Pecados capitales Lemon-SasuNaru o NaruSasu (VAMPIROS) Capítulo 6 FINALIZADO

Pecados capitales es el nombre de una discoteca y a la que solo asisten personas importantes e igual a ellos.

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  1. pri_sasukelove20
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    Capítulo 5 :





    —¡Vamos, Sasuke, si me correspondes dejaré de torturarte!

    —¡Jamás!-gritó fastidiado.

    —Tu maldita testarudez te costará la vida-le atravesó el abdomen nuevamente con un cuchillo de carnicero.

    —¡Aaaagg!-tan solo podía gritar ante la herida que se abría más y más. La sangre había empapado por completo su camisa.

    —Querido, Sasuke, la próxima serán katanas-le tomó del mentón mirándole fijamente-Es una pena, que un cuerpo hermoso y perfecto como el tuyo tenga que pasar por esto. Si solo me dijeras lo que quiero…

    —¡No me acostaría contigo ni aunque fueras el ultimo vampiro del mundo! ¡Asquerosa serpiente!-la sangra se deslizaba de sus labios debido a las contantes hemorragias que sufría pese a ser un ser inmortal.

    —¡Kabuto, las katanas!-gritó furioso extendiendo el brazo.

    —Sí, señor-había diez en el suelo, diez que incrustaría en el cuerpo del oji-noche de manera que sus heridas no podrían cicatrizar-La primera.

    —Prepárate, Sasuke, si tan solo me hubieras aceptado a mí y no al asesino de nuestra raza-apuñaló el centró de su pecho hasta traspasar la silla de cuero. Los ojos de Sasuke se pusieron blancos debido al shock que experimentaba, escupió sangre sobre si mismo mientras gritaba y jadeaba.-La segunda.

    ¿Cómo había llegado allí? Lo poco que recordaba era que había despedido a su rubio con un beso cuando se iba de su casa esa mañana y recostado nuevamente en su cama para dormir un poco más. Sin embargo, en cuanto sus ojos se cerraron quedó a merced del maldito de Kabuto. Cuando despertó se hallaba atado con cadenas de espaldas en el asiento trasero de un auto con dos vándalos apuntándole con armas en caso que quisiera escapar. No eran armas ordinarias, estas poseían balas de plata que acabarían con él en minutos. Desgraciadamente el sueño pesado le había costado mucho esta vez.

    —Aah… aah-respiraba con dificultad con dos katanas incrustadas en su pecho. Su boca no dejaba de gotear sangre, debido a la pérdida significativa estaba perdiendo su visión. Podría colapsar en cuestión de horas o menos.

    —Reconozco tu expresión, Sasuke, y no es por tu sueño-sonrió malévolamente-Soy un científico y como tal creo pociones que puedan ser de utilidad para el señor Orochimaru. En este caso, te inyecte una fórmula que induce el sueño por un tiempo determinado.

    —Maldito…

    —Cuando bajaste la guardia al dormitar, fue fácil tomar tu brazo y traspasarla.

    —Lo mejor está por venir, querido Sasuke, la tercera-extendió su brazo. Kabuto le entregó la siguiente katana y Orochimaru la atravesó en la pierna derecha de Sasuke hincándola a la silla.

    —¡Aaaaaaaaahh!-la respiración del azabache comenzó a escasear. En todo lo que podía pensar era en Naruto, su amado ser que iluminó su vida como nadie. Mientras él estuviera bien, nada más le importaba.

    —De verdad-suspiró decepcionado-No puedo creer que prefieras sufrir esto a estar conmigo-acarició uno de sus pezones-Tan lindo-se relamió los labios-Kabuto, siguiente.

    —¡Aaaaaaaaahh!-gritó en cuanto atravesó su otra pierna.

    —Hay algo peor que te espera, mi amado Sasuke.





    Cuatro de la tarde. En la empresa el blondo llevaba a cabo tareas cotidianas en una oficina apartada, pero últimamente en esos momentos no se estaba sintiendo muy bien. Dejó el teclado y se tomó el rostro sintiendo un dolor de cabeza agudo.

    —Naruto-tocaron a su puerta abierta.-Tenemos reunión, Minato quiere que estés presente.

    —Voy de inmediato.

    Shikamaru abandonó el lugar y el joven de ojos azules se levantó de su silla tomando una planilla para consultar con su padre. El tema ese día era el de expandir sus armas a otros países que sufrían pérdidas humanas durante las noches.

    La sala de ejecutivos era enorme y casi llena con hombres adinerados, su padre en una de los extremos ya había comenzado a hablar parado señalando una pizarra. Se ubicó junto a sus compañeros, Kiba y Shikamaru, en silencio escuchó cada idea que planteaba el mayor.

    —Me gustaría vender en China, Alemania, Estados Unidos, Francia, Canadá son los lugares más afectados aunque sé que está propagándose progresivamente en todo el mundo como una peste.

    —Señor Minato, tengo contactos en Francia. Sin duda podré convencerlos.

    —Excelente.

    —Yo los tengo en Alemania, déjemelo a mí.

    —Toda ayuda será más que bienvenida, mi idea no es solo la de ganar dinero y expandirme sino la de proteger a todos nuestros ciudadanos. Ayudarnos entre sí dejando arrinconados a los malditos chupasangre.

    Naruto…

    Naruto…

    Te amo…

    —¿Naruto?-Shikamaru le miró preocupado al verlo en una especie de transe. La mirada perdida, para luego agarrarse el estomago con fuerza-¡Naruto!-gritó tan fuerte que causó la atención de todos incluido Minato.

    —¡Naruto! ¡Naruto!

    —¿Qué pasa?

    Las lágrimas comenzaron a deslizarse de sus ojos, lágrimas de sangre y sus ojos cambiaron al rojo carmesí brillando como diamante. Se paró de la silla tirándola hacia atrás y comenzó a gritar de dolor sin dejar de apretarse el estomago.

    —¡La reunión queda suspendida, por favor retírense!-Minato habló claro y fuerte. Corrió a socorrer a su hijo quien cayó en el piso mientras su cuerpo convulsionaba sin detenerse.

    Los únicos que quedaron presentes dentro de la sala fueron Shikamaru, Kiba y Neji. Que se mostraban muy preocupados, jamás habían visto esa reacción en Naruto.

    —Naruto… Naruto, escúchame-la mirada perdida en la nada ya era de por si algo grave para el mayor. Los ojos habían parado de sangrar, pero seguía temblando y sus ojos estaban activos como sus colmillos.

    —Jefe, él está…

    —Está sufriendo-susurró, Neji-Un dolor jamás experimentado.



    Sasuke… sigue la próxima. La decima.

    Un dolor agudo atravesando su corazón una y otra vez.

    —¡NARUTO! ¡NARUTO!-Minato gritó cuando su hijo escupió grandes cantidades de sangre de sus labios-Esto es…-apretó los puños-Ya lo he vivido antes-sus ojos se cristalizaron.

    —Jefe…

    —Voy a darles la guerra, desgraciados-tomó a Naruto en sus brazos y salió de allí llevándolo con él al piso subterráneo-Shikamaru, Kiba, Neji, solo en ustedes puedo confiar. Síganme al laboratorio, el lugar donde suprimí mi fuerza.

    —¿Eh?





    Hong Kong.

    Se llevaba a cabo una matanza en los barrios más pobres. Varios cadáveres se hallaban desparramados en el suelo y la gente corría despavorida en cuanto eran perseguidos. Dos bandos se enfrentaban por dominar el territorio y uno estaba perdiendo drásticamente, el vampiro líder que vestía una gabardina larga hasta tocar el piso color negro con una capucha ocultando su rostro dejó caer a su víctima luego de sacar su mano del interior de su pecho con el corazón. Apretó el órgano derramando sus jugos y mostrando su crueldad al resto de sus enemigos que temblaron.

    —¡Eres un verdadero monstruo!-gritó uno sin dejar de temblar.

    —Lo soy-murmuró dejando expuesta su pálida piel y sus ojos color sangre-Témeme.-se acercó a él mientras sus camaradas reían por la crueldad de su líder, su víctima cayó al piso sentada, el último sobreviviente que no paraba de temblar-Dile adiós a tu patética existencia…-cuando su mano se movió hacia adelante para extraer el corazón, se detuvo a milésimas del cuerpo ajeno.

    —¿Qué sucede, Itachi?

    Su mano tocó su rostro suavemente, cuando miró sus dedos vio la sangre. Sangre que derramaban sus ojos.

    —¡Te hirieron!-gritó uno de sus hombres.

    —No-susurró por lo bajo-Esto es-apretó los puños con ira-¡Hijos de perra!

    —¿Itachi?-se quitó la gabardina y luego su camisa dejando expuesto la mitad de su cuerpo.

    —Deidara, te dejo a ti a cargo. Sigue los planes-habló de espaldas.

    —¿A dónde vas?

    —A Japón, no voy a perdonarles lo que hicieron.-de su espalda comenzó a abrirse dos pequeñas aberturas, de ella se desplegaron dos enormes alas similares a la que poseían los pequeños murciélagos.—¡Adiós!

    —¡Itachi!

    Se lanzó hacia arriba con fuerza levantando una gran tormenta de tierra por lo que sus colegas cerraron los ojos y cuando volvieron a abrirlos, él ya había desaparecido dejando sus ropas regadas en el piso.

    —Impresionante. El jefe puede volar.

    —Ni sabía que éramos capaces de hacer eso.

    —No todos pueden-comentó el joven rubio-Solo… los de sangre pura.





    Orochimaru se había cansado de divertirse y se había tomado un descanso dejando a Kabuto con Sasuke para que probara en él sus experimentos. Debajo de los pies del azabache había un enorme charco de sangre que cada vez cobraba más tamaño a su alrededor, lo habían llevado al punto de perder la cordura, tenía el cuerpo completamente atravesado con diez katanas cubriendo toda zona sensible dejando su cabeza únicamente sin herir.

    Kabuto le daba de beber una que otra bebida que él mismo había creado, su conejillo de pruebas no mostraba resistencia y parecía poco a poco perder parte de su vida. A continuación tras darle el siguiente elixir, las venas de Sasuke comenzaron a notarse más en su pálida piel y se marcaron por todo su cuerpo hasta su rostro tomando un color azul oscuro por debajo de la piel.

    —Interesante reacción. Es seguro que comenzaran a reventarse pronto. No era lo que pensaba, otro proyecto fallido, antes de que mueras tengo otros productos por probar. Así que por favor, resiste un poco más-cargó una jeringa con una sustancia amarilla fosforescente.

    Tuve una buena vida… ja. Soy un mentiroso. UN MALDITO MENTIROSO

    CONOCER EL AMOR CUANDO VOY A MORIR

    NARUTO

    PERDÓN, FUE POCO TIEMPO, PERO TE AMO.

    Los ojos cerrados de Sasuke dejaban salir un rio de lágrimas mientras Kabuto seguía haciendo de las suyas. En sus sueños, él y Naruto permanecían amándose una y otra vez dejando el dolor en segundo plano mientras un coro de ángeles los rodeaba con una inmensa y cálida luz.

    El lugar en donde se llevaba a cabo tal acto de brutalidad era en la discoteca Pecados Capitales. El techo del cuarto donde Kabuto hacia sus juegos voló dejando al descubierto a la sombra que bajaba con sus enormes alas, los escombros de concreto arruinaron uno que otro aparato del laboratorio, frascos de vidrio cayeron al suelo haciendo agujeros en el piso y levantando vapor.

    —Tú…-susurró el peli-gris. Dejó caer la jeringa sintiendo temor cuando la mirada del demonio pesó sobre él. A cada paso que daba el vampiro sediento de ira, Kabuto retrocedía, ese muchacho desprendía un aura realmente endemoniada.

    —¡Muere!

    Itachi y su sorprendente agilidad alcanzaron a Kabuto quien no logró reaccionar a tiempo debido al temor, la mano del joven alado atravesó a su víctima y arrancó su corazón en segundos. El cuerpo inerte de Kabuto quedó tendido en el piso mientras un charco de sangre comenzaba a emanar de él e Itachi aplastó con ambas manos el órgano vital salpicando su pecho y su rostro.

    —Nadie toca a mi hermano-murmuró. Sus ojos carmesí observaron al menor en estado grave con una gran cantidades toxinas mezclándose en su interior. Tenía que actuar rápido y eso significaba sacrificar su vida a cambio de la de Sasuke-Hermano… vivirás.

    Orochimaru se había metido con una persona realmente importante. Herir hasta la muerte a Sasuke sería lo último que haría en su vida. Cuando escuchó el estruendo proveniente de la habitación tuvo la intención de abandonar la discoteca, pero en la salida algo nada bueno le aguardaba.

    —Imposible… tu…

    —Lamentaras este día por haber puesto tus manos en mi preciado, hijo, Orochimaru.

    —¡Tendrías que estar muerto!

    —La única que murió ese día fue mi esposa y pareja de vida, Kushina.

    Shikamaru y Kiba sostenían a Naruto que se encontraba muy débil para pelear. Habían llegado en auto lo más rápido posible, a pesar de haberle inyectado una medicina al blondo para mejorar su estado no estaba funcionando. Minato estaba dispuesto a todo en ese instante.

    —¡No puede estar pasando!-gritó perdiendo la cabeza, Orochimaru.

    —Naruto-Minato miró a su hijo con una pequeña sonrisa-Lamento que tengas que ver esto, hijo.

    —Papá…-no entendía sus palabras.

    —¡Te mataré ahora mismo, vengaré a Kushina y me pagaras por haber herido a mi hijo! ¡Desgraciado!

    —Pa-dre…

    Naruto y sus compañeros, miraron estupefactos las alas gigantescas que se abrían en el aire. Más grande que el cuerpo de su dueño, negras con un pequeño cuerno en las puntas, los ojos plateados de Minato brillaban como piedras preciosas, los ojos del rey de la noche.

    Naruto, era el hijo del primer vampiro. Y Orochimaru se vio forzado a tomar un brebaje que estaba todavía a prueba. Esta vez mataría al señor de la noche tal como había acabado con su esposa.

    Y mientras la pelea se llevaba a cabo en el exterior con las nubes anunciando una gran tormenta, dentro, Itachi tenía a su hermano en sus brazos a punto de desfallecer.

    —Sasuke, Sasuke… háblame… hermano-lloraba sin parar-Sasuke, voy a darte mi corazón. Ahora, hermano… me arrancaré el mío para que tu vivas.-lo acostó en el piso delicadamente. El menor tenía un agujero enorme dejando expuestos sus órganos y múltiples heridas sin cerrarse, Sasuke moría porque Kabuto había dado de tomar en cada pequeño elixir plata liquida. La plata estaba deteriorando muy lentamente los órganos de Sasuke. Su corazón estaba luchando, pero ya estaba cubierto casi por completo de ese veneno-Sasuke, es un riesgo que estoy dispuesto a tomar. Diles a nuestros padres que fue un placer ser su hijo.

    Itachi se atravesó el pecho tomando su corazón.

    (Continuará)


    Aclaración:

    Cuando la pareja de vida de un vampiro muere, experimenta el mismo dolor que ella. Tanto ella como la persona que más amó a la víctima, en este caso Itachi, por lo que pasó por un dolor menos intenso pero anunciándole que la muerte de su hermano estaba próxima a acabar.

    Una vez muerta, el vampiro vaga solo a la espera de su siguiente amor. Muy pocos vuelven a encontrar su otra mitad después de haberla perdido una vez, por lo general, la detectan años después cuando sufren la manifestación de un sueño.
     
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