Cronicas de una cafetería |(SasuNaru & ItaDei) [R-18] Rape +Mpreg ¡CAPÍTULO 15!

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  1. yamíSora
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    oh es Yahiko si
    Yahiko te quiero x haberle dado el empleo a mi querido y adorado Naru
    Donde esta Dei k le susedio :=nuse: esa es la gran curiosidad k tengo pero lo sabre a medida k va pasando la historia

    animo aki tienes una fan loca :=@.@: jeje jeje

    esata muy bueno esperare conty con ansias

    bueno sin mas me despido asta el proximo cap. bye bye :=deeaaah: :=deeaaah: :=deeaaah:
     
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    Dame un segundo y te olvidarás de todo

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    solo contesto roles una vez a la semana, osea el dia que descanso, paciencia

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    Es tupido y sensual yahiko si antes te quería ahora te amo xD
    Siii vez mi natu a mal tiempo buena cara
    Ahora mi dilema donde fregados esta dei yo quiero a mi dei
    Que lindo cap ya quiero ver al teme
     
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    Yaoizando

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    YamíSora: :'D gracías que linda que te declares fan del fic TTuTT me haces feliz
    Suzume: Hola, gracias por comentar :'D espero que te guste la entrada del teme >w<


    Gracias por las que se animan a comentar y a quienes lo leen xDD pues en este cap ya aparece nuestro querido teme, espero que les guste en mi opinion es muy divertido este capítulo, me divertí mucho cuando lo escribi. Que lo disfruten >w<









    Capitulo 5 “El Cliente frecuente y el Músico novato”

    “18 de noviembre:
    Diario, ya casi es fin de semana y pronto cumpliré una semana en el <<shinra>>, ya casi no me han echado de la cocina, ¡aprendo rápido! , Me siento muy bien ahí y mis compañeros, pues todo bien, Gaara, se ve interesante, escuche que el viernes tocara su grupo en la sala de música ya que el jueves lo ocupo otro grupo… y aunque el día que nos conocimos no hablamos mucho y casi no se parece por ahí… ese día me dio la impresión que el y Yahiko no se llevan bien”



    ~~
    Le habían encargado cosas simples y aburridas toda la mañana, Shikamaru lo corrió de la cocina ya que por su culpa casi se quemaba uno de los guisos, observo la forma en que trabajan sus compañeros para así poder hacer lo mismo, todos se tomaban muy enserio su trabajo eso lo animo a hacerlo con el mismo entusiasmo que los demás.

    Nuevamente la campanilla sonó, él estaba recogiendo una de las mesas que recién habían desocupado, cuando miro hacia la puerta justo cuando entro un chico de apariencia seria, inmediatamente capto su atención por su cabellera pelirroja de un tono intenso y sus ojos contrastaban perfectamente eran un tono azul verdoso y que decir de su vestimenta, prendas negras y rojas todo un punk, lo dedujo por el símbolo de “Anarquía” que se repetía varias veces en sus accesorios.

    —Tu— su tono de voz era grueso y bien entonado— ¿Quién eres?, nunca te había visto

    — Soy un nuevo empleado, apenas empecé hoy, me llamo Naruto, espero nos llevemos bien— dijo seguro de si y extendió su mano, el otro dudoso la estrecho completando el saludo.

    —Mi nombre es Gaara, digo lo mismo— En ese momento terminaron las presentaciones pues fueron interrumpidos por el jefe del local.

    — ¿Nunca dejaras de ser un malcriado Gaara? —Su rostro era impasible se veía realmente molesto, eso asusto al rubio— Te lo dije antes, no por que Sasori sea mi socio puedes llegar a la hora que quieras, es la última advertencia ya no diré más.

    —Llegue tarde por su culpa, no hubo tiempo de avisar, me disculpo…— se escuchaba tan poco convincente que hasta Naruto hizo un gesto de desaprobación.

    —No me vengas con excusas tontas, solo ponte a trabajar— camino de nuevo hacía su oficina pero antes se giró de nuevo hacia atrás— Por cierto Naruto, evita a este vago, no te traerá nada bueno— el aludido solo se quedó parado en su lugar con un gesto de incomodidad en el rostro.

    — ¿Él puede elegir solo no crees? — contesto de inmediato de manera hostil pero no recibió respuesta.

    Naruto estaba sorprendido de la tensión que había entre esos dos, lo único que podía hacer era mantenerse al margen, pero no tenía la intención de hacerle caso a Yahiko, él no era un chico precisamente influenciable.

    — ¿Piensas hacerle caso a ese tipo? — Realmente no le importaba la opinión de rubio pero quiso saber con que tipo de persona estaba tratando.

    —Puedo elegir por mí mismo—sonrió

    —Hun…eres… interesante. —Lo miro extrañado, a los demás empleados les había dicho lo mismo Pain, y esta era la primera vez que alguien lo contradecía por así decirlo.



    ~~
    “Es muy misterioso y se ve genial, después de eso ya no lo eh visto ahora que recuerdo Shikamaru me dijo que algo emocionante pasaba los viernes… me pregunto si será eso… bien mañana sabré más de eso, ese lugar tiene magia siempre pasa algo.”


    ~0~





    Ya llevaba casi una semana trabajando en el <>, poco a poco se iba acostumbrando, sobre todo a llegar temprano, no quería defraudar a Pain, a espaldas de todos le llamaba así, pero cuando iban juntos a casa lo llamaba por su nombre.

    Recién entraba y era atacado por el olor de pan recién horneado, definitivamente Shikamaru y Chouji sabían mucho de cocina después les preguntaría que hacían ellos en ese lugar estaba curiosos por saberlo.

    — ¡Buenos días! — Inhalo fuerte— huele muy bien— ya se empezaba acostumbras al olor especial del Shinra por las mañanas— ¿esta vez si me dejaras tomar uno Shikamaru?

    —Sabes que no, es una de las cosas que más ordenan, deja de molestar y coloca las cosas en su lugar— señalo los platos.
    —Que humor…— se resignó a comenzar su trabajo— Por cierto… que lo interesante que pasa los viernes — pregunto curioso y con una extraña sonrisa en el rostro— ¿ese tal Gaara toca bien o que es? — insistió.

    —No se trata de Gaara, veras—lo abrazo por el cuello— hace varios meses, empezó a venir un cliente, pero hasta ahora nadie sabe su nombre, las chicas se ponen como locas cuando vienen.

    — ¿Y eso que tiene de interesante? — enarco una ceja

    —El tipo siempre pide lo mismo, llega a la misma hora, se va cuando pasan 30 minutos, parece un obsesionado con la puntualidad y además… esta vez Sakura le preguntara su nombre, esta… algo loca por ese tipo hasta da miedo— miro su reloj— Bien ya casi es hora siempre llega a las 8:15

    —A de ser un engreído, no le presten tanta atención— decepcionado volvió a su trabajo— ¿no te hace muy bien trabajar con mujeres no? Digo nunca pensé que serias de los que se interesen en esas cosas de chismes y esas cosas

    —Es imposible no caer en eso con ellas, pero ya verás que después resulta entretenido—rio bajito— Yo decía eso en un principio y ve como acabe.

    —Si tu dices…— en eso sonó la campanilla de la entrada, Shikamaru se asomó por una rendija para ver si será el dichoso cliente.

    —Mira, mira, ahí está el tipo— arrastro al rubio justo a un lado de él, a fin de cuentas la curiosidad era muy poderosa

    — ¿Donde? No veo nada—se acomodaban entre el poco espacio que les brindaba la ventanilla circular de la puerta de la cocina, observo con cuidado a la persona que acababa de arribar al local, un joven de entre 18 o 19 años, alto, piel nívea y cabello oscuro, muy típico en un joven, entonces se preguntó ¿Qué rayos le veían al tipo ese?, o acaso sería ese aura misterioso que emitía, lo que fuera que las chicas veían en él, Naruto no lo encontraba nada especial.

    —Solo observa, ¡Sakura entrara en acción! —sin duda alguna Naruto pensó que el castaño necesitaba una vida propia, se veía muy emocionado.

    Nadie sabía nada de ese joven, mucho menos su nombre, pese a que ya era un cliente que frecuentaba por lo menos una vez a la semana el local, así que las chicas estaban impacientes por saber algo de él.

    —Hola, ¿Cuál será tu orden?...tenemos —preguntó tímida y algo sorprendida pues ni siquiera termino de hablar

    —Solo tráeme Café Americano y pan tostado—no la miro a los ojos, su vista estaba fija en el libro entre sus manos.

    — ¿No se te ofrece algo más? — Respondió nerviosa, tratando de entablar cualquier tipo de conversación con el joven, no quería parecer obvia pero el tono “amable” que usaba la delataba— Hoy tenemos un especial de postres son muy buenos ¿sabes?, en especial…
    —No—hizo una pausa— gracias pero solo quiero lo que te pedí

    —Ah, está bien, mi nombre es Sakura un gusto

    — ¿Acaso tu trabajo es coquetear con los clientes? — respondió con evidente molestia, ante ese comentario la joven se disculpó y se retiró lo más rápido que pudo.

    —Vaya parece que no le fue muy bien—No tenían idea de lo que había pasado ahí pero el rostro de la joven no presagiaba nada bueno.

    —Ese tipo es un bastardo, ¿cómo se le ocurre tratar así a las personas?— El rubio estaba molesto, aun no trataba lo suficiente a Sakura, pero esa no era una manera de tratarla, odiaba a las personas engreídas y arrogantes. Se movieron de lugar cuando vieron que se aproximaba la chica de cabello rosa.

    —Tengan esta es la orden, oye Naruto ¿podrías llevar la orden? Ya no puedo ver a ese chico a la cara— no se veía triste, solo muy avergonzada — ahora vengo iré a pagarle la apuesta a Ten Ten.

    —Te advertimos que eso pasaría, con Ten Ten paso lo mismo, ¿qué dijo esta vez?

    — Dijo: ¿Tu trabajo es coquetear con los clientes? —Los chicos no creían lo que oían eso había sido algo muy cruel, más para el ego de una mujer— tenía que intentarlo Shikamaru, tal vez después lo haga de nuevo, pero ahora no—negó con la cabeza—moriría de pena

    —No sé qué le ven a ese tipo, desde aquí puedo ver su enorme ego, que tipo tan pesado— miro de nuevo por la ventana

    —Son cosas de chicas Naruto, no creo que entiendas, ahora lleva la orden ¿sí?, ah y recuerda no ponerle mucha azúcar, una vez se molestó cuando se lo llevaron así.

    —Claro, no te preocupes, cumpliré los caprichitos de nuestro cliente— mostro una sonrisa que tenía dos intenciones, su mente ideaba un plan que no tenía por qué fallar.

    Shikamaru, se encargaba de la segunda orden, mientras Naruto ajustaba la cafetera y en un descuido agrego mucho más café del necesario, sonreía maliciosamente justo como un chiquillo antes de hacer una travesura, sabía que arriesgaba mucho pero después vería que hacer, así era él.

    — ¿Ya tienes listo lo que falta? —le hablo al castaño que terminaba de servir aquel sencillo desayuno.

    —Aquí tienes, esta lista la orden— le entrego un bandeja — y recuerda no intentar hablar con el cliente— Aquello sería lo último que intentaría hacer el rubio pues de inmediato hizo una mueca de fastidio.

    — ¡Ja!, muy gracioso, eso nunca “Ya quiero ver la cara del tipo cuando pruebe mi café especial” — Salió con la bandeja en la mano y la puso en su lugar, el ultimo comentario del rubio no presagió nada bueno según Shikamaru

    —Aquí tiene lo que pidió, provecho— le molesto el hecho que el moreno engreído ni se inmuto a mirarlo. El rubio no pudo mirar su cara pues caía un elegante fleco por su frente y un poco por sus mejillas, se veía muy serio.

    — ¿Quiere que agregue un poco más de azúcar? —Dijo amablemente y con una amplia sonrisa, cualquiera que lo viera no pensaría había un plan detrás ese lindo gesto.

    —Odio el sabor dulce— se apresuró en hablar— el café es mejor así… amargo— elevó la vista parecía que aún estaba molesto. El rubio se preguntaba qué demonios pasaba con ese amargado, bien podía aparentar 18 años pero tenía un carácter de un amargado hombre de 40 años.

    —Bien—sonrió de medio lado— entonces aquí tiene, disfrute su pedido

    —Gracias…—respondió seco y mirándolo disimuladamente por el rabillo del ojo. En todo el tiempo que acudía a ese lugar nunca lo había visto.
    Naruto bufó molesto, miro a un lado y vio como un nuevo cliente tomaba lugar en una de las mesas, decido atenderlo, por nada del mundo se perdería el resultado de su travesura.

    —Buen día, en que le puedo servir…— saco una pequeña libretita
    —Solo dame, un café Irlandés y algún pan dulce que tengas, por favor— el hombre se veía distraído y pensativo esto llamó la atención de menor.

    — ¡Enseguida señor! — hablo con euforia

    Un raro y fuerte ruido justo al lado llamo la atención de los que estaban alrededor, el rubio se contuvo de milagro la risa, vio claramente cuando el azabache escupió el gran sorbo que había dado.

    — ¡TU! —Grito enfurecido— ¿¡qué demonios era ese café!? — Se levantó de su lugar aproximándose para quedar justo en frente de él.

    —A-acaso algo está mal con su pedido— el rubio era listo fingió titubear

    —Sabe horrible, está demasiado cargado— respondió molesto y poco a poco recuperando la compostura.

    —Yo le pregunte que si le agregaba algo más— la gente de alrededor ahora veía al chico moreno como un ogro regañando a un pobre inocente. Parecía un gatito con las orejas bajas

    —Se lo que pedí, pero por dios soy humano y eso es demasiado amargo. — Hizo un gesto de asco, el sabor amargo aun calaba en su garganta

    —Usted dijo que ese era el mejor sabor— Puntualizo Naruto. El azabache entendió todo cuando vio aquella disimulada sonrisa triunfal en el rostro del rubio

    — ¿Acaso lo hiciste a propósito? —enarco la ceja, ahora todo ese asunto comenzaba a llamar la atención del lugar. Naruto se quedó callado intentado contener la risa

    —Discúlpelo por favor, él es nuevo y aún está aprendiendo a manejar ciertas cosas—Shikamaru acudió a su ayuda.

    —Así que este payaso es nuevo aquí—lo miro pensativo por unos segundos, tenía que hacer algo para desquitarse de ese mocoso que se atrevió a dejarlo en ridículo frente a todos

    — ¿¡A quien le dices payaso!? Amargado — le saco la lengua en un intento de insultarlo sin que el castaño chef se diera cuenta
    —Como sea solo tráeme un nuevo café— volvió a su lugar en la mesa.

    Shikamaru respiro pesadamente mientras volvía a la cocina acompañado del rubio revoltoso quien caminaba graciosamente aquel incidente le había hecho el día. Se alejaron rápido y ya estando de nuevo en la cocina hablaron

    —La armaste en grande Naruto— le propino un ligero golpe en la cabeza— ¿Qué hubiera pasado si esto llega a oídos de Pain? — se acercó a la cafetera a resolver el problema que Naruto causo.

    —Tranquilo, yo tengo las de ganar. ¿Viste como todos los demás me veían como víctima ?— comenzó a reír— ¿no viste todo? Fue épica la cara de idiota— asomo su rostro por la pequeña ventana circular de la puerta.

    —Te arriesgas demasiado—aseveró mientras hacia el pedido de nuevo.

    —Tengo la excusa perfecta, soy el chico nuevo que aun sabe manejar la cafetera, es normal que pasen esos i-n-c-i-d-e-n-t-e-s

    —Toma, aquí están las dos órdenes— le entrego una nueva bandeja—y esta vez nada de incidentes— Se apresuró a decir antes que se le ocurriera alguna otra brillante idea.

    —Que aburrido eres… —hizo un gesto infantil con los labios

    Salió con las dos bandejas, se le ocurrían miles de cosas que hacer para molestar a ese chico pero desistió de ellas, podía tener problemas después y ahora más que nunca necesitaba conservar su empleo.

    —Disculpe lo de hace rato, aun no se usar bien las cosas de la cocina— mintió— Aquí tiene de nuevo su pedido. — Dejo la taza de café sobre la mesa

    El otro joven esta vez lo miraba a la cara poniéndole total atención, no le creyó ni por un segundo, la sonrisa que había visto en él hacía rato lo delataba por completo, pero ahora entraba su venganza.

    —Descuida, solo que tendré que decirle a Yahiko que tenga más cuidado en los empleados que contrata— dio un ligero sorbo a su taza, el otro palideció de solo oír el nombre de su jefe, definitivamente el hecho de que ese sujeto conociera Yahiko nunca paso por su cabeza— Así está mucho mejor, ahora sí parece un digno café americano— esto último casi lo dijo para sí mismo.

    — ¿Conoce a mi jefe?...— trago saliva con dificultad. Aquella palidez en el rostro no pasó desapercibida por el moreno, sonrío internamente, era cierto que conocía al dueño del local, pero no se llevaban muy bien, así que le jugaría de la misma manera a ese rubio tonto.

    —Así es— asintió con arrogancia y mostro una sonrisa plena de satisfacción, el otro lo miro con frustración
    —No lo haga… — fue lo único que atino a decir

    — Si no quieres que lo haga, discúlpate apropiadamente o ¿No me vas a pedir perdón enserio? Acaso crees que fui tan estúpido para creerme esa tontería de que no sabes usar bien las cosas, Sé que lo hiciste apropósito— Lo miro tan seriamente que llego a intimidarlo
    Odiaba a ese tipo, se creía tan listo pero debía admitir que no era nada tonto logro ponerlo entre la espada y la pared, trago nuevamente saliva mientras hallaba que responder.

    —No sé de qué habla, y lo dije enserio— no podía mirarlo a los ojos

    —Bien creo que Yahiko encontrara interesante este incidente, ¿No crees?

    —Tengo que dejar este pedido, lo siento me retiro, ¡provecho!— Su única salida fue aquel viejo que lo miraba impaciente desde la mesa de al lado, el joven moreno amplio la sonrisa cuando vio huir de ese modo tan desesperado al chico rubio, pero aun no terminaba solo le daría un descanso momentáneo.

    —Disculpe el retraso— el pobre aún estaba inquieto.

    —Ah, descuida, déjalo ahí por favor—Hablo aquel viejo mientras sus manos temblorosas sostenía un artículo del periódico, Naruto miro esto curioso pues parecía que al viejo le daría un ataque o algo así.

    —Se siente bien, ¿Le puedo ayudar en algo más? —el hombre se veía ansioso.

    Ante esta pregunta el moreno que tenían de vecino escucho atento lo que se hablaba ahí.

    —Si no es mucha molestia, ¿Puede decirme que opina de este artículo? — le ofreció con cuidado el pedazo de papel, el otro asintió y comenzó a leer. El artículo se trataba de una reseña de un reciente evento en la cuidad muy importante por lo que alcanzaba a leer, cuando termino devolvió el periódico a su dueño según la nota el nombre del editor era Ebisu.

    —Y bien ¿qué le parece? — respondió ansioso

    —Pues, bien supongo… ¿usted lo escribió, verdad? — se sentó frente a él, el hombre no dijo nada ante esa muestra de confianza al contrario, sintió que ese joven era fiar

    —Así es, mire este artículo es importante de él depende mi estancia en la editorial, ¿quería saber si está bien? Sabe es un gran favor que me pidió el alcalde de la ciudad y mi trabajo depende de esto…

    —Me pareció bien, verá yo no sé mucho de esas cosas pero me pareció bien pero tal vez si hubiera agregado una imagen de evento hubiera estado mejor, digo la gente entiende mejor cuando hay alguna imagen de por medio ¿no cree? — El hombre escuchaba atento la crítica del joven aunque no le había sido de mucha ayuda.

    —Esa es una tontería…— se oyó a espaldas del rubio, este giro su cabeza de inmediato.

    —Jovencito, usted no tiene por qué meterse—replicó el educado hombre

    —Lo siento, pero si usted es un buen redactor, tiene que llevar el mensaje sin necesidad de imágenes, ese es su trabajo, ya lo leí y pudo haber estado mejor.

    — ¡Tú que vas a saber de esas cosas! — Habló molesto Naruto, ahora se atrevía a decir que sus críticas eran tontas y además meterse en cosas a las que nunca fue llamado.

    —Soy estudiante de Letras y se de lo que hablo— dijo con toda calma. Lo que faltaba, ese bastardo era un total patán y aun peor uno culto. Ante el comentario del joven el mayor se retiró mostrándose abatido ya no dijo ni una palabra termino su pedido y retiro a pagar su consumo todo con la rapidez de unos segundos.

    —Ahora eres un sabelotodo, ¿Qué genial no? — hablo sarcástico mientras se ponía frente a él encarándolo

    —Solo dije la verdad y no creas que se me olvido lo de antes— el muy desgraciado continuaba con la misma pose podría jurar que era un señorito de sociedad. El rubio se sintió incomodo ante la muestra de confianza pero de inmediato reacciono al recordar a lo que se refería, nunca aceptaría que él fue el que provoco el incidente por más obvio que se viera.

    —No sé de qué habla, yo ya pedí disculpas, así que si no le molesta, me retiro— empezó su andar hacia la cocina
    —Si me molesta, primero tienes que disculparte— habló tajante

    — ¿Disculpa? — se giró al instante, nunca en su corta vida había aborrecido tanto a alguien a minutos de conocerlo

    — ¡Demonios!— Miro su reloj— Ahora por culpa de tus tonterías llegare tarde

    — ¿Mi culpa?, yo no tengo la culpa de nada ¡estúpido amargado!— Aquello había sido la gota que derramo el vaso.

    — ¿Cómo me acabas de llamar Payaso? — Consideraba que tenía auto control pero ese revoltoso de sonrisa tonta lo hacía enojar

    — ¡Estúpido amargado!, solo a un viejo le puede gustar el sabor amargo— Aquel insulto era el más tonto que había escuchado en su vida, y lo peor es que estaba pensado como devolvérselo

    — ¡Pues tal vez no me gusta el azúcar para no quedar tan estúpido como tú!

    — ¡Intenta repetir eso imbécil!

    — ¡Perdedor!

    — ¡Bastardo!

    De sus miradas saltaban chispas, cada vez se decían insultos sin sentido y no que otro en otro idioma los cuales ofendían más al rubio, la gente alrededor lejos de preocuparse de que eso terminara a golpes, lo veían de modo divertido, aunque dentro de la cocina Shikamaru veía todo como una verdadera molestia perturbando sus tranquilos días y claro suplicando que no llegara su jefe o por lo menos no en ese momento.

    — ¿Qué esta pasado aquí? — una voz grave interrumpió la infantil discusión. Ninguno de los dos se había dado cuenta en que momento entro al lugar, por suerte no era Pain

    —Ah, Lo siento Gaara, ¡pero este tipo me saca de quicio! — lo señalaba frenéticamente con el dedo

    —Yo me largo— tomo sus cosas, y dejo unos billetes en la mesa, el gesto del moreno no pasó desapercibido por Naruto

    El ambiente se puso tenso en cuanto esos dos se cruzaron, incluso el rostro apacible del pelirrojo mostro una mueca de desprecio

    —Oye tonto— Naruto lo miro instintivamente por lo cual se maldijo internamente— aun no terminamos — no contesto nada solo no lo perdió de vista hasta que salió del lugar, nada fue ignorado por el pelirrojo que miraba todo curioso.

    — ¿Tienes asuntos pendientes con ese tipo? — Naruto no vio raro que preguntara, después de todo presencio aquella patética pelea

    —Ah, claro que no, el tipo quiere armar un escándalo de una tontería—Habló un poco más relajado

    —No me sorprende siempre ha sido así— lo que había pensó hacia unos momentos era verdad, esos dos se conocían y muy bien para llegar a mostrar tal despreció mutuo, lo que más le intrigaba era saber el porqué de esas miradas tan hostiles

    —Así que lo conoces— Naruto miro a Gaara

    —Vamos a la misma universidad— respondió sin tener ningún problema.
    — ¿Eran amigos?

    Ellos se conocían desde pequeños, al ser hermanos de la misma edad de Sasori y de Itachi crearon una rivalidad al conocerse, ambos poseían dotes de artistas, Gaara por su parte tenía el don de la música y Sasuke el don de las letras, poesía era muy inteligente, sus personalidades chocaban de tal modo que competían por ver quién era el mejor, eso les causo un conflicto mucho mayor cuando intentaron meterse en el campo de otro, Sasuke intento tocar instrumentos para sorpresa de Gaara estos se le dieron bien al tal grado de ganarle en una competencia en la escuela. Gaara hizo lo mismo y logro quitarle el premio de Literatura a nivel Preparatoria.

    — ¿De ese tipo? ¡Jamás! — A Naruto le intrigaba cada vez más que se traían esos dos

    La mirada azulina se conectó con el de ojos negros mientras pasaba de largo por el ventanal de aun lado, Naruto fijo en su mirada ahora en el pelirrojo que seguía cargada de despreció.

    —Por cierto, ¿Puedes limpiar la sala de música?, revisaremos los instrumentos— le arrojo las llaves antes de que este dijera Si
    Aquello había sonado tan imperativo pues ni le permitió ni quiera le dio tiempo de contestar, solo asintió con pesar, una vez que le aviso a Shikamaru que ayudaría a Gaara a un rato entro a la sala, el lugar estaba casi limpio el mismo había hecho gran parte eso la noche anterior, solo faltaba limpiar el corto escenario, no sería problema pero le daba pereza hacerlo. Una vez que tuvo sus herramientas comenzó hacer su trabajo, le era incomodo moverse pues el lugar era algo reducido y con tantas mesas y sillas le complicaban las cosas.

    La puerta se abrió para dejar pasar la silueta de Gaara junto con sus compañeros de grupo, uno tenía el cabello liso y castaño un poco largo sus ojos le recordaban a Hinata, el otro tenía una expresión divertida en el rostro, cabello castaño y un poco ondulado pero el que más resaltaba era Gaara definitivamente.

    — ¿Te importa si entramos de una vez?, tenemos prisa

    —Adelante, no falta mucho para que termine. — Si tenía suerte tal vez tocaran algo mientras estaban ahí, Naruto tenía muchos deseos de escucharlos le tenía gran fascinación a los músicos sobre todo los admiraba mucho, una parte de él quería intentar tocar pero la torpeza de sus dedos nunca lo ayudo.

    — ¿Y tú quién eres?, mi nombre es Kiba y él es Neji, Gaara había dicho algo de uno nuevo pero no menciono tu nombre— hablo el animado castaño de cabello corto

    —Mi nombre es Naruto— al decir esto el chico castaño río como loco

    —¿Estas bromeando?, ¿te llamas como ese ingrediente del Ramen?, eso sí que da risa

    — ¡No tiene nada de malo! Es un lindo nombre— portaba con orgullo ese nombre que le había dado su padre, que según recordaba tenía cierta fascinación con ese platillo y ahora era el favorito de Naruto.

    —Kiba déjalo en paz— le reprendió el otro, él se veía que era más serio o maduro que los otros integrantes de la banda— mejor sigue afinando la guitarra la vez pasada se oyó horrible cuando tocaste el solo

    — ¡Ah no molestes! Se escuchó genial y por cierto tu don la batería está bajando, la velocidad de tus manos ya no es como antes Neji

    — ¿Sigues con eso? La velocidad de mis brazos esta perfecta

    —Paren de discutir, siempre es lo mismo con ustedes— Hablaba Gaara revisando su bajo

    Naruto miraba a esos tres sorprendido, realmente se llevaban bien, parecían hermanos, el tal Kiba no era precisamente amigable pero le agrado, era de esos tipos que se pasan de sinceros pero nunca tenían la intención de ofender a nadie, Neji era como el hermano mayor del grupo a la vista muy responsable y Gaara se veía claramente que amaba lo que hacía y con la apariencia de líder tal vez ese grupo podría llegar a ser conocido algún día.

    — ¿Cómo se llama su grupo? —pregunto animado pues ya había terminado su trabajo, ahora se acercaba a ellos. Los tres chicos se quedaron viendo y se rieron por un momento, ni ellos sabían cómo llamar a su grupo habían intentado buscar nombres pero siempre quedan con ridículas sugerencias.

    —Aún no tenemos nombre— Gaara fue el que hablo— ¿quieres escuchar una canción? Aún no sabemos si tocarla esta noche, nos vendría bien una opinión

    —Claro… pero no pueden hacer mucho ruido, hay muchos clientes haya afuera.

    — No te preocupes chico Ramen, el salón aísla ruidos nadie escuchara nada— Nada contento con el apodo de Kiba, el rubio tomo asiento mientras los demás se acodaban en sus lugares.

    —Bien aquí vamos…— comenzaron a tocar.

    Naruto no se equivocó tocaban punk y muy bueno para su gusto. Disfruto del ritmo, su pie se movía al ritmo de la batería y vaya que le fascino al voz de Gaara, la canción duro aproximadamente 2:30 minutos y una vez que terminaron aplaudió como loco.

    — ¡Tocan genial! — fue lo único que atino a decir, los demás pusieron cara de fastidio, Naruto se percató de esto y miro hacia atrás y de inmediato lo invadieron los nervios.

    —Pues espero que han terminado, porque saben que no deben entrar aquí a estas horas y menos tocar— ese no era otro que Pain, Gaara en ningún momento se sintió intimidado pero el resto si, podían meterse en problemas o peor un que les quitara el permiso para tocar por las noches. — Y tu Naruto ¿qué tienes que decir sobre esto?— el rubio sintió como un escalofrío recorría su espalada cuando se topó con la gélida mirada.

    —Yo… lo siento, no sabía que no se debía entrar aquí a estas horas— acepto un poco avergonzado.

    —Te dije que no te vieras con Gaara, es una manzana podrida y tu aun tienes salvación— aquello había sonado demasiado cruel, Naruto sintió un poco de ira, él no era nadie para determinar eso.

    —Fue mi culpa, no le dije que estaba prohibido entrar aquí y ellos — señalo a su grupo— tampoco lo sabían, los convencí para que vinieran queríamos afinar algunas cosas, la canción fue de improviso

    —Pueden esperar cuando les toque su turno, Gaara si sigues cuestionando mi autoridad te retirare el permiso para que toquen aquí, ahora salgan de aquí, lleguen puntuales por la noche y ensayen todo lo que quieran pero ¡ahora no! Y Naruto vuelve con los demás… — asintió despacio y se fue tras el siguiéndolo.

    — ¡Naruto!, ¿quieres venir a vernos tocar hoy? — grito el pelirrojo antes de que cruzara la puerta

    —Claro que vendré a verlos— respondió emocionado, ignorando la molestia que eso le causo a se jefe acto seguido: salieron del lugar.

    —Es raro que lo invites, es agradable el chico pero ¿algo planeas Gaara? — le habló Neji, empezando a guardar los instrumentos, conocía muy bien al chico y no era precisamente de los del tipo amable

    —Conoce a Sasuke— fue lo único que dijo, los demás no necesitaron más explicaciones

    — ¿Qué?... Para con eso Gaara, esto no va acabar bien— Tanto Kiba como Neji estaban hartos de esa rivalidad entre esos dos, nunca traía cosas buenas y ahora con Naruto entre todo, no presagiaba nada bueno.


    ~0~

    Ya casi eran las 7 de la tarde y eso anunciaba solo una cosa, su hora de salida, al ser viernes tenían mucha clientela tanto por las mañanas como en las tardes y una hora de descanso no era suficiente estaba realmente exhausto, ansiaba que pasaran esos 20 minutos que lo alejaban de su libertad, además tenía ir a su casa hoy era día de lavandería y a las 9:00 tenía que regresar para ver tocar a Gaara.
    Sonó la campanilla un nuevo cliente había entrado, el rubio se dispuso a ir a tenderlo pero se detuvo al ver la expresión de Shikamaru que se asomaba por la ventanilla de la puerta.

    —Esto nunca había pasado esto antes…

    — ¿Qué pasa? — se paró junto a él, puso la misma cara del castaño, ¡de nuevo estaba ahí! Ese chico odioso de la mañana

    — ¿Oye que no dijiste que solo venia los viernes por la mañana?

    —Se supone que así era, esto nunca había pasado, ¿oye seguro que lo le dijiste algo más? tal vez regreso para contárselo a Pain— el rubio había omitido detalles como el hecho que ese bastardo conocía a Yahiko

    — Ve y atiéndelo Naruto, Ten Ten y Sakura ya se fueron y Hinata está muy ocupada— esta vez hablo Chouji el otro cocinero acompañante del castaño

    — ¡Esta bien! Yo iré — iba nervioso, pero decidió hacer como si nada hubiera pasado, tomo aire y se relajó.

    — ¿Que desea ordenar? — fingió una pequeña sonrisa, saco su libreta esperando a que dijera algo,

    —Solo tráeme una limonada mineral sin azúcar— hizo énfasis en la última frase

    —En un momento se la traigo—termino de tomar sus notas, no noto que el chico sigilosamente metió algo dentro de una de las bolsas del delantal de trabajo

    —Tienes hasta que termine para pedirme disculpas — en realidad no le interesaban las disculpas, pero molestarlo y ver sus raras expresiones eran suficientes para alegrarle el día esa sería su venganza.

    — ¿Sigues con lo mismo? Ya pedí disculpas así que no lo haré de nuevo.

    —Ya veremos, pero creo que a esta hora si no mal recuerdo ya está aquí Yahiko— ya no recibió respuesta el rubio salió huyendo en cuanto escucho el nombre de su jefe.

    Entro a la cocina y le dio a Shikamaru la nota para que empezaran a preparar le pedido, no sabía qué hacer, si no pedía disculpas el bastardo ese iría de chismoso con Yahiko y su empleo estaría en peligro de nuevo, lo que había paso con Gaara por suerte lo le dio importancia pero con esto tal vez no pasaría lo mismo, tenía que dejar su orgullo y disculparse apropiadamente, pero enfurecía de solo imaginar la sonrisa triunfante del ese tipo, no, ¡no podía darle ese gusto! Ya vería como zafarse de ese problema.

    — ¡Naruto! El pedido está listo desde hace 5 minutos llévalo ahora— lo hicieron reaccionar las réplicas de su compañero y salió apurado a entregar el pedido.

    —Aquí tiene…— entrego el pedido, nervioso de que insistiera con lo mismo

    — ¿Y Tienes algo más que decirme? Algo como… no sé, una disculpa tal vez — iba a explotar ese tipo se burlaba de él y lo trataba como si fuera un tarado.

    —Que disfrute su pedido, con permiso

    — ¿Ese que va saliendo no es Yahiko? — al rubio se le erizo la piel, en efecto Yahiko iba saliendo de su oficina parecía que iba saliendo así que era inevitable que pasara justo donde estaban ellos y si ese tipo hablaba podía ser despedido, apretó sus puños y dejo atrás su orgullo.

    — ¡Lo siento!, si lo hice apropósito pero no le digas nada a Pain — admito con la cabeza baja, aun temiendo que se acercara más Yahiko, tenía que hacerlo demasiado real para que el chico no dijera ni una sola palabra de lo de paso en la mañana.

    — ¿Ves? No te costaba nada decirlo, pero no se oye muy convincente que digamos— Cada vez venía más y más cerca

    —Está bien, lo siento, si lo hice apropósito, por favor no le digas nada Pain, también siendo haberte dicho todas esas cosas— Tenía un gesto muy tierno Tsundere en el rostro y sonaba muy sincero así que no tuvo más remedio que aceptar sus disculpas.

    —Estate tranquilo no le diré nada— sonrío triunfante cosa que odio Naruto, se había salido con la suya pero por su bien y el de su empleo no se buscaría más problemas

    — ¿Tu aquí?, ¿Cuántas veces tengo que decirte que no me gusta que vengas por aquí? Y además distrayendo a mis empleados, eres igual que Gaara— Hablo el mayor una vez que los tuvo enfrente, el rubio miro todo confundido, ¿No se suponía que se llevaban bien?

    —No tienes derecho de admisión y no me compares con él — dio un sorbo a su bebida. Sasuke y Yahiko nunca se habían llevado bien al igual que con Gaara estos de conocían desde mucho antes a causa de que Yahiko era uno de los compañeros de Itachi.

    —Pensare seriamente en usarlo, solo termina rápido y deja de venir por estos lugares— en ese instante se giró para ver de cerca al rubio— Puedes volver a la cocina, esta vez no podré acompañarte a casa, ¿Estarás bien solo? — lo tomo por los hombros

    —Eh, Si, como sea vendré en más noche a ver el grupo de Gaara tocar ya no tienes que preocuparte por mí ya se llegar solo así que todo está bien— Naruto se sintió muy incómodo por esa acción de su jefe. Por su parte Sasuke vio todo eso muy extraño, Yahiko no era una persona que presamente se preocupara por el resto era rara la persona que le hablara tal cual por su nombre ¿Qué significaba ese rubio tonto para él?

    —Me parece perfecto, él se encargara de cerrar así que ayúdalo en lo que puedas, es capaz de dejar alguna puerta abierta— froto sus cabellos — Te veo después, disfruta el fin de semana— y salió del establecimiento.

    —Oye que acaba de pasar aquí no se suponía que conocías a Pain, prácticamente te corrió de aquí

    —Lo conozco, pero nunca te dije que me llevaba bien con él. —Odio con todo su ser a ese tipo si tan solo supiera su nombre podría maldecirlo como se debe.

    Una vez que termino su turno fue a toda prisa a su departamento, era día de ir a la lavandería y no tenía mucho tiempo que perder y demás aun iría a su compromiso con Gaara y los demás.

    Ya en la tintorería reviso su ropa antes de ponerla dentro del aparato, fue muy grande su sorpresa ver una nota dentro de su “uniforme” que decía: “Mi nombre es Sasuke Uchiha, ¿Cuál es el tuyo? …” ¿Cómo se las había arreglado para meterle eso en el bolsillo? Bufó molesto, pero al menos ya sabía a quién maldecir, hizo bolita el papel y lo guardo en su bolsa trasera.

    El resto de la noche fue muy divertida para él, el grupo estuvo bastante bien y la gente los recibió perfectamente, ayudo a cerrar a Gaara y después de eso fue a su casa tomo su diario antes de quedarse dormido, había sido un día agotador así que solo escribió.


    19 De noviembre

    “Hoy conocía al tipo más insoportable que esas señoras que me estrujaban en la casa hogar, ¿Su nombre? Sasuke Uchiha… “


    C o n t i n u a r a…






    ESPERO SUS COMENTARIOS nwn
     
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    Dame un segundo y te olvidarás de todo

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    solo contesto roles una vez a la semana, osea el dia que descanso, paciencia

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    Jajaja ese teme ya le echo el ojo a mi naru
    Y sin duda yahiko sigue siendo mi favorito
    Me encanto te quedo genial la rivalidad del teme con gaa-chan se me hace muy divertida y shikamaru una personalidad muy diferente
    Espero la conty
     
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  5. yamíSora
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    Juju ese tem
    Estuvo muy divertido el cap me encanto
    Yahiko cuida mucho a mi naru.no kiere k se conbierta en una manzana podrida como dice él jijijiji
    Me gusto mucho
    Espero con ansias konty
    Bye bye
     
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  6. 691396
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    wajajajajajajajajajajajajajajajajaja!!!
    Me encanto el encuentro entre los dos, fue muy divertido y el engaño de sasuke a naruto estuvo de igual manera.
    La nota fue algo "tierno" sasuke esta interesado (por lo leido creo que asi es) ¿que hara el rubio? ¿que hara gaara? ¿que hara sasuke? ¿que hara pain?
    Por favor continualo pronto, esto esta extremadamente bueno.
     
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  7. Roll RiiVeeRaa
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    Yo: hahahahaha el teme hahahaha qe riisabno ya!
    Lilith: ya qe?
    Miku: si ya qe?
    Yo: nose pero amo al teme y a yahiko -me pongo traje de neko-nyya nyya yahiko aszme tuyo
    Ligth:dejate de idiioteces y mejor ay qe esperar la conty y te qedo muy kawaii y graciioso el capi
    Todos: CONTYYYY ONEGAII NECESIIITOMOS LA CONTY XFA BYE BYE CUIDATE
     
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  8. katani-chan
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    awwwwwwwwwwwwwwwwwwww otrooooooooooo
     
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    Yaoizando

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    Gracias por tomarse la molestia de leer este humilde fic nwn las adoro *3*



    Capítulo 6.- Coincidencias


    Su vida había sido monótona y aburrida debido al tipo de vida de su familia, pero todo había empeorado desde que su hermano menor había muerto hacía 10 años. Konohamaru—su nombre—había sido arrollado por un auto a los 4 años y a causa de eso, la salud mental de su hermano Itachi se había ido en picada; se culpaba a sí mismo y había terminado en un sanatorio fuera de la cuidad un año después del accidente. Ese trágico evento obviamente había cambiado su vida, puesto que había presenciado todo, pero lo que más recordaba era la razón de su odio al supuesto amigo de Itachi, había visto como sonería Yahiko al ver a Itachi completamente destrozado.

    Después de la incursión de Itachi al centro psiquiátrico, sus padres, se preocupaban más por las apariencias—su padre tenía un puesto importante al lado del alcalde de la ciudad—le llegaron a prohibir ver a su hermano, además del hecho que no tenía edad para verlo. Fue hasta los 15 años cuando, después de muchas suplicas, lo llevaron a verlo. Lo que vio lo destrozó; su hermano estaba fuera de sí, la imagen perfecta que recordaba de él se había hecho pedazos, tenía momentos de lucidez la mayor parte del día excepto por las noches, los recuerdos de la muerte lo atormentaban y repetía con insistencia el nombre de Deidara, y los doctores tenían que sedarlo porque sólo así conseguía dormir. Habían sido 10 años de una horrible pena para la familia.

    Ahora él, a sus 18 años, recién iniciaba la Universidad en la especialidad de Letras, que era su fuerte. La repisa de su habitación estaba llena de premios y reconocimientos, sólo le faltaba uno que tenía Gaara en su habitación aunque eso era lo de menos, según él. Sí le guardaba resentimiento, aunque tenía la satisfacción de tener en su lugar un premio de música. Su resentimiento radicaba simplemente en el hecho de que sus personalidades chocaban, nunca en la vida lograrían llevarse bien era así de simple.

    Al crecer dentro de una familia bien acomodada y de un largo árbol familiar, su apellido tenía renombre en la ciudad. Esto le hizo formar un carácter arrogante, era consciente de ello, no obstante, así había sido criando y no tenía intenciones de cambiar. Pese a ser algo reservado contaba dos confiables amigos en la universidad: Suigetsu y Yuugo, a quienes conocía desde la secundaria. Su familia, ahora que su hermano no estaba, tenía grandes expectativas en él, lo que le ocasionaba una horrible presión al oponerse a sus estudios, insistiéndole que la cambiara por Administración de empresas o Leyes. Sin embargo, decido continuar a pesar de las constantes presiones de su familia, no cedió.

    Llevaba consigo un gran remordimiento, tanto como para su familia, como para el que creía culpable de la muerte de su hermanito Konohamaru y la perdición de Itachi: Deidara, y por su puesto a Yahiko, al que consideraba la persona más falsa que había conocido.
    Yahiko llevaba una vida muy sospechosa, era dueño de varios negocios, entre ellos, un edificio. Siempre que le preguntaban argumentaba que era una herencia de su padre. Sospechaba del cómo había obtenido ese lugar tanto él como sus demás socios que, según recordaba, se hacían llamar Akatsuki; extrañamente su hermano llegó a pertenecer a dicho grupo, que anteriormente era recordado como un grupo de vándalos jovencitos amantes de hacer travesuras. En cuanto supo que Yahiko obtuvo derecho sobre una cafetería no dudo en joderle la vida llevando su presencia a ese lugar; sabía de antemano que Yahiko lo miraba con desprecio por el simple hecho de ser hermano de Itachi.

    Su vida ahora no tenía mucho de especial, las relaciones amorosas no le interesaban y toda su concentración estaba presente en su carrera. Ya era noviembre y se venía una carga pesada de trabajo en la escuela al aproximarse el fin del primer semestre, tenía que terminar un proyecto, además de haberse comprometido con uno de sus profesores a ayudarle en un importante evento y, aunque faltaba tiempo, le estresaba no poder terminarlo ya que le provocaba un mal genio que solo se iba cuando dormía.

    Nunca pensó que un día que creía sería largo y aburrido llegaría a su vida aquel rubio de sonrisa tonta y voz chillona. Admitía que tenía ingenio, casi nada era capaz de perturbar su calma y hacerlo gritonear enfrente de mucha gente. Sacarlo de sus casillas le parecía muy entretenido y le recordaba a un gatito furioso con esas marcas en sus mejillas. Su forma de relacionarse con su rival Gaara y Yahiko hacían que llegara a una conclusión; podía ser que tuviera algo especial, o era muy, muy tonto, por relacionarse con personas bastante… complicadas o era muy muy ingenuo.

    Ya había pasado casi una semana de conocerlo y sólo los viernes podía ir al Shinra. ¿La razón? Sólo ese día su horario se lo permitía, los demás se dedicaba un poco a sus proyectos, pero ese día tal vez y si encontraba un espacio iría a dar una vuelta, pese a que tanto la universidad como su casa quedaban retiradas del Shinra. Sonreía con arrogancia al recordar su anterior conversación en la que el rubio se había puesto tan frenético que echaba chispas. Había logrado doblegarlo, pero el muy tonto de seguro no se había dado cuenta de la nota que había metido en sus bolsillos, tenía que saber su nombre y ya vería después que buen apodo ponerle.

    Llegó la tarde y finalmente no tuvo tiempo de ir a darse una vuelta por el dichoso lugar. Se resignó, a fin de cuentas lo vería por la mañana, si es que no había cometido ya alguna tontería que hiciera que lo corrieran a patadas, lo que creía muy probable. Pasó mucho rato analizando la pequeña plática que escuchó entre Yahiko y el chico. Yahiko mostraba realmente una preocupación por el enano rubio, tal vez era porque no era de Konoha. Recordaba que él había dicho que aún no sabía andar por la cuidad completamente. Se frotó las sienes despacio. ¿Qué demonios tenía que importarle lo que pasara con ese perdedor? ¡Nada! Absolutamente Nada…
    Una voz ajena le distrajo de todo.

    —Joven Uchiha— llamó la empleada de la casa—, su madre me pidió que le recordara que tenía que ir a tintorería por unas cosas que dejó encargadas. Yo ya me tengo que ir, con su permiso. —Poseían una casa de tamaño considerable, aunque no confiaban que alguien ajeno a la familia se quedara, por lo que la empleada acudía todos los días y se iba antes de las 7.

    Sasuke se quedó pensativo sin querer replicar, ya sabía que su madre le encargaba las cosas más delicadas a él como sus trajes más finos, los cuales mandaba siempre a la tintorería que estaba a unas calles. Tomó sus llaves y fue por el pedido de su madre.

    Apenas entraba a la lavandería y se llevó una gran sorpresa al ver dentro una conocida cabeza rubia esperando que terminara el ciclo de lavado, viendo bobamente el movimiento dentro de la lavadora por la ventanilla. Sí que era todo un caso ese chico. Éste no le miró puesto que estaba de espaldas. Aunque se debatía por dentro si molestarlo o simplemente ir por su pedido e ignorarlo, optó por la segunda, estaba algo cansado como para soportar tonterías. Sigilosamente llegó a la parte donde entregaban los paquetes de tintorería, allí le informaron que su pedido tardaría unos minutos en estar listo. Buscó un lugar donde esperar y se sentó.

    —Disculpe, ¿me puede dar un poco de suavizante?, olvidé el mío en casa—la chica lo miró enternecida por su torpeza, accediendo a su petición

    —Aquí tienes—le dio un pequeño frasco. Si su pedido iba a tardar ¿Por qué no entretenerse un rato?

    — ¿Que nunca dejas de hacer tonterías? —dijo Sasuke desde su lugar con los brazos cruzados, mirándolo fijamente. El otro en seguida reconoció ese timbre pretensioso.

    — ¿Qué, tú aquí? No quiero pelear—Naruto suspiró pesadamente, toda la semana tuvo latente el recuerdo de cómo Sasuke le había humillado.

    —No estoy aquí por ti, estoy esperando algo

    — ¡Ah! Como sea no te metas conmigo, Sasuke—El de ojos azules le dio la espalda con una carga de ropa que aún tenía que terminar.

    —Así que leíste mi nota, ¿eh? Bien y ¿cuál es tu nombre? —El azabache lo siguió con cautela, era un justo intercambio el saber sus nombres.

    — ¿Para qué lo quieres saber? —El aludido mostró desconfianza, tal vez pretendía inventarse un apodo con su nombre tal y como toda la semana él había inventado miles como “Sasu-Tarado”

    — ¿Quieres que te siga llamando tonto?

    — ¡Me llamo Naruto! — Dijo histérico

    — ¿No es broma?—Cuestionó el Uchiha.

    —Claro que no, así me llamo, como si el tuyo fuera tan genial. — Lo miro por encima del hombro mientras él seguía en su labor de preparar la carga de la lavadora.

    —Pues supe que un famoso ninja se llamaba así—Dijo en tono presuntuoso. El otro, algo harto, le planteó una idea.

    —Mira— Exhalo profundo— no empezamos bien, hagámoslo de nuevo—Naruto extendió su mano—. ¿Está bien?

    —Creo que tienes razón, Sasuke Uchiha— completó el saludo.

    —Naruto Uzumaki—El apellido Uchiha hacía eco en su cabeza. Tenía vagos recuerdos de haberlo escuchado antes— ¿Uchiha? — preguntó para confirmar lo que había escuchado, no lo podía evitar debido a que lo sentía tan familiar.

    —Sí, ¿Por qué la pregunta?

    —Por nada, sólo que siento que ya lo había escuchado antes…

    Después de esa breve presentación y después de unos momentos de silencio incomodo, empezaron a hablar como es debido, Sasuke aún respondía algunas cosas que hacían que el rubio se molestara y éste torpemente las contestaba, pero a fin de cuentas terminaron por llevarse un poco mejor. Al paso de la charla, Naruto; quien llevaba el hilo de la conversación, resumió un poco su historia desde que había llegado a Konoha y Sasuke dudaba en contestar a todo lo que el interrogador rubio preguntaba, así que se limitó hablar de la universidad
    —Oye, ¿cuánto tiempo dejaras tu ropa en la lavadora? Ya de estar hecha trizas—dijo Sasuke.

    — ¡Es cierto!—Perdieron la noción del tiempo, habían pasado 20 minutos. Naruto apagó el aparato lo más pronto que pudo. Para su suerte, su ropa seguía intacta. Suspiró aliviado.

    —Jovencito su pedido está listo desde hace rato, ¿me entrega su nota? — Sasuke se sentía algo estúpido, ni siquiera recordaba por qué estaba allí. Avergonzado se acercó a recoger su pedido. Se dirigió a despedirse de Naruto pero para su sorpresa éste también iba de salida.

    — ¿Ya te vas? —Preguntó curioso el de marcas en las mejillas.

    —Sí, ya llego lo que esperaba—el aludido le mostró el paquete envuelto en papel.

    Afuera estaba oscuro, el paisaje nocturno de la cuidad era realmente muy bello. Estaban en a la parte alta de la ciudad y si prestaban atención a sus alrededores se veía perfectamente lo extensa que era la ciudad. Era mitad de Noviembre por lo cual las noches empezaban a ponerse realmente frías.

    —Bien, yo me voy por allá, mi departamento esta unas calles arriba—Naruto comenzó a caminar, pero enseguida la voz de Sasuke atrajo su atención.

    —Yo también vivo en la misma dirección, te acompaño, eres capaz de perderte aunque tu casa este cerca
    — ¿Nunca te cansas de molestar? — el moreno solo sonrió y no contesto

    Iniciaron su recorrido y retomaron la plática que habían dejado inconclusa. Naruto explicó que los viernes era día de lavado y que siempre asistía a ese lugar, incluso le indicó como llegar a su casa. Sasuke por su parte se mostró reservado, únicamente dijo que estaba ahí por un pedido de su madre.

    — ¡Demonios! Llegaré tarde y aún tengo que ir con Gaara—Pensó el rubio en voz alta—. Hoy tocarán, ¿quieres ir? —Naruto aún no sabía el motivo por el cual se odiaban y puesto que Sasuke no le había contado nada, sentía una horrible curiosidad.

    —No lo creo, su grupo… No es de mi estilo, además no tocan tan genial y Gaara no sabe cantar—el aludido desvió la mirada, en el fondo sabía que eran un gran grupo pero nunca lo aceptaría.

    — ¿Pero qué dices? ¡Son geniales!—Respondió el de ojos azules, explicando emocionado, realmente sorprendido por la respuesta.

    —Tú te sorprendes con cualquier cosa—el rubio se ofendió, una vez más empezaban con sus tontas peleas sin sentido.

    —No es mi culpa que no tengas buen oído, de seguro ni te gusta la música—le respondió, haciendo graciosos gestos con los labios.

    — ¿Qué dices? ¿Acaso ya eres fan de Gaara? Sólo digo que no me gusta su grupo y él canta terrible.

    Por un largo tiempo discutieron si Gaara era o no genial. Sus opiniones sobre él eran muy diferentes, Naruto convivía con él pelirrojo constantemente y con eso le bastaba para llamarlo “amigo”. Le había contado parte de su historia y admiraba su talento musical, cada vez que lo veía ensayar miraba embelesado su habilidad y, aunque seguían los constantes regaños de su jefe por ser tan unido a él, no le importaba.

    De pronto el celular de Sasuke comenzó a timbrar, por consiguiente se detuvo para contestar y Naruto lo espero

    — ¿Si? Iruka-Sensei pasa algo —Contesto cortésmente— el blondo no creyó que lo llegaría a escuchar tan atento

    Tenemos problemas Sasuke, el fotógrafo nos canceló de última hora…

    — ¡¿Qué dice?! La sesión es mañana…—Se exaltó tanto que asustó al mismo Naruto

    Lo sé, todos están preocupados, Ino hace unos momentos me avisó, así que ¿tienes alguna idea?

    —No se preocupe creo que tengo una buena idea—Miró a Naruto— que todos estén listos mañana a la misma hora, te lo encargo por favor.— Al decir esto colgó. Se aproximó al chico tanto que fue retrocediendo.

    — ¿Qué pasa?... —Dijo nervioso

    —Ahí dentro dijiste que sabías de fotografía ¿verdad? —Él rubio solo asintió despacio—Pues este es tu día de suerte

    — Tomé un curso de un mes y aprendí lo básico pero… ¿Qué dices? …— contestaba aun sin entender.

    —Escucha, tú me ayudaras en esto, mañana hay una importante sesión pero el imbécil de nuestro fotógrafo cancelo de último así que… el trabajo es tuyo…

    — ¿Qué?... pero, no tengo equipo…—Parecía que no terminaba de entender la situación

    —De eso no te preocupes, todo está listo, solo necesitamos a alguien que sepa usar el equipo. Enserio necesito esto además dijiste que te gustaba la fotografía ¿Qué mejor oportunidad que esta? —Insistía Sasuke, realmente se estaba empezando a fastidiar de hacerlo, ese tipo de cosas no iban con él.

    Naruto se veía nervioso, realmente Sasuke estaba preocupado. Era cierto había tomado un pequeño curso en cuanto tuvo tiempo y dinero cuando estaba aún en la casa hogar, pero era solo lo básico, ISO, diafragma, velocidad y un poco de iluminación. Después de pensarlo unos minutos asintió aun dudando.

    —Está bien… lo haré, no prometo mucho pero haré lo mejor. — sonrió. Sasuke respiro aliviado, un problema menos, ahora solo faltaba que ese chico no fuera un desastre como parecía serlo en todo lo que hacía.

    —Excelente… te veo mañana a las 10:00 en el parque central, en el Jardín de Narcisos. — Dijo y después se despidió.

    Naruto corrió emocionado a su departamento dejo la ropa recién lavada y planchada sobre la cama y salió de nuevo, después de todo tenía que ir a ver a Gaara como había quedado. Toda esa noche no pudo borrar la sonrisa de su rostro.



    26 de noviembre


    “Como la vez pasada Gaara toca genial, hoy de nuevo me encontré con Sasuke, esta vez fue un poco mejor ya no me molesto como la vez anterior y conseguí algo genial: demostrar mi talento en la fotografía, de la emoción no podré dormir, estoy muy ansioso…“



    A la mañana siguiente muy temprano comenzó a arreglarse. Busco un abrigo suficientemente cálido como para soportar la fresca mañana; encontró uno café de franela su favorito había sido un regalo de Tsunade. Tuvo tiempo de repasar uno que otro apunte que conservaba del taller que tomo hacia años, pero recordaba cada detalle no podía ocultarlo esa era su pasión desde muy chico, lo supo y su padre la había ayudado a darse cuenta de ese talento. Salió del modesto edificio cargando una pequeña mochila algo desgastada.

    Tomo el metro hasta la estación del centro justo el camino que tomaba cuando iba a su trabajo, no sabía dónde estaba exactamente el jardín de Narcisos pero se guiaría al ver la muchedumbre, pensó. Cuando llego al parque central recorrió la zona de juegos, incluso donde las personas realizaban sus caminatas matutinas. Pasaban los minutos y daba vueltas en círculos a esas alturas ya estaba nervioso, miro su reloj ya eran cerca de las 10, estaba retrasado cerca de 15 minutos no era mucho pero así no quería iniciar el día, nunca pensó que ese parque fuera tan extenso.

    — ¡¿Así que aquí estabas?! — observo la silueta del azabache se aproximaba a él algo furioso— Debiste esperar a que fuera a tu casa, todos están asustados pensando que no iras.

    —Lo siento, cuando llegue me di cuenta que no sé dónde están el “Jardín de Narcisos” — hablo quedito y muerto de pena, de nuevo ser impulsivo lo le traía nada bueno.

    —Eres todo un caso — no quiso regañarlo más lo vio algo afligido— ¡No tenemos tiempo vamos! — Naruto corrió tras él hasta internarse en una parte del parque que no conocía, supo la razón por la que no encontró él lugar; estaba detrás de unas rejas que resguardaban el lugar Sasuke abrió las rejas y entraron.

    Todo le pareció sumamente hermoso, casi sacado de una pintura fantástica como su nombre lo decía había un jardín con una flora diversa, pero en esa época del año solo los narcisos florecían, los caminos estaban empedrados y en el centro un fuerte roble que conservaba parte de su follaje; un ambiente muy agradable, comprendió por que habían elegido esa locación, era perfecta a sus ojos de fotógrafo tenía en mente muy buenas tomas, además la luz matutina era perfecta.

    — ¡Aquí esta! — Grito Sasuke a los demás, de inmediato Iruka salió entre los demás chicos que esperaba a Naruto, eran aproximadamente 18 personas contándose él, Sasuke e Iruka. Todos escasamente vestidos— a pesar de frio— con ropas blancas y detalles azules, las chicas un lindo vestido blanco y un moño azul, mientras que los chicos camisa azul y bermudas blancas.

    —Pensaba que no llegarías bueno después me explicaras ahora, Las presentaciones para después ahora ¡Todos atención vamos a comenzar!—suspiro aliviado Iruka y de inmediato ordeno a todos que tomaran que tuvieran listas las cosas para Naruto.

    Una chica rubia que después supo que su nombre era Ino, le ayudo con las cosas, tenía lo básico para una sesión de fotos semi-profesional, fuentes de luz, un buen tripié, paneles de luz y difusores de luz, la chica le dijo como se usaba cada cosa no hubo tanta necesidad pues este sabía a la perfección como usarlas, los demás le ayudarían con la iluminación del lugar y Sasuke e Iruka a revisar cada minúsculo detalle.

    —Naruto, te preguntaras para que es todo esto, así que seré breve; es para un evento de la universidad, habrá una ceremonia de graduación de curso, los chicos que ves aquí propusieron como tema primavera así que eligieron el Jardín de Narcisos, ellos te guiaran para que el resultado sea parecido a la anterior sesión, serán tres fotos por alumno.

    Naruto entendió todo ya no hizo preguntas, y fueron pasando de uno por uno, Sasuke le ayudaba con los difusores de luz mientras el fijaba el lente, nunca antes Sasuke había visto que alguien pusiera tanto cuidado a su trabajo y vaya que los resultados fueron muy buenos en la primera sesión. Naruto estaba más que feliz haciendo su trabajo analizaba cada movimiento que hacían los jóvenes modelos, enfoque, iluminación, todo. Pasó una hora y termino con la primera sesión, todo había llevado su tiempo por la sencilla razón que había ciertos fallos en la cámara, después de todo era de segunda mano; junto con Ino y Sasuke analizaban por computadora los resultados para su suerte todo estaba bien.

    — ¡Vaya Naruto eres genial!, me gustan mucho— Ino junto con Naruto era quienes más sabían sobre eso— De seguro estuviste en un buen curso— La chica más que querer tener una conversación normal parecía que le estaba coqueteando pero el rubio ni cuenta de eso.

    — ¿Así que tienes talento después de todo eh?— Se hizo notar Sasuke a su manera— Están quedando bastante bien— parecían tan honestas sus palabras que Naruto no dudo de ellas, era inmensamente feliz haciendo lo que más le gustaba que ni los comentarios de Sasuke arruinarían su buen humor.

    —La siguiente sesión será las 3 de la tarde—Puntualizó Ino

    — ¿Por qué hay que esperarnos tanto?— Cuestiono Naruto

    — Así será el formato de la sesión una parte sería de día, otra en la tarde y una más en la noche— le giño el ojo, ahora recordó por que Iruka le había dicho que sería un día agotador, Naruto solo suspiro no pensaba que le llevaría tanto pero sabía que él tiempo se le pasaría volando. Sasuke por su parte ese día cambio su forma perspectiva del rubio era algo atolondrado pero sabía entregarse a su trabajo y eso era admirable, le recordaba a cuando tocaba una libreta en blanco.

    El día se pasó rápido y pesado para todos los que estaban ahí, el único que se veía deslumbrante era Naruto. En las horas en que no tenían nada que hacer convivían contando experiencias fue una excelente tarde para todos. Naruto observo como se llevaba Sasuke con los demás no le extraño que se viera reservado pero una que otra ocasión sonreía. Todo termino pasadas de las 7 de la noche, Iruka y todos los demás agradecieron a Naruto su presencia argumentando que era su salvador, solo después de colocar todo dentro del auto de Iruka se fueron despidiendo uno a uno.

    —Te veo después Naruto nos acabas de salvar a todos y por cierto es un placer conocerte, siento que hasta ahora sean las presentaciónes, mi nombre es Iruka— agradeció una vez más el hombre trigueño y extendió su mano para saludar al joven

    —Es un placer— contestó el blondo

    —Bien ahora iré directo a que aprueben esto, te llamaremos después y esto es para ti— le entrego un sobre que si bien no tenía un buen grosor contenía una razonable cantidad— es lo que mereces por tan buen trabajo

    — No creí que me fueran a pagar— Se mostró sorprendido, hacía lo que más le gustaba y encima le pagaban eso si era vida.

    —Entre tantas cosas ayer de seguro a Sasuke se le olvidó mencionar eso nos vemos después Sasuke, Naruto— con un ligero movimiento de la muñeca se despido. Ahora solo quedan Sasuke y Naruto

    —Vamos por un café, hace mucho frio— Ahora mismo un humeante café Italiano era todo lo que necesitaba para que fuera un día perfecto

    —Me estoy congelado— Habló Sasuke frotándose insistenmente las manos y salieron del jardín, Naruto entre todas las cosas que traía en la cabeza apenas razono que el Shinra estaba justo enfrente.

    —Pero tú pagas, yo no traigo ni un centavo—Ordeno

    — ¡Sasuke eres un patán! —Le grito molesto Naruto

    No tardaron en salir del parque para su suerte aún estaba abierto el Shinra, Naruto no tuvo de otra que pagar, Sasuke los pidió para llevar así que estuvieron muy rápido; fueron atendidos por Ten Ten y Sakura los demás al igual que Naruto tenían día libre los sábados. Sus compañeros lo miraban sorprendidos, más cierta chica de cabello rosa que no terminaba de creer que Naruto en una semana hizo lo que ella y las demás no habían logrado en meses, simplemente no era creíble que ahora esos dos se fueran juntos a casa.

    — ¿Puedes creerlo, el chico misterioso y Naruto juntos? —Sus ojos reflejaban su sorpresa, hacía apenas unas semanas esos dos se querían matar dentro de la cafetería

    —Pero que hacían juntos, tal vez estuvieron en una cita Sakura, no puedo creer que Naruto te gano— Decía en tono burlesco, Ten Ten buscaba la atención de Sakura con un comentario que iba directo a su orgullo como mujer

    —No creo que hayan tenido una cita ¿pero es porque están juntos? ¡Tendrá mucho que explicar el lunes! —Inflo sus mejillas, tenía que saber todo con lujo de detalles.

    Yahiko no pasó desapercibida la plática de sus empleadas, fue grande su sorpresa al comprobarlo el mismo, observo desde uno de los ventanales, a lo lejos parecía que iban peleando pero iban juntos a casa, por más que le advirtió a Naruto que no se acercara a ese tipo esta había hecho caso omiso, eso le hacía enojar, estaba demasiado acostumbrado a mandar que no soportaba ese rubio fácilmente lo ignorara ahora tomaría otras medidas estaba seguro que Sasuke no traería nada bueno a su vida y tenía que “salvarlo” como salvo a Deidara de las garras de Itachi.

    Le pidió a Sakura y a Chouji que cerraran por él, regreso a su oficina evadiendo a cualquier persona que se le cruzara delante salió veloz y subió a su auto, la dirección a la que iba la conocía a la perfección y una vez que se encontró con la persona indicada se dirigió a ella.

    —Buenas noches, tengo que hablar seriamente sobre Naruto Uzumaki con usted— sonó tan amenazador como pudo.

    Tomaron el tren de la estación central, Naruto al fin mostro signos de cansancio por momentos Sasuke sentía como apoyaba su cabeza en sus hombros, era normal y él estaba igual que él, sus ojos de momento se cerraban solos e igualmente su cabeza se iba de lado chocando en varias ocasiones con la de Naruto, para su suerte se anunció que habían llegado a sus respectivos destinos ahora solo era caminar un poco y listo, en su casa lo esperaría una humeante cena y su cómoda cama.

    —Hiciste un buen trabajo hoy, ¿no te importaría si te llamamos después? — cuestionó serio mientras recorrían esas fastidiosas colinas y tomaban camino a sus hogares

    —No, con una cámara en mis manos soy feliz— sonreía sincero— no me importaría que me volvieran a llamar.

    —En verdad amas la fotografía, ¿no es así?

    —Sí, esa fue una de las razones por las que regrese a Konoha— se vio pensativo y esto lo noto Sasuke.

    — ¿Una de las razones? — dijo incitando a que prosiguiera

    —Sí, la otra es ver de nuevo a mi hermano —suspiro— y sé que lo voy a encontrar— conservo ese perfil serio y pensativo pero sobre todo tan seguro de sí mismo en cada palabra, eran tan parecidos, tenía ideales extrañamente iguales, no podía dejar de verlo muy sorprendido.

    — ¿Por qué me miras así? ¿Piensas que no poder hacerlo? — le amenazo con él puño

    —No, es solo que parece que tenemos varias cosas en común— contesto sin pensar, se arrepintió enseguida no quería dar explicaciones a nadie de su vida.

    — Iguales ¿A ti también te separaron de tu hermano?

    —Algo así… — Dudo en contestar

    —Yo sé que lo harás, serás un patán y todos pero— suspiro— eres buenas persona, creo — agrego de último

    —Tonto— dijo en voz baja, mientras en su rostro de formaba una sutil sonrisa

    Unas calles más arriba y se despidieron, Naruto tomo su camino entre los callejones, estaba tan exhausto que solo pensaba en su cómoda suave y cálida cama y tal vez una ligera cena, abrió la puerta de su habitación estaba muy frio dentro encendió la calefacción y se tumbó en la cama, su momento de descanso no duro mucho fuera de la habitación pues unos incesantes golpes en la puerta terminaron por hartarlo.

    — ¿Qué pasa por que toca así? — replico en rubio, al abrir la puerta se dio cuenta que era su loca casera amante de los gatos, pero esta vez lo se vio molesta

    —Uzumaki no viene de cortesía así que arregla tus cosas ¡hoy mismo te vas de aquí! Me debes renta un mes y no pienso esperarte ni un día más, ¡estoy perdiendo dinero por tu culpa!— tomó por sorpresa al rubio que no sabía ni como contestarle, nunca fue en inquilino favorito y no pagaba su renta a tiempo pero correrlo así de la nada era un inhumano.

    — ¡¿Qué?! Pero no puede hacerme esto—Hablo enfurecido, ¿cómo se le ocurría hacer algo así? Si bien nunca fue puntual cumplía con el pago— además son las 8 de la noche ¡¿A dónde se supone que vaya?!

    —Si hubieras estado aquí todo el día hubieras conseguido algo— trató de justificarse pero más bien era solo una excusa más, ¡así que largo! Tienes 20 minutos si no llamare a la policía

    —Pero yo trabajo, solo es cuestión de días para recibir mi sueldo, ¡por favor espéreme un poco más! — suplico, tenía la esperanza que por lo menos lo dejara marcharse al día siguiente.

    —Dije mi última palabra, si no me completas ahora mismo lo de este mes de ¡te vas! — Asevero sin piedad
    Naruto recordó el sobre que le había dado Iruka, pero era inútil, no era suficiente y sus ahorros tampoco alcanzaría era muy poco lo que quedaba.

    —Por lo menos espere a que sea de día, donde se supone que camine a estas horas— dijo resignado, conocía a su casera y era muy terca

    —20 minutos Uzumaki, ¡yo no hago caridad! — la mujer cerro de un portazo casi impactándola contra el rostro del Uzumaki

    ¿Ahora que se supone que haría? le quedaba la opción de un hotel, pero en esa zona todo era bastante caro; sintió la desesperación correr por todo su cuerpo; no tenía en gran equipaje pero aun así sería una lata cargar con todo a esas horas, recordó a Sasuke el vivía cerca o tal vez… Yahiko ¡No!, no le pediría favores a nadie se las arreglaría solo como siempre. Triste y furioso empezó a empacar sus cosas; una mochila vieja, una maleta de un buen tamaño y eso era todo. De nuevo afuera se oyeron golpes en la puerta.

    —Espero que ya tengas todo listo— hablo demandante la mujer regordeta con los brazos en la cintura

    —Todo esta listo— dijo resignado— salió junto con su pesada maleta

    —Unas calles arriba esta un hotel económico, siempre hay lugar, ve ahí—sintió algo de pena por correrlo a esas horas, el sentimiento de culpa le hizo tener un gesto amable hacía el chico.

    —Gracias— forzó una sonrisa

    El frío calaba más antes, podría jurar que podía empezar a nevar en cualquier momento. Resignado buscaba el lugar que le había indicado su ahora ex casera pero por más que pasaba calles no lograba ver el hotel que le habían señalado; A la vez iba hundido en sus pensamientos, su única salvación era que con su sueldo pudiera pagar rápido cualquier otro lugar, respiro hondo una vez más pensando mañana será otro día.

    De pronto de topó con un hombre de mediana edad, se veía algo elegante y justo iba entrando a su casa esta era muy hermosa y grande, sintió envidia.

    — ¡Oiga! — le grito antes que traspasara la puerta

    — ¿Que deseas jovencito? — El hombre echo un vistazo su maleta y su a apariencia de foráneo

    — ¿Sabe si hay algún hotel cerca de aquí?, me dijeron que había uno por aquí— se acercó a él.

    Después de pensar un poco, aquel hombre le indico como llegar, al parecer era una calle más delante pasando un restaurante de comida rápida, Naruto agradeció su gesto y corrió tan rápido como pudo

    — “Y yo que pensaba que sería el mejor día de mi vida en mucho tiempo” —Pensó Naruto


    ~0~

    — ¿Sasuke que paso con el evento que me habías contado? — Le habló desde la cocina su madre Mikoto; estaban por servir la cena sólo era cuestión de esperar un poco a Fugaku. Siendo una madre responsable acostumbraba tener una comunicación constante además de que Sasuke no se llevaba del todo bien con su padre.

    —Mejor de lo que esperaba, Naruto hizo bien su trabajo— respondió algo seco mientras tomaba su respectivo lugar.

    — ¿Naruto? —Preguntó cuándo cruzó al comedor con una bandeja en mano

    —Sí, fue una enorme casualidad que me lo haya anoche cuando fui por lo que me encargaste, de hecho lo conocí hace tiempo en una cafetería, nunca pensé que me lo toparía otra vez, debo admitir que salvó el día—Preparaba los cubiertos sobre la mesa sin prestarle mucha atención a su madre.

    — ¿Sabes hijo? — Libero una pequeña risa muy propia de ella— las coincidencias no existen— Sasuke solo se quedó callado observando estupefacto a su madre ¿Qué se supone que significaba eso?



    C o n t i n u a r a…




    Y bien ¿Que les pareció? ¿Que pasará con nuestra rubia adoración? Ya se empezaron a revelar varias cosillas como el paradero de Itachi, y lo que paso el día que los Deidara y Naruto dejaron la ciudad. Y hay un problema más para la relación de Sasuke y Naruto... nuestro querido teme ODIA a muerte de Deidara... jojojo así o más drama x)
    ESPERO SUS COMENTARIOS nwn


    Edited by Nat - 26/7/2013, 16:45
     
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    Dame un segundo y te olvidarás de todo

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    T digo la vdad tu trama cada día me gusta mas y mas
    Este teme por que odia a mi dei el no tiene vía en ese juicio
    Jejej espero La conty
     
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  11. Cecylampuchi
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    :O! en serio que amo tu fic! <3 no podia parar de leerlo..... es GENIAL!!! *o*
    Ya quiero saber que pasa con Dei e Itachi... y Kakashi jamas saldra? al menos como tutor que se acuerde de ellos xDD
    y Sasuke tan lindo!!! (es mi amor platonico! :P )
    Bueno, estare esperando la conti..... ya tienes a otra fan loca esperando por capitulo nuevo! :D
     
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  12. yamíSora
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    Woow estuvo buenisimo la trama esta de lo mejor
    cada cap. K pasa se pone mas y mas interesante

    Bueno la verdad yo pense k era itachi el k sufrio el accidente
    Me puse muy triste cuando esa idea cruso por mi loca cabecita

    Me alegro k no aya sido el y siento pena y tristesa de verlo encerrado
    Y culpandoce por lo susedido con konohamaru

    Sasu xq odias a dei el no tiene la culpa de nada

    Oye vieja. El hecho de k seas su casera no te da el derecho de tratar asi ami naru

    K hara yahiko?
    La historia estuvo muy emocionante
    Pido conty

    Bye bye
     
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    yamíSora:
    Que bien que cada cap te parezca más interesante, espero que este no sea la excepción
    ~Suzume~: Y cada vez se va ir poniendo mejor eso te lo prometo ;D
    Cecylampuchi: Gracias por animarte a comentar :3 esnerio que lo agradesco, poco a poco iran apareciendo los demás, de Deidara sabremos un poco por ahí del capitulo 10 y por supuesto de Kakashi :3

    Muchas gracias por sus comentarios me da gusto que el fic fue bien recibido por aquí. Este capítulo es muy interesante, ahora tendran otro punto de vista de nuestro querido Yahiko *w* espero que les guste esta parte, este es de mis capítulos favoritos tiene mucha historia y significado.



    Capítulo.-7 Paseo


    Iba hundido en sus pensamientos. Era un domingo por la tarde y por lo tanto que ese día no trabajaba. Caminaba por lo que parecía ser una calle interminable, hacía frío y en los noticieros anunciaron posibles nevadas en los próximos días. Eran cerca de las 6 de la tarde y su estomago clamaba por algo de comida; miró su bolsillo y sacó unos cuantos billetes, que serían suficientes para comprar algo de comida y volver al hotel. No muy lejos estaba una de esas tiendas de auto servicio en la que de seguro encontraría algo que lo saciara su hambre. Pensó en ahorrar con un ramen instantáneo que bastaría de todas formas puesto era algo que se había convertido en su favorito. Diez minutos después de espera en la fila salió del lugar con un par de bolsas, en cuyo interior había tres botecitos de ramen instantáneo, té helado y su placer culposo: papas fritas.

    Dos calles más adelante cierto automóvil llamó su atención. Era imposible no reconocerlo, un flamante Porsche plateado no demasiado ostentoso pero sí lujoso; su dueño no era otro que su jefe Yahiko. Con una suave maniobra quedó estacionado justo un lado de Naruto, que se veía tan ligeramente sorprendido que incluso dejó caer la bolsa que cargaba. Su cuerpo involuntariamente se acercó a la pared buscando protección.

    — ¿Tienes planes, para el resto de la tarde? —Preguntó desde su lugar, y su voz alcanzó a ser escuchada por el blondo. Ligeramente, con su cabeza, hizo señas para que se acercara. El plan de Naruto para el resto de la tarde era ver televisión por cable del hotel, comiendo ramen, y después arrasaría con una enorme bolsa de papas fritas.

    —No, no tengo ninguno—Negó con la cabeza. Entendió el mensaje de su jefe, se aproximó lo suficiente para inclinarse y asomar su cabeza por la ventana del copiloto.

    —Ya veo. ¿Te molestaría dar un paseo conmigo?, hay algo que me gustaría mostrarte—Yahiko habló con esa hechizante voz profunda, mientras cortésmente abría la puerta del copiloto. El blondo accedió de inmediato, cualquier plan que le ofreciera Yahiko sería mucho mejor. Se mostró emocionado, como siempre lo hacía cuando entraba a ese majestuoso porche, con esos asientos de piel y el estéreo del auto, que lo incitaba a presionar cada botón; aquel auto era una obra de arte.

    — ¿A dónde iremos? —Cuestionó alegre mientas hacía un lugar a su recientes compras en los asientos de atrás.

    —A una escuela—el pelirrojo hizo rugir el motor y se puso en marcha.

    — ¿Una escuela?—Tal vez había oído mal, debía ser una broma desperdiciar una tarde yendo a una escuela, pero no, de nuevo se lo corroboraron. Yahiko rio un poco cuando miró la expresión de desilusión en Naruto.

    Condujo unas calles más arriba y viró a la izquierda. Era sorprendente a la velocidad a la que andaba el auto y la suavidad con la que parecían ir. Se encontraban cerca del centro de la ciudad. Naruto observaba entusiasmado por la ventana el paisaje que le brindaba la vista desde lo alto del puente en la carretera principal de la ciudad; a causa los nubarrones el cielo estaba gris, se podía respirar algo nostálgico en el aire y a la vez humedad, posiblemente para antes de anochecer estaría lloviendo. Pasaron el centro de la ciudad y por el escaso tráfico de un domingo, todo a su alrededor se veía un poco menos ajetreado; por alguna razón Naruto sintió que todo aquello le era familiar. Ahora iban a una velocidad normal. El rubio miró de nuevo por la ventana: había un parque con escasa vegetación y uno que otro juego a lo largo del terreno. Una señal de tránsito les aviso que estaban en una zona escolar.

    Cuando terminó el parque, su vista se encontró con varios edificios pertenecientes a una secundaria. De inmediato reconoció esa entrada maltratada por el paso de los años pero inconfundible, ahí estudiaba su hermano. Llegaron recuerdos que creía perdidos. En ciertas ocasiones había acompañado a su padre a dejar a Deidara a la escuela cuando se le hacía tarde. En su garganta se formó un nudo que hacía que le costara trabajo respirar.

    —Aquí es—anunció su jefe. Detuvo el coche con suavidad, retiró el cinturón de seguridad y giró a ver el rostro de su acompañante, que se veía sorprendido. No imaginaba que dentro de su cabeza se realizaba un viaje en el tiempo que sólo le traería una ola innecesaria de nostalgia.

    —Este lugar lo recuerdo muy bien—Naruto endulzó su tono de voz, era algo raro de escuchar en él—. Deidara solía perder el tiempo y hacía que papá lo trajera hasta acá; a veces me colaba en el auto y los acompañaba…—se animó a hablar, pero no miraba a Yahiko sino al edificio. No recordaba un par de cosas, como el estacionamiento de la entrada y un edificio que estaba al fondo y que apenas se distinguía.

    —Sí, recuerdo que Sasori solía regañarlo por hacerlo esperar—Esta vez fue de cabellos naranjas que el se mostró pensativo, dio un largo suspiro y terminó de salir de auto—. Sígueme—le indicó.

    Naruto lo vio perderse en un pasillo junto lado a la entrada, supuso que había ido con el cuidador puesto que había regresado haciendo sonar unas llaves en su mano derecha.

    —Vamos, tenemos 20 minutos, te voy a mostrar algo que creo debes saber—la curiosidad del rubio se disparó.

    Entraron por la puerta principal. Recorrieron los pasillos del edificio, que era amplio y tenía dos pisos de altura, las paredes se veía desgastadas y la pintura estaba opaca; resultaba algo deprimente.

    No cruzaron palabra alguna mientras seguían hacia delante, cada quien iba sumergido en su mundo. Naruto en esos momentos se sentía tan cerca de Deidara y, a la vez, intentaba imaginarse como pudo haber sido su vida ahí.

    Yahiko se detuvo sin avisar frente a una bodega provocando que Naruto chocara contra su espalda, pidió perdón aunque tuvo la certeza de que ni siquiera había sentido el golpe. Guío sus pasos para situarse a su lado y ver con sus propios ojos lo que Yahiko miraba con tanta atención.

    —Esto es lo que quería mostrarte—habló casi en un hilo de voz que le costo trabajo entender al blondo. Yahiko caminó un poco más, hizo una maniobra con las llaves y la puerta cedió. El aroma que lo asaltó trajo consigo una oleada de recuerdos de aquellos años que a él y sus compañeros solo les interesaba hacer travesuras; se sitió algo viejo. Solían minimizar sus problemas, seguros de que su adolescencia duraría por siempre, pero la realidad había sido otra. Miró cada rincón de la bodega, esa era la base secreta para los Akatsuki, como el mismo había nombrado a su grupo; se había dedicado a reunirlos uno a uno… Yahiko sonrió involuntariamente ante aquellos recuerdos de lo que habían sido tiempos perfectos.

    — ¿Qué era este lugar? —Naruto salió detrás de su espalda para empezar a explorar por el mismo.

    —Esta era mi base secreta, ¿alguna vez Deidara te contó sobre Akatsuki? — El pelirrojo comenzó a caminar, adentrándose cada vez más y más, observado con cuidado cada detalle, cada cosa que después de 10 años habían cambiado en su preciado lugar.

    —No recuerdo bien, pero sí llego a mencionarlo—El menor procedió a seguirlo. El lugar estaba polvoriento y lleno de viejos libros, mesas rayadas y rotas, bolsas llenas de papelería inútil y uno que otro balón sin aire. Era alto, cerca de los 3 metros y unos 10 de largo; pensándolo bien era un lugar ideal para unos vagos de secundaria. Ahí su hermano había empezado a forjar sus sueños.

    —Yo me dediqué a reunirlos a todos, uno a uno—dijo, tomando un libro en específico como si supiera donde estaba, era de capa ligeramente satinada, y de los pocos que se veía legibles. Lo abrió y le mostró notas que solían escribir mientras se saltaban las clases, el papel en un principio se veía amarillento pero al pasar de las hojas se fueron aclarando—. Hidan, Kakuzu, Sasori, Kisame, Deidara, Konan, la única mujer del grupo, y también… Itachi— Naruto notó el esfuerzo que hizo al mencionarlo. Ese nombre resonaba en su mente, sabía que tenía importancia. Meditó un poco, pero lo logro recordar nada—. Y por supuesto, yo. Éramos un desastre en esos tiempos.

    —Cuéntame de mi hermano—rogó saber. En aquella época Deidara no solía contarle de su vida, y mucho menos de sus amigos, era un adolescente del tipo que reservaba todo para si. Sintió el deseo de saber de su pasado, había pasado tanto tiempo que ahora el nombre Deidara era más bien como un concepto del cual casi no conocía nada, ni siquiera podía recordar su comida favorita.

    —Deidara—dio un largo suspiro alargando su respuesta—. Él al principio no quería unirse, pero entre Sasori, Itachi y Kisame lo convencieron. Solíamos irnos al centro comercial y hacer travesuras, lanzar cosas desde las gradas de los estadios en los partidos de futbol, inventar juegos, ir al cine y contar el final de la película en voz alta; tuvimos muchos problemas por eso—Naruto contuvo la risa, sin poderse imaginar a ese hombre serio que aparentaba ser su jefe haciendo fechorías por ahí, aunque le hubiera gustado conocer esa parte de su hermano—. Como dije, éramos un completo desastre, sólo un grupo de jóvenes que tenían sueños muy grandes—Yahiko seguía pasando hoja por hoja—. Fueron tiempos muy buenos—sonrió con melancolía, sin perder de vista el libro que yacía en sus manos.

    — ¿Fueron?—Preguntó incrédulo desde otro lugar de la bodega, rebuscando no sabía qué, pero seguía indagando hasta encontrar algo interesante.

    —Después de su desaparición todos nos alejamos, hasta que terminamos por separarnos. Aún frecuento a Hidan y a Kakuzu, Sasori es mi socio en la cafetería, y es el hermano de Gaara—puntualizó—. Konan se fue de la ciudad y de Itachi… de él no he sabido nada desde que nos graduamos ese verano de secundaria—Mintió éste, pues sabía a la perfección de la condición mental de dicho hombre.

    —Que final tan triste—dijo honesto. Naruto había tenido muchos amigos y entendía que era doloroso separarse de ellos.

    El de ojos azules revolvió una caja llena de objetos al no encontrar nada interesante, e hizo lo mismo con las que estaban a un lado. Se formó un silencio incómodo en ese lapso del que sólo el blondo se dio cuenta. Yahiko seguía con el mismo libro y casi a punto de terminarlo encontró una vieja fotografía algo desgastada que se notaba que era de una cámara instantánea. En la imagen aparecían Itachi y Deidara, el moreno sentado sobre una mesa acariciando el cabello lacio y perfecto de el rubio que se mantenía sobre el suelo, ambos con una sonrisa, felices. Al reverso traía una fecha grabada por la misma letra de Deidara. Trató de recordar ese 23 de abril… y ¿cómo olvidarlo? Había sido el día que Itachi y Deidara habían reconocido frente a todos que eran pareja; Konan, feliz por ellos, se ofreció a sacar un recuerdo de tan importante momento.

    Recapituló ese día con lujo de detalles en segundos, miró de reojo aquel rincón.





    Eran alrededor de las 9:00 de la mañana. Cursaban ya su último año de secundaría. Tenía rato que las clases habían comenzado y su rubio compañero no aparecía por ninguna parte, buscó en cada salón y preguntó a los demás, pero no sabían nada. Lo que le alertaba era la ausencia de Itachi; últimamente tenía sospechas sobre estos dos, miradas cómplices, reuniones a escondidas, tareas que hacían juntos y que los hacían rabiar.

    Decidió saltarse esa hora, la historia le gustaba pero no tenía cabeza para lecturas que se sabía de sobra. Se encaminó hacia su base secreta, entró cuidadoso de que ningún adulto lo viera entrar. De su mochila sacó un par de tomos de manga que le habían recomendado. Se disponía a leer cuando escuchó extraños ruidos al fondo de la bodega, y de la manera más silenciosa que pudo, se acercó pensado que podía ser alguna clase de roedor; hubiera deseado haberlos visto.

    El ruido de los libros cuando cayeron al suelo alertó a la pareja que había un intruso dentro. Tanto Deidara como Itachi no supieron como reaccionar, se vieron descubiertos en medio de arrumacos que delataba su ilícita relación.

    —Lo siento—atinó a decir Yahiko. Estaba tentado a llevar su mano a su pecho tratando de arreglar algo que parecía roto: su corazón.

    El blondo de inmediato abordó a su amigo dándole indicaciones a Itachi que saliera de inmediato. Obedeció.

    —Pensaba contarles más adelante, lo juro— Había algo de vergüenza en su rostro, pero en su voz había seguridad—Siento que te hayas enterado así.

    — ¡¿Cuándo esperabas decirlo, en la graduación?! — Esa era exactamente la reacción que esperaba de su amigo.

    —No, pero, ¡no sabia como iban a reaccionar, entiende!—Salió a flote ese carácter fuerte de Deidara. Yahiko trataba de apaciguar sus fuertes latidos. No podía mirarlo a los ojos.

    — ¿Cuánto tiempo llevan juntos? —exigió saber. Pensaba que era algo relativamente nuevo, pero no era así, su amigo lo sacó de su error aunque le hubiera gustado quedarse ignorando el suceso; finales de diciembre lo escuchó decir. Yahiko sacudió la cabeza con frustración mientras mordía sus labios.

    — ¿Por qué Itachi? —Fue una pregunta que su amigo no le supo contestar. Se quedó en silencio por un buen rato, sin poder resumir todos los sentimientos que con el paso del tiempo le había hecho sentir el moreno de rostro amable. Algo en el interior de Yahiko le hizo saber que era hora de revelar su secreto, era ahora o tendría que aceptar la relación como un amigo más.

    —Deidara…—Susurró, y camino hasta estar frente a él. Con un rostro impasible y con cuidado delineó el rostro del rubio con la yema de sus dedos, causado un sentimiento de extrañeza en el rubio, que no opuso resistencia.

    — ¿Qué pasa? —Preguntó asustado.

    Con cuidado y despacio unió sus labios con los de Deidara; fue un beso fugaz y hasta cierto punto tímido pero era los sentimientos más puros y honestos que guardaba Yahiko.

    —Te quiero…—Susurró una vez que se rompió el contacto.

    El blondo no supo como contestar, parpadeó, tratando de buscar algo interesante en el suelo; sin embargo no podía concentrarse. Su rostro era indescifrable y su mente un caos.






    Al final de ese día todos supieron de esa relación. Yahiko supo que frente a Itachi sólo este último se vería como vencedor. Ese día había sido rechazado.

    — ¿Pasa algo?, te quedaste callado—La voz de Naruto lo trajo de vuelta a su realidad. Se giró a verlo y dijo que estaba perfectamente bien. Esto tranquilizo al rubio, pero aún tenía sus sospechas. — ¿Encontraste algo? —Yahiko celosamente guardó su reciente descubrimiento; más tarde haría uso de él.

    —Algo así…—Dijo— ¿Ya viste aquellas cajas? Deben de haber esculturas que hizo tu hermano—señaló un lugar específico con su dedo índice. Naruto emprendió su búsqueda, sonriendo feliz de encontrar algo de su hermano. Abrazó con cariño una escultura de color blanco que sacó del fondo de una caja hecha de papel y engrudo de aproximadamente 8 centímetros de alto; tenia forma de un ave y era un poco similar a un Fénix. Se encontraba un poco empolvada, pero no era nada que no se pudiera quitar con una buena pulida o pintándola de blanco. Yahiko miro su reloj y avisó que ya era hora de irse, Naruto con tristeza se despidió del lugar y oprimió en su pecho la nueva estatuilla que había conseguido jurándose algo así mismo.

    — ¡Juro que te encontraré! —Pensó. En sus ojos había determinación y confianza, él nunca faltaba su palabra.

    Salieron de la escuela y de nuevo subieron al auto, no sin antes dejarle las llaves al vigilante. Yahiko arrancó de nuevo el auto si rumbo fijo, Naruto perdió el número de veces que giraba y terminaba en calles aún más extrañas, supuso que abría algún propósito para eso.

    —Ahora creo que ya puedes hablarme sobre lo que me querías contar cuando estábamos en la bodega ¿no es así? —Dijo el rubio sorprendiendo de sobremanera a su jefe. Yahiko sólo lo miró, sonriendo de medio lado.

    Había subestimado un poco la inteligencia de su empleado. Bajó la velocidad del auto y encendió la calefacción. Ya eran cerca de las 7 de la tarde y el frío ya se empezaba a sentir.

    —Sólo déjame pensar como iniciar con todo esto— Su mirada seguía fija al frente, pero se notaba algo distraído—. Escucha… Yo no tengo ningún interés en controlar tu vida, ni nada por el estilo, pero siento como si debiera protegerte por la amistad que me une a Deidara, y porque me agradas, ya te lo había dicho antes—cada palabra dejaba a Naruto confundido, con esas frases siempre iniciaba cada vez que le daba un sermón sobre Gaara.

    — ¿Se trata de Gaara? —El blondo miró con interés.

    —No, esta vez no— Hizo una breve pausa, buscando las palabras más adecuadas para la situación—. Es sobre Sasuke—Naruto se mostró curioso. Sabía que al igual que con Gaara, Yahiko no simpatizaba con Sasuke, y seguía curioso de saber por qué. Lo miró atento, mientras daba sus explicaciones; esta vez sería algo más serio.

    — ¿Sasuke qué tiene que ver con mi hermano? —Preguntó.

    —El nombre de Itachi se te hace familiar ¿no es así? Vi como tratabas de recordar algo de él cuando lo nombré hace rato— Naruto sólo asintió sin interrumpirlo—. Él fue alguien muy valioso para Deidara, pero no supo corresponderle; fueron pareja hace mucho—a la cabeza del blondo vinieron recuerdos algo vagos en donde aparecía ese nombre siendo nombrado por su madre o su hermano.

    —Si, ya recordé algo… pero no lo conocí—Fijó su vista hacia el frente, parecía que aún se esforzaba por intentar tener un mejor recuerdo del famoso Itachi.

    —Él le hizo mucho daño a Deidara. Siempre parecía estar feliz con él, pero era más bien que estaba deslumbrado por él, era muy inteligente y Deidara se sorprendía fácilmente, pero… —Hizo una pausa algo dramática— Itachi le hizo mucho daño.

    — ¿Qué fue lo que él hizo?—Naruto quería saber razones, estaba en suspenso y Yahiko se veía tan misterioso que no revelaba nada ni con la mirada.

    —Itachi solía usarlo y Deidara nunca se dio cuenta de esas intenciones— hizo un gesto amargo—. Siempre fue ingenuo. No puedo contarte lo que pasó porque hice una promesa, pero en verdad le hizo algo monstruoso, Deidara lloró bastante, a pesar de lo orgulloso que siempre fue—No apartó la mirada del enfrente y su voz seguía impasible. El blondo ya no hizo más preguntas, había tantas que deseaba hacer, pero terminó callando. Se quedó pensativo por un largo rato; en ese lapso empezaron a caer gotas de lluvia.

    — ¿Eso qué tiene que ver con Sasuke? — Dijo en voz baja.

    —Desde que lo conocí nunca me ha caído bien, Sasuke es igual a Itachi, pero no es tan listo, es un poco torpe y se deja manipular con facilidad, lo que lo hace débil—Yahiko empezó hablar como si realmente lo conociera y Naruto no pudo entender todo lo que éste le decía, seguía con la misma incógnita. ¿Qué se supone que tenía que ver Sasuke con Itachi?

    Yahiko rebuscó en su abrigo y sacó la fotografía que encontró el aquel viejo libro, la colocó encima del tablero del auto, y Naruto la tomó. Deidara sonreía feliz; Naruto se vio realmente sorprendido cuando vio el rostro del que acompañaba a su hermano, jugueteado con su cabello que en aquel entonces le llegaba a los hombros.

    — ¿Sasuke? —No pudo evitar soltarlo, el parecido era enorme: piel algo pálida, cabello negro y ese par de ojos casi idénticos; algo no encajaba con la versión que le contaba Yahiko, el tipo de la fotografía parecía una persona amable y gentil— ¿Por qué se parece tanto a Sasuke? — preguntó aun muy sorprendido.

    —Es su hermano, su nombre completo es Itachi Uchiha— Naruto recordó una de sus anteriores platicas con Sasuke donde le había llegado a hablar de su hermano, y que quería verlo de nuevo. Se vio algo aturdido y le costaba trabajo entender del todo las cosas, de pronto todo le parecía un juego algo raro del destino porque él no creía en las coincidencias. Se quedó pensativo por un rato.

    —Entonces es como si quisieras protegerme de él—Así lo interpretó el rubio.

    —No es sólo eso—negó con la cabeza el contrario—. Sasuke es diferente a como es Gaara; a él no lo soporto porque es del tipo egoísta que sólo se ama a sí mismo. No te estoy diciendo que no hables con ellos jamás en la vida… sólo no confíes demasiado en esos dos, eso es todo.

    —Lo tendré presente—Naruto seguía mostrándose pensativo, casi ido; miraba intensamente la fotografía que aún sostenía, cosa que le llamó la atención a Yahiko. El auto seguía en paralelo, cuando lo notaron ya estaban nuevamente cerca del centro de la ciudad y la lluvia en esa zona era de baja intensidad comparada con la anterior.

    —Te quedaste muy callado…—habló Yahiko.

    —Es que de repente me sentí nostálgico, ¿te molestaría llevarme a mi casa? —Se giró a verlo, su expresión se veía sombría y carente de emociones, nada que ver con la de Naruto, que veía todos los días alegre y sonriente.

    —Claro, ya estamos cerca de tu departamento—El pelirrojo miró alrededor para buscar un atajo que los llevara más rápido.

    —No, a esa casa no, me refiero a mi antigua casa— dio un largo suspiro—. Me di cuenta que de mi familia sólo recuerdo sus nombres, quisiera tenerlos más presentes, eso es todo—. Naruto se vio pequeño, estaba encogido de hombros como si tuviera frío, incluso junto sus piernas como lo hace un niño cuando tiene miedo. Yahiko accedió.

    El de ojos azules no recordaba del todo la dirección, pero él se la sabía de memoria. Tardaron unos minutos en llegar. El vecindario era distinto a como lo recordaba Naruto, ahora se veía sin vida, y muchas casas alrededor estaban abandonadas. Sintió una gran tristeza de ver la que había sido su casa se encontraba en esas condiciones: la pintura estaba vieja y descolorida, la fachada era un desastre, había vidrios rotos, la puerta principal había sido robada y el pasto de la entrada ya no existía. Parecía que no tardaría en caerse, se veía muy inseguro. Era totalmente distinto. Dudó en bajarse del auto, pero cuando lo notó, ya estaba caminando hacía la entrada.

    —Creí que alguien la había comprado—dio un paso dentro, seguido por Yahiko.

    —Después del accidente nadie se animó a comprarla y cayó en decadencia—dentro olía a humedad, había hierba creciendo dentro. La escalera seguía intacta pero no se veía muy segura; la madera se notaba muy desgastada. Naruto cerró los ojos e intento recordar los momentos más memorables que había pasado ahí dentro. Las navidades, los cumpleaños… todos los recuerdos fueron tan fuertes que cuando abrió los ojos una lágrima amenazaba con salir de sus ojos.

    — ¿Podrías… dejarme solo un momento? — Su voz parecía que se iba a quebrar. No se atrevió a mirar a Yahiko, se moriría de vergüenza si lo viera en esas condiciones.

    —Esperaré en el auto—se le oyó decir, luego sólo se escuchó el sonido de sus pasos al salir.

    Se adentró un poco más a la casa y el olor a humedad se intensificó, había manchas en las paredes donde habían estado los muebles. Cuando se dio cuenta estaba justo en el centro donde solía estar el comedor; se acordó de su último día allí, que parecía tan perfecto y común. En ese momento se permito flaquear, no contuvo las lágrimas y lloró en silencio ahí de pie, se desahogó después de años de tratar de hacerse el fuerte frente a todos.

    Se sentía tan solo, desloado, nunca había pensado en ver su casa de esa forma, hacía años era el lugar más cálido que pudiera imaginar, y ahora estaba frio y vació. Pasó las mangas de su abrigo insistenmente por su rostro, tratando de hacer que el llanto cesar. Después solo sintió un enorme alivio, el llanto se detuvo aunque seguía sollozando; ya no sentía que algo le oprimía el pecho y el nudo en su garganta se había ido.

    Se sintió con más fuerza que nunca cuando salió de la casa, sonrió cuando miró que Yahiko lo esperaba afuera del auto, incluso cuando la lluvia había regresado aunque más fina.

    — ¿Ya estás mejor? —Cuestionó, dejando caer el cigarro que recién había terminado.

    —Sí, era algo que necesitaba hacer desde hace mucho—volvió a sonreír como solía hacerlo, y Yahiko se sintió aliviado. Comprendió que Naruto era tal vez la persona más fuerte que había conocido. Con un movimiento de la muñeca le indicó que era hora de irse.

    De regreso hablaron como lo hacían habitualmente, los comentarios tontos y sin sentido que eran tan típicos en Naruto le daban un poco de alegría a Yahiko, lo hacían sonreír como creía que ya no era capaz de hacerlo.

    — ¿Te llevo a tu casa?—Ya eran cerca de las 8 de la noche y alrededor de ellos ya estaba oscuro. Naruto recordó su triste realidad, estaba sin hogar y lo único que tenía era el cuarto de hotel que había conseguido la noche anterior.

    —Pues… ahora me estoy quedando en un hotel—Infló las mejillas y se cruzó de brazos—. La loca de mi casera me hecho por retrasarme con un pago.

    — ¿Pues que estas esperando? Puedes venir conmigo… hay una habitación disponible, cerca del edificio donde vivo, conozco al dueño y puedo arreglar las cosas; tal vez en unos días ya este todo listo para que te mudes.

    — ¡¿En serio?! —Respondió emocionado—Siento mucho que te tomes molestias por mí, aunque no sé si pueda pagarlo… pero quiero un lugar fijo, ese hotel es muy incómodo y se oyen ruidos raros—Yahiko rio e insistió que el lugar era barato, logrando convencerlo.

    Naruto le indicó el camino correcto en que estaba su hotel, sólo unas calles más arriba de donde estaba su antiguo departamento. El auto se detuvo con delicadeza, se despidieron y Naruto se quedó sobre la acera hasta que le perdió de vista entre las calles; por fin, después de mucho tiempo, sentía que su cielo se despejaba.

    Había sido un día difícil pero todo aquello sólo le había traído más ganas de salir adelante. Subió las escaleras y entró a su habitación, recordando de inmediato que no había comido nada en todo el día. Lo más rápido que pudo se preparó su ramen instantáneo y lo devoró como si no hubiera un mañana, pero no fue suficiente, así que preparó un segundo plato. No quiso ver la televisión a esa hora puesto que sólo había programas aburridos de concursos. Se tendió en la cama y sacó su diario; no sabía que escribir, y la pluma temblaba en su mano. Ese había sido un día de muchas emociones, melancolía sobre todo.



    28 de Noviembre

    “Hoy… fue un día especial, recordé como nunca a mi familia; visite mi antigua casa, me siento más fuerte que nunca y supe más cosas de mi hermano. Yahiko es un buen amigo… pero tengo que pensar muchas cosas sobre Sasuke…”


    C o n t i n u a r a...



    ¿Que les parecío? ¿Ya tienen otra opinion de Yahiko? ¬w¬
    Realmente amé escribir este capi, espero haberlas trasportado al ambiente que me imagine cuando lo escribí ^w^ en el proximo capítulo saldrá Sasuke *w* y será hermooooso! estoy segura de que les encantará ;)

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    Dame un segundo y te olvidarás de todo

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    Jajaj mendigo yahiko aun así me sigue gustando
    Mi naru todo lo que tiene que pasar
    Espero conty
     
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  15. katani-chan
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    malfiyo yahiko no me gusto que dijera eo de sasuke D: quetalsi yahiko quiere a naruyo para elsolo Noooooo no lo permititreee waa D,: contyy :D
     
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112 replies since 1/7/2013, 09:26   7775 views
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