El Colegio Mixto (varias parejas)

Omegaverso- Alfas y Omegas siempre han estado en escuelas separadas pero ahora el Raimon se convirtió en un colegio mixto, ¿sobrevivirán alfas y omegas juntos?

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  1. Fidio_Aldena
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    glay-zaid-Ya mas adelante sabras mas de todas las parejitas ^^ y Sobre que Meia hacia en la temporada de calor de su nisama, nada, el calor de un omega solo afesta a los alfas solteros y sin lasos de sangre, me explico, el calor de un omega no afecta a un alfa que esta enlasado con otro omega ni a un alfa que sea de su misma sangre. Asi que en pocas palabras en la casa Shindou el único en problemas cuando llege el calor de Ranmaru será Takuto XD
    Limón-Si se que Hikaru es muy humilde y sumiso normalmente pero me pregunte como seria si lo hubiese criado Kageyama que era un creido y tenia poder… y esto fue lo que salió XD
    Bloody_no_Kissu-Jajaja estoy de acuerdo contigo el peligro mas grande para la virginidad de Hikaru yace en su propio guardaespaldas XD
    Hitomi Fubuki-Buscalo en google pero Sousuke es el goleador del equipo de Kishibe, es un malcriado que no obedece a su capitán XD
    andorea-Pues la verdad Vanfeny se me hiso un poquito engreído (de una forma adorable) cuando lo vi por primera ves asi que se me quedo esa impresión de el XD Asi como la de que Wolfein es un salvaje XD


    Capítulo 7: Salida, encuentros y casualidades

    Chet Snow se quejó cuando chocó con alguien y los paquetes que llevaba en sus manos cayeron, mientras su dorado cabello atado en una coleta se le metía en un ojo, asiéndolo manotear para apartarselo.

    -¿Estas bien? -Chet levantó sus ojos encontrándose frente a él, al alfa de cabellos blancos de la academia Raimon.

    -Yuchi-sama -lo reconoció aceptando la mano que este le daba para ayudarle a levantarse.

    -¿Chet Snow, verdad? -preguntó Yuchi después de ayudarle a levantarse fingiendo desinterés por que en realidad tenía muy claro el nombre del chico al que le habían ganado él y Amagi, no había forma de que el olvidara esas largas y lindas piernas que había visto el día del partido. El rubio asintió– ¿Sabes? Lo había notado en el entrenamiento antes, pero ahora me doy cuenta que me quedé corto… eres anormalmente alto para ser un omega -dijo Yuchi espontáneamente.

    Chet se sonrojó y bajó la cabeza avergonzado. Sabía que era anormalmente alto para ser un omega, era el más alto de su equipo junto con Mahoro y de su colegio completo, eso lo cohibía mucho, era de echo mucho más alto que muchos alfas. Si habían alfas de su edad mas altos que el y Mahoro pero… eran pocos.

    -Eh, lo siento… eso fue brusco -le dijo Yuchi dándose cuenta de su torpeza.

    -No pasa nada, no dijo nada que no fuera cierto -dijo Chet en voz baja inclinándose para recoger las bolsas de la compra que se le habían caído, el alfa de inmediato se inclinó a ayudarlo con estas.

    -Te queda bien -le dijo Yuchi-. Tu altura me gusta, digo todo tú eres muy lindo -le dijo de forma brusca. Chet lo miró impresionado y con la boca abierta, nadie jamás le había dicho que era lindo, amable o insoportable cuando quería sí, ¿lindo? Sólo sus amigos omegas, pero nunca un alfa, la mayoría se asustaban cuando veían un omega que era más alto que ellos. No importaba cuanto Chet se esforzaba en ser un buen omega nadie quería a un omega que era más alto que un alfa- ¿Qué? -reclamó Yuchi incomodo al ver la cara de asombro del omega- No me dirás que es la primera vez que alguien te dice que eres lindo -dijo frunciendo en entrecejo-. Venga, que con ese lindo cabello largo y brillante y esos lindos ojos te lo han de decir todo el rato -le dijo con brusquedad Yuchi, sintiéndose estúpido por la cantidad de veces que le estaba diciendo lindo, pero es que era la palabra que mejor lo describía. Al ver la cara del omega sonrojada entendió que sí era la primera vez que alguien se lo decía- ¿Vives rodeado de gente ciega? -reclamó- ¿Cómo nadie se va a dar cuenta de lo lindo que eres? -reclamó frunciendo el entrecejo enojado- Eres el omega más lindo que he visto nunca -aseguró molesto, aunque interiormente se sentía estúpido, existían mil sinónimos, pero era como si sólo pudiera decirle lindo al alto omega que tenía enfrente.

    -Pero… ¿Pero mi altura no te asusta? -preguntó Chet tímidamente.

    -¿Por qué habría de asustarme que seas más alto que yo? -preguntó Yuchi mirándolo sin entender por qué de la pregunta. Chet sonrió con emoción y le hiso una reverencia al alfa tomando las bolsas suyas que este aun sostenía.

    -Arigato –susurró con una sonrisa tonta.

    -Deja eso -retuvo Yuchi con cara malhumorada las bolsas-, yo las llevo -aseguró-. Seré más bajito que tú, pero sigo siendo un alfa -dijo de pronto con una sonrisa y Chet se asombró de que este supiera bromear con el tema, pero antes de darse cuenta los músculos de su cara se habían movido solos, devolviéndole la sonrisa a Yuchi y asintiendo.

    -Volvía a mi casa -contó Chet.

    -Te acompaño entonces, ahora soy tu compañero de equipo después de todo -le dijo.

    -Hai, sempai.

    -Yuchi -le corrigió.

    -¿Qué? -preguntó Chet confundido.

    -Yuchi, puedes llamarme Yuchi -le repitió. Los ojitos de Chet brillaron y asintió.

    -Hai, Yuchi-san -asintió el rubio.

    ***


    Amagi Daichi a pesar de su gran tamaño era alguien muy amable aun asi tenia su temperamento cuando lo molestaban, pero nunca con un omega, con un omega el siempre era un caballero su papi omega y su padre alfa le habían criado bien en ese sentido, pero a pesar de su buena criansa no pudo evitar fulminar con su mirada al peli rojo, alto y ojos dorados que estaba a su lado. Tadashi Mahoro ni siquiera tuvo la decencia de parecer avergonzado mientras esperaban sentados en silencio a sus padres, en dos asientos al fondo de la pared de la comisaria. Debido a su edad y a que uno de ellos era un omega no los habían metido en una celda… ni siquiera los había esposados, pero ahí estaban, esperando a sus padres y todo por la culpa de ese omega raro de los cojones, que se comportaba… como un alíen, uno omega no debía comportarse de esa forma… era ilógico.

    Todo había empezado cuando Amagi estaba saliendo de la pastelería luego de haberse tomado un café con algunos donas, al salir había encontrado a Mahoro peleando con dos betas, su tonto instinto alfa había salido a defender a su futuro compañero de equipo y él, el siempre amable defensa del Raimon que odiaba meterse en lios, había acabado envuelto en una pelea a puñetazos, espalda con espalda con Mahoro, defendiéndose de cuatro betas, pues dos más habían salido de cristo sabía dónde. Él y Tadashi se las habían arreglado para ganar, pero había llegado la policía y los habían detenido a los 6 por alteración a la paz. De hecho Amagi estaba bastante impresionado de que no lo hubiesen metido a una celda, se entendía de Mahoro porque era un omega a pesar de sus pintas, pero a él nada le salvaba el culo de una, simplemente Mahoro se había agarrado a su mano cuando entraron en la patrulla y no la había soltado en todo el rato, y lo policías los habían dejado en paz junto al chico que mascaba goma tranquilamente.

    -Mis padres me van a matar -gruñó Amagi en voz baja, tratando de zafar su mano de la del extraño omega sin ningún éxito-. Esto quedará en mi expediente.

    -No quedará en tu expediente, relájate -le aseguró tranquilamente el otro chico.

    -Claro que sí.

    -No, no lo hará -sonrió Tadashi lo más tranquilamente de la vida. Amagi miró al omega como si este fuera estúpido, cuando el comisario, el que estaba a cargo de la comisaria se acercó a ellos, el alto alfa tragó saliva, pero Tadashi sólo se levantó de un salto y se arrojó sobre el hombre- ¡Hola, papá! -sonrió.

    -¿Maho-chan te estas metiendo de nuevo en líos? -le increpó el serio hombre acariciando el cabello rojo de su hijo y revisándolo en buscas de golpes- ¿Te hicieron daño? -preguntó.

    -Para nada, eran cuatro contra mí, pero Amagi-kun llegó y me salvó -señaló al Alfa-. Nos conocimos en el partido de Alfas vs Omega que tuvimos los titulares de Teikoku y los de Raimon antes de fusionarnos -le contó a su padre.

    -Ah, sí, ya me habías contado -asintió acercándose al alfa que se levantó tensamente, esperando… no sabía que esperaba en realidad-. Gracias por salvar a mi hijo, Maho-chan es mi único hijo y si le pasara algo no sé qué haría -le tendió la mano a un impresionado Amagi que sólo pudo parpadear y estrecharle su mano-. Será mejor que vayan a casa cada uno, está haciéndose tarde -les indicó- y no se metan en más líos, que sólo me dan papeleo que hacer –gruñó.

    -Te veo en la noche, papá -se despidió Mahoro tomando la mano de Amagi y arrastrándolo fuera de la comisaria-. Ves, te dije que no quedaría en tu expediente.

    -Pero… pero ¿Cómo es posible? -preguntó confundido el cabellos violetas.

    -¿Cómo es posible qué? ¿Qué sea hijo del comisario? -rompió a reír- Pues veras, todo empieza cuando mi papá, conoció a mi mamá y entonces…

    -¡Oh, cállate! -le fulminó Amagi con la mirada al ver que el otro se estaba burlando de él, sólo consiguiendo hacer reír a Mahoro mientras caminaban por la calle. Mahoro Tadashi resultaba tener el talento único para tocar las cuerdas del amable Amagi y sacarlo de sus casillas.

    ***


    Atsushi Minamisawa maldijo su mala suerte, en silencio, mientras estaba sentado esperando que el show del circo al que sus padres le hubieran hecho llevar a su hermana pequeña comenzara. Las luces se apagaron y Minamisawa sonrió, el espectáculo estaba a punto de comenzar, mientras más rápido comenzara y se acabara más rápido podría devolver a la pequeña peste a sus padres y recuperar su preciado tiempo libre.

    El espectáculo, aunque no quisiera admitirlo, fue divertido, sobre todo la parte de los trapecistas, esa parte fue hermosa.

    -Venga, volvamos a casa -le indicó a su hermanita levantándose y dándole su mano.

    -¡Quiero conocer a trapecista-sama! -exigió la mocosa que sólo tenía seis años.

    -Venga, Kinako, no des la lata y volvamos a casa -le pidió Minamisawa calmada y seriamente.

    -¡Que quiero conocer a trapecista –sama! -gritó la niña y luego de hacer una pataleta Minamisawa Atsushi se vio caminando con su hermanita de la mano a ver si les dejaban conocer a la linda trapecista que había impresionado a la chiquilla. Para su sorpresa cuando preguntó le dijeron que no había problemas y su hermanita saltó de entusiasmo mientras los guiaban hacia los carromatos.

    -Nara -llamaron a la puerta de uno de los carromatos que servían de camerino-, ¿Tienes tiempo para conocer a una niña? -preguntó el hombre desde el otro lado de la puerta, con Minamisawa y Kinako- Es tu fan.

    Kinako estaba que casi se salía de su piel, mientras Minamisawa esperaba tranquilamente, sólo un poco más y sería libre.

    La puerta se abrió y la hermosa trapecista de pielo morena, ojos oscuros, y cabellos celestes largos se asomo en ella.

    -Hola -saludó al hombre y a los dos chicos con una sonrisa amable.

    -Nara, estos dos chicos te quieren conocer -le informó el amable hombre.

    -Muchas gracias por recibirnos, señora -le dijo Minamisawa muy bien educado-. Mi hermana Kinako quedó impresionada con usted y quería conocerle -le informó poniendo una mano sobre la cabecita de su hermana que miraba a la trapecista con estrellitas saliendo de sus ojos.

    -Hola, bonita -le saludó maternalmente Nara a la chica-. Pasen -sonrió abriendo la puerta para dejarlos entrar, Kinako pasó primero con la trapecista y Minamisawa lo hiso al último mirando el pequeño camerino hasta que se topó con el chico demonio que le había caído a pelotazos con el otro chico a Kariya y a Yamato del partido alfas vs omega. Bajito, con cabellos celestes, piel morena y ojos negros a deducir por su único ojo visible, Kurama Norihito.

    -Mi hijo Norihito -presentó Nara al chico que miraba a Atsushi con la boca abierta.

    -Ya nos conocemos -dijo Minamisawa recuperándose rápidamente. Nara los miró con curiosidad.

    -¿De dónde? –preguntó amablemente.

    -De Raimon Academy -le respondió Kurama al fin sacudiendo la cabeza.

    -Oh, qué bien -sonrió Nara antes de volverse hacia Kinako para entablar una conversación con la entusiasta chiquilla.

    -Nori-chan, por que no vas y traes un par de refrescos para Kinako y su hermano -le pidió a su hijo que saltó al suelo pues estaba sentado sobre una mesa.

    -Hai, mamá -dijo el chico.

    -¿Lo podrías acompañar, Minamisawa-san? -le pregunto la amable mujer.

    -Claro -dijo después de mirar a su hermanita que estaba pegada como lapa a Nara. Kurama y él salieron juntos del carromato hacia uno de los candyland del circo.

    -Lamento lo de mi hermanita, es un poquito caprichuda. Es la única chica y para colmo omega de mi casa así que ya te lo podrás imaginar -comentó Atsushi por decir algo y romper el silencio.

    -Está bien, a mamá le encantan los niños y sólo me tiene a mí, por eso trabaja aquí -le dijo Kurama encogiéndose de hombros.

    -¿Vives aquí? -preguntó Atsushi.

    -Nop -negó Kurama-, aunque casi, pasamos mucho tiempo aquí entre los ensayos de mamá y los show, pero tenemos un pequeño apartamento a unas cuadras de aquí, mamá quería que tuviéramos nuestro propio lugar cuando yo empecé a crecer -dijo tranquilamente.

    -¿Y tu papá? -preguntó Atsushi antes de darse cuenta.

    -No tengo, nos abandonó -dijo Kurama mirándolo a la defensiva, su mamá era genial y si decía algo indebido le rompería la cara al alfa.

    -Pues tremendo tonto, él se lo pierde. Se nota que tu mamá es una buena mujer, y aunque tu eres un payaso malhumorado… eres lindo -le dijo Atsushi.

    Kurama miró al alfa parpadeando confuso, por un lado se sentía alagado y por el otro quería estrangular al alfa. Minamisawa le miró y sonrió, y al final Kurama le devolvió la sonrisa negando con la cabeza.

    -Vaya, parece que somos tal para cual, deberíamos hacer un dúo de payasos aquí ¿No crees? -le preguntó Kurama haciendo reír a Minamisawa, algo que pocos conseguían.

    -Nada mejor que un omega con sentido del humor -le guiñó un ojo el chico de ojos bicolor.

    -Nada mejor que un alfa con sentido del humor –asintió Kurama y ambos se sintieron un poco más cómodos el uno con el otro, mientras iban por los refrescos.

    ***

    Ryuzaki acaba de llegar a la pista para entrenar cuando vio a un chico bastante rápido corriendo en ella.

    -uhmm… No está nada mal –aprobó cuando el chico llegó a la meta y se detuvo a tomar agua fue entonces que lo reconoció, ese cabello plata en puntas y lindos ojitos negros- Oh, Miyabino-kun ¿No? -preguntó acercándose con una sonrisa. El portero de Teikoku levantó la cabeza mirando al alfa.

    -Ahhh, el chico monstruo de Tenma -comentó Miyabino. A Ryuzaki le salió una gotita en la cabeza al recordar eso.

    -Ryuzaki Ouji-le corrigió. Miyabino ladeó la cabeza mirándolo con curiosidad.

    -No te sientas mal por haber sido llamado monstruo por Tenma lee mangas de terror a pesar de ser un cobarde para esas cosas y luego todos somos vampiros, o zombis o lo que sea que haya leído la noche anterior -le consoló.

    -Eres pésimo consolando -rompió a reír Ryuzaki. Miyabino Reichii le sonrió de vuelta.

    -Eso de que todos los omegas tenemos talento innato para consolar… es falso -le dijo como si le contara un secreto.

    -Ya veo -asintió Ryuzaki divertido-. Nunca te había visto aquí -le comentó, él siempre usaba la misma pista para entrenar.

    -Soy nuevo en el barrio -le respondió mientras Ryuzaki empezaba a calentar-, mis padres se acaban de mudar a una casa cerca aquí y es la primera vez que uso esta pista ¿Tu vienes mucho? -le preguntó.

    -Sip, esa es mi casa -le señaló una de las casas que se podía ver desde la pista-. Así que siempre vengo aquí a correr un poco y entrenar -le respondió.

    -Vaya, pues casi somos vecinos, nosotros nos mudamos ahí -le señaló Miyabino una casa al otro extremo.

    -Mismo colegio, mismo vecindario… una indirecta del cielo -bromeo Ryuzaki. Miyabino sonrió.

    -Ya te gustaría tener tanta suerte -rio- ¿Corremos un rato juntos? -le preguntó el mas bajo.

    -No estaría mal -aceptó el alfa asintiendo. Estuvieron un rato corriendo juntos aunque más bien iban trotando sin prisa mientras platicaban, Miyabino le contaba del equipo Omega y Ryuzaki le contaba del equipo Alfa. Pronto comenzó a anochecer y la hora de la cena se acercaba para ambos chicos.

    -Ya tengo que irme -dijo Miyabino deteniéndose y tomando su toalla para limpiarse el sudor.

    -Eh… ¿Te parece si nos vemos aquí de nuevo para entrenar mañana? -preguntó Ryuzaki nervioso, tratando de aparentar calma… sin ningún éxito.

    Miyabino sonrió, se le hacía tierno el gran alfa.

    -Vale, es una cita, te veo aquí a las tres y nos echamos una carrera -se despidió con la mano encaminándose a su casa.

    -¿Cita? -preguntó Ryuzaki desconcertado, parado en el mismo sitio con cara de tonto, hasta que al fin las palabras procesaron en su celebro y se sonrojó-. Baka -masculló dirigiéndose a su casa.

    Continuará…

    Bueno en orden:
    Que les parecio el encuentro de Yuchi y Chet?
    Que les parecio el encuentro de Mahoro y Amagi?
    El de MInamisawa y de Kurama?
    El de Miyabino y Ryuzaki?
    De los cuatro encuentros cual fue el que mas les gusto?
     
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