Padre e Hijo (Sasuke x Naruto) ¡AHORA ES UN ThreeShot más dos extras! ACTUALIZADO Capítulo 4 sub

Ino deja a su esposo e hijo solos en casa por unos días, ¿que harán ellos sin su presencia? Desde luego amarse con todo su ser.

« Older   Newer »
 
  Share  
.
  1. pri_sasukelove20
        +1   -1
     
    .

    User deleted



    Hola lectores. Me quedé con ganas de cerrar esta historia y no dejarla con un final Sasuke x Ino. Así que serán en total tres capis. Y como es tan corto las cosas serán rápidas, me disculpo por eso, espero les guste.


    Capi 2:

    La felicidad iba extinguiéndose poco a poco de su ser. Lo que conocía como una vida feliz rodeado de amor iba derrumbándose continuamente. ¿Por qué? Su madre volvió de aquel viaje con sus amigas, de eso pasó un mes para que su vida tomara otro rumbo. Para que sus sentimientos se vieran aplastados. Se sentó con su familia en la mesa para poder cenar esa noche. Debía presentar examen al día siguiente y no podía demorarse en comer.

    Cuando se sintió satisfecho se puso de pie, pero su madre le detuvo.

    —Espera, Naruto, aún no te vayas. Necesito decirles algo muy importante a ambos-anunció con una pequeña sonrisa.

    El blondo tuvo un mal presentimiento. Su madre se veía muy entusiasmada. No es que le desagradara verla bien, era solo que, eso no era muy común en ella. Quedó ahí junto a la mesa a la espera de su noticia y su padre mirándola igual que él.

    —Dinos, Ino-habló el azabache-Quiero irme a dormir-suspiró el moreno.

    —Ok, ok. Bien, esto es muy, muy emocionante. Fui hoy a examinarme y…

    Oh, no. Gritó la mente de Naruto.

    —Quedó confirmado. Estoy de un mes, ¿no es genial? Naruto, tendrás un hermanito o hermanita.

    Imaginó que saltarían y le felicitarían o algo por el estilo. Pero vio al dúo de muchachos en un silencio sepulcral y con la mirada perturbada. Parecían estatuas. ¿Había dicho algo malo?

    —Oigan…

    —Te felicito, mamá-se precipitó a susurrar intentando no llorar en ese instante-Yo… yo debo seguir estudiando. Gracias por la comida-salió a prisa para encerrarse en su habitación.

    —¿Qué fue eso? ¿Qué le ha picado ahora?

    —¿Cuándo pasó?-se puso de pie el ojinegro, no había una sonrisa de por medio, solo sorpresa y angustia.

    —¿Por qué esa cara, Sasuke? Parece que hubiera dicho que alguien se murió. Se supone que tendrías que ponerte feliz por ambos, tendremos otro bebé.-sonrió acariciando su vientre todavía plano.

    —¡Contéstame, Ino!-estaba realmente malhumorado.

    —¡A mí no me grites!-levantó la voz-¿Cuándo? La última vez que lo hicimos. De eso un mes atrás. Esa noche que Naruto salió con sus amigos, ¿te acuerdas?

    —¿Qué? ¿No te cuidaste?

    —Dejé las pastillas con la idea de embarazarme-sonrió complacida-Y te lo oculté sabiendo que no me apoyarías.

    —¡Maldición!-golpeó la mesa con sus nudillos.

    —No es para tanto, no exageres-frunció el ceño-te dije que quería otro hijo. Naruto está creciendo y me parecía la hora de tener otro antes de hacerme más anciana.

    —¡Eres una maldita egoísta! Elegir sin tenerme en cuenta, mierda-salió del comedor para ir a su dormitorio.

    —Sasuke, espera.

    —Necesito descansar bien.-habló subiendo las escaleras-Déjame en paz.

    —Tks. Imbécil. Y yo que esperaba recibir una sonrisa por parte de ambos. ¿Verdad pequeño?-miró su estómago-Estoy segura, que tú solucionaras todo. Ya se le pasara.





    Esa noche fue difícil para conciliar el sueño. El blondo observó a un lado su ventana, la oscuridad junto a la claridad de la luna. Sus ojos azules brillaban intensamente debido a las lágrimas. Siempre pensó que Sasuke sería solo de él, desde el inicio de aquella relación quería a su padre solo para él. Entendía perfectamente la posición complicada en la que se encontraba. Su progenitor le había prometido que dejaría de tener relaciones con su madre y hallaría la forma de divorciarse de ella para estar juntos. El cumplió con lo primero. Llevaba un mes y unos tantos días sin tener sexo con su madre, pero trajo una desgracia. Ese bebé arruinaba toda su vida.

    Le odio.

    Odio a ese bebé.


    No había forma de que pudieran estar juntos, no ahora. Debía hacerse responsable de otro ser y seguir al lado de su madre. No era de odiar con facilidad a las personas, pero cuando algo grave ocurría, era inevitable.

    Pensó mucho esa noche. Tanto que su cabeza dolió. Y al fin halló una respuesta.





    En la mañana evitó por todos los medios hablar con Sasuke. Suerte que su madre estaba presente y no podía hacer mucho. Su padre intentó llevarlo a la escuela de ida a su trabajo, pero él negó de inmediato. Al moreno no le quedó de otra que irse solo y con el tiempo justo para llegar a la empresa. Caminó tranquilo, pensativo hasta su escuela. Una vez que se acercó a la puerta, fue recibido por su mejor amigo de cabello pelirrojo.

    —Tienes unas ojeras impresionantes-dijo sorprendido.

    —Mira quien lo dice…

    El de ojos verdes esbozó una pequeña sonrisa y comenzaron su camino hasta el interior del establecimiento.

    —¿Tu padre?-preguntó sonriendo.

    —Esta vez es muy diferente-respondió cansado-Mamá.

    —¿Eh? No me lo esperaba. ¿Qué ha pasado?

    —En el recreo te cuento. Entremos antes que el profesor nos reprenda.

    —De acuerdo.-suspiró.

    Sabaku No Gaara, era su mejor amigo. Tenía más amistades desde luego, pero con él compartía un fuerte vínculo que de niños se formó. Confiaba tanto en él, que llegó a saber de su amor con su padre. Y pese a ello, Gaara jamás le dio la espalda ni sintió repulsión por su amor. Siempre que necesitaba algo, descargarse, recurría a su pelirrojo amigo en busca de contención. Hoy no sería la excepción.

    En cuento sonó la campana y todos abandonaban sus lugares para emprender la huida a la cafetería o patio, ellos permanecieron dentro aguardando que no quedara nadie. Gaara se sentó a su lado y quedó a la espera de su compañero.

    —Mi madre está embarazada-susurró.

    —Oh, rayos-fue lo único que pudo articular en ese momento.

    —Dime, Gaara. ¿Qué puedo hacer? Solo se me ha ocurrido una única solución. No quiero permanecer más en mi casa, quiero irme.

    —¿Podrás alejarte de tu padre? Piénsalo un poco, Naruto. Lo que dices no es tan simple. Entiendo que te duela, pero… al fin y al cabo, es tu familia.

    —Lo sé. Lo sé, Gaara-susurró, cubriéndose la frente y su visión con una mano.-Todo lo que pasa es mi culpa, me lo merezco.

    —Naruto, no digas eso. Tú solo estabas enamorado, no hay nada que se pudiera hacer.

    —Si la hubo, pero yo me deje caer. Yo seducía a mi padre, supe, no, yo lo sabía. Sabía que jamás podríamos estar juntos como pareja. Solo me dejé cegar un tiempo, y ahora mis ojos se han abierto. Es hora de terminar esto.

    —¿Qué tratas de decir?

    —La beca, Gaara. ¿La recuerdas? Jamás les conté a mis padres. Voy a usar eso como mi medio de escape.

    —¿Estás loco? No te dejaran. Necesitas su firma, y debe haber un lugar disponible para que viajes en el extranjero.

    —La firma es lo de menos-se puso de pie del banco-Puedo falsificar la firma de mis padres muy bien. Me pondré en marcha ahora, acompáñame-se dispuso a salir del salón.

    —¿A dónde vamos?-le siguió por detrás.

    —A hablar con la directora. A propósito, Gaara, ¿No te apetece venir conmigo?





    A su regreso respiró tranquilo, al no ver a nadie en casa. Se dispuso a preparar su ropa en dos pequeñas maletas. Debía escoger con cuidado que ropa y accesorios llevaría. Si bien la directora no le había dado una respuesta inmediata, estaba a la espera, pero al menos le habían entregado una solicitud que debía ser firmada por sus padres. Era mejor adelantarse a los hechos. Una vez acomodado, ocultó la evidencia debajo de la cama y se recostó en el mismo dejándose relajar.

    ¿Podrás alejarte de tu padre?

    —No me queda otra solución-comenzó a sollozar.

    —¡Naruto!-se escuchó un grito proveniente desde abajo.

    Se levantó de golpe de la cama y se frotó los ojos con la manga de su uniforme. Sasuke había venido mucho antes de su trabajo, mierda, sin su madre de por medio, estaba frito.

    —¡Naruto!-sintió las fuertes pisadas por las escaleras. Tragó grueso, y vio como entraba su padre estrepitosamente por la puerta de su habitación sin ningún permiso.-Naruto-se abalanzó a su pequeño rodeándole con sus fuertes brazos, sin embargo el blondo no correspondió-Por favor, deja de evitarme. Me duele que lo hagas-susurró contra su oído-Sé que es difícil todo esto, pero… pero yo… no quiero que cambie lo nuestro. Sin importar que pase, yo sigo amándote, Naruto.-se separó del menor y le miró fijamente.

    —¿Era solo eso? Bien, vete ya, padre-habló frio.

    —Naruto… ¿Por qué estás…?

    —Quiero descansar, padre. No he dormido bien por lo que veras-dijo más serio.

    —Bien… entiendo-susurró. Se inclinó a besarle los labios, pero su hijo desvió el rostro y le besó en la mejilla. Más que sorprendido, ese acto le rompió el corazón al Uchiha mayor-Te dejo para que descanses-se fue hasta la puerta.

    —Gracias. Cierra la puerta, por favor-volvió a recostarse.

    —Sí…

    Una vez solo se tapó el rostro con el antebrazo donde ahogó sus lágrimas. Mientras Sasuke lloraba en silencio en su propia habitación. Sin duda, lo suyo con el rubio había finalizado. La siguiente semana fue más dolorosa, más distante, más gélido. A la vista de Ino, ellos procuraban aparentar lo ya destruido. Pero cuando ella no estaba en casa, Naruto se encerraba y Sasuke lloraba frente a su puerta pidiendo que le abriera.

    Esos días angustiosos acabaron a la segunda semana. Cuando Sasuke e Ino encontraron una carta en la mesa de la cocina. Ese día, Sasuke salió dejando a su esposa llorando y él bebió hasta perder la razón absoluta. Hasta creer que todo era producto de una maldita pesadilla y que su pequeño amor seguía estando en Japón y no en Europa… como decía la hoja.



    Adiós a todos. Adiós mamá, adiós papá, adiós mi amor.
     
    Top
    .
83 replies since 17/6/2013, 07:13   13108 views
  Share  
.