-
pri_sasukelove20
.User deleted
Hola queridos lectores, tal como muchos veían, no será un Two-Shot. Se me extendió un poco u.u es que quiero que Sasuke y Naruto se conozcan poco a poco. No puedo hacer que se enamoren a los días de convivir, eso sería demasiado rápido. Cálculo que el siguiente si será el último. Gracias por sus hermosos reviews.
Espero perdonen y me tengan paciencia para seguir actualizando. En notas finales hablo del adelanto
Capi 2:
Había transcurrido una semana desde que había visitado el hospital. Desde que había conocido al Doctor Sasuke Uchiha. Muchas cosas cambiarían a partir de ahora, cosas que nunca hubiera imaginado. Ya no contaba con departamento y volvió con sus padres relatándoles desde el comienzo la infidelidad de su novio y el tema delicado de un embarazo, con lágrimas esperó impaciente la reacción de sus progenitores que habían quedado en un profundo silencio y eso le aterraba aún más. Su sorpresa fue absoluta cuando ellos se acercaron emocionados y angustiados a abrazarle fuertemente intentado trasmitir su gran apoyo, Naruto lloró en sus brazos hasta el cansancio.
Ahora viviendo en su antiguo hogar junto a su familia ayudaba en todo, desde luego procurando no hacer un gran esfuerzo. El primer mes sería crucial. Contentos por la llegado de su primer nieto, Kushina salió arrastrando a su hijo a los centro comerciales donde vendían ropa de bebé, como no sabían cuál sería su género compraron colores que pudieran usar ambos sexos. Avergonzado, incomodo y extraño era como se sentía junto a su madre viendo esa pequeña ropita. Una experiencia que sin duda no sería la única en su vida. Regresaron a casa casi al anochecer con bolsas en cada mano, habían comprado hasta peluches y una mamadera. Esa noche cayó rendido sobre la cama con las bolsas a un lado de su ropero.
Sí, definitivamente mucho cambiaria a partir de ahora y es que volviendo al hecho de que había pasado tan solo una semana, Sasuke le había dicho algo repentinamente drástico en el consultorio días más tarde.
—Vivirás conmigo, de esa manera podré estar al tanto del desarrollo de tu embarazo.
Lo había dicho con tanta normalidad y él había quedado con la mandíbula boquiabierta. Luego se negó desconfiado, después de todo aunque fuese su Doctor no significaba que lo conociera perfectamente y confiara en él. Era un extraño a sus ojos, vivir con un hombre no le parecía normal, mucho menos pensando en lo que había vivido con su ex. No buscaría pareja por largo tiempo. Igualmente no supo bien como después de todos modos terminó aceptando su pedido. Es por ello que ahorita mismo se encontraba empacando lo poco de ropa que había podido sacar del apartamento en el momento que lo despacharon a la calle.
—¡Hijo, no te tardes tanto!-anunció su madre desde abajo del living.
Tuvo que explicar también ese maldito hecho a sus padres. Pese a que daría al niño en adopción su madre seguía con la tonta ilusión de poder verlo crecer y darle todo lo que una abuela debía hacer. Ellos desde un principio no apoyaban su decisión pero entendían que no podían discutir con su hijo, al fin y al cabo la última palabra terminaba siendo completamente suya. Ya no era un niño, y sus padres lastimosamente lo comprendieron, pero Kushina, su madre pelirroja no daría su brazo a torcer. Eso él bien lo sabía. Conocía perfectamente a su madre, se ganaría el aprecio del doctor y al menos así, podría tener la oportunidad de convivir un poco con el bebé. Minato, su padre al cual le daba las gracias por tener cabello rubio y ojos azules, prefería mantenerse al margen y respetar su decisión.
Cuando cerró su gran maleta, observó una vez más su vieja habitación con posters pegados en las cuatro paredes de algún ídolo de banda japonesa llenos de polvo. Fueron buenos tiempos-sonrió nostálgico-pero ahora debía enfrentar lo que sus actos habían conseguido. Cuando bajó las escaleras quedó sorprendido de ver a su doctor, sentado de lo más normal en uno de los sofás color beige con su madre al frente sirviéndole una taza de café, su padre lo miraba con una pequeña sonrisa al lado de su progenitora. Le pareció realmente extraño que en tan poco tiempo mostraran tanta confianza con ese hombre.
—Naruto-el azabache se levantó dejando la tasa sobre un pequeño plato de porcelana, mostrando desde luego una media sonrisa.
—Estoy listo, doctor.
—Ya lo hemos hablado antes, ¿no? Fuera de mi lugar de trabajo puedes llamarme por mi nombre-le dijo con amabilidad.-Por cierto, señora Kushina, agradezco su hospitalidad. Un gusto conocerlos. Y gracias por el delicioso café.
—El placer es mío, cuida mucho de mi hijo, ¿sí? Y por favor, si surge algo no dude en llamarnos.
—Lo haré, estarán pendientes de todo, lo prometo. Un placer, señor Minato-estiró su brazo el cual fue correspondido por un leve apretón de manos por parte de ambos.
—Te confiamos a mi hijo y esperamos que lo trates como se merece.
—Lo haré sentirse un rey-le sonrió.
Ante esa simple oración el blondo no pudo evitar el leve rubor en sus mejillas. Ese hombre le parecía más extraño a cada minuto, pensar que conviviría con él nueve meses, seguro que terminaría conociendo los gustos de cada uno y habría peligro de sentir algo por el otro. Tenía miedo, miedo a enamorarse, porque por más que lo negaba, una parte de él decía que era un hombre sumamente atractivo y entraba en sus gustos lamentablemente. El destino le jugaba tan mal, ojala algo bueno saliera de todo eso.
Se despidió de sus padres prometiendo que los visitaría seguido, Sasuke le abrió la puerta del vehículo último modelo Audi color negro, frunció el seño ante su acción. Todavía no tenía barriga como para que le tratara como una mujer delicada. Odiaba sentirse así. A regañadientes se sentó, y luego Sasuke a su lado para emprender el camino a la casa del mayor. No podía aguantar el silencio entre ellos pese a la música que los rodeada en el auto, debía iniciar una conversación, ¿Pero de qué?
—Doc-Sasuke-se corrigió inmediatamente.
—Me agrada que ya me llames así-sonrió mirando concentrado la ruta-Dime.
—Perdón que te moleste, pero no es está en mi el quedarme callado. Yo… ya que vamos a vivir juntos a partir de ahora, me gustaría saber un poco más de ti.-habló inseguro.
—Estoy de acuerdo-sonrió-Pregúntame lo que desees.
—Eh, haber… mmm… ¿Cuántos años tienes?
—Veintiséis.
—Mmmm… ¿Hace cuánto eres doctor?
—Desde que terminé mi carrera, creo que fue a los veinte que pude entrar.
—Ya veo-luego quedó en silencio mirando el cristal a su lado, la verdad es que no sabía que más preguntarle. Su mente escaseaba de ideas en esos momentos.
Sasuke se detuvo junto a otro fila de vehículos cuando el semáforo marcó su respectiva señal de alto. Miró al blondo distrayéndose con lo que pasaba en el exterior.
—Naruto-este se dedicó a mirarlo rápidamente-Por favor no calles nada que te moleste de esto. Si hay algo que te incomode al llegar a mi casa, si necesitas algo o deseas salir a distraerte no dudes en decirme. Quiero que tu estancia sea placentera, no busco hacerte daño ni nada por el estilo, sé que no nos conocemos muy bien. Y tendremos la oportunidad de hacerlo a lo largo de los días, por eso quiero que me digas todas sus inquietudes, ¿Entendido?
Naruto quedó fascinado ante tanta amabilidad y comprensión de ese hombre, si había algo que destacar de él era precisamente eso. Hasta ahora podía confirmar que la confianza hacia él iba por buen camino.
—Gracias, Sasuke-sonrió llena de sinceridad. El moreno quedó embelesado con su resplandeciente sonrisa.
—Todo lo contrario, gracias a ti por aceptar mi tonto capricho de cuidarte a mi manera. Sé que es difícil aceptarlo de golpe, solo quiero lo mejor para ti y el bebé.
—Lo sé-admitió.
Los autos volvieron a movilizarse y Sasuke emprendió la marcha a su destino.
…
…
Cuando el ojinegro le invitó a pasar a su hogar, quedó embelesado con su interior. Rústico. Todo hecho de madera. Había cientos de adornos como flores de plástico y de lugares visitados sobre repisas y muebles. Vinos también, estantes de libros en otro extremo, en fin, la casa era enorme.
—Deja que te guie a tu habitación. Ya está preparada tu cama y algunos cosas que pueden serte de utilidad, puse mi notebook sobre el escritorio. Estará a tu completa disposición si quieres pasar el rato, le he bajado muchos juegos.
—N-no te hubieras molestado. No quiero ser una carga, puede serte necesaria por tu trabajo.-respondió con la mirada gacha.
—No eres una carga-le tocó un hombro incitándole a que levantara la vista-Solo quiero hacerte sentir en casa y que tengas un embarazo tranquilo. Por la notebook, no te preocupes. Tengo una computadora instalada en mi habitación. Ahora acompáñame-le sonrió tomando su mano y guiándolo por el pasillo largo hasta las habitaciones.
Estaba nervioso, algo sonrojado y el corazón palpitaba a mil por minuto. El bochorno de sentir la mano de ese hombre tocando la suya, suspiró, debía tranquilizarse o notaria algo Sasuke. Un nuevo hombre en su vida por ahora quedaba enterrado, debía pensar en el niño, ya cuando estuviera en buenas manos y hubiera pasado unos meses, su trabajo y darse el gusto de conocer lugares, podría tal vez… tener una oportunidad de conocer a su verdadero amor. Alguien que le fuera fiel, que fuera capaz de hacerlo sentir protegido y especial.
Tal como, Sasuke.
Mierda.
—¿Naruto? ¿Pasa algo?
—Yo… no, je,je-rió nervioso.
—Bien-no muy convencido-Aquí es tu habitación-abrió la puerta y el blondo le siguió, al entrar observó todo en su lugar, escritorio, un ropero, la notebook, silla desde luego. La cama perfectamente tendida con un acolchado grueso en color crema. Mesita de luz, velador a un lado de su cama con tres cajones debajo.-¿Te gusta?
—Me encanta-sonrió agradecido-Gracias, Sasuke.-apoyó la maleta sobre la cama, debía comenzar a acomodar su ropa y sus pocos objetos personales.
—Bien, yo…-se acercó a la mesita de luz y abrió el primer cajón. De ella saco algo forrado con papel de regalo y un moño azul. Se lo tendió al rubito con una mano-Ábrelo.
—Ah… ok-lo recibió y rompió de una punta el papel que cubría. Ropita. Dejó el papel de regalo sobre la cama y miró con más detenimiento las prendas. Un busito con capucha manga larga y pantalón color blanco.
—¿Te gusta?-en su voz podía sentirse cierto nerviosismo.
—Está bien-sonrió de manera simple. Cierto, Sasuke quería al niño no a él, ¿Por qué le regalaría algo a él? Era un estúpido-Mamá, también compró ropa para el bebé. Prácticamente me obligó a ir con ella, todavía tiene esperanzas de que me arrepienta y quiera conservar al niño o niña.
—Yo también espero que puedas quedarte con él-sonrió compresivo.
—Lo siento, pero eso no pasará-adoptó una expresión más seria-Gracias por el detalle, lo pondré con la otra ropa. Tengo que desempacar.
Sasuke suspiró. Era difícil de convencerlo, aunque debía ponerse en su lugar, y desde luego con lo que sufrió era comprensible.
—Te dejaré solo, mientras tanto empezaré a cocinar. Quedaras sorprendido con mis platillos-rió.
—Ya quiero verlo-le respondió con media sonrisa.
…
…
Todo era nuevo para él, y Sasuke era tan atento en cada cosa. Siempre preguntándole si necesitaba algo. Con permiso del moreno volvió al trabajo, no habría problema mientras no se esforzara mucho e hiciera movimientos arriesgados. Sus compañeros también le sobre protegían, casi nada le dejaban cargar en la bandeja para los clientes. De milagro que le dejaban llevar una sesta con pan francés. Tristemente admitió muy en el fondo que el estar en ese estado era un completo inútil, odiaba sentirse así, por más que Sasuke le dijera que era por su bien y del pequeño. Al llegar a casa totalmente abatido se encerró en su habitación y cayó dormido al instante. Últimamente el sueño era frecuente.
—Naruto, despierta. Naruto-susurró en su oreja.
—Ah… Sasuke-habló adormilado. Se irguió de la cama y vio al moreno vestido como en casa, una camisa y vaquero negro-¿Qué hora es?
—Las ocho. Estoy por hacer la comida, ¿Te apetece algo especial?
—¡Las ocho!-gritó sorprendido-He dormido tanto, rayos… yo, lo que tú quieras está bien para mí, Sasuke. Hasta ahora ningún plato ha estado mal, sino exquisito.
—Hermosas palabras-sonrió levantándose del lado de su cama—Bien, espera a sorprenderte.
—¿Puedo bañarme?
—Por supuesto que sí, usa el baño que está al lado de la habitación. Hay jabón y toallas limpias en el mueble. Saca lo que quieras.-se anudó algo en la cintura que no distinguió bien el rubio en ese instante.
—Gracias.
—Me pondré manos a la obra, entonces.-sonrió y salió del cuarto con un delantal cuadrillé en la cintura.
—Hasta con delantal se ve atractivo-susurró con las mejillas sonrojadas.
Golpeándose mentalmente la cara, preparó una muda de ropa limpia y fue a darse un baño con agua tibia. Lo que más temía era enamorarse, Sasuke parecía, no, era demasiado perfecto. Era el hombre que cualquier mujer o doncel deseara, y sin embargo permanecía con un dolor de años atrás por la perdida de su familia; había decidido estar solo en la gran vivienda. Tal vez, Sasuke y él se parecían en algo, ambos no querían amar más. Al menos él, por un tiempo indefinido no quería saber nada del amor.
Parecía ser que la soledad le acompañaría por el resto de su vida por culpa del miedo que albergaba su corazón. El miedo a ser traicionado una vez más. Debía controlar sus sentimientos, sus impulsos para con el azabache. Si se rendía, estaría perdido. Sasuke no debía entrar en su vida ni en su corazón, y el azabache tampoco buscaba pareja, distancia.
La distancia era lo mejor. Ya hallaría la forma de evitarlo un poco más después del trabajo, aunque fuese para ir al parque o ver una película. Todo sea para mantener controlados sus propios sentimientos.
(Continuará)
¿Gusto? Puede que haya sido algo aburrido pero será compensado en el siguiente, lo prometo. En el próximo les adelanto que Sasuke le regalara más cosas para el bebé y desea sacar a Naruto a pasear… y todo terminará con el nacimiento de un niño XD Les dije todo así que esperen la conty con ansias. Y obvio que estará el ex de Naru que muchos ya saben quién es con su nuevo novio.
.
Segunda oportunidad para amar (Sasuke x Naruto Three-Shot) Mpreg ¡Capítulo 2!Naruto supo que su novio tenía un amante y espera un hijo suyo. Lo peor, él tambien está embarazado, y quiere abortar. ¿Que pasará? |
