esto a la enorme cantidad de pensamientos que se agolpan en su activa mente.

    ¡ Su hermano !

    Más que la sed, más que el cansancio, más que el agotamiento que lo invaden...

    ...le inquieta lo que ahora sabe, lo que Naraku les ha hecho saber.

    ¡¡ Incesto !! - esa palabra se repite en su mente.

    ¡ Cierto es que ellos lo ignoraban ! pero... ¿ Qué hacer ahora ?

    ¿ Qué rumbo tomarán ahora sus vidas ?

    ¿ Qué destino tendrá el enorme amor que se tienen ?

    - " Tengo que asegurarme que esto es verdad " - Sesshoumaru tomó el sobre con los resultados del dichoso análisis mencionado por Naraku antes de salir de la habitación, guardándolo en el bolsillo interno de su chamarra - " Ya me encargaré de averiguar más a fondo, de asegurarme si es cierto o no ... pero...
    ¿ Realmente tengo alguna duda al respecto ?
    ¡ Somos tan parecidos, las características que compartimos no son nada comunes !
    Tal vez mi corazón lo ha presentido desde un principio...
    ¡ Es quizá por esto que algo se inquietaba en mi interior en cuanto lo conocí !
    ¡¡ En fin !! ...

    ... ¡ Lo primero será salir de aquí cuanto antes " ! - suspira No Taisho Sama, dejando descansar su cabeza en el duro lecho de piedra en el que se encuentran ahora, rodeando con sus brazos a su hermano ya dormido. Acaricia lentamente su espalda apoyando su barbilla en la cabeza de éste...

    - ¡¡ Inuyasha , te amo !! ¡ Te amo tanto ! ¿ Qué se supone que haga con eso ? - le susurra mientras lo abraza con más fuerza besándolo en su cabeza.

    - ¡¡ Te amo ototo !! -

    El chico se comienza a mover un poco, sintiendo el tibio cuerpo de Sesshoumaru que lo sostiene entre sus brazos, se acomoda pegándose más a su hermano para después dormir un intranquilo sueño



    Tiempo más tarde, lentamente la realidad vuelve a tomar forma en su mente ahora despierta y en medio de un bostezo musita:

    - ¿ Ss...ssessh ? -
    - ¡ Tranquilo Inu, todo estará bien , estamos juntos ! -
    -¿ Cómo estás amor...? ¡ Perdón... quiero decir... Sesshoumaru ! -

    Ese solo detalle de corregir la frase, le duele al mayor hasta lo más profundo, pero trata de disimular lo mejor que puede.

    - Me siento mejor Inu - le miente para tranquilizarlo.
    - ¡ Déjame revisar tus heridas ! -

    Inuyasha se incorpora y haciendo uso de su fino tacto lo revisa, comprobando que la hemorragia ya se ha detenido en ambas heridas, aunque sabe que Sesshoumaru perdió bastante sangre. Vuelve a acomodar los improvisados vendajes, luego se aparta de Sesshoumaru lentamente y se pone de pie.
    El chico extiende ambos brazos y empieza a reconocer el lugar, puede notar que es una especie de túnel, cuyas paredes de piedra tiene una separación de 4 mts. aproximadamente.

    - ¡ Ten cuidado Inuyasha ! no sabemos las condiciones del lugar, será mejor además no separarnos, puede ser peligroso debido a la densa oscuridad que no me permite ver el lugar.

    Y es verdad, una vez que el tiro de la mina fue sellado por la explosión, la escasa luz que entraba por ahí, se agotó de golpe, quedando con una visibilidad nula y aún cuando los ojos de Sesshoumaru se han supuestamente acostumbrado a la negrura del lugar no logra distinguir absolutamente nada.
    Ya se ha puesto de pie y cojeando a causa de la dolorosa herida de la pierna, empieza a caminar guiándose con una mano apoyada en la pared.
    Es sorprendido por unos brazos que lo rodean por la cintura, encontrándolo solo por su presencia y por su inconfundible y grata esencia.

    - ¡ Tendré cuidado Sesshoumaru ! - le dice Inuyasha en tono suave, mientras lo toman por las manos y las sujetan con fuerza, No Taisho Sama siente a su chico pegado a sus espaldas, agacha la cabeza y exclama en voz baja:

    - ¡ Gomenasai Inuyasha ! -
    - ¿ Perdonarte, por qué ? - le pregunta sorprendido el menor
    - Es por mi causa que te encuentras ahora aquí, no he sido capaz de protegerte como debería de haberlo hecho, no tienes idea de la impotencia y la rabia que he sentido.
    Primero el ver la facilidad con la que te atraparon... nos atraparon, aún cuando yo creía tener el control y todo el poder en mis manos. Después el tener que soportar ver como Naraku te ponía las manos encima... ¡ Hizo que me hirviera la sangre !
    ¡ Yo el gran Sesshoumaru No Taisho ! he tenido que ver doblegado además mi orgullo para reconocer mis errores. Ahora mi labor será darle un giro a todo esto, aprender de ello y superarlo.
    ¡ Jamás me he dado por vencido y no lo haré ahora ! menos en éstos momentos en que tú estás conmigo y sobre todo por mi causa.
    Aunque ahora mismo no sé dónde estamos y... ¡ Demonios, no puedo ver nada !
    ¡ Encontraré la manera de sacarte de aquí ! -

    Inuyasha zafa sus manos y se para enfrente de Sesshoumaru.

    - ¡ Deja de decir esas cosas ! - le dice firme- es gracias a ti que ahora mismo sigo vivo, no has dejado de arriesgarte por mí. Además tú y yo sabemos que Naraku no pensaba dejarme en paz aunque yo no te hubiera conocido.
    Y te recuerdo que no es la primera vez que me salvas la vida, es por ti que he tenido mayor oportunidad de seguir adelante. -
    - ¿ Bromeas acaso ?
    ¿ Es que no te das cuenta la situación en la que nos encontramos, en la que te he metido ? -
    - ¡ Calla por favor , no permitiré que te culpes por todo! también he cometido mis propios errores, como el dejarme atrapar confiando en los hombres de Naraku, escabulléndome de la protección que me prodigabas. Además aún cuando nada de esto hubiera sucedido... ¡ Jamás había conocido a nadie como tú, con esa fortaleza de carácter, tu inteligencia y habilidad para hacer de cualquier dificultad una meta por conquistar y volverlo una ventaja para ti -
    - ¡ Harás que mi ego estalle Inu ! -
    - ¡ Hablo en serio Sessh ! Ahora mismo quiero ser útil... ¡ Déjame ser tu guía !
    Después de todo para mí la oscuridad no es algo nuevo, he aprendido a moverme en ella...
    ¡ Déjame ser tu luz Sesshoumaru ! -
    - ¡ Ya lo eres Inuyasha, desde que te conocí, descubrí que tu sola presencia aparta las sombras de mi interior...
    ¡¡ Eres la luz de mis ojos !!
    Has estado alumbrando mi camino sin tu darte cuenta
    ¡ Guíame otra vez Inuyasha, que sé que juntos saldremos adelante de todo esto ! -

    Las palabras de Sesshoumaru están impregnadas de esperanza de que sea así, no solo en el sentido de escapar de su oscura prisión.

    Toma a Inuyasha por el brazo, como el chico lo hiciera en incontables ocasiones, pero ahora a la inversa, para caminar siguiendo sus pasos, aún cuando el permanecerá alerta como siempre.
    También se apoya en Inuyasha debido al dolor en la pierna herida, que se torna por instantes insoportable, aún cuando de su boca no salga queja alguna.
    Inician su búsqueda para encontrar el modo de salir de ahí, Inuyasha se detiene al cabo de un rato cuando sus pies sienten algo en el suelo, se agacha y recoge algo que reconoce con ambas manos, ha dado con un pequeño montículo de madera y recoge 2 piezas que le serán de utilidad. Una es más gruesa que la otra, son dos trozos largos, uno se lo da a Sesshoumaru para que lo utilice como bastón para apoyarse y poder caminar mejor y el otro más delgado será para él, con el que sustituirá al suyo, para ir reconociendo el camino que recorren.
    Afortunadamente Sesshoumaru conservó su reloj que cuenta con luz propia y puede darse cuenta del paso del tiempo, como ventaja o como tortura, ahora mismo ya han transcurrido un par de horas.
    Más tarde, tres horas y media después, Inuyasha se detiene ante lo que Sesshoumaru pregunta:

    - ¿ Qué ocurre, por qué te detienes ? -
    - Debemos descansar, sobre todo tú, pararemos aquí, parece un buen lugar -
    - ¡ Yo estoy bien, tenemos que continuar ! puedo seguir un rato más -
    - Será mejor parar un momento antes de caer agotados -

    Entonces Inuyasha toma de la mano a Sesshoumaru y lo jala con cuidado para que se siente, él se acomoda también a su lado recargándose ambos en la pared de la mina.

    - ¡¿ Pero cómo pude olvidarlo ?! - exclama de pronto Inuyasha reprochándose algo a sí mismo.
    - ¿ Qué pasa ? -
    - Byakuya me dio algo el último día que estuve con él en la mansión - dice el chico buscándose en los bolsillos de la chamarra, hasta que encuentra lo que busca.
    - ¡ Aquí está ! - exclama en tono triunfal.

    Saca de su bolsillo una maltrecha pero útil barra de chocolate oscuro.
    - Me regaló esto porque sabe que es mi favorito. -
    - ¿ Cómo es que yo no lo sabía ? -
    - Supongo que porque no me lo habías preguntado- le dice jugando Inuyasha, que se entretiene desenvolviendo la barra de chocolate, luego corta un buen trozo y se lo entrega a Sesshoumaru y toma otro más pequeño para él y guarda el resto de reserva.
    - ¡ Ese Byakuya ! - dice pensativo y sonriente Inuyasha - deberías de haber visto como me consoló ésa noche que durmió conmigo y ... - calla de inmediato cuando nota como la mano de Sesshoumaru se cierra de improviso en torno de su brazo y escucha como se atraganta con el chocolate.
    - ¡ Cof, cof ! ¡¿ Qué él queeeé ?! - le pregunta súbitamente molesto Sesshoumaru.
    - Etto... verás... es que... - " ¡ Demonios yo y mi enorme bocota ! " .
    - ¡¿ Durmieron juntos ? ! - lo ha sujetado por ambos hombros girándolo para enfrentarlo a él.
    - ¡ Espera Sesshoumaru ! ¡ No es lo que tú piensas, él y yo solo... dormimos...juntos ! - le responde bajando el volumen de su voz a cada palabra que dice.
    - ¡¿ Cómo dices ?! - le pregunta con voz peligrosamente calmada.

    El chico puede sentir el rostro de Sesshoumaru muy cerca del suyo, lo toma el mayor por la barbilla e incluso siente como se tocan levemente sus narices.
    Inuyasha aparte de nervioso empieza a sentirse molesto y se suelta de la mano de Sesshoumaru y le brota su espíritu rebelde.

    - ¿ Y qué querías que hiciera? ¡ Tú habías desaparecido y yo me sentía tremendamente mal y sumamente solo y preocupado ! no podía dormir y Byakuya se ofreció a quedarse conmigo, me ayudó a relajarme...-
    - ¡ Byakuya es hombre muerto ! - le responde Sesshoumaru apretando los dientes.
    - ¡ Un momento Sesshoumaru No Taisho ! Puedo imaginar claramente lo que tu mente pervertida está pensando, pero cuando digo que solo dormimos juntos... ¡ Es solo eso ! ¡ Caray Sesshoumaru, él es solo mi amigo ! -
    - ¡ Pues que yo recuerde tu otro " amigo ", te consoló alguna vez dándote un beso !-
    - ¡ No empecemos con eso , deberías de tener más confianza en mí, después de todo somos nov... - la palabra se congela en sus labios y luego volteándose en otra dirección, susurra más para él que para Sesshoumaru :
    - ¡ Hermanos ! -
    Siente como Sesshoumaru lo suelta lentamente y se aparta un poco de él.
    - Tienes razón, supongo que como tú "hermano " hay cosas en las que no tengo derecho a meterme ni a recriminarte nada. - le responde Sesshoumaru con un intenso dolor en el alma y en el ego.

    Se hace un incomodo y denso silencio, que tardan en romper hasta que Inuyasha, que se había levantado y alejado también unos pasos, regresa y se arrodilla otra vez a su lado, se aclara la garganta, pues teme que la voz no sea capaz de salir.

    - ¿ Tú lo sabías Sessh ? -
    - ¿ Saber qué ? - le dice todavía dolido y seco.
    - ¿ Qué tu y yo somos hermanos ? -

    Sesshoumaru dirige su ambarina mirada hacía donde ha escuchado la voz de Inuyasha.

    - ¡ No, además todavía falta confirmar eso, no debemos fiarnos de la palabra de Naraku !- le responde mientras se aferra a creer en lo que dice aún cuando su sentido común le dice que puede estar equivocado.
    - Pero... puede ser verdad, después de todo siempre nos han dicho que nos parecemos...- insiste todavía Inuyasha con el dolor clavado en su corazón.
    - ¡ Te repito, debemos estar seguros ! -
    - ¿ Y luego qué ? -
    - ¡ Luego... ya veremos ! - " De cualquier forma... yo saldré de tu vida mi amado Inuyasha " .
    - Supongo que tienes razón - responde Inuyasha en un suspiro, sin imaginar siquiera los pensamientos que abruman la mente de su amante.

    El también desea que no sea verdad, que no sea esa verdad el verdugo de su relación, que haya todavía una oportunidad para que sobreviva su amor y puedan seguir adelante.
    Se sienta recargando su cabeza en el pecho del mayor, quien enseguida comienza a pasar su mano por la larga y blanca cabellera del chico en una tierna caricia.


    El tiempo transcurre lento, inmersos en esa oscuridad podría volverse una locura, pero el hallarse juntos preocupado cada uno en lograr sacar al otro de ahí, es un aliciente más que suficiente para conservar la cordura. Deciden continuar su marcha por ese laberinto, a su paso han encontrado diversos objetos abandonados de cuando la mina estaba en plenas funciones, artefactos herrumbrosos e inútiles, nada que les sea de utilidad, los cuales van dejando atrás en su imparable andar en busca de un escape de esa mina que amenaza en convertirse en su tumba.
    Entre avances y retrocesos, tropiezos y palabras de aliento caminan varias horas otra vez, Sesshoumaru empieza a sentirse cada vez más mal, todo indica que la fiebre amenaza con doblegarlo, la sed ya es insoportable y el dolor en el hombro, pero sobre todo en la pierna aumenta a cada paso que da, cojea cada vez de forma más notoria.
    Pero en su mente una idea se mantiene fija por sobre todo lo demás, no se dará por vencido, no mientras Inuyasha no se encuentre a salvo, mientras no logre sacarlo de ese encierro.

    " ¡ Yo te protegeré Inuyasha, aún a costa de mi propia vida ! " - se lo ha prometido a sí mismo y a su chico y jamás ha faltado a su palabra.

    Han tomado otro camino a instancias de Inuyasha, retrocedieron y el chico guió a Sesshoumaru por otra ruta pues ha notado un sutil cambio en el ambiente del lugar.
    Siente el paso cada vez más lento de su pareja y entonces le dice:

    - Espérame aquí Sessh, descansa, me pareció escuchar algo, iré a investigar.-
    - ¡ No Inuyasha, aguarda, no te alejes solo !- le responde intentando seguirlo.
    - Estaré bien- le dice Inuyasha empujándolo suavemente hasta que lo deja sentado y recargado en la pared.
    - ¡ Mmmpgh ! - se muerde los labios Sesshoumaru tratando de acallar el dolor que lo atenaza.
    - ¡ Vuelvo en seguida ! - le dice alejándose hacia donde le parece percibir un muy tenue sonido.

    Sesshoumaru se deja caer nuevamente, sus pensamientos luchan por mantenerse lúcidos ante la creciente fiebre, pero después de lo que le parece una larga espera, empieza a impacientarse conforme los minutos siguen pasando, entonces trabajosamente se incorpora apoyándose en su improvisado bastón dispuesto a ir en su búsqueda.

    - ¡¡ Inuyasha !! - lo llama en voz alta, más no recibe respuesta, entonces lentamente se pone en marcha hacia donde le ha escuchado irse.
    - ¡¡ Inuyasha !! - repite elevando la voz escuchando la resonancia en las paredes de roca.

    Pero... entonces... a lo lejos, a una distancia indefinida... lo escucha.

    - ¡ Espera Sesshoumaru, voy para allá, sólo ayúdame con tu voz, onegai ! -
    - ¡Estoy aquí Inu... sigue mi voz... estoy justo... - !
    - ¡Aquí ! - le dice en tono alegre Inuyasha tratando de infundirle ánimo y fuerzas abrazándolo por la cintura.
    - ¿ Estás bien? - le dice acariciando su espalda - ¿ Encontraste algo ?-

    Inuyasha lo toma de la mano y guiándose con su " bastón " y todos sus sentidos agudizándose al máximo le dice :

    - Ven conmigo, hallé algo muy importante -
    - ¿ Qué es ? -

    No le responde y caminan un trecho y entonces el chico le dice :

    - ¿ Lo escuchas ? -
    - N...no ¿ Qué es ? -

    Lo jala un poco más allá.

    - ¿ Y ahora ? -
    - ¡ Vamos Inu , no estamos para adivi... ! - se queda mudo al percibir tenuemente el sonido
    ¡ Parece...! -
    - ¡¡ Agua , Sessh encontré agua !! ¡ Ven ! -

    Sesshoumaru se deja guiar llevado además por ése entusiasmo tan característico de Inu, esa luz que lo ha iluminado sin parar desde que lo conoce.
    Apresuran el paso y poco a poco escuchan cada vez más fuerte y claro el inequívoco sonido del agua al correr.
    Inuyasha se detiene y siempre guiándose por el oído, encuentra la fuente del sonido, es un pequeño arroyo subterráneo, suelta la mano de Sesshoumaru y se encoge, olfatea el agua, la prueba y entonces exclama:

    - Parece que no hay riesgo en beberla -

    Enseguida en vez de apagar su insoportable sed, juntando sus manos las usa como recipiente para recoger un poco de agua en ellas, se incorpora y las acerca a Sesshoumaru que ya se encuentra a su lado ofreciéndole la fresca y cristalina agua.

    - ¡ Bebe Sessh, tu lo necesitas más que yo ! -

    El mayor toma las manos del chico entre las suyas y con ansiedad apura el contenido en ellas.

    - ¡ Gracias Inu chan ! - le dice relamiéndose los resecos labios.
    - ¡ Ven aquí Sessh ! - lo guía y entonces éste se agacha y bebe una buena cantidad con desesperación, a la vez que Inuyasha hace otro tanto a su lado.

    Sienten renacer sus fuerzas, pero deciden descansar en un lugar cercano a éste, pues ya son las primeras horas de la madrugada, según indica el reloj de Sesshoumaru, el cual es la única referencia de tiempo que tienen, aunque ésta medición está dejando de tener sentido para ellos, pues aquí no hay día ni noche, ayer o mañana.
    Se vuelven a recostar, Inuyasha se encuentra sumamente preocupado, pues el cuerpo de Sesshoumaru sigue aumentando de temperatura.



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    Unas horas antes...


    El personal de Sesshoumaru, investigadores y agentes de seguridad han trabajado a marchas forzadas, ya han dado con la casa donde tuvieron secuestrados a los No Taisho, al llegar al lugar encontraron numerosos rastros de la violencia que tuvo lugar ahí, hallaron la cama con las correas, manchas de sangre por aquí y por allá, no saben que pertenece a Naraku debido a la tremenda golpiza que recibió de manos de Sesshoumaru, así que arman toda clase de suposiciones. Encontraron también largos cabellos blancos en el lecho, aún cuando es claro a quién pertenecen, los han mandado analizar solo para confirmar a quien pertenecen.

    Ya son las primeras horas de la noche y se encuentran siguiendo las pistas que los conducen al bosque, aunque la oscuridad que ya empieza a envolver el lugar está haciendo cada vez más difícil el avance al seguir el rastro.

    Cuando llegaron al lugar a media tarde, la casa ya estaba completamente sola, no tenían modo de saber aún que habían llegado un día tarde, pero sí encontraron numerosos rastros de los yakuzas y una enorme cantidad de casquillos de bala por los alrededores de la casa.

    Ellos tienen la consigna de seguir buscando, pues mientras no haya cuerpo alguno, los No Taisho siguen considerándose vivos y no pararán hasta encontrarlos y se hallan cerca... tan cerca.



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    El despuntar del alba es realmente hermoso aún cuando dentro de la mina no haya el menor indicio de ello...


    Inuyasha se despierta primero y nota enseguida el cuerpo enfebrecido de Sesshoumaru, se pasó una buena parte de la noche en vela aplicándole compresas hechas con lo que quedaba de su camisa y mojadas en la fresca agua del arroyo.
    Sesshoumaru no da muestras de despertar aletargado por la alta temperatura en su interior, entonces Inuyasha continua con su ir y venir al arroyo remojando las compresas, luchando contra la implacable fiebre. Después de un buen rato nota como la temperatura ha bajado un poco, entonces lo deja descansando y se dedica a explorar los alrededores.

    Sigue por un rato el curso del río que tomará como guía para volver al lado de Sesshoumaru; ha caminado ya un buen trecho y empieza a pensar en regresar para ver como se encuentra Sesshoumaru, cuando lo nota... percibe otro leve cambio en el denso aire de la mina.

    Es una leve, muy leve corriente de aire más ligero y fresco, sigue entonces avanzando hasta que el cambio en el ambiente ya es bastante notorio, llega a tropezones hasta lo que le parece es un punto donde se cierra el camino, toca ansioso con sus manos y entonces llega hasta sus oídos lo que piensa es la más hermosa música que haya podido esperar escuchar ahí.

    Es el inconfundible canto de algunos pajarillos que indudablemente se encuentran al otro lado de la pared con la que ha topado, sigue tocando con sus manos hasta que siente lo que parece una pequeña hendidura entre las rocas, saca su mano con trabajos por ella siente un ambiente mucho más fresco, retira la mano pero entonces acerca su rostro y percibe el inconfundible aroma de la brisa de la mañana, mezclada con un olor a sal.

    Empieza a mover con ansias las piedras que bloquean lo que indudablemente puede ser su puerta de salida, pujando y forcejeando sin parar.

    - ¡ Déjame ayudarte ! -

    Escucha de improviso la voz de Sesshoumaru a sus espaldas, quien se despertó al ceder un poco la fiebre, notando enseguida la ausencia de Inuyasha. Se siente débil y con la salud quebrantada, pero siguiendo su instinto recorrió el sendero marcado por el arroyo al igual que Inuyasha hasta que lo escuchó y llegó a su lado.

    - ¡ Sesshoumaru , pero tú no puedes, estás muy débil ! -
    - ¡ Ya veremos si puedo o no ! - exclama con determinación.

    Y en un último esfuerzo emplea las fuerzas que le quedan para entre los dos ensanchar la abertura por la que empieza a entrar un hermoso rayo de luz y el aire ligero y fresco del exterior.

    Cuando tiene un tamaño adecuado , Sesshoumaru ayuda a Inuyasha a pasar por el hueco que han hecho saliendo primero de la mina, aún cuando éste insistía en hacerlo después, sin embargo Sesshoumaru casi lo obligó para seguirlo luego.

    En cuanto salen Sesshoumaru tiene que cubrir sus ojos acostumbrados por muchas horas al oscuro ambiente de la mina, cuando en ellos dan los suaves rayos del sol, aspiran sin embargo profundamente llenando sus pulmones con el fresco aire matutino que lleva el inconfundible aroma del mar.

    - ¡ Lo hicimos Sessh, lo logramos ! - Exclama Inuyasha que no cabe en sí de júbilo.

    A corta distancia de ellos, un par de chiquillos que pasaban casualmente por el lugar, se han quedado asombrados ante la visión de ellos surgiendo de las entrañas de la tierra, su aspecto debe de ser terrible, su blanco cabello enmarañado, sus doradas miradas y su extraña belleza aún cuando se encuentren cubiertos de tierra.

    - ¡¡ Unos demonios, auxilioooo !! -
    - ¡ Esperen niños, escuchen, ayúdenos ! - les grita Inuyasha al oírlos.

    Más ellos con su caña de pescar en la mano, salen huyendo despavoridos con rumbo a su pequeña aldea de pescadores a la que pertenecen.

    - ¡¡ Youkais, hemos visto unos Youkais !! -

    Inuyasha mueve la cabeza sin poderlo creer, los escucha alejarse gritando y le dice a Sesshoumaru:

    - Debemos seguirlos, seguramente hay alguna aldea por aquí cerca -

    Pero ya no obtiene respuesta, Sesshoumaru ha sobrepasado sus límites y victima de la fiebre, la tremenda tensión, falta de alimento y todo lo que han vivido, afloja el brazo que rodea a Inuyasha y solo alcanza a decirle:

    - ¡ Arigato Inu chan, gomenasai ! -

    Y se desploma finalmente entre esos brazos que se han tomado de él ya tantas veces para guiar a Inuyasha y a los que él ahora se ha abandonado, pasando a ser del guía al desvalido, ha quedado inconsciente en cuanto sus fuerzas lo abandonan al sentir a Inuyasha fuera de ese espantoso lugar.


    - ¡¡ Sesshoumaru, resiste por favor !! - exclama desesperado acariciando ese bello rostro.


    ¡¡ Sesshoumaruuuu !! -









    Continuará. . .


    Notas finales:



    Agradezco mucho su presencia, sus reviews y su apoyo.

    Bye, bye. :D
     
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61 replies since 27/3/2013, 06:49   7295 views
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