Lo que fuimos y somos.

Capítulo 5.
Chocolates de Bélgica acompañados de una cena.

No es fácil para mí expresar mis sentimientos, aquella palabra “Te Amo” es la más difícil que he conocido, aunque no la pueda decir en el interior estoy tan ¡Jodidamente enamorado!, pero ¿Por qué no puedo deletrear aquella palabra?

Al igual que mi hermano puedo ser a veces un poco conservador, decirle aquella palabra a un “hombre” no es fácil, puedo besarlo, podemos hacer el amor, pero decir aquella palabra, decírselo a él, significa que acepto mi sentimientos y quien soy, lo que soy, lo que siento por Usagi, significa que me gustan los hombres, no es fácil aceptar eso cuando toda tu vida escuchas que la orientación homosexual es algo pecaminoso, algo intolerable, ¡Aja!, me gustaría que ellos sintieran lo que siento, no entienden, solo juzgan, no hay explicación, no saben los sentimientos del corazón.

En cambio, por ejemplo que Usagi ame a Aikawa, es algo más fácil, por algo así quiere que suceda su padre, ellos no tendrían que estar a escondidas, miles de fotos, pero eso que importa ¿no?, pero aunque no lo demuestre y jamás lo diga, me gustaría aparecer en alguna foto con él, sobre todo que la gente supiera, no estar escondiendo nuestros sentimientos, ser libres, no estar enredados en millones de cables que no nos permiten volar libres como palomas blancas en el atardecer de algún parque mientras los niños juegan.

Chocolates de Bélgica, están en el refrigerador, destapo la caja, como uno por uno esperando quitarme este dolor, esta nublado y en el televisor no hay nada de interés, algún programa cómico para alegrar este día gris como “Los Simpson”, pero no hay nada, nada, solo alguna
película romántica como “Diario de una pasión”.

–Me gustaría acabar como ellos, morir juntos- Me digo mientras introduzco un chocolate en mi boca.

Me levanto del sillón terciopelado, voy directo al refrigerador de nuevo, tomo una lata de “Coca-Cola de vainilla” regreso al sillón.

-Diablos, ninguna programa cómico- Tomo un sorbo y un chocolate a la vez.

Estoy en la desesperación, Usagi no está, esta con ella, ¿qué estarán haciendo?, ellos se divierten, yo sufro, todo tiene una causa y efecto.

-Deja de ser tan melodramático- Me digo, mientras tomo otro sorbo de mi bebida.

Ladeo la cabeza y miro hacia la puerta, ningún movimiento, todo sigue igual, solo yo con los chocolates y mi bebida favorita.

-Nosotros….éramos muy cercanos, apenas puede levantarse para desayunar conmigo, ya no insiste como antes en llevarme a algún lugar en su lujoso auto deportivo color rojo, ya nada es lo mismo.

El campo de visión de Misaki se había vuelto borroso, los chocolates de Bélgica habían causado efecto, él era una persona completamente intolerante al alcohol, aunque sea un porción, la caja de chocolates estaba vacía, pero esta vez no agarraría la camisa de Usagi, esta vez sólo se acostaría, no importa que se resfriara como había dicho Usagi una vez o de que lo extrañara.

El golpe de la puerta al cerrarse despertó Misaki, este pestañeo por el acto que le había causado aquel golpe, un dolor de cabeza y unas ganas de abofetear a alguien por el dolor que sentía.

Olor a mujer, perfume de marca “Lacoste” quizás, pero no era de él, porque Usagi había adquirido la nueva esencia de “Chanel” para caballeros y Misaki conocía perfectamente el aroma, sobre todo cuando se combinaba con el olor a cigarro.

-Misaki, deberías subir a tu habitación si tienes tanto sueño- Dijo Usagi mientras desajustaba su corbata.
-¡Whoa!, no- Misaki resoplo.
Usagi saco una botella de vino blanco y dos copas.
-Misaki, ya que no tienes ganas de dormir, mejor ¡Celebremos!- Dijo con entusiasmo.
-¿Celebrar que?- Pregunto Misaki mientras se pasaba su mano sobre su cabello de color castaño, desenredándolo formando unos picos y acomodándolo a la vez.
-He sido nominado al “Premio de la literatura 2013”-

Misaki puso los ojos en blanco. No le gustaba la idea de tener que ir a algún evento prestigioso, sobre todo porque Aikawa sería la acompañante de Usagi. ¡Rayos! grito para sí mismo.

-No me entusiasma la idea, tú sabes cómo me ponen esos eventos, pero dadas las circunstancias, creo que sería una perfecta excusa para salir… juntos-. Dijo Usagi.
-¿Qué?- Pregunto y grito Misaki a la vez, estaba un poco aturdido.
-Me gustaría olvidar por completo mi trato con “BEST MANAGET”, ya lo he hablado con Aikawa y ella está completamente de acuerdo, es hora de cambiar la jugada con mi padre-. Usagi sirvió el vino blanco en las copas.
Misaki se mordió el labio con el estómago nervioso.- ¿Estás seguro de eso?-. Misaki temía la respuesta, no había imaginado que Usagi pensara tal decisión mucho menos que la efectuara.

-Absolutamente- Usagi le paso la copa que contenía vino blanco a Misaki y por el nerviosismo de aquella decisión Misaki derramo un poco sobre el piso que ocasiono que se sonrojara.

Usagi sonrió.

-¿Aceptarías bailar conmigo?- Dijo Usagi con un toque romántico, mientras ponía un poco de música al estilo de “Beethoven”.
Misaki se sentía tan enamorado, por ahora decir la palabra “Te Amo” sería la decisión correcta y no le parecía tan difícil deletrearla, pero no sabía porque no la decía. –Claro que si-

Misaki se sintió torpe a los pasos de Usagi quien parecía un maestro del baile, Usagi lo llevaba de lugar en lugar, dando unas pequeñas vueltas y unos besos que danzaban junto a ellos, como cambia todo en un abrir y cerrar de ojos esa frase era tan cierta como el nerviosismo que Misaki sentía en ese momento.

-¿Quieres ir a la ceremonia conmigo Misaki?- Pregunto Usagi mientras daba un paso hacia delante de él.
-Uh-huh- Respondió Misaki.
Usagi arqueo las cejas.- ¿Qué dijiste Misaki?

Misaki se estaba quedando dormido, el haber bailado, tomado algunos sorbos de vino blanco y los chocolates de Bélgica no eran la mejor combinación cuando se trataba de Misaki, el estiro su brazo con deseos de dormir y Usagi lo levanto como lo acostumbraba hacer desde que
Misaki se había mudado a su departamento, lo cargo y subió las escaleras sin ningún problema.

En la habitación, hecho a Misaki encima de la cama, le desabrocho su camisa de color verde limón, la dejo a un lado, el siguiente paso fue quitar el cinturón color marrón y quitarle el pantalón de mezclilla, los doblo y los puso en un rincón en una meseta.

Lo vistió con una playera color blanco hueso acompañado de un short del mismo color. Lo miro fijamente por unos instantes, le parecía hermoso verlo dormir, quería saber que soñaba, esperaba que sin querer Misaki dijera su nombre en sus sueños, pero no ocurrirá eso, tal vez en sus novelas BL, pero en la realidad no.

Salió de la habitación, cerró la puerta despacio tratando de no hacer ningún ruido, siguió su camino, se desvistió, dejando solo su bóxer puesto y se acostó tapándose con las sabanas, el sueño vino de inmediato.

****

Misaki cocinaba huevos revoltillos, con pan tostado, un poco de café suficiente para los dos, esperando y viendo impacientemente el reloj, la esperanza de que Usagi bajara por esas escaleras a desayunar con él, no lo dejaban respirar, había pasado una semana desde que Usagi no bajaba a desayunar y anteriormente algunas veces desayunaba con él, no podía creer que había pasado seis meses desde que “BES MANAGET” entro en sus vidas, pero por lo poco que podía recordar de la noche anterior sabía que desaparecería de su vida sin dejar rastro
alguno.

Las siete exactamente marcaban en el reloj y el sonido de una puerta aporreándose contra la pared, hizo que Misaki se estremeciera, aquel sonido era perfecto para los oídos de Misaki, sonrió para el mismo y sirvió el desayuno.

******

Olía a césped recién cortado y Misaki resolvía un crucigrama del periódico, le gustaba realizar aquella actividad, le daba serenidad, significaba que todo estaba bien.

Desde que habían desayunado Usagi se había encerrado en su estudio, pero antes le había dado un beso a Misaki en su sien y prometido que esta noche saldrían a cenar, Misaki voló interiormente.

Desde entonces Misaki no paraba de sonreír, limpio el departamento de pies a cabeza, hecho un poco de aroma piña-limón en toda la casa y en su armario buscaba algún traje que le asentara para la ocasión y que expresara lo feliz que estaba.

Misaki se había bañado después de Usagi, aquella tarde Usagi había hecho unas llamadas a la editorial y tal vez al restaurante donde cenarían, esta vez él había dicho que nada privado y que no le importaba lo que la gente y su padre pensara sobre ellos.

Se vistió un poco lento, se puso su “Chanel NO.5” y unos zapatos de vestir negros que hacían juego con el traje. Realmente lucia espectacular, el traje le hacía relucir su cuerpo esbelto, todo ajustado, Usagi quedaría fascinado, eso deseaba Misaki interiormente con un poco de arrepentimiento por lo que pudiera pasar esa noche.

Usagi llevo a Misaki al restaurant “Bull-Bear” era el restaurante de moda, ofrecía comida francesa que le recordaba un poco a Inglaterra cuando iba a algún restaurante que tuviera toques de la aristocracia de aquella época.

El camarero les ofreció una mesa cerca de una vista hacia la fuente, todos veían al famoso escritor de renombre y nuevamente nominado al premio de la literatura Usagi, pero algo era inusual, su bella acompañante estaba ausente en vez de ella venia un joven que parecía común fuera del estatus social de Usagi, algunos murmuraban sobre Misaki, mientras otros tomaban sorbos de vino tinto.

-¡Oh!, ¡Vaya!, has decidido cambiar de acompañante esta noche Usagi- Decía Isaka un poco entusiasmado.
-¿Qué haces aquí?- Usagi fanfarroneo, porque Isaka se había entrometido en la cena que tenía con Misaki, aparte de que dada las cosas de la vida, él había vuelto aparecer como aquella ocasión cuando había tenido su primera cita con Misaki.
-No seas aguafiestas Usagi, vine a cenar con unos compañeros de trabajo, pero la cosa aquí es que ha venido un tipo que se aproxima a tú edad, dijo que su nombre era…-Takahiro-.

Misaki abrió los ojos, su hermano estaba ahí, los había visto dirigirse hacia aquella mesa, ¿qué habrá pensado?, estará muriéndose de pena al ver a su hermano pasearse con Usagi como si fueran novios.

A Misaki le dolía el estómago, pero no por tener hambre, si no por temor.

Capítulo 6.
Hay que sacar la basura

Tomo un vaso con agua, estoy nervioso, mi estómago cruje, Isaka me mira feliz como si hubiera hecho una travesura y reaccionara como un niño.

Le pido a Usagi que nos vayamos, me siento mal educado y una molestia, apartando toda mi felicidad, todo lo que Usagi sacrifico para venir esta noche a cenar, para que tuviéramos una cita de verdad. -¡Dios!-pienso “Una cita de verdad” la está teniendo conmigo, no con alguien a quien su padre eligió de cientos de chicas.

Me siento como en la mañana cuando saco el contenedor de basura y huelo la peste de algo podrido como una cascara de plátano o algo parecido. Y ese olor repugnante es Isaka, molestando en nuestras vidas, en nuestra felicidad, estoy lidiando en mi cabeza el hecho de que hago sentir incomodo a Usagi, no quiero que piense que me avergüenzo de él, pero mi hermano…. No puede saber de esto, no me lo permitiré.

Asiento la servilleta a un lado de los cubiertos, Isaka hace algún comentario sarcástico. <espera, estas siento melodramático, él no sabe quién es> me digo a mi mismo, así que saco conversación.

-Y ¿Qué has venido a hacer?, digo parece ser que nuestros encuentros siempre son en algún restaurante- Doy una pequeña carcajada.
-Sí, eso parece- Reafirma Isaka.-Bueno, una cena de negocios, como te decía aquel joven Takahiro me ha parecido alguien interesante, sobre todo cuando le he preguntado su apellido, el viene desde Osaka y que yo sepa su apellido no es muy común de ese lugar, sobre todo cuando tiene parentesco contigo, o no te apellidas ¿Takahashi?-

-¡Dios!, él sabe quién es- Miro de reojo hacia la mesa donde se encuentra mi hermano.
-¿A qué viene todo esto?- Interrumpe Akihiko.
-Sólo tengo una pregunta. ¿Es Algún pariente tuyo Misaki?

Un nudo se me forma en la garganta, tan simple como decir que si, tan sencillo como decir que no he huir.

-Desea ordenar- Interrumpe el camarero mientras nos mira un poco entusiasmado, seguramente por el tan aclamado escritor Usami Akihiko.
-Por el momento no, gracias- Akihiko sonríe y despide el camarero por unos minutos.

-No respondiste, Misaki- Acentúa mi nombre al final.

Se me había olvidado su presencia.

-¿De dónde lo conoces o porqué lo conoces?- Ignoro su pregunta
-Takahiro pide un puesto de trabajo en nuestra editorial- Dice mientras toma asiento.
-¿Un puesto de trabajo?- Estoy muy sorprendido, desde cuando está pensando en trabajar como editor.
-Así es, como Jefe del departamento de relaciones públicas-

Jefe de relaciones públicas, piensa Misaki, piensa. Y el recuerdo pega en mi mente, Takahiro menciono sobre un curso que se impartiría a inicios de primavera sobre publicidad, me había dicho que estaba muy interesado, era algo que le llamaba mucho la atención después de economía.

-Esperen un momento- Dice Isaka, se levanta y miro a Usagi a los ojos, no sé qué hacer, quiero disfrutar este momento, no quiero tirar todo a la basura, por fin tenemos una cita, pero no es como cualquier otra, estamos en público y él no está con Aikawa.

Isaka regresa antes de que pueda hablar y con el trae a Takahiro.

Sus ojos se abren como dos platos, ajusta sus anteojos y se hace un lado de Isaka para tratar de hablarme, pero Isaka no lo deja interrumpiéndolo.

-¿Él es algún pariente tuyo Misaki?-
-Sí, él es mi…hermano- Digo tímidamente

-¡Vaya!, Akihiko ya conociste a tu cuña….- Lo interrumpo un poco molesto

-Hermano, que sorpresa verte aquí- Digo aun molesto por lo que Isaka estuvo a punto de decir.
-Lo mismo digo Misaki, no esperaba verte aquí con Usagi- Dice mientras nos sonríe a ambos.
-Bueno, nosotros… hemos venido por… para celebrar que a Usagi lo han nominado a un premio muy importante-
-Muchas ¡felicidades Usagi!- Takahiro le otorga una sonrisa.

Y antes de que pudiera decir alguna palabra, Isaka pide hablar conmigo a las afueras del restaurante.

Miro de reojo a Usagi y le sonrió a Takahiro, me voy con Isaka un poco confundido.

Al llegar a un lugar con muy poca luz, puesto que el único faro que alumbra este rincón está descompuesto y de repente se prende, pasan los autos y el ruido es un poco molesto, así que nos vamos un poco más al fondo, donde podamos hablar tranquilamente supongo, puesto que estando aquí ni si quiera las personas curiosas podrían escucharnos.

-¿Te diste cuenta Misaki?- Me pregunta mientras se ajusta su corbata.
- ¿Darme cuenta de qué?- me siento incómodo y algo aturdido por su pregunta.
-Las molestias que pudieras causar, el escándalo que puedes armar al pasearte con Usagi en algún lugar el público, piensa si las personas empiezan a especular. ¿Quién es aquel joven que ha logrado entrar en la vida de Usami Akihiko?
-Como sabes me encargo de dar una buena imagen de Akihiko, lo que menos me gustaría es que Akihiko sea protagonista de algún escándalo por parte de la prensa rosa.
-Ya hemos tenido esta conversación anteriormente Isaka- Digo taciturno, porque sé que tiene toda la razón.
-Ya lo sé Misaki y me dijiste que la única relación que tienes con Akihiko es de que él es tu casero y tu alguien que se hospeda en su departamento, sigue siento esa tu relación ¿con él?- Se mete las manos en las bolsas de su pantalón.

-Absolutamente- Algo se rompió dentro de mí, una vez más niego de la relación que tengo con Usagi, ya debería estar acostumbrado, pero el sentimiento de tristeza es como la primera vez.

-Me parece perfecto, así que ¿Entramos?- Me ofrece entrar antes que él y camina un paso atrás del mío.

Lo único que puedo observar es a Usagi conversando amenamente con mi hermano Takahiro, como si hace años que no se vieran o incluso nunca hablaran por teléfono.

Mi asiento está ocupado por Takahiro así que me siento del lado izquierdo de él e Isaka me acompaña.

Me siento un estorbo, no quiero que la imagen de Akihiko se sienta afectada por mi culpa, quiero llorar, quiero dejar libre mis sentimientos, expresar este dolor que me dice que no se ira, alguien en quien confiar, antes hubiera pensado en decirle a Aikawa sobre esto, pero ahora no estoy totalmente seguro, tal vez todos piensan igual que Isaka, si sigo estando con Usagi, solo le complicare la vida, no quiero que el sufra o que la gente lo critique, debería hacerme a un lado, dejarlo ser feliz con alguna mujer, que se case como lo desea su padre.

-¡Hermano!- Digo de la nada y todos voltean a verme-Quiero tomar una especialización en Estados unidos sobre comercio internacional.

Sera por nuestro bien Usagi, será por el bien de todos, espero que me perdones si he decidido abandonarte, prefiero que pienses que soy un cobarde a que tú te veas afectado.

Capítulo 7.
Un Misaki fuerte a la medianoche.

Me encierro en la habitación, me tiro encima de la cama y juego un poco con el BlackBerry, pierdo rápidamente porque no puedo concentrarme, Usagi está lleno de sentimientos una mezcla de miedo, tristeza y molestia.

Durante la cena se portó normal como si la noticia la hubiera visto venir, aunque pienso que fue para disimular los sentimientos encontrados.

Takahiro estaba asombrado por mi decisión, incluso yo estaba frenético con el corazón palpitando más rápido que cualquier otro día, pero lo que más invadía mis pensamientos era el saber ¿cómo se sentiría Usagi acerca de eso?

Me quito los zapatos color marrón y me deslizo entre las sabanas, esperando que Usagi abra la puerta y me exija una explicación, entonces tal vez le diga la verdad de mis acciones, pero si lo hago él se negaría a dejarme ir y cometería una locura, pero sobre todo saldría lastimado, es mejor que lo abandone y así nadie sabrá sobre nuestra relación, Isaka podrá vivir tranquilo, al igual que el padre de Akihiko, él se podrá casar algún día con Aikawa y formar la familia que siempre quiso.

Quiero ver el color de sus ojos, ver su sonrisa, oler el humo del cigarro, su esencia, quiero todo de él.

Akihiko entra ¡por favor! Suplico en mi mente, podría cometer un impulso y decirte la verdad, todo es un conflicto en mi mente, miro el techo, miro los alrededores, necesito a Suzuki-san para decirle mis conflictos emocionales.

Media noche me digo a mi mismo, estoy preocupado, Usagi no se ha aparecido, no he escuchado algún ruido, así que me vuelvo valiente, salgo rápidamente de la cama, me pongo alguna bata de las que me regalo en navidad cubierta de osos como Suzuki-san.

Giro el picaporte, miro rápidamente como un espía que sigue a algún ladrón de un importante banco, no hay nadie, voy rápidamente hacia la habitación de Usagi, abro la puerta esperando verlo fumar o escribiendo algún manuscrito para su próxima novela que Aikawa espera con ansias.

Pero no hay nadie, la luz está apagada, cierro la puerta y bajo las escaleras, lo único que veo es a Suzuki-san en la sala sentado como cada día en el sofá principal terciopelado de la sala.

Camino hacia la cocina, no hay nadie, sigo buscando en la habitación, en su estudio quizás pienso rápidamente, abro la puerta de su estudio y todo está igual como lo deje cuando hice la limpieza en la mañana aunque con un toque de humedad.

Es mi culpa digo al vacío.

Subo las escaleras rápidamente, abro la puerta de mi habitación, voy directo hacia mi escritorio y agarro el BlackBerry, intento llamarlo,
contesta al tercer ¡bip!

-¡Usagi!- Digo apresuradamente.
-………Misaki, ¿Qué Ocurre?-Responde con un poco de demora, se escucha tranquilo.

Escucho ruidos, una persona hablando tratando de no hacer mucho ruido. -¿Dónde estás Usagi?, estoy muy preocupado.

-No tienes porque- Dice indiferente.- Estoy con Aikawa- Enfatiza su nombre y me altera.
-Ah- Trato de parecer normal con un acento tipo “Me da igual lo que hagas”.
-Buenas noches- Dice Akihiko.
-Buenas noches- Respondo y Akihiko cuelga el teléfono.

Asiento el BlackBerry y quiero romper algo, ¿Por qué de todas las personas en el mundo tenía que ir con Aikawa? Y ¿A qué?

¿Por qué estas molesto? Me dice una voz interior, si tú lo quieres lejos ¿no?, que se case con Aikawa para que se olvide de ti. Afirmo con la cabeza como si alguien me estuviera viendo, me siento y prendo la televisión. -Puedo manejarlo- Me digo a mi mismo mientras dejo de sollozar.

Son las dos de la mañana. ¿Acaso no piensa regresar?, pienso en llamarle pero sería patético de mi parte, no quiero controlar su tiempo, por algo eligió ir a verla. Resoplo y me acomodo mi cabello, no soy orgulloso ni nada por el estilo, peo ahora es mejor tomar distancia, para que el piense que definitivamente me quiero alejar de él. Así que mi decisión está en pie y no se declinara.

Me siento extraño, como si algo cambiara dentro de mí. -¡Soy fuerte!- Me digo para no decaer ante mi única debilidad que es el.

Quiero ser un Misaki fuerte y lo seré por él y por mí.


Escucho ruidos, así que apago lo más rápido que puedo la televisión, corro hacia mi habitación, me deslizo con rapidez y cierro los ojos. El abre la puerta de mi habitación, simulo estar dormido deseando que se acerque para darme las buenas noches aunque este dormido, o algún tipo de afecto, pero nada sucede, solo yo susurrando -buenas noches Usagi- después de que el cerro la puerta.


***


Bajo a hacer el desayuno, algunos huevos motuleños con jugo natural de mandarina, con pan un poco tostado para acompañar.

Son las siete de la mañana y el desayuno está servido en la mesa, Usagi azota la puerta de su habitación y camina como de costumbre, baja las escaleras mientras se acomoda el cabello.

Toma asiento enfrente de mí, agarra los cubiertos y mete un pedazo a su boca seguido de un trago del jugo de mandarina.

-Misaki- Dice con un tono serio.- ¿Estuviste esperándome toda la noche?
-En lo absoluto- Digo firmemente.-Me dormí desde la una de la mañana.
-¿Nunca estuviste en la sala?- Pregunta ansioso
- Para nada, baje a la cocina por un poco de agua, pero es todo lo que hice.
-Por supuesto Misaki- Dice riendo.- Por eso encontré tu bata tirada en el sofá.

¡Qué vergüenza! Grito para mí mismo, él sabía la verdad todo este tiempo, él sabe que lo estuve esperando toda la noche, no sé qué contestar, espero no estar rojo en estos momentos.

-Estuvo muy rico el desayuno- Dice mientras se levanta para ir directo al sofá a leer el periódico a un lado de Suzuki-san.
-Misaki, ¿Cuándo te iras?

La pregunta fue como una bomba para mí, pero sobre todo me duele el interés.- Aun no lo sé Usagi.

-Si quieres te puedo ayudar a escoger una buena escuela en el extranjero, la mejor si es posible- Dice Usagi mientras asienta el periódico a un lado.
-Sí, gracias Usagi- Digo un poco triste. Él quiere que me vaya, no puede ocultar aunque sea un poco su entusiasmo.
-Ojala pronto me ayudes Usagi, quisiera empezar estudiar lo más pronto posible.
-Me imagino- Dice indiferente Usagi.
Me levanto y camino hacia mi habitación.-Idiota- Digo en susurros mientras lo miro fijamente antes de subir el primer escalón de las escaleras.
-Misaki- Me interrumpe.- Saldré por un rato, sino te molesta-.
-¿Por qué me molestaría?- Respondo mientras sigo subiendo las escaleras.

Y él no dice nada más.